Criterios técnicos que influyen en la calidad de imagen que ofrecen las cámaras de los móviles para que los tengas en cuenta a la hora de elegir
Integración hardware / software y procesado de imagen
En una cámara digital tradicional (una réflex o una EVIL por ejemplo) lo más importante del ‘hardware’ suele ser la óptica, luego estaría quizás el sensor (tamaño, tecnología)
Estas cámaras no son especialmente ‘inteligentes’ ya que su filosofía se basa en dejar el control al fotógrafo.
El fotógrafo entiende el contexto de la escena, sabe qué técnica fotográfica es la más adecuada, cómo tiene que configurar la cámara y el equipo, etc.
La filosofía en un móvil es bastante diferente.
Por un lado están las limitaciones físicas del tamaño de la óptica y del sensor.
Para superar esas limitaciones los móviles aplican técnicas fotográficas de forma transparente al usuario y procesan la información para generar la imagen final.
Por ejemplo, cuando pulsamos para hacer una foto, puede ocurrir que el móvil esté tomando en realidad 10 o 20 fotos a velocidad muy rápida, con una o varias cámaras, que combine toda esa información de la escena aplicando algoritmos para evitar discrepancias, y nos generará una única imagen con la mejor calidad posible dadas las circunstancias.
Todas esas técnicas estarían incluidas en lo que entendemos como fotografía computacional.
Por otro lado, los móviles están orientados a un tipo de usuario que (normalmente) no quiere saber nada de técnicas fotográficas ni complicaciones de ningún tipo: encuadrar, disparar y que me dé la mejor foto del mundo.
Es el móvil el que toma todas las decisiones: qué tipo de escena es, cómo es la iluminación, qué técnicas va a usar internamente, exposición, balance de blancos, velocidad de obturación, procesamiento de la imagen, mapeo tonal, contraste, etc.
Capacidad de procesamiento
Ese tipo de técnicas necesitan una capacidad de procesamiento enorme.
Dentro del procesador principal del dispositivo, o a veces fuera como chips independientes, hay bloques (procesadores en sí) que se encargan de la gestión de la cámara y del procesamiento de la información a bajo nivel.
Por ejemplo el ISP (Image Signal Processor) se encarga de cuestiones como el sistema de enfoque automático, la gestión del balance de blancos automático y los algoritmos de interpolación de color (demosaicing), o la corrección de aberraciones geométricas del objetivo.
Sobre esas primeras imágenes se aplican los algoritmos, técnicas y procesamiento de nivel más alto.
Por ejemplo la técnica que hemos comentado de apilado de una secuencia de imágenes para generar una imagen final con mejor calidad.
Algunos procesadores incluyen DSP (Digital Signal Processor) independientes para agilizar todo el proceso. Estos DSP son como ordenadores especializados en operaciones con la información de las imágenes, y pueden incluir módulos de inteligencia artificial (redes neuronales)
Los móviles de gama alta no tienen necesariamente mejores cámaras (sensor, óptica) pero sí tienen mejores procesadores.
No es casualidad que en las listas de móviles con ‘mejores cámaras‘ aparezcan en las primeras posiciones los terminales de gama más alta: las versiones Pro, Pro Max, Ultra, etc. de modelos que ya de por sí son gama alta.
Pero ten en cuenta que:
- La gama media actual incluye una capacidad de procesamiento enorme también
- La ventaja que ofrecen esos sistemas de gama alta sólo es aplicable a ciertas situaciones concretas, por ejemplo un rango concreto de niveles de luz en la escena
- Sí pueden ofrecer ciertas ventajas en vídeo, donde la capacidad de procesamiento es más crítica que en fotografía, sobre todo si se quieren utilizar técnicas de tipo HDR (alto rango dinámico), estabilización digital, alta resolución (4K / 8K), tasa de fotogramas (30p / 60p / 120p…)
Hardware vs software
En este contexto, con hardware me refiero a la parte óptica y al sensor de imagen de cada cámara.
Y he comentado que los ‘mejores’ móviles para fotografía y vídeo no son los que tienen mejores sensores o mejor óptica, sino los que tienen más potencia de cálculo.
Dicho así queda muy burdo.
Realmente la clave está en la integración o combinación de la parte hardware y la parte software.
Un buen objetivo garantiza que la información que llega al sensor tiene menos aberraciones ópticas.
Un buen sensor ofrecerá una mejor relación señal a ruido (por resumir de alguna forma las características técnicas).
Esos dos elementos van a dar la materia prima con la que trabajará la parte de procesado de imagen, que es donde está la magia en los móviles.
La parte de procesado puede corregir en parte o minimizar las deficiencias y limitaciones del sensor y la óptica.
Y además hace posible todas las técnicas de fotografía computacional.
Los móviles con buen rendimiento en fotografía y vídeo suelen ser modelos en los que:
- El software (la parte de fotografía/vídeo) está diseñado específicamente para sacar el máximo partido al modelo de sensor y a la óptica que incluye el dispositivo.
- Se incluyen algoritmos muy avanzados para análisis de la escena (para determinar los parámetros de configuración o la técnica más apropiada)
- Se incluyen algoritmos muy avanzados para el procesamiento de imagen (para generar la imagen final)
- Esos algoritmos requieren de una elevada potencia de cálculo (procesadores)
Ten en cuenta que toda esa magia sólo marca la diferencia en las situaciones complicadas: escenas con mucho rango dinámico, escenas con menos luz, etc.
En situaciones con buena iluminación y una escena estática (p.e. paisaje con rango dinámico medio, fotografía de producto con buena iluminación…) la imagen final es muy similar a lo que ‘ve’ el sensor, el sensor funciona en su zona óptima de rendimiento, y la mayoría de móviles van a ofrecer una imagen con una calidad similar.
Los dispositivos que tengan una muy buena integración entre la óptica, el sensor y la parte de procesado serán capaces de dar un poco más. Pero en muchos casos las diferencias serán difíciles de apreciar.
Y hablando de calidad de imagen…
Calidad de imagen vs imágenes atractivas
La calidad de imagen es algo medible.
Y tiene que ver con cuestiones técnicas: relación señal a ruido, resolución real, nitidez, contraste…
Podríamos decir que tiene relación con la fidelidad de reproducción: cómo de fiel es la imagen con respecto a la escena real.
La imagen final que obtenemos de cualquier cámara (analógica, digital tradicional o móvil) es siempre una interpretación de la realidad.
Es decir, si vemos 1000 fotos de la misma escena tomadas con diferentes cámaras y móviles, cada foto tendrá colores ligeramente diferentes, exposiciones diferentes, nitidez, contraste…
Esas interpretaciones tienen que ver sobre todo con cómo se ‘cocina’ o se procesa la información que llega de la escena.
En una cámara analógica dependerá del tipo de película fotográfica (p.e. Velvia, Provia, etc.), el proceso de revelado y por ejemplo la textura del papel donde se imprimen las fotos.
En una cámara digital (incluyendo las del móvil) depende del proceso de revelado digital y la edición posterior.
Lo que percibimos en una foto o un vídeo es sobre todo esa parte que tiene que ver con el procesado: saturación, variaciones de color, contraste, compresión de rango dinámico, etc.
La parte que tiene que ver con la ‘calidad de imagen’ sólo la percibimos cuando afecta de forma negativa: ruido o granulado excesivo, zonas quemadas (blanco puro) o empastadas (negro puro) sin detalles, imagen borrosa o desenfocada, etc.
Por otra parte, aunque es una cuestión de gustos y modas, a los seres humanos nos suelen atraer más las imágenes con colores saturados y con mucho contraste.
Por lo tanto, todos los fabricantes configuran sus móviles para generar por defecto imágenes finales muy saturadas y con mucho contraste.
En el 99% de los casos, cuando vemos la comparativa entre dos móviles, lo que estamos viendo en realidad es la comparativa entre dos ‘recetas’ diferentes, dos formas de cocinar o interpretar la misma escena.
Esa parte es totalmente subjetiva y no tiene nada que ver con la calidad de imagen.
Es una cuestión de gustos: a algunas personas le resultarán más atractivos ciertos colores, más o menos saturación, más o menos contraste…
Todo eso se puede configurar y en la mayoría de los móviles (al menos los que incluyan opciones de configuración básicas, también puede depender de la app) tienen la posibilidad de ajustar ese tipo de parámetros, al menos el balance de blancos y la posibilidad de elegir ‘filtros’ de imagen, que no son más que recetas para procesar.
Y si quieres tener más control sobre el resultado final, puedes elegir un perfil de imagen lo más neutro posible (saturación, contraste) y luego editar a tu gusto la imagen en algún programa externo.
No tiene mucho sentido elegir un móvil u otro porque tiene ‘colores más naturales‘ o criterios del estilo, que tienen que ver con la configuración y no con las capacidades o el rendimiento del móvil.
Sobre las reviews y comparativas
Ten en cuenta que en la mayoría de reviews y comparativas de móviles se suelen fijar en ese tipo de criterios subjetivos para elaborar sus conclusiones.
Sobre todo las reviews globales, no especializadas en fotografía / vídeo.
Así que si ves en youtube o en redes sociales comparativas de móviles tienes que aprender un poco a leer entre líneas y tratar de ver si lo que están comentado está basado en sus criterios subjetivos o tiene que ver con la capacidad real del móvil.
Ten en cuenta también que los resultados son muy dependientes de cada escena. Que un móvil ofrezca mejores resultados en una escena con unas condiciones concretas no quiere decir nada.
Hay que ver más bien la consistencia y el comportamiento en muchas escenas similares, y este tipo de pruebas son a veces imposibles de realizar.
En general, huye de las reviews con criterios simplistas y con conclusiones absolutas de blanco o negro: el móvil Fulanito humilla al móvil Menganito, la mejor cámara del mundo, bla bla bla…
Y no te dejes deslumbrar por los lanzamientos. El último móvil siempre es el mejor del mundo y barre a todos los demás, y es fenomenal y vas a ser más feliz y mejor persona… Y todos los canales de tecnología y los influencers van a bombardear con lo maravilloso que es.
No hace falta tener el móvil más caro ni el último modelo para hacer buenas fotos y buen vídeo.
Dejar el control al usuario
Los móviles son cada vez más ‘inteligentes’, pero no entienden el contexto de cada situación, de cada escena.
Por poner un ejemplo, imagina que queremos fotografiar a niños o mascotas corriendo por el parque. Como fotógrafos, sabemos que necesitaremos una velocidad de obturación alta para ‘congelar’ el movimiento, o al menos para evitar que las fotos salgan excesivamente movidas.
El móvil puede analizar la escena y ver por ejemplo qué cantidad de luz hay, si hay mucho contraste entre luces y sombras (alto rango dinámico), si es una situación de poca luz (activar modo nocturno), si detecta una cara cerca puede activar el modo retrato, etc.
Es decir, puede tomar una serie de decisiones basándose en los casos típicos que tiene en su base de datos o en las reglas que ha programado el fabricante.
Pero no tiene capacidad para entender el contexto exacto de la escena y qué es lo que queremos conseguir a partir de esa escena.
Por lo tanto, muchas veces estará entendiendo mal una situación o estará aplicando técnicas que no son las más adecuadas o no son las que queremos aplicar como fotógrafos (técnicas que tienen que ver con la parte artística).
A medida que aprendes fotografía, cada vez quieres tener más el control, para que el resultado se ajuste a lo que tú quieres, no a lo que el móvil o la cámara decida.
En la mayoría de los terminales, la app nativa de cámara está pensada para usuarios que nunca van a querer controlar ningún parámetro ni nada parecido.
Algunas incluyen un modo ‘avanzado’ que permite gestionar algunos parámetros, pero en general son bastante limitadas.
En dispositivos Android, el fabricante puede decidir qué tipo de control va a ceder al usuario, por ejemplo a través de aplicaciones de terceros. Esto se suele hacer a través de una interfaz de comunicación, p.e. Camera2 API.
En los modelos que incluyen soporte completo de Camera2 API (interfaz de comunicación de la cámara con aplicaciones externas) se podrán usar aplicaciones de terceros, permitiendo que esas aplicaciones tengan una integración más completa con la cámara.
Algunos modelos incluyen un soporte parcial de Camera2 API. Lo ideal sería que tuvieran al menos un nivel de acceso Full (control manual de todos los parámetros) o Level_3 (Full + características adicionales como soporte de formato RAW, etc.). Pero esto depende del fabricante y en muchos casos reservan esos niveles de acceso a los modelos de gamas más altas.
La idea aquí es que podemos utilizar aplicaciones de cámara más completas, que nos permitan tomar el control de ciertos parámetros cuando la situación lo requiera.
Estas aplicaciones también pueden hacer su propio procesado de la imagen y aplicar sus propios algoritmos.
A veces un móvil ofrece resultados mediocres con su aplicación nativa, que mejoran radicalmente utilizando una aplicación de cámara de terceros.
O puede ocurrir que ciertas aplicaciones sean más indicadas para ciertas situaciones, por poner un ejemplo, cuando queremos hacer fotografía de larga exposición hay aplicaciones específicas que funcionan muy bien.
Fotografía manual vs fotografía computacional
En general, los móviles tienen su punto fuerte en la parte de procesado de imagen (fotografía computacional)
En situaciones favorables (p.e. buena iluminación) podemos tomar nosotros el control, si el móvil y la app lo permiten, para asegurar la configuración que mejor se adapta a lo que queremos: velocidad de obturación / ISO.
Si el móvil permite grabar en formato RAW, podemos hacer posteriormente nosotros el procesado (revelado digital) para dejar la imagen final a nuestro gusto: contraste, saturación, etc.
Pero…
A poco que las condiciones de la escena sean desfavorables o muy específicas, el resultado que vamos a obtener tomando nosotros el control no va a mejorar el resultado obtenido por el móvil utilizando sus trucos de fotografía computacional: modos HDR, modos nocturnos, modo retrato (depende), etc.
Y el RAW que obtenemos de un sensor pequeño no nos da un margen tan grande como el que obtenemos de un sensor grande.
Por lo tanto, dependiendo de la situación tendremos que decidir:
- Si interesa tomar el control (control manual de los parámetros de exposición)
- Si interesa activar alguno de los modos especiales: HDR, nocturno, retrato…
- O si interesa dejar el control al móvil para que decida los parámetros óptimos según su criterio.
En muchas ocasiones no hay tiempo material para andar pensando qué es lo mejor, simplemente nos da tiempo a coger el móvil y disparar.
En esos casos donde es el móvil el que decide todo, el resultado dependerá de muchos factores, incluyendo la capacidad de análisis y procesado de imagen del móvil, pero también de factores externos relacionados con la iluminación y el propio contexto de la escena.
Si quieres hacer cierto tipo de fotografía un poco más especializada: larga exposición, fotografía astronómica / nocturna (Vía Láctea), fotografía con flash… Una cámara convencional (p.e. una cámara de objetivos intercambiables) te va a dar mucho más control sobre el resultado final. Pero también te va a exigir más conocimientos de fotografía y más tiempo y esfuerzo.
Resumen: software vs hardware
Aunque las características físicas de la cámara son importantes (tamaño de sensor y su tecnología, parte óptica) en un móvil es fundamental la parte de procesamiento de la información:
- Procesado de la imagen para reducción de ruido
- Procesado para conseguir el nivel de contraste y saturación
- Procesado para obtener imágenes con mayor rango dinámico (mapeo tonal automático / técnicas HDR)
- Algoritmos del sistema de enfoque
- Algoritmos para emular el desenfoque de fondo en modo retrato
- Algoritmos para procesar imágenes en los modos nocturnos
- Potencia de cálculo necesaria para generar la secuencia de vídeo en 4K (30p, 60p), incluso en resoluciones mayores
- Algoritmos del sistema de estabilización digital de imagen
- …
Muchos de esos procesos se tienen que ejecutar a la vez y en tiempo real.
La ventaja de los móviles de gamas más altas no es que tengan mejores cámaras, mejores sensores o mejores ópticas en sus objetivos…
La ventaja fundamental es que tienen más potencia de cálculo en combinación con un software más avanzado (algoritmos más complejos y módulos de redes neuronales).
Las diferencias entre modelos en la parte óptica (calidad del objetivo / tecnología del sensor) son en general pequeñas y probablemente no marcan la diferencia.
Las diferencias en la parte de software sí son muy importantes entre modelos, sobre todo entre modelos de diferentes gamas.
Esa parte de procesamiento (el software por decirlo de alguna forma) está en diferentes capas.
A bajo nivel depende de los módulos especializados del procesador (ISP, DSP…) y a alto nivel depende de la aplicación que gestiona la cámara.
En ambos casos es importante la potencia de cálculo, la capacidad del procesador.
Algunos ejemplos para dar idea de cómo influye la potencia de cálculo:
- Imagina un móvil de gama alta que puede grabar 4K / 60p a la vez que tiene activado su sistema de estabilización digital
- Otro modelo, con menos potencia o menos optimizado, quizás sólo puede grabar en 4K / 60p sin estabilizador
- Otro modelo de gama inferior sólo graba en 4K / 30p, pero sólo estabiliza hasta 1080/ 60p
- …
Todos ellos con sensores similares y elementos ópticos similares.
Lo mismo ocurre con las funciones especializadas:
- Modos nocturnos
- Modo retrato
- Astrofotografía
- …
Todos estos modos o funciones utilizan técnicas que se basan en fotografía computacional.
Los resultados van a depender tanto de los algoritmos como de la capacidad de cálculo (algunos algoritmos sólo pueden funcionar si el procesador tiene cierta potencia)
Para ciertas situaciones es interesante que el móvil permita el control del usuario para ajustar parámetros o para decidir el modo en función del contexto de la escena.
En algunos móviles la propia app nativa de gestión de cámara permite cierto control.
Pero en general hay aplicaciones de cámara desarrolladas por terceros que permiten un mayor control, mejor procesamiento de la imagen en ciertas situaciones y/o funciones muy específicas que no podríamos hacer con la aplicación nativa (p.e. larga exposición)
Calidad óptica del objetivo
Para fotografía tradicional sería quizás el factor más importante: la nitidez del objetivo y si tiene algún tipo de aberración óptica perceptible.
Sin embargo no es un factor tan determinante en el caso de los teléfonos móviles porque las imágenes van a estar muy procesadas:
- Algoritmos de reducción de ruido (ruido electrónico / granulado)
- Algoritmos para mejorar el contraste / nitidez
- Algoritmos para corregir automáticamente las aberraciones geométricas del objetivo
- Algoritmos para corregir las aberraciones cromáticas
- …
Si el móvil incluye una buena óptica, todos esos algoritmos trabajarán con una ‘materia prima’ de mejor calidad.
Pero en cierta forma la calidad óptica queda un poco diluida o no es tan importante como en las cámaras tradicionales.
Por resumirlo de alguna forma: el software que procesa la información del sensor y genera la imagen JPEG final tiene normalmente más impacto en la nitidez de imagen que la óptica o la resolución real del sensor.
Apertura del objetivo
En la mayoría de los teléfonos móviles los objetivos de las cámaras no tienen diafragma.
El diafragma es como el iris del ojo: se abre más o menos para dejar pasar la cantidad justa de luz. Por lo tanto en los móviles el objetivo siempre está totalmente abierto.
Esa apertura del objetivo también puede ser un factor a tener en cuenta.
La apertura nos da idea de la cantidad de luz que va a llegar al sensor (por unidad de tiempo y por unidad de superficie). Se mide con el número F, que relaciona el diámetro del objetivo con su longitud focal.
Simplemente: cuanto menor sea el número, mayor es la apertura y más luz llega al sensor:
Aperturas típicas en cámaras de móvil: f/1.8 > f/2.0 > f/2.8
Por ejemplo, un objetivo con f/2.0 deja pasar el doble de luz que un objetivo con f/2.8
Esos incrementos de doble o mitad se llaman en fotografía pasos de luz.
La diferencia entre aperturas nos puede dar una pequeña ventaja cuando la escena recibe menos luz.
Por ejemplo, si el objetivo nos da 1 paso más de luz, podremos disparar al doble de velocidad para congelar la imagen y que no aparezca movida (o trepidada por los pequeños movimientos de la cámara)
De la misma forma, 1 paso más de luz en el objetivo evita subir un paso de ISO (la sensibilidad o ganancia electrónica, cuanto más alto el ISO más granulado habrá en la imagen final)
Ten en cuenta de todas formas que en el día a día las diferencias de 1 paso de luz no van a suponer una mejora radical. Simplemente son una pequeña ventaja.
Distancia focal / ángulo de visión
La focal o distancia focal es una característica óptica del objetivo, pero a efectos prácticos nos dice cómo va a ser el ángulo de visión.
Cuanto más grande sea la distancia focal (se mide en milímetros) más cerrado es el ángulo de visión.
Como el ángulo de visión depende también del tamaño del sensor, se suele utilizar la distancia focal equivalente, es decir, tomando como referencia una cámara con sensor o película de 35mm.
Una focal equivalente de 15mm nos daría unos 100º de ángulo de visión horizontal (suponiendo un encuadre apaisado).
Una focal equivalente de 25mm nos da unos 70º de ángulo de visión
Una focal equivalente de 50mm correspondería con un ángulo de unos 40º
Las focales (equivalentes) entre los 35-50mm se suelen llamar focales normales, y nos dan un punto de vista que encaja más o menos con el ángulo de visión de una persona.
Por debajo de los 30mm ya se consideran objetivos angulares, y por debajo de los 20mm se les suele llamar objetivos gran angulares.
Por encima de los 75mm se les denomina teleobjetivos (teleobjetivos cortos), teleobjetivos medios hasta unos 300mm, y teleobjetivos largos por encima de 300mm.
Los teleobjetivos ofrecen un ángulo de visión estrecho, que lo asociamos con un aumento o acercamiento de una escena lejana.
La cámara de los móviles (la cámara principal si tiene más de una) suele tener un objetivo angular, por debajo de los 30mm equivalentes.
Tamaño / tecnología del sensor
El tamaño del sensor influye en la calidad de imagen:
- Un sensor más grande (mayor superficie de captación) recoge en conjunto más fotones y permite construir una imagen más limpia (con menos ruido electrónico, mejor relación señal a ruido)
- En un sensor más grande, cada celda individual puede ser más grande manteniendo la resolución total.
Una celda más grande permite recoger información más fiel (menos ruido electrónico / mejor relación señal a ruido)
Una celda más grande puede captar más rango dinámico de la escena
- En un sensor más grande se puede integrar una resolución mayor (más celdas) manteniendo el rendimiento por celda
O se puede combinar la información de varias celdas para generar la imagen final: mejorando la relación señal a ruido y el rango dinámico
¿Por qué los móviles no incluyen sensores más grandes?
El problema es que para ‘alimentar’ esa superficie de captación hace falta una óptica más grande.
El tamaño de la parte óptica no crece de forma lineal y el formato de los móviles hace que sea muy complicado integrar elementos ópticos tan grandes.
En un móvil es más fácil y más barato integrar varias cámaras (cada una con su sensor, objetivo completo, etc.) de sensor pequeño que una única cámara con sensor más grande.
¿Es tan importante el tamaño del sensor?
Sí y no. Depende.
Por un lado está la parte relacionada con la Física: mayor superficie de captación implica mejor relación señal a ruido (a igualdad tecnológica, etc.) y por lo tanto imágenes más limpias en lo que respecta a ruido electrónico.
Un sensor más grande va a dar más margen al resto de la cadena de procesamiento de la imagen.
Por otro lado, la ‘gracia’ de los móviles está en la parte de procesamiento de imagen, lo que se conoce como fotografía computacional.
Esos algoritmos y la capacidad de procesamiento es lo que suele marcar la diferencia, por encima del tamaño del sensor.
Pero lógicamente, si esos algoritmos trabajan con una materia prima mejor (sensor más grande) obtendrán mejores resultados.
Entonces, podríamos decir que el tamaño del sensor es importante, si va acompañado de una buena parte óptica y si detrás está una cadena de procesamiento de imagen a la altura.
Y hay que tener en cuenta también que estamos hablando de diferencias de calidad sutiles.
¿Y la tecnología del sensor?
Este es un aspecto importante, pero sólo si comparamos teléfonos móviles de generaciones muy diferentes, es decir, con varios años de diferencia en su fabricación.
La mayoría de los teléfonos móviles actuales incluyen sensores de la serie IMX de Sony o la serie ISOCELL de Samsung.
Son sensores retroiluminados (BSI: Back-Side Illuminated sensor): la electrónica de cada celda fotosensible se sitúa por debajo de la superficie que capta la luz, para que cada pixel tenga más superficie de captación efectiva.
Cada fabricante y cada modelo introduce sus propias variaciones para mejorar algunos aspectos, pero a grandes rasgos: los sensores de generaciones similares van a ofrecer rendimientos y resultados similares.
Como ocurre con la calidad óptica, el resultado final va a depender más del procesado que se aplica a la información del sensor que de las pequeñas diferencias de rendimiento entre sensores.
Resolución / megapíxeles
A partir de una resolución mínima (8-10Mpx) no es importante, es más que suficiente para la mayoría de los usos. No elijas un móvil porque tenga más resolución.
Los sensores de los móviles son pequeños.
Cuanta más alta es la resolución, más pequeñas serán las celdas fotosensibles y peor será su rendimiento (menor relación señal-ruido)
Esto quiere decir que aunque el rendimiento global va a ser similar, porque está asociado a la superficie total del sensor, el ruido o granulado en el detalle se va a ‘comer’ la nitidez que correspondería a la resolución física del sensor.
Dicho de otra forma: un sensor pequeño de 48Mpx y un sensor pequeño de 10Mpx van a generar los dos un nivel de detalle similar en la imagen final.
Algunos móviles con sensores de alta resolución lo que hacen realmente es agrupar celdas para generar imágenes de menor resolución.
Por ejemplo, un sensor de 48Mpx puede promediar la información de cada grupo de 4 celdas para generar una imagen de 12Mpx.
El promediado siempre aumenta la relación señal a ruido, ya que el ruido es aleatorio, no tiene correlación con los puntos a su alrededor. Pero probablemente una celda 4 veces mayor daría directamente un mejor comportamiento.
Sin embargo, dependiendo de las técnicas de promediado (algoritmos de procesado) también se pueden conseguir cosas interesantes, como por ejemplo aplicar diferentes exposiciones a cada pareja de celdas de un grupo de 4, para aplicar técnicas HDR (alto rango dinámico) con una sola toma.
Con 10-12Mpx es más que suficiente para vídeo (4K tiene una resolución de unos 8Mpx) y más que suficiente para el 99.9% de las fotos que vamos a hacer, ya que se van a publicar online y se van a ver en dispositivos pequeños (o en pantalla de ordenador pero raramente a pantalla completa)
Si quieres imprimir alguna foto, esos 10-12Mpx sirven para imprimir a gran calidad (300dpi) en formatos relativamente grandes (más de 30cm o el doble si reducimos a 150dpi)
Resumen:
- La resolución física del sensor no es un criterio importante
- Las cámaras con resoluciones bajas que incluyen algunos móviles (p.e. cámara macro de 2Mpx, telephoto de 4Mpx, etc.) están más bien como reclamo publicitario, pero no son realmente útiles o al menos no podemos esperar una calidad equiparable a la de la cámara principal.
Rango dinámico
Aquí tienes más información sobre qué entendemos por rango dinámico en fotografía y vídeo.
Y una explicación un poco más detallada sobre el rango dinámico en sensores de imagen.
Para que se entienda de una forma sencilla:
- El rango dinámico nos habla de la diferencia de luminosidad entre la parte más oscura de una escena (en la que se aprecia detalle) y la zona más clara de una escena (en la que se aprecia detalle)
- El rango dinámico se puede medir como una relación (p.e. 1:10000) o en escala logarítmica, por ejemplo en fotografía es habitual medirlo en pasos de luz.
- El rango dinámico de una escena del mundo real puede llegar a ser enorme, una escena a plena luz del día puede tener unos 30 pasos de luz (recuerda que es una escala logarítmica, no lineal)
- El rango dinámico que percibe la visión humana es bastante grande. La percepción visual es compleja, pero vamos a suponer unos 20 pasos de luz en condiciones de iluminación que nos permiten distinguir bien los detalles y el color.
- El rango dinámico que puede captar una cámara depende del diseño del sensor (tamaño de sus celdas y superficie total). Para una cámara con sensor full frame actual puede estar en los 12 pasos de luz (rango dinámico fotográfico, para una determinada relación señal a ruido mínima).
- El rango dinámico del sensor de un móvil puede estar en los 8-9 pasos de luz en condiciones ideales.
- El rango dinámico de los dispositivos de reproducción de imágenes es más pequeño, por ejemplo una pantalla típica de un monitor tendría un rango dinámico del orden de 6-8 pasos de luz, y la fotografía en papel tendría unos 5-6 pasos de rango dinámico.
- Las pantallas HDR pueden llegar a unos 10 pasos de luz.
En fotografía y vídeo, normalmente lo que queremos es que el resultado final se vea bien en la mayoría de los dispositivos (pantallas). Vamos a redondear a 6 pasos de luz, que podría ser un buen objetivo.
Ya puedes intuir dónde está el problema:
- Tenemos una escena con 30 pasos de luz de rango dinámico
- Tenemos una cámara que sólo puede capturar 8 pasos de luz (de esos 30)
- Tenemos una pantalla que sólo puede reproducir 6 pasos de luz
Por otro lado, la percepción visual humana es maravillosa.
Podemos contemplar una foto impresa de una escena (p.e. 5 pasos de luz) con una sensación similar a la que tendríamos si estuviéramos allí en persona (p.e. viendo una escena real de 30 pasos de rango dinámico)
¿Dónde está el truco?
El truco está en que la visión humana no necesita toda la información de todo ese rango. No necesitamos tener todos y cada uno de los diferentes niveles de luminosidad de la escena.
De hecho, somos capaces de distinguir muy bien pequeñas variaciones de tono (claridad / oscuridad) en la parte de las sombras, pero no distinguimos muy bien variaciones grandes en la parte de las luces, de las zonas más iluminadas.
Se puede comprimir el rango dinámico (si se hace de una forma cuidadosa) de tal forma que el resultado final lo percibimos o interpretamos como ‘natural’.
Capturar el rango dinámico
Primero hay que capturar el rango dinámico de la escena.
Si la escena tiene 30 pasos de rango y la cámara tiene 8, es imposible capturar toda la información en una única toma.
Tenemos que elegir una parte del rango.
Por ejemplo, si elegimos los 8 pasos de la zona de sombras tendremos detalle ahí, pero sabemos que el resto, toda la parte de luces, estará quemado. Esa parte quemada será un blanco puro sin detalle ninguno.
Si elegimos los 8 pasos de la zona de luces pasará lo contrario: tendremos detalle en las luces, pero las sombras estarán empastadas, sin información (p.e. un contraluz en el que sólo vemos la silueta en negro puro)
Si queremos capturar más rango hay que utilizar técnicas o trucos.
Por ejemplo, en fotografía de paisaje se utilizan a veces filtros degradados, que actúan como un compresor de rango dinámico.
También podemos hacer varias tomas, cada una de ellas con una exposición diferente (bracketing / horquillado de exposición), hasta cubrir todo el rango dinámico de la escena.
En lugar de tener el rango en una única imagen, lo tenemos distribuido en diferentes imágenes.
Luego en edición, utilizando algoritmos para gestión de HDR (high dynamic range) se hace la fusión de todas las imágenes en una única imagen que contiene una versión comprimida del rango dinámico original: incluye información (detalle) en las sombras y también información (detalle) en las altas luces, y en los tonos medios se conserva un nivel de exposición adecuado.
Estas técnicas, como todas, tienen sus pequeños inconvenientes. Por ejemplo, si se trata de una cámara tradicional todas las tomas tienen que ser de la misma escena estática, con la cámara fija en un punto (trípode). Si algo se mueve entre las tomas, luego va a ser muy difícil, o directamente imposible, hacer la fusión a una única imagen.
Los móviles pueden hacer algo de ‘magia’ y conseguir ese tipo de cosas sin necesidad de trípode, pero si la escena es muy dinámica (p.e. elementos en movimiento) existe el riesgo de que aparezcan elementos movidos, artefactos extraños, etc.
Comprimir el rango dinámico
Vamos a suponer que ya hemos podido comprimir el rango dinámico de la escena, desde los 30 pasos hasta los 8-9 pasos que puede capturar la cámara de nuestro móvil.
También puede ocurrir que la escena no tenga un rango dinámico tan grande. Si tenemos una buena iluminación (p.e. iluminación artificial) o buscamos una buena hora (hora dorada, hora azul, etc.) tendremos escenas con un rango dinámico más controlado.
Siguiendo con nuestro ejemplo, tenemos entonces una imagen en el sensor (p.e. en formato RAW o almacenada internamente de alguna forma) de unos 8-9 pasos de rango dinámico.
Pero recuerda que queríamos que nuestra imagen final se vea bien en pantallas de 6 pasos de rango dinámico.
Hay que comprimir un poco más para generar la imagen final en JPEG.
Cuando se hace la compresión de rango dinámico a partir de una única imagen, normalmente se habla de mapeo tonal.
Lo típico que solemos hacer al editar una imagen: queremos subir un poco las sombras, para mostrar el detalle. Y queremos bajar un poco las altas luces para rescatar algo de detalle. Y dejamos los tonos medios con una exposición que nos parece adecuada.
El margen nos lo da en este caso el rango dinámico de la imagen original. Una imagen de 12 pasos de un sensor grande nos da mucho más margen que una imagen de 8 pasos de un sensor pequeño.
Pero el proceso es básicamente el mismo.
La compresión de rango dinámico no deja de ser un proceso artístico. Partimos de la realidad, pero la simplificamos y la ajustamos para obtener una representación de la misma (una interpretación, como ocurre con el color y otros muchos aspectos).
No hay una receta o una única forma de comprimir el rango dinámico.
Cuando se hace de forma manual en el proceso de revelado digital y edición, cada fotógrafo decide cómo hacer el mapeo tonal. Por ejemplo para hacer la imagen más atractiva, potenciar ciertas zonas, dar más realismo, etc. Puede haber miles de criterios diferentes.
La idea que quiero transmitir es que la imagen final es una de las infinitas posibles interpretaciones de la realidad.
Rango dinámico en móviles
Como hemos comentado, el sensor de un móvil tiene menos ‘capacidad’ o menos margen a la hora de capturar el rango dinámico de la escena y a la hora de hacer el mapeo tonal de la imagen final (12 pasos de un sensor grande con respecto a los 8-9 de un sensor más pequeño)
Los móviles utilizan diferentes técnicas (fotografía computacional) para comprimir el rango dinámico.
Todo esto lo tienen que hacer de forma transparente al usuario y en tiempo real.
Además tienen que decidir para cada escena qué técnica es la más apropiada: por ejemplo en algunos casos pueden decidir tomar internamente varias imágenes, o pueden utilizar información de diferentes celdas del sensor (en el caso de algunos sensores de alta resolución) o pueden decidir hacer un mapeo tonal a partir de una única toma…
Y por si eso fuera poco, tienen que hacer una compresión de rango dinámico que se perciba en la imagen final como natural. Y esto no es nada sencillo.
Una compresión de rango dinámico agresiva da lugar a imágenes con halos extraños y colores que no se parecen en nada a los que podríamos entender como naturales o al menos coherentes con la escena.
Es muy muy fina la línea que separa una compresión ‘orgánica’ agradable a la vista de un auténtico desastre de imagen.
Cuando en una review nos dicen por ejemplo: esta cámara (del móvil Fulanito) tiene un rango dinámico muy bueno…
En realidad nos están diciendo: para esta situación concreta (escena), con esta cámara (sensor), el móvil está utilizando una serie de técnicas de compresión de rango dinámico (HDR) que están dando un resultado que me resulta (a esa persona en concreto) agradable a la vista, o natural, orgánico o como queramos llamarlo.
Es decir, el rango dinámico es un concepto físico, medible (al menos en condiciones de laboratorio).
Pero lo que vemos en la imagen final que genera el móvil es una interpretación artística (que ha hecho el móvil de forma ‘automática’ con técnicas HDR) y por lo tanto, salvo casos muy desastrosos, sólo se puede valorar con criterios subjetivos, según el gusto personal de cada uno.
El tamaño del sensor y sus características (tecnología, resolución, etc.) pueden influir un poco en lo que entendemos como rango dinámico en la imagen final, sobre todo en vídeo (no hay tanto margen para técnicas HDR complejas), pero lo que vemos realmente como resultado final tiene que ver fundamentalmente con los algoritmos y el tipo de procesado que realiza el móvil.
Dos móviles con el mismo sensor pueden ofrecer resultados diferentes para la misma escena.
El mismo móvil, en la misma escena con pequeñas variaciones (p.e. un pequeño cambio de luz) puede dar resultados bastante diferentes entre sí.
Nos tenemos que quedar sobre todo con la idea de que lo que entendemos como rango dinámico de la imagen final (foto o vídeo) es un concepto muy subjetivo, que tiene que ver con los gustos de cada persona.
Un móvil con una buena gestión del rango dinámico (en sus modos automáticos o en modos HDR explícitos) es el que de forma consistente (estadística) ofrece resultados coherentes y que se perciben como orgánicos (por no elegir la palabra ‘natural’).
Un móvil con mala gestión del rango dinámico es el que ofrece resultados totalmente inconsistentes incluso para escenas muy similares o el que de forma consistente ofrece resultados poco orgánicos (p.e. HDR muy agresivo) o con defectos muy visibles (mucho ruido electrónico, artefactos…)
Pero recuerda sobre todo que hay un componente subjetivo muy importante.
Número de cámaras / zoom óptico vs zoom digital
Los objetivos de los móviles son de focal fija, no pueden hacer zoom óptico (pasar progresivamente de una distancia focal a otra).
Para solventar esta limitación, muchos modelos incluyen varias cámaras, cada una de ellas con un objetivo de focal diferente.
La cámara principal suele ser un angular, que cubre bien la mayoría de situaciones típicas.
Cámaras secundarias típicas:
- Gran angular (ultra angular, ultra wide)
Permiten un mayor ángulo de visión, por ejemplo para escenas de paisaje.
- Telephoto (teleobjetivo)
Permiten más alcance sin recurrir al zoom digital.
La cámara de tipo telephoto se utiliza en algunos casos en combinación con la principal (fotografía computacional) para emular el desenfoque de fondo en el modo retrato.
- Macro
Permite una gran magnificación, por ejemplo para fotografía de flores y objetos pequeños.
En la mayoría de los móviles son cámaras con una resolución bastante baja
- Auxiliares
No son cámaras como tal, sino que se utilizan para ayudar al móvil en determinadas situaciones: mejorar el enfoque, información para fotografía computacional, etc.
Además, la mayoría de los móviles incluyen una cámara frontal (selfie).
Cada cámara es independiente. Tiene su propio sensor, óptica, su propio sistema de enfoque, resolución, etc.
Habitualmente la cámara principal es la que tiene mejores prestaciones: mayor apertura, mayor resolución, mejor sistema de enfoque, mejores prestaciones en vídeo…
Zoom óptico
El zoom es el proceso, la acción, de pasar de una distancia focal a otra en un objetivo de focal variable.
Podemos hacer zoom hacia focales más largas (estrechamos el ángulo de visión y la sensación es de acercarnos más a un sujeto de la escena) o podemos hacer zoom hacia focales más cortas (ampliamos el ángulo de visión y la sensación es de alejarnos de un punto concreto de la escena)
Popularmente se tiende a asociar el término ‘hacer zoom’ con el recorrido hacia focales largas (teleobjetivo): ‘haz zoom para verlo más de cerca…‘
Cuando se habla de un zoom 2x, 5x, etc. nos estamos refiriendo a la relación entre la focal más corta y la más larga de un objetivo.
Por ejemplo, un objetivo que va desde los 18mm hasta los 55mm de distancia focal. Si dividimos 55 entre 18 nos da 3, que correspondería con un zoom 3x
En los móviles no hay objetivos de focal variable (o al menos no es lo habitual). Cuando se habla de zoom óptico nos referimos a que podemos usar una de las cámaras secundarias para cambiar la distancia focal.
Si por ejemplo la cámara principal tiene una distancia focal equivalente de 28mm y la cámara secundaria de tipo telephoto tiene una distancia focal de 56mm, entonces nos dirán que el móvil tiene zoom óptico 2x.
Pero ten en cuenta que entre esas dos focales no hay focales intermedias ‘ópticas’, no hay zoom óptico progresivo en los móviles.
Zoom digital
Para cualquier focal intermedia que no coincide exactamente con las focales de la cámara principal o las secundarias, el teléfono hace simplemente un recorte de la imagen proporcionada por el sensor.
Cuando hacemos zoom digital el sistema simplemente coge una parte de la imagen del sensor, el resto se desperdicia.
Por ejemplo, imagina que comenzamos a hacer zoom desde la cámara principal (1x – 28mm)
Vamos subiendo hasta 1.5x y lo que vemos es un recorte del sensor de la cámara principal.
Seguimos progresivamente hasta 2x y en ese momento el sistema activa la cámara telephoto (56mm). Como en este caso se utiliza todo el sensor de la segunda cámara el salto de calidad será apreciable.
Seguimos subiendo a 3x, 4x, 5x…
A partir de 2x en nuestro ejemplo, todas las focales por encima serán zoom digital, un recorte sobre el sensor de la cámara secundaria o de la cámara principal (que normalmente tiene mejores prestaciones)
Todo lo que sea zoom digital, una focal que no coincida con la de una de las cámaras, va a degradar la calidad de la imagen.
Es equivalente a coger la imagen sin ningún zoom, llevarla al ordenador y recortarla hasta conseguir un encuadre más cerrado.
Piensa que si ya de por sí los sensores de los móviles son pequeños (con los inconvenientes asociados) hacer zoom digital es equivalente a usar un sensor cada vez más pequeño, recogiendo menos información, más ruido… y todo eso lo reescalamos al mismo tamaño que una imagen normal que utilice todo el sensor.
El zoom digital sólo deberíamos utilizarlo cuando no nos quede más remedio, por ejemplo si tenemos que hacer la foto y publicarla en ese momento y no nos da tiempo a editar ni recortar en el propio móvil.
En cualquier otro caso es preferible usar las focales nativas de cada una de las cámaras para aprovechar todo el sensor.
Sistema de enfoque automático
La mayoría de los móviles actuales utilizan un sistema de enfoque híbrido que combina técnicas de enfoque por detección de fase (muy rápido) y enfoque por detección de contraste (muy preciso).
En el sistema de enfoque por detección de fase (PDAF – Phase Detection AutoFocus) se utilizan algunas parejas de celdas del sensor para triangular la distancia al objeto que estamos enfocando.
En los sensores Dual Pixel todas las celdas actúan a la vez, por parejas, como detectores de fase, y una vez enfocada la escena esas mismas celdas recogen la información de la imagen.
Sobre esa capa de enfoque suelen estar otras capas de nivel superior: por ejemplo reconocimiento y seguimiento de caras, personas, objetos, etc.
Como ocurre con otros apartados técnicos, el rendimiento del sistema de enfoque depende mucho de la parte software, de los algoritmos que utilice la aplicación o el sistema y de la potencia de cálculo.
Características específicas para vídeo
En el apartado de vídeo es donde creo que ha habido más evolución tecnológica en los últimos años. Tanto en cámaras tradicionales como en los teléfonos móviles.
¿Qué características serían las más importantes?
Resolución: 4K vs 1080p
Grabar en 4K tiene la ventaja de que te da más margen en edición.
Aunque publiques en 1080p, editar el material en 4K te permite reencuadrar una toma o hacer zoom (x2) sin pérdida de calidad.
También, al reescalar desde 4K a 1080p se consigue reducir algo el ruido y aumentar un poco la nitidez.
Como desventaja estaría el tamaño de los ficheros que se generan y que vas a necesitar un equipo con cierta potencia para editar.
Por supuesto se puede grabar directamente a 1080p y obtener resultados excelentes.
Fotogramas por segundo / frame rate
El número de fotogramas por segundo (fps) determina en cierta forma el estilo del vídeo.
- 24 fps (24p)
Es la tasa de fotogramas que se asocia al cine. Con esta velocidad se consigue un efecto conocido como ‘motion blur’ que va muy bien en vídeos que cuentan una historia o que se quieren centrar más en un aspecto más artístico.
- 60 fps (60p)
Es una frecuencia que se asocia a las transmisiones deportivas y la televisión. La imagen de cada fotograma aparece más ‘congelada’ y la sensación es más cercana a la realidad. Va muy bien para vídeos con un estilo más de documental.
- 30 fps (30p)
Es una tasa de fotogramas intermedia, relacionada con el estándar norteamericano NTSC. Es la velocidad más utilizada en todos los medios, tanto a la hora de publicar como a la de reproducir.
- 120 / 240 / 480 / 960 fps
Son tasas de alta velocidad para generar efecto de cámara lenta en edición. En muchos casos estos modos de vídeo están limitados de alguna forma: por ejemplo a un tiempo máximo determinado, sin sonido, a menor resolución, más compresión por fotograma, etc.
Ten en cuenta que en Europa el estándar para la televisión es PAL. La tasa de fotogramas asociada es 25 fps (en lugar de 30 fps) y 50fps (en lugar de 60 fps). Puedes grabar con cualquiera de esas tasas aunque 30 fps es sin duda el estándar más usado (junto con 24 fps para conseguir un estilo más cinematográfico).
La mayoría de los móviles graban vídeo en modo progresivo (p). Hace años, cuando las cámaras digitales no podían generar tanta información, se utilizaba un modo llamado entrelazado (i –interlaced). En general no es buena idea grabar en modo entrelazado. Elige siempre el modo progresivo, por ejemplo 30p en lugar de 30i (como digo, la mayoría de los móviles no incluyen las versiones con modo entrelazado)
Todos los móviles (actuales) graban al menos a 1080 / 30p.
Si el móvil permite grabar a 60fps puedes publicar directamente con esa tasa de fotogramas o puedes publicar a 30fps utilizando algunas tomas para hacer cámara lenta (x2)
El estándar actual en móviles de gama media sería 4K / 30p
Y en móviles de gama alta 4K / 60p (grabar 4K / 60p exige una potencia de procesamiento muy alta)
Ten en cuenta también que cuando las condiciones de luz no son perfectas grabar a mayor velocidad implica que habrá menos luz por cada fotograma. Es decir, si hay poca luz en la escena la calidad del vídeo grabando a 60fps será probablemente peor que grabando a 30fps.
Estabilizador de imagen
Esta característica es a la vez muy importante y poco importante dependiendo de las circunstancias y de la calidad de grabación que busquemos en nuestros vídeos.
Si el móvil incluye un buen sistema de estabilización de imagen, perfecto.
La mayoría de los móviles tienen sistemas de estabilización digital por software, que funcionan de la siguiente forma:
El procesador coge la información de cada fotograma completo, pero sólo utiliza una parte central de la imagen, dejando un borde alrededor sin utilizar.
Cuando movemos la cámara del móvil (por ejemplo si vamos andando o corriendo, o simplemente el temblor o los pequeños movimientos al grabar a mano alzada) el sistema detecta esos movimientos con su giróscopo.
El procesador se encarga de calcular la corrección para cada movimiento y desplaza la imagen de cada fotograma (esa ventana central flotante), de tal forma que el resultado final es un vídeo con muchos menos temblores y movimientos de cámara.
Este sistema tiene limitaciones.
Si queremos mucho margen hay que recortar mucho cada fotograma para que la ventana flotante se pueda desplazar más distancia dentro de cada fotograma.
Hay movimientos de cámara que son muy difíciles de corregir por software, ya que implican por ejemplo rotaciones.
El resultado depende muchísimo de los algoritmos utilizados y también de los movimientos de la cámara. Y suelen aparecer efectos no deseados: artefactos (elementos que aparecen y desaparecen, o que no corresponden con la realidad de la escena) o efectos tipo gelatina (las líneas rectas de la escena se curvan y ondean).
El estabilizador digital integrado es genial si no tenemos otra cosa. La mayoría de los vídeos que grabemos con estabilizador digital serán perfectamente usables y a veces hay que fijarse mucho para ver esos artefactos o el efecto gelatina.
Pero si queremos más calidad en la grabación (grabando a mano alzada o con movimientos de cámara) es mucho mejor usar un estabilizador externo: un gimbal motorizado por ejemplo.
Los gimbal para móviles son pequeños, relativamente baratos y muy efectivos ya que el móvil suele pesar poco y tiene poca inercia.
La ventaja del estabilizador externo es que puede corregir movimientos reales en los 3 ejes, no hay que emular rotaciones por software.
El resultado es una toma mucho más estable, más natural y agradable a la vista.
Si tuviera que elegir entre un móvil de gama alta que tiene un estabilizador digital muy bueno y un móvil de gama media más un gimbal externo, seguramente elegiría esta segunda opción.
Sí, el gimbal, aunque sea pequeño es un elemento extra con el que tendría que cargar, etc. Como siempre, cada uno tiene que valorar pros y contras, y encontrar el equilibrio que se adapta mejor a lo que necesita.
Resumen de características y criterios para elegir móvil con buena cámara
- En general todos los móviles de gama media y gama media alta ofrecen una buena calidad de imagen para fotografía (teniendo en cuenta las limitaciones de todos los móviles en situaciones de poca luz)
- En situaciones un poco más complejas (menos luz, alto rango dinámico, contraluz, etc.) lo que marca la diferencia es la parte de análisis y fotografía computacional.
Normalmente los móviles de gama más alta tienen ventaja porque tienen más potencia de cálculo y pueden ejecutar algoritmos y técnicas más avanzadas.
- El número de cámaras secundarias te va a dar más flexibilidad (angular / telefoto), aunque las cámaras secundarias suelen tener peores prestaciones que la principal
- La resolución de los sensores no es importante, va a tener poco impacto en la nitidez final de las imágenes en fotografía y prácticamente ningún impacto en vídeo..
- … pero algunos modelos con sensor de alta resolución (p.e. 48Mpx) pueden hacer un procesado especial para generar imágenes a menor resolución (12Mpx) con técnicas de alto rango dinámico
- La apertura es mejor cuanto menor sea el número: f/1.8 > f/2.o > f/2.8 … De todas formas dentro de ese rango de valores las diferencias no van a tener un impacto muy grande.
Características que pueden ser interesantes para fotografía (pero no son imprescindibles)
- Modo retrato.
Lo incluyen la mayoría de teléfonos móviles a partir de gama media baja. Los resultados van a depender mucho de la combinación de cámaras del móvil (normalmente necesita una secundaria de tipo teleobjetivo) y sobre todo el software que integre el dispositivo y/o de la app de cámara que tengamos instalada.
- Modo nocturo / modo noche.
Permite hacer fotos de escenas escenas estáticas con muy poca luz y a mano alzada en algunos casos.
El resultado final depende de muchos factores.
Normalmente los modelos de gama media-alta tienen ventaja con respecto a los de gama baja
No todas las cámaras del móvil incluyen la opción de activar el modo nocturno
- Modo manual / avanzado.
La mayoría de los móviles permiten cierto control de los parámetros de configuración: balance de blancos, velocidad de obturación, ISO…
Esto viene bien en situaciones en las que queremos tener más control
¿Buscas un móvil para vídeo?
- 4K / 30p sería el criterio mínimo que yo buscaría actualmente.
Aunque sólo vayas a publicar a 1080, tienes la posibilidad de grabar en 4K y luego reescalar para conseguir más calidad y más flexibilidad
- Que incluya un buen sistema de estabilización digital de imagen interno
Aunque debes tener en cuenta que la estabilización externa, con un gimbal motorizado por ejemplo, va a ser siempre mucho más efectiva y el resultado más suave y natural.
- Que incluya algún modo de cámara lenta o súper lenta, por ejemplo a 1080 / 120p o superior.
En última instancia, un modo a 60fps, que también se puede usar para hacer cámara lenta.
Características que pueden ser interesantes para vídeo (no imprescindibles)
- Algunos móviles incluyen la opción HDR en vídeo (alto rango dinámico)
Esta opción permite comprimir el rango dinámico de la escena para mantener más detalle en las zonas en sombra y en las zonas más iluminadas (cielos por ejemplo).
No siempre funciona correctamente, pero en determinadas situaciones puede ser un recurso interesante.
Suele estar disponible sólo en teléfonos de gama alta.
- Modo timelapse
Permite grabar con una velocidad muy lenta (p.e. 1 fotograma por segundo o menos) para luego componer un vídeo de tiempo acelerado. En la mayoría de los móviles se puede hacer desde apps de terceros si la aplicación nativa no lo incluye.
- Modo hyperlapse
Igual que timelapse pero con la cámara en movimiento. También se puede hacer desde apps de terceros.
Algunos móviles recomendados para fotografía y vídeo