Qué trípode comprar. Recomendaciones para elegir un buen trípode

El trípode es uno de los accesorios más importantes para fotografía y vídeo. Aquí te hablamos sobre los diferentes tipos de trípodes, sus usos más habituales y los criterios para elegir el trípode más adecuado para tus necesidades y presupuesto.

 

Criterios para elegir un trípode para fotografía y vídeo

 

Índice rápido de contenidos:

 

Para qué sirve el trípode

Básicamente el trípode sirve para mantener la cámara en una posición estable, para evitar temblores, vibraciones y movimientos no deseados.

En fotografía, las vibraciones o movimientos de la cámara durante el disparo (tiempo que permanece el obturador abierto) se traducen en una imagen movida, una imagen trepidada: borrosa o con menos nitidez debido al movimiento involuntario de la cámara.

En muchos casos la falta de nitidez de una foto se achaca a la cámara (resolución / sistema de enfoque) o a los objetivos, cuando en realidad se puede deber a la trepidación de la cámara.

La trepidación es más probable cuanto más lenta sea la velocidad de obturación.

En fotografía se suele considerar que disparando a mano alzada se necesita una velocidad de disparo superior a 1 dividido por la focal equivalente usada.

Por ejemplo, para disparar a mano alzada con un 50mm en una cámara APS-C (factor de recorte 1.5 con respecto a full frame) la focal equivalente sería de unos 75mm (50mm x 1.5)  y la velocidad mínima para evitar trepidación sería 1/75 segundos, pero depende mucho de cada persona y situación.

Los sistemas de estabilización de imagen dan un margen adicional cuando disparamos a velocidades lentas pero no pueden garantizar imágenes sin trepidación en todas las situaciones.

Para fotografías de larga exposición es imprescindible que la cámara esté totalmente estable, y en estos casos el trípode es nuestro mejor aliado.

En el caso del vídeo la trepidación y los movimientos involuntarios de la cámara (por ejemplo cuando grabamos a mano alzada) son incluso más molestos y muy desagradables en la mayoría de los casos.

 

 

Partes de un trípode

Partes de un trípode

  • El trípode propiamente dicho (patas y articulaciones)
  • La columna central (opcional, no todos los trípodes la tienen)
  • El cabezal o rótula (permite anclar la cámara al trípode y realizar diferentes movimientos para el encuadre, más adelante veremos los tipos de rótula más habituales)

 

Partes de un trípode

En los trípodes que permiten intercambiar la rótula, ésta se une normalmente mediante rosca de 3/8 de pulgada (3/8″). La cámara se une a la rótula mediante rosca de 1/4 de pulgada (1/4″).

En algunos casos, por ejemplo para acoplar accesorios a la rótula puede ser necesario un adaptador de 1/4″ a 3/8″

El gancho situado en la parte inferior de la columna central se utiliza para añadir peso extra al trípode (por ejemplo una mochila, una bolsa con piedras, tierra, etc.) para bajar el centro de gravedad del conjunto y añadir más estabilidad.

En general, un mayor número de secciones en las patas implica menos estabilidad del conjunto pero por otra parte permite que el trípode se pueda recoger en un espacio muy pequeño para transporte.

Algunos modelos permiten sacar la columna central y colocarla de forma horizontal. Otros modelos permiten colocar la columna en diferentes ángulos. Esta opción viene muy bien para algunos tipos de fotografía: macro, fotografía de producto…

 

 

Tipos de trípodes

No hay un trípode ideal. Cada tipo de trípode y cada modelo busca un compromiso entre diferentes características, muchas de ellas incompatibles entre sí:

  • Que proporcione la máxima estabilidad posible
  • Que sea usable y facilite el trabajo del fotógrafo
  • Que sea pequeño y ligero a la hora de transportarlo
  • Que tenga una altura suficiente para trabajar cómodamente en la mayoría de situaciones
  • Que permita configuraciones muy flexibles: altura variable, movilidad independiente de las patas, movilidad de la columna…
  • Que tenga una buena relación entre prestaciones y precio

 

Tipos de trípodes según su uso / características:

  • Trípodes ligeros de gama baja (todo en uno)
    Suelen estar fabricados en aluminio y plástico. El cabezal y las patas forman un todo (todo en uno), no se pueden separar ni intercambiar con otros modelos o piezas.
  • Trípodes ligeros de viaje de gama media y media alta
    Tienen una construcción más robusta, con más partes metálicas o de materiales resistentes. Buscan el equilibrio entre estabilidad y ligereza (peso y tamaño para transporte). Dependiendo del modelo y/o la gama pueden ser trípodes todo en uno (no se puede intercambiar la rótula) o con cuerpo independiente. A medida que subimos en gama la mayoría permiten intercambiar rótula.
  • Trípodes de carga media (gama media y media alta)
    Son trípodes que soportan equipo más pesado, por ejemplo para trabajar con grandes teleobjetivos en la naturaleza. También buscan el equilibrio entre estabilidad y portabilidad, pero dando más énfasis si cabe a la estabilidad. Casi todos los trípodes de estas gamas se venden por separado con respecto a la rótula.
  • Trípodes de estudio
    Suelen ser trípodes pesados y muy robustos, para aportar la mayor estabilidad posible. Son muy usados por ejemplo para grabación de vídeo.
  • Monopiés
    Es una opción muy utilizada en fotografía deportiva y de naturaleza (aves, animales salvajes, etc.). El monopié soporta el peso de la cámara, aporta mucha más estabilidad que disparando a mano alzada (minimiza la trepidación aunque no permite disparar con exposiciones largas) y con respecto al trípode ofrece al fotógrafo mucha libertad de movimientos.
  • Trípodes de bolsillo
    Son muy pequeños, de apenas unos centímetros de largo. Son perfectos para llevar a todas partes y permiten colocar la cámara sobre el terreno (sobre una roca, sobre el suelo, sobre una mesa…) aportando estabilidad y evitando que el equipo se ensucie o se dañe.
  • Trípodes flexibles (tipo Gorillapod)
    Es un concepto bastante diferente. Las patas son flexibles o articuladas, de forma que se pueden ‘agarrar’ a postes, ramas, barras… aportando estabilidad a la cámara y puntos de vista diferentes a los de un trípode convencional.

 

 

Tipos de rótulas / cabezales

Mientras que las patas (el trípode en sí) son las principales responsables de la estabilidad, la rótula es la parte que más influye en la usabilidad del trípode.

La rótula o cabezal nos tiene que permitir encuadrar fácilmente con la cámara, fijar una posición estable o realizar movimientos suaves de encuadre en vídeo (pan – tilt)

 

Rótula o cabezal de bola

El cabezal es literalmente una bola de metal que tiene casi total libertad de movimientos dentro de su receptáculo. Una vez que tenemos el encuadre exacto se aprieta una zapata de presión que deja la bola totalmente fija.

Rótula de bola

Es probablemente el más adecuado para fotografía en general ya que permite encuadrar y fijar la cámara de una forma muy rápida. No suelen ser cabezales muy pesados ni voluminosos, así que son perfectos para trípodes de viaje.

Hay diferentes variantes dependiendo del mecanismo de fijación de la bola: de tornillo, de pistola, de joystick

Los de joystick o pistola son más rápidos y muy fáciles de usar, pero ocupan más espacio que los de tornillo.

 

Cabezal 2D (pan-tilt) y 3D (3 vías)

Básicamente los cabezales 2D tienen dos movimientos:

  • Rotación alrededor del eje vertical (pan / movimiento de paneo horizontal / panorámica horizontal)
  • Rotación alrededor del eje horizontal (tilt / paneo vertical / cabeceo / panorámica vertical)

Los cabezales 3D incluyen un eje más de rotación:

  • Inclinación lateral de la cámara con respecto a la base del trípode

 

Rótula de 3 vías / 3D

En este tipo de rótulas cada uno de los ejes de rotación tiene su propio sistema de fijación, normalmente son independientes entre sí. De esta forma se puede ajustar el encuadre de forma bastante precisa, aunque la operación es más lenta que en un cabezal de bola.

 

Rótula de cremallera (geared head)

Es una variante del cabezal 3D, con la diferencia de que la rotación de cada eje está controlada por unas ruedas o palancas de control micrométrico (con un desmultiplicador interno). Es decir, cada eje queda fijo y lo podemos ir ajustando al milímetro mediante el giro de su rueda correspondiente.

Rótula de cremallera

En la mayoría de los casos hay un sistema para desbloquear el eje y dejarlo libre para realizar fácilmente el primer encuadre, y una vez fijado se realiza el micro-ajuste con la rueda.

Son cabezales que permiten una precisión enorme, por ejemplo para fotografía macro o determinado tipo de fotografía con teleobjetivos.

Suelen ser muy robustos y normalmente están pensados para soportar equipo bastante pesado.

 

Cabezal de vídeo / rótula con fluido o hidráulica

Están pensados para hacer movimientos de paneo muy suaves, sin tirones y con velocidades de giro constantes.

 

Rótula con fluido interno para vídeo

Normalmente son cabezales 2D (pan-tilt) especializados en los que se utiliza algún fluido interno para añadir inercia a los movimientos de los ejes. En la mayoría de estos cabezales se puede regular la fricción para que se adapte a las necesidades de la toma (por ejemplo dependiendo del peso del equipo, del tipo de panorámica, de las preferencias del usuario, etc.) y se puede bloquear cada eje por separado.

Suelen tener una palanca de control bastante grande para facilitar que el movimiento de cámara sea muy suave.

Algunos cabezales de vídeo van montados sobre una semiesfera que permite nivelar la rótula sin tener que ajustar las patas del trípode. Es un elemento muy útil que facilita mucho el trabajo. Si compras el cabezal de vídeo por separado deberás tener en cuenta si la semiesfera se puede acoplar a tu trípode.

Trípodes y cabezales recomendados para vídeo

 

 

Cabezal de tipo gimbal

Son cabezales pensados para usar con grandes teleobjetivos (equipo muy pesado) por ejemplo para fotografía deportiva, fotografía de aves, naturaleza, etc.

Cabezal de tipo gimbal

Lógicamente son rótulas muy robustas y normalmente irán montadas sobre un trípode que aporte mucha estabilidad al conjunto.

Suelen tener dos ejes de rotación (pan-tilt) que se pueden fijar de forma independiente.

El teleobjetivo se suele anclar al cabezal de forma que el conjunto (cámara + objetivo) quede en equilibrio, como si fuera una balanza equilibrada.

De esta forma los movimientos de cámara pueden ser muy rápidos y efectivos, por ejemplo en fotografía de aves a la hora de seguir el movimiento en vuelo.

 

Cabezal para fotografía macro / raíl de enfoque

Más que un cabezal propiamente dicho suele ser un accesorio que se monta sobre un cabezal estándar.

Carril de enfoque para macro

Suele estar formado por uno o dos raíles sobre los que se desliza la cámara con precisión milimétrica mediante unas ruedas.

En fotografía macro no se suele utilizar enfoque automático y el enfoque propiamente dicho se consigue acercando o separando la cámara de la escena, por eso el raíl de enfoque facilita mucho el trabajo.

 

Cabezal panorámico o nodal (panohead)

Es un cabezal que se utiliza para hacer fotografías panorámicas.

La idea de esta rótula es que permite ajustar la posición de la cámara de tal forma que la pupila de entrada del objetivo (imagina que es una especie de centro óptico del objetivo) queda situada justo sobre el eje de rotación vertical (punto de no paralaje también conocido como punto nodal).

Cabezal panorámico (panohead)

 

¿Por qué es importante encontrar el punto de no paralaje?

Para hacer una fotografía panorámica se realizan varias tomas girando la cámara un cierto ángulo en cada toma, de tal forma que los encuadres entre toma y toma queden solapados. Luego en edición se utilizan programas que unen todas las fotos para formar una única imagen panorámica.

Si el giro de la cámara no se hace sobre el punto de no paralaje (por ejemplo cuando hacemos panorámicas a mano alzada girando el cuerpo) se producen errores de paralaje, de perspectiva, que afectan sobre todo a los objetos más cercanos de la escena.

Es decir, entre toma y toma los objetos cercanos aparecen con una perspectiva diferente con respecto al fondo.

Cuando el programa intenta unir todas las tomas para formar la panorámica, los objetos cercanos aparecerán deformados o con artefactos (elementos extraños, bordes o cortes que ha generado el programa al intentar fusionar las tomas, que no forman parte de la escena real)

Con el cabezal panorámico, una vez ajustado el conjunto cámara + objetivo, todos los objetos de la escena aparecerán correctamente alineados en todas las tomas y el programa que genera la panorámica ofrecerá un resultado óptimo, sin artefactos ni deformaciones.

El punto de no paralaje es una característica propia de cada objetivo (aunque lógicamente tendremos que ajustar el cabezal panorámico para el conjunto cámara + objetivo)

Los cabezales panorámicos van normalmente montados sobre un cabezal estándar, es decir, son accesorios que se pueden usar con prácticamente cualquier trípode.

Lo más habitual es utilizar un cabezal panorámico con zapata en L que permita colocar la cámara tanto en horizontal (tomas apaisadas) como en vertical.

 

 

Usos más comunes del trípode en fotografía

 

Fotografía de larga exposición

Es imprescindible que la cámara esté fija y totalmente estable durante la toma para que las partes estáticas de la escena aparezcan nítidas en la imagen.

Ejemplos de fotografía de larga exposición:

  • Efecto seda del agua (cascadas, ríos, olas…)
  • Fotografía nocturna en general (Vía Láctea, cielo nocturno, startrails…)
  • Light painting (efectos con luces en movimiento)

 

 

Fotografía de producto

En este tipo de fotografía es muy importante la iluminación del producto y la nitidez de la imagen.

En la mayoría de los casos el trípode es indispensable para:

  • Mantener una posición de cámara fija, un punto de vista estático que servirá como referencia al esquema de iluminación
  • Conseguir una imagen perfecta en cuanto a nitidez, sin ningún tipo de trepidación
  • Poder usar el ISO base de la cámara para minimizar el ruido, aumentando los tiempos de exposición tanto como sea necesario (por ejemplo si trabajamos con luz natural o luz continua)

 

 

Fotografía de arquitectura e interiorismo

Muy similar a la fotografía de producto en cuanto a la importancia de la nitidez de imagen.

En fotografía de interiores por ejemplo se trabaja muchas veces sin flash ni iluminación adicional y se necesita un trípode para evitar cualquier tipo de trepidación.

Muchas veces también se necesita hacer panorámicas para conseguir un encuadre mayor que el que proporciona la óptica o para evitar distorsiones geométricas.

 

 

Fotografía para time lapse

Esta técnica consiste en hacer fotografías de una escena cada cierto tiempo (por ejemplo cada segundo o cada minuto) durante un período de tiempo mucho más largo, por ejemplo durante horas.

Luego se unen todas las fotografías en edición para convertirlas en fotogramas de un vídeo.

El efecto es una secuencia en la que la escena evoluciona muy rápido a lo largo del tiempo.

Hay muchas técnicas y diferentes tipos de time lapse, pero en general se necesita un trípode o un soporte estable para que el encuadre sea siempre el mismo o cambie siguiendo algún esquema de movimiento muy muy suave.

 

 

Técnicas HDR (alto rango dinámico)

Estas técnicas se pueden utilizar en muchísimas situaciones: fotografía de paisajes, en interiores…

A modo de resumen rápido: las cámaras sólo pueden captar un determinado rango dinámico de la escena, por debajo del rango que capta el ojo humano. Si la escena tiene zonas muy iluminadas y zonas muy oscuras la cámara no puede captar detalle en todo ese rango de luminosidad. Si exponemos para coger detalle de las zonas más iluminadas, las zonas oscuras aparecerán si detalle, negras. Y al contrario, si exponemos para coger detalle de las sombras, las zonas iluminadas aparecerán quemadas, sin ningún tipo de detalle.

Las técnicas HDR consisten en tomar varias fotos de la misma escena, exactamente con el mismo encuadre, pero cada una de esas fotos con una exposición diferente. Es lo que se conoce como horquillado de exposición o bracketing.

Luego en edición, utilizando programas especializados o módulos de HDR , se unen las imágenes con diferente exposición para generar una imagen final que tenga detalle tanto en las luces como en las sombras.

 

 

Panorámicas

Se trata de obtener una imagen final con un ángulo de visión mayor del que proporciona la óptica que estamos usando.

Como hemos comentado más arriba (hablando de las rótulas panorámicas) la técnica consiste en realizar varias tomas solapadas girando la cámara un cierto ángulo cada vez hasta cubrir toda la escena.

En general es aconsejable utilizar trípode, al menos para conseguir que el encuadre se mantenga con respecto al horizonte, incluso si las condiciones de luz permiten disparar a velocidades muy altas.

Además, para evitar problemas de paralaje, que afectan sobre todo a los objetos cercanos de la escena, es imprescindible utilizar un trípode con cabezal panorámico para ajustar el punto de no paralaje del objetivo.

 

 

Uso del trípode en vídeo

En el caso de grabación de vídeo el trípode es básicamente una prolongación de la cámara.

Una de las características que forman parte del estilo cinematográfico y que se asocia con la calidad técnica de un vídeo o una película es la estabilidad de las tomas, tanto en escenas estáticas como en escenas con movimiento de cámara.

El ojo humano usa su propio sistema de estabilización de imagen y está acostumbrado a ver una realidad estable y con transiciones continuas y suaves, incluso cuando vamos andando, corremos o vamos en algún vehículo.

Cuando vemos una escena con movimientos bruscos de cámara, temblores, trepidación, etc. en general nos resulta desagradable. Sólo en casos muy contados se busca a propósito crear esa sensación, por ejemplo en escenas de mucha acción, persecuciones… para provocar esa sensación de ansiedad y descontrol en el espectador.

Para vídeo se suelen usar trípodes con rótulas que faciliten los movimientos más naturales de cámara, el paneo horizontal y el vertical (pan-tilt), de forma suave y continua, sin tirones.

Más información sobre trípodes para vídeo

 

 

Criterios para elegir un trípode

Lo ideal sería elegir el trípode basándonos sobre todo en el uso que le vamos a dar, es decir, un trípode y una rótula que encajen perfectamente con nuestro tipo de fotografía (o vídeo).

Dicho así parece sencillo, pero en general tendremos que buscar un equilibrio entre:

  • Estabilidad
  • Usabilidad
  • Portabilidad
  • Precio

 

A partir de las características físicas y funcionalidades del trípode y la rótula…

 

Criterios en función de las características del trípode

 

Gama / materiales / tipología básica

En el caso de los trípodes sí suele haber una correspondencia más o menos directa entre calidad y precio, al menos en el salto de calidad entre la gama baja y la gama media. Luego el paso de la gama media a la gama alta es más gradual en cuanto a prestaciones o calidad de construcción.

Los trípodes de gama baja suelen estar fabricados en aluminio y plástico. Las uniones entre elementos y/o las piezas móviles suelen estar hechas de plástico, con lo que se pierde algo de rigidez en el conjunto. Para compensarlo suelen incluir unos refuerzos, a modo de radios, que unen las patas con la columna central. Esta opción no es la mejor para fotografía porque en determinadas situaciones necesitaremos que las patas se puedan inclinar y mover de forma independiente.

Yo recomendaría un trípode de gama baja sólo si se va a usar de forma muy esporádica y con un equipo ligero. Si se quiere usar con teleobjetivos no son una buena opción de compra porque se va a notar muchísimo cualquier vibración.

Los trípodes de gama media tienen una construcción más robusta, normalmente en aluminio con uniones de metal. Suelen ser trípodes ‘todo en uno’, es decir, lo habitual es que no se puede intercambiar la rótula.

A partir de gama media alta aparecen los trípodes de fibra de carbono. Comparado con el aluminio, la fibra de carbono aporta más rigidez para el mismo peso y absorbe mejor las pequeñas vibraciones.

 

Peso soportado

El fabricante suele indicar el peso máximo soportado por el trípode. Interesa elegir un trípode que soporte con bastante margen el peso de nuestro equipo fotográfico.

Para saber este peso máximo tendremos que hacer una estimación con la combinación más pesada de cámara + objetivo (más otros accesorios en caso de que vayan soportados por la cámara o el trípode)

 

Altura máxima

Cuanto más alto sea el trípode (extendido en su totalidad) más flexibilidad nos dará a la hora de trabajar, pero también implica más material (tamaño y peso) o, si se trata de un trípode ligero cuanta más altura normalmente implica más inestabilidad.

Que alcance la altura de los hombros suele ser una buena referencia, para permitirnos trabajar cómodos en la mayoría de situaciones.

Ten en cuenta que en muchos casos la altura máxima se indica con la columna central elevada en su totalidad (en trípodes con columna central) y que elevar la columna implica subir mucho el centro de gravedad y aumenta la inestabilidad del conjunto. Lo ideal es trabajar siempre que sea posible con el centro de gravedad lo más bajo posible y en todo caso intentar evitar extender la columna central.

 

Peso y tamaño plegado

Son características muy importantes y tienen que ver con la portabilidad. En general lo que buscamos es que sea lo más ligero y pequeño posible para facilitar el transporte (ir al campo, subir a la montaña, ir de viaje en avión…)

Pero hay que tener en cuenta que estos aspectos positivos van en general en contra de la estabilidad del conjunto:

  • Para que el trípode pese poco hay que fabricarlo con materiales muy ligeros o hacer la estructura más delgada
  • La mejor relación entre peso y rigidez la ofrece la fibra de carbono (más caros)
  • Para que se pliegue en un tamaño pequeño normalmente hay que incluir más secciones en las patas. Cuantas más secciones, menos estabilidad en conjunto

Al final tendremos que encontrar un equilibrio.

En este sentido, los trípodes de viaje de gama media pueden ser un buen punto de equilibrio para la mayoría de usuarios.

 

¿Aluminio o fibra de carbono?

En general la fibra de carbono ofrece más rigidez y menor peso. Luego dependerá de la calidad de construcción de las uniones, partes móviles, etc.

El criterio de decisión aquí suele ser el precio. Los trípodes de fibra de carbono suelen ser más caros con respecto a un modelo similar fabricado en aluminio.

Si le vas a dar mucho uso y lo vas a llevar a todas partes: yo quizás apostaría por un modelo de fibra de carbono. Al final se amortiza la inversión y cuando llevas mucho rato el trípode encima cada gramo se nota.

 

¿Trípode ‘todo en uno’ o Trípode + rótula?

Un trípode que permite intercambiar rótulas ofrece más flexibilidad:

  • Puedes elegir el trípode más adecuado para tus necesidades y la rótula más adecuada para tu tipo de fotografía, incluso de diferentes marcas
  • Puedes tener varios trípodes, por ejemplo uno para estudio y otro para viajes, con una única rótula
  • Puedes tener varias rótulas para usar con un mismo trípode
  • A la hora de mejorar el equipo puedes invertir por ejemplo en una nueva rótula por separado o un nuevo trípode por separado
  • Lo mismo ocurre si se daña alguna de las partes… La puedes sustituir de forma independiente. Además en estas gamas suele haber recambios de casi todos los componentes tanto del trípode como de la rótula

 

El principal ‘inconveniente’ de esta opción es el precio. En general este tipo de trípodes están en la gama alta y media alta. Ofrecen una calidad muy alta pero también lo es su precio.

Los trípodes ‘todo en uno’  están normalmente dentro de la gama media-baja y la gama baja.

Si usas equipo pesado o haces un tipo de fotografía especializada (que necesite rótulas específicas) seguramente te valdrá la pena invertir en un trípode de gama media alta.

Para un usuario aficionado que va a hacer un poco de todo pero no va a dar un uso intensivo al trípode, quizás un trípode de gama media ‘todo en uno’ con una rótula genérica (de bola o de 3 vías) le sirva perfectamente.

 

 

Sistema de bloqueo de las secciones de las patas, ¿rosca o pestaña?

La rosca es normalmente más robusta (suele durar más si hay un uso intensivo) pero no es tan rápida como la pestaña: para extender cada pata hay que aflojar la rosca de cada sección y luego apretarla.

Con las pestañas sólo hay que hacer un movimiento para liberar y otro para bloquear cada sección. Con el uso intensivo, y dependiendo de la calidad del trípode, materiales, etc. puede llegar a fallar alguna pestaña.

Ten en cuenta que la durabilidad realmente no depende tanto de rosca o pestaña, sino de los materiales y la calidad de construcción. Y también depende mucho del trato que le demos.

Por lo tanto, aquí el criterio de elección depende más de las preferencias de cada uno. Para un uso normal los dos sistemas suelen ser fiables y duraderos.

 

Gancho, pinchos y otros detalles

Los trípodes que disponen de columna central suelen incluir un gancho en la parte inferior de la columna, que se utiliza para colocar peso adicional (la mochila, una bolsa de tierra, etc.) y conseguir así más estabilidad cuando hay mucho viento por ejemplo.

Si vas a hacer fotografía de naturaleza puede ser un elemento interesante a la hora de elegir modelo.

 

Otro elemento en el que nos podemos fijar es en los pies del trípode (el extremo que apoya en el suelo). Los modelos más sencillos suelen tener pies de goma o plástico, sin posibilidad de cambiarlos.

Otros modelos tienen un pequeño pincho metálico con rosca en cada pata, cubierto con un pie de goma que va roscado. A medida que roscamos el pie de goma va apareciendo el pincho.

Esto viene bien para clavar el trípode en exteriores, por ejemplo sobre la tierra, sobre la hierba… para obtener más estabilidad. En interiores simplemente hay que bajar el pie de goma (desenroscando) para esconder el pincho metálico, así tenemos más agarre en superficies duras y evitamos rayar el suelo.

 

También puede ser interesante que el trípode o la rótula incluyan niveles de burbuja, para facilitar la tarea de nivelar el trípode y la cámara con respecto al horizonte, a la vertical, etc.

 

 

Criterios para la elección de la rótula

 

Tipo de rótula en función del tipo de fotografía o vídeo

En general la rótula de bola suele ser la más polivalente, rápida y cómoda para fotografía.

Con las variantes de pistola o joystick hay que tener un poco de cuidado. Son sistemas muy cómodos pero hay que tener en cuenta que en función de la calidad de construcción y los materiales puede que con el uso comience a fallar el sistema de fricción. Algunas rótulas de joystick por ejemplo tienen una bola muy pequeña, que sólo va a funcionar correctamente con equipo ligero.

También hay que tener en cuenta que son rótulas algo más voluminosas.

A veces, el inconveniente de la rótula de bola es que deja demasiada libertad de movimientos. Si vas a hacer encuadres que necesitan bastante precisión, una rótula de 3 vías quizás sea una mejor elección. El trabajo con ella es algo más lento a la hora de encuadrar porque hay que gestionar los 2 o 3 ejes por separado, pero para determinadas situaciones donde quieres mantener constante uno de los ejes este tipo de rótulas vienen muy bien.

Las demás rótulas están indicadas para usos más especializados:

  • La de cremallera si necesitamos un control muy fino del encuadre
  • La de gimbal si usamos teleobjetivos pesados
  • El carril de enfoque para fotografía macro básicamente
  • El cabezal panorámico indispensable si vamos a hacer muchas panorámicas, 360º, etc.

 

Peso del equipo (cámara + objetivo)

Este es un aspecto muy importante.

Aunque el fabricante nos da una referencia de peso máximo soportado por la rótula, hay que tener en cuenta que el equipo, sobre todo con objetivos pesados sin collar de trípode, puede llegar a ejercer una fuerza de torsión grande sobre la rótula y su sistema de bloqueo.

A veces, no es tanto que la rótula no pueda aguantar esas fuerzas, sino que el proceso de apretar la zapata de fricción se llega a hacer tedioso y delicado si el sistema de fricción está al límite. Además, si por algún motivo el bloqueo se va de repente corremos el riesgo de que el objetivo golpee con las patas del trípode.

Si vas a utilizar objetivos pesados es conveniente elegir una rótula robusta para ir con margen. Por ejemplo en el caso de rótulas de bola, el diámetro de la bola es un factor muy importante, así como los materiales de construcción y el sistema de fricción. Lógicamente, una rótula más robusta implica más tamaño, más peso y un precio más alto.

En el caso de las rótulas de cremallera y sobre todo las de tipo gimbal ya suelen estar diseñadas para equipo pesado.

Ojo con los cabezales panorámicos. Mira que los tornillos de fijación (para ajustes de inclinación, etc.) sean robustos y resistentes, en función del peso de tu equipo.

 

Zapata de liberación rápida

Prácticamente todas las rótulas (y los trípodes ‘todo en uno’ incluso de gama baja) incluyen plato y zapata de liberación rápida. La zapata se atornilla a la cámara en la rosca inferior de 1/4″ y a partir de ese momento sólo hay que enganchar la zapata al plato de la rótula. Los sistemas de enganche suelen ser muy sencillos y seguros, y permiten trabajar con mucha rapidez (imagina que tuvieras que atornillar la cámara al trípode cada vez… quitar la cámara, atornillar, quitar, atornillar…)

Hay muchos tipos de zapatas de liberación rápida (en principio puede ser diferente para cada marca y modelo)

Si tienes pensado usar varias cámaras a la vez puede ser interesante buscar una rótula con plato/zapata compatible con Arca Swiss, que es uno de los estándares más conocidos.  Luego puedes comprar las zapatas por separado, una para cada cámara, la zapata en sí es un elemento bastante barato.

También facilita a la hora de comprar por ejemplo una zapata en L compatible con el plato. Las zapatas en L permiten cambiar rápidamente la cámara de posición para realizar tomas en vertical o en apaisado, con la ventaja de que la cámara queda siempre sobre el eje vertical del trípode (no queda descentrada como ocurre cuando inclinamos 90º una rótula de bola o una rótula 3D)

 

Trípodes recomendados con buena relación calidad precio