Accesorios imprescindibles para micrófonos de estudio

Algunos accesorios para hacerte la vida más sencilla y mejorar la calidad de sonido en estudio: filtro anti pop, sistema anti shock, brazo articulado, jirafa…

 

Micrófono de condensador Lewitt LCT 440 Pure

 

 

Este artículo forma parte de la serie sobre sonido y audio.

Filtro anti pop

El anti-pop es un elemento muy importante.

Filtro anti pop metálico

 

Cuando hablamos o cantamos, algunos sonidos (p, t, b…) se emiten con un chorro de aire.

Si hablamos cerca del micrófono, éste capta el sonido pero también recibe el chorro de aire (una especie de onda de choque), que mueve el diafragma y aparecerá como un ‘pop‘ explosivo en el audio. Esto suele ser muy molesto para la persona que escucha.

Este efecto se puede evitar mediante técnicas vocales (se pueden aprender y entrenar),  colocando el micrófono en ángulo (unos 45º con respecto a la boca) para que la membrana no reciba el flujo de aire pero sí el sonido, haciendo que la membrana quede a cierta distancia de seguridad (algunos modelos de micrófono utilizan esta estrategia), o interponiendo algún tipo de barrera física externa que detenga el flujo de aire.

Estas barreras son por ejemplo las espumas y los filtros antipop.

Los filtros anti pop más efectivos son los de pantalla, que se colocan a unos centímetros de la superficie activa del micrófono.

Esa pantalla deja pasar el sonido (sin alterarlo) pero detiene o atenúa el flujo de aire.

El filtro anti pop también protege al micrófono de la saliva.

Posiblemente es el accesorio más barato y más efectivo de todos.

 

Espuma antivientos vs anti pop

Las espumas que se colocan sobre el micrófono están pensadas sobre todo como dispositivo antiviento, para grabar en exteriores por ejemplo en situaciones de poco viento (para situaciones de viento moderado se suelen utilizar deadcats, los protectores con pelo, y carcasas especiales)

Precisamente las consonantes explosivas generan ‘viento’, por lo tanto las espumas sirven también como sistema anti pop.

El problema de las espumas es que son materiales absorbentes (absorben energía de las ondas de presión sonora) y van a afectar sobre todo a las frecuencias más altas. Sobre este tema de la absorción puedes tener más información este artículo sobre acústica, el principio físico es el mismo.

Por lo tanto, si la espuma es muy delgada es posible que no bloquee bien los pops, y si es muy gruesa afectará un poco a las frecuencias altas (pierde un poco de brillo el sonido que llega a la cápsula)

Como regla general, un filtro anti pop es la mejor opción. Pero luego dependerá de cada aplicación, de la situación y de las preferencias del usuario (comodidad, versatilidad, etc.)

 

 

Filtros anti pop en amazon.es

 

 

Anti shock – Soporte anti vibración

Si el micrófono está unido a cualquier elemento rígido, todas las vibraciones que recoja ese elemento las transmitirá mecánicamente al micrófono y aparecerán como ruidos molestos en el audio: cualquier golpe en la mesa, la vibración del teclado…

Araña o soporte anti shock para micrófono

El soporte anti shock (también se le conoce como araña o shock mount por ejemplo) lo que hace es que el micrófono en sí esté suspendido de alguna forma mediante elementos elásticos que hacen de amortiguador para absorber vibraciones y golpes.

El soporte se tiene que adaptar al factor de forma, volumen y peso del micrófono. Cada modelo de micrófono necesita un determinado tipo de soporte compatible. No hay soportes anti shock universales que sirvan para todos los modelos.

 

 

Brazo / soporte articulado para micrófono

Los brazos articulados para micrófono son seguramente la mejor opción para voz hablada en estudio.

Brazo articulado para micrófono

Son muy versátiles y facilitan mucho el posicionamiento del micrófono para ajustarlo en diferentes situaciones.

El brazo articulado puede ir anclado a la mesa (la mayoría incluyen una pinza con tornillo para ajustarse al grosor de la mesa) pero si es posible intenta anclarlo a otro mueble o superficie que no esté en contacto directo con la mesa. De esta forma eliminas un montón de vibraciones mecánicas transmitidas desde la mesa.

En la mayoría de los soportes se pueden montar cualquier micrófono que incluya una rosca estándar o un clip con rosca.

 

¿Qué soporte articulado elijo?

Hay miles de brazos articulados, de todos los precios imaginables. En este tipo de productos mecánicos la calidad suele ser bastante proporcional al precio.

Si no te quieres gastar mucho dinero, elige alguno barato para comenzar, sobre los 20-30 euros puedes encontrar muchos modelos. Algunas marcas con modelos que tienen buena relación calidad precio: Tonor, Trust Gaming, Neewer…

Un salto de calidad sería por ejemplo el Rode PSA1. Sin ser un producto de gama profesional sí se nota la diferencia en materiales y en el sistema de muelles de los brazos. Es un poco más caro, pero personalmente creo que vale la pena.´

 

 

 

Pie de micro y jirafas

Un pie de micro es un accesorio indispensable si vamos a grabar instrumentos, o en general para situaciones en las que el micrófono no está limitado a una mesa de estudio. Por ejemplo para guitarra o si la persona quiere cantar o hablar de pie.

También lo podemos usar para micrófonos la posición de mesa de estudio. El pie de micro colocado en el suelo permite desacoplar mecánicamente la mesa, evitando que cualquier golpe o vibración de la mesa pase al micro a través del soporte.

Y también pueden ser muy útiles en combinación con un brazo de micrófono (boom),  pértiga o jirafa, para micrófonos direccionales tipo shotgun que queremos que queden fuera del plano.

Micrófono shotgun / cañón en estudio​_

En este caso hay que asegurar que el soporte principal y la estructura del pie de micro están preparados para trabajar con bastante altura de forma estable y que soportan el peso de la pértiga o el brazo transversal.

 

 

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Deformación por perspectiva. El síndrome de la nariz grande

En este capítulo vamos a ver otra vertiente del efecto conocido como separación de planos, analizando el efecto típico de nariz grande y orejas pequeñas que aparece cuando fotografiamos caras (en retrato por ejemplo).

 

Deformación por perspectiva en retrato - caras

 

Este capítulo forma parte de la serie sobre la perspectiva en fotografía.

Aunque este artículo se puede leer de forma independiente, creo que vale la pena seguir más o menos en orden todos los capítulos, porque vas a tener unas bases más sólidas sobre perspectiva y sus efectos en la percepción visual.

Si no quieres leer toda la serie, puedes echar un vistazo al menos a:

 

Hace poco leí sobre una noticia, que venía a decir algo así como que habían aumentado muchísimo las operaciones de cirugía plástica de la nariz desde que se popularizó el uso de los móviles y los selfies (autorretratos).  No he tenido acceso a las fuentes, no sé si son datos fiables, y no sé si realmente hay una correlación entre una cosa y la otra.

Por otro lado, no me extrañaría.

Sigo desde hace años dos proyectos científicos de búsqueda de inteligencia: SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence) y el menos conocido STI (Search for Terrestrial Intelligence)  y, hasta donde yo sé, ninguno de los dos han podido ofrecer datos concluyentes.

Bromas aparte…

La cuestión es la siguiente: cuando hacemos un selfie, la imagen resultante suele mostrar nuestra cara con la nariz más grande de lo ‘normal’, y la cara la percibimos un poco ‘deformada’.

Ya hemos visto a lo largo de la serie que las palabras ‘normal’, ‘perfecto’, ‘sin deformación’… tienen poquísimo sentido cuando hablamos de percepción visual.

En este artículo vamos a intentar hacer varias cosas:

  • Demostrar que esa ‘deformación’ de la cara en las fotos sólo depende de la perspectiva, la distancia a la que está la cámara básicamente (no depende de la cámara ni del objetivo a menos que usemos un objetivo de tipo ojo de pez o similar)
  • Entender por qué cuando hacemos la foto a nuestra imagen en el espejo, la cara aparece más ‘normal’
  • Acabar con el mito (o matizarlo al menos) de que lo que importa en retrato es el tipo de objetivo, su distancia focal
  • Revisar una frase mítica del mundo de la fotografía: cuando usas objetivos fijos, el zoom son tus pies

 

Muchas cosas quiero hacer…

A ver qué sale de todo esto.

 

Cómo vemos percibimos las caras

Como ya hemos visto en todos los capítulos de la serie, todos los objetos físicos los vemos ‘deformados’ por la perspectiva.

Esto lo puedes probar cogiendo cualquier objeto geométrico, por ejemplo tu móvil. Puedes girarlo lentamente, alejarlo y acercarlo de tu vista… y en cada una de esas posiciones estarás viendo una perspectiva diferente (una forma diferente). Si lo inclinas puedes ver sus líneas de fuga, por ejemplo la arista más cercana a tu vista la ves más grande que la arista más alejada.

Pero tu cerebro sabe que es un móvil (mecanismos de reconocimiento relacionados con la visión).

La capa de interpretación hace una abstracción del objeto ‘teléfono’, y da igual si está ligeramente girado a la derecha o izquierda, arriba o abajo, más cerca o más lejos…

Hay que hacer un esfuerzo consciente para fijarse en esos detalles y darse cuenta de que en cada posición vemos una perspectiva diferente, una forma diferente.

 

Lo mismo ocurre con las caras. Puedes hacer la prueba mirando tu cara en un espejo, alejándote y acercándote.

Con las caras es más difícil incluso, porque los mecanismos de atención y reconocimiento humanos suelen estar muy especializados en reconocimiento y abstracción de las caras.

Además, si utilizas el espejo del baño donde te miras todos los días, con la misma iluminación, etc… tu cerebro está tan entrenado con esas imágenes (perspectivas) que te va a resultar más difícil notar diferencias.

Cuando nos miramos en espejos ‘ajenos’ suele ocurrir que nos percibimos diferentes.

Volviendo a nuestro espejo, para notar los cambios en la forma de la cara tendríamos que ser capaces de fijarnos de forma consciente en los rasgos (sobre todo la posición relativa de la nariz y las orejas, que nos pueden servir de referencia)

Si no eres capaz de notar nada, prueba a acercarte lo máximo que puedas al espejo, todo lo cerca que puedas enfocar más o menos nítido. A esa distancia tan próxima sí puedes percibir ese efecto de nariz grandota y orejas pequeñas y muy escondidas.

 

La perspectiva

La idea fundamental con la que nos tenemos que quedar es que la imagen que llega a los ojos (de cualquier objeto, una cara en este caso) no es siempre la misma. Esa imagen es una perspectiva. Es la proyección rectilínea que genera el cristalino sobre la fóvea y sus alrededores (visión periférica cercana).

La perspectiva, su geometría, sólo depende de la posición, de la distancia.

Por lo tanto, la forma de la cara, la distribución de sus elementos, cambia en función de la distancia a la que la vemos.

 

¿Por qué no percibimos esos cambios?

En una situación real es muy difícil percibir cambios en las caras por lo que hemos comentado antes: la capa de interpretación del cerebro funciona de tal forma que no necesita entrar en los detalles de la forma de la cara (ni de cualquier otro objeto).

El reconocimiento de un objeto emerge directamente por ‘comparación’ (de forma muy similar a como funciona una red neuronal artificial, nuestra visión necesita un entrenamiento con millones de imágenes, es algo que hacemos sobre todo en la infancia y luego durante toda la vida) y una vez reconocido ese objeto ‘cara’ (la cara de Fulanito por ejemplo), el cerebro no necesita revisar constantemente esa forma ni sus detalles.

El cerebro sabe que la cara de Fulanito es la misma a 1 metro que a 10 metros. Y es la misma si Fulanito está de frente, de espaldas o de lado…

Si conseguimos observar de una forma consciente (exige concentración) veremos claramente que cada vez que se mueve Fulanito o nos movemos nosotros, la imagen que vemos de su cara es diferente: quizás no seamos capaces de apreciar los cambios por perspectiva (son sutiles a las distancias típicas en las que nos relacionamos), pero si está de lado está claro que vemos una forma de la cara diferente a cuando está de frente…

 

¿Ocurre lo mismo en las fotos?

Sí, pero con matices.

En una foto es un poco más fácil notar esas diferencias.

Al observar una foto vemos en realidad un instante muy concreto congelado en el tiempo.

El cerebro no dispone del mismo contexto que cuando vemos esa cara en persona.

Además, cuando vemos una cara en persona funcionan todos los mecanismos de percepción de la profundidad, incluyendo la visión estereoscópica si la otra persona está relativamente cerca. Aunque esto realmente no afecta en nada al hecho de que vemos diferentes versiones de la cara según la distancia.

Si la foto de la cara está tomada a una distancia ‘natural’ (una distancia similar a la que la solemos ver en persona) es igualmente difícil apreciar diferencias debidas a la perspectiva.

En esos casos normalmente sólo podemos ver las diferencias por comparación de imágenes tomadas a distintas distancias (diferentes perspectivas).

Cuando la distancia entre la cámara y la cara de la persona se sale de esas distancias normales sí comenzamos a percibir que la cara no se ve natural.

¿Cuándo ocurre esto?

  • Cuando el punto de vista está muy cerca
    Por ejemplo si usamos objetivos angulares y nos acercamos mucho a la persona para rellenar el encuadre
  • Cuando el punto de vista está muy lejos
    Por ejemplo cuando usamos teleobjetivos para conseguir un encuadre cerrado desde mucha distancia

 

En esos casos, las perspectivas resultantes se salen de la ‘base de datos’ de perspectivas con las que hemos entrenado al cerebro. Y la capa de interpretación, aunque reconoce la cara sin problemas, hace que la percibamos ‘rara’, deformada o diferente (de como la percibiríamos en persona).

También ocurre lo mismo si el punto de vista está en una posición inusual, por ejemplo en planos picados y contrapicados (es decir, lo que serían perspectivas de plano del cuadro inclinado). Sobre todo si además el punto de vista está muy cerca del sujeto.

Pero entendiendo qué ocurre en una perspectiva frontal, entenderemos qué podría ocurrir en cualquier otra perspectiva, por compleja que sea.

 

Deformación por perspectiva

Esa ‘deformación’ es simplemente la forma que tiene el cerebro de decirnos que no percibe la cara (esa perspectiva de la cara) como lo haría en una situación normal.

Lo que llamamos deformación no tiene que ver con el objetivo de la cámara (a menos que sea un objetivo ojo de pez, que hace una proyección no rectilínea)

La deformación por perspectiva sólo tiene que ver con la distancia entre el punto de vista (la cámara) y la persona que estamos fotografiando.

En este caso en concreto, la deformación por perspectiva es básicamente el mismo efecto que vimos de separación de planos.

Cuando la distancia del punto de vista a la cara es muy pequeña, se exagera mucho más el tamaño de los elementos más cercanos (nariz) con respecto a los que están un poco más lejos (orejas)

 

Matemáticas (sólo un poco)

Vamos a poner un ejemplo con cálculos muy sencillos.

La ventaja de hacerlo así (matemáticas) en lugar de hacerlo comparando fotos de caras, es que quitamos la influencia de la capa de interpretación y nos quedamos con números muy fáciles de entender.

Vamos a suponer que la nariz de una persona mide 6cm de largo, las orejas 6cm también, y que la distancia entre el plano de la nariz y el plano de las orejas son también 6cm… Nota: no está hecho a propósito… me acabo de dar cuenta de que estamos jugando con el número de la bestia (666), cuidadín.

Ahora vamos a colocar el punto de vista muy cerca, por ejemplo a unos 10 cm de la nariz.

Recuerda que en la proyección rectilínea los tamaños relativos de cada elemento son inversamente proporcionales a su distancia al punto de vista.

 

¿Qué tamaño (altura) tendría la nariz en la proyección?

h1 = 6 / 10 = 0.6 (en las unidades que corresponda porque falta aplicar el factor de escala)*

*El factor de escala lo determinará el sistema físico, por ejemplo la distancia focal en el caso de lentes, la distancia focal efectiva en el caso de una cámara oscura (estenopeica), etc. Lo importante es la relación de tamaños entre los elementos en la proyección.

 

¿Qué tamaño tendría cada oreja?

h2 = 6 / (10+6) = 0.4 aprox.

 

Relación de tamaños entre la nariz y la oreja: 1.6 (la nariz se proyecta con un tamaño que es casi el doble que la oreja)

 

Deformación por perspectiva tamaños relativos - cerca

 

Ahora vamos a suponer una distancia normal, por ejemplo, si nos miramos al espejo, la distancia entre nuestros ojos y el reflejo de nuestra cara puede ser del orden de 1 metro (100cm).

Hacemos las cuentas para ese caso:

h1 = 6 / 100 = 0.06 (nariz)

h2 = 6 / (100+6) = 0.057 (oreja)

Relación de tamaños:  1.05 (la nariz y la oreja se proyectan con tamaños prácticamente iguales, similares a las relaciones de sus dimensiones reales)

 

Deformación por perspectiva tamaños relativos - lejos

 

¿Qué percibimos en el primer caso?

Ese primer caso correspondería a cuando nos miramos acercando mucho la cara al espejo o cuando hacemos una foto con la cámara muy próxima a la cara.

Percibimos que la nariz es proporcionalmente mucho más grande y, por comparación, las orejas aparecen más pequeñas y parece que se han ido hacia atrás.

Como no son las proporciones habituales (el cerebro ha sido entrenado con muchísimas más perspectivas que tienen el punto de vista más alejado) percibimos la cara ‘deformada’, como estirada en la dirección que se aleja de nuestro punto de vista.

 

¿Qué percibimos en el segundo caso?

En el segundo caso percibimos la cara ‘normal’, porque para esas situaciones normales (1 metro de separación a la cara de otra persona) el cerebro ha sido entrenado con muchísimas perspectivas similares.

No quiere decir que la imagen que vemos de la cara tiene sus proporciones físicas reales.

Con nuestros propios ojos nunca vamos a llegar a ver esas proporciones físicas ‘reales’. La cara tendría que estar muy lejos (distancia al punto de vista muy grande) y a partir de una cierta distancia perderíamos gran parte de los detalles de la cara (límite de resolución angular del ojo).

Pero en el rango de distancias normales en el que vemos con detalle una cara (del orden de metros), el cerebro la percibirá como ‘normal’, sin deformación, a cualquiera de esas distancias.

 

Deformación por perspectiva y Mr. Robot

Voy a plantear un experimento, que puedes hacer perfectamente en casa.

Con caras reales es muy difícil comparar y medir cosas.

Además está por medio la capa de interpretación del cerebro, que modula lo que percibimos y dejamos de percibir, sobre todo tratándose de caras.

Así que vamos a usar una cara cuadriculada.

Le pedí a mi hija que me ayudara. A partir de una caja rectangular, cartulina y poco más hicimos una cabeza cuadriculada. Le llamamos Mr. Robot.

 

Deformación por perspectiva en caras - Mr Robot

 

La hipótesis de partida (lo que queremos demostrar):

  • La ‘deformación’ sólo depende de la distancia al punto de vista
  • Si trazamos la perspectiva teórica (proyección cónica), debería coincidir con la imagen proyectada por un objetivo rectilíneo
  • Debería coincidir también con la imagen proyectada por una cámara estenopeica.
    Una cámara estenopeica no tiene lentes ni nada que pueda ‘distorsionar’ la imagen, su principio de funcionamiento es la proyección rectilínea.
  • Si las proporciones coinciden en todos los casos, querrá decir que esas proporciones sólo dependen de la geometría de la proyección, no del tipo de objetivo o sus posibles distorsiones geométricas (siempre que sea un objetivo rectilíneo)
  • Y por último, que la percepción que tenemos al mirar a Mr. Robot a los ojos (desde la misma distancia aproximadamente) es muy similar a la que tenemos al mirar el trazado de la perspectiva y la imagen generada por la cámara.
    Este último punto sólo lo podrás probar si haces tú mismo el experimento en casa.

 

 

Punto de vista a 15cm

Con la cámara frontal típica de un móvil, para conseguir que la cara llene el encuadre, la distancia del teléfono a la cara (plano de los ojos) sería del orden de unos 25 centímetros.

En esta primera prueba lo vamos a exagerar un poco, y vamos a partir de 15cm (luego haremos lo mismo con 25cm)

Para simplificar, vamos a suponer una perspectiva frontal (a un punto de fuga), que sería además el caso típico de un selfie.

La configuración del experimento quedaría así, con las medidas reales de Mr. Robot:

 

Deformación por perspectiva en caras - Experimento

 

El plano del cuadro (PC) estaría situado en el plano que corresponde a la cara (la nariz quedaría por delante de ese plano y las orejas y la profundidad de la cabeza quedarían por detrás)

Y vamos a elegir una altura del punto de vista (línea de horizonte) de 11 cm, más o menos a la mitad de la altura de la cara.

Hacemos primero el trazado de la perspectiva (cónica frontal). Para trasladar las medidas reales utilizo el método de los puntos de distancia. Si no he metido la pata debería quedar algo como esto:

Deformación por perspectiva en caras - trazado a 15cm

 

Si no quieres hacer el trazado de la perspectiva completa, puedes calcular las dimensiones (p.e. el alto) de la proyección de cada elemento dividiendo por la distancia con respecto al punto de vista.

Ahora replico la configuración con la cámara, para intentar obtener la misma perspectiva.

Utilizando un objetivo, el punto de vista coincide con la posición de la pupila de entrada de dicho objetivo. Si utilizas objetivos zoom (focal variable), a cada focal puede corresponder una posición distinta de la pupila de entrada.

Ésta sería la parte más crítica, porque con distancias tan cortas del punto de vista se notará más cualquier error en la estimación de la posición de la pupila de entrada.

También es importante ajustar lo mejor posible la altura (11cm en este ejemplo) y hay que intentar que el plano del sensor quede perfectamente paralelo al plano de la cara para clavar esa perspectiva a un punto de fuga que hemos trazado.

 

Objetivo de 18mm

En esta primera imagen voy a usar un objetivo de focal equivalente a 18mm para que pueda encuadrar toda la cara.

Y aquí estaría la superposición del trazado de la perspectiva (en línea discontinua) con la perspectiva generada por la cámara. Simplemente he escalado el trazado de la perspectiva teórica (mantenido proporciones) para que ajuste al ancho de la cara en la foto.

 

Deformación por perspectiva en caras - foto a 15cm

 

Vemos que las proporciones casan perfectamente.

Sí, Mr. Robot tiene la nariz un poco torcida, no es perfecto, pero le queremos tal como es. Lo que nos interesa son las proporciones relativas de la nariz, la cara y las orejas.

Como el plano del cuadro está situado en el plano frontal de la cara, ese plano mantiene sus proporciones y lo podemos usar como referencia. En cualquier caso vamos a ver fácilmente los cambios en la relación de tamaños y posición de la nariz y las orejas, que están en planos más separados entre sí.

 

Nota: Esto lo puedes replicar en casa de una forma muy sencilla. Es muy importante que las distancias (separación y altura del punto de vista) sean lo más precisas posible. Lo único problemático sería saber la posición exacta del punto de vista, que depende del objetivo y de la distancia focal elegida en caso de objetivos de focal variable, y corresponde con la posición del plano de la pupila de entrada. Si no tienes ese dato, puedes suponer que la pupila de entrada está en algún punto intermedio del cuerpo del objetivo, pero como la distancia al sujeto principal es pequeña (15cm) el error en la estimación de la pupila de entrada va a influir más (no va a coincidir tan bien la perspectiva teórica con la foto)

 

Para este punto de vista tan cercano no he podido hacer la foto con el estenopo (cámara oscura), no me da el ángulo de visión suficiente como para mostrar elementos de la cara que nos permitan comparar. Lo haremos en la prueba a 25cm.

 

Punto de vista a 25cm

Sería más representativo de lo que ocurre cuando nos hacemos un selfie con el móvil.

La configuración es exactamente la misma que antes, simplemente alejamos el punto de vista hasta los 25cm.

Trazamos la perspectiva y quedaría algo así:

 

Deformación por perspectiva en caras - trazado a 25cm

 

Y ahora vamos a ir comparando la perspectiva ‘teórica’ con una serie de fotos.

En todos los casos voy a superponer el trazado teórico, escalado manteniendo proporciones, para que encaje con el rectángulo de la cara.

 

Objetivo de 18mm

Primero, voy a usar el mismo objetivo (18mm de focal equivalente):

Deformación por perspectiva en caras - foto a 25cm focal: 18mm

Vemos que encaja muy bien la predicción teórica con la perspectiva generada por la cámara.

 

Cámara estenopeica (cámara oscura)

En segundo lugar, comparamos con el estenopo (es muy fácil hacer un estenopo casero para acoplar a una cámara de objetivos intercambiables, puedes buscar información en internet).

La cámara estenopeica (cámara oscura) no tiene lentes de ningún tipo. Hace una proyección rectilínea perfecta.

En mi caso, el estenopo está hecho con una lámina de papel de aluminio (con un agujero diminuto en el centro, el estenopo) sobre un adaptador que permite usar objetivos analógicos antiguos en mi cámara digital.

La focal equivalente de mi cámara oscura es de unos 45mm. La falta de nitidez se debe al diámetro del agujero. El diámetro óptimo es un compromiso entre la dispersión que provoca un agujero muy grande y la difracción que provoca un agujero muy pequeño. Es muy díficil conseguir ese diámetro óptimo.

Pero lo que nos interesan son las proporciones, no hace falta que la imagen sea perfecta:

Deformación por perspectiva en caras - foto a 25cm focal: 45mm estenopeica

 

Vemos que la imagen generada por la cámara oscura coincide bastante bien con el trazado previsto para la perspectiva.

Hay una pequeña discrepancia en la oreja que creo que se debe a que el sensor no estaba perfectamente alineado (paralelo) con el plano de la cara.

 

Objetivo de 30mm

Cambiamos de objetivo y ajustamos la distancia ligeramente para que el punto de vista (pupila de entrada del objetivo) coincida con los 25cm de separación.

Ahora es un objetivo de 30mm de focal equivalente:

 

Deformación por perspectiva en caras - foto a 25cm focal: 30mm

 

Objetivo de 40mm

Y repetimos todo el proceso con un objetivo de 40mm de focal equivalente, ajustando la distancia a 25 cm:

 

Deformación por perspectiva en caras - foto a 25cm focal: 40mm

También coincide bastante bien la predicción teórica con la perspectiva obtenida en la foto.

 

 

Matemáticas (otra vez, pero poco)

Al principio del artículo hicimos unos cálculos de servilleta con los tamaños de la nariz y la oreja en la imagen proyectada.

Vamos a repetirlo con Mr. Robot, teniendo en cuenta las medidas de sus rasgos y la distancia de 25cm al punto de vista:

  • Nariz (longitud): 7 cm
  • Oreja (longitud): 7 cm
  • Separación (planos): 8.5 cm
  • Distancia punto de vista – nariz: 25 – 3 = 22 cm
  • Distancia punto de vista – oreja: 25 + 5.5 = 30.5 cm

 

h1 = 7 / 22 = 0.32 (nariz)

h2 = 7 / 30.5 = 0.23 (oreja)

Relación nariz / oreja: 1.4

 

Vemos que el tamaño de la nariz (longitud / altura, pero piensa que esta relación afecta también al ancho) es bastante más grande que el de cada oreja.

Y a partir de las imágenes podemos ver que esa relación de tamaños es correcta.

Por ejemplo, tomando como referencia la última imagen:

h1 (nariz) = 230 px

h2 (oreja) = 164 px

Relación nariz / oreja: 1.4

 

 

Conclusiones

Hay que tener en cuenta que siguen siendo distancias cortas (25cm), y cualquier pequeño error en la posición de la cámara o la estimación de la pupila de entrada afecta a la perspectiva resultante (pequeñas diferencias con respecto a la teórica).

Pero creo que queda claro que las proporciones, la forma de la cara, dependen exclusivamente de la geometría de la proyección.

Y la geometría de la proyección depende exclusivamente de la posición del punto de vista con respecto a los elementos de la escena.

Todas las fotos con el punto de vista a 25cm muestran exactamente la misma perspectiva, independientemente de la focal utilizada.

Si usamos un objetivo rectilíneo, la ‘deformación’ de la cara sólo tiene que ver con la distancia a la que hacemos la foto.

Si usamos un objetivo rectilíneo con distorsión geométrica (por ejemplo distorsión de barril típica de los angulares), esa pequeña distorsión se sumará de forma sutil a la deformación por perspectiva, y se notará sobre todo hacia los bordes del encuadre y sobre todo en las líneas rectas situadas en esos bordes (que ahora aparecerán con una ligera curvatura)

Si te fijas bien se puede intuir un poco en las imágenes que corresponden al objetivo de 18mm de focal equivalente.

Ese efecto (distorsión de barril) no tiene nada que ver con los efectos de deformación por perspectiva.

El efecto ‘nariz grande’ sólo tiene que ver con la perspectiva, con la perspectiva rectilínea en este caso, ya que estamos usando objetivos rectilíneos (y cámara estenopeica).

 

Comparativa de la imagen a 15cm y a 25cm

Vamos a comparar la imagen generada por el mismo objetivo, con una focal equivalente de 18mm, pero colocado a diferentes distancias:

 

Deformación por perspectiva en caras - foto a 15cm vs 25cm

Las dos imágenes están escaladas manteniendo sus proporciones, para conseguir un encuadre similar.

Como habíamos previsto, en la foto a 15cm se nota mucho más el efecto de ‘nariz grande’.

Vemos que los elementos situados en el plano de la cara (los ojos por ejemplo) mantienen sus proporciones relativas. Es el plano que hemos tomado como referencia (plano del cuadro).

Los elementos que quedan por delante de ese plano (nariz) se muestran proporcionalmente más grandes a medida que nos acercamos.

Los elementos que quedan por detrás (orejas) se muestran proporcionalmente más pequeños, se perciben más alejados (separación de planos) y además quedan parcialmente escondidos en este caso por el plano de la cara.

Por lo tanto, como habíamos anticipado, la perspectiva depende de la distancia al punto de vista y no depende de la focal utilizada (el mismo objetivo nos da dos perspectivas diferentes).

 

 

Deformación por perspectiva vs proyección no rectilínea

La deformación por perspectiva de una proyección rectilínea tiene que ver con la percepción visual humana.

En todos los ejemplos anteriores podemos apreciar que las rectas de la escena aparecen rectas en la imagen proyectada.

La deformación por perspectiva tiene que ver con proporciones relativas y cómo las interpreta el cerebro: se perciben como separación de planos o como ‘deformación’ o sensación de que no es un punto de vista ‘normal’, al que estemos acostumbrados.

La deformación provocada por un objetivo de tipo ojo de pez es de naturaleza distinta.

Ese objetivo hará una proyección totalmente diferente (no rectilínea): las líneas rectas de la escena ya no aparecerán rectas en la imagen.

 

Deformación por proyección no rectilínea

 

Habrá igualmente efecto de separación de planos, porque en cualquiera de estas proyecciones se cumple que los tamaños de los elementos disminuyen a medida que aumenta su distancia al punto de vista.

Pero como digo, la proyección de un ojo de pez sigue una función de mapeo totalmente diferente a la de un objetivo rectilíneo y dará lugar a una ‘deformación’ característica.

Hay diferentes objetivos curvilíneos, con diferentes funciones de mapeo. Cada uno de ellos dará una versión ligeramente diferente de la realidad que están proyectando.

 

NOTA: Uno de los malentendidos más extendidos en fotografía tiene que ver con una mala asociación de ideas: como algunos objetivos ultra gran angulares (ojo de pez) distorsionan y ofrecen una proyección curvilínea, y como muchos objetivos angulares tienen distorsión de barril, se da por hecho que todos los objetivos angulares distorsionan y que la deformación por perspectiva (por ejemplo el efecto de nariz grande) forma parte de ese comportamiento.

 

 

¿Por qué salimos más guapos si nos hacemos la foto en el espejo?

Esto no cumple para los que somos feos, así que no esperes milagros.

Pero creo que después de todo lo que hemos visto en el artículo y en la serie sobre perspectiva estará más o menos claro.

Cuando hacemos la foto a la imagen reflejada en el espejo estamos doblando (como mínimo) la distancia de separación al punto de vista. Conseguimos una perspectiva más ‘natural’, que corresponde a cómo nos vería otra persona a una distancia social normal.

 

Perspectiva - fotografía selfie en un espejo

 

Y ya está. No hay más.

No hay nada mágico.

Otro tema es cómo esconder el móvil para que no salga en el encuadre, pero eso ya lo dejo a la imaginación de cada uno.

También se puede intentar hacer el selfie directamente, separando el brazo lo máximo posible. Y luego en edición puedes recortar la imagen si quieres que la cara rellene más el encuadre.

 

En retrato importa la distancia, no el objetivo

A estas alturas de la película también debería estar muy clara esta afirmación.

La perspectiva depende de la distancia entre el punto de vista y el elemento de la escena (vamos a hablar mejor de posición del punto de vista, para incluir también ángulos de inclinación, etc.)

La perspectiva no depende de la distancia focal del objetivo.

La distancia focal del objetivo actúa como factor de escala (magnificación)

Y la distancia focal del objetivo y el tamaño del sensor determinan el ángulo de visión, y por lo tanto el encuadre.

En retrato, y en cualquier tipo de fotografía en la que podamos tener un mínimo de control de la situación, lo ideal sería elegir la distancia (separación) más adecuada, y luego, elegir el objetivo que nos da el encuadre deseado para esa distancia.

En la práctica no siempre es posible: por ejemplo si no tenemos el objetivo adecuado, o no hay espacio material para conseguir esa distancia, etc.

Podríamos decir que a partir de 1 metro de separación con respecto al sujeto principal, si el sujeto está más o menos centrado en el encuadre, las diferencias en la perspectiva (relación de tamaños y posiciones de los rasgos de la cara) van a ser sutiles, y no vamos a percibir ‘deformación’.

Y además en la práctica hay muchísimos otros factores, que tienen que ver con la composición y no tanto con la forma de la cara:

  • Relación entre el sujeto principal y el fondo
  • Si queremos desenfocar el fondo para dar más protagonismo al sujeto principal
  • Qué se quiere transmitir con la foto
  • El tipo de plano por supuesto (foto de grupo, cuerpo entero, plano americano, plano medio, primer plano, primerísimo primer plano…)

 

El mantra que verás repetido una y otra vez: los angulares deforman, el mejor objetivo para retrato es tal o cual…

Si piensas en términos de distancia focal, acabarás loco, porque un fotógrafo te dirá que el mejor es el 85mm, otro te dirá que el mejor es el 50mm, otro el 135mm, otro el 35mm…

Y cada uno tendrá razón, porque cada focal será perfecta dependiendo de la situación: tipo de plano, a qué aspecto queremos dar prioridad en esa foto, qué queremos transmitir, etc.

Pero el denominador común en todos los casos será la distancia entre el protagonista y la cámara.

 

¿No es más fácil pensar en términos de perspectiva?

Toda la geometría de la proyección, y por tanto la forma de la cara, y la relación de tamaños entre sujeto y fondo, etc.  Todo eso depende exclusivamente de las distancias al punto de vista.

Es mucho más sencillo de entender.

Pensar en términos de distancia focal y tipos de objetivos me parece muchísimo más complicado, y da pie al pensamiento mágico sobre los objetivos.

Según esta forma de pensar, los objetivos de alguna manera deforman las cosas, pero unas veces sí, otras veces no, como el Gato de Cheshire de Alicia en el País de las Maravillas.

Y este tipo de pensamiento mágico lo puedes ver en miles de comparaciones y pruebas, en youtube, en internet, redes sociales, etc. en las que se muestra la ‘deformación’ en función de la distancia focal del objetivo, cuando lo que realmente está cambiando es la separación entre el sujeto y el punto de vista.

Mi recomendación es que no te quedes con las recetas cerradas.

No hay un objetivo de retrato, no hay una distancia óptima para retrato… hay infinitas posibilidades artísticas.

Comprender la parte de perspectiva y un poco del funcionamiento de la percepción visual humana te va a dar todas las claves que necesitas.

No hace falta asignar propiedades mágicas a los objetivos o las cámaras.

 

Retrato a distancias muy cortas

Por debajo de 1 metro, por poner un valor númerico.

Pero ten en cuenta que hablando de perspectiva y de percepción visual humana no hay fronteras o límites rígidos. Hay que verlo siempre como un continuo en el que los efectos de la perspectiva se notarán más o menos y serán percibidos de una forma o de otra por el observador.

En cualquier caso, a distancias tan cortas las caras van a presentar probablemente una deformación apreciable.

Y si buscamos encuadres con plano del cuadro inclinado (picados y contrapicados) las proporciones de la cabeza con respecto a otras partes del cuerpo aparecerán muy exageradas.

Antiguamente, con las cámaras de gran formato, se solía colocar la cámara a la altura de la cadera para hacer retrato de cuerpo completo.

De esa forma, el plano del cuadro quedaba perpendicular al suelo (equivalente a una perspectiva a 1 punto de fuga) y las proporciones de la persona se mantenían naturales.

En lo que respecta a las sensaciones, las fotos de caras a distancias tan cortas las percibimos como muy íntimas.

Se resaltan las facciones, se exageran, y le dan mucho carácter. No se busca la belleza, se busca esa fuerza, esa expresión auténtica, modulada (exagerada) por la perspectiva.

Como son perspectivas a las que no estamos acostumbrados, tienen muchísimo impacto visual si están bien hechas.

Es decir, hay un riesgo bastante alto de que la deformación por perspectiva se perciba como algo que no es placentero, pero si se hace bien (la expresión, el fondo, el momento, iluminación…) se pueden conseguir fotos épicas con un impacto brutal.

 

Retrato a distancias medias

Entre digamos 1 y 3 metros.

Este tipo de perspectivas nos van a mostrar un rostro normal o natural, tal como los solemos ver en nuestro entorno cotidiano.

Cuanto más alejado, más sensación de ‘belleza’ o esa estilización típica de modelos o de foto de revista. La distancia aplana los rasgos (se acerca más a las relaciones de tamaños reales, físicas, de la cara)

Cada persona, cada cara, tiene un punto dulce o una zona dulce, un rango de distancias en la que se muestran sus facciones más equilibradas. De la misma forma que cada persona puede tener un perfil (izquierdo o derecho) más agradecido.

Pero esto sería algo muy sutil y que va a depender muchísimo de la iluminación por ejemplo.

Ahí entraríamos también en los mecanismos de interpretación de las sombras (mecanismos de la percepción visual humana)

 

Retrato a distancias largas

Por encima de 5 metros (lo dicho: dar una cifra cerrada no sirve de nada, es sólo a modo orientativo) y a medida que nos alejamos más del sujeto principal, la perspectiva cónica se irá aproximando a una perspectiva ortogonal (proyección ortogonal)

Es decir,  las relaciones de tamaños entre los rasgos de la cara van a ser prácticamente las mismas en la perspectiva resultante que en la realidad física (si medimos con regla, no cómo las percibimos)

Con nuestros ojos desnudos nunca vamos a ver ese tipo de encuadres: el sujeto situado a bastante distancia de nosotros y sin embargo un encuadre cerrado que nos permite ver los detalles de la cara.

Por lo tanto, el retrato a distancias largas produce una perspectiva de la cara que se sale de lo habitual.

Los rasgos los percibimos más aplanados.

Las orejas por ejemplo son más visibles (puede no favorecer)

La cara, y la cabeza en general, aparece más redondeada.

Es como si de alguna forma aplastamos la cara, la comprimimos en la dirección del punto de vista.

En algunos rostros puede favorecer, en otros no tanto.

De todas formas esta ‘deformación’ por compresión de planos es menos perceptible que la que se produce por separación de planos a distancias muy cercanas.

Alejar el punto de vista también afecta a la relación de tamaños (y percepción de distancias) entre el sujeto y el fondo. Ya hablaremos de la compresión de planos en otro capítulo.

 

Distancias en fotos de grupo

En fotos de grupo hay que encontrar un compromiso entre distancia (separación) y encuadre (ángulo de visión).

Si elegimos una distancia muy corta, del orden de un par de metros por ejemplo, y el grupo tiene profundidad (dos o más filas de personas, por ejemplo la típica foto de familia o grupo grande en los escalones de una iglesia) podemos encontrar varios efectos no deseados:

  • Que las personas en primera fila aparezcan proporcionalmente mucho más grandes que las colocadas más atrás
  • Que en las personas situadas más hacia los bordes aparezca cierta deformación por perspectiva (esto lo vimos en el capítulo sobre deformación por perspectiva en los bordes del encuadre) sobre todo las personas que quedan fuera de ese ángulo de visión de 60 grados que tomábamos como referencia empírica.

 

Es preferible (si lo permite la situación) alejarse más, del orden de 5 a 10 metros… o más si son grupos grandes, para minimizar esos efectos.

Recuerda que los efectos de separación de planos son más perceptibles cuando la distancia de separación es del mismo orden de magnitud que las distancias o tamaños de los elementos de la escena.

A veces, a esos mismos ‘inconvenientes’ se les puede dar la vuelta y aprovecharlos para conseguir fotos más dinámicas, más desenfadadas.

 

Reglas para retrato

La principal regla para fotografía de retrato es que no hay reglas.

Entiende la perspectiva y entenderás sus efectos y cómo puedes aprovecharlos en tus composiciones.

Y por supuesto la parte técnica: profundidad de campo, iluminación, etc.

Lo importante es aprovechar ese conocimiento para potenciar la parte artística.

Si no sabes por qué ocurren las cosas y sólo te basas en reglas y ‘tips’ de unos y de otros, vas a estar siempre a ciegas.

 

Cuando usas objetivos fijos, el zoom son tus pies

Esta frase me encantó cuando empezaba a aprender fotografía.

Lo que hay detrás de la frase es algo así como: un objetivo fijo te obliga a moverte, a salir un poco de tu zona de confort.

Un objetivo fijo impone una restricción importante en cuanto a ángulo de visión y encuadre.

Y eso, que en principio parece negativo, se convierte en realidad en una virtud, porque ayuda a encontrar, o entrenar mejor dicho, lo que se conoce como ‘ojo de fotógrafo’.

En general es una frase muy positiva.

Pero es una frase errónea, en el sentido ‘técnico’, porque usar los pies (mover el punto de vista, acercándolo o alejándolo de la escena) no equivale a hacer zoom.

Como hemos dicho por activa y por pasiva, la distancia focal del objetivo sólo es un factor de escala (magnificación) y no afecta a la perspectiva.

Cuando hacemos zoom, aumentamos por ejemplo la distancia focal o la reducimos, sólo estamos cerrando el encuadre o abriéndolo, sin modificar la perspectiva.

Cuando nos movemos hacia la escena o nos alejamos de ella con un objetivo fijo, estaremos también cerrando el encuadre o abriéndolo, pero estaremos modificando la perspectiva. Cada una de esas tomas tendrá una perspectiva diferente.

Esto no es ni positivo ni negativo.

Es simplemente a modo de curiosidad.

Vuelvo a decir lo mismo: el conocimiento te da las herramientas para potenciar la parte artística.

 

 

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Cómo se utilizan los micrófonos XLR

Para usar un micrófono XLR necesitaremos equipo de audio adicional: una interfaz de audio, una mesa de mezclas, una grabadora de sonido… Vamos a ver diferentes situaciones y configuraciones típicas.

Conexión cable XLR con micrófono e interfaz

 

 

Trabajamos con audio digital

Nosotros vamos a trabajar siempre con audio digital: vamos a grabar en formato digital, vamos a editar el audio en un programa de ordenador (algún tipo de DAW – Digital Audio Workstation) y vamos a exportar el audio en formato digital, tanto si es audio independiente (podcast, música…) como si es el audio que forma parte de material audiovisual (vídeo, streaming…)

Por otro lado tenemos que el micrófono genera una señal analógica (voltajes, intensidades de corriente)

La idea básica es que hay que convertir de alguna forma esa señal analógica en una señal digital, y la tenemos que pasar de alguna forma al ordenador (hablo de ordenador de forma genérica, pero el programa de edición puede estar en otros dispositivos: tablets, móviles, etc.)

La cadena de sonido incluye al menos estos elementos:

  • Micrófono
    Transforma el sonido (ondas de presión sonora) en una señal eléctrica analógica, normalmente con una amplitud muy pequeña.
    Es una señal muy débil y vulnerable ante fuentes de ruido electrónico.
  • Preamplificador
    Amplifica la señal para que alcance unos niveles adecuados para las siguientes etapas del proceso.
  • Conversor / convertidor analógico – digital (ADC – Analog to digital converter)
    Transforma la señal analógica continua en una secuencia de muestras (números). Esta secuencia es el audio digital.
    Este módulo o elemento, el ADC,  hace de interfaz entre el mundo analógico y el mundo digital.

 

El formato WAV sería la representación más directa del audio digital. En ese formato, cada número de la secuencia representa el valor de la señal en cada instante (muestra).

Esa señal digital la pasaríamos al programa de grabación o de edición de alguna forma, mediante una conexión directa, mediante ficheros de audio, etc.

En la práctica, para conseguir todo eso hay miles de opciones y configuraciones.

Nosotros vamos a centrarnos en los micrófonos XLR y vamos a suponer tres escenarios típicos:

 

¿Qué es XLR?

Es un estándar de conexión (cable + conectores) para equipos de audio de entorno profesional. También se conoce a veces como conector Cannon, ya que fue desarrollado originalmente por Cannon Electric.

Conectores XLR con salida balanceada

Se trata de una conexión balanceada, que permite transmitir la señal analógica con una protección muy robusta frente a interferencias electromagnéticas externas.

Aquí tienes más información sobre tipos de cables y conectores en audio.

 

 

Micrófono XLR + Interfaz de audio

Como comentaba al principio, es el escenario más simple y el que vamos a utilizar normalmente en un estudio de casa.

Esquema de grabación de audio con micrófono XLR

 

¿Qué necesitamos?

  • El micrófono XLR
  • Un cable XLR (con conectores macho y hembra)
  • Una interfaz de audio
  • Un cable USB
  • El ordenador o dispositivo que permita entrada USB de audio
  • Un programa de grabación o un DAW, o el programa de producción si estamos haciendo un directo (streaming).

 

¿Cómo conecto el micrófono con la interfaz de sonido?

Mediante un cable XLR balanceado.

Conexión cable XLR con micrófono e interfaz

 

La conexión XLR cumple dos funciones:

  • Es una conexión balanceada.
    Esto quiere decir que las interferencias que recoge el cable (los cables actúan como antenas) se anulan de forma automática y la interfaz recibe una señal de sonido muy limpia.
  • Suministra alimentación de corriente continua al micrófono.
    Esta alimentación se conoce como phantom power, normalemente son 48V.
    Y sólo es necesaria para los micrófonos de condensador.

 

¿Cómo funciona una conexión de audio balanceada?. El cable balanceado utiliza 3 hilos. Uno es el neutro y cada uno de los otros dos hilos llevan la misma señal del micrófono pero en contrafase (desfasada 180º una con respecto a la otra). Cuando la señal llega a la interfaz una de las señales se vuelve a fase cero y se suman. Como los dos cables reciben las mismas interferencias, las interferencias quedan en contrafase y se eliminan al sumarlas. Un cable balanceado de 3 hilos sólo puede transportar una señal mono.

 

¿Qué diferencias hay en la conexión de un micrófono de condensador y un micrófono dinámico?

El micrófono de condensador necesita alimentación, el famoso phantom power.

Por lo tanto hay que activarlo en la tarjeta de sonido. Suele ser un botón marcado como ‘phantom‘, 48V o similar, dependiendo de la tarjeta.

Sin phantom power los micrófonos de condensador no funcionan.

 

Activar phantom power en interfaz de sonido

 

Los micrófonos dinámicos no necesitan alimentación, por lo tanto si usamos micrófonos dinámicos lo desactivaremos.

 

¿Qué ocurre si conecto un micrófono dinámico a una entrada XLR con phantom power activado?

Explota todo

No, no explota, es broma. No pasa nada porque el micrófono dinámico va conectado internamente de tal forma que no ‘ve’ ese voltaje.

De todas formas lo recomendable es desactivarlo si vamos a usar micrófonos dinámicos.

Si tu interfaz tiene varios canales y te permite activar el phantom power por canal, simplemente habría que activarlo en los canales que van a llevar micrófono de condensador.

Si tu interfaz tiene varios canales y sólo un botón para activar phantom power, y vas a usar micrófonos de condensador y micrófonos dinámicos a la vez: tienes que activar phantom power. No hay problema, no afectará a los micrófonos dinámicos.

 

Entrada XLR (MIC) vs entrada INST / HI Z

La mayoría de las interfaces de audio incluyen al menos dos tipos de entrada:

  • XLR (MIC)
    Está reservada normalmente para micrófonos.
    Esta entrada va a un circuito de alta ganancia, ya que la señal enviada por el micrófono es muy débil.
  • INST / HI Z
    La entrada de instrumentos o de alta impedancia.
    Está pensada para manejar señales analógicas de mayor amplitud y para gestionar la adaptación de impedancias de algunos instrumentos (guitarras eléctricas por ejemplo, que tienen una impedancia de salida muy elevada)
    Normalmente es un conector jack de 1/4 de pulgada.
  • LINE
    Además, normalmente tendremos también entradas LINE, para interconexión de equipos de audio analógico.
    Instrumentos como teclados y pianos electrónicos, mesas de mezclas, compresores… irían conectados a través de las entradas LINE.

 

En algunos dispositivos la entrada es híbrida (XLR + jack 1/4) y permite acoplar los dos tipos de conectores.

 

Entradas híbridas: XLR + jack 1/4 | MIC + LINE + INST

 

Estos conectores funcionan de la siguiente forma:

  • Si se enchufa un conector XLR corresponde normalmente con la entrada MIC y la señal pasaría directamente al preamplificador de micrófono. Se puede activar o desactivar la alimentación phantom power.
  • Si se enchufa en el centro un conector jack de 1/4, normalmente se corresponderá con una señal de línea (LINE) o una señal de instrumento (INST / Hi Z). Para elegir entre un tipo u otro de señal se utiliza un selector manual (o una opción de menú dependiendo del equipo). Este conector central no lleva alimentación phantom power (de esta forma se evita dañar al instrumento o al equipo externo que conectemos).

 

En interfaces de gama más alta, algunas mesas de mezclas y otros equipos de gama profesional, puede haber entradas específicas para nivel de línea (LINE), bien utilizando conectores XLR o bien utilizando conectores jack 1/4.

El nivel de línea es el nivel de referencia para interconexión de equipos de audio analógicos.

Hay dos niveles de línea estandarizados, uno para equipos profesionales y otro para electrónica de consumo.

El nivel de línea para equipos profesionales es de +4dBu  (aproximadamente 1.23 V)

El nivel de línea para equipos de electrónica de consumo es de -10dBV (aproximadamente 0.326 V)

 

Phantom power y otros equipos

Normalmente el phantom power sólo está disponible en los conectores XLR de entrada para micrófono.

La conexión de otros dispositivos de audio analógico: mesas, compresores, etc. se realiza siempre a través de las entradas de línea (LINE), habitualmente a través de conectores jack de 1/4 de pulgada, pero en algunos equipos puede ser a través de XLR.

Y la conexión de instrumentos a través de las entradas INST (normalmente jack 1/4).

En algunos equipos, las salidas LINE pueden ir a través de conexión XLR.

En estos casos sí hay que tener cuidado, porque podríamos tener la tentación de conectar esa salida LINE XLR a la entrada MIC XLR de la interfaz de audio o mesa de mezclas. Y tendríamos varios problemas: el nivel de señal de entrada saturaría probablemente los preamplificadores (sonido distorsionado) y si activamos por error la alimentación phantom en esa entrada es muy posible que dañemos el equipo conectado a esa entrada.

Como regla de oro general: en las entradas MIC XLR sólo conectaremos micrófonos.

 

 

Micrófono XLR + Mesa de mezclas

Este escenario es más genérico, y se utiliza en muchísimas situaciones tanto en estudio profesional como en entorno doméstico.

 

Mesa de mezclas / consola de mezclas

La mesa de mezclas básicamente permite gestionar múltiples entradas de audio.

Por ejemplo, imagina que queremos cubrir una mesa redonda con 5 participantes, cada uno de ellos con un micrófono. La mesa de mezclas nos permitiría conectar todos esos micrófonos y ajustar de forma independiente la ganancia de cada uno de ellos (y otros parámetros).

Algunas mesas de mezclas tienen salidas independientes para cada canal de entrada, más la salida global (main mix) que sería la ‘mezcla’ de todas las entradas activas. Otras sólo tienen una salida (main mix) o tienen una serie de salidas de grupo para tener un poco de control en la grabación (grabación multipista).

Una mesa de mezclas permite muchas combinaciones de equipo, podríamos decir que es el elemento de unión de los equipos de audio analógicos: compresores, efectos, preamplificadores externos… Y dependiendo de la funcionalidad de la mesa se pueden llegar a hacer cosas increíbles sin salir del mundo analógico.

Pero no nos vamos a complicar.

En este escenario vamos a suponer una mesa de mezclas sencilla y la vamos a usar para gestionar varios micrófonos que tienen que operar a la vez.

La ventaja de la mesa en este caso es que nos permite un control más fino de la parte analógica, de cada canal (micrófono) de entrada. Por ejemplo el ajuste de la ganancia de cada preamplificador, una ecualización inicial, el nivel de salida hacia el bus principal, paneo (canal izquierdo / derecho) y alguna cosilla más.

Si la mesa de mezclas tiene salida USB, se comportaría como una interfaz de audio. No habría más misterio. La conectaríamos al ordenador con el cable USB y el proceso de grabación o de emisión sería similar. Tendríamos acceso desde el ordenador a los canales de salida de la mesa. En algunos casos, la mesa también permite recibir señal desde el ordenador a través de USB. Hay infinitas posibilidades dependiendo de cada modelo.

Otras mesas de mezclas son totalmente analógicas.

Nos vamos a quedar con este caso, porque sería el más genérico.

Por ejemplo, si ya tienes una interfaz de audio y necesitas más entradas para micrófonos para ocasiones puntuales (entrevistas, etc.), puede valer la pena comprar una mesa de mezclas analógica para usarla junto con la interfaz de audio.

 

¿Qué necesitamos?

  • Los micrófonos XLR con sus cables correspondientes
  • Una mesa de mezclas (salida analógica en este caso)
  • Una interfaz de audio
  • Cables para interconexión de la mesa y la interfaz
  • Un cable USB
  • El ordenador o dispositivo que permita entrada USB de audio
  • Un programa de grabación, DAW, etc.

 

¿Cómo conectamos los micrófonos, la mesa y la interfaz?

Vamos a suponer que la mesa sólo dispone de una salida estéreo, que corresponde al bus principal (main mix). La salida estéreo son en realidad dos salidas mono.

Y vamos a suponer que la interfaz dispone de dos canales de entrada (MIC + LINE + INST), algo típico en muchas interfaces de gama media.

Los micrófonos irían conectados a las entradas XLR de la mesa de mezclas, con sus correspondientes cables XLR.

La salida de la mesa de mezclas normalmente será a través de conector jack 1/4″ TRS (balanceada). Un conector para el canal izquierdo y un conector para el canal derecho.

Esa salida corresponde habitualmente a un nivel de línea (+4dBu) y debería ir a una entrada de línea (LINE) de la interfaz.

Entradas híbridas: XLR + jack 1/4 | MIC + LINE + INST

 

Necesitaríamos en este caso dos cables balanceados con conectores TRS de 1/4 de pulgada.

Uno de los cables iría por ejemplo del canal izquierdo de salida de la mesa hasta la entrada correspondiente al canal 1 de la interfaz.

Y el otro cable conectaría el canal derecho de la mesa con la entrada 2 de la interfaz.

Como es señal de línea, le indicaríamos a la interfaz en cada canal que se trata de LINE (no de instrumento)

 

Opción B – Salidas auxiliares

Si la mesa dispone de salidas auxiliares, podemos usar esas salidas para conectar a las entradas de la interfaz.

La idea es que hay situaciones en las que la salida principal va conectada a otro dispositivo, por ejemplo imagina que se trata de grabar un concierto en directo: la salida principal iría hacia los altavoces o monitores de los músicos, mientras que la salida auxiliar se utilizaría para grabación.

Si las salidas auxiliares utilizan conectores TRS (balanceadas), la conexión sería como en el caso anterior.

Cada mesa puede tener diferentes opciones para gestionar el nivel de la salida auxiliar (o puede tomar directamente el nivel del bus principal). Esto ya depende de cada modelo, pero por lo demás sería igual que en la opción anterior.

 

Opción C – Salida auxiliar doméstica

Algunas mesas pueden tener salidas RCA, que utilizan cables no balanceados y niveles de señal de electrónica de consumo (-10dBV)

Podríamos utilizarlas sin ningún problema.

Sólo hay que tener en cuenta que esta conexión sería más sensible a interferencias electromagnéticas intensas. El nivel de señal es mucho más grande que en el caso de la señal que ofrece el micrófono, y la probabilidad de recoger interferencias es menor, pero con todo y con eso es mejor utilizar cables relativamente cortos si es posible.

Necesitaríamos para cada canal un cable híbrido, que tendría en un extremo un conector RCA y en el otro extremo un conector jack TS (mono, no balanceado) de 1/4 de pulgada.

 

Conexión mesa de mezclas a interfaz de audio - RCA

 

La conexión sería igual que en los casos anteriores. El canal izquierdo por ejemplo al canal 1 de entrada de la interfaz, y el canal derecho de salida al canal 2 de entrada.

Aquí tienes un ejemplo de configuración, en el canal de José Martí.

 

Niveles de ganancia

En esta combinación de mesa de mezclas más interfaz de audio es un poco más complicado entender la gestión de niveles, o digamos que tenemos muchos más grados de libertad.

El nivel del micrófono lo tendríamos que ajustar con el control de ganancia de cada canal de entrada en la mesa de mezclas.

Eso nos daría para cada canal de entrada un determinado nivel de línea, con una buena relación señal a ruido y un margen de seguridad (headroom), que utilizaría la mesa en todo su flujo de trabajo.

Luego, para cada canal tendremos normalmente el fader o control de mezcla, que nos permite ajustar el nivel relativo de cada uno de los canales.

Como en nuestro ejemplo sólo disponemos de dos canales de salida (izquierdo + derecho) podemos jugar con el control de paneo de cada canal de entrada.

Por ejemplo, si tuviéramos sólo dos micrófonos, podríamos panear uno de ellos al canal izquierdo y otro de ellos al canal derecho, para tener cada señal aislada en canales diferentes de la interfaz de audio. Podríamos editar cada canal por separado, tendríamos más control, etc.

Si tenemos más micrófonos tendríamos que decidir cómo hacemos el tratamiento, si nos interesa por ejemplo separar en grupos (unos micrófonos al canal izquierdo, otros al derecho) o si queremos dar prioridad a uno de los micrófonos, etc.

Tendríamos también el control de ganancia del bus principal (main mix).

Y en la interfaz de audio tendríamos el control de ganancia de los canales de entrada.

El control de ganancia de la interfaz lo pondríamos inicialmente al mínimo y ajustaríamos al nivel deseado. El nivel va a depender de muchos factores, por ejemplo si la señal de línea que nos llega está referenciada a +4dBu (salida balanceada TRS) o a -10dBV (salida no balanceada RCA).

El nivel de señal de cada micrófono deberíamos controlarlo siempre desde el control de ganancia de cada entrada en la mesa de mezclas.

Aquí tienes más información sobre los niveles óptimos de señal de audio.

 

 

Micrófono XLR + Grabadora digital de audio

Cuando grabamos en exteriores o necesitamos un equipo portátil que funcione en cualquier parte, lo más recomendable es una grabadora digital de mano.

Grabación de sonido con grabadora externa

 

Aquí tienes algunas configuraciones para grabar en exterior con micrófonos de solapa con conector jack de 3.5mm.

En este caso vamos a utilizar micrófonos XLR.

Hay micrófonos de solapa con conexión XLR, que suelen formar parte de la gama profesional.

Pero también hay muchísimos micrófonos XLR, de prácticamente cualquier gama y tipología, que podemos utilizar en exteriores.

Por ejemplo micrófonos de mano para entrevistas, o micrófonos de tipo shotgun para grabar sin que el micrófono aparezca en el plano.

 

¿Qué necesitamos?

  • Uno o más micrófonos XLR con sus cables correspondientes
  • Una grabadora digital de audio con entradas XLR

 

¿Cómo conectaríamos el micrófono a la grabadora?

Exactamente igual a como haríamos con una interfaz de audio.

El micrófono iría conectado a una entrada XLR.

Si es un micrófono de condensador activaríamos la alimentación, phantom power.

Y ajustaríamos la ganancia del preamplificador hasta conseguir los niveles de audio óptimos para grabación.

La grabadora generará un fichero de audio en algún formato conocido, WAV por ejemplo, y lo almacenará en su memoria interna.

 

Grabadora como interfaz de audio

Algunas grabadoras tienen la opción de funcionar como interfaz de audio.

El proceso sería el mismo, con la diferencia de que la grabadora estaría conectada por USB con el ordenador o con un dispositivo compatible (tablet, móvil…)

Desde el programa de grabación en el ordenador tendríamos acceso directo a los canales de entrada de la grabadora, como en cualquier otra interfaz de audio.

 

Aquí tienes algunas grabadoras de audio digitales que recomiendo.

 

 

Más información sobre sonido / audio

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Mejorar la grabación de audio para vídeo (youtube, directos…)

A la hora de grabar vídeo es tan importante la calidad de audio como la calidad de imagen. Vamos a ver algunas formas sencillas de mejorar el audio de nuestros vídeos.

 

Vídeo réflex. Grabar audio de una forma más profesional
Foto: Alexis Fam (CC BY 2.0)

 

 

 

El camino que sigue el sonido

Para mejorar la grabación de audio hay que tener en cuenta todo el camino que sigue el sonido desde su fuente hasta obtener una versión digital final (que será la que usemos para incluir en nuestro vídeo o para emitir si estamos en directo)

 

Grabación de sonido para youtube / vídeo

El sonido es un conjunto de ondas (vibración del aire) que pueden ser recogidas por un micrófono.

El micrófono transforma la vibración en una señal eléctrica.

La señal eléctrica (analógica) es habitualmente muy pequeña y necesita ser amplificada.

Cuando tiene un nivel suficientemente grande se puede digitalizar (mediante un conversor analógico digital) y a partir de ese momento se puede tratar como cualquier otra información digital: grabar, almacenar, editar…

 

La calidad final del sonido va a depender de cada uno de los pasos.

  • La calidad inicial en la fuente dependerá del ruido de fondo
    Por ejemplo, si conseguimos aislar la fuente de audio principal tendremos un sonido limpio ya de partida, mientras que si estamos grabando en un lugar con mucho ruido ambiente será mucho más difícil conseguir un sonido limpio.
  • Si grabamos en interior es muy importante la acústica del recinto.
    La acústica de la sala va a condicionar gran parte de la calidad del audio.
  • La calidad del micrófono tiene que ver con su sensibilidad y con la fidelidad a la hora de captar todo el espectro de frecuencias de sonido.
  • La señal analógica del micrófono tiene que ser transportada hasta el equipo de grabación.
    Los cables actúan como antenas y recogen interferencias. Estas interferencias se añaden a la señal en forma de ruido, degradando su calidad. Veremos la diferencia entre usar cables balanceados (XLR) y no balanceados.
  • Para trabajar con la señal analógica que llega del micrófono es necesario amplificarla.
    Los preamplificadores se encargan de acondicionar la señal para que su nivel sea adecuado para las siguientes etapas. La calidad del preamplificador está relacionada por ejemplo con su linealidad (fidelidad),  distorsión, la cantidad de ruido electrónico que introduce…
  • Finalmente la señal analógica se convierte a señal digital (valores numéricos)
    El conversor analógico digital introduce un error de muestreo. El error dependerá de la frecuencia de muestreo utilizada. También hay que tener en cuenta que la señal se puede almacenar sin comprimir (p.e. formato WAV) o se puede comprimir con algo de pérdida de información (p.e. formato MP3) para que ocupe menos espacio de almacenamiento.

 

 

Si quieres saber un poco más sobre algunos conceptos muy usados en grabación de sonido echa un vistazo a este artículo: Sonido profesional: niveles, conectores y cables. Explicación sencilla, es un poco técnico pero te va a dar una visión global para hablar en el mismo lenguaje que la gente ‘pro’ del audio.

 

 

Calidad de audio en función del equipo

La idea que quiero transmitir es que no hace falta invertir en un equipo de gama alta para conseguir un sonido de calidad.

La mayoría de las veces es más importante conocer un poco el comportamiento del sonido y saber usar correctamente el equipo que tenemos.

Vamos a tomar como referencia este ejemplo de una persona hablando (o cantando) y diferentes formas que tendríamos de recoger ese sonido. La gráfica representaría de alguna forma la mejora de calidad de sonido que podríamos conseguir con cada configuración:

 

Calidad del sonido en función del equipo utilizado

 

1.- Grabar directamente con la cámara / móvil

Es decir, utilizando los micrófonos internos del dispositivo.

En esa configuración la calidad será en general bastante mala:

  • El micrófono capta todo el ruido de fondo.
  • A poco que nos separemos de la cámara, el sonido de la voz perderá mucha intensidad y será indistinguible de los ruidos externos, incluyendo por ejemplo el sonido del sistema de enfoque de la cámara.
  • Es una configuración que se ve muy afectada por la acústica (reverberación, ecos, etc.)

 

La regla de oro es intentar colocar el micrófono lo más cerca posible de la fuente de sonido (idealmente a unos 10-20cm). De esta forma aislamos mucho ruido ambiente y el preamplificador puede trabajar en una zona óptima

 

2.- Utilizar un micrófono direccional / shotgun a cierta distancia

No es la situación ideal pero en muchos casos no hay más remedio: por ejemplo si necesitamos que el micrófono no aparezca en el encuadre o por una cuestión práctica para facilitarnos la grabación (exteriores, situaciones en las que es complicada otra configuración…)

Los micrófonos direccionales son aquellos que tienen más sensibilidad en una cierta dirección (un ángulo de cobertura)

¿Qué ventajas tendría un micrófono de este tipo?

  • El micrófono aisla (o atenúa bastante) todos los sonidos que lleguen de los laterales y la parte de atrás de la cámara.

 

3.- Micrófono conectado a la cámara

Con esta opción estaríamos cumpliendo bastante bien la regla que comentamos: tener el micrófono muy cerca de la fuente de sonido.

Puede ser un micrófono de mano, aunque lo habitual sería usar un micrófono de solapa (Lavalier).

El micrófono de solapa pasa bastante desapercibido (se puede llegar a ocultar totalmente entre la ropa) y está situado a unos centímetros de la boca.

Ventajas:

  • El micrófono no necesita mucha sensibilidad ya que la fuente está muy cerca. Por lo tanto los ruidos externos quedan muy atenuados y tendremos un sonido mucho más limpio de partida.
  • El micrófono va conectado directamente por cable a la cámara

 

4.- Micrófono conectado a grabadora de sonido

Similar al punto 3, pero en este caso el micrófono está conectado a un equipo especializado: una grabadora de sonido digital o una interfaz de sonido.

Ventajas:

  • Las grabadoras suelen tener mejores preamplificadores que las cámaras y mejor gestión del sonido en general
  • Si usamos una grabadora portátil la podemos llevar a modo de petaca y minimizamos la longitud del cable (los cables actúan como antenas y captan todo tipo de interferencias y ruido electrónico)

 

5.- Micrófono de estudio

Los micrófonos de estudio son los que potencialmente nos van a dar la mayor calidad de sonido.

A partir de una cierta gama mínima tendríamos un nivel de calidad muy cercano a lo que se consideraría grabación profesional.

Los micrófonos con conexión XLR utilizan cables balanceados, que eliminan muy bien las interferencias generadas por el propio cable.

Ventajas:

  • Los micrófonos de estudio (a partir de cierta gama) ofrecen la mejor calidad de sonido
  • El cable balanceado (XLR) minimiza el ruido generado en el propio cable por interferencias (todos los cables actúan como una antena)
  • El cable XLR además suministra la alimentación (alimentación Phantom) que necesitan los micrófonos de condensador y el preamplificador o la etapa de adaptación de impedancias que incluya el propio micrófono.

 

6.- Equipo de gama profesional

Este caso representaría una situación en la que utilizamos equipo de gama alta para una producción de audio profesional.

La idea es que con un equipo de gama profesional vamos a tener potencialmente mayor calidad de sonido, sí. Pero si comparamos con un equipo de gama media bien usado la diferencia va a ser muy difícil de apreciar.

¿Qué diferencias suele haber entre un equipo de gama media y uno de gama profesional?

  • Los micrófonos tendrán más sensibilidad, más rango dinámico, mejor respuesta en frecuencia
  • Cada modelo de micrófono está especializado para un tipo de voz, un instrumento, una situación… En una producción profesional se utilizarían los micrófonos más adecuados.
  • Los preamplificadores tendrán una respuesta más lineal (o aportarán un cierto color al sonido si es lo que se busca), introducirán menos ruido electrónico, tendrán un mejor aislamiento frente a interferencias…
  • Los equipos serán más robustos y tendrán una mayor redundancia frente a fallos
  • La interfaz de los equipos será más compleja y más flexible: más canales, más opciones de configuración por canal, etc.

 

Resumen

No hace falta ir a la gama profesional para obtener un sonido de calidad, con estándares muy cercanos a los de una producción profesional.

Fíjate que los saltos de calidad son muy grandes desde la configuración más básica.

Simplemente el hecho de usar el micrófono adecuado y saber utilizarlo bien ya supone un salto importante.

Y muchas veces el problema ni siquiera está en el equipo sino en el entorno: ruido ambiente, acústica…

El punto 5 representa un equipo que nos ofrece una calidad muy próxima a la de una producción profesional, pero todavía en una gama de precios asequibles.

 

Situaciones típicas y equipo recomendado

Vamos a ver una serie de situaciones típicas que nos pueden servir de ejemplo.

Para cada caso vamos a ir planteando las mejores soluciones buscando la máxima calidad de audio posible.

 

Sonido en estudio (vídeo, streaming, podcast…)

Grabamos en un recinto cerrado: una habitación, el salón…

La ventaja de esta situación es que tenemos cierto control sobre el entorno y podemos hacer ciertos cambios.

Nos podemos centrar en la calidad de sonido y tratar de exprimirla al máximo para conseguir todos esos detalles y matices que sólo se pueden conseguir en estudio.

La clave aquí es la acústica de la habitación: si conseguimos minimizar los problemas con la acústica podemos llegar a conseguir un sonido muy limpio, de gran calidad.

Echa un vistazo a la serie sobre cómo mejorar la acústica de una habitación / estudio.

Equipo / configuración por orden de calidad:

  • Micrófono de estudio XLR + interfaz de sonido
  • Micrófono de estudio USB
  • Micrófono de solapa
  • Micrófono direccional / shotgun

 

Aquí tienes más información sobre cómo conseguir sonido de la máxima calidad para vídeo o streaming en estudio.

 

 

Sonido en exteriores (vlogging)

Por ejemplo para grabar vídeo en exteriores: en un parque, en el campo, en la calle, en el jardín de casa…

Es un entorno en el que tenemos muy poco control sobre el sonido que nos rodea.

También es una situación en la que no vamos a poder llevar normalmente un equipo equivalente al que tendríamos en estudio: por peso y sobre todo por comodidad.

Aquí se trata de minimizar en lo posible todo ese ruido ambiental que nos puede estropear la grabación.

El objetivo es que la voz sea perfectamente inteligible y que el sonido ambiente forme parte de la grabación pero sin que resulte molesto o que pueda llegar a distraer.

Enemigos del sonido en el exterior:

  • El viento
  • El ruido del tráfico
  • Aviones, helicópteros… y el colega de la moto con los escapes trucados, que está esperando justo para cuando te pones a grabar
  • Conversaciones en lugares públicos, niños jugando…

 

Equipo que suele ir bien en estas situaciones (por orden de calidad que nos puede ofrecer):

 

Más información sobre micrófonos de solapa

Más información sobre micrófonos shotgun direccionales

Más información sobre grabadoras de sonido

 

 

Sonido en eventos

Este ejemplo sería para exponer una situación en la que no podemos controlar nada de lo que ocurre y que además se desarrolla en un entorno complicado, que no hemos elegido nosotros.

No me estoy refiriendo a montar un equipo de sonido para conciertos o similar. Eso es otro mundo aparte y ahí sí que hacen falta conocimientos más avanzados, mucha experiencia y un equipo profesional más completo.

Me refiero a una situación en la que nosotros llegamos a un evento que ya tiene su propio sistema de sonido (o no) y tenemos que adaptarnos para conseguir la mejor calidad posible en esas circunstancias.

Equipo / configuración que podría ir bien:

  • Grabadora de sonido portátil conectada a la mesa de mezclas del evento
  • Micrófono direccional situado cerca de la fuente principal de sonido (conectado a grabadora portátil)
  • Micrófono direccional situado cerca de la fuente de sonido, con sistema inalámbrico (el receptor a grabadora digital o directamente a cámara)
  • Micrófono o grabadora situado cerca de alguno de los altavoces del evento

 

En este tipo de situaciones normalmente interesa grabar por un lado el sonido principal (una persona hablando, cantando, etc.) y por otro lado el sonido ambiente, que también puede ser importante y puede aportar más información a la historia.

Luego en edición nosotros decidimos qué sonido tiene más relevancia dependiendo del momento.

El sonido ambiente se suele grabar con micrófonos omnidireccionales, pero dependerá lógicamente de cada situación concreta.

 

Grabadoras de sonido recomendadas para vídeo

 

 

Sonido para cortometraje o producciones de vídeo

En este tipo de situaciones tenemos normalmente una limitación importante: no queremos que el micrófono aparezca en el encuadre.

La regla de oro sigue siendo la misma, intentar que el micrófono quede lo más cerca posible de la fuente de sonido.

Se suelen usar bastante los micrófonos de solapa. Se pueden esconder bien entre la ropa y se puede utilizar una grabadora externa pequeña (petaca) que también se podría ocultar con la ropa de la persona que lo lleva.

Otra opción sería utilizar micrófonos inalámbricos, es decir, un micrófono de solapa conectado a un emisor (petaca) que iría escondido en la ropa.

Sin embargo, si no podemos esconder el micrófono de ninguna forma, el rey aquí sería el micrófono direccional.

Se suele utilizar montado en una pértiga para que esté lo más cerca posible de los actores sin que salga en el plano (habitualmente situados un poco por encima de las cabezas de los actores, apuntando a su cara)

Como normalmente se necesitan cables largos es preferible usar equipo XLR. Los cables balanceados proporcionan una protección perfecta para evitar interferencias electromagnéticas.

 

Más información sobre micrófonos shotgun

 

 

Tipos de micrófono: de condensador vs dinámicos

Hay básicamente dos tipos de micrófono según su principio de funcionamiento.

 

Dinámicos

La membrana está unida a una bobina que se mueve alrededor de un imán. El movimiento genera una señal eléctrica por inducción.

No necesitan alimentación externa.

Aislan muy bien el sonido ambiente (ya que tienen poca sensibilidad) por lo que se utilizan mucho en conciertos y en grabaciones donde no hay control sobre el entorno o es un entorno muy ruidoso.

Son muy resistentes a golpes

Son muy resistentes a niveles de sonido muy altos

Tienen muy buen comportamiento para la voz

 

De condensador

La membrana mueve una de las placas de un condensador (en la cápsula del micrófono) y provoca variaciones de tensión: convierte los cambios de presión sonora en señal eléctrica.

Necesitan alimentación externa.

Sensibilidad muy alta, captan mejor los sonidos débiles y por lo tanto recogen mejor los matices de la voz o de los instrumentos.

Mejor respuesta en frecuencia, más transparente (depende de la construcción física)

Son muy delicados: golpes o sonidos muy fuertes pueden romperlos

Buen comportamiento para voz y casi todo tipo de instrumentos. Como la respuesta es más plana es más fácil trabajar luego el sonido en edición si fuera necesario.

 

De cinta

Son un tipo especial de micrófono dinámico. Utiliza el mismo principio pero en lugar de usar un diafragma con una bobina, el micrófono de cinta utiliza una cinta de aluminio muy fina para generar la corriente eléctrica por inducción.

Son muy muy delicados y su respuesta en frecuencia es limitada. Sin embargo, esa respuesta en frecuencia tan peculiar refuerza muy bien el sonido de la voz, la zona de graves y medios, y fueron muy usados a mediados del siglo XX.

En la actualidad se utilizan muy poco, en estudios de grabación y para usos muy concretos.

 

 

Tipos de micrófonos según su patrón polar

El patrón direccional o patrón polar nos dice cómo capta sonido el micrófono según la dirección espacial de la que recibe el sonido.

Como es muy difícil hacer una representación en 3 dimensiones se suele utilizar una representación polar (como si estuviéramos mirando desde arriba)

La dirección en 0 grados correspondería con la dirección de máxima sensibilidad del micrófono.

El patrón polar utiliza una escala logarítmica, en decibelios.

 

  • Omnidireccionales
    Recogen por igual el sonido en toda la esfera a su alrededor. Son ideales por ejemplo para recoger sonido ambiente
  • Cardioides
    Son más sensibles en una dirección, una semiesfera realmente. Es decir, si están apuntando hacia una dirección todo el sonido que llegue desde atrás o desde los laterales quedará muy atenuado.
  • Supercardioides, hipercardioides…
    Diferentes versiones de micrófonos direccionales, con ángulos de captación más estrechos. Son patrones típicos de los micrófonos de cañón (shotgun)
  • Bidireccionales
    Básicamente serían como dos cardioides unidos en un único micrófono. Recogen el sonido de la parte delantera y la trasera, y atenúan los sonidos laterales. Se les suele conocer también como de figura 8 (figure 8 microphone) por la forma de su patrón polar.

 

 

 

Tipos de micrófono según formato / uso habitual

 

Micrófonos de solapa

Los micrófonos de solapa son posiblemente la opción más sencilla y económica.

Se utilizan en todo tipo de situaciones: en estudio, en exteriores, en rodaje de cortometrajes, publicitarios, etc.

 

Conexión de micrófono a grabadora de mano

 

Su principal ventaja es que se colocan muy cerca de la fuente de sonido. Simplemente con eso ya conseguimos un sonido más limpio, aislando gran parte del ruido ambiente.

Suelen ser micrófonos omnidireccionales (captan el sonido que les llega de todas las direcciones) aunque el cuerpo de la persona que lo lleva hace de escudo con respecto al sonido que viene de la parte de atrás.

Aquí tienes algunos micrófonos de solapa recomendados, con buena relación calidad precio.

Serían micrófonos de gama media, que se pueden utilizar para proyectos profesionales, pero están más orientados a un usuario aficionado.

Las configuraciones más habituales usando micrófono de solapa serían:

 

 

Micrófonos de estudio

Si grabamos en un entorno controlado, por ejemplo en una habitación tranquila, nos quitamos del medio un montón de problemas: el viento, ruidos del entorno…

 

Configuraciones con micrófono de estudio

En estas condiciones vamos a tener ya de partida un sonido muy limpio.

Sobre todo si hemos cuidado la acústica. Aquí tienes más información sobre cómo funciona la acústica de un recinto cerrado: reverberación, ecos, modos de resonancia

 

Los micrófonos de estudio nos van a permitir captar y realzar los detalles y matices de la voz (o música si grabamos instrumentos)

 

¿Qué ventajas tienen los micrófonos de estudio?

  • Son más grandes que los micrófonos de solapa.
    Sus elementos activos son más sensibles (diafragma más grande) y tienen un mejor comportamiento.
    Se sitúan cerca de la fuente de sonido.
    Por ejemplo, con respecto a los micrófonos de tipo cañón / shotgun que se colocan encima de la cámara, captan muchísimo mejor todos esos detalles de la voz que se pierden o se atenúan con la distancia.

 

¿Qué desventajas tienen?

  • Suelen ser más caros, a igualdad de gama, que los micrófonos de solapa
  • Son más voluminosos.
    No sólo el micrófono en sí, sino todos los accesorios y equipo auxiliar que necesitamos.
  • Curva de aprendizaje
    No por el tipo de micrófono, sino porque buscamos la mayor calidad de sonido y tendremos que aprender un poco más sobre cómo optimizar todos los procesos

 

Hay cientos de opciones para grabar en estudio con calidad profesional.

Si no te quieres complicar mucho la vida puedes ir directamente a un micrófono USB.

Los micrófonos USB incluyen en un mismo elemento todo lo necesario para captar el sonido y procesar la señal analógica (micrófono + preamplificador + conversor analógico digital + electrónica de comunicación mediante USB).

Simplemente se conectan al ordenador por USB y ahí ya recibimos la señal digital que podemos emitir directamente o la podemos grabar para pasarla posteriormente al vídeo.

Micrófonos USB recomendados

 

La otra opción es utilizar micrófonos de estudio convencionales (XLR), como los que se utilizan en los estudios de grabación.

Esto suele intimidar un poco porque entramos en un mundo con un lenguaje propio, estándares diferentes (conectores, equipos…) y parece todo muy complejo.

Pero no es así.

Las configuraciones básicas son muy sencillas y los equipos actuales lo hacen todo más fácil.

Básicamente necesitas: el micrófono + un cable XLR + una interfaz de sonido + el ordenador donde se graba o se emite en directo.

Usar equipo de sonido convencional tiene varias ventajas:

  • En primer lugar la flexibilidad para elegir la configuración más adecuada. Es una opción mucho más modular.
  • En general, a igualdad de precio conseguimos un equipo mejor, que ofrece más calidad de sonido.
  • Podemos conectar varios micrófonos a la vez, combinar micrófonos con otras fuentes externas, instrumentos, etc.
  • Entramos en los estándares del audio profesional, es decir, desde los conectores, la compatibilidad entre equipos de sonido, posibilidad de añadir todo tipo de accesorios…

 

Aquí tienes una configuración básica de lo que sería un estudio de grabación de sonido para vídeo o para hacer directos.

Micrófonos de estudio recomendados

Criterios para elegir la interfaz de sonido

 

 

Micrófonos externos direccionales

Hay ocasiones en que no es viable colocar micrófonos muy cerca de la fuente de sonido.

Por ejemplo, si estamos grabando a un grupo de personas, deportes.. en exteriores o en entornos en los que no tenemos tanto control como en un estudio.

O simplemente por comodidad cuando grabamos fuera del estudio y queremos un equipo portátil y sencillo de usar.

Micrófonos externos direccionales para cámaras

En estos casos podemos utilizar micrófonos direccionales acoplados directamente a la cámara (o al móvil mediante algún tipo de rig o soporte).

Estos micrófonos recogen muy bien el sonido en una dirección (frontal) y con un cierto ángulo de cobertura.

Fuera de esa zona de cobertura están ‘sordos’ o al menos atenúan bastante el sonido ambiente.

Tienen la ventaja de que aislan muy bien los sonidos propios de la cámara: motor de enfoque, manipulación de botones, pequeños golpes involuntarios..

Algunos incluyen también una especie de sistema de suspensión (anti shock o shock mount) que aisla los ‘toc’, los golpecitos que podemos dar involuntariamente a la cámara y que en un soporte rígido se transmitirían mecánicamente al micrófono.

Dentro de la gama media podemos encontrar micrófonos con muy buena relación calidad precio. Estas gamas están pensadas para usar directamente con cámaras, móviles o con grabadoras pequeñas. Utilizan conectores jack y son muy fáciles de usar y configurar.

Para usos más específicos o producciones que necesiten garantizar un nivel de calidad más elevado habría que pasar a la gama de sonido profesional, con micrófonos shotgun especializados. En estas gamas se utilizan conectores XLR normalmente y se necesitan grabadoras con ese tipo de conectores y alimentación phantom, o directamente alguna interfaz de sonido o mesa de mezclas.

Para vlogging, canales de youtube o incluso muchos proyectos profesionales, los equipos de gama media proporcionan una calidad más que aceptable.

Si buscas un micrófono externo pequeño, portátil, sin necesidad de alimentación externa, para usar directamente con la cámara, con una grabadora o con el móvil, la mejor opción por calidad / precio / prestaciones es probablemente el Rode VideoMicro:

 

 

Pero en cualquier caso echa un vistazo a este artículo para saber más sobre los micrófonos direccionales, sus pros y sus contras.

Y también algunos micrófonos direccionales recomentados para cámaras.

 

 

Grabadoras digitales de sonido

Las grabadoras de sonido son un complemento prácticamente indispensable si grabas vídeo en exteriores, fuera de estudio.

Grabadora de sonido digital Zoom H5

Incluso si grabas en estudio pueden suponer un salto de calidad importante en tu audio.

¿Qué ventajas tienen las grabadoras digitales?

  • Son dispositivos pensados y diseñados para grabar sonido.
    Toda su electrónica, sus conectores, sus procesadores internos están pensados para trabajar con señales de audio.
  • Los preamplificadores por ejemplo son más limpios.
    Introducen menos ruido, suelen tener mayor ganancia y son más lineales
  • Se tiene más control sobre los niveles y la señal analógica antes de pasar a digital
  • Dependiendo del modelo de grabadora podremos utilizar micrófonos XLR y podremos grabar varios canales a la vez, por ejemplo si hacemos entrevistas podremos tener dos o más micrófonos conectados a la grabadora.

 

Algunas grabadoras incluyen micrófonos integrados. Se podrían usar directamente como micrófonos, por ejemplo para entrevistas o para captar el sonido ambiente.

Aunque los micrófonos integrados suelen ser de cierta calidad casi siempre es preferible utilizar las grabadoras con micrófonos externos especializados: micrófonos de solapa, micrófonos XLR o micrófonos de cañón (shotgun)

Aquí puedes encontrar algunos modelos de grabadoras digitales de sonido que recomendamos para tus proyectos.

 

 

Más:

Estudio básico de grabación de vídeo para YouTube

Cámaras recomendadas para vídeo (para youtubers, vlogs, etc.)

Cámaras recomendadas para vlogging

Cómo ajustar los niveles de sonido para conseguir la mejor calidad

Micrófonos de estudio recomendados (+Interfaz de sonido)

Micrófonos USB de estudio recomendados

Micrófonos externos para cámara (tipo shotgun / de cañón)

Micrófonos inalámbricos recomendados

 

 

¿Necesito una cámara mejor para hacer mejores fotos?

Vamos a darle unas vueltas a esa idea generalizada de que para hacer mejores fotos necesito una cámara mejor. Es una forma de pensar que puede generar mucha frustración y nos puede llevar a tirar el dinero en equipo que realmente no necesitamos. 

 

Mejor cámara: mejores fotos

 

 

 

Hay una frase odiada por todos los fotógrafos del mundo: ‘claro, con esa cámara… cualquiera

Es como decir: con esa bici también gano yo el Tour de Francia. Con esos pinceles y pinturas también pinto yo La Gioconda

Creo que todos estaremos de acuerdo en que lo que importa realmente es la persona que utiliza las herramientas, no las herramientas en sí.

Por otro lado, tampoco quiero transmitir esa idea sobresimplificada de que la cámara no importa.

El equipo fotográfico importa… pero no importa tanto.

Para entender el razonamiento y los matices voy a hablar de tres conceptos: calidad de una foto, calidad de imagen y las prestaciones (de una cámara o del equipo en general).

Me parecen cuestiones interesantes, pero si no quieres leer mucho… puedes saltar al último apartado: ¿Para conseguir mejores fotos necesito una cámara mejor?

Voy a hablar todo el rato de fotografía, pero todo lo que comento es extrapolable a vídeo y a cualquier creación multimedia.

 

Calidad de una foto

Cuando decimos que una foto es buena, mediocre o mala estamos expresando en realidad una opinión personal.

El arte, una obra artística, se caracteriza por su valor.

El valor es una cualidad relativa y totalmente subjetiva, personal.

Por ejemplo, una foto con la peor composición del mundo, con las luces quemadas, desenfocada… puede tener mucho valor para mí porque en ella aparece un familiar y la foto es uno de los pocos recuerdos que conservo.

O imagina una foto histórica, muy deteriorada por el paso del tiempo, pero es la única foto que recoge un momento único e importante.

Ahora piensa en alguna fotografía muy famosa, muy valorada.

El hecho de que le guste a muchas personas y/o que sea muy valorada por el experto de turno no quiere decir que a ti o a mí nos tenga que gustar o que la valoremos de la misma forma.

Cada persona es un mundo y cada individuo percibe la realidad de una manera diferente.

La percepción cambia y evoluciona con las experiencias vividas, por ejemplo según el recorrido cultural de cada uno.

Y la percepción está modulada por la parte cognitiva del cerebro: condicionamientos, prejuicios, conocimiento adquirido, etc.

Para intentar explicarlo, vamos a imaginar una serie de experimentos mentales.

 

Experimento  1:

Imagina que se monta una exposición de fotografía de Fulanito García, un vecino aficionado a la fotografía. Pero en lugar de colocar fotos de Fulanito, se colocan fotos un poco menos conocidas de Cartier-Bresson (sin que los espectadores lo sepan, claro)

¿Cómo crees que el público valorará las fotos? ¿Reconocerán en esas fotos la obra de un ‘genio’?

¿Las valorarán como: ‘tiene mucho mérito para ser un aficionado‘?

¿O es incluso posible que no gusten esas fotos: ‘¿por qué las ha hecho en blanco y negro?‘, ‘no tienen nitidez‘, … ?

Si tuviera que apostar, yo me inclinaría más por la última opción.

 

Experimento 2:

Imagina ahora la situación contraria. Se monta una exposición con el título: Las fotos inéditas de Catier-Bresson, uno de los grandes fotógrafos de la historia, pero en realidad se colocan fotos de Fulanito García, en blanco y negro, y con un estilo similar para que sean consistentes con las expectativas generadas.

¿Cómo crees que reaccionará el público? ¿Valorarán las fotos por su contenido o estarán condicionados por sus propias expectativas?

 

Experimento 3:

Las fotos que triunfan en redes sociales, ¿crees que son fotos creadas por genios de la fotografía?

¿Crees que triunfarían en redes sociales fotos clásicas de los grandes fotógrafos de la historia?

Yo estoy bastante convencido de que la mayoría de esas fotos pasarían sin pena ni gloria…

 

Experimento 4:

Imagina que me muestran una foto de una flor. Es una flor muy pequeña, no especialmente atractiva, con un color apagado y pálido. No me dice gran cosa. La foto tiene inicialmente muy poco valor para mí (hay millones de fotos de flores más atractivas).

Días después me cuentan que para tomar esa foto, el fotógrafo tuvo que viajar durante años hasta una zona perdida del Tíbet, la única zona del mundo donde vive esa planta, y que la floración sólo tiene lugar cuando se dan unas condiciones de humedad, luz y temperatura muy concretas, quizás una o dos veces por década.

La valoración de la foto cambia radicalmente. Ahora tengo curiosidad por ver la flor de nuevo y me parece increíble la dedicación del fotógrafo… La foto tiene ahora un gran valor para mí.

 

Mi pregunta es: ¿valoramos una foto por la foto en sí, por su contenido (incluyendo los aspectos artísticos), según nuestros propios gustos y criterios? ¿O la valoramos condicionados por cuestiones ajenas a la foto en sí?

Y otra cuestión: nuestros propios gustos y criterios… ¿son realmente nuestros? ¿forman parte de nosotros o se van construyendo a partir de las experiencias y de la influencia de otros?

Piénsalo.

Es complejo, ¿verdad?

 

Ingredientes de una ‘buena foto’

A pesar de todo, podríamos decir que hay una serie de factores comunes en la forma en que todos los humanos percibimos la realidad. Y el arte como expresión o representación de esa realidad.

Cada individuo a su manera, sí. Y cada cultura a su manera.

Pero desde un punto de vista estadístico, hay una serie de patrones que nos resultan en general más atractivos a la mayoría (de los humanos) o que nos llaman más la atención.

 

¿Qué ingredientes suelen tener las fotos que resultan atractivas? ¿Qué suele incluir una foto para que sea valorada positivamente por un gran número de personas?

  • El momento
    Muchas fotos son únicas porque representan un momento, un instante, una situación realmente única, que no se va a volver a repetir nunca más.
  • El contenido
    Si el contenido es interesante, es muy probable que la foto sea interesante.
    O al menos dará al fotógrafo una materia prima muy buena.
  • La composición
    Algunos elementos de la composición tienen que ver con esos denominadores comunes que compartimos los humanos.
    Cómo percibimos la realidad y qué cosas nos resultan atractivas tiene mucho que ver con la evolución como especie.
    Pero la composición está también influenciada por la parte cultural, por condicionamientos y sesgos.
  • La luz
    Yo personalmente la incluiría dentro del apartado del contenido.
    La luz, las relaciones de luces y sombras, el color… pueden ser protagonistas por sí mismos.
  • La historia que cuenta esa imagen
    Pero aquí también hay que incluir la participación activa del espectador y su trayectoria cultural.
    Si el creador y el espectador no hablan el mismo lenguaje (conocen los mismos códigos) o no entienden el mismo contexto, la obra carecerá de significado y de valor para ese espectador en concreto.

 

Yo lo resumiría de la siguiente forma: el valor de una foto tiene que ver con su contenido (para mí la parte más importante) y con cómo se muestra ese contenido.

Si el contenido es atractivo, la foto probablemente será atractiva para muchas personas. Dentro de contenido incluyo también el momento, la luz y el color. Digamos que serían ingredientes más universales.

La composición también se basa (al menos en parte) en ciertos patrones universales que tienen que ver con la percepción visual humana.

Un buen contenido, cocinado con una buena composición, sería la receta ideal.

 

A modo de resumen:

  • Cuando hablamos de ‘calidad de una foto’ estamos hablando realmente de valor de una foto.
  • Cada persona valora cada foto de una forma totalmente subjetiva y personal.
  • Si el contenido de una foto no tiene interés y no incluye ningún ingrediente artístico: es muy probable que esa foto tenga poco valor para la mayoría de las personas.
  • Una foto con un contenido interesante y/o con ingredientes artísticos: tendrá más posibilidades de que sea mejor valorada por más personas.
  • Que una foto tenga muchos ingredientes no garantiza que guste a todo el mundo, es posible incluso que pase totalmente desapercibida.

 

 

Calidad de imagen

Calidad de imagen hace referencia a algo totalmente diferente.

Si pensamos en una foto como una representación de la realidad, la calidad de imagen la podríamos entender de alguna forma como la fidelidad de esa representación, y pueden intervenir características como:

  • Nitidez
  • Resolución
  • Rango dinámico
  • Ausencia de artefactos (ruido electrónico, grano, flares, aliasing, defectos de la película…)

 

La calidad de imagen tiene que ver con cuestiones técnicas, objetivas.

Ninguna de esas cuestiones aparecía en la lista de ingredientes del apartado anterior, los que relacionábamos con el valor de una foto.

Por decirlo de alguna forma, los aspectos técnicos son ingredientes secundarios, la guinda del pastel si lo queremos ver así.

Si imaginamos la pirámide de Keops en Egipto como representación del valor de una foto: la monumentalidad de la construcción serían los ingredientes ‘artísticos’, mientras que el recubrimiento de caliza blanca pulida que tenía originalmente esa pirámide representaría la calidad de imagen.

Sin ese recubrimiento, cuando nos acercamos, la pirámide se ve tosca, con artefactos (bloques rotos, trozos desprendidos), sin nitidez… Pero su valor sigue siendo enorme.

La calidad de imagen añade muy poco valor a una foto.

Puede restar valor si los efectos son muy perceptibles, son muy molestos o distraen (distraen o no nos dejan apreciar el contenido y la parte artística).

 

Percepción de la calidad de imagen

La percepción visual humana es muy compleja.

Por un lado tenemos las limitaciones físicas del ojo: la agudeza visual, que depende de cada persona, su edad, etc. nos hablaría un poco de la resolución, de la capacidad de percibir detalles muy pequeños.

Y por otro lado tenemos toda la parte del cerebro, donde realmente reside la visión humana, en la que intervienen los mecanismos de atención, reconocimiento e interpretación.

La gracia es que a partir de un cierto nivel de calidad vamos a percibir una imagen como ‘perfecta’.

Superado ese umbral, da igual si hacemos que la imagen tenga más resolución, da igual si aumentamos su relación señal a ruido, da igual si aumentamos el rango dinámico… No vamos a ser capaces de distinguir esas mejoras o no nos van a importar lo más mínimo.

He comentado que en la percepción intervienen muchos procesos cognitivos superiores, que van a condicionar la interpretación.

Dada una imagen concreta, la percepción va a depender de la persona, del momento, de su estado de ánimo, del contexto de la imagen (información adicional sobre el autor, el estilo…), va a depender mucho de sus sesgos…

Por ejemplo, alguien que esté obsesionado con la nitidez (en el buen sentido) estará más predispuesto a notar cualquier pequeña falta de nitidez.

Alguien que esté obsesionado con el ruido se va a fijar mucho más en el granulado…

Pero en general, los mecanismos de atención nos van a llevar al contenido de la imagen, a lo que representa.

Y el cerebro va a filtrar probablemente todos esos pequeños ‘defectos’ siempre que no sean muy evidentes y molestos.

 

El contenido (casi siempre) gana

Hay muchísimas fotos premiadas y reconocidas a nivel mundial que tienen una calidad de imagen pésima.

Sobre todo en fotoperiodismo y fotografía basada en el ‘momento’.

El valor que aporta el contenido en esas fotos es tan grande, que aunque la calidad de imagen sea pobre y reste bastante, el valor sigue siendo enorme.

Siendo prácticos, deberíamos centrarnos sobre todo en el contenido (incluyendo los ingredientes artísticos), ya que vamos a conseguir casi con toda seguridad fotos con más valor.

Sin embargo, muchas veces nos obsesionamos (yo el primero) con buscar la perfección en esas tonterías que apenas aportan valor a la foto en su conjunto: que tenga una nitidez perfecta, que no tenga ni una traza de ruido o grano…

 

 

Prestaciones del equipo fotográfico

Esto lo vamos a entender de una forma muy sencilla.

Simplemente hay que pensar que la cámara y el equipo son herramientas.

Como fotógrafos, queremos conseguir un determinado resultado artístico: contenido de interés + ingredientes artísticos + una cierta calidad de imagen.

Unas herramientas nos facilitarán ese trabajo y otras herramientas nos limitarán.

Las prestaciones del equipo son el conjunto de características y funciones que nos facilitan la tarea en determinadas situaciones. También incluyen aspectos de calidad de imagen, pero nos vamos a centrar en características que supongan un factor limitante.

 

Cámaras de propósito general

La mayoría de las cámaras de fotos actuales son herramientas de propósito general. Sus prestaciones cubren un rango enorme de situaciones.

Y la mayoría de las veces el principal factor limitante somos nosotros mismos, la persona que está detrás de la cámara.

Pero hay situaciones concretas en las que el equipo nos puede limitar.

Voy a poner unos ejemplos:

Queremos hacer fotos en la selva, en un entorno donde llueve y hay muchísima humedad. Un equipo que no esté sellado nos puede llegar a limitar o nos va a complicar la tarea. Podemos trabajar con equipo no sellado, pero nos va a limitar cuando llueva, vamos a tener que protegerlo de alguna forma, vamos a estar muy pendientes del equipo y no de la parte creativa, etc.

Queremos hacer fotos de aves en vuelo en un acantilado. Si no tenemos un teleobjetivo nos va a ser muy complicado conseguir ciertos encuadres. Las prestaciones del equipo van a ser importantes en esta situación.

Queremos hacer fotos de un evento deportivo en un pabellón. Es una situación muy compleja para el equipo por la falta de iluminación. Lo ideal sería trabajar con un teleobjetivo con gran apertura para usar velocidades de obturación altas y congelar el movimiento de los deportistas. El equipo nos puede limitar en estas situaciones.

Queremos hacer fotos a vista de pájaro de un paisaje. Si tenemos un dron podremos hacer esas tomas aéreas. Si no tenemos dron tendríamos que alquilar un servicio de avioneta o helicóptero o similar.

Queremos hacer fotografía planetaria. Necesitaremos un telescopio con unas ciertas características para obtener imágenes con una mínima calidad y detalle. Si no tenemos el equipo adecuado es imposible hacer ese tipo de fotos.

Queremos hacer fotografía submarina. Necesitaremos una cámara especial o una carcasa submarina estanca que nos permita sumergir la cámara. Si no tenemos ese equipo no podremos hacer esas fotos.

Queremos hacer vídeo en primera persona montando en bici. Podríamos hacerlo con cualquier cámara, pero puede ser un poco molesto llevar una cámara de 2kg anclada al casco… Una cámara de acción pequeña sería probablemente la opción más interesante.

 

En muchos casos las limitaciones se resuelven con equipo auxiliar, algo tan sencillo como un trípode, un filtro óptico, usar flash, iluminación extra, una carcasa submarina…

En otros muchos casos se resuelven mediante técnicas fotográficas (trucos)

Las cámaras de objetivos intercambiables además pueden ampliar su rango de trabajo mediante objetivos especializados: angulares, teleobjetivos, macro…

En última instancia, si la propia cámara se convierte en un factor limitante porque no tiene una determinada característica o funcionalidad, tendríamos que buscar otra herramienta más apropiada, otro modelo que tenga esas prestaciones concretas.

Las características que tienen que ver con ‘calidad de imagen‘ no suelen ser factores limitantes.

 

 

¿Para conseguir mejores fotos necesito una cámara mejor?

No.

Para conseguir mejores fotos necesito más conocimientos, experiencia y creatividad.

Teniendo conocimientos y experiencia voy a saber cuándo el equipo está limitando mi creatividad.

Y teniendo conocimientos voy a tener criterio suficiente para elegir el equipo más adecuado para solventar esas limitaciones: puede ser equipo auxiliar (trípode, flash, objetivo…) o puede ser una cámara que tenga la característica que necesito o que me va a hacer la vida más fácil.

Si tu cámara actual ofrece una calidad de imagen mínimamente decente (y prácticamente todas las cámaras actuales a partir de una cierta gama lo hacen, incluyendo la mayoría de los móviles) mi recomendación es que primero intentes aprender fotografía para mejorar la parte de técnica fotográfica (exposición y gestión de parámetros, entender los principios básicos de gestión de la luz) y luego todos esos aspectos que tienen que ver con la parte artística (que los podríamos englobar en lo que llamaríamos ‘composición’).

Una cámara más avanzada, más cara, de gama ‘profesional’, no va a hacer que obtengas mejores fotos, fotos con más valor artístico.

Vendría a ser como si alguien se plantea cambiar el coche por un camión para ir a comprar el pan todas las mañanas, porque el camión tiene más capacidad.

 

El camino largo y el camino corto

El camino largo es aprender fotografía y practicar, y practicar, y practicar…

Tener en mente un resultado artístico e intentar conseguir ese resultado, aplicando los conocimientos y utilizando las herramientas adecuadas.

Fallar mil veces para aprender de los errores y evolucionar.

El camino corto es…. darse cuenta lo antes posible de que no hay camino corto.

Si tienes dinero y/o tiempo, la mejor inversión es aprender.

Si te sobra el dinero y quieres comprar la ‘mejor’ cámara y el mejor equipo, adelante. Pero eso no te va a garantizar nada.

Sin conocimientos vas a hacer exactamente las mismas fotos que hacías antes, quizás con un poco más de nitidez y con un poco menos de ruido, pero el valor de las fotos será prácticamente el mismo.

 

Una cámara para disfrutar

Dicho eso…

Ya que vamos a emprender un camino largo, mejor hacerlo en buena compañía.

Aquí me voy a poner en modo fotógrafo aficionado. Un fotógrafo profesional elegirá el equipo basándose en su negocio.

Para un fotógrafo aficionado creo que la única motivación es disfrutar y aprender, aprender y disfrutar.

Mi recomendación es que intentes elegir una cámara con la que disfrutes. Que disfrutes por el simple hecho de usarla, independientemente de los resultados.

A veces no te va a apetecer salir a hacer fotos. Tu cámara tiene que ser un aliciente: no me apetece salir, pero es que veo la cámara ahí y me está diciendo que la saque a pasear… 

El mayor error (desde mi punto de vista) es elegir una cámara con las mejores prestaciones del mundo, pero que te dé una pereza enorme salir con ella. O que no te motive nada. Es como salir a hacer senderismo con unos zapatos de tacón.

Como aficionado, si tienes que elegir entre lo que te dice tu corazón y las prestaciones, haz caso a tu corazón.

Ya tendrás tiempo más adelante, cuando tengas muchos conocimientos y experiencia, de valorar si necesitas una cámara más ‘avanzada‘.

 

La pirámide del valor

Tomando la analogía de la pirámide, vamos a ver qué necesitamos para construir una foto de gran valor (coloquialmente: una buena foto).

Iríamos desde la base de la pirámide, sus cimientos, hacia arriba, aquí en la lista aparecen de arriba hacia abajo. Y para cada bloque voy a incluir un porcentaje, que refleja un poco la importancia que le daría yo a cada apartado:

 

  • Conocimientos fotográficos (técnica fotográfica): un 10%
    Serían los cimientos.
    No garantiza nada, pero nos van a permitir entender las limitaciones y cómo solventarlas, y nos van a dar los criterios necesarios para elegir el equipo más adecuado.
  • Trabajo puro y duro: un 35%
    Madrugar, patear el monte, viajar al quinto pino, estar en el lugar adecuado en el momento preciso, montar la iluminación más adecuada, paciencia para conseguir ese momento único, planificar, procesar y editar para obtener los resultados buscados…
  • Creatividad: un 25%
    Lógicamente depende mucho del tipo de fotografía, pero la creatividad es lo que va a marcar un poco la diferencia.
    El trabajo duro y los conocimientos nos pueden dar buenos resultados, pero la creatividad sería un poco la guía que nos permite canalizarlos hacia un propósito.
  • Recursos artísticos (composición, entender la luz, entender la percepción visual humana…): un 25%
    Digamos que esta parte nos va a hacer más eficientes.
    Todos tenemos creatividad y todos tenemos dotes artísticas, pero a veces no sabemos cómo expresarlas.
    Los recursos artísticos se aprenden, a modo de buenas prácticas, y se pueden aplicar incluso cuando nuestra creatividad está un poco dormida.
  • Cámara y equipo: un 5%
    Sí, para hacer fotos necesitamos una cámara, pero cualquier cámara actual cubre un rango enorme de situaciones.
    El tipo de cámara y su gama no puede ser una excusa y en general no es el factor limitante.
    Sólo en situaciones muy concretas y específicas nos puede llegar a limitar el equipo. Y darse cuenta de esto forma parte también del conocimiento (los cimientos de la pirámide)

 

Como podrás imaginar, los porcentajes son totalmente inventados, lo que quiero es dar una idea de la importancia que yo personalmente intento dar a cada apartado.

Todos los apartados, menos el del equipo fotográfico, forman parte del camino largo: aprendizaje y trabajo.

La creatividad se cultiva con el conocimiento y la experiencia. Y a veces la creatividad no es ni siquiera un factor tan importante.

Se podría aplicar perfectamente lo de que la genialidad es 1% de inspiración y 99% de transpiración.

O dicho de otra forma: la mejor cámara del mundo no va a salir a la calle a hacer fotos mientras tú estás sentado en el sofá.

Los mejores fotógrafos son los que buscan activamente la situación, están ahí cuando las cosas ocurren (y están preparados), planifican para conseguir exactamente lo que quieren transmitir… en pocas palabras: se lo curran.

Y da igual si se trata de fotógrafos profesionales o aficionados. Esas etiquetas no tienen nada que ver con los conocimientos, la creatividad, las ganas o los resultados.

 

¿Aplicaría todo esto para vídeo?

Para vídeo vale perfectamente todo el razonamiento anterior, pero…

La parte de vídeo tiene sus propios matices, o podríamos decir que hay que tener en cuenta más factores en la parte técnica.

Por ejemplo toda la parte de audio:  el sonido es tan importante como la imagen, y en muchas ocasiones es lo más importante en una producción.

Y las especificaciones técnicas de la cámara en función de las necesidades. Por poner un ejemplo tonto, si vas a publicar en 4K necesitarás como mínimo una cámara que permita grabar en 4K.

Aspectos como el sistema de enfoque automático en vídeo pueden ser importantes dependiendo de la situación (por ejemplo si nos grabamos a nosotros mismos sin ayuda o si tenemos que grabar situaciones complicadas)

Aquí tienes más información sobre criterios a la hora de elegir una cámara para vídeo.

Pero toda esa parte técnica y de prestaciones están igualmente al servicio de la parte artística y creativa.

En vídeo, como en foto, lo importante es el contenido y cómo se muestra ese contenido. y límites

 

 

 

Precios de las cámaras para fotografía y vídeo

Guía rápida para entender los precios de las cámaras. Si estás buscando una cámara por primera vez o quieres actualizar tu cámara actual: echa un vistazo porque te puede interesar.

 

Precios de las cámaras y mercado fotográfico

 

Elegir cámara en función del presupuesto

El presupuesto es uno de los principales criterios de decisión a la hora de comprar una cámara.

Intenta elegir siempre la cámara (el equipo) que necesitas, no el equipo más caro.

No existe una cámara perfecta porque muchos de los factores son incompatibles entre sí: tamaño, prestaciones, peso, precio…

Elegir una cámara implica siempre un compromiso: hay que renunciar a ciertas características para conseguir otras.

Me voy a centrar en el tema del precio.

 

El precio de las cámaras

Como ocurre con otros productos, el precio de los equipos de fotografía no escala de forma lineal con sus prestaciones.

Imagina que queremos comprar una cámara de objetivos intercambiables y miramos varios modelos de diferentes gamas.

El modelo base (gama de entrada) tiene un precio de 500 euros. Con ese modelo digamos que vamos a cubrir el 90% de las situaciones (las situaciones previstas por este hipotético usuario).

La cámara de gama intermedia cuesta 1000 euros. Tiene características adicionales y nos va a permitir cubrir el 95% de las situaciones.

La cámara de gama profesional cuesta 5000 euros. Sensor más grande, algunas prestaciones adicionales, nos va a dar margen para cubrir el 97% de las situaciones.

Son números inventados, pero la idea es que cada pequeño salto en prestaciones se corresponde con un salto mucho más grande en precio.

 

La cámara de 5000 euros no es 10 veces mejor que la cámara de 500 euros. Ni va a hacer mejores fotos (en este artículo hablo un poco sobre el valor de una foto o cualquier otra obra artística).

Tanto una como la otra nos van a ofrecer resultados indistinguibles desde el punto de vista artístico en la mayor parte de las situaciones.

La diferencia está en que la cámara de gama más alta nos puede dar más margen de maniobra en determinadas situaciones, por ejemplo cuando no tenemos ningún control sobre las condiciones externas:

  • Situaciones de poca luz, en las que no podemos usar iluminación adicional y necesitamos una velocidad de obturación alta. Eventos sociales, deporte en interior (indoor)…
    Por ejemplo, a igualdad óptica, quizás una cámara con un sensor más grande y/o tecnológicamente más avanzado me puede dar una pequeña ventaja adicional.
  • Condiciones adversas del entorno: humedad, salpicaduras de agua, polvo…
    Un equipo sellado me da más garantías y margen en esas situaciones concretas.
  • Situaciones con elementos que se mueven a gran velocidad: fotografía de aves, deportes de acción, motor…
    Una cámara con un sistema de enfoque más rápido y preciso, y con una ráfaga mayor, me podría dar cierta ventaja, aumentando la tasa de ‘fotos buenas’.

 

También puede ocurrir que busquemos una característica técnica muy concreta.

En ese caso, aunque no necesitemos muchas de las características ‘extra’ no tendríamos más remedio que elegir el modelo que sí incluye lo que necesitamos.

  • Por ejemplo, si una revista nos pide imágenes con resolución mínima de 50Mpx, no nos valdría una cámara de 20Mpx.
  • Si tenemos la necesidad de grabar en 4K para un proyecto, no podríamos usar una cámara que sólo graba Full HD

 

Un fotógrafo profesional (o cualquier persona que utilice el equipo para ganar dinero, por ejemplo creadores de contenido) elige el equipo, o creo que debería hacerlo, basándose en criterios relacionados con su negocio:

  • Que ofrezca las características técnicas mínimas que necesita para sus proyectos.
  • Que ofrezca ese margen extra de maniobra para situaciones en las que no tiene el control del entorno.
  • Que ofrezca un margen extra de seguridad o redundancia si fuera necesario: por ejemplo cámaras con doble ranura de tarjeta para mantener una copia de seguridad del evento, cámaras con sellado al polvo y la humedad, robustas y fiables…
  • Que le permita trabajar con la mayor eficiencia posible: el tiempo es dinero.

 

No todos los fotógrafos profesionales necesitan la cámara ‘último modelo’ o la más cara o la más grande o la que tiene más prestaciones o lucecitas de colores.

Un profesional no hace mejor su trabajo por tener el equipo más caro. Hace mejor su trabajo por sus conocimientos y experiencia. Y esos conocimientos incluyen saber elegir con criterio las herramientas más adecuadas.

 

Recomendaciones antes de comprar una cámara

Nos vamos a poner ahora en la piel de un fotógrafo aficionado: no tenemos una responsabilidad con nuestros clientes (el cliente somos nosotros mismos) y la finalidad última es disfrutar de esa afición.

Disfrutar, aprender, disfrutar, aprender… Es el círculo virtuoso de la fotografía.

 

Si no tienes ni idea de fotografía y buscas tu primera cámara…

Lo ideal sería aprender lo básico sobre fotografía y sobre las características técnicas más importantes. Cuanta más información tengas, más criterio tendrás a la hora de elegir.

Sé que esto es muy aburrido. Y que hay mucha información contradictoria y mucha basura.

Por otro lado, piensa que a partir de un cierto nivel de cámara, por ejemplo todas las cámaras de objetivos intercambiables (réflex y sin espejo) y las cámaras compactas avanzadas, todos esos modelos ofrecen una excelente calidad de imagen y prestaciones increíbles, tanto en fotografía como en vídeo.

Son cámaras de propósito general, que cubren un rango enorme de situaciones.

En ese sentido, es difícil equivocarse.

Tienes que pensar que esa primera cámara va a ser para aprender, para coger experiencia y para entender por qué a veces te limita… y si realmente te limita el equipo o tus conocimientos.

 

Una cámara para vídeo

Si buscas una cámara para vídeo (vídeo, directos, etc.) hay que tener en cuenta más factores.

Entran en juego características adicionales que pueden condicionar el tipo de proyectos que vamos a poder hacer con esa cámara.

Aquí tienes una guía con criterios de decisión para elegir una cámara para vídeo.

 

Intenta pensar a medio plazo

Por ejemplo, si vas a comprar una cámara de objetivos intercambiables, piensa qué objetivos vas a necesitar en los próximos 2-3 años, dependiendo del tipo de fotografía que sueles hacer o lo que tienes planeado.

El coste de los objetivos deberías incluirlo en el presupuesto.

Si no tienes claro qué objetivos vas a necesitar, haz igualmente un presupuesto global con cierto margen.

No gastes todo tu presupuesto en la cámara.

 

No vale la pena pensar a muy largo plazo o preocuparse por el futuro

Los sistemas cambian, la tecnología evoluciona, algunas marcas desaparecen…

Y no sabes si dentro de 5-10 años te va a seguir interesando esta afición o si te habrás especializado en algún tipo concreto de fotografía.

No tenemos una bola de cristal para predecir a muy largo plazo, y no vale la pena porque lleva a la parálisis por análisis.

Cuida tu equipo, disfrútalo y no te preocupes por el futuro a largo plazo.

El mercado de segunda mano suele funcionar muy bien.

 

Intenta evitar los ‘y si…’

Cuando miramos características y prestaciones lo queremos todo.

Tú no haces nunca ráfagas de 50 fotos por segundo, pero ¿y si un día las necesito?

¿Y si un día necesito hacer fotos bajo la lluvia o en medio de una tormenta de arena?

¿Y si un día necesito esa función que no sé ni para qué sirve? ¿Y si.. ? ¿Y si..?

Si no tienes claro si necesitas una función o característica es que probablemente no la necesitas.

 

¿Aficionado o profesional?

Ser aficionado o profesional no tiene nada que ver con los conocimientos ni con los resultados.

Un fotógrafo profesional es el que gana dinero con su trabajo como fotógrafo. Un creador de contenido que gana dinero con sus vídeos o con sus directos, es un profesional.

Un profesional debería tomar las decisiones de compra pensando en su negocio: qué equipo le va a facilitar las cosas y va a hacer que su negocio sea más rentable.

Alguien que busca una cámara para disfrutar de su afición no tiene ninguna presión. Su retorno de inversión se mide en satisfacción personal y su única meta es disfrutar y aprender, aprender y disfrutar.

Los criterios de decisión son en general muy diferentes y muy personales.

Mi principal recomendación para un fotógrafo aficionado que empieza:

  • Elige una cámara que te enamore, que te anime a llevarla contigo a todas partes
  • Olvídate de características técnicas exóticas y maravillosas… No van a hacer las fotos o los vídeos por ti. Lo importante está dentro de la cabeza.
  • La mejor inversión es aprender.

 

Evolución de precios y evolución del mercado

El mercado de la fotografía ha evolucionado muchísimo.

Los móviles han ocupado el nicho que antes ocupaban las cámaras compactas básicas (point and shoot) y cada vez ofrecen prestaciones más cercanas a las que pueden ofrecer cámaras más avanzadas.

Una persona sin conocimientos en fotografía obtendrá probablemente mejores resultados con un móvil que con una cámara ‘profesional’ en muchas situaciones.

Por otro lado, la evolución tecnológica de las cámaras digitales en fotografía no ha sido muy pronunciada: con una cámara de objetivos intercambiables de los últimos 10-12 años se pueden obtener fotos perfectamente válidas a día de hoy.

Una cámara moderna tiene más prestaciones, es más rápida, tendrá más resolución, mejor sensor, etc.  Pero no son mejoras radicales en fotografía, son mejoras incrementales. Nos dan más margen en determinadas situaciones pero no suponen una mejora radical con respecto a lo que ofrece una cámara ‘antigua’.

Una persona a la que sólo le interesa la fotografía, puede utilizar perfectamente su cámara de objetivos intercambiables con 10 años de antigüedad, sobre todo si ha invertido en objetivos.

En vídeo sí ha habido una evolución tecnológica mucho más rápida.

Alguien que quiere una cámara para vídeo probablemente tendrá que buscar un modelo mucho más reciente.

 

Evolución del mercado

La mejora de las cámaras de los dispositivos móviles y la evolución tecnológica (incremental) de las cámaras tradicionales en la parte de fotografía son algunos de los factores que han contribuido al estancamiento del sector o la gama orientada a los aficionados ‘principiantes’ o casuales.

Las marcas han ido apostando cada vez más por un cliente potencial que podríamos llamar entusiasta o aficionado más avanzado.

Las gamas de entrada prácticamente han desaparecido y los precios de esos modelos han subido, con lo que a veces compensa más ir a un modelo de gama media.

La situación tras la pandemia de 2020 supuso un punto de inflexión importante.

Los problemas de suministro y logística derivados de esa situación hicieron que disminuyera el stock y subieran los precios en general para todos los equipos fotográficos (y cuando un precio sube  y es aceptado por el mercado, es muy difícil que vuelva a bajar a los niveles anteriores).

 

 

Rangos de precios de las cámaras

En el caso de cámaras de objetivos intercambiables, el precio que comento hace referencia al cuerpo de la cámara (sin objetivo) o al kit típico de cámara con un objetivo zoom básico.

 

Por debajo de 500 euros

Es muy difícil encontrar una cámara nueva en estos precios que ofrezca una ventaja competitiva con respecto a un móvil de gama media.

Puedes mirar modelos un poco más antiguos, de hace unos años.

Para fotografía, cualquier cámara de los últimos 7-8 años ofrece calidad y prestaciones de sobra. A menos que busques características muy muy concretas y especializadas.

Para vídeo es preferible una cámara más reciente, pero dependerá mucho de tus necesidades concretas.

Si tu presupuesto es muy ajustado, en el mercado de segunda mano se pueden encontrar modelos descatalogados pero que siguen siendo excelentes opciones para fotografía.

 

Entre 500 y 1000 euros

Estarían las gamas  de entrada de cámaras de objetivos intercambiables, réflex y EVIL.

Son cámaras un poco más baratas que ofrecen muy buena calidad de imagen, pero recortan en algunas características extra.

Para un usuario aficionado pueden cubrir perfectamente la mayoría de situaciones, sobre todo en fotografía. Y pueden ser una buena opción para aprender fotografía.

Pero como comentaba un poco más arriba, a veces los precios de estos modelos no compensan, porque por un poco más tenemos los modelos de gama media, más completos y que pueden ofrecer una mejor experiencia de uso.

 

Los modelos que suelen estar en esta gama media son cámaras que ofrecen más extras y funciones auxiliares en fotografía.

Y en vídeo suelen tener mejores sistemas de enfoque y modos más avanzados.

En estas gamas es donde se encontrarían probablemente las cámaras con mejor relación calidad – prestaciones – precio.

  • Cámaras de objetivos intercambiables
  • Cámaras con sensor APS-C o Micro 4/3
  • Con características y prestaciones que cubren infinidad de situaciones en fotografía y vídeo
  • Que nos van a permitir adquirir objetivos más pequeños y ligeros…
  • Y esos objetivos, la gama media, suelen ser más asequibles

 

Es decir, son cámaras que nos van a dar prestaciones de sobra para la inmensa mayoría de los mortales y nos van a permitir evolucionar sin arruinarnos en el intento.

En esta gama también podríamos incluir las cámaras compactas de gama alta, para usuarios que buscan un todo-en-uno pequeño y ligero, y que no se quieren complicar con objetivos ni tienen intención de comprarlos en el futuro.

 

Por encima de 1000 euros

Estarían las gamas medias avanzadas (para aficionados avanzados) y las gamas profesionales.

Estas cámaras incluyen características más orientadas a un uso profesional (sellado contra polvo y agua, mejores materiales, más botones y controles, capacidad de procesamiento, doble ranura de tarjeta, más rapidez de funcionamiento…) y funciones más especializadas.

Hay que tener en cuenta que para aprovechar todo lo que ofrecen estas cámaras vamos a necesitar también objetivos de gama similar, que es lo que realmente va a afectar al presupuesto.

No tiene mucho sentido comprar una cámara de 2000 euros para usarla con un objetivo de 200 euros porque no tenemos más presupuesto (y es algo que ocurre muchísimo).

Y para sacarles partido hay que tener conocimientos más avanzados de fotografía.

Un usuario con pocos conocimientos no va a aprovechar el potencial de la cámara.

No recomiendo comprar este tipo de cámaras a menos que se tengan unos conocimientos avanzados y una experiencia previa.

Me parece perfecto si es una elección consciente:  mi cámara actual me limita en esta situación y en esta otra, que son muy importantes para mí y son situaciones recurrentes y muy habituales; estoy dispuesto a invertir más, porque necesito una herramienta más avanzada o más especializada.

Pero haz siempre un presupuesto con margen suficiente para incluir cámara y los objetivos que crees que vas a necesitar para no llevarte sustos o arrepentirte de la compra.

 

Sobre cámaras con sensor Full Frame

Como usuarios aficionados nos pueden tentar las cámaras con sensor Full Frame, de gama profesional.

El tamaño del sensor está relacionado con la calidad de imagen. Pero es importante que entiendas bien cómo influye, en qué situaciones y de qué forma, para no caer en errores que forman parte de los mitos y leyendas habituales.

Nos tenemos que plantear lo siguiente:

  • Un sensor más grande nos va a dar un margen de maniobra en situaciones complicadas, por ejemplo en situaciones de menos luz.
  • Un sensor más grande necesita ser ‘alimentado’ por una óptica de mayor diámetro.
  • Objetivos con lentes de mayor diámetro implican más volumen, más peso… y un precio más alto.
  • No tiene mucho sentido elegir un sensor grande para tener ese margen extra o ese pequeño plus de calidad de imagen, si luego lo vamos a usar con una óptica mediocre que hace de cuello de botella.

 

En resumidas cuentas: dar el salto a Full Frame implica normalmente duplicar o triplicar el presupuesto. No tanto por la cámara en sí, sino por los objetivos.

Es una decisión personal que cada uno tiene que valorar.

Aquí tienes más criterios para decidir si Full Frame es la mejor opción para ti.

 

 

Cómo usar el micrófono correctamente. Consejos y recomendaciones.

Voy a intentar recopilar información, pautas, consejos y recomendaciones que nos pueden ayudar a usar correctamente el micrófono al grabar voz.

 

Este artículo forma parte de la serie sobre grabación y tratamiento de sonido

 

 

1.- ¡Habla hacia el lado correcto del micrófono!

En la mayoría de los casos vas a utilizar un micrófono con patrón cardioide: capta bien los sonidos que llegan de la parte frontal (con respecto a su eje principal) pero atenúa los sonidos que llegan desde los laterales y sobre todo de la parte trasera (a 180 grados con respecto al eje principal)

Estos micrófonos tienen una zona ‘activa’ que corresponde con la colocación del diafragma.

Cada micrófono, cada modelo, tiene una posición de trabajo.

En algunos la parte activa está en la parte superior (como los micrófonos dinámicos que ves en conciertos)

Micrófono dinámico zona activa

 

En otros la parte activa está en uno de los laterales (muchos micrófonos de condensador tienen este formato)

Micrófono de condensador zona activa

 

Sobre todo en estos últimos: es muy fácil confundirse y hablarle al micrófono por el lado equivocado.

 

2.- Cuida la distancia al micrófono

La regla más importante al captar sonido es intentar que el micrófono esté situado lo más cerca posible de la fuente de sonido.

¿Por qué?

  • Porque de esa forma se maximiza la relación señal a ruido (SNR) en la parte de sonido.
    La señal en este caso es el sonido útil que queremos recoger (por ejemplo la voz de una persona) y el ruido es el conjunto de sonidos de ambiente o ruido de fondo y los efectos negativos de la acústica si estamos en un recinto (o en algún lugar en exteriores donde pueda haber algún tipo de eco).
  • Y se maximiza la relación señal a ruido en la parte de audio.
    Como la señal eléctrica generada por el micrófono tiene un nivel mayor (al estar la fuente más cerca), se diferenciará más con respecto al ruido electrónico generado en la parte de electrónica analógica: preamplificador y conversor analógico digital fundamentalmente.

 

La distancia óptima depende de cada tipo de micrófono, pero en general entre 10 y 20cm entre la boca y la parte activa del micrófono sería una buena separación.

Para micrófonos dinámicos la distancia puede ser incluso más pequeña, de unos 4-5cm.

 

Efecto de proximidad

En la mayoría de los micrófonos con patrón direccional (cardioide por ejemplo), si nos colocamos demasiado cerca, por debajo de esos 4-5cm aparece el efecto de proximidad, una especie de resonancia que amplifica los graves.

Este efecto puede ser agradable, dependiendo de la distancia, del tipo de voz y del estilo que queramos dar al sonido.

O puede ser muy molesto. Por ejemplo en micrófonos de tipo shotgun con tubo de resonancia suele ser bastante molesto.

 

¿Qué ocurre si nos alejamos mucho?

Si nos alejamos mucho del micrófono bajará la relación señal a ruido, tanto de la parte de sonido (más presencia de sonido ambiente) como de la parte de audio (más presencia de ruido electrónico).

La distancia al micrófono influye en la relación señal a ruido

 

A veces no queda más remedio.

Por ejemplo en escenas para cine, TV, publicidad, etc. no queremos que el micrófono aparezca en el plano.

A veces se puede esconder un micrófono de corbata.

Otras veces no queda más remedio que alejar el micrófono para sacarlo del plano.

Pero incluso en esos casos, cuanto más cerca se coloque mejor.

 

 

3.- Evitar los pops (consonantes explosivas)

Cuando hablamos, algunas consonantes explosivas como las pes (P) y las tes (T) por ejemplo, lanzan un chorro de aire que acompaña al sonido, una especie de onda de choque.

Si estamos muy cerca del micrófono y la boca apunta directamente al diafragma, el chorro de aire puede hacerlo vibrar, provocando un sonido muy desagradable.

Es decir, el diafragma capta primero el sonido de la consonante, pero inmediatamente después la onda de choque, que suena como un ‘pop’ molesto.

Muchos micrófonos están diseñados de tal forma que la cápsula con el diafragma está ‘escondida’ a cierta distancia. Y también suelen incluir en su interior una espuma de protección.

Pero no siempre es suficiente.

 

Usar filtro anti pop

El filtro anti pop reduce el efecto desagradable que provocan las consonantes explosivas.

También nos ayuda a mantener una distancia óptima con respecto al micrófono.

El inconveniente es que suele ser un accesorio algo aparatoso.

 

Usar espuma antivientos

La espuma antiviento también sirve como filtro anti pop, aunque suele ser menos efectiva.

Además, dependiendo de la densidad y forma de la espuma puede llegar a filtrar o atenuar el sonido de muy alta frecuencia (aunque creo que es mejor perder algo de ese brillo de alta frecuencia si podemos evitar los molestos pops).

 

Colocar el micrófono en ángulo

Si no tienes filtro anti pop puedes colocar el micrófono un poco fuera del eje de emisión de tu boca, de tal forma que el sonido llegue perfectamente a la superficie activa, pero que los chorros de aire de esas consonantes pasen de largo y no impacten directamente sobre la membrana.

 

Técnicas de vocalización

Los profesionales que se dedican a la voz hablada (locutores de radio, actores de doblaje, etc.) entrenan técnicas vocales para evitar o minimizar ese tipo de efectos.

 

 

4.- Utiliza el patrón direccional a tu favor

El patrón polar o patrón direccional nos dice cómo es la sensibilidad de un micrófono con respecto a la dirección desde la que llega el sonido.

  • Omnidireccionales
    Recogen por igual el sonido en toda la esfera a su alrededor.
    Son ideales por ejemplo para recoger sonido ambiente
  • Cardioides
    Son más sensibles en una dirección, una semiesfera realmente.
    Es decir, si están apuntando hacia una dirección todo el sonido que llegue desde atrás o desde los laterales quedará muy atenuado.
    Se dice que ‘rechazan’ el sonido que llega de esas direcciones
    Es el patrón más utilizado
  • Supercardioides, hipercardioides…
    Diferentes versiones de micrófonos direccionales, con ángulos de captación más estrechos.
    Son patrones típicos de los micrófonos de cañón (shotgun)
  • Bidireccionales (figura en 8, figure-8)
    Básicamente serían como dos cardioides unidos en un único micrófono.
    Recogen el sonido de la parte delantera y la trasera, y atenúan los sonidos laterales.

 

En situaciones en las que tenemos ruido de fondo (sonido ambiente) o una mala acústica hay que intentar aprovechar el patrón de captación del micrófono.

Nos interesará elegir un micrófono con patrón cardioide o algún otro patrón direccional, de tal forma que la parte menos sensible apunte a la zona más problemática: por ejemplo una ventana desde la que llega ruido del exterior o hacia una problemática desde el punto de vista de la acústica.

Los micrófonos de solapa suelen ser omnidireccionales, pero el cuerpo de la persona que lo lleva bloquea parte del sonido ambiente y lo convierte en direccional a efectos prácticos.

 

En algunos modelos se puede elegir el patrón: cardioide, bidireccional, omnidireccional… mediante un selector.

Hay que acordarse de configurar el patrón que corresponda a cada situación.

 

 

5.- ¡Cuida los niveles de audio!

El nivel del audio lo controlamos durante la grabación con la ganancia del preamplificador.

Es muy importante trabajar en la zona óptima para maximizar la calidad (relación señal a ruido para el ruido electrónico y de cuantificación), pero hay que dejar espacio suficiente para los sonidos un poco más fuertes.

 

Niveles de grabación de audio

 

Saturar en la parte digital de la señal (clipping) rompe el sonido, genera una distorsión muy desagradable.

La señal nunca debería llegar o superar 0dB, siempre tendría que quedar por debajo, dejando un margen de seguridad.

Cada situación requiere una configuración específica, a medida.

Si estamos grabando (podcast, vídeo) podemos trabajar en una zona mucho más segura, ya que luego en edición podemos normalizar el audio (subir el nivel de toda la señal de forma lineal) y aplicar otros procesos para dejar el audio en el nivel más adecuado para su distribución.

Si estamos haciendo algún tipo de emisión en directo, tendremos que apurar un poco más, para que el audio ya quede normalizado a niveles óptimos en tiempo real.

 

Aquí tienes más información sobre los niveles óptimos de audio para grabación, streaming, etc.

 

6.- Intenta aislar el micrófono de golpes y vibraciones

Todas las vibraciones mecánicas que llegan al micrófono se convierten en sonido, normalmente con un nivel muy alto y desagradable: pequeños golpes o roces al micrófono, al cable…

Mira la posibilidad de usar algún tipo de sistema de tipo araña (shock mount) que permite absorber buena parte de esas vibraciones mecánicas.

 

Micrófono Audio-Technica AT4040

 

Evita en lo posible colocar el micrófono directamente sobre la mesa, ya que todos los pequeños golpes, las teclas del teclado, cualquier roce en la mesa… se van a transmitir como vibración mecánica a través del pie de micro.

Es preferible usar un pie de micrófono situado en el suelo, para desacoplarlo de la mesa.

O un brazo articulado. El propio brazo suele atenuar este tipo de vibraciones y reduce el riesgo de golpear el micrófono o el soporte con las manos.

 

También se puede usar un pie de micro para escritorio, pero colocado sobre alguna superficie absorbente: espuma de alta densidad, corcho…

 

 

7.- Usa auriculares, no altavoces

Esto es muy importante.

Si tienes activos los altavoces de tu ordenador, el micrófono va a recoger el sonido directo de tu voz y además el sonido de tu voz emitido por el altavoz, con un pequeño retardo.

En el mejor de los casos se va a contaminar un poco el sonido, con una especie ruido de fondo o reverberación extraña.

En el peor de los casos se pueden producir realimentaciones (se acopla el sonido) y ecos molestos.

Si por ejemplo estás en directo hablando con alguien (a través de alguna plataforma de videollamada por ejemplo) el sonido de tus altavoces se va a realimentar tanto en tu propio micrófono como en el de la otra persona, estropeando la calidad de audio.

Cuando se utiliza un micrófono es preferible utilizar auriculares para monitorizar el audio.

Preferiblemente auriculares cerrados para evitar este tipo de problemas de contaminación del sonido original.

Aquí tienes más información y criterios para elegir unos auriculares para monitorización en grabaciones y para edición de audio.

 

 

8.- Ruido electrónico (hiss, hum…)

A veces nos encontramos con que en la grabación se escucha algún tipo de ruido electrónico.  Lo vamos a notar sobre todo en los silencios entre palabras.

No siempre es fácil distinguir entre ruido electrónico y ruido ambiente (sonidos de fondo)

Los tipos de ruido electrónico más habituales son los que se conocen como hiss y hum:

 

Hiss

Se percibe como un sonido similar a la ese: shsssssssssssssssssssss

Sería por ejemplo el típico sonido de ‘nieve’ cuando se enciente una TV o una radio sin sintonizar un canal.

Normalmente es un ruido blanco, white noise, que cubre gran parte del rango de frecuencias, pero los humanos oímos mejor las frecuencias medias altas, por eso se percibe como un sonido de alta frecuencia, similar a una ‘s’ sostenida en el tiempo.

El origen más habitual suele ser ruido térmico generado por la electrónica de la parte analógica: la electrónica del propio micrófono (p.e. en micrófonos de condensador) y la electrónica del preamplificador.

Ruido de fondo del preamplificador (noise floor)

Se hace más perceptible cuando la señal a ruido no es muy alta.

En equipos modernos de cierta calidad (interfaz de audio externa, mesa de mezclas, grabadora de sonido…) los niveles de ruido térmico suelen ser muy bajos.

En equipos de electrónica de consumo depende más del equipo concreto. Por ejemplo los teléfonos móviles suelen tener una buena electrónica de audio. Las cámaras suelen incluir una electrónica aceptable, pero no comparable con equipos de gama profesional. Los ordenadores suelen incluir electrónica de audio bastante mediocre (a menos que se haya incluido un módulo específico para audio).

Podemos intentar subir la relación señal a ruido colocando el micrófono cerca de la fuente de sonido, para trabajar con un nivel de señal más alto en la parte analógica.

 

Hum / buzz

Es un sonido de una frecuencia más baja.

Lo percibimos como una especie de zumbador o una vibración sorda: ummmmmmmm

Suele estar causado por una mala conexión (conectores de audio, cables…)

O por interferencias magnéticas causadas por algún transformador eléctrico que induce su campo magnético en cables cercanos (típico si acercamos un cargador de móvil a cables o a los equipos de audio).

O por interferencias electromagnéticas inyectadas a través de los cables de red, a través de los enchufes. Por ejemplo algún aparato eléctrico o electrodoméstico conectado en la misma línea eléctrica (p.e. en otro enchufe que forma parte del mismo cableado eléctrico o de la misma regleta de enchufes).

Interferencias electromagnéticas a través del cable de alimentación

Los cargadores de portátiles y cargadores de teléfonos suelen ser sospechosos habituales. También los electrodomésticos que utilizan motores eléctricos de cierta potencia.

Aquí tienes más información sobre las fuentes de ruido más típicas trabajando con audio.

 

 

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¿Elegir micrófono dinámico o micrófono de condensador?

¿Qué diferencias hay entre un micrófono dinámico y uno de condensador? ¿Es mejor uno que otro? ¿Qué criterios hay que tener en cuenta a la hora de elegir el micrófono más adecuado para cada situación?

 

Micrófono dinámico vs micrófono de condensador

 

Este artículo forma parte de la serie sobre grabación y tratamiento de sonido

 

Micrófonos dinámicos

La membrana que capta el sonido está unida a una bobina enrollada alrededor de un imán.

El movimiento de la membrana en respuesta al sonido genera una señal eléctrica por inducción.

El principio de funcionamiento es exactamente el mismo que el de un altavoz típico. De hecho, un altavoz puede funcionar como micrófono y un micrófono dinámico puede funcionar como altavoz.

 

Micrófono dinámico Shure SM58

 

Ventajas:

  • No necesitan alimentación externa, funcionan tal cual: sin pilas ni baterías.
  • Soportan niveles de sonido muy altos.
  • Aislan muy bien el sonido del entorno, porque su sensibilidad es relativamente baja.
  • Son muy resistentes a golpes.
  • Tienen un buen comportamiento para la voz humana.

 

Desventajas:

  • La sensibilidad suele ser baja.
    La sensibilidad nos dice qué nivel de señal (voltaje) hay a la salida del micrófono dado un determinado nivel de presión sonora.
    Una baja sensibilidad puede ser un factor negativo para ciertas aplicaciones y bueno para otras, por ejemplo es bueno para aislar mejor la fuente de sonido principal del entorno
  • La bobina tiene cierta inercia y no responde bien a los sonidos de alta frecuencia (se dice que el sonido captado por un micrófono dinámico pierde algo de brillo)
    Pero la voz humana tiene la mayor parte de la información en las frecuencias medias y bajas.
  • Como su sensibilidad es menor, necesitan más amplificación (más ganancia) para alcanzar el nivel de señal adecuado.
    Los micrófonos dinámicos necesitan preamplificadores con cierta ganancia, con un buen margen de amplificación.
    Si la electrónica de esos preamplificadores (p.e. de una interfaz de audio) no es buena, el hecho de aumentar tanto la ganancia puede hacer que se perciba el ruido electrónico de fondo (noise floor)
    En algunos casos necesitan un preamplificador especializado: fethead / cloudlifter, que iría como primera etapa, antes del preamplificador de la interfaz de audio, mesa de mezclas, etc.

 

Los micrófonos dinámicos se utilizan mucho en conciertos y situaciones en las que interesa aislar por ejemplo la voz del cantante o la persona que habla de otras fuentes de sonido cercanas.

Para grabar instrumentos que generan un gran nivel de presión sonora: baterías, amplificadores de guitarras eléctricas, etc.

También se utilizan mucho para grabación en interior, en recintos que no tienen un buen acondicionamiento o tratamiento acústico, o que tienen un cierto nivel de ruido ambiente (sonidos no deseados)

 

Los micrófonos dinámicos tienden a dar un matiz cálido, enfatizar más los graves y sobre todo los medios, a la vez que atenúan los agudos (las frecuencias más altas del sonido).

 

 

Micrófonos de condensador

Siguen un principio de funcionamiento muy diferente.

La cápsula es básicamente un condensador: dos placas metálicas, el diafragma propiamente dicho y la placa posterior (backplate), separadas por un elemento elástico.

Micrófono USB Audio Technica AT2020USB

Ese condensador está alimentado por un circuito electrónico.

El sonido hace vibrar el diafragma, es decir, se modifica la separación entre las placas del condensador, y por lo tanto su capacidad.

Como la carga eléctrica acumulada en el condensador es constante (no puede desaparecer) los cambios en la separación de las placas implican cambios en el voltaje del condensador.

 

Ventajas:

  • Sensibilidad muy alta
  • Su respuesta en frecuencia suele ser muy buena (muy plana)
  • Tienen un buen comportamiento para la voz y para una gama muy amplia de instrumentos
  • Como tienen una sensibilidad mayor, no necesitan un preamplificador con un rango de ganancias tan grande.

 

Desventajas:

  • Necesitan una alimentación externa para polarizar el condensador y la electrónica asociada.
    Los de tipo electret se construyen con un condensador polarizado de fábrica, pero necesitan alimentación igualmente porque incluyen internamente la electrónica que se encarga de la adaptación de impedancias.
  • Son muy delicados a los golpes
  • Son muy delicados con los sonidos muy fuertes. Un sonido demasiado fuerte puede llegar a estropear el micrófono.
  • Son más sensibles que los dinámicos
    Esto que en principio es una ventaja, también es un inconveniente dependiendo de la situación, porque tienen a recoger con más facilidad cualquier sonido ambiente por pequeño que sea y los efectos de la acústica del recinto cuando los usamos en interior.

 

Sus principales características o puntos fuertes serían su sensibilidad y su respuesta en frecuencia.

Son los que están más cerca de lo que podríamos considerar un ‘micrófono ideal‘ desde el punto de vista de la fidelidad.

Un buen micrófono de condensador puede captar hasta el más mínimo detalle de la voz o de un instrumento, todos sus matices: sonidos sutiles y en todo el rango de frecuencias.

Esto es bueno y malo a la vez.

Por ejemplo si estamos en un entorno aislado de los sonidos externos, es decir, en un estudio con acondicionamiento acústico: vamos a sacar lo mejor de un instrumento.

Pero si estamos en un entorno con otras fuentes de sonido muy posiblemente se van a colar todos esos sonidos parásitos.

También para el caso de la voz, a veces son tan sensibles que recogen todos los pequeños sonidos que hacemos con la boca mientras hablamos y que pueden llegar a distraer o incluso resultar molestos.

 

Membrana grande o membrana pequeña

Los micrófonos de condensador de membrana grande tienden a dar un sonido más cálido, se dice que es más natural o más orgánico para la voz.

Piensa que todo esto tiene que ver con el comportamiento dinámico de la membrana. Como la membrana es más grande tiene algo más de inercia se atenúan o pierden un poco las altas frecuencias.

Se pierde un poco de brillo pero se gana un poco en los graves (sonido más cálido, más oscuro)

Los micrófonos de membrana pequeña son en general los más transparentes, en el sentido de que recogen de una forma más homogénea o plana toda la gama de frecuencias.

Hay que tener en cuenta que la respuesta en frecuencia y la respuesta dinámica del micrófono no tiene que ver sólo con la membrana, va a depender mucho de la interacción con la carcasa, resonancias internas, etc.

 

En general, los micrófonos de membrana grande se utilizan mucho para voz. Suelen ser micrófonos de estudio.

Los micrófonos de condensador de membrana pequeña para estudio se utilizan mucho para instrumentos, para técnicas concretas de grabación (X-Y por ejemplo para grabación en estéreo) o para situaciones en las que se se prefiere una materia prima más ‘pura’, un audio más neutro que facilite los procesos de edición (cuando se busca una edición muy intensa o se necesita afinar muchísimo por el motivo que sea)

Además hay micrófonos de condensador de membrana pequeña más especializados:

  • Los micrófonos shotgun o de cañón, suelen llevar cápsulas con membrana pequeña
  • Los micrófonos de solapa también suelen ser de condensador, de membrana muy pequeña
  • Micrófonos específicos para medidas de sonido (probe microphone), por ejemplo para tratamiento acústico

 

Criterios para elegir micrófono dinámico o de condensador

De todo lo comentado anteriormente podríamos llegar a la conclusión (errónea) de que los micrófonos de condensador son mejores y de que hay una gran diferencia entre las prestaciones de los micrófonos de un tipo y los del otro tipo.

Un micrófono es una herramienta.

El mejor micrófono es el que se adapta mejor a la situación concreta, al tipo de sonido o el que nos ofrece la mayor calidad de sonido posible dadas las circunstancias.

Y ahí, ‘calidad de sonido‘ incluye aspectos técnicos medibles, pero también muchos aspectos subjetivos que tienen que ver con cómo funciona la percepción humana.

 

Voy a comentar un ejemplo típico.

Imagina que me quiero grabar a mí mismo cantando en la cocina de casa o en el baño.

Y como quiero la máxima calidad posible, voy a elegir el mejor micrófono de condensador del mercado, cueste lo que cueste. También la mejor interfaz de audio y el mejor cable.

Voy a obtener un audio con un nivel de fidelidad increíble.

Pero ese audio será una representación fiel de la acústica horrible de la cocina y de todo el sonido ambiente. No será una representación fiel de mi preciosa voz (si tuviera una voz preciosa, claro)

En esas condiciones obtendré exactamente los mismos resultados con un micrófono de condensador de 10 euros.

Y probablemente obtendré una mejora de sonido muy apreciable con un micrófono dinámico, que al menos limitará un poco los efectos negativos del entorno.

 

Otro punto importante: hay miles de modelos de micrófono y toda una gradación de características y prestaciones, toda una escala de grises.

Que un micrófono tenga un principio de funcionamiento u otro no es normalmente un aspecto crítico.

Pueden ser mucho más importantes las características mecánicas: la forma de la carcasa, sus materiales, la construcción… La carcasa influye en el comportamiento dinámico, las resonancias internas y otros factores muy sutiles que pueden dar ese carácter o personalidad a un determinado modelo.

Piensa que cuando escuchamos un sonido interviene la percepción humana.

Muchas veces las imperfecciones de un micrófono y sus deficiencias nos pueden resultar más atractivas y agradables, o pueden aportar una cierta sensación de naturalidad.

Un micrófono con respuesta muy plana y una gran fidelidad es muy útil porque nos da una materia prima más pura en la fase de edición. En esa fase de edición muchas veces lo que se intenta hacer es ‘romper’ esa fidelidad para hacer más atractivo y placentero el sonido con respecto al original.

 

A modo de resumen o recomendación…

No elijas un modelo de micrófono por lo que te diga fulanito o menganito.

No elijas un micrófono porque lo usa el streamer o el youtuber de turno. No sabes en qué circunstancias concretas lo está usando, no sabes cómo es la acústica del recinto donde lo usa, no sabes qué edición o procesado de sonido está aplicando…

No te fíes de este resumen ni de mis recomendaciones.

Aprende sobre sonido y gestión de audio. Por ejemplo, aquí tienes bastante información sobre acústica, para hacerte una idea de los efectos relacionados con el sonido en un recinto.

Es mucho más importante tener unos conocimientos sobre sonido y audio, aunque sean conceptos básicos.

Los conocimientos te van a permitir tener más criterio a la hora de elegir equipo (micrófonos y el equipo auxiliar).

Te van a permitir identificar lo que necesitas en cada situación, para potenciar ciertos efectos y minimizar otros.

Te van a permitir conseguir la mejor calidad de sonido posible dadas las circunstancias.

Y van a evitar que tires el dinero en equipo sobredimensionado, que no necesitas y que no te va a dar más calidad.

 

El sonido no lo es todo

En muchísimas ocasiones la elección del micrófono vendrá impuesta por cuestiones prácticas que no tienen que ver con el sonido.

Por ejemplo, a veces es más importante la comodidad (que la persona que habla o que canta esté a gusto) que la calidad pura del sonido, de poco sirve grabar un sonido perfecto si corresponde a una voz que suena incómoda, sin personalidad y sin su propio carácter.

A veces es importante que el micrófono no aparezca en el encuadre (actores por ejemplo). Otras veces la fuente de sonido necesita libertad de movimientos. Hay miles de situaciones diferentes.

Y ten presente lo que he comentado sobre la percepción humana. Cada persona oye el sonido de una forma única, y cada persona interpreta (percibe) el sonido de una forma única, que además cambia con el tiempo porque la percepción se puede ‘entrenar’. Suponiendo un micrófono que no distorsiona ni rompe el sonido, la elección de un modelo u otro, un tipo u otro, depende en gran medida de preferencias personales.

Todos tenemos infinidad de sesgos psicológicos relacionados con la percepción, es inevitable. No podemos ser objetivos.

 

Elegir micrófono dinámico

Situaciones en las que probablemente elegiría un micrófono dinámico:

Para grabación de voz en un entorno doméstico, yo probablemente elegiría un buen micrófono dinámico.

Es muy difícil conseguir en una habitación de casa o de la oficina una acústica ‘perfecta’, sobre todo en la parte de baja frecuencia.

Y la propia habitación, la casa y el edificio, tendrán un cierto nivel de ruido de fondo (sonido ambiente que se puede colar en la grabación).

Es más fácil filtrar o reducir esos efectos negativos utilizando un micrófono dinámico con algún patrón direccional (cardioide por ejemplo)

En exteriores, si no importa que el micrófono esté visible y se puede utilizar cerca de la boca, también suelen ser una buena elección.

En situaciones en las que hay varias fuentes de sonido cercanas, cada una de ellas con un micrófono. Por ejemplo en una mesa redonda, en una entrevista con varios micrófonos, etc. Es mucho más fácil aislar cada fuente y minimizar efectos no deseados.

En conciertos (p.e. vocalistas).

Cuando grabamos sonidos muy fuertes: golpes, explosiones, ruidos muy intensos, baterías o tambores…

Incluso en condiciones de estudio de grabación profesional, un micrófono dinámico puede ser una excelente opción para voz hablada y voz cantada.

Aquí tienes algunos modelos de micrófonos dinámicos que recomiendo.

 

Elegir micrófono de condensador

Situaciones en las que probablemente elegiría un micrófono de condensador:

Cuando se necesitan características muy específicas, por ejemplo cuando la mejor opción por cuestiones prácticas es un micrófono shotgun / de cañón o un micrófono de solapa.

Para grabación de voz en entorno doméstico si puedo grabar en una habitación con unas condiciones acústicas decentes y con un nivel de ruido de fondo relativamente bajo (habitación tranquila o con cierto tipo de aislamiento).

Se puede grabar igualmente con micrófono de condensador en una habitación con mala acústica, sonidos de fondo, etc. pero habría que tener más cuidado con la colocación del micro, distancias, orientación…

Situaciones en las que el micrófono va a estar a una cierta distancia de la fuente. En general, un micrófono de condensador tendrá cierta ventaja por su mayor sensibilidad (pero recuerda que también va a captar mejor todo el sonido ambiente)

En proyectos en los que se va a hacer una edición muy intensa: ecualización y procesamiento del audio para que suene de cierta forma muy concreta. Si las condiciones de grabación son buenas, un micrófono de condensador puede conseguir un audio más puro, más neutro y con más matices.

En general, si las condiciones del lugar de grabación son adecuadas (acústica + ruido de fondo) un micrófono de condensador nos puede dar un plus de detalle y fidelidad.

Aquí tienes algunos modelos muy conocidos y usados de micrófonos de condensador que recomiendo.

 

 

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Entender los niveles de audio de una forma sencilla

Diferencia entre nivel de audio y volumen de sonido. Y los niveles óptimos para podcast, streaming, vídeo…

 

Niveles de audio - transmisión a través de internet

 

 

 

Sonido vs señal de audio

Esto es probablemente lo más importante que vamos a ver en este artículo. En realidad es una tontería, pero entenderlo te va a hacer comprender mejor el flujo de trabajo con el sonido.

 

Sonido

El sonido tiene que ver con las ondas de presión en el aire.

Nuestro oído es capaz de percibir esas ondas y nuestro cerebro las interpreta: voz, música, etc.

El volumen tiene que ver con la intensidad del sonido y cómo nuestro oído percibe esa intensidad.

En un sistema de sonido, cuando hablamos de volumen (control de volumen) nos estamos refiriendo siempre al sonido, por ejemplo el que va a salir por unos altavoces o unos auriculares.

 

Señal

Cuando captamos el sonido con un micrófono obtenemos una señal eléctrica (voltaje que varía según la intensidad del sonido en cada instante).

Esa señal eléctrica es una representación del sonido y recibe el nombre de audio o señal de audio (aunque coloquialmente hablamos de señal de sonido, sonido, etc. para referirnos también a la señal de audio).

La señal de audio la podemos manipular.

Por ejemplo, la podemos amplificar o atenuar. Esto lo controlamos con la ganancia. 

La amplitud de la señal es variable, ya que responde a las variaciones del sonido original, pero normalmente sólo nos interesan parámetros más globales como la amplitud máxima (picos) o la amplitud media (RMS por ejemplo).

Cuando trabajamos con la señal de audio hablamos normalmente de niveles de audio.

La señal de audio puede ser analógica o digital.

Aunque hay diferencias entre una señal analógica y una digital, lo importante es entender que son representaciones de un sonido.

En la parte digital se sigue hablando de ganancia y niveles.

 

Resumen:

  • Sonido
    Onda de presión
    La intensidad sonora tiene que ver con la amplitud de las ondas
    El volumen tiene que ver con la percepción en nuestro oído
    El volumen lo gestionamos en un dispositivo con el control de volumen
  • Señal de audio
    Es una representación analógica (voltajes) o digital (números) de un sonido
    Podemos amplificar o atenuar la señal de audio
    Los niveles de la señal los gestionamos mediante el control de ganancia

 

Seguro que estás pensando que todo eso parece un poco pedante y que no deja de ser nomenclatura. Pero ahora veremos por qué es útil disociar el sonido de su representación.

 

 

La cadena de sonido

El término ‘cadena de sonido’ hace referencia al camino que sigue el sonido desde que lo captamos con un micrófono hasta que lo reproducimos en unos altavoces o auriculares.

La mejor forma de visualizarlo es con un ejemplo sencillo, pero este ejemplo es la base del 99% de las situaciones que nos vamos a encontrar en la producción y difusión de audio.

Imagina que queremos emitir en directo, a modo de podcast en vivo o haciendo streaming de vídeo, o una videoconferencia… nos da igual porque en este caso nos vamos a quedar sólo con la parte de audio.

 

Niveles de audio - grabación micrófono

Nuestra voz (sonido) es captada por el micrófono y se convierte en una señal eléctrica.

Esa señal es muy muy débil y la llevamos a un preamplificador para aumentar su nivel. Por ejemplo vamos a suponer que estamos usando una interfaz de audio externa.

Ajustamos el nivel de la señal mediante el control de ganancia de la interfaz.

La interfaz está conectada al ordenador. Ahí tendremos nuestros programas para emisión o para grabación de sonido, que utilizarán la señal de audio digital que recibimos de la interfaz.

Esa señal tiene un determinado nivel.

Vamos a suponer que para oírnos a nosotros mismos, para comprobar qué tal se oye, tenemos conectados unos cascos o un altavoz al ordenador.

 

Niveles de audio vs volumen de sonido

 

Es importante entender que aunque las imágenes son similares, este segundo escenario representa otra parte de la cadena del sonido, la reproducción. Partimos de un audio digital y lo convertimos en sonido.

En la imagen lo he representado con un altavoz para que se vea un poco mejor esa transformación de la señal de audio en sonido, en la práctica sería mejor utilizar unos auriculares cuando estamos grabando con un micrófono, para evitar acoples (realimentación), ecos y otros efectos no deseados.

El volumen del sonido que sale por el altavoz (o auriculares) lo regulamos con el control de volumen del ordenador o con el control de volumen de los altavoces / auriculares.

Fíjate que en ese escenario tan sencillo podemos tener muchísimas combinaciones de ganancia y volumen para las que tendríamos una percepción del sonido muy similar.

Por ejemplo, podríamos tener la ganancia de la interfaz cerca del mínimo. El nivel de la señal sería bajo. Pero luego podemos compensar con el volumen de los altavoces.

O podríamos tener la ganancia de la interfaz más alta, por ejemplo en la zona media de su rango. Y luego podemos compensar bajando el volumen de nuestros altavoces.

 

Imagina ahora qué puede ocurrir con la señal de audio que estamos transmitiendo a través de internet.

Cada persona que nos esté escuchando tendrá un equipo diferente, con diferentes altavoces, amplificadores, etc.

 

Niveles de audio - transmisión a través de internet

 

Además cada persona tendrá diferentes preferencias en cuanto al volumen al que quiere escuchar nuestra voz. Y cada persona tendrá una capacidad auditiva diferente… Y estará en un ambiente diferente: en casa, en mitad de la calle, conduciendo en el coche…

Ninguna de esas personas va a percibir el sonido con la misma intensidad (volumen) al que lo estamos escuchando nosotros cuando monitorizamos con los cascos o los altavoces.

La conclusión es que el sonido no nos sirve como referencia absoluta.

 

Por otra parte tenemos que la señal que se transmite es digital: son números.

No hay atenuación debida a la transmisión. Todos ellos van a recibir la misma señal, con los mismos niveles que estamos emitiendo.

Los niveles de la señal sí son una referencia absoluta.

Niveles de audio vs volumen de sonido - Escenario

Luego, cada uno de los oyentes hará lo que quiera con esa señal: elegirá el volumen más apropiado para escucharla. Eso ya no depende de nosotros. Pero podemos ofrecerles una señal con los niveles óptimos.

 

Cuando transmitimos audio en directo o cuando publicamos un vídeo o un podcast… Lo importante son los niveles de la señal de audio. No es importante cómo oímos nosotros mismos ese sonido en nuestro equipo.

 

Por ejemplo, imagina que transmites tu audio con un nivel muy bajo.

Es posible que tú oigas perfectamente el sonido de tu voz en tus auriculares porque tienes un buen equipo y has subido mucho el volumen. Pero quizás otra persona no pueda reproducir ese sonido porque está utilizando un móvil, sin auriculares, en un entorno de ruido ambiental, etc.

Y en todo caso es muy incómodo para el usuario tener que estar cambiando constantemente el volumen porque cada podcast, cada streaming o cada vídeo envía el sonido con un nivel totalmente diferente.

 

 

Gestionar el nivel de audio

Para todo lo que hagamos que tenga que ver con emisión o publicación de sonido: siempre, siempre, siempre hay que tener una referencia objetiva del nivel de la señal de audio final.

Nuestros cascos o altavoces no son una referencia objetiva.

Utiliza siempre una referencia visual, un medidor de los niveles de la señal.

Vamos a trabajar en un entorno digital, por lo tanto hay que acostumbrarse a la escala digital y a los decibelios.

No vamos a entrar en detalles, pero para que tengas una idea orientativa sobre los decibelios y la escala dBFS:

 

Los decibelios: dB

Son un truco matemático.

Nos facilitan el cálculo cuando trabajamos con amplificación / atenuación, porque en lugar de multiplicar y dividir sólo tenemos que sumar (ganancia) y restar (atenuación o ganancia negativa)

Y por otra parte representan mejor las escalas que tienen que ver con la percepción del sonido (logarítmica en lugar de lineal, ya que el oído tiene una respuesta logarítmica)

Aquí tienes más información sobre los decibelios en sonido y audio.

 

La escala digital: dBFS

dBFS viene de: decibels relative to Full Scale.

Es una escala de niveles (de señal) acotada a un valor máximo: 0dB.

Ese valor máximo de 0dB se corresponde con el valor máximo que puede representar la señal digital trabajando con una determinada codificación.

Por ejemplo, si usáramos valores (números) de 8 bits, el valor máximo que se puede representar sería 255 (0dB en la escala dBFS)

Cuando trabajamos con audio digital no hay nada por encima de 0dB en la escala dBFS.

Todos los niveles de nuestra señal tienen que estar por debajo de ese techo. Los valores válidos son siempre negativos.

El límite inferior estaría acotado por el número de bits que estemos usando en la codificación, pero en un entorno real el límite inferior está acotado por el nivel de ruido electrónico (noise floor)

Lo importante aquí es que si por algún motivo entra un sonido cuyo nivel de audio supera los 0dB, la señal resultante quedará recortada (no hay nada por encima de 0dB).

Se produciría lo que se conoce como hard clipping, clipeo, recorte… que se traduce en una distorsión profunda de la señal de audio y daría como resultado un sonido desagradable.

 

Medir los niveles de la señal de audio

Históricamente, cuando la señal de audio era totalmente analógica, se utilizaba un vúmetro, un dispositivo físico (en inglés es VU meter, donde VU significa Volume Unit). Más abajo comento un poco sobre los vúmetros.

En la actualidad toda la gestión es digital (salvo entornos muy concretos) y lo que vamos a usar normalmente son medidores digitales, que nos representan de forma visual los niveles de la señal (en decibelios) sobre una escala dBFS.

Para grabación y monitorización en general nos interesa sobre todo el medidor de pico (peek meter) con el que podemos ver en tiempo real cómo cambian los niveles de la señal.

 

Niveles de audio - Escala dBFS

 

Nuestro objetivo será ajustar la ganancia a lo largo de la cadena de audio para que los niveles estén en una zona alta en la escala dBFS pero sin que en ningún momento lleguemos a 0dB (en ninguno de los elementos de la cadena).

El 99.9% de las veces vas a usar un medidor de pico.

Si por el motivo que sea tu software de grabación te muestra un medidor RMS (que sería como una especie de valor medio): mira en las opciones para cambiar la configuración o intenta usar otro medidor que te ofrezca los niveles de amplitud .

Un medidor RMS puede ser útil en la fase de edición, porque da una idea más precisa de cómo se va a percibir ese audio cuando alguien lo reproduzca en sus altavoces (percepción del volumen o intensidad sonora), pero para grabación y emisión en directo es mejor tener la variación instantánea.

 

¿Cómo usamos el medidor de niveles de audio?

Más abajo veremos diferentes escenarios.

Pero en general nos centraremos sobre todo en dejar un margen suficiente en la parte de arriba (headroom o techo dinámico de la señal) para evitar que cualquier pico de sonido inesperado nos genere distorsión por clipeo.

El recorte o clipeo es el enemigo número 1 de la calidad de sonido en el mundo digital.

Implica una saturación destructiva de la señal (la señal queda recortada a 0dB, ya no que puede superar ese valor), y se percibirá como un sonido distorsionado muy desagradable.

Tenemos que dejar los picos máximos se señal (por ejemplo cuando hablamos más fuerte) siempre por debajo de esa zona de clipeo. Y además, como suele ser muy difícil prever el nivel exacto de esos picos hay que dejar un cierto margen de seguridad.

 

La mayoría de los medidores nos dan información sobre el pico máximo que se ha producido durante un cierto período.

En algunos casos aparece como una barrita solitaria que se queda flotando durante unos segundos en ese nivel máximo.

En otros medidores también se nos muestra el nivel máximo absoluto que ha alcanzado la señal durante la grabación de esa toma.

Si se ha producido recorte de la señal (clipeo) la mayoría de los medidores nos dan algún tipo de aviso visual, por ejemplo se enciende algún aviso en rojo.

Algunos medidores nos pueden mostrar cuánto nos hemos pasado. Nos mostrarán un valor positivo, por ejemplo +2.1dB. Recuerda que ese valor no existe en la escala dBFS, pero nos sirve de referencia para saber que tendremos que reducir la ganancia al menos en esa cantidad para evitar que vuelva a distorsionar.

Como regla genérica, esos picos máximos poco frecuentes los podríamos tener controlados en el entorno de -6dB en grabación.

Para la señal de audio que corresponde con el sonido normal que vamos a grabar, por ejemplo nuestra voz,  nos podríamos quedar en la zona de -12dB a -20dB, que sería el rango en el que podemos conseguir una buena relación señal a ruido.

No hay una regla fija o unos valores exactos, porque al final depende del tipo de sonido y su rango dinámico (la diferencia entre los sonidos más débiles y los más fuertes).

Más abajo vemos cómo gestionar el nivel de audio en algunos escenarios de uso típicos.

 

Niveles de referencia de audio (señal analógica)

Esto sólo es importante a la hora de conectar cables… Lo vamos a comentar de forma muy resumida simplemente para que te suene.

Aquí tienes un poco más de información sobre los niveles de entrada: Mic, Line, Inst…

Los equipos de audio trabajan con diferentes tipos de señales. Cada entrada de un equipo ‘espera’ o está preparada para un determinado nivel de señal. Hablamos de señales analógicas y los niveles a los que nos referimos normalmente son para valores RMS (valores eficaces).

 

  • Entrada MIC
    Nivel de señal muy muy pequeño. Sólo para conectar micrófonos
  • Entrada de línea (LINE)
    Es digamos un nivel estándar con el que pueden trabajar e interactuar todos los equipos de audio que trabajan con señal analógica.
    En el mundo profesional el nivel de línea es de +4 dBu (aprox. 1.23 V RMS)
    Para los equipos de electrónica de consumo es de -10 dBV (aprox. 0.33 V RMS)
  • Entrada de instrumento (Inst / Hi Z)
    No tiene que ver con niveles exactamente, sino con un tipo de señal específica de ciertos instrumentos (guitarras eléctricas, bajos, etc.) que no corresponde con las características de MIC ni de LINE.

 

Como digo, no te tienes que preocupar de estos niveles, sólo hay que tenerlo en cuenta para conectar cada elemento a la entrada que le corresponde en un equipo de audio (p.e. en una interfaz o una mesa de mezclas).

Una vez que la señal se ha pasado a digital los valores y niveles son absolutos, referenciados a la escala dBFS. Da igual si se han generado en un micrófono, una guitarra eléctrica o vienen de un archivo MP3.

 

 

Medir nivel de la señal en analógico – vúmetro

Este apartado sólo lo incluyo como curiosidad o por si tu equipo analógico (por ejemplo una mesa de mezclas) incluye un vúmetro real.

No quiero liar con esto. Si no aplica en tu caso (p.e. si utilizas un micrófono USB o una interfaz de audio sin vúmetros) puedes saltar este apartado directamente.

Relación entre escalas de niveles de sonido

Por resumirlo de una forma sencilla, podríamos decir que el vúmetro mide la energía de la señal analógica (de forma similar al valor RMS), una especie de valor medio integrado durante un período de tiempo.

En la señal de audio, el valor medio (energía si lo queremos pensar así) está muy por debajo del valor de pico. Por ejemplo en una señal de voz típica, la diferencia entre valores medios y valores de pico ronda los 15dB.

El cero del vúmetro representa el nivel de línea (por ejemplo +4 dBu en equipos de audio profesional).

En esa zona alrededor del cero del vúmetro conseguimos una buena relación señal a ruido y tenemos un buen margen de seguridad (headroom).

El headroom típico en la mayoría de los equipos analógicos es de unos 20dB. Es decir, tenemos mucho margen para absorber cualquier pico de sonido elevado sin que llegue a distorsionar.

Por eso, trabajando con un vúmetro, el nivel de referencia del audio lo situaríamos en esa zona del cero (sería como el nivel óptimo). Aquí, en analógico, sí que podemos pasar de cero sin distorsión. Pero teniendo en cuenta que no vemos los picos, sólo vemos la variación de un valor medio. Cuanto más nos pasemos del cero, más riesgo de que un pico llegue a saturación (distorsión).

En la imagen de arriba tienes una representación de las tres escalas: la escala del vúmetro, la escala de niveles dBu y la escala dBFS. La escala dBFS puede estar calibrada de forma diferente según el equipo, por ejemplo el valor de 0 VU (cero del vúmetro) puede estar calibrado a -18dBFS o a -20dBFS, etc.

Tomando como referencia la imagen, si tenemos un vúmetro en la parte analógica, sería la escala de la izquierda (un vúmetro analógico de aguja, o un vúmetro de tipo barra con luces de colores, etc.)  Si tenemos medidor sólo en la parte digital, entonces sería la escala de la derecha, la escala dBFS que ya hemos comentado.

¿Por qué cuento todo esto?

Porque si usas una mesa de mezclas (o algún otro dispositivo que trabaje con audio analógico), encontrarás posiblemente escalas que superan los 0dB: en el medidor de nivel del bus principal, en los faders de mezcla, etc.

En esos casos sólo hay que pensar que el cero de esas escalas correspondería más o menos con unos -20 dBFS (de la parte digital).

Es decir, son escalas que representan el nivel de la señal, pero medido de forma diferente, y representado de forma diferente.

 

Niveles óptimos de audio

A partir de aquí siempre voy a hablar de señal digital de audio y por lo tanto de escala dBFS. Todo lo que comento aplicaría igualmente si usamos vúmetro en la parte analógica, pero ajustando a su escala.

Siempre se trata de intentar alcanzar un equilibrio entre mantener la señal de audio en un nivel razonable para maximizar la relación señal a ruido y jugar con el riesgo de que un pico de sonido nos pueda producir distorsión por clipeo.

Entonces vamos a plantear diferentes escenarios.

 

1. Grabamos voz para vídeo o podcast

No emitimos en directo, por lo tanto tenemos la opción de editar y ajustar un poco el sonido antes de publicar.

En este caso yo intentaría trabajar en una zona segura, alrededor de la zona de -12dB a -20dB para el audio que corresponde a la voz normal podría ser una buena referencia.

 

Niveles de audio recomendados para grabación

 

Hacemos primero una prueba de sonido, con las mismas condiciones con las que vamos a hacer la grabación: posición del micrófono y la fuente de sonido, la intensidad de voz normal con la que vamos a hablar,  la intensidad máxima de voz que podríamos alcanzar (gritos, risas, etc.)…

Ajustaríamos la ganancia de la interfaz de audio (o la ganancia que corresponda dependiendo de tu equipo) para que esos picos máximos queden dentro de la zona de seguridad de los -12dB.

Para una voz hablada normal podríamos tomar también como referencia que la señal ‘pique’ sobre los -15dB (para la voz con la intensidad normal, sin gritos, etc.). Si gritamos en algún momento o subimos la intensidad de voz, tendríamos margen suficiente por arriba.

En esa zona de trabajo, la mayoría de los equipos de sonido ofrecen un buen rendimiento en cuanto a relación señal a ruido (buena calidad de audio).

Una vez tengamos ajustada la ganancia en la prueba de sonido: la intentamos dejar fija durante la sesión de grabación, para facilitarnos el trabajo en la fase de edición y procesado. Si vemos durante la grabación que no hemos estimado bien y que estamos en el límite de llegar a la zona de clipping, pues ajustamos la ganancia, no pasa nada.

 

IMPORTANTE: Intenta mantener la distancia entre el micrófono y la fuente de sonido (por ejemplo cuando estás hablando o cantando). Si alejas el micrófono o te alejas tú, eso es equivalente a atenuar la señal de audio.

 

IMPORTANTE: Cuanto más separado esté el micrófono, más tendrás que subir la ganancia, y más probabilidades hay de que capte el sonido ambiente (ruidos y los efectos de la acústica del entorno). Por otro lado, cada micrófono tiene una distancia mínima óptima, a partir de la cual se empezarían a notar otros efectos, como el efecto de proximidad, pops, etc. Y también es importante encontrar una posición en la que estemos cómodos.

 

Con esa configuración de ganancia deberíamos tener un techo dinámico de seguridad por encima, que pueda aguantar cualquier sonido más fuerte de lo previsto.

Es importante que estos valores que comento no los tomes como una receta universal o como algo obligatorio. No hay recetas universales. El equipo, el lugar de grabación, las características de la voz, el tipo de contenido… son infinitas combinaciones.

Lo importante es entender qué estamos haciendo y por qué lo hacemos. De esa forma podrás adaptar la configuración a cada situación concreta.

 

Por ejemplo, si el sonido que grabas tiene pocas variaciones de intensidad (poco rango dinámico) se puede apurar un poco más.

La marca de los -6dB podría ser una referencia en esos casos. Pero teniendo cuidado con los picos máximos, porque te arriesgas a estropear una grabación por no haber dejado margen suficiente.

 

Terminada la sesión de grabación tendremos el fichero (o los ficheros) de audio, en formato WAV por ejemplo, dependiendo del programa de grabación o de tu equipo (grabadora digital, cámara, etc.). Es aconsejable que hagas una copia de seguridad de esos originales.

El audio que hemos grabado tendrá unos niveles muy bajos (es lo que queríamos) y no nos valdría tal cual para publicar o distribuir.

Pasamos entonces a la fase de edición.

Todos los programas de edición de audio tienen herramientas y módulos parecidos. Tendrías que mirar, para tu programa en concreto, cómo hacer estas operaciones. Pero son procedimientos relativamente sencillos (al menos para unos criterios de calidad aceptables). Como digo, lo importante es saber qué estamos haciendo.

Aunque en este capítulo hablamos sobre todo de niveles, voy a plantear un pequeño flujo de trabajo de edición que podría ir bien en la mayoría de los casos (recuerda que no hay recetas universales):

 

  • Echamos un primer vistazo a la señal
    Para ver si hay picos exagerados y vemos a qué corresponden (p.e. un golpe sin querer al micrófono, palmadas / claqueta para separar tomas, etc.).
    Si no corresponden al contenido final, cortamos y eliminamos ese trozo de audio o reducimos su nivel (atenuamos) para que no afecte a la normalización ni a otros procesos.
  • Normalizamos el nivel
    Normalizar el nivel consiste en amplificar toda la señal de forma lineal. No modifica las características del sonido ni sus niveles relativos.
    Si por ejemplo tienes varias tomas grabadas con diferente ganancia, podrías ajustar a ojo el nivel de cada trozo, para que toda la sesión quede con un nivel homogéneo.
    O puedes usar un módulo de normalización, pero aplicado inicialmente a cada trozo.
    El módulo de normalización nos suele preguntar el techo máximo, es decir, hasta dónde puede llegar el pico máximo de la señal.
    Podemos normalizar por ejemplo a -3dB o a -6dB. Dejamos ese pequeño margen por si otros módulos del flujo de trabajo añaden ganancia adicional.
  • Edición
    La edición propiamente dicha: cortar trozos de audio que no nos interesan, acortar silencios, eliminar tomas falsas, sincronizar audio y vídeo (si fuera el caso), unir los audios de varias tomas, etc.
  • Limpieza / reducción de ruido
    Aplicaríamos primero un módulo de reducción de ruido (patrón estadístico)
    Luego podríamos aplicar una puerta de ruido (sólo actúa sobre los tramos de silencio)
    Mira más abajo el apartado de limpieza de sonido / reducción de ruido.
  • Ecualizador
    Esto sería para usuarios que tengan un poco de experiencia y conocimientos.
    Si no, es mejor no tocar, porque es muy fácil estropear el audio.
  • Compresor
    Por ejemplo en casos donde tengamos un rango dinámico muy amplio: p.e. imagina que tenemos desde susurros hasta gritos en una misma sesión.
    El compresor reduce los picos máximos para igualar un poco los niveles.
    También hay que usarlo con mucho cuidado.
    Si no conoces bien el funcionamiento, yo recomendaría utilizar algún módulo sencillo, que tenga pocos parámetros de configuración y, a ser posible, que incluya configuraciones predefinidas para elegir ‘voz hablada’ o la que más se asemeje al tipo de grabación.
  • Otros procesos
    Por ejemplo, si vamos a incluir música, o varias pistas de audio, etc. Lo que sería la parte de mezcla.
  • Normalizamos el nivel
    Volvemos a normalizar.
    Ahora la señal que corresponde a la mezcla de todas las pistas (voz, música, etc.) y para conseguir el nivel de pico deseado.
    Por ejemplo, podemos normalizar a -1dB,  o a -2dB o a -3dB… dependiendo de la plataforma donde vayamos a publicar o nuestro propio criterio.
  • Normalizamos el volumen 
    En este paso lo que haremos es ajustar el nivel ‘medio’ de nuestra sesión en cuanto a sonoridad / volumen (la percepción de volumen de sonido que tendrá la persona que lo escuche)
    Esto está relacionado con los LUFS (más abajo lo comento).
  • Exportamos al formato de publicación

 

Sobre la normalización en volumen.

La sonoridad del audio está relacionada con la percepción humana.

Señales con niveles similares pueden sonar (las percibimos) con volúmenes totalmente diferentes. Esto tiene que ver con la energía que transportan las ondas de sonido en función de su frecuencia, duración, etc.  y con la respuesta en frecuencia del oído humano y su adaptación dinámica a la intensidad de los sonidos.

 

Para la normalización en volumen lo ideal sería utilizar un medidor LUFS (Loudness Unit Full Scale), que nos va a permitir ajustar la sonoridad de tal forma que:

  • Cumpla con los requisitos de la plataforma en la que vamos a publicar
    Por ejemplo en youtube la señal de audio debería estar  como máximo en  -14 LUFS con picos siempre por debajo de -1 dB
    Las plataformas de podcast suelen trabajar con -16 LUFS con picos hasta -1 o -2 dB como máximo
  • Mantener una consistencia en los niveles de audio de cada episodio, vídeo, etc.
    Una consistencia entre nuestros propios episodios / vídeos para que el usuario final tenga la mejor experiencia posible.
    Es molesto tener que ir ajustando el volumen para cada nuevo capítulo o episodio (unos se oyen muy bajo, otros muy alto, etc.)

 

Si tu software de edición de audio no tiene un medidor de LUFS o no te quieres complicar la vida: con la normalización en nivel creo que podría valer perfectamente para voz hablada en la mayoría de los casos.

También puedes tomar como referencia los niveles RMS para hacerte una idea.

La mayoría de los programas de edición de audio incluyen medidor RMS o algún módulo que permite calcular este parámetro para el audio final.

 

Si tu programa de edición incluye un módulo de gestión de LUFS (medidor + ajuste automático) sería la opción más rápida y sencilla.

En estos módulos podemos indicar exactamente los valores que queremos:

  • Sonoridad: LUFS, p.e. -16dB dependiendo de la plataforma
  • Valores pico máximo (true peak), p.e. -1dB o -2dB dependiendo de la plataforma

Y el módulo se encarga de ajustar la señal de audio a esos niveles.

Estos módulos actúan como una especie de compresor ‘inteligente’ y normalizador de nivel.

En general debería ser un proceso bastante transparente, no debería afectar mucho a la señal (excepto en la sonoridad).

 

Ten en cuenta que estos módulos pueden tener un margen de tolerancia. La idea es que nuestro audio final, el que vamos a publicar, esté por debajo del límite que impone la plataforma pero que no estemos muy alejados.

Por ejemplo, si vamos a publicar en youtube (-14 LUFS máx.) nuestro audio se va a escuchar perfectamente bien en cuanto a volumen si estamos en el rango de -14 LUFS a -20 LUFS.

Si nos pasamos de los límites (el techo máximo), la plataforma aplicará sus propios automatismos y ajustará los niveles a su manera, y ahí ya no tenemos ningún control sobre el resultado final.

 

Si tu programa de edición no tiene un módulo de normalización en volumen (sonoridad / loudness / LUFS), puedes tomar como referencia el nivel RMS medio y puedes ajustar la sonoridad un poco a ojo utilizando un compresor.

Con el compresor puedes reducir de forma automática los picos máximos de una forma suave. Y eso da espacio por arriba para amplificar toda la señal en conjunto.

Dicho de otra forma: por un lado atenuamos los picos máximos y compensamos subiendo la ganancia a toda la señal.

Lo podemos imaginar como que estamos aumentando la energía total de la señal, y esto lo vamos a percibir como más sonoridad cuando pasamos la señal a sonido.

Jugando con el compresor y con la normalización en nivel  (dejando los valores pico máximo dentro del límite de la plataforma) podemos conseguir una normalización en volumen aceptable.

 

No hay que obsesionarse con esto.

El objetivo es dejar un nivel de audio aceptable para que el usuario final tenga una buena experiencia (por ejemplo que no tenga que subir al máximo el volumen de su dispositivo para poder escucharnos).

No tiene sentido que nos pasemos con el compresor y ‘estropeemos’ la señal por cumplir exactamente con unos criterios de sonoridad.

 

 

2. Emitimos voz en directo

Por ejemplo si hacemos streaming de vídeo o podcast en vivo.

En este escenario no tenemos posibilidad de editar el sonido a posteriori.

Tenemos que buscar una configuración en tiempo real que se acerque a la que tendríamos al publicar.

Nuestro principal enemigo sigue siendo la distorsión por recorte digital (clipping).

Pero por otro lado, si nos quedamos en la zona más segura, como hacíamos en grabación, vamos a emitir posiblemente con un nivel un poco bajo y vamos a obligar a los usuarios a subir el volumen en sus equipos.

Lo que se suele hacer en estos casos es subir la ganancia para alcanzar un nivel de audio un poco más agresivo para el tono de voz normal, hacia la zona de los -10dB / -6dB podría ser una buena referencia, vigilando que los picos no lleguen a los 0dB.

 

Niveles de audio recomendados para streaming / directo. Voz

 

Y si el software que estemos utilizando para la gestión del audio lo permite, sería interesante añadir algún filtro o plugin de seguridad: un compresor para equilibrar un poco los niveles de la señal (comprime el rango dinámico) y un limitador (un compresor más agresivo) para evitar que los picos de sonido más fuertes nos lleven a la zona de clipeo y distorsionen el audio.

Tanto los compresores como los limitadores manipulan la señal y por tanto cambian las características del sonido final.

Hay que buscar un equilibrio entre los niveles originales y los parámetros de funcionamiento de estos filtros.

 

Dependiendo de la potencia de tu equipo, de las características del programa que utilices para gestionar la emisión (p.e. OBS) y de otros factores, podrías incluir en tu flujo de procesamiento de sonido procesos similares a los que comentamos en edición, por ejemplo podrías intentar configurar un flujo de este tipo:

  • Reducción de ruido
  • Puerta de ruido
  • Ecualización
  • Compresor
  • Limitador

 

En tiempo real no hay mucho margen y lo importante es conocer todos los elementos de la cadena para poder ir ajustando sobre la marcha, dependiendo de la situación.

Los propios usuarios te pueden dar información y avisar si hay algo que no está bien. Pero ten en cuenta que cada usuario tendrá una percepción diferente. Tu principal referencia será siempre el medidor de nivel de salida (dBFS).

 

 

3. Streaming con voz + música + sonidos de un juego + …

Seguiríamos la misma estrategia que comentamos en el apartado anterior.

Pero en este caso hay que tener en cuenta también la relación entre los niveles de las distintas fuentes de audio.

Normalmente la voz tiene el protagonismo, y ajustaríamos los niveles para la zona más alta, añadiendo compresor / limitador si fuera necesario.

La música de fondo tendría que ir en un nivel mucho más bajo para que la voz se perciba correctamente y destaque sobre ese fondo.

Una separación de 10 / 15dB podría ser un buen punto de partida, pero depende de la música el tipo de voz, etc.

 

Niveles de audio para streaming / directos - Voz y música

 

Por ejemplo, si tenemos la señal de voz en una media de -10dB, la música de fondo intentaríamos llevarla a unos -20dB o -25dB de media.

Para los sonidos de un juego es mucho más subjetivo porque depende de la importancia que le quieras dar al juego con respecto a la voz, del tipo de juego (por ejemplo si hay explosiones, o sonidos muy fuertes, etc.)

Es cuestión de encontrar el equilibrio más adecuado en cada caso.

Puedes mirar también la opción de ‘ducking‘ si tu software de emisión incluye esta posibilidad.

Ducking es una automatización que consiste en que cuando hay un cierto nivel de una fuente de audio (p.e. nuestra voz) todas las demás fuentes de audio o alguna en concreto (p.e. la música de fondo) son atenuadas para dar protagonismo a la fuente principal.

Ten en cuenta también que si usamos varias fuentes de sonido, todas ellas contribuyen al nivel de la mezcla final (master) que es la que vamos a emitir.

 

 

Limpieza / reducción de ruido

Dentro del saco de ‘reducción de ruido’ entran muchos conceptos y fuentes de ruido diferentes.

Esto es sólo una introducción para que te suene alguno de estos conceptos.

Digamos que el ruido puede ser sonido captado por el micrófono (el ventilador del ordenador, el vecino cantando, la moto de turno, el sonido de la respiración entre frases..) o ruido electrónico generado en el proceso de grabación.

Para los ruidos con un patrón más o menos constante (ruido electrónico, ventilador…) se suele usar algún módulo de reducción de ruido estadístico.

El módulo nos pide que seleccionemos un trozo de audio que corresponde a un silencio (sin voz, sin música, etc.)

Lo analiza, y aplica los algoritmos de reducción a toda la secuencia de audio, incluyendo tanto los tramos de silencio como los tramos con señal (contenido).

Suelen tener algún parámetro para ajustar su ‘agresividad’.

Si el módulo es muy agresivo modificará de forma perceptible la señal (puede sonar como artificial o con artefactos extraños). Si es muy poco agresivo, dejará parte del ruido.

En cada caso hay que buscar ese equilibrio que nos dé una señal lo más limpia posible, con un ruido que apenas se perciba en los tramos donde hay señal (por ejemplo que no se perciba cuando se escucha la voz).

 

En los tramos de silencio entre frases, entre palabras, etc. es donde más se suele percibir el ruido.

Para limpiar esos tramos se puede utilizar una puerta de ruido (noise gate).

Con la puerta de ruido lo que hacemos es que si la señal está por debajo de un cierto nivel (durante esos tramos de silencio), la puerta se cierra y no deja pasar nada.

Por ejemplo, podríamos configurar la puerta para que el nivel de sonido de la respiración quede por debajo del límite de detección de la puerta.

En ese caso, al aplicar la puerta a toda la secuencia de audio, los tramos de silencio quedarían limpios, planos.

La puerta de ruido limpia todo, incluyendo el ruido electrónico, pero sólo en los tramos de silencio.

Como los módulos de reducción de ruido (estadísticos) necesitan información de ruido en esos tramos de silencio, la puerta de ruido tiene que ir después del módulo de reducción de ruido en el flujo de trabajo.

Y, como ocurre con todos estos módulos, la puerta de ruido no hace magia, es una automatización.

Si la configuramos mal (un nivel o unos parámetros muy agresivos) puede afectar a la señal. Y tampoco puede garantizar que limpie todas las respiraciones por ejemplo o todos los sonidos ambiente (una moto, el avión o la ambulancia que pasó en ese momento). Todos esos sonidos que están a un nivel de señal comparable a la del contenido real, van a pasar la puerta y van a quedar tal cual. Los tendríamos que limpiar a mano uno por uno.

 

Y muy importante: la puerta de ruido no limpia nada dentro de los tramos con señal.

Todos los ruidos que se hayan colado mientras suena nuestra voz o el instrumento que corresponda, van a seguir ahí.

Esos sonidos ambiente no deseados captados por el micrófono son muy difíciles de eliminar en la fase de edición (salvo casos muy concretos en los que el sonido sigue algún patrón temporal, p.e. un ventilador).

Lo ideal sería intentar que el micrófono no capte ese tipo de sonidos:  colocando el micrófono cerca de la fuente de sonido si es posible, aprovechando el patrón polar del micrófono (cardioide, etc.) para que las zonas de menor sensibilidad apunten a la fuente de ruido, buscando un lugar lo más aislado posible del ruido ambiente, etc.

 

 

 

 

Más información sobre sonido:

Todos los artículos sobre grabación y tratamiento de sonido

Cómo mejorar la calidad de sonido para vídeo / streaming

Estudio básico de grabación de vídeo para YouTube / streaming

Cámaras recomendadas para vídeo (para youtubers, vlogs, etc.)

Cámaras recomendadas para streaming / emisión en directo

Sobre niveles, cables, y conceptos de audio profesional

Micrófonos de estudio recomendados (+Interfaz de sonido)

Micrófonos USB de estudio recomendados

Micrófonos externos para cámara (tipo shotgun / de cañón)

Micrófonos inalámbricos recomendados

 

 

Micrófonos de estudio recomendados para voz, música, instrumentos

Si tuviéramos que elegir un buen micrófono de estudio para intentar sacar el máximo de detalle y los matices del sonido, ¿qué micrófonos con buena relación calidad precio podríamos mirar?

 

Micrófonos de estudio recomendados

 

Este artículo forma parte de la serie sobre grabación y tratamiento de sonido

 

Escenario de uso y criterios de decisión

Lo más importante: no elijas un micrófono a tontas y a locas, sin saber.

Es mucho más importante el conocimiento, al menos unos conocimientos básicos sobre sonido y gestión de audio, que el equipo.

Por muy caro que sea el micrófono, por muy caro que sea el equipo, si no sabemos usarlo o no sabemos qué es lo más conveniente en cada situación, el resultado será como mínimo mediocre. Se pueden hacer las mismas chapuzas con un micrófono caro que con uno barato.

 

¿Qué contexto y escenario vamos a plantear?

Vamos a suponer que nuestro estudio de grabación (una habitación de casa o de la oficina por ejemplo) es un lugar relativamente tranquilo, con poco ruido ambiente, y con una acústica más o menos decente.

Esas condiciones no son fáciles de cumplir.

Si no se cumplen: yo recomendaría elegir un micrófono dinámico. Hay micrófonos dinámicos excelentes y nos van a ayudar a gestionar mejor esos problemas de ruido ambiente y acústica.

Por decirlo de alguna forma, con un micrófono dinámico ‘sacrificamos’ un pelín los matices de alta frecuencia, pero nos facilita conseguir un sonido más limpio en esas condiciones no ideales.

Para voz hablada, incluso para voz cantada y para ciertos instrumentos, muchos prefieren igualmente micrófonos dinámicos en producciones profesionales. Es una cuestión de gustos personales, tipo de voz y tipo de instrumento.

Pero en general, un buen micrófono de condensador suele ofrecer una respuesta en frecuencia más plana, y en las condiciones adecuadas es capaz de captar más matices del sonido.

Si vas a usar el micrófono en un recinto con más problemas de ruidos de fondo y con problemas de acústica, igualmente puedes elegir un micrófono de condensador, pero tendrás que tener más cuidado con todos esos factores externos.

En este artículo hemos supuesto unas condiciones adecuadas, así que vamos a elegir micrófono de condensador.

 

¿Micrófono XLR, micrófono USB o micrófono de gama de consumo?

En general, a igualdad de gama y precio, un micrófono XLR suele tener un mejor comportamiento.

Esto es muy subjetivo lógicamente. Como digo, es más importante entender el sonido y hacer un buen uso del micrófono.

Y debes tener en cuenta que un micrófono XLR necesita una interfaz de audio externa (y el cable de conexión XLR correspondiente) para funcionar.

Pero cuando ya tenemos la interfaz, podremos usar en el futuro cualquier micrófono XLR, y en el mercado hay una variedad enorme de micrófonos. Unos más genéricos, otros más especializados, de todas las gamas y precios.

Podemos usar perfectamente muchos de los micrófonos que se utilizan en las producciones profesionales, estudios de grabación, emisoras de radio, etc. Algunos de ellos con una relación calidad precio excelente.

 

La ventaja de un micrófono USB es que no necesitas ni interfaz ni nada adicional, simplemente lo conectas al ordenador y ya está.

La principal desventaja es que es un combo cerrado. Si en el futuro quieres actualizar o no te convence del todo (el propio micrófono o su electrónica asociada) tienes que desechar todo y comprar uno nuevo, completo.

Pero si no te quieres complicar la vida, tienes pensado usar un único micrófono, y quieres sobre todo algo práctico, que te ofrezca un sonido decente sin complicaciones, entonces un micrófono USB puede ser para ti una gran opción.

 

Y por otra parte tendríamos la opción de usar algún micrófono externo pensado para cámaras o móviles, con conector jack de 3.5mm.

Este tipo de micrófonos (me refiero a micrófonos ‘serios’ con una buena calidad) pueden ofrecer unas prestaciones similares a los otros que hemos comentado. Vuelvo a repetir que es más importante saber usarlos y las condiciones externas de grabación.

Pero también te pueden dar más problemas con interferencias electromagnéticas, y el resultado va a depender de la electrónica de audio de la interfaz a la que lo conectemos: por ejemplo los preamplificadores integrados en la mayoría de las cámaras suelen ser mediocres y los preamplificadores integrados en la placa base de los ordenadores suelen ser bastante malos (estoy generalizando, ojo)

 

Hemos supuesto en nuestro ejemplo que vamos a tener unas condiciones razonablemente buenas en el recinto de grabación.

Teniendo en cuenta esto, creo que valdría la pena apostar por un micrófono XLR de estudio.

 

¿Membrana grande o membrana pequeña?

Los micrófonos de condensador de membrana grande tienden a dar un sonido más cálido, se dice que es más natural o más orgánico para la voz.

Piensa que todo esto tiene que ver con el comportamiento dinámico de la membrana. Como la membrana es más grande tiene algo más de inercia se atenúan o pierden un poco las altas frecuencias.

Se pierde un poco de brillo pero se gana un poco en los graves (sonido más cálido, más oscuro)

Los micrófonos de membrana pequeña son en general los más transparentes, en el sentido de que recogen de una forma más homogénea o plana toda la gama de frecuencias.

Pero hay que tener en cuenta que la respuesta en frecuencia y la respuesta dinámica del micrófono va a depender mucho de la interacción con la carcasa, resonancias internas, etc.

 

Un micrófono con respuesta plana (lo más homogénea posible) es ideal cuando lo que queremos es una materia prima muy pura sobre la que trabajar luego en edición.

Un micrófono con cierto color o carácter (su respuesta en frecuencia no es plana) puede darnos ya directamente un producto final más acabado, sobre todo si su comportamiento casa bien con el tipo de voz o el tipo de instrumento.

Así que, sobre el papel, un micrófono de membrana grande podría ser más adecuado para voz, sobre todo para voz hablada.

Para voz cantada depende mucho del timbre de voz de la persona y también de cómo se plantee el flujo de trabajo posterior.

Un micrófono de membrana pequeña lo podemos ver como un instrumento más versátil, pero también con menos ‘personalidad’. Tenemos que pensar que posiblemente necesitaremos hacer un poco de ajuste en edición para darle más vidilla si fuera necesario.

 

Por otro lado, hay que tener en cuenta que para la mayor parte de las aplicaciones que estamos contemplando en esta serie sobre audio, esos matices tan sutiles serían sólo la guinda de un pastel con ingredientes mucho más importantes.

Personalmente, creo que no vale la pena hilar tan fino a la hora de elegir un primer micrófono de estudio.

 

 

Micrófonos de condensador recomendados

Criterios que hemos ido concretando:

  • Micrófono de condensador
  • De tipo XLR (necesitaremos una interfaz de audio y un cable XLR para conectar a la interfaz)
    Recuerda que los micrófonos de condensador suelen necesitar alimentación a través de la interfaz de audio (phantom power)
  • [opcional y no tan importante] De membrana grande si lo queremos principalmente para voz (hablada) y de membrana pequeña si lo queremos específicamente para otro tipo de instrumentos.
  • Un micrófono de estudio preferiblemente
    El típico micrófono de ‘locutor de radio’ que va colocado a unos centímetros de la boca, para obtener la mejor relación señal a ruido y captar todos los matices.
    Necesitarás probablemente un pie de micro (preferiblemente de suelo) o un brazo articulado, para separar el micrófono de las vibraciones mecánicas de la mesa.
    También incluiré en la lista alguno de tipo shotgun por si queremos que el micrófono quede un poco más separado, fuera del plano de la cámara.

 

También recomiendo comenzar con algún micrófono de precio razonable (y buena relación calidad precio, claro).

De nada sirve elegir un micrófono de gama muy alta si es la sala (ruido de fondo y acústica) lo que va a marcar posiblemente la calidad global en nuestras grabaciones. Ese micrófono de gama súper alta va a recoger todos los matices, sí, pero todos los matices de la sala, no del sonido original.

Vamos allá entonces con algunos modelos muy conocidos, muy probados y con una muy buena relación calidad precio.

 

Mi criterio personal o recomendación o como quieras llamarlo: si puedes estirar un poco el presupuesto hasta un Rode NT1A, Lewitt 440, Audio-Technica AT4040 o similar… Todos ellos son micrófonos muy muy sólidos en lo que respecta a prestaciones, calidad, nivel de ruido, etc. Si no consigues un sonido correcto con cualquiera de ellos es que hay algo que estás haciendo mal o hay algún problema con el resto del equipo o con el recinto.

Con micrófonos de condensador en la ‘gama de los 100 euros’, vas a conseguir igualmente una calidad de sonido ‘prácticamente perfecta’ en lo que respecta al propio micrófono. Es decir, muy probablemente el eslabón débil de la cadena será la acústica y ruido de fondo del recinto donde grabas.

 

 

Rode NT1A

Es un micrófono de condensador de membrana grande (1 pulgada aproximadamente) con un patrón direccional cardioide.

Micrófono de condensador Rode NT1A

 

Cosas que me gustan:

  • Muy buena calidad de sonido para voz. La membrana grande da ese toque especial para la voz, más cálida.
  • Es un micrófono muy bien construido
  • Nivel de ruido electrónico (noise floor) muy bajo
  • El pack incluye el micrófono + cable XLR + anti shock + anti pop
  • Muy buena respuesta en frecuencia
  • Se puede colocar en un soporte articulado, pie de micro, etc.

Puntos menos positivos:

  • No se me ocurre ninguno, la verdad.
    Hay micrófonos de gama alta que posiblemente mejoran algunos aspectos pero para su precio me parece un micrófono excelente.

 

 

 

Audio Technica AT2020

Muy conocido y muy utilizado. Un micrófono ideal como punto de partida para conseguir un sonido de calidad por un precio razonable.

Micrófono de condensador Audio Technica AT2020 XLR

Utiliza una única cápsula con un diafragma de 0.66 pulgadas (diafragma pequeño).

Es un condensador de tipo electret (prepolarizado), aunque necesita igualmente alimentación phantom. El patrón direccional es cardioide.

  • Buena calidad de sonido para voz y en general para grabar una amplia gama de instrumentos
  • Respuesta en frecuencia bastante plana
  • Incluye una pequeña base / clip para sujetar a un pie de micrófono, brazo articulado, etc.

Puntos menos positivos:

  • Con respecto a un micrófono de diafragma grande, el AT2020 no da quizás ese matiz de calidez, es más un micrófono de estudio de propósito general. Esto lo podemos compensar en edición ecualizando un poco el sonido.

 

 

AKG Perception P120 / P420

Son micrófonos con una excelente relación calidad precio.

Micrófono de condensador AKG P120

El AKG P120 utiliza una única cápsula con un diafragma de 0.66 pulgadas. Es un condensador de tipo electret (prepolarizado).

El patrón direccional es cardioide.

Cosas que me gustan:

  • Buena calidad de sonido para voz
  • Buena respuesta en frecuencia. Tiene un realce en los 10KHz y mantiene bien las altas frecuencias.
  • Incluye una opción para activar un filtro paso bajo en los 300Hz
  • Incluye una opción para activar un atenuador de 20dB (p.e. si estuviéramos grabando sonidos muy fuertes)

Puntos menos positivos:

  • El patrón direccional es cardioide, pero tiende a recoger más sonido ambiental por los laterales (con respecto a otros modelos)

 

 

El AKG P420 estaría en una gama un poco superior.

Integra 2 diafragmas de 1 pulgada, de condensador (no electret), con muy buena respuesta en frecuencia y una sensibilidad un poco mayor que el P120.

Además en el AKG P420 podemos configurar 3 patrones polares diferentes: cardioide, bidireccional (figura 8) y omnidireccional. En ese sentido es un poco más versátil.

 

 

Lewitt LCT 440 PURE

Es un excelente micrófono, con un factor de forma diferente y un diseño muy atractivo.

 

Micrófono de condensador Lewitt LCT 440 Pure

 

Utiliza una cápsula con un diafragma de 1 pulgada. El patrón direccional es cardioide.

Cosas que me gustan:

  • Buena calidad de sonido para voz e instrumentos.
  • Respuesta en frecuencia muy plana, con un realce en la zona de las altas frecuencias, a partir de los 3-4KHz.
  • El diseño.
  • Nivel de ruido electrónico (noise floor) muy bajo
  • El pack suele incluir varios accesorios: un anti-shock, filtro antipop muy pequeño que se integra con la forma del micrófono, espuma antiviento / anti-pop, y bolsa de transporte. Todos esos elementos se pueden comprar también aparte.

Puntos menos positivos:

  • No se me ocurre ninguno. Es un micrófono muy sólido en su gama.

 

El LCT 400 Pure compite en una gama similar al Rode NT1A y ambos tienen unas prestaciones y características muy similares. El criterio de elección estaría básicamente en el diseño.

 

 

 

Audio-Technica AT4040

Este micrófono estaría en una gama superior con respecto al más que conocido AT2020.

 

Micrófono Audio-Technica AT4040

 

Utiliza una cápsula con un diafragma de 0.8 pulgadas. El patrón direccional es cardioide.

Cosas que me gustan:

  • Buena calidad de sonido para voz e instrumentos.
  • Respuesta en frecuencia muy plana, con un realce en la zona de los 6-7KHz.
  • Nivel de ruido electrónico (noise floor) bajo
  • Incluye un filtro paso alto (low cut) para baja frecuencia, que se activa con un conmutador físico en la base del micrófono.
  • Incluye un atenuador de 10dB que se activa con un conmutador físico.
  • El pack suele incluir una base anti-shock.

 

Puntos menos positivos:

  • Quizás el precio, dependiendo de la oferta puntual.

 

Yo lo incluiría en una gama similar al Rode NT1A. Mi criterio de decisión con respecto al NT1A lo basaría sobre todo en el precio.

 

 

 

 

Micrófonos de condensador de tipo shotgun / cañón

Estos micrófonos están pensados sobre todo para situaciones en exteriores, donde es más complicado trabajar con cables, o no queremos que el micrófono aparezca en el plano, o en situaciones donde no podemos usar micrófonos inalámbricos de corbata por ejemplo.

Pero también se pueden usar en interiores, por ejemplo si queremos que el micrófono quede fuera del plano de cámara.

Micrófono shotgun / cañón en estudio

Es siempre una solución de compromiso, porque si la acústica no es buena o tenemos ruidos de fondo, es más fácil que este tipo de micrófonos capten esos efectos no deseados (por su principio de funcionamiento y por la distancia de trabajo)

Aquí tienes más información sobre micrófonos direccionales de tipo shotgun o cañón.

Hay cientos de modelos, más o menos especializados para situaciones concretas. No vale la pena ir a la gama alta a menos que se trate de proyectos con estándares de calidad muy exigentes (producciones profesionales para cine, TV, etc.)

Algunos modelos que creo que tienen una buena relación calidad precio:

 

 

Audio-Technica AT875R (XLR)

Muy buen micrófono, con una excelente relación calidad precio.

Es relativamente pequeño, de cañón corto.

Sólo funciona con XLR, tiene que estar conectado a una interfaz de audio o una grabadora digital que proporcione phantom power.

En este rango de precios creo que sería mi primera opción.

 

 

 

Sennheiser MKE 600 (XLR + adaptador 3.5mm)

Es un shotgun de cañón medio-largo.

Muy utilizado en todo tipo de producciones. Estaría en una gama intermedia, por ejemplo con respecto a la serie MKH, en la que está el famoso Sennheiser MKH 416.

Funciona mediante XLR como cualquier otro micrófono de este tipo, sin necesidad de alimentación interna.

Pero también incluye un conector especial XLR a jack 3.5 (al menos en el pack habitual), que te permitiría usarlo en cualquier cámara o dispositivo con entrada jack 3.5 para micrófono. En este caso hay que utilizar una pila o batería AA que se aloja en el interior del micrófono y ofrece una autonomía superior a las 100 horas.

Esto lo convierte en un micrófono shotgun muy versátil.

 

 

 

 

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Criterios para elegir una interfaz de audio

En este artículo veremos qué es una interfaz de audio. Veremos también qué tipos de interfaces de audio nos podemos encontrar en diferentes dispositivos. E intentaremos ver qué criterios son importantes a la hora de elegir una interfaz.

 

Interfaz de audio

 

Este artículo forma parte de la serie sobre grabación y tratamiento de sonido.

 

¿Qué es una interfaz de audio o interfaz de sonido?

Una interfaz de audio es un dispositivo que permite conectar a su entrada un elemento de audio analógico (micrófono, instrumento eléctrico / electrónico, otros dispositivos de audio analógico) y nos da a su salida audio digital.

El término ‘interfaz’, de interface en inglés, viene del hecho de que es una especie de frontera o separación entre dos ‘sustancias’ diferentes: la señal analógica (voltajes / intensidades de corriente, p.e.  1.24367 V ) y la señal digital (números, por ejemplo valores enteros: 14328)

El formato típico o clásico sería como el de la figura siguiente:

Conexión cable XLR con micrófono e interfaz

 

En este tipo de interfaces las entradas son híbridas o mixtas y permiten la conexión mediante conector XLR o conector jack de 1/4 de pulgada.

Y podemos configurar el tipo de señal de entrada con el que va a trabajar cada una de las entradas: micrófono (MIC), nivel de línea (LINE) o entrada de instrumento de alta impedancia (INST / HI-Z)

Entradas híbridas: XLR + jack 1/4 | MIC + LINE + INST

Con este tipo de interfaz trabajamos con los estándares y equipos de sonido profesional: cables, micrófonos, instrumentos…

Y pueden interoperar perfectamente con otros dispositivos de producción de audio profesional: mesas de mezclas, equipos analógicos (compresores, filtros, ecualizadores…), etc.

La salida principal sería la de audio digital, normalmente a través de una conexión USB, pero también hay modelos con diferentes tipos de conexión digital (PCIe, Thunderbolt, etc.)

Una variante sería por ejemplo una mesa de mezclas con salida USB, que sería una especie de fusión entre una mesa de mezclas analógica y una interfaz de audio. La mesa de mezclas es muy útil cuando se va a trabajar con muchas fuentes de audio diferentes a la vez (varios micrófonos, instrumentos, etc.)

 

También hay interfaces de audio mucho más sencillas, pensadas para trabajar con equipos de electrónica de consumo.

Estas interfaces de electrónica de consumo utilizan normalmente conectores jack de 3.5mm, trabajan con niveles de señal más bajos y normalmente no pueden interoperar con otros dispositivos de audio.

De hecho, la mayoría de las interfaces de sonido de electrónica de consumo van integradas como parte de la electrónica de otros dispositivos:

  • Prácticamente todos los ordenadores incluyen una interfaz de audio integrada.
    El conector de entrada de micrófono del ordenador va conectado a esa interfaz integrada.
  • Las cámaras incluyen una interfaz de audio integrada.
    Prácticamente todas incluyen un micrófono integrado y algunas incluyen entrada adicional para micrófono externo.
  • Los teléfonos incluyen una interfaz de audio.
    De forma similar a los ordenadores: podemos conectar un micrófono externo (a través de jack 3.5 o a través de USB dependiendo del modelo) o podemos utilizar el micrófono integrado.
  • Las grabadoras digitales de sonido incluyen una interfaz de audio.
  • Los micrófonos USB integran su propia interfaz de audio.
  • Hay interfaces de audio muy pequeñas que permiten conectar un micrófono al ordenador o a cualquier otro dispositivo (móvil, tablet…) a través de USB
    Son interesantes porque son pequeñas, son baratas y suelen ofrecer más calidad que la interfaz de audio integrada en el propio ordenador.

 

Todas las interfaces tienen al menos dos bloques diferenciados: la etapa de amplificación (preamplificadores o previos) y el módulo de conversión a digital (ADCAnalog to Digital Conversor).

La calidad de una interfaz depende fundamentalmente de la calidad de los componentes electrónicos de esos dos bloques.

Las interfaces de audio de escritorio comerciales (con entradas XLR y salida USB como las que veíamos al principio de este artículo), incluso las de gama media-baja, ofrecen en general una calidad de audio excelente, comparable a la de los equipos más avanzados de producción profesional de hace sólo unas décadas. Eso es algo increíble.

Por supuesto, en ese mundo de la electrónica de audio profesional hay diferentes gamas.

Pero tenemos que situarnos un poco en el contexto adecuado.

Un usuario que graba en su casa o en la oficina, incluso si tiene un acondicionamiento acústico decente, los efectos debidos a ese entorno de grabación van a ser órdenes de magnitud superiores a los efectos debidos a la diferencia de rendimiento de una interfaz de gama media con respecto a una interfaz de gama alta.

Para que nos hagamos una idea, voy a intentar ordenar esa ‘calidad potencial’ asignando una puntuación (totalmente subjetiva y generalizando, no lo tomes como algo realmente fiable) a cada tipo de interfaz:

  • [100] Equipo analógico usado en producciones musicales profesionales
  • [ 96] Interfaz de audio de escritorio de gama alta
  • [ 94] Interfaz de audio de escritorio (XLR) de gama media
  • [ 94] Grabadora digital portátil de gama media-alta
  • [ 92] Interfaz de audio (XLR) de gama baja
  • [ 92] Grabadora digital portátil de gama media-baja
  • [ 92] Interfaz integrada en un micrófono USB
  • [ 90] Interfaz de audio de un móvil de gama media / media-alta
  • [ 80] Interfaz de audio de una cámara con conector para micrófono externo
  • [ 75] Pequeña interfaz para conectar micrófono (jack 3.5mm) a un ordenador a través de USB
  • [ 60] Interfaz de audio integrada en la placa base del ordenador

 

Recalco lo de ‘calidad potencial‘. Con calidad potencial quiero decir que si todo lo demás es perfecto (uso adecuado de los micrófonos, ruido ambiente, acústica, ruido electrónico de fondo del micrófono, interferencias electromagnéticas, inyección de interferencias a través de los cables de alimentación…) entonces quizás podríamos percibir las diferencias en el sonido final debidas a la interfaz.

En un entorno casero de grabación, aunque todo sume, el efecto de la interfaz va a ser pequeño.

Van a influir muchísimo más los conocimientos que el equipo (esos conocimientos incluyen saber elegir el equipo adecuado, no el más caro ni el mejor, el adecuado para esa situación).

Yo por ejemplo intentaría evitar la interfaz de audio integrada en la mayoría de los ordenadores, más por tema de interferencias que por la calidad de esa electrónica. Pero con todas las demás opciones, con unos conocimientos mínimos, se pueden obtener resultados excelentes.

No se trata de llegar a los estándares de calidad de una producción musical profesional. Se trata (en este contexto) de conseguir una calidad de sonido muy buena, sin ruido perceptible, ni distorsión perceptible, ni nada que distraiga o que moleste a los usuarios que van a consumir ese contenido.

 

 

Preamplificadores

Vamos a dar una pequeña pincelada sobre los preamplificadores de audio.

La señal eléctrica que genera un micrófono es muy muy muy pequeña…

Es del orden de milivoltios (mV)

Niveles de audio - grabación micrófono

El ruido electrónico generado por los circuitos (ruido térmico por ejemplo) y las interferencias electromagnéticas pueden llegar a alcanzar un orden de magnitud similar.

Por lo tanto esa señal que genera el micrófono es muy vulnerable.

El preamplificador tiene varios objetivos:

  • Aumentar la señal hasta un cierto nivel (del orden de 1V por dar un valor de referencia), de tal forma que el ruido electrónico que se genere a continuación (en cualquiera de los circuitos y/o dispositivos de la parte analógica) apenas afecte a la relación señal a ruido.
  • Aumentar la señal hasta el nivel exacto en el que opera el módulo de conversión de analógico a digital (ADC)
  • Que la contribución de ruido electrónico del propio preamplificador sea lo más baja posible, ya que cualquier ruido electrónico en esa fase tiene un impacto muy grande en la relación señal a ruido.

Aquí tienes más información sobre el ruido y sobre la relación señal a ruido cuando trabajamos con audio.

 

Ganancia

Los preamplificadores tienen una ganancia nominal máxima.

La ganancia es el factor de multiplicación. Pero en el mundo del audio se utiliza la escala logarítmica en decibelios: dB

Por ejemplo, imagina que un micrófono proporciona una señal de 1 mV y el amplificador tiene que aumentarla hasta 1 V.

Necesita una ganancia de 1000  (1 mV x 1000 = 1 V)

Que expresada en decibelios correspondería a una ganancia de 60dB

 

La mayoría de los preamplificadores permiten controlar la ganancia.

Esa ganancia variable permite gestionar diferentes situaciones: micrófonos con diferente sensibilidad, fuentes de ruido con diferente intensidad sonora, rango dinámico de la fuente, etc.

Es muy importante ajustar bien la ganancia durante la grabación:

  1. Para conseguir una buena relación señal a ruido en la parte de conversión a digital (queremos un nivel de señal alto para minimizar los efectos del ruido de cuantificación).
  2. Para evitar que los sonidos más altos se salgan de escala y saturen el ADC, provocando lo que se conoce como clipping, un corte abrupto de la señal que se traduce en una distorsión muy desagradable y prácticamente imposible de recuperar en edición.

Son dos criterios contrapuestos, así que hay que encontrar el mejor equilibrio en cada situación.

Aquí tienes más información sobre cómo gestionar correctamente los niveles de audio.

 

La mayoría de las interfaces del mercado ofrecen una ganancia máxima suficiente para gestionar con cierto margen la señal que reciben de los micrófonos en la mayoría de las situaciones.

Pero hay casos concretos en los que esa ganancia máxima nos podría limitar.

El caso típico sería cuando usamos algunos micrófonos dinámicos que tienen muy poca sensibilidad (por ejemplo el famoso Shure SM7B) y/o en situaciones en las que el micrófono está bastante alejado de la fuente de sonido o dicha fuente emite un sonido muy débil.

En general, los micrófonos dinámicos van a ser más exigentes con la interfaz, van a necesitar más ganancia.

En algunos casos puede ser necesario conectar un preamplificador externo especializado entre el micrófono y la interfaz: Cloudlifter, FetHead, o sus variantes de otras marcas. También son conocidos de forma genérica como mic activator, mic booster o similar.

 

 

Criterios para elegir una interfaz de audio (XLR)

Es decir, hemos decidido usar micrófonos y equipos de la parte de audio profesional: micrófono XLR, conectores XLR, cables XLR, etc.

Y estamos en el contexto que hemos comentado al principio del artículo: grabación en un entorno no profesional (en casa, en la oficina, en algún recinto que puede tener cierto tratamiento acústico y cierto aislamiento, pero que no es un estudio de grabación profesional especializado)

Queremos elegir una interfaz de audio de escritorio que nos ofrezca las prestaciones que vamos a necesitar en esas situaciones, pero que no suponga una inversión de dinero muy grande.

¿Qué características serían importantes desde mi punto de vista?

 

Canales de entrada

Si vas a grabar sólo tu voz (un único micrófono) valdría con una interfaz de un canal de entrada.

Yo personalmente recomiendo elegir una interfaz con al menos 2 canales por si en el futuro necesitas ese canal adicional: p.e. para una entrevista con dos micrófonos, si quieres incluir algún instrumento junto con el micrófono, etc.

La mayoría de los modelos incluyen entradas híbridas. Cada entrada permite un conector XLR y un conector jack de 1/4 de pulgada.

La entrada XLR normalmente está físicamente conectada con los circuitos de alta amplificación / baja impedancia, y espera siempre una señal muy débil, de un micrófono.

La entrada de 1/4 se usa indistintamente para instrumento y para entrada de línea (LINE), pero en la mayoría de los dispositivos podemos configurar si se trata de un tipo u otro (LINE vs INST / HI-Z). La diferencia está en la gestión de impedancia y nivel de esa entrada.

 

Ganancia máxima del preamplificador

Por lo general todos los equipos te van a dar una ganancia suficiente con la mayoría de los micrófonos y situaciones típicas.

El rango de ganancia máxima de este tipo de interfaces suele estar entre los 50-60dB

Si vas a usar micrófonos dinámicos, la interfaz va a trabajar probablemente cerca de su límite de ganancia. Pero como digo, para la mayor parte de las situaciones (micrófono relativamente cerca de la boca y un nivel de sonido normal) no deberías tener ningún problema con ningún modelo.

Pero algunos micrófonos dinámicos (modelos concretos como el Shure SM7B, Electro Voice RE20, o similares) tienen una sensibilidad muy baja y probablemente estarían muy al límite con algunas interfaces de gama media.

Claro, si tienes alguno de esos modelos de micrófono de gama alta, quizás te interese invertir también en una interfaz de gama un poco más alta, para mantener un sistema más coherente.

Pero desde el punto de vista práctico, una muy buena opción es comprar un preamplificador especializado (cloudlifter, fethead o similar).

Un dispositivo de ese tipo puede costar unos 100 euros por dar una cifra redonda, y ofrecen unas prestaciones que cubren los estándares más exigentes (se utilizan en los estudios de grabación profesionales). Y va a hacer que la interfaz trabaje en su zona con mejor relación señal a ruido. Mientras que una interfaz de gama más alta puede costar 2 o 3 veces lo que cuesta una interfaz de gama media.

 

Calidad del preamplificador

Todos estos equipos tienen una electrónica analógica y unos preamplificadores de gran calidad.

En un entorno de estudio de grabación profesional se llegaría a notar la influencia o los efectos de la electrónica de una interfaz de gama baja, de gama media y de gama alta.

Pero fuera de ese entorno es muy difícil que llegues a notar alguna diferencia.

Algunos parámetros serían el nivel de ruido electrónico que añade la propia interfaz (noise floor), la linealidad de sus amplificadores (que introduzcan la menor distorsión posible) y la calidad del ADC (linealidad y ruido de cuantificación).

En un entorno no profesional, todos esos efectos de la interfaz quedan normalmente enmascarados por otros efectos externos, otras fuentes de ruido, etc.

Por lo tanto no lo considero un criterio fundamental o crítico.

 

Otras características

Si tiene USB 3.0 mejor, aunque el flujo de datos generado por el audio no debería ser ningún problema para conexiones USB 2.0

Que tenga a ser posible una salida de auriculares para monitorización directa, con control de volumen independiente. La monitorización directa permite escuchar lo que estás grabando en tiempo real (por ejemplo tu propia voz) sin retardo.

Compatibilidad con el sistema operativo de tu ordenador. No debería haber problemas de compatibilidad, pero de todas formas echa un vistazo a las especificaciones. Para Windows debería haber una compatibilidad total. Para macOS también deberían ser compatibles la inmensa mayoría.  Para Linux quizás podría haber problemas puntuales con modelos muy concretos, consulta en foros o quizás una simple búsqueda por internet, para asegurar que ese modelo concreto es totalmente compatible. Yo uso Linux y no he tenido nunca problemas con las interfaces que he probado, al menos con el uso típico.

 

Marcas recomendadas

La marca no implica nada, cada modelo puede ser bueno, regular o malo independientemente de la marca que lo fabrica.

Pero sí es cierto que una marca conocida tiene una trayectoria, podemos tener más referencias sobre los puntos fuertes y débiles de cada equipo, y suele tener un mejor soporte técnico y una mayor comunidad detrás en caso de problemas.

Algunas marcas conocidas (no están ordenadas por ningún criterio en particular):

  • Focusrite
    Sus Scarlett son muy utilizadas, sobre todo la segunda generación y posteriores.
  • PreSonus
    Fabrica equipos que suelen tener muy buena relación calidad precio.
  • Steinberg
    También muy conocida, con interfaces muy vendidas
  • Behringer
    Una marca asociada históricamente a la gama media-baja, pero que ofrece productos con muy buena relación calidad precio.
  • Universal Audio
    Estaría en la gama alta de interfaces de escritorio.
  • Audient
    En la gama media / media-alta. Tiene interfaces muy interesantes, con muy buena relación calidad precio en esas gamas.

 

 

Interfaz de sonido recomendada

Algunos modelos que yo elegiría, valorando sobre todo la relación calidad-prestaciones-precio:

 

 

 

Personalmente, para los criterios que hemos comentado a lo largo del artículo, me gustan especialmente la Audient C14 mark II (la versión original también), la Scarlett 2i2 de segunda o tercera generación (o posteriores) y las PreSonus también me parecen muy interesantes.

 

 

 

 

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Entender las fuentes de ruido en audio. Recomendaciones y buenas prácticas

En este artículo voy a hablar sobre diferentes fuentes de ruido que pueden afectar a la calidad de audio en tus grabaciones de sonido para vídeo, para podcast, en tus directos en diferentes plataformas, etc.

Ruido al grabar audio

Este artículo forma parte de la serie sobre sonido y audio.

 

Señal y ruido

¿Qué entendemos por sonido de calidad o calidad del sonido?

Para verlo de una forma sencilla imagina a dos personas conversando en una habitación tranquila.

La voz, el sonido de la una de las personas al hablar, llega perfectamente al oído de la otra. Entiende perfectamente lo que dice. Incluso se puede fijar en el timbre, en los matices, el sonido de la respiración…

Podríamos decir que en esa situación concreta el sonido tiene una excelente calidad.

Ahora vamos a suponer que abrimos una ventana que da al tráfico de la calle o estamos en una habitación en la que se oye al vecino gritar o estamos en una cafetería en hora punta…

En esta nueva situación, el oído del receptor recoge el sonido de la voz de la otra persona, pero también un montón de sonidos adicionales, que no tienen nada que ver con la conversación.

Para el cerebro del receptor resulta mucho más complejo y supone más esfuerzo entender lo que dice la otra persona.

Y parte de la información, por ejemplo muchos de los matices, se pierden en el caos que supone esa mezcla de sonidos.

Vamos a darle un poco de forma a estas cuestiones, para ver qué entendemos por señal y qué entendemos como ruido.

 

Señal (información útil)

En este ejemplo concreto, el sonido de la voz de la persona sería la señal.

Es la información que nos interesa, y nos gustaría recibir sólo esa información, de la forma más limpia posible.

 

El canal de comunicación

La información nos llega siempre a través a través de algún tipo de canal físico.

En el ejemplo anterior, el canal es el aire que nos rodea en la habitación, que transmite las ondas de presión del sonido.

En el mundo real, todos los canales de comunicación físicos introducen algún tipo de ruido.

 

Ruido

El ruido es cualquier tipo de efecto ‘externo’ que se suma a la señal y la degrada, afecta a la información, interfiere con ella o simplemente es información adicional que no aporta nada (en esa determinada situación) pero que consume recursos del canal o del sistema.

Ya veremos que cuando trabajamos con audio puede haber muchísimas fuentes de ruido.

Ten en cuenta que el término ‘ruido’, en este contexto, es un concepto abstracto. No nos referimos a ruido en el sentido de ‘sonido no deseado’. Nos referimos a cualquier efecto que afecta a la información útil: sonidos no deseados (sonidos del ambiente, acústica…), ruido térmico que afecta a la señal eléctrica, interferencias electromagnéticas…

En todo sistema físico hay ruido, es imposible tener un canal de comunicación perfectamente limpio y neutro.

 

Relación señal a ruido (SNR)

Nos dice cómo de grande es el nivel de la señal (información útil) con respecto al nivel de ruido.

SNR viene de Signal to Noise Ratio.

SNR = [nivel de Señal] / [nivel de Ruido]

En general, cuanto mayor es esa relación, mejor será la calidad del sonido.

 

Relación señal a ruido en audio

 

Además hay que tener en cuenta una cosa: si la relación señal a ruido es suficientemente alta, a partir de un cierto umbral, la percepción humana (el cerebro) es incapaz de distinguir la presencia de ruido. Percibiríamos ese sonido como perfectamente limpio.

Este umbral depende de cada persona y por supuesto del equipo en el que está reproduciendo el sonido.

Pero con lo que nos tenemos que quedar es que si la SNR es alta vamos a percibir un sonido de calidad.

Mientras que si la SNR es baja percibiremos un sonido de mala calidad: molesto, que no se entiende bien, que ha perdido muchos matices, etc.

 

 

Regla de oro: micrófono cerca de la fuente de sonido

Te darás cuenta de que soy muy pesado con esto.

Pero es que probablemente esta simple acción es la que más efecto va a tener en la calidad del sonido en la mayoría de los casos.

Y es fácil de entender: muchas veces no tenemos control sobre los niveles de ruido del sistema (ruido ambiente, ruido electrónico, etc.)

Vamos a suponer que estamos en una situación concreta y que el nivel de ruido tiene un cierto valor.

Si colocamos el micrófono cerca de la fuente de sonido obtendremos una señal con un nivel muy alto y una mejor relación señal a ruido.

Pase lo que pase a lo largo de la cadena de sonido partimos de una posición de ventaja.

 

La distancia al micrófono influye en la relación señal a ruido

 

A medida que alejamos el micrófono, la presión sonora del sonido que recibe el micrófono disminuye (podemos suponer unos 6dB de atenuación cada vez que doblamos la distancia).

Por lo tanto, la señal eléctrica que genera el micrófono va a tener un nivel más bajo, va a tener una amplitud menor.

El ruido que llega al micrófono (sonidos no deseados) y el ruido electrónico generado en el sistema lo podemos suponer constante para un determinado entorno y situación.

La conclusión es muy clara: la relación señal a ruido del audio que estamos captando disminuye a medida que separamos el micrófono de la fuente de sonido de interés.

Hay situaciones en las que no es posible colocar el micrófono tan cerca como nos gustaría.

En esos casos tendremos que encontrar el mejor compromiso entre la posición del micrófono y tratar de minimizar todas las fuentes de ruido de alguna forma.

Pero siempre que sea posible, nuestra mejor arma contra el ruido es la posición del micrófono.

 

Fidelidad

Otro concepto relacionado con la calidad de sonido tiene que ver con la fidelidad, pero no lo vamos a ver en este capítulo.

El audio es sólo una representación del sonido.

La fidelidad nos habla de cómo es esa representación con respecto al original.

Dicho de otra forma, nos habla de cómo percibimos ese audio (una vez reproducido y convertido de nuevo en ondas de presión sonora) con respecto a como percibiríamos el sonido original con nuestros oídos si estuviéramos en persona junto a la fuente de sonido original.

La fidelidad tiene que ver con conceptos como el ‘color’, es decir, la respuesta en frecuencia de los diferentes elementos que intervienen durante el proceso, tiene que ver con posibles distorsiones, tiene que ver con la no linealidad de algunos procesos, etc.

El ruido afecta a la fidelidad, sería un ingrediente más.

 

Como digo, en este capítulo nos vamos a centrar en el ruido, y vamos a comentar algunas fuentes de ruido típicas que te puedes encontrar en tus proyectos.

 

Fuentes de ruido que afectan al sonido

Podemos separar en dos tipos de ruido:

  • Sonidos no deseados que se cuelan en la grabación a través del micrófono (ruido ambiente, golpes, efecto del viento sobre el micrófono, efectos de la acústica…)
  • Ruido electrónico que afecta a la señal analógica (ruido térmico, interferencias electromagnéticas…)

 

Fuentes de ruido en grabación de sonido

 

La conversión de la señal analógica a digital añade una pequeña cantidad de ruido adicional, el ruido de cuantificación, que podemos considerar despreciable en este contexto.

Una vez estamos en el dominio digital no hay fuentes de ruido como tal.

Podemos añadir ruido a propósito a la señal digital, claro. Y podemos ‘destrozar’ la señal con un procesado destructivo en edición. Es decir, podemos empeorar la señal a propósito o por errores nuestros o de algún elemento del sistema.

Pero la ventaja de pasar a digital es que es un canal ‘libre de ruido’.

Por eso, en lo que respecta al ruido nos tenemos que centrar fundamentalmente en la parte inicial de la cadena: el sonido y las primeras etapas de electrónica analógica.

 

Ruido ambiente / ruido de fondo (sonido)

Aquí podríamos incluir una lista infinita de fuentes de ruido.

Sonido de fondo / ruido ambiente en grabación de audio

 

Si estamos grabando en exteriores, en un entorno no controlado, es fácil imaginar muchas situaciones en las que los ruidos pueden afectar a la grabación: tráfico, personas gritando, aviones y helicópteros, sirenas de ambulancia, policía, etc.

El viento suele ser una fuente de ruido muy molesta, porque interacciona con los micrófonos generando un sonido muy desagradable.

Incluso en un entorno más controlado, en interior, que podríamos llamar una situación de estudio (una habitación de casa o de la oficina por ejemplo), podemos tener unos niveles de ruido ambiente perceptibles en el audio final.

El ruido ambiente puede ser el vecino gritando, la sirena de un coche de policía o una ambulancia, el de la moto, un perro ladrando…

Los sonidos debidos a golpes, que se transmiten como vibraciones mecánicas a través de la estructura del edificio: un vecino utilizando un martillo, un objeto que se cae en el piso de arriba, alguien con tacones, niños corriendo o saltando en algún piso cercano…

También pueden ser sonidos de fondo más sutiles, que forman parte de la propia habitación, de la casa o del edificio:  el sonido del frigorífico, el aire acondicionado, los ventiladores de los ordenadores…

El propio micrófono puede ‘generar’ o recoger sonidos o vibraciones mecánicas:

  • Los ‘pop’ generados por el micrófono a partir de la corriente de aire que generan las consonantes explosivas.
  • Las vibraciones mecánicas que recoge el micrófono cuando lo golpeamos sin querer o cuando golpeamos la mesa o el soporte (brazo articulado, pie de micro…)

 

Todas estas fuentes de ruido son sonidos que no aportan nada a la ‘información’ que queremos transmitir.

En algunos casos distraen y en otros casos pueden llegar a ser muy molestos, como los pops o los golpes al micrófono… o la vecina llamando a su hijo para la merienda.

 

Cómo evitar o minimizar este tipo de ruido:

  • Para el viento: utilizar antivientos específicos para el micrófono (deadcat por ejemplo o espumas protectoras)
    En algunos micrófonos se puede activar un filtro paso alto para eliminar las frecuencias bajas más molestas que corresponden al efecto del viento.
  • En interiores, intentar grabar en un ambiente lo más silencioso posible, con ventanas cerradas, a ciertas horas de mayor tranquilidad si es posible…
  • Colocar el micrófono cerca de la fuente de sonido para aumentar la relación señal a ruido
    Esta es la regla de oro en el uso de micrófonos.
  • Aprovechar el patrón polar del micrófono de tal forma que las fuentes de ruido queden orientadas a la parte menos sensible del micrófono (normalmente la parte posterior en micrófonos con patrón polar cardioide, supercardioide, etc.
  • Los micrófonos más sensibles captarán también más sonido ambiente
    En entornos con cierto ruido ambiente los micrófonos dinámicos suelen ser más efectivos a la hora de ‘rechazar’ ese tipo de ruido.
  • Usar filtros anti-pop o practicar para conseguir una buena técnica a la hora de hablar a un micrófono
  • Evitar los golpes al micrófono o a su soporte, cable, etc.
  • Intentar aislar mecánicamente al micrófono de la mesa
    Por ejemplo usando un pie de micro situado en el suelo en lugar de la mesa
    Colocando alguna superficie absorbente (espuma o similar) bajo el pie de micro si lo tenemos en la mesa
    Montando el micrófono en un sistema anti-vibraciones / anti-shock

 

 

Acústica de la sala (sonido)

La acústica no es realmente una fuente de ruido como tal.

Pero la idea de este artículo es intentar incluir todos los fenómenos típicos que afectan a la calidad de sonido durante la grabación. Y la acústica es muchísimas veces lo que más afecta.

Efectos de la acústica en grabación de sonido

Dentro de la parte acústica se engloban muchos fenómenos y efectos diferentes. Los más importantes serían por ejemplo:

  • Reverberación.
  • Ecos de diversos tipos: reflexiones primarias, secundarias, ecos flotantes…
  • Resonancias / modos propios de la sala.

 

Aquí tienes mucha más información sobre acústica. Recomiendo echar un vistazo, al menos para que suenen ciertos conceptos, desmitificar algunos y para quitarse de la cabeza esa idea de que con unas hueveras de cartón vas a resolver todos los problemas…

 

Es importante entender es que no tiene nada que ver el aislamiento acústico con el acondicionamiento acústico.

Los fenómenos relacionados con la acústica ocurren precisamente porque estamos en un recinto cerrado. Cuanto más ‘hermético’ sea el recinto, más energía sonora se acumulará dentro y por lo tanto los efectos acústicos serán potencialmente más acusados.

El acondicionamiento acústico consiste en resolver o minimizar esos problemas generados por la acústica.

Tanto el aislamiento acústico como el acondicionamiento acústico no son triviales.

El aislamiento implica hacer una obra relativamente compleja y nunca se puede garantizar un aislamiento perfecto.

Y el acondicionamiento requiere de un análisis previo para determinar las características acústicas del recinto, qué uso concreto tendrá ese recinto (estudio de grabación vs sala de mezclas) y qué soluciones serían las más adecuadas para minimizar los efectos no deseados.

Por algún motivo existe la creencia de que los recintos grandes son los que dan más problemas. Pero en general, cuanto más pequeño sea el recinto, más problemas nos dará la acústica o más difíciles serán de resolver.

 

¿Qué efectos tiene la acústica sobre el sonido?

Como intervienen varios fenómenos físicos, el efecto dependerá de la combinación de todos esos fenómenos.

La reverberación la podemos entender como la energía sonora global acumulada en el interior de la habitación (no puede escapar) y el efecto percibido es una especie de inercia o estela (como la estela de un barco) que sigue a un determinado sonido. La podríamos interpretar como pérdida de nitidez.

La reverberación en su justa medida se percibe como algo natural, ya que estamos acostumbrados a hablar y escuchar en recintos cerrados, escuchamos música en salas y auditorios, etc.

Si la reverberación es muy exagerada todo el sonido se percibirá como emborronado, se hace más difícil entender la voz hablada y se pierden muchos matices.

Las reflexiones primarias y secundarias generan patrones de interferencia con la onda de sonido original. La interferencia hace que se potencien algunas frecuencias y se atenúen otras, y el efecto que se percibe es como si hubiéramos ecualizado el sonido (comb filter / filtro de peine).

Los ecos flotantes tienen un efecto peculiar, como de sonido metálico o como sonido de muelle (dependiendo de las distancias a las superficies reflectantes) que acompaña a determinados sonidos secos: la típica palmada cuyo sonido va seguido de una estela (reverberación) y un tono metálico o de muelle a continuación.

Y la resonancias internas, los modos propios de la sala, que afectan sobre todo a las frecuencias más bajas, generando un patrón espacial dentro de la habitación.

Es decir, en una determinada posición de la habitación podemos tener una ‘amplificación’ de ciertas frecuencias y unos centímetros más allá podemos tener una atenuación de esas mismas frecuencias, junto con una ‘amplificación’ de otras frecuencias diferentes.

Los modos propios y la reverberación de baja frecuencia suelen ser los problemas más difíciles de resolver en salas pequeñas.

 

¿Puedo hacer un tratamiento acústico de mi habitación?

Si partimos de una habitación normal como la que podemos tener en una casa o en una oficina (que no ha sido diseñada y construida como estudio de grabación) el acondicionamiento acústico no es algo trivial.

Recomendación principal: no gastes dinero comprando a tontas y a locas paneles, espumas y elementos exóticos para tratamiento acústico. No te va a funcionar.

Puede que cambies la acústica ligeramente, pero si la acústica de partida era mala seguirá siendo mala con bastante probabilidad.

De verdad: no pierdas tiempo y dinero con esas soluciones ‘simplonas’.

Si quieres hacer un acondicionamiento acústico serio pide presupuesto a una empresa especializada.

Puedes hacer un tratamiento acústico bastante decente si conoces y entiendes los principios básicos: aquí tienes una pequeña guía sobre tratamiento acústico y aquí tienes un ejemplo de tratamiento acústico de una habitación.

En general se puede conseguir una mejora apreciable.

Con todo y con ello, si haces el tratamiento acústico tú mismo siempre cabe la posibilidad de que queden aspectos sin corregir: por ejemplo algún modo resonante, alguna resonancia mecánica (p.e. ventana que resuena a una determinada frecuencia), etc.

 

Por otro lado, no todo el mundo puede tener una habitación dedicada en exclusiva a estudio de grabación o home studio.

Y cada uno tiene que valorar si realmente vale la pena o no hacer un tratamiento acústico serio.

 

No puedo hacer tratamiento acústico, ¿qué hago?

El peor escenario suele ser:

  • Grabar en una habitación pequeña
  • Con una estructura muy cuadrada (simétrica)
  • Con paredes desnudas
  • Con el micrófono situado en el centro geométrico
  • Con la fuente de sonido muy separada del micrófono.

Es decir, imagina hacer una grabación en un cuarto de baño, con el micrófono situado en el centro y tú colocado en una esquina gritando…

Todo lo que hagamos para mejorar ese escenario se va a notar en la calidad del sonido recogido por el micrófono:

  • Colocar el micrófono muy cerca de la fuente de sonido
    Maximizamos la relación señal (voz por ejemplo) con respecto al ruido (en este caso las ondas de sonido reflejadas por la habitación)
  • Elige un micrófono con patrón direccional (cardioide por ejemplo)
    Así eliminas o atenúas una buena parte de las ondas reflejadas
  • Un micrófono dinámico es menos sensible y suele funcionar mejor en este entorno.
    Los micrófonos dinámicos ‘rechazan’ más esos sonidos reflejados y además los vamos a usar más cerca de la fuente sonora.
    Aquí tienes algunos micrófonos dinámicos que recomiendo para voz hablada.
  • Una habitación pequeña (como un baño o una cocina pequeña) nos va a dar seguramente muchos más problemas que una habitación grande.
    Elije si es posible el salón por ejemplo o alguna de las habitaciones grandes de la casa.
    Tendrás que valorar también si esa habitación tiene buen aislamiento de ruidos del ambiente, es tranquila, etc. De nada sirve elegir la habitación con mejor acústica si es la más ruidosa. Tendrás que buscar un equilibrio
  • Evitar las paredes desnudas
    Una habitación vacía tendrá probablemente muy mala acústica.
    En una habitación normal con muebles, decoración, cortinas, cuadros… todos esos elementos ayudan a reducir una parte de la reverberación, reflexiones primarias y ecos flotantes.
    Las estanterías con libros funcionan muy bien porque generan una difusión aleatoria, al menos en frecuencias medias y altas.
    Los sofás funcionan bastante bien para absorber parte de la energía de baja frecuencia.
    De nuevo, el salón suele ser la estancia con mejor acústica de una casa.
  • Puedes comprar cortinas acústicas para colocarlas frente a superficies reflectantes como ventanas, muebles, espejos grandes o paredes lisas.
    Las cortinas acústicas sólo absorben bien las frecuencias medias y altas.
    No son la solución universal a los problemas de acústica, pero en general funcionan mejor que otros apaños caseros (cortinas gruesas, mantas, etc.)
    Por ejemplo si grabas en un garaje o en una habitación donde es muy complicado hacer acondicionamiento acústico, las cortinas acústicas pueden suponer una mejora bastante perceptible.
  • Con los modos resonantes de baja frecuencia no podemos hacer mucho, sobre todo si no tenemos más remedio que grabar en una habitación pequeña.
    Pero si notamos que el sonido tiene algún problema en los graves podemos ir probando diferentes posiciones del micrófono.
    A veces mover el micrófono un palmo puede suponer un cambio perceptible porque lo teníamos justo en alguno de los nodos resonantes de la habitación.
    Las trampas de graves pueden funcionar para minimizar el efecto en esos nodos, pero también puede ocurrir que te gastes el dinero en unos elementos (caros y aparatosos) que al final no resuelvan tu problema concreto.
  • Los micrófonos de tipo shotgun (de cañón largo) suelen ser más propensos a tener problemas con la acústica.
    Su principio de funcionamiento se basa en los patrones de interferencia que generan las ranuras del cañón. Pero esa interferencia se ve afectada a su vez por las ondas reflejadas por el recinto, y pueden dar lugar a efectos no deseados (ecualización / filtro de peine)
    Además son micrófonos pensados sobre todo para colocarlos a cierta distancia de la fuente de sonido.
    La idea sería intentar que la separación sea la menor posible, probar diferentes posiciones (para evitar algún nodo resonante) o directamente elegir algún otro tipo de micrófono: de corbata, inalámbrico, un micrófono dinámico de estudio, etc.

 

No te obsesiones con esto.

Si vas a grabar voz hablada, para tu podcast o para tu vídeo, o vas a emitir en directo: el objetivo principal es que la voz suene bien y que se entienda bien.

No pasa nada porque haya cierta reverberación natural, de hecho una voz sin reverberación daría una sensación de ‘sala muerta’.

Con esas pocas recomendaciones tendrás probablemente un audio de muy buena calidad.

 

Ruido que afecta a la señal de audio (electrónica)

La señal eléctrica que genera un micrófono es pequeñísima, tiene una amplitud muy baja, entre 1 mV (milivoltio) y unas decenas de milivoltios, dependiendo de la sensibilidad del micrófono y el nivel de presión sonora que esté recibiendo en ese momento.

Muchas fuentes de ruido eléctrico pueden alcanzar un nivel de ese mismo orden de magnitud.

Por lo tanto, esas primeras etapas de la cadena de audio suelen ser las más vulnerables.

Muchos tipos de ruido electrónico se suelen clasificar por su efecto final en el sonido, por cómo los percibimos. Por ejemplo:

  • Hiss. Es un sonido similar a la ese: ssssssssssssssssssssss
    Sería por ejemplo el típico sonido de ‘nieve’ cuando se enciente una TV o una radio sin sintonizar un canal.
    Normalmente es un ruido blanco, white noise, que cubre gran parte del rango de frecuencias, pero los humanos oímos mejor las frecuencias medias altas, por eso se percibe como un sonido de alta frecuencia, similar a una ‘s’ sostenida en el tiempo.
    El origen más habitual suele ser ruido térmico generado por la electrónica de la parte analógica.
  • Hum / buzz. Es un sonido de una frecuencia más baja.
    Suena como una especie de zumbador o una vibración sorda (ummmmmmmm)
    Suele estar causado por una mala conexión (conectores de audio, cables…) o por interferencias causadas por algún transformador eléctrico (por ejemplo en fuentes de alimentación de equipos, muy habitual en los cargadores de ordenadores portátiles)

 

De todas formas, a veces es muy difícil identificar qué causa exactamente el ruido que percibimos en nuestro audio (en muchos casos es una combinación de varias fuentes de ruido), así que voy a intentar hacer una lista de elementos, situaciones, comprobaciones y/o buenas prácticas.

NOTA: Voy a tomar como referencia un escenario típico, con un micrófono tradicional que va conectado mediante un cable a un preamplificador independiente, etc. En un micrófono USB todo esto está empaquetado en un único dispositivo: micrófono, preamplificador, electrónica, conversión a digital…

 

El micrófono

Todos los micrófonos generan un determinado nivel de ruido electrónico.

Ruido de fondo del micrófono (noise floor)

Por ejemplo el ruido térmico va a estar presente en toda la cadena de audio analógico, incluyendo el micrófono.

Algunos micrófonos son más propensos que otros a captar interferencias electromagnéticas (actúan como antenas de radio).

El ruido de fondo (noise floor) de la mayoría de los micrófonos suele ser muy bajo y sólo va a tener un impacto significativo cuando grabamos sonidos muy débiles.

La regla de oro de la grabación de sonido (que repetiré una y otra vez) es que el micrófono esté cerca de la fuente de sonido. De esta forma tendremos la mejor relación señal a ruido de partida.

 

El cable del micrófono

Los cables actúan como antenas de radio. Transforman las ondas electromagnéticas (estamos rodeados de ondas electromagnéticas de origen natural y artificial) en señales eléctricas, que se suman a la señal útil que ha generado el micrófono.

Interferencias electromagnéticas captadas por los cables

Cuantos más largos sean los cables, mayor será el efecto acumulado.

Los cables balanceados (por ejemplo los que se utilizan con micrófonos con conectores XLR) permiten eliminar o al menos minimizar muchísimo estos efectos. Los cables balanceados pueden tener longitudes de cientos de metros sin ningún problema.

En micrófonos con conectores jack (por ejemplo los que van conectados directamente a la cámara o al móvil) se suelen usar cables no balanceados, con lo que hay que tener mucho más cuidado y hay que intentar limitar la longitud del cable a unos metros como mucho para minimizar el riesgo.

 

Los conectores

Son una posible fuente de ruido.

Ruido generado por los conectores

Los conectores tienen que estar limpios: sin suciedad, sin grasa, secos…

Una mala conexión puede generar pequeñas descargas, efectos resistivos, capacitivos, etc.

Lo mismo ocurre con cables con empalmes deficientes, cables con algún corte, aplastados, etc.

Todo lo que no sea una buena conexión va a generar potencialmente ruido o interferencias.

 

Preamplificador

El preamplificador tiene que aportar la ganancia necesaria para que la señal que llega del micrófono (unos pocos milivoltios de amplitud) se convierta en una señal del orden de un voltio, con la que trabajará el resto de la electrónica en la parte analógica.

Ruido de fondo del preamplificador (noise floor)

Este módulo tiene que tener una electrónica muy limpia en cuanto a ruido electrónico.

Piensa que la ganancia es del orden de 1000 (60dB). Multiplica por 1000 lo que llega a la entrada.

Si el propio amplificador genera ruido en sus primeras etapas, ese ruido también va a ser amplificado y se mezclará con la señal útil. Por lo tanto interesa que sus niveles de ruido (noise floor) sean muy bajos.

La calidad del preamplificador depende mucho del tipo de dispositivo.

Las cámaras por ejemplo suelen tener preamplificadores un poco más ‘ruidosos’.

La interfaz de sonido integrada en la placa base de los ordenadores suele ser también bastante mediocre. Esta interfaz es la que usa el ordenador cuando conectamos directamente un micrófono a la entrada jack 3.5 de micrófono del ordenador. No es la opción más recomendada si buscas algo de cierta calidad, aunque lógicamente depende mucho de la marca, modelo y gama del ordenador.

Hay ordenadores que pueden tener una tarjeta de sonido dedicada (independiente, no integrada en la placa base), que suele ofrecer mejores resultados.

Una interfaz de audio moderna, una mesa de mezclas más o menos actual, una grabadora digital… Todos estos dispositivos suelen incluir una electrónica de muy buena calidad y la influencia del ruido de fondo del propio dispositivo suele ser despreciable.

Los teléfonos móviles actuales también suelen incluir preamplificadores de buena calidad. Se pueden utilizar muchas veces como grabadoras de audio conectándoles un micrófono externo.

De todas formas, salvo que sea un preamplificador muy mediocre, si tu audio incluye un ruido apreciable es muy probable que el origen de ese ruido no esté en el preamplificador.

No sé si lo he dicho, pero colocar el micrófono cerca de la fuente de sonido permite maximizar la relación señal a ruido de la señal de entrada y permite que el preamplificador trabaje en un rango de ganancia más contenido.

No pasa nada por trabajar en la zona de máxima ganancia (con muchos micrófonos dinámicos es necesario), con los equipos actuales el impacto del ruido de fondo del propio preamplificador es mínimo o despreciable.

 

Auto Gain / Ganancia automática

Esto es aplicable a algunas cámaras por ejemplo o a algún programa de gestión de la grabación de sonido.

En general no interesa utilizar la opción de ganancia automática (auto gain) durante la grabación.

En este modo, el sistema detecta el nivel de señal del micrófono y a partir de este nivel ajusta automáticamente la ganancia para obtener un nivel de grabación adecuado.

El problema es que en los silencios, cuando dejamos de hablar por ejemplo, el sistema intenta subir la ganancia al máximo para compensar. El efecto es que en esos silencios lo que se graba realmente es el sonido ambiente y el ruido electrónico de fondo del preamplificador y/o del micrófono.

Es preferible configurar la grabación siempre con ganancia manual. Ajustar nosotros la ganancia para conseguir los niveles adecuados.

Aquí tienes más información sobre la gestión de niveles durante la grabación de sonido, o cuando estamos en directo, etc.

 

Transformadores y fuentes de alimentación

Los transformadores que forman parte de muchas fuentes de alimentación de equipos y el principio de funcionamiento de esas fuentes de alimentación (conmutadas, etc.) pueden generar interferencias electromagnéticas (EMI).

Interferencias electromagnéticas a través del cable de alimentación

Esas interferencias pueden radiarse, como ondas electromagnéticas. O pueden pasar a la red eléctrica, a través de los cables de alimentación. Esta segunda opción es la más habitual.

El problema es que esas interferencias a través de los cables de alimentación las puede captar cualquier otro dispositivo cercano conectado a la red, incluyendo por ejemplo los preamplificadores que estamos usando para la grabación de sonido.

Puede afectar a cualquier tipo de micrófono o equipo de audio, incluyendo los micrófonos USB.

Las fuentes de alimentación de los ordenadores portátiles suelen ser problemáticas. Si tus grabaciones incluyen ruido electrónico (de tipo hum / buzz, de baja frecuencia) es muy probable que sea debido a este tipo de interferencias.

Puedes probar a conectar la fuente de alimentación problemática en una toma de corriente diferente. Si es un portátil, puedes intentar hacer la grabación sin conexión a la red.

También hay regletas de enchufes que incluyen circuitos de protección contra sobretensiones y contra interferencias electromagnéticas. Podría ser una opción si tienes identificada la fuente problemática y no hay forma de evitar su uso durante la grabación.

 

Motores eléctricos

Los motores eléctricos grandes pueden ser también una fuente de interferencias electromagnéticas. Las chispas que generan las escobillas o la interferencia que pueden inyectar a la red pueden ser captadas por dispositivos electrónicos cercanos.

Tenemos aparatos en casa cuyos motores se conectan y desconectan de forma automática: frigorífico, lavadora durante un programa de lavado, la bomba del sistema de aire acondicionado…

Si alguno de esos aparatos nos está generando ruido electrónico puede ser muy frustrante porque ese ruido aparecerá unas veces en el audio que hemos grabado y otras veces no, y es muy difícil identificar el origen exacto.

 

 

Resumen: ¿qué podemos hacer para evitar o reducir el ruido al grabar sonido?

 

  • Intentar colocar el micrófono lo más cerca posible de la fuente de sonido
    Teniendo en cuenta que si lo colocamos muy muy cerca pueden aparecer efectos no deseados (efecto de proximidad)
    Unos 4-5 cm para micrófonos dinámicos en entornos ‘ruidosos’ puede ser una buena distancia de referencia.
    En entornos más tranquilos y con micrófonos de condensador, entre 10 y 20 cm puede ser una buena distancia de trabajo.
    Pero en última instancia dependerá de cada situación y de tu criterio.
  • En exteriores con viento: usar un buen sistema antivientos, un deadcat (con pelo natural o pelo sintético) o incluso una carcasa exterior + deadcat.
    Las protecciones de espuma pueden funcionar bien si no hay mucho viento.
  • En entornos con ruido o mala acústica suelen funcionar mejor los micrófonos dinámicos.
  • Aprovecha el patrón de captación del micrófono (patrón polar)
    Los micrófonos omnidireccionales captan por igual en todas direcciones (pero por ejemplo un micrófono de solapa se convierte en direccional porque una parte del sonido ambiente queda bloqueada por nuestro propio cuerpo)
    Los micrófonos con patrón cardioide van bien tanto en interiores como en exteriores cuando necesitamos grabar una única fuente de sonido, por ejemplo a una persona hablando.
    Los micrófonos más direccionales (tipo cañón) van bien en exteriores, cuando no podemos acercar el micrófono a la fuente de sonido o necesitamos mucha libertad de movimientos.
    Los micrófonos inalámbricos dan mucha libertad, porque el micrófono (emisor) puede estar muy cerca de la fuente de sonido, mientras que el receptor puede estar a cierta distancia. Tanto el emisor como el receptor tienen libertad de movimientos sin que afecte al sonido.
  • Intenta elegir un micrófono de cierta calidad
    Sobre todo en los micrófonos de condensador se puede notar una gran diferencia entre uno de mala calidad y otro de una calidad aceptable (por ejemplo en lo que respecta a su ruido de fondo)
    No es necesario ir a micrófonos muy caros. Hay micrófonos con una relación calidad precio increíble.
  • Si vas a grabar en un entorno controlado (con una acústica aceptable), los micrófonos de condensador suelen ofrecer una muy buena calidad y pueden captar más detalles o matices (que los dinámicos por ejemplo)
  • La acústica de la sala donde grabas puede afectar mucho a la calidad del sonido
    Puedes intentar mejorar la acústica (pero sabiendo lo que haces, no comprando cuatro espumas de colores)
    Puedes jugar con la posición y características del micrófono para minimizar los efectos
    Puedes intentar elegir la habitación / sala que tenga mejor acústica
  • Utiliza, si es posible, cables balanceados o al menos cables con un buen apantallado.
    Si usas micrófonos con conector XLR, los cables XLR son balanceados y no hay problema en usar cables muy largos
    Si usas micrófonos con conector jack (para conectar a la cámara, al móvil o al ordenador), intenta no usar cables excesivamente largos, porque no son balanceados y pueden actuar como antenas.
    Si usas un micrófono USB, su salida es ya digital, no deberías tener problemas de interferencias de radiofrecuencia.
  • La calidad del preamplificador es importante, pero en la mayoría de situaciones no es el factor determinante
    Las tarjetas de sonido integradas en la placa base de los ordenadores suele ser muy mediocre
    Los preamplificadores de las cámaras estarían en un término medio, en general no deberían afectar mucho a la calidad de sonido
    Los preamplificadores de los móviles están en general un poco por encima, podemos usarlos como grabadora de sonido con un micrófono externo
    La electrónica de cualquier interfaz de sonido o mesa de mezclas actual, de las grabadoras digitales de sonido, o de cualquier otro equipo de sonido de entorno profesional ofrece unas prestaciones excelentes y no debería afectar a tu audio.
  • No utilices la opción de ganancia automática
    Utiliza siempre una gestión manual de los niveles de sonido
    Aprende a gestionar los niveles de audio para maximizar la calidad y minimizar el riesgo de distorsión
  • Las interferencias inyectadas a través de los cables de alimentación (los cables de red) suelen ser uno de los principales problemas de ruido e interferencias, y a veces es muy difícil encontrar qué dispositivo o qué aparato es el que las causa.
    Los transformadores de las fuentes de alimentación, cargadores, motores eléctricos de electrodomésticos, etc. suelen ser los sospechosos habituales.

 

 

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Sonido y audio: qué son los decibelios

En este artículo vamos a ver de una forma sencilla qué es decibelio y qué usos típicos tiene esta unidad en los campos relacionados con el sonido (presión sonora) y con el audio (señal o representación del sonido)

 

Decibelios en sonido y audio

 

Este artículo forma parte de la serie sobre sonido y audio

 

El decibelio

El decibelio se utiliza para expresar relaciones: en concreto la relación entre dos valores (cómo de grande o de pequeño es un valor con respecto a otro).

En muchos campos (sonido, electrónica, electricidad…)  hay variables o magnitudes que pueden tomar un rango enorme de valores (muchos órdenes de magnitud).

Para el cerebro humano es muy difícil trabajar con (o comparar) magnitudes con valores tan dispares, sobre todo en situaciones en las que aparecen números muy grandes (millones, billones…) y muy pequeños (decimales).

Por otro lado, algunos sentidos humanos, como la vista o el oído, recogen información de la realidad de forma no lineal, precisamente para poder gestionar de una forma práctica esas variaciones tan enormes de las magnitudes físicas.

Por ejemplo, la sensación auditiva sigue una escala aproximadamente logarítmica.

Parece lógico pensar que para medir cosas relacionadas con el sonido se utilice también una escala logarítmica.

Inicialmente se utilizó el bel o belio (B) como unidad, en honor a Graham Bell, utilizando el logaritmo en base 10 para relacionar potencias.

Relación(B) = log (P1 / P2) 

 

Pero el belio es una unidad demasiado grande para su uso práctico en la mayoría de los campos, así que se utiliza en su lugar el decibelio (dB)

Cuando se relacionan potencias (o magnitudes similares, como la intensidad sonora), el valor en decibelios se calcula como:

Relación(dB) = 10 log (P1 / P2) 

 

Cuando se relacionan otro tipo de magnitudes (voltajes, intensidades eléctricas, presión sonora…), por consistencia se utiliza:

Relación(dB) = 20 log (valor1 / valor2) 

 

El decibelio como tal es adimensional, relaciona dos valores que tienen que estar expresados en las mismas unidades.

Dicho de otra forma, el decibelio siempre representa una relación entre dos valores, no es una medida absoluta.

No tiene mucho sentido decir ‘aquí hay 5 decibelios’…

Es como si nos dicen: tengo 5 litros… ¿5 litros de qué? ¿de agua? ¿de aceite? ¿de oxígeno? ¿en qué contexto?

Siempre nos tienen que dar una referencia: 3 dB (SPL), 3 dBu …  (ahora vemos qué significan estas referencias, no te preocupes por esa nomenclatura de momento) o nos tienen que dar el contexto de los valores que estamos comparando: potencia de salida con respecto a la potencia de entrada, atenuación de la señal con respecto a la inicial, relación entre el nivel de señal y el de ruido…

 

¿Qué ventajas tiene usar una escala logarítmica?

La principal ventaja es que nos hace más fácil entender las relaciones entre números muy grandes y muy pequeños.

Muchas veces estas relaciones tienen que ver con el rango dinámico de una cierta magnitud.

Por ejemplo, imagina que una cierta magnitud puede tomar valores desde 0.00001 hasta 10000000 (diez millones)

Es muy difícil visualizar ese tipo de relaciones utilizando escalas lineales. Por ejemplo, lo podríamos expresar como una relación lineal:

1:1000000000000

Pero es mucho más práctico trabajar con una escala logarítmica. Por ejemplo, vamos a suponer que la magnitud está relacionada con la potencia:

10 log (10000000 / 0.00001 ) = 10 · 12 = 120 dB

Para nuestro cerebro es mucho más sencillo, útil y práctico trabajar con números pequeños (120 en lugar de 1000000000000)

También es muchísimo más sencillo representar visualmente (gráficas, barras, etc.) valores que pueden estar separados por muchos órdenes de magnitud.

A modo de curiosidad. En fotografía, para gestionar la cantidad de luz (intensidad de luz, rango dinámico, etc.) se utiliza también una escala logarítmica, pero con base 2 (en lugar de base 10). Esos escalones (base 2) que doblan o dividen a la mitad una cierta cantidad los conocemos como pasos de luz.

 

Sumar y restar

Otra de las ventajas de utilizar decibelios (escala logarítmica) es que nos permite trabajar con números más sencillos y además todos los procesos que tengan que ver con multiplicar (amplificar) o dividir (atenuar) se calculan sumando y restando.

Por ejemplo, un amplificador con una ganancia de 6dB es aquel que multiplica la amplitud de la señal de entrada por 2.

6dB = 20 log (2)

Es decir, como la señal de salida es el doble de la de entrada, se dice que la ganancia es 2 (sin unidad) o que la ganancia es de 6dB.

Un amplificador de 20dB se corresponde con una ganancia de 10 (una señal de salida con amplitud 10 veces mayor que la de entrada).

Si se trata de un atenuador o un dispositivo con pérdidas, la ganancia será negativa, porque la magnitud de salida es más pequeña que la de entrada.

Por ejemplo -6dB correspondería con una amplitud de salida que es la mitad que la de entrada. Y -20dB corresponde a una señal de salida que es la décima parte de la de entrada.

A lo largo de la cadena que recorre la señal eléctrica nos podemos encontrar con varios amplificadores, atenuadores, pérdidas…

Trabajando con decibelios simplemente tenemos que ir sumando y restando con números sencillos: 20dB – 6dB + 10dB …

 

Desventajas de las escalas logarítmicas

No todo van a ser ventajas.

El cerebro humano maneja bien las escalas y relaciones lineales, pero no maneja tan bien las escalas logarítmicas.

Por ejemplo, hay que tener en cuenta que un crecimiento pequeño en la escala logarítmica puede implicar un crecimiento enorme en la escala lineal correspondiente.

O, si volvemos a un ejemplo anterior, piensa que 120 dB corresponde a una relación 1 a 1000000000000.

Si no estamos acostumbrados es un poco difícil asimilar la correspondencia entre la escala en decibelios y la magnitud física real que estamos comparando.

 

Otro problema es que no podemos sumar (o restar) magnitudes directamente en decibelios.

La suma en decibelios corresponde con una multiplicación de la magnitud física, por ejemplo cuando hablamos de ganancias o atenuaciones. Es simplemente por las propiedades matemáticas de los logaritmos.

Pero si tenemos dos señales o dos sonidos que se ‘suman’, esa suma la tenemos que hacer con la magnitud original (en escala lineal).

Lo vemos con un ejemplo que vamos a entender perfectamente.

Imagina que tenemos en nuestra habitación un equipo de música con 4 altavoces idénticos.

Vamos a suponer que ajustamos el volumen para que cada altavoz genere 100 dB(SPL). Un poco más adelante veremos qué significa esto, pero por el momento piensa que es un cierto volumen de sonido medido en escala logarítmica.

Y vamos a ir conectando los altavoces uno a uno.

Al conectar el primer altavoz tendremos 100 dB de sonido en la habitación.

Al conectar el segundo tendremos el doble de sonido, el doble de presión sonora… no el doble de decibelios. No tendremos 200 dB(SPL). Tendremos:

20 log (2) = +6dB  (el doble en escala lineal se corresponde con +6dB)

100dB + 6dB = 106 dB(SPL)

Si conectamos 3 altavoces tendremos el triple (con respecto a tener un único altavoz):

20 log (3) = +9.5 dB

100dB + 9.5dB = 109.5 dB(SPL)

Y si conectamos los 4 altavoces tendremos cuatro veces la presión sonora de uno de ellos:

20 log (4) = +12 dB

100dB + 12dB = 112 dB(SPL)

O dicho de otra forma, con 4 altavoces tendremos el doble de presión sonora con respecto a tener sólo 2 altavoces:

2 altavoces : 106 dB(SPL)

4 altavoces : el doble (+6dB) : 106 dB + 6 dB = 112 dB(SPL)

 

Vemos que trabajar con decibelios no es siempre tan intuitivo. Hay que tener un poco de cuidado y tratar de entender realmente qué estamos haciendo en cada situación.

Pero una vez que te acostumbras es muchísimo más práctico utilizar escalas logarítmicas en ciertas situaciones.

De hecho, los decibelios se utilizan en muchísimos campos diferentes. Vamos a comentar los usos típicos en sonido y en audio.

 

Los decibelios y el sonido

Recuerda que el término ‘sonido‘ nos habla de presión sonora, de ondas de presión, que pueden detectar nuestros oídos (y las percibimos como sonidos).

La presión sonora se mide en pascales (Pa)

El oído humano es capaz de detectar sonido en una escala muy amplia de presiones sonoras (rango dinámico muy amplio).

En el caso del oído humano medio, la presión mínima necesaria para percibir sonido estaría sobre los 20uPa (micro pascales) y la presión máxima estaría alrededor de los 20Pa.

Recuerda también que los decibelios siempre, siempre, siempre miden una relación entre dos cantidades A y B, no miden una magnitud de forma absoluta, siempre relativa.

Pero sí podemos escoger o consensuar un valor de referencia y utilizarlo para comparar.

De esa forma transformamos la escala relativa en una escala ‘absoluta’ de medidas en decibelios.

Estas escalas ‘absolutas’ se indican con un apellido que acompaña a la unidad dB, por ejemplo dB(SPL) o dBA son escalas típicas en la parte de sonido.

 

dBSPL o dB(SPL)

Se utilizan para medir la presión sonora (SPL = Sound Pressure Level)

Se toma como referencia la presión sonora mínima que detecta el oído humano: 20uPa (20 micro pascales)

Por lo tanto, un sonido con una presión sonora de 20uPa se corresponde con 0 dBSPL sobre la que estamos calculando la relación.

En esa escala absoluta, el rango de audición humana iría de 0 dBSPL a unos 140 dBSPL donde estaría el umbral de dolor.

Puedes encontrar muchas tablas con referencias de esta escala de intensidad sonora / presión sonora.

Recuerda, dB(SPL), pero como el contexto es ‘sonido’, no hace falta indicarlo explícitamente, se entiende que la escala está referenciada a SPL si no se indica lo contrario:

  • 0dB : umbral de audición
  • 10dB : respiración tranquila
  • 20dB : sonido típico en una biblioteca
  • 40dB : conversación típica (a menos que sea un grupo de españoles)
  • 70dB : aspiradora tradicional
  • 90dB : tráfico en una calle concurrida de una ciudad
  • 120dB :  martillo neumático
  • 130dB : turbina de un avión en el momento del despegue
  • 140dB : umbral del dolor, peligro de dañar los tímpanos si no se utiliza protección
  • 180dB : despegue de un cohete

 

dBA 

Esta escala también hace referencia a la presión sonora y utiliza el mismo valor de referencia: 20uPa

Pero está ponderada (ajustada) para cada frecuencia del espectro, ya que el oído humano tiene diferente sensibilidad a diferentes frecuencias.

A esta escala se la llama también dB (SPL A-weitghted).

Se utiliza en aplicaciones relacionadas con el oído humano: contaminación acústica, sonorización de salas de conciertos, seguridad laboral…

 

 

Los decibelios y el audio

Llamamos audio a la representación del sonido, bien como señal eléctrica (voltajes e intensidades en la parte analógica) o bien como señal digital (números)

Una vez que el sonido se transforma en señal eléctrica, por ejemplo mediante un micrófono, entra en una cadena de procesos más o menos compleja.

No vamos a entrar en mucho detalle, simplemente vamos a distinguir entre la parte de procesamiento analógico y la parte de procesamiento digital.

 

Decibelios en la parte de audio analógico

La señal es eléctrica y se procesa mediante circuitos electrónicos.

En esta parte de la cadena nos encontramos con amplificadores (o atenuadores) caracterizados por una determinada ganancia.

 

Ganancia / atenuación

Para cada bloque, la ganancia es una relación entre la amplitud de la señal de salida con respecto a la de entrada.

Y por lo tanto, la conversión a dB es trivial, ya que los decibelios miden precisamente relaciones entre valores.

 

Por ejemplo, imagina que tenemos un amplificador con una ganancia de 100:

g (ganancia) = 100 = v_salida / v_entrada

Pasamos a decibelios:

g(dB) = 20 log (v_salida / v_entrada) = 20 log (100) = 40dB

 

Y si hubiera una atenuación, por ejemplo:

g (atenuación) = 0.1 = v_salida / v_entrada

 

Simplemente nos quedaría una ganancia negativa en decibelios:

g(dB) = 20 log (v_salida / v_entrada) = 20 log (0.1) = -20dB

 

Si tenemos un sistema formado por varios amplificadores, atenuadores, etc. simplemente tendríamos que sumar sus respectivas ganancias en decibelios para calcular la ganancia total:

g(total, dB) = 40dB – 20dB + …

 

SNR – Relación señal a ruido

Otro apartado en el que se suele trabajar con decibelios es en la relación señal a ruido, SNR (Signal to Noise Ratio).

De nuevo, como se trata de una relación entre dos valores (el nivel de señal y el nivel de ruido), expresarla en decibelios es también trivial.

Si operamos con potencias, potencia de señal y potencia de ruido, utilizaríamos el factor 10 en la expresión: 10 log (P_señal / P_ruido)

Si operamos con amplitudes (valores de voltaje RMS por ejemplo), utilizaríamos el factor 20 en la expresión: 20 log (V_señal / V_ruido)

 

dBV

Para los niveles de la propia señal también se suelen usar escalas referenciadas a un valor absoluto.

Por ejemplo, para la escala dBV se toma como valor de referencia 1 voltio (1 V)sonido

Una señal de 0 dBV se corresponde con una señal de 1 V (de amplitud o valor RMS)

Una señal de 6 dBV correspondería con una señal de 2 V

Una señal de -6 dBV correspondería con una señal de 0.5 V

O por poner otro ejemplo:  -10 dBV se corresponde con una señal de unos 0.316 V

 

dBu

Otra escala o referencia muy utilizada es la dBu

Por razones históricas se toma como referencia una señal de 0.775 voltios (0.775 V)

V (dBu) = 20 log (V / 0.775)

Así que por ejemplo 4dBu se corresponde con una señal de aproximadamente 1.23V

20 log ( 1.23 / 0.775) = 4 dBu

 

 

Decibelios en la parte de audio digital

Una vez que la señal de audio pasa al mundo digital se convierte en números.

Sobre esos números se pueden realizar todo tipo de operaciones matemáticas, aplicarles funciones, algoritmos, etc.

Para medir el nivel o la amplitud de la señal en el mundo digital se utiliza sobre todo la escala dBFS.

 

dBFS

Es una escala para la señal de sonido digital (FS = Full Scale)

Niveles de audio - Escala dBFS

 

En la señal digital cada muestra (cada instante de tiempo) tiene asociado un valor numérico.

Puede ser un valor entero o un valor real con decimales (coma flotante), esto depende de la codificación utilizada.

Para simplificar la explicación vamos a suponer que los valores están codificados como enteros, que es la codificación tradicional.

En ese caso cada muestra está representada por un número entero que va desde 0 (cero, que correspondería con la falta total de sonido, el silencio total, pero que estará afectado por el nivel de ruido) hasta el valor máximo correspondiente al número de bits que estemos utilizando. Por ejemplo, si se utiliza una codificación de 16 bits el valor máximo posible es 65535.

En ese entorno digital, en ese sistema, en esa codificación, no hay ningún valor de señal que pueda ser menor que cero ni mayor que el valor máximo.

La escala dBFS toma como referencia siempre ese valor máximo (65535 en el caso de 16 bits)

Por lo tanto el valor 0 dbFS se corresponde con el máximo permitido por la codificación utilizada.

Todos los demás posibles valores que tome la señal estarán por debajo de ese tope.

Es una escala de valores negativos porque ningún valor de la señal puede superar ese valor que hemos tomado como referencia.

Si hacemos cualquier operación con la señal digital que implique superar esos 0dBFS la señal quedará truncada, quedará cortada (clipping). Y el resultado será una señal de audio distorsionada (distorsión no lineal, normalmente muy desagradable).

El valor mínimo de la escala no tiene realmente importancia en la mayoría de los casos, vendrá limitado normalmente por el nivel de ruido, no por el tipo de codificación.

La ventaja de la escala dBFS es que no depende de ningún sistema físico: no depende de voltajes, no depende del sistema de codificación (partiendo de un sistema de 16 bits podemos transformar la señal a una codificación de 24 bits o de 32 bits o a coma flotante, etc. manteniendo los niveles relativos)

Y como tomamos el valor máximo como referencia se convierte de alguna forma en una escala absoluta, universal: un valor de -5dBFS se interpreta igual en cualquier ordenador o en cualquier móvil o en cualquier dispositivo que reproduzca ese sonido.

Aquí tienes mucha más información sobre la gestión correcta de niveles de audio en diferentes escenarios: vídeo, podcast, emisión en directo / streaming

 

 

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¿Por qué es buena idea elegir un micrófono dinámico para podcast, vídeos o streaming?. Vamos a ver qué ventajas ofrecen y qué modelos elegiría yo. 

 

Guía para elegir micrófono dinámico

 

 

Este artículo forma parte de la serie sobre grabación y tratamiento de sonido.

 

¿Qué es un micrófono dinámico y qué ventajas tiene?

El nombre tiene que ver con el principio de funcionamiento: la membrana que recoge el sonido está unida a una bobina enrollada alrededor de un imán.

El movimiento de la membrana en respuesta al sonido genera una señal eléctrica por inducción (como una especie de mini-generador eléctrico).

El micrófono en sí no necesita alimentación externa. Es ‘dinámico’ en el sentido de que genera la señal eléctrica directamente a partir de la energía del sonido que recoge.

Este principio de funcionamiento marca su comportamiento y sus ventajas e inconvenientes:

 

Ventajas:

  • El micrófono en sí no necesita alimentación externa, funcionan tal cual: sin pilas ni baterías (ni necesitan phantom power en el caso de los XLR). En los micrófonos dinámicos USB, la alimentación de la electrónica (interfaz integrada) se realiza mediante la propia conexión USB.
  • Soportan niveles de sonido (presión sonora) muy altos
  • Aislan muy bien el sonido del entorno
  • Son muy resistentes a golpes
  • Tienen un buen comportamiento para la voz humana

 

Desventajas:

  • No tienen mucha sensibilidad
    Esto es malo para ciertas aplicaciones y bueno para otras, por ejemplo es bueno para aislar mejor la fuente de sonido principal con respecto a los sonidos del entorno
  • La bobina tiene cierta inercia y no responde bien a los sonidos de alta frecuencia (se dice que el sonido pierde brillo)
    Pero la voz humana tiene la mayor parte de la información en las frecuencias medias. Así que funcionan muy bien para la mayoría de los timbres de voz.
  • Como su sensibilidad es menor, necesitan más amplificación para alcanzar el nivel de señal adecuado
    Los micrófonos dinámicos necesitan preamplificadores con cierta ganancia, con un buen margen de amplificación.
    En algunos casos necesitan un preamplificador especializado: fethead / cloudlifter, que iría como primera etapa, antes del preamplificador de la interfaz de audio, mesa de mezclas, etc. para conseguir un nivel de señal mínimo con el que pueda trabajar el preamplificador con soltura.

 

Los micrófonos dinámicos se utilizan mucho en conciertos y situaciones en las que interesa aislar por ejemplo la voz del cantante o la persona que habla de otras fuentes de sonido cercanas.

Tienden a dar un matiz cálido, enfatizar más los graves y sobre todo los medios, a la vez que suelen atenuar los agudos (frecuencias más altas).

 

¿Por qué es buena idea elegir un micrófono dinámico?

Un micrófono dinámico suele ser la mejor elección cuando grabamos en un recinto sin tratamiento acústico o en un entorno con ruido ambiente.

Si grabamos en casa, en una habitación por ejemplo, tenemos varios enemigos:

  • La acústica de la sala actúa como un filtro que ecualiza el sonido original y lo degrada (reverberación, ecos flotantes, modos de resonancia, etc.)
    En la mayoría de los casos este será el principal problema y lo que más va a afectar a la calidad del audio
  • Sonidos (ruidos) del entorno: ventiladores del equipo, aire acondicionado, sonidos de la calle, vecinos, familia…

 

La baja sensibilidad de los micrófonos dinámicos nos ayuda a minimizar esos efectos.

Sobre todo si aprovechamos bien el patrón de captación del micrófono. Interesa elegir normalmente algún micrófono con patrón polar cardioide (o algún patrón direccional similar), que tenga una gran atenuación para los sonidos que llegan a la parte posterior del micrófono.

Es muy importante además que coloquemos el micrófono correctamente, a unos centímetros de la fuente de sonido. El micrófono dinámico ‘obliga‘ a que nos situemos relativamente cerca.

Si lo colocamos muy alejado de la fuente de sonido no tendremos ninguna ventaja: el micrófono captará buena parte de los efectos negativos de la acústica y buena parte de los sonidos no deseados del entorno.

IMPORTANTE: Como estos micrófonos se utilizan cerca de la boca, hay que tener más cuidado con algunos efectos no deseados: las consonantes explosivas (Pes, Tes) y el efecto de proximidad (exageración de los graves). Podemos colocar por ejemplo el micrófono en ángulo (para que el aire que sale de la boca no incida directamente sobre la membrana), podemos usar un filtro anti-pop, podemos usar espumas anti-pop / anti-viento que nos obliguen a mantener una cierta distancia mínima con respecto a la cápsula, podemos intentar mejorar nuestra técnica vocal…

 

¿Micrófono dinámico XLR o USB?

Un micrófono tradicional XLR no incluye etapa de preamplificación y genera una señal analógica. Se tiene que conectar a una interfaz de audio, mesa de mezclas o algún equipo de sonido equivalente que amplifique la señal analógica y la convierta a digital (que es la señal de audio con la que vamos a trabajar en el ordenador y la que vamos a publicar).

Para conectar el micrófono al preamplificador (interfaz de audio / mesa de mezclas) necesitamos un cable con conectores XLR. Este tipo de cables son balanceados y aíslan muy bien de las interferencias electromagnéticas.

La interfaz de audio se encarga de preamplificar la señal (la señal que entregan los micrófonos dinámicos es muy pequeña), hace la conversión de la señal analógica a señal digital y se encarga de adecuar la señal para entregarla a través de USB al ordenador.

Un micrófono USB ya incluye toda la electrónica necesaria para amplificar la señal generada por la cápsula del micrófono, hacer la conversión analógico-digital y entregar la señal digital directamente al ordenador a través de USB.

La ventaja de un micrófono USB es que es un ‘todo en uno’, no necesitamos nada más.

A modo de resumen, si elegimos un micrófono XLR  necesitaremos además:

  • Una interfaz de audio
  • Un cable XLR para conectar el micrófono a la interfaz

La ventaja de la opción XLR es que en general tendremos más flexibilidad y algo más de calidad.

Una interfaz de audio de gama media suele tener mejor electrónica.

Pero para mí la principal ventaja es la flexibilidad a me´dio y largo plazo. Y la posibilidad de usar un catálogo enorme de micrófonos muy probados en entorno profesional.

En cualquier caso, si no te quieres complicar la vida, los micrófonos USB ofrecen una calidad más que suficiente.

 

Micrófonos dinámicos recomendados

Esto lo he comentado muchas veces en esta serie sobre audio: no hay un micrófono que sirva para todo.

Cada micrófono (tipo, principio de funcionamiento, modelo…) va a ir bien en ciertas situaciones, para un determinado tipo de voz / instrumento, va a minimizar mejor los problemas del entorno de grabación, etc.

En una situación ideal y en proyectos críticos (producción musical profesional en estudio de grabación) elegiríamos modelos específicos para exprimir al máximo la calidad de la voz o el instrumento.

Nosotros no buscamos ese objetivo.

Nosotros queremos alcanzar unos niveles de calidad similares a los de una producción profesional, pero trabajando en un entorno que no tiene las características de un estudio de grabación.

Nos vamos a centrar en voz hablada: podcast, narración en vídeo, directos / streaming…

Y vamos a elegir un micrófono dinámico que capture correctamente los detalles de la voz y que elimine en lo posible los efectos no deseados del entorno.

Hay miles de posibilidades. Yo personalmente recomiendo elegir modelos conocidos.

El comportamiento del micrófono no depende sólo de la cápsula, depende muchísimo de la construcción y el diseño de la carcasa, ya que cualquier resonancia mecánica de la carcasa o de los elementos físicos del micrófono afectará negativamente al sonido captado.

Desde mi punto de vista, no vale la pena elegir un micrófono barato, porque en el rango de los 100 euros puedes encontrar micrófonos excelentes que ofrecen un nivel de calidad a la altura de cualquier producción profesional (la calidad final va a depender más de la técnica de grabación y del entorno, acústica, etc.)

A partir de ese corte orientativo encontramos micrófonos más caros, pero las diferencias estarían ya en los matices, y entraríamos en un terreno mucho más subjetivo.

Voy a incluir algunos modelos USB y algunos modelos XLR.

Recuerda, los XLR necesitan una interfaz de audio (y el cable XLR correspondiente), y ese equipo es más versátil a la larga, pero si no te quieres complicar, un micrófono dinámico USB es lo más sencillo: lo enchufas al ordenador y ya está listo.

 

 

Micrófono dinámico Shure SM58 (XLR)

Un clásico entre los clásicos y uno de los micrófonos más vendidos y más usados en conciertos de todo tipo.

 

Micrófono dinámico Shure SM58´

Es una excelente opción para grabar voz en estudio: para podcast, para vídeo o para streaming.

Tiene un patrón polar cardioide. El diafragma está situado a un par de centímetros de la parte superior, protegido por una espuma intermedia y la rejilla plateada característica. Este diseño reduce el efecto pop y también el efecto de proximidad exagerado.

Refuerza un poquito los graves, sin resultar exagerado y mantiene una respuesta muy plana en los medios. La respuesta en frecuencia va de los 75Hz a los 18kHz. En el tramo de las altas frecuencias también refuerza un poco para conseguir más brillo y claridad.

Es un micrófono diseñado para la voz y la reproduce de una forma natural y agradable.

  • Buena calidad de sonido para voz
  • Es prácticamente indestructible
  • Aisla muy bien todo el ruido del entorno
  • Patrón de captación cardioide
  • Súper probado y usado en todo el mundo

Puntos menos positivos:

  • La sensibilidad es más baja (como ocurre con los micrófonos dinámicos) por lo tanto seguramente tendrás que invertir en una interfaz de sonido con un preamplificador de buena calidad porque tendrá que trabajar en una zona de alta ganancia. Pero prácticamente todas las interfaces de audio comerciales de gama media cubrirían perfectamente.
  • Es un micrófono vocal, está diseñado para eso. Puede grabar instrumentos y cualquier tipo de sonido, pero perderá un poco de brillo por la respuesta en frecuencia más limitada.
  • Estéticamente no es quizás el más atractivo, pero lo normal es utilizarlo con una espuma anti-pop, que tapa la rejilla plateada. Así que la forma, la estética, va a depender más de esa espuma.

 

El SM58 es un comodín y una apuesta segura. Si tu presupuesto es limitado y hay que elegir entre el SM58 y un micrófono de condensador de precio similar, yo me quedaría con el SM58.

 

 

 

Micrófono dinámico Shure SM57 (XLR)

Otro clásico de Shure. El SM57 está presente en todos los estudios de grabación y está considerado como uno de los mejores micrófonos dinámicos para grabación de instrumentos. Se utiliza muchísimo para grabar amplificadores de guitarras eléctricas, baterías, etc.

 

Micrófono dinámico Shure SM57

Y por supuesto es también una excelente opción para voz.

El SM58 y el SM57 utilizan la misma cápsula. Las diferencias en la captación de sonido vienen determinadas principalmente por el diseño de la carcasa.

El SM57 da un poco más de brillo, capta algo más de detalle en la zona de los 6-12KHz. Y por otra parte es un poco menos cálido, potencia menos los graves y medios si comparamos con el SM58.

Pero son diferencias muy sutiles. Para voz hablada, cualquiera de los dos micrófonos cumpliría perfectamente y no sabría decirte cuál de los dos elegiría.

 

Puntos positivos:

  • Buena calidad de sonido para voz y para instrumentos
  • Indestructible
  • Aisla muy bien todo el ruido del entorno
  • Patrón cardioide
  • Con respecto al SM58, el SM57 capta más detalle en la zona de alta frecuencia

Puntos menos positivos:

  • La sensibilidad es baja pero prácticamente todas las interfaces de audio comerciales de gama media van a ofrecer un rango de amplificación suficiente.
  • Con respecto al SM58, el SM57 tiene algo menos de presencia en los graves y medios

 

Como en el SM57 la rejilla está prácticamente en la cápsula, no hay una barrera física de separación.

Para voz puede ser un problema, porque si nos acercamos mucho tendremos un efecto de proximidad más acusado (graves muy potenciados). Yo recomiendo usar el SM57 con una espuma anti-pop que obligue a mantener una cierta separación. Perderemos algo de brillo (altas frecuencias) pero la voz sonará en general más limpia, más estable.

O si quieres preservar ese brillo puedes usar un filtro anti-pop, que además te obligará a mantener una distancia un poco mayor y evitarás problemas con el efecto de proximidad y con los pops.

 

 

 

Micrófono dinámico Shure SM7B (XLR)

Podríamos decir que es un micrófono un poco más especializado, pensado y diseñado para voz en estudio. Es un micrófono legendario, utilizado en muchísimos estudios de grabación y en todo tipo de proyectos relacionados con producciones de sonido.

 

Guía para elegir micrófono dinámico

Utiliza una cápsula muy similar a la del SM58 y SM57, pero su carcasa es muy diferente: la cavidad interna potencia un poco más los graves, incluye un sistema anti-shock para aislar vibraciones mecánicas externas y la cápsula está situada a cierta distancia en el interior de una rejilla interna.

La situación de la cápsula (distancia) hace que sea mucho más fácil con el SM7B controlar el efecto de proximidad, de forma que el timbre de voz no cambia drásticamente aunque nos acerquemos mucho al micrófono. También gestiona muy bien las consonantes explosivas.

Y otra diferencia del SM7B con respecto al SM58 y SM57 es que el SM7B no incluye transformador.

En los otros modelos, el transformador permite amplificar de forma pasiva (sin alimentación externa) la señal generada por la cápsula, y ese proceso afecta a la respuesta en frecuencia, sobre todo en la zona de alta frecuencia (se amplifica más, por decirlo de alguna forma).

La respuesta en frecuencia del SM7B es mucho más plana, sobre todo en esa zona de alta frecuencia.

Como no están ‘potenciados’ los agudos, los graves y medios se perciben más con el SM7B.

Pero por otro lado, el hecho de no incluir transformador hace que la señal generada por el SM7B sea más débil. Se necesita más amplificación para alcanzar un nivel de señal similar a la de otros micrófonos. No todas las interfaces de sonido pueden proporcionar ese rango de ganancia, muchas veces se necesitará un elemento adicional (fethead / cloudlifter) como primera etapa de preamplificación.

El SM7B incluye dos conmutadores para activar un filtro paso alto (corta las muy bajas frecuencias, por ejemplo para evitar algunos sonidos molestos del entorno) y una especie de potenciador de alta frecuencia, que daría un comportamiento más parecido al SM58.

 

Vamos entonces con los puntos positivos:

  • Muy buena calidad de sonido para voz
  • Es más fácil controlar el efecto de proximidad y no hace falta una técnica vocal muy depurada
  • Respuesta en frecuencia muy plana, que se percibe como un sonido con una mayor presencia de los graves y los medios, muy suave y ‘natural’.
  • Aisla muy bien todo el ruido del entorno
  • Patrón cardioide
  • Estéticamente es muy atractivo, a pesar de que es un modelo bastante antiguo.

Puntos menos positivos:

  • Sensibilidad muy baja
    Esto es un problema porque muchos modelos de interfaz de sonido se pueden quedar cortas y no ofrecerán un nivel de audio suficiente.
    En esos casos será necesario comprar además una etapa de preamplificación: fethead, etc.
  • Es un micrófono muy especializado en voz, no es tan versátil como otros modelos de la serie SM (SM57, SM58…).
    Aunque el conmutador de ‘boost’ de alta frecuencia lo convierte en una especie de SM58 en lo que respecta al brillo / detalle.
  • Es un poco más aparatoso por la forma de la carcasa y cómo se acopla a un pie de micro o a un brazo de soporte.
  • Hay que acostumbrarse a usarlo a una distancia muy próxima a la boca (la separación de la cápsula minimiza el efecto de proximidad)
  • Es significativamente más caro que otros modelos (y hay que añadir probablemente el coste adicional del fethead / cloudlifter)

 

Entonces, a modo de resumen, si el presupuesto no es problema para ti: el SM7B es una excelente opción para voz hablada y lo recomendaría con los ojos cerrados.

Pero quizás no sería mi primera elección, si me pongo en la piel de un usuario que está empezando y no se quiere gastar mucho dinero inicialmente.

Las diferencias del SM7B con respecto a modelos como el SM58 son sutiles, y entrarían en la parte subjetiva que tiene que ver con la percepción.

El SM7B va a ofrecer una voz más suave, con menos brillo, más de emisora de radio. La forma en que capta la voz el SM7B es única, por eso es un micrófono muy apreciado.

Pero ten en cuenta que la mayoría de los usuarios de un podcast, un directo o un vídeo no van a ser capaces de apreciar esas diferencias o no le van a dar mayor importancia.

Por lo tanto, tienes que valorar si realmente compensa la inversión extra.

 

 

 

 

Micrófono dinámico Samson Q2U (XLR + USB)

Este micrófono creo que sería el candidato perfecto a BBBV: bueno, bonito, barato y versátil.

Micrófono dinámico Samson Q2U

Vale, lo de bonito es cuestión de gustos (es bastante similar a un SM58 por ejemplo). Pero es un micrófono muy versátil, que ofrece además una calidad más que aceptable.

Es un micrófono dinámico que incluye su propia interfaz de audio. Sólo hace falta conectarlo por USB al ordenador y a correr.

Pero además incluye conector XLR, con lo que podemos usarlo como un micrófono XLR tradicional, conectado a una interfaz de audio, mesa de mezclas, grabadora externa, etc.

En ese sentido es muy muy versátil. Y me parece una opción muy buena como primer micrófono de estudio, porque no necesitas nada más.

Más adelante puedes comprar una interfaz de audio, para ampliar las posibilidades de tu estudio e ir creciendo poco a poco.

 

Los puntos positivos:

  • Buena calidad de sonido para voz
  • Incluye su propia interfaz de audio. En este modo sólo hay que conectarlo por USB al ordenador, no necesita interfaz externa.
  • Incluye conector XLR, lo podemos usar como un micrófono XLR estándar, conectándolo a una interfaz de audio, mesa de mezclas, etc.
  • Incluye conector jack 3.5 para auriculares de monitorización y control de volumen para los auriculares.
  • Aisla muy bien todo el ruido del entorno
  • Patrón cardioide
  • Las dos conexiones funcionan en paralelo: podemos por ejemplo grabar a través de una interfaz de audio (conexión XLR) y a la vez podemos hacer una copia de seguridad a través de USB en otro dispositivo.

Puntos menos positivos:

  • Sensibilidad baja como todos los micrófonos dinámicos. En el modo USB su preamplificador integrado gestiona perfectamente la ganancia. Y como micrófono XLR ofrece un nivel suficiente para todas las interfaces de audio de gama media del mercado.
  • Como integra la interfaz de audio y toda su electrónica es un poco más grande y pesado (si lo quisiéramos usar como micrófono de mano)
  • No gestiona bien las consonantes explosivas, es recomendable usarlo con una espuma anti-pop o directamente con un filtro anti-pop
  • La calidad de audio en el modo USB es similar, pero está un poco por debajo de la calidad que se puede obtener con el micrófono conectado a una interfaz de audio externa de gama media
  • No incluye control de ganancia (modo USB), la ganancia se controla desde el ordenador.
  • El botón de apagado se puede utilizar para silenciar (mute), pero es un conmutador mecánico e introduce un ruido desagradable al activar y desactivar (es preferible silenciarlo desde el programa que estemos utilizando para grabar)

 

La respuesta en frecuencia es un poco más plana que la de por ejemplo un SM58, pero en la práctica creo que captan el sonido de una forma muy similar. Para la mayor parte de las voces los resultados van a ser casi indistinguibles.

El Q2U es quizás un poco más sensible a los pops (consonantes explosivas) y capta más ruido mecánico, por ejemplo para usar como micrófono de mano creo que preferiría el SM58.

Pero en estudio, en un brazo articulado o un pie de micrófono que aísle bien las vibraciones mecánicas y con un filtro anti-pop o una técnica vocal correcta cualquiera de esos modelos va a rendir perfectamente, con la ventaja de que el Q2U lo podemos usar directamente por USB si no disponemos de interfaz externa.

 

 

 

Micrófono dinámico Shure MV7 (XLR + USB)

Es un micrófono híbrido que puede usarse directamente a través de la conexión USB (directa al ordenador) o a través del conector XLR hacia una interfaz de audio, como un micrófono XLR estándar.

Micrófono dinámico Shure MV7

Si ya tienes una interfaz de audio puedes mirar el modelo XLR: Shure MV7X (sin conexión USB y un poco más barato)

La ventaja de este tipo de micrófonos híbridos es que puedes usarlo directamente, sin necesidad de comprar una interfaz de audio. Y más adelante, si necesitas ampliar la funcionalidad o tener más flexibilidad, puedes comprar la interfaz y usarlo como un micrófono estándar.

En cualquier caso, como micrófono USB es muy completo, con controles muy intuitivos para gestionar la ganancia y el volumen de los auriculares de monitorización. Los controles son táctiles, lo que minimiza el sonido molesto que podría producirse al manipular botones y controles mecánicos.

La forma del micrófono, su construcción y sus características recuerdan mucho al SM7B. Y su comportamiento también es bastante similar.

 

Los puntos positivos:

  • Muy buena calidad de sonido para voz.
  • Incluye su propia interfaz de audio. En este modo sólo hay que conectarlo por USB al ordenador, no necesita interfaz externa.
  • Incluye conector XLR, lo podemos usar como un micrófono XLR estándar, conectándolo a una interfaz de audio, mesa de mezclas, etc.
  • Incluye conector jack 3.5 para auriculares (monitorización directa)
  • Aisla muy bien todo el ruido del entorno.
  • Patrón cardioide.
  • Incluye controles táctiles para gestionar: la ganancia, el volumen de los auriculares, silenciar (mute)
  • Podemos usar la aplicación de Shure para gestionar el micrófono (modo USB) desde el ordenadMicrófono dinámico Rode Podcaster (USB)or de una forma muy intuitiva.
  • Como micrófono XLR no necesita tanta ganancia como el SM7B, puede usarse con la mayoría de interfaces de gama media sin necesidad de comprar un preamplificador externo (aunque en algunas interfaces el rango de ganancia puede estar un poco al límite)

 

Puntos menos positivos:

  • Sensibilidad baja, como todos los micrófonos dinámicos.
    En el modo USB su preamplificador integrado gestiona perfectamente la ganancia.
    Y como micrófono XLR ofrece un nivel suficiente para la mayoría de las interfaces de audio de gama media del mercado.
  • Comparando con el SM7B, gestiona un poco peor las consonantes explosivas (la cápsula no está tan separada).
  • También, comparando con el SM7B, gestiona un poco peor las vibraciones mecánicas, por ejemplo las que llegan de la mesa si lo utilizamos con un pie de micrófono colocado sobre la propia mesa, etc.

 

A modo de resumen: el MV7 es un excelente micrófono para voz.

No es un SM7B, aunque el comportamiento es bastante similar.

Con respecto al SM7B, el MV7 es más barato y es más versátil (si no tenemos interfaz de audio podemos usarlo directamente por USB). De hecho, creo que es más práctico usarlo directamente como micrófono USB en la mayoría de las situaciones.

Por otro lado, gestiona peor los pops si se utiliza con la espuma que incluye por defecto. Se le puede comprar la cubierta de espuma del SM7B (o una genérica compatible) para aumentar la distancia de separación de la cápsula (o se pueden usar otras técnicas para evitar estos efectos no deseados: filtro anti-pop, colocación del micrófono, técnicas vocales, etc.)

 

 

 

 

Micrófono dinámico Shure MV7X (XLR)

Micrófono dinámico Rode Podcaster (USB)Comparte la misma cápsula y las mismas características que su hermano mayor, el Shure MV7. Desde el punto de vista de sonido y efectos relacionados (gestión de pops, respuesta en frecuencia, etc.) son básicamente modelos idénticos.

Pero es un micrófono XLR puro, no incluye electrónica (interfaz de sonido), ni controles, ni nada parecido. Tienes que usarlo con una interfaz de audio externa.

Por algún motivo que desconozco, el nivel de señal que ofrece parece superior al del MV7 (a través de su conexión XLR).

Así que si ya tienes interfaz de audio y no piensas usar la parte USB en ninguna situación, creo que el MV7X sería una mejor opción.

 

 

 

Micrófono dinámico Rode Procaster (XLR)

Es un micrófono diseñado específicamente para voz en estudio. Ampliamente utilizado en estudios de radio, estudios de grabación y muy utilizado para podcast.

Micrófono dinámico Rode Procaster

Ofrece unos graves con cierta presencia, sin exagerarlos. La respuesta en la parte de frecuencias medias es muy plana. Y la zona de alta frecuencia, sobre los 10Khz, tiene un cierto resalte que favorece la nitidez en la voz, sin llegar a convertirse en algo molesto o con demasiado brillo.

Si pudiéramos definir de alguna forma este tipo de comportamiento, la idea mental que tenemos de cómo suena un ‘locutor de radio‘ podría ser una excelente aproximación. Lógicamente el resultado final dependerá del timbre de voz de cada persona, pero el micrófono está pensado para potenciar las características de la voz hablada.

Es uno de los micrófonos dinámicos que más me gustan para este tipo de usos: podcast, voz hablada en vídeo, directos / streaming…

 

Puntos positivos

  • Excelente calidad de sonido para voz.
    Está diseñado específicamente para voz hablada.
  • Sólido, con un diseño muy cuidado. A mí personalmente me encanta este diseño, a pesar de ser tan voluminoso.
  • Aisla muy bien todo el ruido del entorno: perfecto para lugares con acústica regular y/o ruido ambiente, incluyendo por ejemplo el sonido del teclado.
  • El diseño y colocación del diafragma protege muy bien los pops y reduce el efecto de proximidad exagerado y molesto

​Puntos menos positivos:

  • Sensibilidad más baja que un micrófono de condensador. La tarjeta de sonido tendrá que trabajar en una zona de amplificación alta.
    En general la mayoría de interfaces de audio tienen suficiente ganancia para utilizarlo sin necesidad de preamplificador externo, pero tendremos que llevar la ganancia muy cerca del máximo.
  • Es bastante grande y pesado, es un micrófono de estudio, para usar en un soporte o pie de micro, no para usar como micrófono de mano, en exteriores, etc.
  • No dispone de interruptores, controles, filtros o funciones adicionales.
    Es lo que es: un excelente micrófono dinámico. Sin florituras.

 

 

 

Micrófono dinámico Rode PodMic (XLR)

Podríamos decir de alguna manera que es el hermano pequeño del Rode Procaster: es más reciente, es más barato, es más pequeño (aunque más pesado) y pensado para un uso muy similar.

Micrófono dinámico Rode PodMic

La razón de ser de este modelo podría ser la siguiente: un micrófono visualmente atractivo (por ejemplo para directos / streaming es importante la parte estética), con buenas prestaciones y que compita en una gama media a buen precio.

La respuesta en frecuencia está pensada para potenciar esa sensación de ‘locutor de radio’, pero es un poco más compleja (o no tan limpia, según lo queramos expresar) que la del Procaster.

Potencia un poco los graves en la zona de los 100-200Hz, luego tiene una respuesta bastante plana en los medios, con un refuerzo sobre los 900Hz, y pequeños refuerzos ya en la parte de frecuencias altas, entre los 4 y los 10 kHz, que incluyen zonas de atenuación para los sonidos sibilantes (las eses).

Dicho de otra forma, el PodMic nos da ya un audio más ‘editado’, que incluye ya el procesado típico que se utiliza para voz hablada: potenciar ciertas zonas de los graves, una especie de deEsser para las eses, un poco de brillo para la nitidez de la voz sin exagerar, etc.

Esto va muy bien sobre todo para emisiones en directo, donde es un poco más complejo incluir y afinar todos esos procesos en tiempo real.

Por otro lado, en caso de que queramos hacer nuestra propia edición (si tienes conocimientos más avanzados) para darle un toque más personal al audio de nuestra voz, va a resultar un poco más complicado deshacer esos efectos debidos a la respuesta del propio micrófono, comparando con micrófonos con respuestas más planas / simples.

Si eres un usuario que no va a hacer una edición profunda del audio y que no se va a complicar la vida con ecualizaciones complejas, el PodMic te va a ofrecer un audio ya precocinado y prácticamente listo para servir.

 

Puntos positivos

  • Excelente calidad de sonido para voz.
  • Diseñado para ofrecer un sonido de voz ya ‘editado’ y listo para publicar (en lo que respecta a ecualización).
  • Muy sólido y robusto, como todos los micrófonos de Rode.
  • Aisla muy bien todo el ruido del entorno: perfecto para lugares con acústica regular y/o ruido ambiente, incluyendo por ejemplo el sonido del teclado.
  • El diseño y colocación del diafragma protege muy bien los pops y reduce el efecto de proximidad exagerado y molesto

​Puntos menos positivos:

  • Sensibilidad más baja que un micrófono de condensador.
    En general la mayoría de interfaces de audio tienen suficiente ganancia para utilizarlo sin necesidad de preamplificador externo, pero tendremos que llevar la ganancia muy cerca del máximo.
  • Es pequeño pero bastante pesado (casi 1kg), así que necesita un soporte bastante robusto, y no es un micrófono ‘portable’ a pesar de su tamaño.
  • No dispone de interruptores, controles, filtros o funciones adicionales.
  • La montura (al estilo del Shure SM7B) es muy práctica, pero complica mucho el uso de sistemas de amortiguación (anti-shock), así que habrá que tener cuidado con no golpear el brazo de soporte o pie de micro.

 

 

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La perspectiva en fotografía (bien explicada)

Qué es la perspectiva, por qué es importante entender los conceptos relacionados y cómo afecta en fotografía y vídeo.

 

Perspectiva en fotografía

 

 

Si has buscado información sobre perspectiva en fotografía es probable que te hayas encontrado con un batiburrillo de ideas e interpretaciones diferentes.

Uno de los problemas es que la palabra perspectiva tiene diferentes significados. Y en fotografía algunos de esos significados están además relacionados entre sí.

En la mayoría de los casos, cuando veas una frase con la palabra perspectiva (en el contexto de la fotografía), seguramente hace referencia al punto de vista (y encuadre):

«La perspectiva no solo hace que una foto sea más interesante, sino que también te permite desafiar la forma en que las personas ven el mundo al enseñárselo a través de tus objetivos. Con un ojo experto, incluso se pueden tomar fotos únicas de lugares fotografiados habitualmente.»

En otros casos habrás encontrado ‘recetas’ o técnicas para potenciar la sensación de profundidad en una imagen, y todo eso se suele meter en el saco de la perspectiva (tipos de perspectiva o similar).

También hay una especie de mitología relacionada con los efectos de la perspectiva real (la perspectiva geométrica) pero que muchos fotógrafos no relacionan con la perspectiva sino con algún tipo de efecto colateral (distorsión) de los objetivos.

A veces se habla de la perspectiva como si fuera algo mágico, una especie de ilusión óptica que nos engaña y hace que percibamos tridimensionalidad a partir de una imagen. Ya veremos que no hay nada mágico en esto (o quizás sí).

Y todo eso lo encontrarás muchas veces mezclado con definiciones algo etéreas…

«Hay tres tipos básicos de perspectiva en la fotografía. La perspectiva puede ser visual (lineal), física o conceptual»

De locos, ¿no?

Da la impresión de que los fotógrafos tienen una única misión: confundir al resto de los humanos.

 

Bueno, en esta serie de artículos sobre perspectiva no vas a encontrar definiciones etéreas (al menos eso espero).

Como diría Homer Simpson, en esta web se respetan las leyes de la termodinámica… y ya puestos, se intentan respetar las leyes ópticas y físicas (dicho de otra forma: intento ser mínimamente riguroso).

En este primer artículo voy a intentar dar una visión general, con algunos conceptos básicos de la parte geométrica, cómo se relaciona todo esto con las cámaras y en qué contextos se utiliza la palabra perspectiva (y qué significado o matiz tiene en cada contexto)

 

Creo que para entender bien la perspectiva es necesario ver su geometría desnuda, y las implicaciones que tiene. Cuando se explica la perspectiva a través de fotos es muy difícil separar el trigo de la paja, y eso da pie a esas confusiones que luego se arrastran de por vida. Así que voy a insistir bastante en esa parte (muy sencilla) de trazado geométrico, aunque no vamos a entrar en los detalles de trazado y técnicas de dibujo técnico (hay miles de tutoriales en internet para aprender las técnicas básicas). Si se entienden estos principios básicos, luego es infinitamente más sencillo interpretar y entender la perspectiva de una foto.

 

Aviso: he intentado simplificar al máximo, pero es un artículo un poco técnico. Te animo a que lo leas con tranquilidad, que cojas papel y lápiz, que cojas tu cámara y hagas pruebas. No hace falta entenderlo todo de golpe, a lo largo de la serie voy a ser muy pesado y voy a repetir muchas cosas. Aunque este primer capítulo es más teórico que práctico te puede servir para ir pillando ideas y para que te suenen conceptos. Entender bien la perspectiva es uno de esos clics mentales que te van a permitir poner en su sitio muchos conceptos que andan revoloteando por ahí y que no terminan de encajar. Creo que vale la pena el esfuerzo.

 

Así que allá vamos, voy a intentar dar mi punto de vista sobre la perspectiva en fotografía, ¿te has dado cuenta del juego de palabras? :)

 

Qué es la perspectiva

Como comentaba en la introducción, la palabra perspectiva tiene varios significados (muchos realmente, y con diferencias sutiles), pero nos vamos a quedar con los relacionados con la fotografía, que tienen su origen en el dibujo y la pintura.

Por un lado entendemos como perspectiva la representación en dos dimensiones (2D) de una escena en tres dimensiones (3D).

Por otro lado, la palabra perspectiva también puede entenderse como punto de vista, tanto en sentido literal como figurado.

Empezamos mal, porque ya veremos que punto de vista es también el nombre de un elemento concreto, un punto geométrico relacionado con un tipo de perspectiva.

 

Perspectiva como representación en un plano

Por el momento nos vamos a quedar con la primera definición: una perspectiva es una representación en dos dimensiones (2D) de una escena en 3D.

Una representación en dos dimensiones es una imagen.

Para que realmente se considere perspectiva, en principio la imagen tiene que incluir cierta información (relación de tamaños y posiciones de los elementos), de tal forma que el observador pueda reconstruir en su cabeza ese mundo 3D que ha sido representado en la imagen.

 

IMPORTANTE: Muchas personas tienen la idea equivocada de que percibimos la profundidad (tridimensionalidad) exclusivamente a través de la visión binocular. Esto no es cierto. La visión binocular es uno de los muchos (grupos de) mecanismos redundantes que utiliza la percepción visual humana, y sólo funciona a distancias cortas. Con la visión binocular (visión estereoscópica, triangulación y enfoque) no podríamos percibir el contenido de una foto o un dibujo, ya que está representado en un plano (piénsalo).

Tan importantes como los mecanismos relacionados con la visión binocular son los mecanismos de interpretación de la perspectiva (análisis de imagen), que son los que nos permiten percibir la tridimensionalidad del entorno que nos rodea (sobre todo a partir de 1-2 metros) y en el contenido de fotos, dibujos, películas, videojuegos, etc. Por eso es tan importante entender la perspectiva.

Percibir la profundidad en una foto no tiene nada de ilusión óptica (algo que he leído y oído muchísimas veces). Percibir la profundidad en una foto es tan natural para nuestro cerebro como lo es respirar para nuestro cuerpo. No hay magia, ni hay que ‘inventar’ la perspectiva de una foto. Todo esto lo veremos en los capítulos sobre perspectiva y percepción visual humana.

 

En dibujo y pintura, la perspectiva se ‘crea’:  puedes representar una escena real o inventada, y nadie te obliga a seguir unas reglas ‘geométricas’ (aunque siempre se siguen en dibujo técnico y muchas veces en dibujo artístico y pintura).

Piensa por ejemplo en el típico cubo (dado) o una casita que dibujamos en un papel con unas pocas líneas: nuestro cerebro usa esa perspectiva como información para reconstruir y abstraer lo que sería un cubo y una casa en un espacio tridimensional.

 

Perspectiva en fotografía - representaciones

Esas perspectivas no seguirán probablemente unas reglas geométricas concretas, las hacemos de forma intuitiva.

El cerebro funciona de una forma muy flexible, y es capaz de interpretar perspectivas que no coinciden exactamente con las que le proporcionan los ojos.

Hasta el Renacimiento se dibujaba y pintaba así, de forma intuitiva. A partir del Renacimiento se empezaron a entender los conceptos geométricos, que tienen que ver fundamentalmente con el tipo de perspectiva que genera el ojo humano (y que luego interpreta el cerebro).

Como ocurre en el ojo y en muchos sistemas físicos (p.e. cámaras), la perspectiva también se puede generar a partir de una proyección.

 

Proyecciones

En este contexto, vamos a decir que una proyección es un mecanismo (en principio matemático o geométrico, pero luego veremos que son el principio de funcionamiento de muchos sistemas físicos) que permite construir una representación en dos dimensiones (2D) a partir de una escena en tres dimensiones (3D), siguiendo ciertas reglas.

Esas reglas están contenidas en lo que podríamos llamar la función de mapeo de la proyección.

Piensa por ejemplo en los mapas geográficos, planos, el mapamundi… que son una representación en dos dimensiones de un espacio físico de tres dimensiones (los datos de interés están situados sobre una superficie esférica, la superficie de la Tierra).

Cada punto del espacio real, por ejemplo un pequeño lago en el bosque, está representado en el plano siguiendo algún criterio (geométrico / matemático) que permita extraer información a la persona que consulta dicho mapa.

Podríamos hablar de que cada punto ‘visible’ de la realidad está ‘mapeado‘ (como en un mapa) en la imagen en dos dimensiones.

Cuando pasamos de 3 dimensiones a 2 dimensiones hay lógicamente pérdida de información.

Por ejemplo, muchos puntos de la realidad 3D no son visibles en la imagen proyectada (todos los elementos que quedan tapados por otros elementos) y es imposible mantener ciertas relaciones entre elementos (tamaños o áreas o ángulos, etc, dependiendo del tipo de proyección)

En principio hay infinitos tipos de proyecciones, cada una con su función ‘matemática’ de mapeo, con sus reglas.

Y cada proyección tiene unas características: en unas se conservan ciertos parámetros o relaciones, unas son más útiles para ciertos usos, otras representan mejor ciertas propiedades…

En los sistemas físicos, por ejemplo en una cámara fotográfica, en un proyector, o los ojos en la visión humana, las proyecciones están regidas o limitadas por la Física del sistema: comportamiento de la luz, comportamiento de los sistemas ópticos, etc.

 

Proyección rectilínea (lineal cónica)

Vamos a hablar de la proyección rectilínea porque es en la que se basa la visión humana (al menos modela muy bien el comportamiento del ojo, ya lo veremos con un poco más detalle más adelante).

 

Proyección rectilínea en ojo humano - fóvea

 

La proyección rectilínea recibe también el nombre de proyección centralproyección de perspectiva, perspectiva lineal cónica, proyección cónica… con ligeros matices según el contexto.

Como ves, los términos perspectiva y proyección están íntimamente relacionados.

Porque un tipo concreto de proyección (con sus reglas geométricas / matemáticas) genera un tipo concreto de perspectiva.

Una proyección rectilínea genera una perspectiva rectilínea.

En muchos contextos, hablar de perspectiva es hablar de perspectiva rectilínea (no hace falta especificar porque se sobreentiende que es la rectilínea).

Y muchos consideran que sólo se debería llamar perspectiva a la perspectiva central (rectilínea).

Da igual, lo importante es saber qué es realmente una perspectiva en este contexto.

Para visualizar mejor las reglas de la proyección rectilínea creo que lo más sencillo es pensar en el funcionamiento de una cámara oscura (cámara estenopeica) con pantalla de proyección plana.

 

La cámara oscura (estenopeica)

Es un sistema físico que recrea de forma perfecta las reglas geométricas de una proyección lineal cónica.

 

Perspectiva en fotografía - La cámara oscura

 

El agujero (estenopo) tiene un diámetro tan pequeño que idealmente sólo deja pasar un rayo de luz desde cada punto visible de la escena.

Cada rayo va desde un punto de la escena hasta la pantalla donde se proyecta.

Esa pantalla, o mejor el plano que la contiene para seguir el criterio que se usa en dibujo, la vamos a llamar plano del cuadro.

Todos los rayos tienen que pasar forzosamente por el estenopo, y a ese punto donde convergen o se cruzan todos los rayos lo llamaremos de forma genérica punto de vista.

El funcionamiento es muy sencillo: cada punto visible de la escena se ‘proyecta’ siguiendo una línea recta que pasa por el punto de vista hasta llegar a la pantalla, donde se genera una imagen.

 

Perspectiva en fotografía - Proyección rectilínea

 

No todos los puntos de la escena aparecerán en la imagen.

Los elementos que queden tapados por otros elementos a lo largo de la trayectoria del rayo no aparecerán. Tienen ‘preferencia’ los objetos sólidos más cercanos al punto de vista.

Y el ángulo de visión (extensión de la escena que se va a representar) está limitado en última instancia por el tamaño físico de la pantalla.

La cámara estenopeica no tiene lentes, pero a la distancia entre la pantalla y el estenopo se la suele llamar distancia focal efectiva (recuerda que la distancia focal es una propiedad concreta de lentes y espejos, que no aplicaría aquí, aunque de alguna forma son conceptos relacionados)

La proyección rectilínea se puede modelar fácilmente desde un punto de vista matemático.

Y también se pueden utilizar métodos geométricos para modelar el comportamiento (como se hace en dibujo por ejemplo)

 

Representación de la proyección

La proyección la podemos representar como en la cámara oscura: los rayos que vienen de la escena atraviesan el estenopo y se proyectan en la pantalla.

Y también la podemos representar suponiendo una pantalla que colocamos entre el punto de vista, que en este caso actúa como el ojo de un observador, y la escena.

Esa pantalla intermedia corresponde con el lienzo de un pintor (plano del cuadro)

 

Perspectiva en fotografía - Proyección lineal cónica

Esta segunda representación suele ser más cómoda y es la que se utiliza en dibujo.

Fíjate que lo importante son los ángulos relativos entre los rayos que vienen de la escena.

Mover la pantalla hacia adelante y hacia atrás con respecto al punto de vista sólo tiene un efecto de escalado, que mantiene las proporciones de los elementos de la imagen (de los elementos de la imagen, de la perspectiva proyectada, no de los elementos de la escena, que ya han sido escalados por la proyección).

Fíjate también en que las distancias se miden siempre desde el punto de vista, que es el que marca la geometría de la proyección.

En la representación de la cámara oscura la imagen aparece invertida con respecto al objeto (arriba-abajo, izquierda-derecha).

Cuando colocamos el plano del cuadro por delante del punto de vista, la imagen proyectada no aparece invertida.

 

 

¿Qué características tiene la proyección rectilínea?

NOTA: Es importante entender estas características porque son las que percibimos con nuestros propios ojos al observar el entorno que nos rodea. Y son aplicables a cualquier proyección rectilínea: en dibujo, en pintura, en fotografía (con objetivos rectilíneos)…

 

Una de las características más importantes es que las rectas de la escena siguen siendo rectas en la perspectiva (en la imagen resultante)

De ahí su nombre: rectilínea = líneas rectas

 

El tamaño y la distancia (al punto de vista)

Los tamaños relativos de los objetos dependen de su distancia al punto de vista (la magnificación es inversamente proporcional a la distancia).

Objetos más lejanos aparecen representados más pequeños. Por ejemplo, para un objeto con altura h, situado a una distancia d1, su proyección tendrá una altura en la pantalla:

h1 = h · f / d1

Si nos fijamos en dos objetos de igual tamaño (h) situados a diferentes distancias:

h1 = h · f / d1

h2 = h · f / d2

 

Pero la distancia focal efectiva de la cámara oscura (f) es sólo un factor de escala. No influye en las proporciones relativas que tendrán las imágenes de los objetos.

h1 / h2 = d2 / d1

Las proporciones relativas de los objetos en la imagen sólo dependen de la distancia relativa de esos objetos al punto de vista. No dependen de la distancia focal efectiva.

Es el principio básico de la perspectiva rectilínea: los efectos de la perspectiva (las proporciones de los objetos en la imagen) tienen que ver con la distancia al punto de vista de los diferentes elementos.

Esos efectos no tienen que ver con la distancia focal, ni con el ángulo de visión, ni con otros factores externos.

 

Escorzo

La proyección no aplica a un objeto como un todo, aplica a cada uno de sus puntos.

Para un mismo objeto, las partes visibles más alejadas del punto de vista se ven proporcionalmente más pequeñas.

Esto en pintura y dibujo se conoce como escorzo.

 

Puntos de fuga

Para cada recta de la escena (que se podría prolongar hasta infinito en los dos sentidos) su proyección está limitada por un punto de fuga.

Esto lo puedes probar haciendo la proyección de cada uno de los puntos de una recta cualquiera.

En esta imagen tenemos representados dos segmentos A y B, paralelos entre sí (pero te puedes fijar en una única recta, por ejemplo la que corresponde al segmento A, y su punto de fuga)

A medida que representamos puntos más alejados, veremos que convergen a un determinado punto, que no siguen más allá.

 

Perspectiva en fotografía - Punto de fuga

 

Es decir, en la proyección, en la perspectiva resultante, la recta vendría desde algún punto en infinito pero convergería en un punto finito, que sería su límite en la perspectiva (punto de fuga).

Los puntos de fuga pueden estar en cualquier posición del plano del cuadro. El plano del cuadro es infinito.

 

Rectas paralelas

Todas las rectas paralelas entre sí de la escena comparten el mismo punto de fuga en la perspectiva resultante.

Es decir, las rectas paralelas en la escena no aparecen paralelas en la proyección, sino que se cortan en su correspondiente punto de fuga.

El ejemplo típico es el de las vías del tren: son paralelas en la realidad 3D, pero se cortan en un punto (fuga) en la perspectiva.

 

IMPORTANTE: los puntos de fuga aparecen al proyectar las rectas, no necesariamente tiene que haber rectas paralelas en la escena. Cada recta individual de la escena generará su propio punto de fuga. Dicho de otra forma: fugan las rectas, no las paralelas (las paralelas fugan por ser rectas y todas las paralelas entre sí fugan al mismo punto)

 

Rectas especiales

Las rectas de la escena paralelas al plano del cuadro (por ejemplo paralelas al plano del sensor en una cámara) tienen sus puntos de fuga en infinito.

Podríamos decir de alguna forma que son las únicas que se ven tal cual están en la escena (en cuanto a proporciones).

Estas paralelas al plano de cuadro, como tienen su punto de fuga en infinito, siguen siendo paralelas en la perspectiva resultante.

Esto lo puedes ver por ejemplo cuando haces fotos de un edificio con la cámara ligeramente inclinada hacia arriba (para poder encuadrarlo): las verticales del edificio no son paralelas al plano del sensor, y en la imagen resultante aparecen inclinadas hacia el interior, hacia un punto de fuga situado a cierta altura sobre el edificio.

Si colocas la cámara nivelada, de forma que el plano del sensor es paralelo a esas líneas verticales, la perspectiva resultante mostrará todas las líneas perfectamente verticales.

Se dice que esas líneas paralelas al plano del cuadro no fugan.

 

Encuadre

El plano del cuadro es infinito por definición.

Pero si tomamos como referencia la pantalla de proyección, la pantalla en sí es finita, tiene unas dimensiones.

El tamaño de la pantalla (y su distancia al punto de vista) determinan el ángulo de visión y por tanto el encuadre (el trozo de la escena que aparece en la imagen).

De la misma forma, en una cámara (sin entrar en matices) el ángulo de visión viene determinado por la distancia focal del objetivo y por el tamaño del sensor.

 

¿Cuántos puntos de fuga hay en una perspectiva?

Esto puede resultar confuso, porque cuando se estudia perspectiva en dibujo siempre se suele hablar de 1 punto de fuga, 2 puntos de fuga o 3 puntos de fuga.

Y muchas personas se quedan con esa idea de que sólo hay un número limitado de puntos de fuga… y que de alguna forma representan las tres dimensiones espaciales (x, y, z) o, dicho de otra forma, que 3 puntos de fuga equivale de alguna forma a 3D.

No. Cada recta de la escena (por pequeña que sea) genera su propio punto de fuga en la perspectiva resultante.

En dibujo técnico y dibujo artístico se elige la posición relativa del objeto de interés con respecto al punto de vista, de tal forma que se pueden utilizar una serie de puntos de fuga especiales para simplificar el trazado.

Esos puntos de fuga especiales son los que dan nombre a la técnica correspondiente: trazado con un punto de fuga (frontal), con dos puntos de fuga (oblicua) y con tres puntos de fuga (oblicua de plano inclinado)

En esos trazados se toma siempre como referencia (al menos si se quiere simplificar y no morir en el intento) un objeto o armazón con forma de prisma rectangular (ortoedro), que es el que marca el ancho, alto y profundo (sus dimensiones locales) y la posición de esos puntos de fuga especiales.

 

El mundo real no está hecho de ortoedros.

En una escena real habrá muchísimos objetos, con sus líneas orientadas en cualquier dirección que podamos imaginar. Y cada una de esas líneas generará su propio punto de fuga.

Y piensa que la proyección afecta a todos los puntos de la escena. El hecho de pensar en rectas y segmentos es sólo una simplificación útil para el trazado a mano de la perspectiva (en dibujo)

Cualquier segmento o tramo recto tendrá asociado su propio punto de fuga, situado en alguna posición del plano del cuadro.

Realmente podemos considerar cada pequeño tramo de cada curva o de cada forma que aparezca en la escena real como un segmento de recta muy pequeño.

En una escena normal habrá infinitos tramos de rectas y por lo tanto su perspectiva tendrá infinitos puntos de fuga.

 

Lo importante de todo esto es entender que la proyección rectilínea de cualquier escena real genera infinitos puntos de fuga.

Los puntos de fuga estarán situados sobre el plano del cuadro, pero pueden estar dentro o fuera del encuadre (la mayoría de las veces estarán fuera, simplemente por estadística).

Además, la inmensa mayoría de los puntos de fuga, aunque queden dentro del encuadre, no son apreciables. Sólo podemos distinguir, percibir o intuir algunos puntos de fuga muy evidentes, ya lo veremos más adelante.

 

Proyección rectilínea en dibujo

En dibujo y pintura se suelen utilizar como referencia sólo algunos puntos de fuga especiales que corresponden con las líneas rectas más importantes de la escena: normalmente verticales y horizontales del objeto de interés.

El resto de las formas se acomodan de tal manera que sean coherentes con el trazado de las rectas en la proyección (por ejemplo los círculos se convierten en elipses en la perspectiva)

En dibujo, hacer una perspectiva rectilínea ‘perfecta’ implica un esfuerzo considerable, sobre todo si se quieren trasladar las medidas reales del objeto.

Muchas veces se hacen simplificaciones, tomando como referencia sólo las rectas verticales y horizontales, que se pueden representar ‘fácilmente’ teniendo en cuenta algunos elementos geométricos: línea del horizonte (nivel visual), el punto de vista  y los puntos de fuga especiales que corresponden a esas líneas horizontales y verticales.

Por ejemplo, para la casa que dibujamos al principio podríamos elegir una representación (perspectiva) basada en dos puntos de fuga:

 

Perspectiva en fotografía - puntos de fuga

 

Decimos que es una perspectiva con dos puntos de fuga (trazada a partir de dos puntos de fuga) porque:

  • Empaquetamos al objeto en una caja (ortoedro) que marcará las líneas principales: horizontales y verticales
  • Elegimos un punto de vista tal que el plano del cuadro queda paralelo a una de las aristas de ese ortoedro
  • En esa configuración, las líneas que forman el  ‘ancho’ de la caja generan un punto de fuga y las líneas que forman el ‘profundo’ de la caja generan otro punto de fuga
  • Como son líneas horizontales, esos puntos de fuga están colocados en algún lugar de la línea de horizonte (el nivel visual o altura del punto de vista)
  • Las líneas verticales, como son paralelas al plano del cuadro, tienen su punto de fuga en infinito: siguen siendo verticales en la perspectiva

A partir de esa configuración inicial podemos trazar de una forma más o menos sencilla la perspectiva de la ‘caja’.

Y una vez que tenemos ese andamio podemos trazar otras líneas del objeto real, por ejemplo las líneas que corresponden al tejado, que no son horizontales ni verticales, ni perpendiculares a las líneas del ortoedro.

Esas líneas que no están alineadas con el ortoedro tendrán sus propios puntos de fuga. No hace falta conocerlos para hacer el trazado a mano, no quiere decir que no existan.

Para reforzar esa idea de muchos puntos de fuga, si tomamos la perspectiva de la casa tenemos:

  • El punto de fuga que corresponde a todas las líneas paralelas que forman parte del ‘ancho’ de la casa (a la izquierda)
  • El punto de fuga de las paralelas al ‘profundo’ (a la derecha)
  • El punto de fuga de las paralelas al ‘alto’ de la casa (queda situado en infinito)
  • El punto de fuga de las paralelas al tejado de la izquierda (situado en algún punto del plano del cuadro)
  • El punto de fuga de las paralelas al tejado de la derecha (idem.)

 

Es decir, esta perspectiva de un objeto tan simple no tiene 2 puntos de fuga, tiene como mínimo 5 puntos de fuga diferentes.

La llamamos perspectiva de 2 puntos de fuga porque es la técnica que usamos para el trazado. No porque sólo tenga 2 puntos de fuga.

Si en esa escena incorporamos por ejemplo una caja de zapatos justo delante de la puerta, esa caja tendrá sus propios puntos de fuga independientes (a menos que esté perfectamente alineada con la ‘caja’ que representa la casa)

Si quisiéramos representar las luces y las sombras (a partir por ejemplo de una fuente de luz puntual lejana) cada uno de esos elementos tendría su propio punto de fuga…

A medida que vayamos añadiendo más elementos a la escena, cada una de sus líneas rectas generarán los puntos de fuga correspondientes.

Y suma y sigue…

 

Cuando se intenta hacer un dibujo realista (siguiendo los criterios de proyección rectilínea) la cosa se puede complicar muchísimo.

En dibujo artístico, los personajes y los objetos con formas no geométricas se incorporan después sobre ese primer armazón, más o menos a ojo. El armazón sirve para estimar tamaños por ejemplo y como referencia de los diferentes planos (suelo, etc.) de la escena.

Y en dibujo técnico, representar una escena real compleja (con precisión, con medidas y con muchos objetos no alineados) es directamente imposible sin la ayuda de un ordenador.

 

Proyección rectilínea en fotografía

En fotografía no hay que hacer nada especial: la imagen resultante siempre será generada por una proyección (normalmente rectilínea), y por lo tanto será una perspectiva (normalmente rectilínea).

Muchos pintores del Renacimiento hacían uso de la cámara oscura para poder tener al menos una referencia de las líneas principales de la escena y las proporciones relativas de los elementos.

En fotografía, por mucho que nos hablen de buscar la perspectiva y patatín patatán… la perspectiva (proyección) viene impuesta por el sistema físico: normalmente por el objetivo.

Si el objetivo es rectilíneo, la imagen resultante será una perspectiva rectilínea. Y si no es rectilíneo (p.e. ojo de pez) será otro tipo de perspectiva.

Los efectos visibles de la perspectiva en fotografía tienen que ver sobre todo con la distancia de la cámara a cada uno de los elementos de interés, al igual que sucede con la visión humana (ya veremos similitudes y diferencias porque la visión humana es más compleja).

Una foto tendrá tantos puntos de fuga como correspondan al número de tramos rectos de la escena (en una escena normal serán infinitos puntos de fuga)

Algunos de esos puntos de fuga sí pueden destacar más en determinadas escenas y se pueden aprovechar para conseguir una determinada composición.

Esto lo vemos por ejemplo en este artículo:  Puntos de fuga en fotografía

 

Muy importante: que una perspectiva sea rectilínea no implica que tengan que aparecer líneas rectas (evidentes, suficientemente largas) en la imagen. La perspectiva es el resultado de la proyección. Si en la escena no hay líneas rectas, la perspectiva correspondiente no tendrá líneas rectas. No hay ningún problema con ello. Una foto de un huevo frito es una perspectiva rectilínea de un huevo frito.

 

A modo de resumen: el tipo de perspectiva la marca el objetivo (rectilínea o no) y nosotros sólo podemos elegir dónde colocamos el punto de vista (distancias a los elementos de la escena).

Como la palabra perspectiva tiene también ese otro significado de ‘punto de vista’, vamos a ver con un poco más de detalle qué es el punto de vista (y qué se suele entender como punto de vista).

 

El punto de vista

En el contexto de la proyección rectilínea, el punto de vista es un punto geométrico muy concreto.

En una cámara estenopeica corresponde con el propio estenopo (agujero).

En una cámara normal o en el ojo humano, el punto de vista correspondería con lo que se conoce como centro óptico del sistema (del sistema óptico). Lo que vendría a ser el centro de una lente convergente ideal que modela el sistema óptico completo.

Por otro lado, en los sistemas físicos el plano del cuadro y el punto de vista están normalmente ‘acoplados‘.

Por ejemplo, en una cámara estenopeica tradicional la pantalla está a una determinada distancia del estenopo (su distancia focal efectiva) y tiene unas dimensiones concretas.

En una cámara fotográfica, el sensor estará a una determinada distancia del centro óptico del objetivo (que dependerá de la distancia focal) y tendrá unas dimensiones.

Cada uno de esos sistemas tendrá asociado un determinado ángulo de visión.

Para no hablar de ‘sistema’ todo el rato, que parece muy abstracto, voy a referirme a la ‘cámara’. Y dentro de ese concepto cámara iría cualquier sistema de los que hemos hablado, incluyendo los ojos de un observador.

Podemos colocar la cámara en una posición concreta, a una determinada distancia del objeto de interés en la escena.

Y lógicamente tendremos que apuntar con la cámara hacia ese objeto de interés para que entre dentro del encuadre.

Los efectos relacionados con la perspectiva dependen básicamente de la distancia a ese elemento protagonista y las distancias relativas de los elementos que forman parte de la escena.

Pero en una cámara hay tres conceptos acoplados entre sí:

  • El punto de vista  (dónde colocamos la cámara)
  • La dirección hacia la que apunta el eje óptico (hacia dónde la apuntamos)
  • El ángulo de visión (qué parte de la escena entrará en el encuadre a esa distancia y en esa dirección)

 

Es más cómodo pensar en el ‘punto de vista‘ como si fuera una especie de vector, un puntero, que nos marca la posición, pero también la dirección y el sentido: dónde está la ‘cámara’ y hacia dónde apunta. Y ya de paso podemos incluir también el ángulo de visión para tener una idea del encuadre.

 

Perspectiva en fotografía - Punto de vista

 

Esa interpretación de punto de vista es la que se usa habitualmente en fotografía en prácticamente cualquier contexto, salvo cuando hablamos de la geometría (de la proyección y la perspectiva).

En fotografía y vídeo (y también en dibujo y pintura haciendo referencia a los ojos del observador), cuando alguien habla de punto de vista normalmente se refiere a la posición en la que está colocada la cámara y la dirección hacia la que apunta.

 

A modo de resumen (sé que soy muy pesado)

  • En fotografía el tipo de perspectiva viene impuesto por la cámara (por el objetivo normalmente), así que el fotógrafo sólo puede jugar con la posición y dirección de la cámara.
  • En fotografía (y también en la propia visión humana): el tipo de proyección, el punto de vista geométrico y la perspectiva resultante están ‘ligadas’, forman parte del sistema físico.
  • El término punto de vista se suele usar en el sentido de puntero: dónde está la cámara, hacia dónde apunta
  • Los efectos relacionados con la perspectiva tienen que ver fundamentalmente con la distancia a la que está colocada la cámara.

Como punto de vista y perspectiva están muy relacionados en los sistemas físicos, la palabra perspectiva se utiliza a veces (casi siempre, de hecho) como sinónimo de punto de vista.

 

Fidelidad de la proyección, deformación y distorsión

Ninguna proyección genera una representación ‘fiel’ de la realidad.

Ya lo hemos comentado: al pasar de tres dimensiones a dos dimensiones siempre se pierde información.

En una proyección cónica se pierde por ejemplo información de los tamaños relativos de los objetos (su representación es más pequeña si están a mayor distancia), se pierde información de los ángulos relativos de las líneas de la escena (paralelas se cortan), se pierde la información de los objetos y partes que quedan ocultas por otros elementos (según el punto de vista que elijamos), etc.

Toda proyección introduce algún tipo de deformación.

Lo que ocurre es que la proyección lineal cónica (proyección rectilínea) genera una perspectiva que el cerebro puede interpretar de forma natural: está entrenado para ello, porque es la que proporciona el ojo.

Una imagen (perspectiva) generada mediante una proyección rectilínea nos resultará natural.

De hecho, en las condiciones adecuadas, la imagen de un objeto en perspectiva lineal cónica nos resulta indistinguible de la percepción que tendríamos del objeto real.

Hay excepciones, que se suelen agrupar en lo que conocemos como ‘deformaciones por perspectiva‘, que corresponden a situaciones que salen la experiencia habitual de la visión humana.

Deformación y distorsión son más o menos sinónimos en este contexto, pero a mí me gusta distinguir lo que sería deformación (deformación por perspectiva) de la distorsión provocada por imperfecciones de los objetivos (aberraciones geométricas por ejemplo)

Todo esto lo iremos viendo a lo largo de la serie.

 

Imagen invertida

Como curiosidad, en los sistemas físicos típicos (ojos, pinhole, cámaras comerciales…) la imagen aparece invertida en el plano de proyección: izquierda-derecha y arriba-abajo.

Pero esto realmente da igual, no afecta a las propiedades de la proyección.

El cerebro invierte las imágenes para que tengamos la percepción correcta (de lo que está arriba y lo que está abajo, izquierda y derecha) y en las cámaras es el procesador el que se encarga de invertirlas al generar la imagen digital final.

En una cámara estenopeica tradicional sí podemos ver la imagen invertida en la pantalla.

 

Perspectiva en fotografía (cámaras)

En fotografía, la proyección depende de las características de la cámara: el objetivo y la forma del sensor o película.

Con la forma del sensor, me refiero a si es un plano o si es una superficie curvada. En la mayoría de las cámaras el sensor / película es una superficie plana.

La mayoría de las cámaras (por no decir todas) siguen el principio de la cámara oscura.

Sin embargo, el estenopo no tiene aplicaciones prácticas en fotografía porque deja pasar muy poca luz y tiene otros problemillas.

En su lugar se utilizan lentes (o espejos, por ejemplo en telescopios).

La ventaja de las lentes es que dejan pasar mucha más luz y funcionan de forma similar al estenopo: proyectan cada punto visible de la escena en la pantalla (sensor, por ejemplo) para formar una imagen.

El comportamiento de las lentes es más complejo que el del estenopo (enfoque y profundidad de campo, efectos no lineales, etc.), pero en las condiciones de uso habituales podríamos decir que el objetivo de una cámara se comporta como un estenopo en lo que se refiere a la proyección.

En la mayoría de los casos el objetivo hace una proyección rectilínea y el sensor o la película son una superficie plana.

Por lo tanto, en una cámara comercial normal (sensor plano) y con un objetivo normal (rectilíneo) tendremos siempre una proyección rectilínea que dará como resultado una imagen con perspectiva rectilínea.

Todas tus fotos son perspectivas rectilíneas que representan una escena tridimensional, a menos que utilices un objetivo ojo de pez o algún otro objetivo muy especializado.

Podríamos discutir si una foto en concreto incluye mucha información tridimensional, poca o ninguna.

Por ejemplo, si haces una foto de una pared blanca, sin textura ni nada, una imagen en blanco… Eso no lo consideraríamos ‘perspectiva’ en sentido estricto, porque no nos aporta información de ningún tipo (de profundidad / tridimensionalidad).

Pero por lo general, las fotos representan escenas reales. Y si la cámara hace una proyección rectilínea de la escena, el resultado es una perspectiva rectilínea.

Recuerda que el punto de vista de una cámara no está situado en el plano del sensor, está situado en el centro óptico del objetivo (que está formado por muchas lentes).

Ese punto geométrico está situado en el plano de lo que se conoce como pupila de entrada del objetivo, normalmente a pocos centímetros del sensor (es un punto geométrico que puede estar incluso fuera del cuerpo físico del objetivo).

Para escenas normales, con los objetos de interés situados a cientos de centímetros (del orden de metros), no es necesario saber con tanta precisión dónde está el punto de vista. Tomamos como referencia la cámara en su conjunto, por ejemplo la posición del sensor, que suele estar marcada en la parte superior de la cámara.

Pero puede haber situaciones, por ejemplo en fotografía macro o por ejemplo cuando hacemos panorámicas, en los que sí puede ser necesario saber exactamente la posición del punto de vista geométrico.

 

Los ojos

Cada ojo sigue también el principio de la cámara oscura, pero utilizando una lente en lugar de estenopo.

Proyección rectilínea en ojo humano - fóvea

La lente de ese sistema es el cristalino.

El cristalino hace una proyección cónica sobre una superficie esférica (la cara interior de la retina), pero de toda esa superficie sólo una pequeña parte nos da la información con nitidez y detalle, la zona de la fóvea, que ocupa una superficie muy pequeña de la retina.

El ángulo de visión que corresponde a la fóvea es muy estrecho, del orden de 1 o 2 grados. Fuera de ese ángulo de visión, la retina va perdiendo capacidad de resolución rápidamente a medida que nos alejamos del centro.

Si en ese rango de 2 grados de la fóvea le asignamos un 100% de agudeza visual (para esa persona), a unos 30 grados con respecto al centro (tanto a la derecha como a la izquierda) la agudeza visual baja a un valor del 5-10%, y a partir de ahí sigue bajando progresivamente pero de forma más lenta.

Se suele considerar un ángulo de visión horizontal de unos 60 grados, que incluye la visión periférica cercana. En el eje vertical el ángulo de visión es un poco menor.

En la zona de visión periférica lejana sólo podemos distinguir ‘bultos’. Sirve para alertar al cerebro y llamar su atención en caso de movimiento  (p.e. un depredador que se acerca por la zona lateral)

A efectos prácticos, la superficie de proyección, incluyendo parte de la visión periférica cercana, la podemos considerar plana, por lo tanto podemos decir que a efectos prácticos el ojo también hace una proyección rectilínea.

Nuestra percepción de la realidad tiene las características de la proyección rectilínea:

  • Las rectas las vemos como rectas
  • Objetos más lejanos los vemos más pequeños
  • Vemos los objetos con su correspondiente deformación (escorzo)
  • Vemos que las líneas rectas fugan
  • Vemos que las paralelas se cortan (en su correspondiente punto de fuga, como las vías del tren)

 

Para compensar ese ángulo de visión tan estrecho de la fóvea, los ojos están en constante movimiento. Estos movimientos tienen relación con los mecanismos de atención del cerebro.

Y cuando una forma (objeto) nos llama la atención, a menos que esté centrado justo en la zona de la fóvea o en la visión periférica más cercana, movemos la cabeza para fijar la vista: enfoque y triangulación.

Cada vez que movemos la cabeza (y los ojos, aunque suelen ser ángulos más pequeños) nuestro cerebro construye la información a partir de una perspectiva diferente: hemos cambiado el punto de vista. Es decir, la posición del punto de vista no cambia apenas, pero sí el ángulo. Mover la cabeza implica mover el plano del cuadro si lo quieres ver así.

El cerebro construye una imagen mental de la escena a partir de la composición de muchas imágenes ‘fijas’ (cada una de ellas sería una perspectiva rectilínea).

Es importante entender que nuestra percepción (el recuerdo o la reconstrucción temporal en la memoria de corto plazo) de una escena no siempre corresponde con lo que sería una proyección rectilínea ‘pura’ o geométrica de toda la escena a partir de un único punto de vista.

Dicho de otra forma: si trazamos la perspectiva cónica (dibujo técnico) o si hacemos una única foto, tendremos una perspectiva de toda la escena desde un único punto de vista.

Mientras que con los ojos tendremos una composición de varias perspectivas (como cuando construimos una panorámica a partir de varias fotos). Pero es importante entender que no es por el hecho de tener dos ojos, sino por el hecho de mover la cabeza.

En la mayoría de los casos, la perspectiva ‘pura’ y la imagen mental percibida se van a parecer muchísimo. En algunos casos sí puede haber más discrepancia.

Ya veremos en los siguientes capítulos de la serie cómo funciona la percepción visual humana y su relación con la perspectiva, y descubriremos que no hay nada mágico en el hecho de que una foto nos parezca una representación ‘fiel’ de la realidad.

 

La perspectiva en fotografía

En este apartado quiero hacer una especie de resumen y clasificación, a modo de mapa o libro de ruta, para evitar que nos perdamos entre la maraña de interpretaciones de la palabra perspectiva.

 

Perspectiva a partir de una proyección

En este contexto geométrico, tanto la perspectiva como el punto de vista son cosas muy concretas.

Repasamos:

  • En fotografía normalmente se utiliza una proyección rectilínea.
  • En la proyección rectilínea hay un punto geométrico especial del sistema que se llama punto de vista.
  • La proyección rectilínea genera una perspectiva rectilínea (perspectiva central)
  • Una perspectiva es la representación en un plano (imagen) de una escena tridimensional.
  • La perspectiva rectilínea tiene una serie de propiedades geométricas: las rectas siguen siendo rectas, magnificación inversamente proporcional a la distancia, escorzo, puntos de fuga…
  • Los ojos también realizan una proyección rectilínea sobre la retina (al menos sobre la zona de la retina que nos aporta información con nitidez y detalle, la fóvea y sus alrededores). El resultado, la imagen que entrega cada ojo al cerebro, se modela muy bien como una perspectiva rectilínea, y percibimos todas esas propiedades geométricas de la perspectiva rectilínea del punto anterior.

Hasta ahí sería digamos la parte geométrica. Que en principio no da pie a confusiones ni a conceptos etéreos.

 

Perspectiva como sinónimo de punto de vista

En fotografía, cuando alguien habla de punto de vista, normalmente se refiere a ese concepto de puntero que hemos visto anteriormente.

Es decir, nos está hablando de colocar la cámara en una cierta posición y ‘apuntar’ la cámara hacia una determinada dirección.

Y cuando alguien nos habla de perspectiva (cambiar la perspectiva, buscar una mejor perspectiva…) también se refiere a ese mismo concepto: dónde coloco la cámara y hacia dónde apunto la cámara.

En este contexto, cuando nos hablan de perspectiva y punto de vista se están refiriendo en realidad a cuestiones de composición fotográfica y probablemente se están refiriendo más al encuadre que a los efectos tangibles de la perspectiva.

Los efectos debidos a la perspectiva (geométrica) dependen fundamentalmente de la distancia entre la cámara y los diferentes elementos de la escena.

 

Perspectiva como sinónimo de imagen final

La palabra perspectiva también hace referencia al resultado final: si coloco la cámara aquí consigo esta perspectiva, y si la coloco allí consigo esa otra perspectiva…

Es decir: cada imagen, cada foto, es una perspectiva en sí misma (una representación de una escena 3D)

Si estamos en una escena real y hacemos muchas fotos, cada una desde un punto de vista diferente (posición espacial y/o dirección), cada una de esas fotos será una perspectiva única, diferente de las demás.

 

Perspectiva como sinónimo de encuadre

A veces, nos pueden hablar de perspectiva y/o punto de vista pero haciendo referencia al encuadre.

El encuadre es el trozo de la escena que aparece en la imagen final.

El punto de vista, el ángulo de visión y el encuadre están relacionados entre sí, pero cada uno de ellos son conceptos independientes.

Esto lo veremos en un artículo aparte.

 

Efectos de la perspectiva (rectilínea)

Ya hemos visto que la perspectiva rectilínea introduce deformaciones: escorzo, paralelas que se cortan, tamaño inversamente proporcional a la distancia…

La percepción visual humana (el cerebro) ya tiene en cuenta esas deformaciones típicas y las percibimos como algo natural (desde bebés hemos estado entrenando al cerebro usando esa perspectiva central).

Cuando se lleva un poco al extremo la proyección rectilínea, la perspectiva resultante (la imagen resultante) se sale un poco de la experiencia que tenemos los humanos con nuestros propios ojos.

Algunos de estos efectos de la perspectiva (aquí perspectiva sí hace referencia a su vertiente geométrica, resultado de una proyección) son por ejemplo:

 

Los veremos con más detalle en otros artículos de la serie, pero antes hay que hablar de la percepción visual humana.

Porque hay que tener en cuenta que aunque la causa ‘física’ de esos efectos es la geometría de la proyección rectilínea, lo que nosotros sentimos o notamos como algo ‘deformado’ en una imagen tiene que ver con la percepción, con la forma en que el cerebro interpreta esa perspectiva.

Como digo, esto quedará más claro a lo largo de la serie.

En este apartado de efectos ‘directos’ de la perspectiva también podríamos incluir la perspectiva forzada.

La perspectiva forzada consiste precisamente en introducir ambigüedad en una imagen (en una perspectiva) para hacer que falle la capa de interpretación del cerebro.

También lo veremos en un capítulo específico.

 

Técnicas para potenciar la sensación de profundidad

Es otro gran ‘saco’ en el que se mete cualquier cosa con la palabra perspectiva.

Sobre todo cuando se habla de tipos de perspectiva, donde habitualmente se terminan mezclando churras con merinas y aparecen esos conceptos etéreos que comentaba en la introducción.

En ese contexto, cuando se habla de perspectiva, en realidad se está hablando de cómo potenciar la sensación de profundidad (tridimensionalidad) en una imagen.

Esas técnicas o recetas tienen que ver en última instancia con los mecanismos de percepción de la profundidad (percepción visual humana) que veremos en el siguiente capítulo.

Qué es lo típico que vas a encontrar como ‘tipos de perspectiva’:

  • La perspectiva lineal 
    (qué nombre más desafortunado)
    Se trata de utilizar las líneas rectas de la escena y sus puntos de fuga para potenciar la sensación de profundidad
  • Tipos de planos (encuadres)
    Picado, contrapicado…
  • La perspectiva atmosférica (o aérea)
    Es directamente uno de los mecanismos de percepción de la profundidad que utiliza el cerebro (lo veremos en el capítulo siguiente).
  • Perspectiva forzada
    Jugar con el tamaño relativo de los objetos de la escena y sus distancias relativas a la cámara para generar ‘ilusiones ópticas’, situaciones que se salen de nuestra experiencia cotidiana: una persona del tamaño de un edificio, un objeto pequeño que aparece al mismo tamaño que una persona…

Ten en cuenta que aunque se habla de perspectiva (y lógicamente la perspectiva juega un papel, como en todas las fotos) en realidad se está hablando de nuevo de composición fotográfica.

Muy importante: aprender las cuatro reglas o recetas que aparecen en la inmensa mayoría de artículos sobre fotografía te va a aportar muy poco. Es el camino rápido, pero no te llevará muy lejos.

Es mucho más interesante saber que esas reglas están basadas en el comportamiento del cerebro. De esa forma, entendiendo un poco más la parte de percepción visual, verás no hay nada mágico, verás que no son trucos curiosos, que no son ilusiones ópticas, que no hay nada mágico…

Y también podrás detectar rápidamente todas esas ‘tonterías’ (con perdón) y vaguedades sobre perspectiva que encontrarás a diestro y siniestro.

Todo esto lo veremos en un capítulo de la serie.

 

Perspectiva y puntos de fuga

El tema de los puntos de fuga es otro de los que genera más confusión, porque habitualmente se mezclan un montón de ideas y conceptos de diferentes ‘mundos’: geometría, dibujo técnico (técnicas de trazado), fotografía…

Cuando nos hablan de puntos de fuga (en fotografía) nos están hablando básicamente de composición fotográfica.

En algunos casos se busca una composición tal que simplifica la interpretación de la perspectiva de la escena. Por ejemplo en situaciones donde las líneas rectas tienen un peso importante en la escena: fotografía de arquitectura, inmobiliaria, etc.

Pero también aplicable a prácticamente cualquier situación si se entiende un poco la perspectiva geométrica.

Podemos elegir un punto de vista que emula un único punto de fuga, tomando como referencia una cara del objeto (en esa cara se mantienen las líneas verticales y las horizontales, y sus proporciones relativas).

O una composición a dos puntos de fuga tomando como referencia una esquina del objeto (por ejemplo para que las líneas verticales permanecen verticales).

O una composición a tres puntos de fuga, cuando el plano del cuadro está desalineado con todas las líneas rectas del objeto (todas sus aristas fugan).

Ya hemos comentado que una cosa son los puntos de fuga que se toman como referencia y otra cosa diferente el número total de puntos de fuga de una escena (infinitos).

En otros casos aparece en la escena un punto de fuga muy visible, sobre todo cuando hay líneas paralelas muy extensas o muy llamativas.

Ese punto de fuga ‘especial’ puede ser el protagonista de la composición (nos llama mucho la atención) o se puede utilizar como guía para llevar la mirada del observador hacia el protagonista principal.

 

A todos esos tipos de composiciones a veces se los clasifica también como ‘tipos de perspectiva‘ (es el problema de tener un término difuso que se utiliza para muchas cosas)

De todo esto hablaremos en estos capítulos:

 

 

Más información y referencias

 

Hay muchísima información en internet sobre trazado de perspectivas (dibujo técnico y dibujo artístico). Creo que vale la pena tener cierta soltura con la parte de perspectiva en dibujo porque te va a dar más herramientas (no hace falta ser un experto en trazado de perspectivas complejas). Pero ten en cuenta que en dibujo la perspectiva se construye (se traza) usando ciertas técnicas geométricas, y corremos un poco el riesgo de caer en simplificaciones como que ‘sólo existen 3 puntos de fuga‘ o que cada punto de fuga corresponde con una de las coordenadas espaciales y cosas del estilo. Tienes que ser capaz de dar ese salto conceptual, entendiendo que en dibujo se trabaja con ciertas simplificaciones, porque es literalmente imposible trazar a mano una perspectiva perfecta de una escena real.

Aunque suene triste, si quieres aprender sobre perspectiva (para entenderla y aplicar esos conocimientos en fotografía por ejemplo) las mejores fuentes de información están fuera del mundo de la fotografía. Mi consejo es que busques fuentes que tengan que ver con la geometría, matemáticas, el dibujo técnico o incluso la parte de percepción visual. Estoy generalizando, claro, y es posible que esté equivocado, hablo desde mi experiencia. Pero si buscas información sobre perspectiva en fotografía (y la fuente es un fotógrafo) tienes muchas papeletas de encontrar una versión del mismo batiburrillo de conceptos que se copian y pegan sin entenderlos realmente.

Para hacer fotos no necesitas conocimientos avanzados de geometría o matemáticas. Ni necesitas saber sobre perspectiva, puedes seguir una serie de recetas o trucos de composición fotográfica.

Pero cuando entiendes los tres o cuatro conceptos básicos de perspectiva geométrica… todo encaja en su sitio: esas recetas y trucos dejan de ser algo mágico y se convierten en tu cabeza en algo evidente y que cae por su propio peso.

No me tomes a mí como fuente de referencia. No me creas. Investiga, prueba, aprende.

 

Siguiente capítulo de la serie:

Perspectiva, percepción visual humana y fotografía

Todos los artículos de la serie sobre perspectiva en fotografía

 

Qué es un filtro de densidad neutra ND y para qué sirve

Vamos a ver qué es un filtro ND (filtro de densidad neutra), para qué se utiliza en fotografía y vídeo, y los criterios para elegir el filtro más adecuado.

 

Filtros de densidad neutra ND

 

 

 

¿Qué es un filtro de densidad neutra?

Un filtro ND (Neutral Density en inglés) es un elemento óptico que se coloca normalmente en la parte frontal del objetivo y permite reducir la cantidad de luz que llega a la cámara.

La palabra ‘densidad‘ hace referencia a la opacidad del cristal o del material con el que está fabricado el filtro.

La densidad se mide normalmente en pasos de luz.

Y el término ‘neutra’ (densidad neutra) hace referencia a que un filtro ND ideal debería filtrar por igual todas las longitudes de onda del espectro visible.

De esa forma la luz que llega al sensor o la película fotográfica lo hace con menor intensidad, pero manteniendo la fidelidad de color de la escena.

Un filtro no neutro sería aquel que introduce una dominante de color, bien por exceso, al dejar sin filtrar un determinado rango de longitudes de onda, bien por defecto, si filtra más un rango de longitudes de onda.

Ningún filtro ND es perfectamente homogéneo en todo el espectro, lo importante es que la dominante o dominantes de color sean imperceptibles en la imagen final o al menos que sea una dominante limpia y se pueda corregir fácilmente con el balance de blancos.

 

 

¿Para qué se utiliza un filtro ND?

En fotografía y vídeo casi siempre queremos tener la mayor cantidad de luz posible en la escena.

Si nos sobra luz podemos usar el diafragma del objetivo para regular la intensidad de luz que llega al sensor y conseguir la exposición deseada.

Pero hay situaciones en las que queremos tener más control sobre los parámetros de exposición, por ejemplo:

 

Para fotografía de larga exposición

Cuando queremos hacer fotografía de larga exposición en exteriores de día.

La larga exposición es una técnica muy utilizada en fotografía de paisaje para conseguir el ‘efecto seda‘ en el agua: cascadas, corrientes de agua, las olas del mar… o en las nubes.

En esos casos necesitamos tiempos de exposición relativamente altos, del orden de varios segundos.

De día, aunque cerremos el diafragma a su mínima apertura no vamos a poder conseguir a veces esos tiempos de exposición tan altos.

Y además cerrar mucho el diafragma implica que se hace más visible el efecto de difracción de la luz: cada punto de la imagen se convierte en un pequeño círculo difuso y la imagen en sí pierde detalle, pierde nitidez.

Un filtro de densidad neutra nos da más margen y nos va a permitir conseguir tiempos de exposición más largos o trabajar con el diafragma un poco más abierto, idealmente en la zona del punto dulce del objetivo.

 

Cuando queremos usar diafragmas abiertos en exterior

Por ejemplo para fotografía de retrato en exteriores a plena luz del sol.

Queremos usar un diafragma muy abierto para conseguir un buen desenfoque del fondo (profundidad de campo pequeña).

En esas situaciones la velocidad de obturación se nos puede quedar corta, sobre todo si queremos usar el obturador mecánico.

La velocidad máxima de obturación en cámaras de gama alta es de 1/8000s. En cámaras de gama media suele estar en 1/4000s

En cámaras que tienen la opción de activar el obturador electrónico podemos llegar 1 o 2 pasos más allá, hasta 1/16000s y 1/32000s dependiendo del modelo.

De nuevo, un filtro de densidad neutra nos da más margen de maniobra. Si nuestra cámara no puede llegar a esos tiempos de obturación tan cortos.

 

Para fotografía con flash

En algunas situaciones queremos cortar la luz ambiente y gestionar la iluminación con el flash. Sobre todo si hacemos fotografía en exteriores o en lugares en los que no tenemos control sobre la iluminación ambiente.

El flash normal (si no usamos modos de sincronización de alta velocidad) nos limita la velocidad de obturación, lo habitual es a 1/200s o 1/250s.

El uso de filtros ND nos ayuda a tener más margen en esas situaciones.

Podemos reducir la cantidad de luz ambiente, reducir la velocidad de obturación y simplemente tendríamos que compensar con la potencia del flash.

 

 

Para grabar vídeo en exteriores

En vídeo tenemos la limitación adicional de la velocidad de obturación.

La velocidad de obturación normalmente se configura para que corresponda con el doble de la velocidad de fotograma. De esta forma se consigue un efecto agradable de desenfoque de movimiento (motion blur).

Por ejemplo, si grabamos a 24fps, la velocidad de obturación ideal para cada fotograma sería de 1/48s (1/50s)

Si hay mucha luz en la escena sólo podemos jugar con el diafragma y en algunos casos, incluso cerrando al máximo la apertura no podríamos llegar a la velocidad de obturación deseada.

Además, como ocurre con la fotografía de retrato, hay veces en las que nos interesa trabajar con diafragmas abiertos para conseguir ese efecto de desenfoque del fondo.

En este caso, sin un filtro de densidad neutra sería imposible ya que no podemos jugar con la velocidad de obturación para compensar.

 

Para fotografiar monumentos sin personas

Esta es una aplicación curiosa de la larga exposición diurna.

Imagina que llegas a un monumento o algún sitio de interés (tiene que ser algo estático, que no tenga movimiento propio) y hay turistas por todas partes, y lógicamente acaban saliendo decenas o cientos de personas en la foto, quitando protagonismo al monumento.

Hay una técnica que consiste en hacer una muy larga exposición del monumento.

Normalmente son necesarios varios minutos de exposición, dependiendo de la cantidad de personas, su movimiento, etc.

La idea es que las partes estáticas de la escena (el monumento) contribuyen durante todo el tiempo a generar la imagen, cada punto de la escena envía una pequeña cantidad de luz a su punto correspondiente de la imagen. Y al cabo del tiempo tendremos un punto nítido.

Mientras que las personas y los objetos en movimiento contribuyen a muchos puntos diferentes de la imagen y su forma se diluye.

Dependiendo de la duración de la toma y del movimiento de las personas podemos llegar a tener ‘fantasmas’ en la imagen final, por ejemplo si hay personas sentadas en una misma posición o si por algún motivo contribuyen con mucha luz (faros de coches…), pero con un poco de suerte podemos conseguir una toma limpia del monumento, sin personas.

Eso sí, el cielo (las nubes) y otros elementos como árboles o banderas aparecerán con su ‘efecto seda’ particular en la imagen.

En cualquier caso los resultados pueden llegar a ser espectaculares y te animo a que lo pruebes si tienes oportunidad.

 

 

Cómo se miden o caracterizan los filtros ND

La característica principal de un filtro de densidad neutra es su densidad óptica (el nivel de transparencia / opacidad).

En fotografía la densidad óptica se suele expresar en pasos de luz.

Cada paso de luz se corresponde con el doble de luz (si subimos un paso) o la mitad de luz (si bajamos un paso).

Es una escala no lineal.

Por ejemplo, un si tenemos un filtro ND de 3 pasos, la luz a la salida del filtro tendrá una intensidad 8 veces más baja.

Como los elementos ópticos utilizados en fotografía también se han utilizado históricamente en otros campos: microscopía, astronomía… existen diferentes nomenclaturas o formas de caracterizar la densidad de un filtro (cada fabricante suele usar una o dos de estas nomenclaturas).

Las más habituales son:

  • ND número decimal, p.e. ND 1.2
    El número indica la densidad óptica en escala logarítmica (base 10).
    Para estimar el número de pasos de luz (convertir a escala logarítmica en base 2) multiplicamos por 3.32 (1.2 x 3.32 = 4 pasos de luz)
  • ND número entero, p.e. ND64
    Indica una fracción de área que correspondería con esa atenuación de luz.
    Si 1 es el área completa, cada vez que la dividimos por 2 perdemos 1 paso de luz.
    Así, ND2 es 1/2: un paso de luz de atenuación.
    En el ejemplo, ND64 es 1/64, que serían 6 pasos de luz de atenuación (2 x 2 x 2 x 2 x 2 x 2 = 2 elevado a 6 = 64)
    También lo puedes ver como el incremento en tiempo de exposición tomando como referencia 1s sin filtro: al añadir un filtro ND8 tendríamos que configurar un tiempo de obturación de 8s para mantener la misma exposición en la imagen final. Con un filtro ND64 subiríamos hasta 64 segundos, etc.
    En el caso de ND1024, que corresponde con un filtro de 10 pasos, se suele usar ND1000 por simplificar.
  • Directamente en pasos de luz (f-stop o EV)
    En fotografía y vídeo es la forma más práctica porque es la escala a la que estamos acostumbrados.

 

Tabla rápida de conversión para los filtros más utilizados:

  • ND 0.9  =  ND8  =  3 pasos
  • ND 1.8  =  ND64  = 6 pasos
  • ND 3.0 = ND1000 (ND1024) = 10 pasos

 

 

Qué es un filtro de densidad neutra variable

Es un filtro ND en el que podemos regular la densidad, la opacidad del propio filtro.

 

Filtros de densidad neutra variable (NDX)

 

Habitualmente los filtros ND variables se construyen a partir de dos filtros polarizadores enfrentados, que pueden girar de forma independiente entre sí (generalmente es el filtro exterior el que gira libremente).

La luz que llega a una escena contiene normalmente una combinación o mezcla de luz que está polarizada en todas las direcciones posibles.

Dependiendo de la posición relativa de los filtros polarizadores se deja pasar sólo la luz polarizada en un determinado rango de direcciones.

A efectos prácticos es equivalente a modificar la opacidad, ya que podemos regular la cantidad de luz que pasa. Aunque esa luz tendrá un rango de polarización determinado (no neutro)

En un filtro ND variable nos indican normalmente la diferencia entre la densidad mínima y la máxima, por ejemplo un filtro ND variable de 3 pasos nos dice la variación que tendremos al pasar de la posición mínima a la máxima.

Pero hay que tener en cuenta que en la posición mínima ya se introduce una cierta atenuación.

 

 

Filtro ND fijo vs Filtro ND variable

Los filtros ND fijos suelen ser mejores desde el punto de vista óptico.

En general son una buena opción para fotografía de larga exposición.

Los filtros ND variables por su parte aportan más flexibilidad, son más prácticos dependiendo de la situación.

Por ejemplo para vídeo suelen ser una mejor opción en la mayoría de los casos.

Como veremos un poco más abajo, todos los filtros pueden añadir a la imagen final ciertos efectos no deseados. Eso es común a todos los filtros.

Los filtros ND variables, por su construcción, pueden añadir además otros efectos:

  • No dejan de ser filtros polarizados (al menos los filtros ND variables que utilizan esta técnica) con lo que afectan a la luz de la escena que ya está polarizada: luz reflejada en cristales, en el agua… y luz polarizada por dispersión (p.e. luz del cielo). El efecto suele ser mínimo y despreciable en la mayoría de los casos.
  • Pueden introducir patrones de intensidad de luz en la imagen.
    El más conocido es el patrón en X:  la cantidad de luz que llega al sensor no es perfectamente homogénea en toda su superficie, hay zonas que reciben un poco más de luz que otras, formando un patrón típico con forma de una X que ocupa toda la imagen. En la mayoría de los casos no es perceptible a simple vista. Depende de la calidad del filtro, de la distancia focal equivalente (aparece sobre todo con angulares y gran angulares) y tiende a aparecer en las posiciones extremas del filtro variable, hacia la posición de máxima opacidad.

 

 

Filtro degradado de densidad neutra

Los filtros degradados son una variedad o una especialización de los filtros ND.

Un filtro degradado tiene una zona de alta densidad óptica, una zona transparente y una zona de transición (degradado) entre las dos primeras.

Se utilizan sobre todo en fotografía de paisaje, en situaciones concretas en las que se busca comprimir el rango dinámico de la escena.

Hay básicamente tres tipos: el filtro degradado de transición suave, el filtro degradado de transición dura y el filtro degradado inverso.

Filtros degradados de densidad neutra

Los filtros degradados también se caracterizan por su valor de densidad, que hace referencia a la zona con más opacidad del filtro. Creo que los más usados son los filtros degradados de 3 pasos (ND8).

Como son filtros muy específicos, para situaciones muy concretas, los veremos con un poco más detalle en otro artículo.

 

 

Calidad óptica de un filtro ND

Cualquier elemento óptico que pongamos delante de la luz va a afectar de una forma u otra a la calidad de la imagen final.

Esto es aplicable a cualquier elemento: objetivos, filtros, teleconvertidores, etc.

¿Cómo puede afectar un filtro de densidad neutra?

 

Dominante de color

Es quizás la característica o el efecto más determinante y más visible.

El filtro ND ideal afecta por igual a todas las longitudes de onda, pero en la práctica esto no es físicamente posible.

Siempre hay longitudes de onda que reciben un filtrado mayor y por lo tanto todos los filtros ND introducen cierta dominante de color en la imagen.

La diferencia entre un filtro de buena calidad y uno de mala calidad está en la proporción. En un filtro de buena calidad no habría dominante de color apreciable a simple vista.

 

Nitidez

El filtro ND puede degradar un poco la nitidez de la imagen resultante.

En general debería ser un efecto mínimo, sólo sería realmente apreciable en filtros de baja calidad.

Y en cualquier caso posiblemente el efecto de la difracción sobre la nitidez usando aperturas muy cerradas sea mucho mayor. Así que si tenemos que elegir entre cerrar mucho el diafragma o usar un filtro ND, en la mayoría de los casos es preferible usar el filtro.

 

Destellos / flares

Ocurre sobre todo con filtros que no tienen tratamiento óptico (coating) para reducir los reflejos internos.

Ten en cuenta también que estamos añadiendo un elemento que puede crear reflejos internos entre la lente frontal del objetivo y la superficie interior del filtro.

Los destellos y halos se producen en la imagen cuando la luz del sol o alguna de las luces principales de la escena incide con un determinado ángulo desde la parte frontal del filtro / objetivo.

 

Viñeteo / densidad homogénea

Un filtro ND ideal debería tener una densidad homogénea en toda su superficie.

No debería haber manchas, zonas de diferente densidad o algún tipo de patrón que afecte a la imagen.

En los filtros degradados lógicamente la densidad no es homogénea, pero el degradado en sí debería ser simétrico, sin manchas, patrones, etc.

Aunque el filtro en sí sea perfectamente homogéneo se produce algo de viñeteo debido a que los rayos de luz que entran en ángulo atraviesan un poco más de material con respecto a los rayos que entran perpendiculares al cristal.

El efecto conjunto es que tiende a aparecer viñeteo hacia los bordes (por la contribución de esos rayos que entran desde la periferia).

El viñeteo será mayor cuanto más angular sea el objetivo o, para ser más precisos, cuanto menor sea su distancia focal equivalente.

 

Polarización

Son efectos que aparecen con los filtros ND variables (al menos con los que utilizan filtros polarizadores).

La polarización puede afectar a ciertas imágenes que incluyen reflejos en ventanas, cristales, agua… No es que afecte a la calidad, sino a lo que vamos a ver exactamente en esos elementos de la imagen.

Por ejemplo si es la superficie de un estanque la imagen puede mostrar el reflejo de ese estanque (como si fuera un espejo) o puede mostrar el fondo del estanque (como si fuera una ventana).

En la luz que llega polarizada por dispersión (p.e. el cielo azul) estos filtros pueden introducir cierta dominante de color: cielos más azules (hacia el azul marino) o más celestes.

Los filtro ND variables tienen un comportamiento similar a los filtros polarizadores puros, pero el efecto suele estar más diluido.

 

Patrón en X (filtros ND variables)

El patrón X también tiene que ver con los filtros polarizadores que forman parte del filtro de densidad neutra variable.

El comportamiento de cada polarizador no es totalmente homogéneo a lo largo de su superficie. Los rayos de luz que inciden en ángulos más abiertos no son filtrados de igual forma que los que inciden de forma perpendicular al filtro.

En un filtro polarizador simple lo veríamos como una especie de viñeteo hacia los bordes.

Cuando se combinan los dos filtros polarizadores el patrón de viñeteo va cambiando según las posiciones relativas de los dos filtros (ángulo de giro). En determinadas posiciones, sobre todo cerca del punto de máxima opacidad, se genera un patrón característico en forma de X:

Patrón en X en filtros de densidad neutra variables

En algunos casos el patrón afecta a la luminosidad de la imagen, creando esas zonas más claras y más oscuras.

En otros casos, sobre todo en filtros ND variables de baja calidad, se pueden generar además halos de color muy intensos.

Los filtros ND variables de buena calidad minimizan estos efectos, aunque en el fondo esos patrones forman parte del comportamiento de la propia luz y su interacción con los filtros polarizadores.

Además, el patrón X depende de otros factores, por ejemplo del ángulo de visión del objetivo. El patrón en X aparece o se hace más evidente con objetivos angulares y gran angulares.

 

 

Criterios para elegir un filtro ND

 

1.- Densidad

Es la característica más importante del filtro.

¿Qué densidad necesitamos según el tipo de fotografía que vamos a realizar?

Recuerda que el filtro ND nos aporta un margen adicional para controlar la exposición. No hace falta tener 80 filtros con todas las variaciones posibles.

Nos vamos a centrar en las tres densidades más utilizadas probablemente:

  • Filtro ND8 / ND 0.9 / 3 pasos
    Es una buena opción para fotografía de larga exposición en días nublados. Por ejemplo para conseguir el efecto seda en ríos, en el mar, etc. en esas situaciones en las que no hay luz directa del sol.
    Para vídeo también podría ser una buena opción, pero probablemente yo elegiría un filtro ND variable, ya que en vídeo hay menos margen de maniobra.
  • Filtro ND64 / ND 1.8 / 6 pasos
    Es un filtro intermedio, una especie de comodín, que nos va a permitir hacer larga exposición (segundos) diurna con luz directa del sol, y que también podríamos usar para situaciones de menos luz, en días nublados, jugando un poco con los parámetros de cámara.
  • Filtro ND1000 / ND 3.0 / 10 pasos
    Este sería un filtro más adecuado para muy larga exposición (minutos incluso) o para larga exposición (segundos) dependiendo de las condiciones de luz de la escena y los parámetros que configuremos en cámara.

 

2.- Variable o fijo

El filtro ND variable nos da más flexibilidad, o mejor dicho, más comodidad o facilidad de uso. Ocupa muy poco espacio en la mochila y es muy práctico.

Un filtro ND fijo nos va a dar más calidad óptica, a igualdad de gama / precio / densidad. Esto es así por cuestiones físicas. El filtro ND variable tiene 2 elementos y el principio de funcionamiento es diferente como hemos visto (polarizadores).

¿Llega a ser perceptible esta diferencia en la imagen final?

Pues depende de cada filtro. Los filtros ND variables suelen tener mala fama, hay una especie de leyenda, injusta quizás porque a veces se comparan filtros de gamas totalmente diferentes, usando el filtro variable en sus posiciones más extremas, etc.

Un filtro ND variable de gama media, usado correctamente, creo que ofrece una calidad óptica muy buena y la imagen resultante sería comparable a la de un filtro ND fijo de gama similar.

Si sólo vas a hacer fotografía yo elegiría 2 o 3 filtros ND fijos, los que hemos comentado en el apartado anterior de 3, 6 y 10 pasos.

Para llevar siempre en la mochila ‘por si acaso’: un filtro ND variable me parece la mejor opción, te puede salvar una sesión en algunas situaciones que no tenías previstas.

Para vídeo, yo elegiría un filtro ND variable, me parece la opción más práctica. Luego, si vas a grabar en situaciones muy muy concretas, me plantearía comprar filtros ND fijos para cubrir esas situaciones.

 

3.- Según su forma: rectangulares o circulares

Los filtros cuadrados / rectangulares se usan con un portafiltros que se adapta al objetivo.

Para filtros degradados de densidad neutra, que se utilizan mucho en fotografía de paisaje, creo que sólo tendríamos la opción de usar filtros rectangulares.

Si vas a usar ese tipo de filtros degradados y también filtros ND fijos, lo lógico quizás sería elegir esta opción de filtros rectangulares con un sistema de portafiltros compatible.

Ventajas de los filtros rectangulares:

  • Los tamaños estándar (100mm / 150mm) cubren prácticamente el diámetro frontal de cualquier objetivo que podamos tener
  • Se pueden apilar fácilmente, los portafiltros suelen tener al menos 3 ranuras, y podemos jugar con la posición del filtro (en el caso de los degradados)
  • En el caso de filtros de densidad alta nos facilita la tarea de enfocar y previsualizar la escena. Simplemente quitamos el filtro, enfocamos y encuadramos, y lo volvemos a colocar para realizar la larga exposición.

Desventajas:

  • Son delicados. Es un cristal grande, hay que tener mucho cuidado con ellos. Tienen que estar bien protegidos en la mochila porque pueden romperse tanto por golpes como por torsión.
  • Son muy aparatosos. Los filtros son grandes y hay que llevarlos en alguna bolsa o caja protectora. Hay que llevar el portafiltros, que también ocupa bastante.

 

Los filtros circulares se acoplan directamente al objetivo sin necesidad de portafiltros.

Por ejemplo, los filtros ND variables son circulares.

El criterio sería en cualquier caso elegir un filtro con un diámetro (o unas dimensiones en el caso de los rectangulares) que cubran el frontal del objetivo más grande que tengamos.

Podemos ajustar el diámetro de rosca del filtro al diámetro de rosca del objetivo mediante aros adaptadores. No hace falta comprar un filtro específico (diámetro) para cada objetivo que tengamos.

Hay que tener en cuenta que si compramos un filtro con un diámetro exacto para un determinado objetivo, no podríamos usarlo en objetivos con un diámetro más grande (podríamos, pero la imagen resultante tendría un viñeteo muy pronunciado)

Ventajas de los filtros circulares:

  • Son más resistentes. En caso de caída el aro metálico (o plástico) exterior puede proteger algo. Y al ser normalmente más pequeño el riesgo de rotura por torsión es menor.
  • Ocupan menos espacio. Sobre todo porque no necesitan el portafiltros.

Desventajas

  • Sólo podemos encontrar filtros circulares de densidad neutra fijos o variables, pero no degradados
  • Con filtros muy densos es un poco más tedioso el proceso si nuestra cámara no consigue enfocar: hay que desenroscar el filtro, enfocar y encuadrar, enroscar de nuevo el filtro sin tocar nada de la cámara, y realizar el disparo.
  • La mayoría de los modelos incluyen rosca frontal, así que podemos apilar filtros, pero es más fácil que lleguemos a tener viñeteo en la imagen.

 

Resumen:

Si tienes previsto hacer mucha fotografía de larga exposición, paisaje básicamente, es posible que en algún momento te interese usar filtros degradados. Quizás valdría la pena comenzar directamente con filtros de densidad neutra rectangulares y un sistema de portafiltros.

Si vas a hacer fotografía de larga exposición de forma casual, fotografía de retrato en exteriores, vídeo… Creo que es más práctico buscar un filtro circular.

 

 

4.- Calidad óptica / precio

Aquí entramos en un terreno pantanoso y cada uno tendrá sus criterios de calidad. Puedes encontrar tantas opiniones como fotógrafos.

En general, y hablando claro, el precio y la calidad óptica van de la mano. Los filtros buenos son caros, no es ninguna sorpresa.

Pero, como ocurre con todo el equipo fotográfico en general: un filtro 4 veces más caro no va a ofrecer imágenes 4 veces mejores.

Un filtro muy malo sí puede degradar una imagen.

Entre un filtro de calidad media y un filtro de excelente calidad (gama alta) las diferencias son mucho más sutiles.

Desde mi punto de vista, creo que para un fotógrafo aficionado no vale la pena comprar un filtro o un sistema de filtros de gama alta.

Un filtro de gama media, aunque no sea perfecto, creo que sería una mejor opción para aprender y en el 99% de los casos va a ofrecer resultados indistinguibles con respecto a un filtro más caro.

 

5.- Marcas

No soy muy partidario de elegir por la marca / fabricante. Hay marcas que tienen muy buena reputación pero al final es cada modelo en concreto o cada producto concreto el que hay que valorar.

En cualquier caso la marca puede servir como referencia inicial.

Marcas muy conocidas, podríamos decir que la gama alta o media alta:

  • Lee (aunque sus filtros suelen introducir una dominante azul bastante importante)
  • Cokin
  • Formatt-Hitech
  • Polar Pro
  • Breakthrough
  • Irix
  • NiSi
  • Hoya
  • Lucroit
  • Heliopan

Marcas que podríamos situar en la gama media:

  • Marumi
  • Haida
  • Tiffen
  • B+W
  • Gobe
  • Kenko
  • K&F Concept
  • H&Y
  • Polaroid

 

Como digo, lo de gama alta y gama media es más bien por el precio y la reputación de la marca.

 

 

Qué criterios seguiría yo

Esto es totalmente personal, cada uno tiene que decidir en función de sus necesidades, presupuesto, preferencias de uso, etc.

  • Marcas
    Yo probablemente elegiría entre las marcas de gama media. Creo que es donde se puede obtener más valor por el precio. Sobre todo para un uso no intensivo.
  • ¿Fijo o variable?
    Yo tengo un filtro ND variable siempre en mi mochila. Es como un comodín. Y aparte tengo un filtro ND1000 que uso bastante y un filtro ND8 (3 pasos) que apenas uso, no lo suelo llevar por lo general.
  • Densidad
    Yo recomendaría el ND1000, que es el que cubre las situaciones más críticas. Luego el ND64 (6 pasos) lo veo también muy práctico y el ND8 (3 pasos) para situaciones un poco más concretas o para vídeo si no quieres usar un filtro variable.
  • Con / sin tratamiento óptico
    Aquí me refiero a los tratamientos antirreflectantes (coating, nano coating, etc.). Este tipo de tratamiento mejora la transmisión de la luz a través del medio y reduce o minimiza las reflexiones internas que provocan halos y destellos en las imágenes. Yo intentaría elegir un filtro ND con este tipo de tratamiento, simplemente para tener un poco más margen con la posición relativa del sol o de las luces principales de la escena.
  • ¿Circular o rectangular?
    Si vas a hacer mucha fotografía de paisaje te recomiendo ir directamente a un buen sistema de portafiltros rectangulares e invertir en filtros ND de ese tipo, de cierta calidad. Al final lo vas a amortizar y te va a facilitar mucho el trabajo.
    Para fotografía de retrato, paisaje pero de forma ocasional, vídeo… Creo que los filtros circulares son más prácticos y da menos pereza llevarlos encima.

 

 

Cuidado con los filtros ND y el Sol

Los filtros ND para fotografía NO son filtros solares.

No mires al sol directamente a través de un filtro ND porque puedes dañar tus ojos.

Si usas una cámara réflex no mires al sol a través del visor óptico (con o sin filtro ND).

Los filtros de densidad neutra para fotografía sólo filtran longitudes de onda del espectro visible, pero no filtran el rango ultravioleta.

Tus ojos sólo ven (a través del filtro ND) el espectro visible y el sol aparecerá oscurecido. De hecho es posible que tus pupilas se abran para dejar entrar más luz visible. Y durante todo ese tiempo tus retinas están recibiendo toda la radiación ultravioleta sin filtrar.

El sensor de las cámaras digitales tiene su propio filtro ultravioleta. No hay ningún problema con la cámara.

Y tampoco hay ningún problema si miramos la pantalla trasera de la cámara o el visor electrónico en el caso de cámara sin espejo.

Para mirar y observar el sol ‘a ojo desnudo’ hay filtros especiales.

 

 

 

Trípodes recomendados para fotografía según uso y presupuesto

Si no sabes qué trípode comprar, aquí te recomendamos algunos modelos con una buena relación calidad precio que se pueden ajustar a tu cámara, a tu tipo de fotografía y al uso que le vas a dar en el día a día.

 

Trípode K&F Concept A255C2

 

En este otro artículo hablamos sobre los tipos de trípodes, sus características y los principales criterios a la hora de elegir cuál es el más adecuado.

De todas formas hay muchos modelos en el mercado, de diferentes marcas y hay grandes diferencias de precio entre unos trípodes y otros.

Aquí vamos a hacer algunas recomendaciones de modelos concretos que suelen funcionar muy bien y tienen una buena relación calidad precio.

 

 

 

Trípodes para uso muy esporádico (gama baja)

En general yo intentaría elegir algún trípode de gama un poco superior, pero este tipo de trípodes de gama baja pueden ser una opción si:

  • Vas a darle poco uso al trípode o lo vas a usar sobre todo en interior
  • Tu equipo (cámara + objetivo) tiene un peso por debajo de los 2-3kg
  • No vas a hacer fotografía con teleobjetivos largos (p.e. fotografía de aves, etc.)
  • Tu presupuesto es muy ajustado

La principal limitación de estos trípodes suele ser que las partes móviles (en la rótula, columna, etc.) y los elementos de bloqueo están fabricados en plástico. Esto puede afectar a la durabilidad, pero sobre todo a la estabilidad cuando ponemos un poco a prueba sus límites: usando equipo un poco más pesado, o en exterior con algo de viento, o si tratamos de usar teleobjetivos, etc.

 

Trípode AmazonBasics ligero (1.52m) con cabezal 3D

Es un trípode genérico de gama baja (se puede encontrar el mismo modelo bajo otras marcas), fabricado en aluminio y plástico. El cabezal es de 3 vías (giro horizontal, giro vertical y giro lateral hasta 90º para colocar la cámara para encuadre vertical)

Trípode completo Amazon Basics

Las patas tienen 3 secciones y el bloqueo es mediante pestañas de plástico. La apertura de las patas está limitada por las barras que las sujetan a la columna central. Tiene gancho para añadir peso extra y aumentar la estabilidad.

 

Máx. Altura del Trípode (columna extendida): 152cm
Máx. Altura sin columna central extendida: 120cm
Min. Altura (recogido para transporte): 65cm
Peso Neto: 1.4kg
Capacidad carga: 3kg

 

Aspectos menos positivos:
Elementos de plástico en sistemas de bloqueo y las partes móviles del cabezal. Las patas no se pueden inclinar de forma independiente (van unidas a la columna central). Capacidad de carga pequeña. La estabilidad en exterior (a poco que haya viento) no es la ideal, sobre todo extendido a máxima altura.

 

 

 

Trípodes ligeros recomendados

En caso de duda, si no tienes muy claro qué uso le vas a dar al trípode y/o no vas a hacer un tipo de fotografía muy específica, los trípodes ligeros o de viaje creo que son la mejor opción para un usuario aficionado o aficionado avanzado.

Si eliges un trípode muy robusto pero muy pesado y grandote cabe la posibilidad de que no lo saques nunca de casa por el engorro que supone.

 

K&F Concept TM2324

Una muy buena opción por relación calidad precio. Es un trípode de aleación de aluminio y magnesio. Incluye una rótula de bola que vale perfectamente para equipo (cámara + objetivo) de tamaño y peso medios.

La columna se puede invertir para colocar la cámara por debajo de la cruceta de las patas, para tomas muy próximas al suelo, por ejemplo para fotografía macro.

La rótula de bola está pensada para equipo mediano, es robusta e incluye zapata de liberación rápida (compatible Arca Swiss, así que puedes usar otras zapatas compatibles con este estándar). La rótula incluye un pequeño nivel de burbuja (permite nivelar la rótula sin la cámara, una vez colocada la cámara el nivel queda oculto por el propio cuerpo de la cámara)

 

Trípode ligero K&F Concept TM2324

 

Las patas están formadas por 4 secciones para permitir reducir el tamaño en modo transporte. Es un trípode bastante ligero y fácil de transportar (incluye bolsa de transporte de lona de alta calidad). La columna incluye un pequeño gancho en la parte inferior para colgar peso y aumentar la estabilidad.

 

Máx. Altura del Trípode (columna extendida): 156.5cm
Máx. Altura sin columna central extendida: 133cm
Min. Altura (recogido para transporte): 47cm
Peso Neto: 1.4kg
Capacidad carga: 6-8kg (10kg según fabricante)

 

En general es una buena opción para usuarios aficionados y aficionados avanzados. No es un trípode pensado para equipo pesado (grandes teleobjetivos, etc.)

Aspectos menos positivos:
Las 4 secciones permiten reducir el tamaño del trípode a costa de reducir ligeramente la estabilidad, sobre todo cuando está totalmente extendido (esto es así en todos los modelos y marcas: más secciones implican menos estabilidad). El bloqueo de secciones usa pestañas de plástico, que pueden dar problemas a la larga con un uso muy intensivo.

 

 

Recomiendo comprar directamente en la tienda de K&F Concept, tienen muy buenos precios y suelen tener descuentos puntuales. El envío puede tardar un poco más, pero en general vale la pena.

Comprar trípode TM2324

 

 

 

 

Trípodes Manfrotto Compact (Light / Action / Advanced)

Los trípodes de la serie Manfrotto Compact están pensados sobre todo para viajes. Son muy ligeros y ocupan muy poco espacio una vez plegados en modo transporte.

Trípode ligero Manfrotto Compact Action

Son trípodes fabricados en aluminio y plástico. La calidad de construcción es bastante buena. Digamos que serían trípodes de gama baja pero con estándares de calidad de la gama media y la garantía de una marca tan reconocida como Manfrotto.

De los tres modelos, creo que el Compact Light sólo es usable con equipo muy muy liviano: cámaras compactas pequeñas, cámaras sin espejo con objetivos ligeros o móviles (con su correspondiente adaptador para trípode). Los otros modelos pueden trabajar con cámaras un poco más pesadas, pero no son trípodes pensados para equipos con cierto peso, a partir de 1kg de carga ya estarían un poco al límite a poco que haya viento.

 

Características de los trípodes Manfrotto Compact (Light | Action | Advanced)

Máx. Altura del Trípode (columna extendida): 131cm | 155cm | 165cm
Máx. Altura sin columna central extendida: 103cm | 133cm | 140cm
Min. Altura (recogido para transporte): 39cm | 45.3cm | 44cm
Peso Neto: 0.9kg | 1.2kg | 1.4kg
Capacidad carga: 1.5kg  | 1.5kg | 3kg
Tipo de rótula:  de bola | de bola (pistola) | de 3 vías / de bola

 

En el caso del Compact Action, la rótula permite trabajar en dos modos: fotografía (se comporta como una rótula de bola normal permitiendo cualquier giro hasta bloquearla) o vídeo (sólo permite movimientos horizontales y verticales). No es una rótula de vídeo pero para uso con equipo ligero y con un poco de práctica permitiría hacer movimientos de cámara suaves.

La rótula de pistola del Compact Action es muy fácil de usar y permite encuadrar de forma muy rápida y cómoda (siempre con equipo ligero como hemos comentado)

 

Aspectos menos positivos:
Son trípodes muy centrados en la portabilidad, todos tienen patas con 5 secciones, algo que afecta a la estabilidad a pesar de su calidad de construcción.

La inclinación de las patas no se puede ajustar (sólo tienen una posición de inclinación). Están pensados para equipos ligeros, no los recomendaría para cámaras réflex con objetivos medianos y por supuesto no para trabajar con teleobjetivos. Llevan su propio sistema de liberación rápida (no compatible Arca Swiss)

 

¿Manfrotto Compact o Manfrotto Befree?

Si tu presupuesto te lo permite yo intentaría ir a por alguna de las variantes del Manfrotto Befree (más abajo tienes más información). Son trípodes más robustos y comparativamente no son más grandes o pesados.

 

 

 

Manfrotto Befree

Son trípodes muy pequeños en modo transporte, muy ligeros y que ofrecen una estabilidad muy buena teniendo en cuenta su tamaño y peso. Son trípodes de gama media, con una gran calidad de construcción y materiales.

Trípode ligero completo Manfrotto Befree

 

La serie Manfrotto Befree incluye hasta 5 variantes:

 

  • Befree GT (Advanced GT)
    Es como la versión Advanced pero un poco más robusto, alcanza más altura y soporta más peso
  • Befree Advanced
    La versión estándar de la serie Befree. Un trípode de viaje con buen compromiso entre tamaño, peso y estabilidad.
  • Befree 2N1
    Es una versión que permite desmontar una de las patas para convertirla en monopié.
  • Befree Live
    Es una versión de kit que incluye cabezal para vídeo
  • Befree α (alpha)
    No es una variante como tal, se basa en alguno de los modelos anteriores pero incluye una zapata especialmente diseñada para adaptarse mejor a los cuerpos de algunas cámaras Sony, como las Sony A7 y A9

 

Las patas son de 4 secciones.  Dependiendo de la variante se pueden encontrar versiones con sistema de bloqueo por pestañas y con bloqueo por rosca. También hay versiones en aluminio y en fibra de carbono.

Las patas permiten 2 ángulos de inclinación. La columna central se puede invertir para acercar la cámara al suelo.

Para que tengas una referencia de las características de la versión Befree Advanced:

Máx. Altura del Trípode (columna extendida): 144cm
Máx. Altura sin columna central extendida: 123cm
Min. Altura (recogido para transporte): 40cm
Peso Neto: 1.4kg | 1.1kg (carbono)
Capacidad carga: 4kg

 

Más información y características de los trípodes Manfrotto Befree

 

 

Otros trípodes ligeros de viaje

Incluyo aquí otros modelos de varias marcas que suelen tener buena relación calidad precio:

Echa un vistazo a los trípodes de viaje de K&F Concept

 

 

 

Trípodes estándar para equipo medio

No hay una clasificación que diga que un trípode es estándar y otro es de viaje… hablamos siempre de criterios subjetivos.

Para mí, un trípode estándar es el que pone más énfasis en la parte de estabilidad que en la parte de portabilidad.

Este tipo de trípodes suele tener 3 o 4 secciones y una columna central relativamente corta.

La carga máxima estaría entre los 3 y los 6 kg, incluyendo el propio peso del cabezal.

Pero ten en cuenta que la carga máxima que indica el fabricante no siempre coincide con la carga real que podemos acoplar para un uso óptimo.

Y en última instancia depende mucho de la rótula y de la geometría de la combinación cámara + objetivo. Hay veces que no es tanto el peso sino el par (la palanca) que ejerce el equipo sobre la rótula y sobre el propio trípode.

Ten en cuenta que estos trípodes ya no son ligeros, se busca más la estabilidad y se utilizan materiales más robustos. El peso de estos trípodes estaría en torno a los 2kg y en algunos casos se superan los 3kg si incluimos el cabezal.

 

Algunos modelos que podrían entrar en esta clasificación:

 

 

Trípodes Manfrotto serie 190

Son trípodes que estarían en una gama profesional / semiprofesional (por debajo de la serie Manfrotto 055).

 

Trípode fotografía Manfrotto 190

Aportan una gran estabilidad, son robustos y van bien para prácticamente cualquier combinación de cámara y objetivo (la carga dependerá del cabezal), con una carga máxima de unos 7 kg.

La serie 190 incluye modelos con diferentes combinaciones: 3 y 4 secciones, aluminio / carbono, columna fija o descentrable…

Más información sobre los trípodes Manfrotto 190

 

 

Vanguard Alta Pro / Alta Pro 2+  263AT / AB 100

La serie Alta Pro de Vanguard ofrece trípodes robustos, de muy buena calidad y muy versátiles. En concreto, el Alta Pro 263 es un trípode muy conocido y muy utilizado para fotografía macro y de naturaleza.

Estarían en una gama media alta, para uso profesional y semiprofesional.

Trípode Vanguard Alta Pro 263 AB 100 - Con rótula de bola

Los Alta Pro 2+ incluyen algunas modificaciones menores que mejoran un poco la usabilidad, aunque el criterio de elección entre las dos series creo que sería el precio concreto al que encuentres alguno de estos modelos.

Nos centraremos en el modelo 263 AB (A -aluminio | B -rótula de bola, normalmente la SBH 100) pero puedes comprar sólo el trípode (263 AT) y luego la rótula por separado. También hay versión en fibra de carbono (263 CT)

El Vanguard Alta Pro 263 AT está fabricado en aluminio y aleación de metal. Las patas tienen 3 secciones y su inclinación se pueden bloquear a diferentes ángulos:

Alta Pro: 25º, 50º y 80º
Alta Pro 2+: 20º, 40º, 60º y 80º

Características básicas del trípode, con rótula (Alta Pro 263 AB 100  | Alta Pro 2+ AB 100)

Máx. Altura del Trípode (columna extendida): 173cm | 173cm
Máx. Altura sin columna central extendida: 142.5cm | 143cm
Min. Altura (recogido para transporte): 71.5cm | 73.9cm
Peso Neto: 2.5kg  | 2.3kg
Capacidad carga: 7kg | 7kg

Una de las características más destacadas de estos trípodes es que la columna se puede colocar en horizontal (en realidad a diferentes ángulos con respecto a la vertical del trípode). Esta característica y la versatilidad de las patas ofrece una gran flexibilidad para todo tipo de fotografía, en especial para fotografía macro.

Aspectos menos positivos:
Plegado en modo transporte es bastante grande, en tamaño y peso casi duplica a alguno de los modelos que hemos comentado en el apartado de trípodes ligeros, pero como siempre se trata de un compromiso entre estabilidad y portabilidad, y en este caso se apuesta más por la estabilidad.

Por lo demás es un trípode totalmente recomendado para cualquier tipo de fotografía.

 

 

 

Trípodes Manfrotto serie 290

Los trípodes Manfrotto 290 están pensados para un usuario aficionado que no va a trabajar con equipo muy pesado. Ofrecen un buen equilibrio entre estabilidad, portabilidad, calidad de construcción y precio. Estarían en una gama media.

 

Trípode fotografía Manfrotto 290 Light

 

La carga máxima sería de unos 4kg, así que son perfectos para réflex medianas o cámaras EVIL. Pero no es una opción recomendada si tenemos pensar grandes teleobjetivos por ejemplo.

La serie 290 tiene muchas variantes, cada una de ellas pensada para un tipo de uso y presupuesto:

  • Manfrotto 290 Light
    Es la versión más pequeña y ligera. No llegaría a considerarse un trípode de viaje pero dentro de lo que sería un trípode estándar es bastante ligero.
  • Manfrotto 290 Xtra
    Es la versión base de esta serie 290. Un trípode que aporta estabilidad con una buena relación calidad precio
  • Manfrotto 290 Dual
    Es la versión con columna descentrable, equivalente a los Pro de otras gamas

 

 

 

K&F Concept TM2534T

La principal característica es que la columna se puede colocar en posición horizontal. Una versión un poco más pequeña y ligera es el TM2515T. Y una versión con más altura es el K&F Concept SA254T1

 

Trípode completo ligero K&F Concept TM2534T

 

Características del TM2534T

  • La columna está dividida en dos secciones telescópicas.
    La columna exterior se puede subir y bajar, y extraer para colocar en posición invertida (para colocar la cámara por debajo, entre las patas, a muy baja altura).
  • La columna interior se puede extender en vertical o se puede colocar en posición horizontal
  • Se puede convertir en monopié
  • Placa de liberación rápida compatible Arca Swiss
  • Patas con 4 secciones. Bloqueo mediante rosca

 

Máx. Altura del Trípode (columna extendida): 172cm (193cm con la columna interior extendida)
Máx. Altura sin columna central extendida: 146cm
Min. Altura (recogido para transporte): 49cm
Peso Neto: 2kg (incluyendo cabezal)
Capacidad carga: 6-8kg

El hecho de que tenga doble columna aporta una flexibilidad extra, por ejemplo la posibilidad de colocar la columna principal invertida (hacia el suelo) y colocar la columna interna en horizontal.

 

 

Con las dos columnas extendidas en vertical alcanza una altura superior a los 190cm aunque es una configuración muy poco estable y no recomendable salvo para situaciones excepcionales.

En este trípode se ha buscado un buen equilibrio entre estabilidad, flexibilidad, portabilidad y precio. Es un trípode relativamente ligero, estable, con buena altura y con el plus de la columna descentrable.

Aspectos menos positivos:
Es un trípode de 4 secciones, en general va a ser un poco menos estable que un trípode de 3 secciones.

 

 

Recomiendo comprar directamente en la tienda de K&F Concept, tienen muy buenos precios y suelen tener descuentos puntuales. El envío puede tardar un poco más, pero en general vale la pena.

Comprar trípode TC2534T

 

 

 

 

Trípodes estándar para equipo pesado

En esta categoría tendríamos trípodes diseñados para aportar la máxima estabilidad con combinaciones de cámara y objetivo más pesadas.

En muchos casos valdría con algún trípode de los que hemos comentado en el apartado anterior, pero si queremos ir un paso más allá:

  • Para trabajar con grandes teleobjetivos y cámaras réflex más pesadas
  • Si tenemos previsto usarlo en condiciones de mucho viento o situaciones más adversas: corrientes de agua, terreno muy desfavorables…
  • Para fotografía de larga exposición si queremos un extra de estabilidad
  • Para fotografía en estudio o si necesitamos trípodes muy estables y con una buena altura máxima

 

Ten en cuenta que son trípodes pesados y que ocupan más volumen (comparando sobre todo con trípodes ligeros para viaje).

 

Trípodes recomendados para este tipo de situaciones:

 

 

Trípodes Manfrotto serie 055

Son los trípodes de la gama profesional de Manfrotto para fotografía (para vídeo también son una buena opción pero Manfrotto también tiene trípodes de estudio específicos para vídeo)

 

Trípodes para fotografía Manfrotto

 

Los Manfrotto 055 son auténticos tanques. Aportan una gran estabilidad y son muy robustos.

Su carga máxima es de 9kg (dependerá en última instancia de la carga que soporte la rótula) y se utilizan mucho en todo tipo de fotografía.

La versión estándar es de 3 secciones y tiene variantes en aluminio MT055XPRO3 y fibra de carbono MT055CXPRO3

Todas las versiones del 055 permiten sacar la columna central y colocarla en posición horizontal.

 

Más información sobre los trípodes Manfrotto 055

 

 

 

Trípodes para fotografía macro

¿Qué le pediría a un trípode para fotografía macro?

  • Que sea muy estable
    Cualquier vibración o movimiento mínimo puede suponer perder el enfoque o trepidar la imagen resultante. Además en algunos casos trabajaremos con raíl de enfoque, lo que puede suponer un esfuerzo extra para la rótula (el raíl va sobre la rótula y la cámara sobre el raíl, añadiendo más palanca)
  • Que sea muy flexible en su configuración de patas, columna y rótula
    Muchas veces el trípode (y el fotógrafo) tiene que adoptar posturas muy extrañas para conseguir el encuadre apropiado, por ejemplo el trípode debe permitir colocar la cámara muy próxima al suelo y las patas se tienen que adaptar al terreno (imagina por ejemplo una flor en una grieta de una zona rocosa). Una característica interesante es que permita descentrar la columna para colocarla en posición horizontal o en diferentes ángulos con respecto a la vertical del trípode.

 

Con respecto a la rótula, cada fotógrafo tiene sus preferencias.

En general, la rótula de bola es la más polivalente ya que permite encuadres muy rápidos. Y para escenas estáticas se puede combinar con un carril de enfoque.

Otros fotógrafos prefieren las rótulas de cremallera, que permiten un ajuste fino y muy preciso del encuadre. Por contra son más voluminosas y pesadas (también más caras)

 

Si vas a hacer fotografía macro en el campo y tienes que llevar el trípode a cuestas en la mochila tendrás que valorar qué característica es más importante para tí: estabilidad o portabilidad.

 

Algunos modelos recomendados, con columna descentrable:

 

 

 

Trípodes recomendados para fotografía de producto

En general las características de un trípode para fotografía de producto pueden ser muy similares a las de fotografía macro. Como siempre, depende mucho de las preferencias de cada fotógrafo, sobre todo en lo referente a la rótula.

Si sólo lo vas a utilizar el trípode para este tipo de fotografía, es decir, en interior: en estudio o en casa, la portabilidad no será una característica tan importante.

Yo valoraría más la estabilidad y por ejemplo que la columna se pueda colocar en horizontal creo que es una característica muy interesante ya que facilita mucho algunas tomas cenitales y permite acercar más la cámara a productos situados sobre una mesa.

 

Trípode Vanguard Alta Pro

 

Para fotografía de producto cualquiera de los trípodes comentados en el apartado de fotografía macro creo que sería muy buena opción.

 

 

Si tu presupuesto es más bajo, el trípode no debería ser una limitación para este tipo de fotografía.

Casi cualquier trípode te puede servir inicialmente ya que las condiciones van a estar muy controladas (sin viento, terreno nivelado, etc.)

Tendrás que usar la inventiva para cubrir las limitaciones de tu equipo. Pero si puedes ahorrar un poco, ten en cuenta que al final seguramente acabarás comprando un trípode de cierta calidad que te permita trabajar de una forma más cómoda y rápida.

 

 

Elegir trípode para fotografía de naturaleza y paisaje

Aquí hay que tener en cuenta muchos factores, no creo que haya una opción perfecta que cubra todas las necesidades y sirva como regla general para todos.

Lo ideal sería un trípode muy estable:

  • Por ejemplo si vamos a hacer fotografía panorámica un trípode estable nos va a facilitar mucho el trabajo
  • Si hacemos larga exposición
  • Para trabajar en terrenos complicados y en condiciones de viento
  • Si vamos a usar teleobjetivos medios para paisaje

 

Pero por otra parte depende mucho de cómo nos vamos a mover con el trípode.

Si vas a hacer senderismo o te vas a mover con el trípode en la mochila el peso del equipo se nota muchísimo al cabo de unas horas.

Yo miraría los modelos fabricados en fibra de carbono para intentar ahorrar unos gramos de aquí y de allá.

Y otra opción sería elegir algún trípode más ligero, que tenga un buen equilibrio entre estabilidad y portabilidad.

Al final es una elección personal. Algunos modelos que podrían ser un buen compromiso:

 

 

Fotografía de arquitectura / inmobiliaria

Para este tipo de fotografía habría al menos dos escenarios:

  • Para fotos de exteriores muchas veces hay que jugar con la perspectiva y viene muy bien un trípode que alcance gran altura y que sea estable
  • Para fotos en interior a veces tenemos que movernos en espacios muy estrechos y un trípode muy grande puede llegar a ser un engorro.

 

Por otra parte la prioridad estaría en la parte de la estabilidad. Normalmente el peso del trípode no va a ser una característica que nos afecte demasiado.

La columna descentrable creo que no sería tampoco una característica esencial. Quizás en algunas tomas desde posiciones más raras, pero no se me ocurren situaciones de ese tipo.

Si vas a hacer proyectos profesionales o un poco más serios yo recomendaría un trípode pesado:

 

En interiores con espacio muy reducido hay fotógrafos que utilizan un monopié con una pequeña base (un pequeño trípode en realidad, situado en la base).

Esto permite pegar la cámara lo más posible a la pared para conseguir un encuadre más angular de la habitación.

Con un trípode normal podemos jugar con la inclinación de las patas para pegar la cámara a la pared, pero puede resultar un poco aparatoso y quizás no siempre sería posible. Es más engorroso, por decirlo de alguna forma.

 

 

Trípode para fotografía de larga exposición

En general buscaríamos un trípode lo más estable posible.

Como hemos comentado a lo largo de este artículo en la práctica habría que encontrar un equilibrio entre estabilidad, portabilidad y precio.

Si vas a hacer mucha fotografía de larga exposición yo creo que valdría la pena priorizar la estabilidad (trípode más robusto y pesado), pero al final cada uno tiene valorar y decidir.

 

 

 

Trípode para astrofotografía

En este apartado vamos a referirnos sólo a astrofotografía con cámara ‘normal’ y sin sistema de tracking o seguimiento motorizado.

El criterio sería similar al de la fotografía de larga exposición.

En muchos casos podremos trabajar con el trípode en una posición más baja (sin desplegar la sección más fina de las patas) para aumentar la estabilidad.

 

 

 

 

 

Más información sobre trípodes

Recomendaciones para elegir un trípode

Trípodes y cabezales recomendados para vídeo

Guía de los trípodes Manfrotto: modelos y criterios de elección

Guía de los trípodes K&F Concept: modelos y características

Todo sobre trípodes para cámaras

 

Auriculares recomendados para grabación y edición de audio

¿Por qué son tan importantes los auriculares? ¿Son todos los auriculares iguales? ¿Qué criterios seguiría para elegir unos buenos auriculares para monitorización y edición de audio?

 

Auriculares y gestión de sonido

 

Voy a tratar de responder todas esas cuestiones.

Simplemente recordarte que este artículo forma parte de la serie sobre audio, donde vemos cómo mejorar la grabación y gestión de sonido.

 

¿Qué aportan los auriculares y por qué son importantes?

Para entenderlo bien vamos a ver primero un caso ideal de grabación de audio en estudio.

 

Estudio de grabación profesional

En esa situación ideal tenemos por un lado la sala de grabación, que es un recinto con acondicionamiento acústico específico para grabación, y por otro lado tenemos la sala de control, también tratada acústicamente, pero en este caso para favorecer la monitorización, la edición, mezcla, etc.  (todas estas fases y flujo de trabajo lo vamos a resumir nosotros en la palabra edición de audio por simplificar).

El concepto más importante en esa situación ideal es la acústica.

La sala, la acústica de la sala, modula todo el sonido. Tanto en la parte de grabación como en la parte de escucha y edición.

En la parte de escucha hay que tener en cuenta también por supuesto el comportamiento de los altavoces (monitores en el caso de los estudios).

Por muy buenos que sean los micrófonos, la electrónica de audio y los monitores de reproducción del sonido…  Si la acústica es mala en la sala de grabación o en la sala de reproducción, el sonido final no tendrá nada que ver con el original.

Es decir, por resumir, vamos a intentar entenderlo con el siguiente esquema:

 

Auriculares y gestión de sonido

 

Tenemos la fuente de sonido, una voz por ejemplo. Ese sonido sería nuestra referencia: contiene toda la información y los matices  (en este contexto, con información me refiero a todas las características de esa voz desde el punto de vista del sonido, no al contenido del mensaje)

El sonido llega al micrófono, pero también llega una parte que corresponde a la sala de grabación (la acústica).

Podemos imaginar la sala de grabación, el recinto, como una especie de caja negra que modifica el sonido original y le añade ‘color’, una especie de filtro.

El sonido es captado por el micrófono, que también añade su propio color.

A partir de ahí vendrá el tratamiento de la señal eléctrica primero (preamplificadores y filtros analógicos) y de la señal digital después. Este proceso añade su propio color a la señal de audio.

Al final de la cadena vendría el proceso de reproducción: transformar la señal de audio en sonido.

Los monitores o altavoces tienen, como es lógico, un determinado comportamiento físico que influye en cómo se va a reproducir el sonido.

Y ese sonido pasa al recinto, donde vuelve a ser modificado (coloreado) por la acústica.

Finalmente llega a nuestros oídos (que también tienen su comportamiento físico, más el tema de la percepción de cada persona, etc. pero no vamos a entrar ahí para no volvernos locos).

Recuerda que cuando hablamos de color en audio nos referimos a cómo cambian los matices del sonido final con respecto al original. Es una especie de analogía, porque los humanos entendemos mejor la parte visual.

En un estudio de grabación profesional se intentan tener controlados todos los elementos de esa cadena o flujo de información.

 

Home studio / estudio de grabación en casa

Cuando grabamos en casa el principal cuello de botella será generalmente la acústica.

Repito esta frase para que se nos quede grabada a fuego:

Por muy buenos que sean los micrófonos, la electrónica de audio y los monitores de reproducción del sonido…  Si la acústica es mala en la sala de grabación o en la sala de reproducción, el sonido final no tendrá nada que ver con el de la fuente de sonido original.

Podemos intentar hacer un tratamiento acústico de la sala, pero ten presente que esto no consiste en empapelar la habitación con espuma o colocar cuatro paneles absorbentes para que quede más ‘profesional‘.

Aquí tienes información sobre acústica y el tratamiento acústico. Te recomiendo leerlo, porque al menos te dará una idea global de los fenómenos físicos que tienen lugar en una sala. Y te dará un poco de criterio para no tirar el dinero en accesorios que no valen para nada.

Vamos a suponer que trabajamos en una sala con una acústica regular (ni pésima, ni excelente).

En la parte de grabación podemos intentar limitar los efectos de la acústica colocando el micrófono a la distancia óptima de la fuente de sonido, buscando la posición y orientación del micrófono en función de su patrón de captación, eligiendo el micrófono adecuado (por ejemplo un micrófono dinámico si la acústica no es muy buena), etc.

¿Cómo sabemos que lo que hemos grabado se ha grabado con calidad suficiente?

Y si hemos hecho cambios en el audio en edición, ¿cómo sabemos que el audio que hemos editado se escucha como nosotros queremos?

Aquí entramos en lo que sería una especie de efecto Juan Palomo (el Rey Palomo de Quevedo: ‘Yo me soy el Rey Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como‘)

La sala en la que editamos y el equipo con el que reproducimos el sonido para editar (altavoces / monitores) nos van a dar una referencia sesgada:

  • Si usamos altavoces, el sonido va a estar modulado por el comportamiento de esos altavoces: su respuesta en frecuencia y su comportamiento dinámico (que tiene que ver con la construcción, materiales, inercias de los elementos móviles, etc.)
  • Si usamos altavoces, el sonido va a estar modulado por la sala, por su acústica.
  • Y se va a añadir todo el sonido ambiente del lugar, que nos va a impedir apreciar los matices y los pequeños defectos

 

Y como tenemos una referencia sesgada, todos los ajustes que hagamos en el audio van a estar igualmente sesgados.

El sonido acabará sonando bien para nosotros, sí, pero es perfectamente posible que no suene bien para otras personas, que van a reproducir ese audio en equipos y entornos diferentes.

 

Entonces, ¿por qué son importantes los auriculares?

En primer lugar porque eliminamos de la ecuación el comportamiento de la sala, su acústica.

En segundo lugar, porque aislamos parte de los sonidos del entorno y eso nos va a permitir apreciar más matices del sonido que escuchamos a través de los auriculares.

 

Auriculares para eliminar acústica y ruido ambiente

 

Estos puntos aplicarían a cualquiera de las situaciones típicas: edición de la grabación de un podcast, emisión en directo / streaming  y edición del audio de un vídeo.

Los auriculares son imprescindibles también para monitorizar durante la grabación si grabamos y monitorizamos en la misma sala.

Si utilizamos altavoces (monitores) cuando nos grabamos a nosotros mismos, en la misma sala, el micrófono captará también ese sonido y se producirán acoples, ecos y otros tipos de efectos no deseados.

También es fundamental otra cuestión que veremos a continuación…

 

¿Son todos los auriculares iguales?

No.

Como ocurre con los altavoces, cada modelo de auriculares tendrá su propio comportamiento.

El comportamiento lo vamos a resumir en su respuesta en frecuencia.

Hay otros efectos, pero ya habría que entrar en matices muy sutiles, más difíciles de percibir, y quedan fuera del contexto de este artículo.

La mayoría de los auriculares del mercado están pensados, diseñados y construidos para ofrecer una buena experiencia de uso. Están pensados para consumir sonido. Para un usuario tipo que simplemente quiere conectar los auriculares y que reproduzcan de una forma agradable la música, la voz cantada, la voz hablada…

Por ejemplo, muchos de los auriculares potencian los graves para compensar las limitaciones físicas del diafragma, suben un poco las altas frecuencias para dar un poco de brillo y a veces reducen los medios para conseguir una curva en V bastante típica en muchos modelos.

Podríamos decir que en general ofrecen un sonido cocinado, que resulta más placentero en muchos estilos musicales.

 

Por su parte, los auriculares pensados para edición de audio siguen otro criterio:  ser transparentes en la medida de lo posible .

Los monitores de estudio y los auriculares para edición de audio intentan tener una respuesta en frecuencia muy plana, o al menos (ya que es físicamente imposible conseguir eso) una respuesta en frecuencia equilibrada, que no destaque en exceso unas frecuencias sobre otras.

Siguiendo la analogía del color, diríamos que este tipo de auriculares intentan colorear lo menos posible el sonido.

Como digo, es físicamente imposible conseguir eso, pero digamos que es una respuesta en frecuencia mucho más plana y más transparente que la que ofrecen unos auriculares comerciales pensados para escuchar música.

Tenemos que pensar en estos auriculares como en aparatos de medida: nos van a dar una referencia.

Esa referencia no es universal, no es absoluta, ojo.

Pero sí es una referencia mucho menos sesgada, que nos va a permitir:

  • Comparar nuestro audio de una forma fiable con otros audios que sabemos que han tenido una producción profesional (lo que se suele conocer como tracks de referencia)
  • Garantizar que nuestro audio tiene al menos unos criterios de calidad aceptables

 

Recuerda que los monitores de estudio y los auriculares para edición de audio no están pensados para consumo (aunque se pueden usar perfectamente, ya que somos nosotros los que tenemos el control y podemos ecualizar el sonido que enviamos a los auriculares: lo podemos cocinar nosotros a nuestro gusto).

El sonido en este tipo de auriculares suele ser más plano, más ‘soso’ en los graves y como consecuencia de ello, quizás notemos más las altas frecuencias y nos resulten algo molestas.

 

¿Es necesario comprar unos auriculares especializados?

Como respondería un ingeniero al 99% de las preguntas: depende.

Para las aplicaciones que estamos viendo en esta serie sobre audio, es decir, una gestión básica de audio, que corresponde normalmente a voz hablada, no serían estrictamente necesarios unos auriculares especializados.

Con unos auriculares medianamente decentes que tengamos en casa ya podríamos trabajar con ciertas ventajas:

  • Vamos a aislar la acústica de la sala
  • Vamos a aislarnos de los sonidos del entorno
  • Vamos a ser capaces de percibir muchos más matices del sonido

 

En muchos casos, con eso ya tendríamos suficiente para detectar por ejemplo algunos tipos de ruido electrónico (hiss, hum, etc.) que se nos hayan colado en la grabación.

También vamos a ser capaces de percibir ruidos (sonidos) del entorno que haya captado el micrófono: el motor de una nevera, del aire acondicionado, el vecino dando golpes…

 

Pero vamos a seguir teniendo una referencia sesgada en cuanto a la ecualización de nuestro audio, ya que esos auriculares están añadiendo probablemente bastante color (están cocinando el audio para que suene mejor en nuestros oídos)

 

Un ejemplo típico:

Imagina que estoy editando un vídeo o un podcast que acabo de grabar.

Y decido usar los primeros auriculares que encuentro a mano, por ejemplo los que uso con el móvil.

Al reproducir en edición (con esos auriculares) noto que en la grabación mi voz suena muy grave, y además la percibo sin brillo, sin detalle en altas frecuencias.

Por lo tanto ecualizo el audio para compensar: bajo en la zona de los graves y subo un poco en la zona de los agudos.

Ahora ya tengo un sonido que me gusta.

Perfecto. Decido publicar el contenido.

Pero luego me da por revisar el contenido publicado, desde los altavoces de la TV del salón, y resulta que suena totalmente diferente, muy apagado en los graves.

Y veo que hay comentarios de usuarios que dicen que es muy molesto el sonido de las eses…

Y otros usuarios comentan que escuchan un ruido molesto (hiss por ejemplo, ruido electrónico, que mis auriculares no han sido capaces de mostrarme)

 

Es un ejemplo típico del efecto Juan Palomo.

Es decir, los auriculares me han dado una referencia que no es válida, y he tomado decisiones erróneas en edición basándome en esa referencia.

Y el problema es que para el siguiente capítulo del podcast o para el siguiente vídeo quizás use otros auriculares, con lo que tendré otra referencia y tomaré otras decisiones.

Mis publicaciones tendrán un audio que no tiene una buena referencia, que incluye posiblemente defectos (ruidos por ejemplo, que no detecto) y que no es consistente, en cada capítulo suena diferente.

 

Que no cunda el pánico, porque todo esto no suele ser tan crítico en el caso de grabación de voz hablada,  ni suele ser crítico para los usos típicos que estamos viendo en esta serie sobre audio: podcast, vídeo, directos…

En general no vamos a hacer una edición salvaje del audio.

Y no necesitamos los criterios de calidad de una producción musical profesional.

Pero cuesta muy poco hacer las cosas medianamente bien.

Con medios relativamente modestos y poniendo de nuestra parte podemos obtener un audio con unos estándares de calidad muy altos.

 

Referencia de niveles de audio

Esto es algo muy importante.

La referencia de los niveles de audio (si tu audio va a sonar muy alto o muy bajo) nunca, nunca, nunca, nunca te la van a dar los auriculares o los altavoces.

La referencia de niveles en audio digital te la da un medidor de pico y un medidor o módulo de gestión de LUFS (Loudness Unit Full Scale), que son ayudas visuales o numéricas que están integradas en la mayoría de programas de edición de audio y en la mayoría de editores de vídeo.

Nunca tomes como referencia el volumen de sonido tal como lo escuchas con tu equipo.

Aquí tienes una explicación más detallada y muy sencilla de cómo hay que gestionar los niveles de audio tanto en grabación como para la publicación del contenido.

 

La importancia de tener referencias fiables

Hablo todo el tiempo de tener una referencia.

En el caso de los niveles de audio está muy claro. Si has leído ese artículo que comentaba en el apartado anterior lo entenderás perfectamente.

Lo mismo ocurre con la ‘calidad‘ del audio.

El término ‘calidad’ lo pongo entre comillas porque engloba muchos matices, y la mayoría de ellos son subjetivos.

Pero nos vamos a quedar sobre todo con la calidad técnica:

  • Que sea un sonido lo más limpio posible, sin ruidos electrónicos ni ruidos externos no deseados.
  • En el caso de la voz hablada es muy importante que se entienda perfectamente, que no haya por ejemplo mucha reverberación en la sala de grabación o cualquier otro problema con la acústica que degrade esa nitidez.
  • Intentar evitar sonidos molestos: pops, sibilantes (eses) muy evidentes, etc.
  • Ecualización, sobre todo el balance entre graves y agudos con respecto a los medios. Todo esto depende a su vez del tipo de voz, etc.

 

Hay que tener en cuenta (como ocurre con los niveles de audio) que luego cada usuario va a escuchar el sonido en unos determinados equipos, cada uno de su padre y de su madre, en ambientes de todo tipo (el salón de casa, en el coche…)

Es decir, no puedes controlar cómo van a escuchar tu sonido.

Pero sí puedes intentar ofrecer de partida el mejor sonido posible.

Imagina por ejemplo que tu audio tiene una calidad técnica de 60 puntos sobre 100…

Habrá un porcentaje importante de usuarios que van a detectar esos defectos al reproducir el sonido y que les puede resultar molesto.

Si tu audio tiene una calidad técnica de 90 puntos sobre 100…

La mayor parte de usuarios va a percibir un sonido perfecto, sin distracciones ni defectos molestos. En voz hablada no tienes que buscar estándares de producción musical, ni las personas que lo escuchan van a buscar esos estándares. Simplemente quieren entender la voz, sin distracciones y sin sonidos molestos.

Los auriculares nos permiten detectar ese tipo de defectos, que de otra forma quedarían totalmente enmascarados (por ejemplo si reproducimos con altavoces en una sala sin tratamiento acústico y con el sonido ambiente típico de un entorno residencial)

 

Criterios para elegir unos auriculares

Para los casos típicos que hemos comentado (voz hablada para podcast, vídeo, directos….) no hace falta comprar auriculares específicos para edición de audio. Aunque sí es recomendable.

Si decides usar unos auriculares genéricos:

  • La mayoría de los auriculares de marcas conocidas ofrecen una calidad de reproducción decente.
  • Da más o menos igual el tipo: intraurales (de botón, in-ear), supraurales (de diadema, no cubren  toda la oreja, on-ear), circumaurales (de diadema, cubren toda la oreja, over-ear)
  • Usa preferiblemente auriculares con cable.
    Los auriculares bluetooth, a igualdad de gama suelen ofrecer una calidad de reproducción un poco más pobre.
  • Utiliza siempre el mismo modelo.
    Editando siempre con un mismo modelo vas a poder ‘calibrar’ tus oídos y vas a tener una idea intuitiva del comportamiento de esos auriculares.
  • Utiliza referencias externas (tracks de referencia), por ejemplo puedes escuchar con esos mismos auriculares algún podcast o vídeos en los que aparezcan voces similares a la tuya, y que sabes que tienen un producción de sonido profesional. Esto te va a ayudar en ese proceso de calibrar tus oídos para esos auriculares concretos.

 

Dicho esto…

Lo ideal, si te lo puedes permitir, es usar unos auriculares más orientados a edición y mezcla de audio, ya que nos van a facilitar la tarea y nos van a dar una referencia más fiable o más fácil de interpretar.

Algunos criterios o decisiones:

 

¿Circumaurales, supraurales, intraurales?

Los auriculares circumaurales ofrecen un mejor aislamiento del sonido ambiente.

También incluyen diafragmas (transductores) más grandes, que facilitan la reproducción de graves, aunque la tecnología ha evolucionado mucho, sobre todo en auriculares pequeños tipo intraural (in-ear) y creo que en la actualidad no sería un criterio tan decisivo.

En general mi primera opción serían unos circumaurales.

Hay circunstancias en las que no nos va bien llevar unos auriculares grandes, por ejemplo si vamos a tener que editar en lugares muy diferentes (viajes, etc.). En esos casos prefiero unos intraurales (in-ear / de botón) decentes.

Porque creo que la característica más apreciada en estos casos es que nos aislen bien del sonido ambiente.

Los supraurales por regla general no nos van a aislar bien del exterior, así que serían los últimos de mi lista de favoritos (hablando siempre de este uso en concreto:  monitorización y edición de audio)

 

¿Circumaurales abiertos o cerrados?

Los circumaruales cerrados son los de toda la vida.

El diafragma está en el interior de una cavidad cerrada, y una vez colocados en las orejas se convierten en un recinto prácticamente hermético desde el punto de vista del sonido.

La principal ventaja es que nos aislan muy bien del sonido ambiente exterior.

 

Los circumaurales abiertos, a igualdad de gama, características, etc. generan un sonido más ‘limpio’ porque evitan algunos efectos secundarios relacionados con resonancias que pueden aparecer en un espacio cerrado.

Son un poco más cómodos. La oreja ‘respira’ y eso lo notaríamos en sesiones largas.

Para disfrutar de la música creo que son geniales.

Pero no aislan tan bien el sonido ambiente exterior, así que todas esas ventajas técnicas se pierden si no los usamos en un entorno muy silencioso.

Y además hay que tener en cuenta que el sonido ‘escapa’ a través de los auriculares, así que no nos valdrían (o habría que tener mucho cuidado) para monitorización de la grabación si la hacemos en la misma sala. Es decir, el sonido que escapa de los auriculares lo podría captar el micrófono.

 

Yo personalmente elegiría unos circumaurales cerrados.

Son más versátiles y en la mayoría de los casos vamos a tener que editar nuestros audios en entornos que no son tan silenciosos, con lo que perderíamos esos matices y esas ventajas que aportan los abiertos.

 

Impedancia y sensibilidad de los auriculares

Aquí entramos en detalles técnicos.

La sensibilidad nos habla del nivel de señal necesario para conseguir una determinada presión sonora (volumen de sonido)

Si los auriculares tienen una sensibilidad muy baja, el equipo que los alimenta (interfaz de audio, tarjeta de sonido del ordenador, móvil, tablet…) necesitará un amplificador de salida de mayor potencia para conseguir un volumen dado.

La mayoría de los auriculares del mercado están en un rango de sensibilidad media / alta, y pueden funcionar perfectamente con todos tus dispositivos.

Los datos de sensibilidad que proporcionan los fabricantes no suelen ser una referencia fiable. No porque incluyan datos falsos o erróneos, sino porque dependen del proceso de medida (la metodología) y de las unidades.

En muchas hojas de características ni siquiera se incluyen las unidades, con lo que si te dicen que unos auriculares tienen una sensibilidad de 96 dB no te están diciendo nada.

La sensibilidad se suele indicar en dB SPL / V o dB SPL / mW

Decibelios referidos a SPL (sound pressure level) nos da una medida de presión sonora, de volumen de sonido.

La mayoría de las veces la sensibilidad simplemente aparecerá como dB/V o dB/mW

En el primer caso nos da una idea del nivel sonoro que producen los auriculares por cada voltio aplicado a su entrada (1V RMS)

En el segundo caso nos da una idea del nivel sonoro en función de la potencia entregada a los auriculares, expresada en milivatios.

 

Para que te hagas una idea, la mayoría de los auriculares están por encima de los 110dB /V, que correspondería a unos 95 dB/mW para auriculares con impedancias del orden de 32 ohmios.

Ese tipo de auriculares los podemos usar con todos los dispositivos y nos van a proporcionar un volumen más que suficiente (a menos que tengas necesidad de destrozar tus tímpanos)

Ten en cuenta que es una escala logarítmica, cambios pequeños en la escala implican cambios grandes en la percepción de volumen.

Por ejemplo, el rango de 100-105 dB / V se considerarían ya auriculares con poca sensibilidad, que necesitarán probablemente una etapa de amplificación con mayor potencia.

Y por ejemplo también puedes encontrar auriculares de muy alta sensibilidad, por encima de los 120dB / V, que pueden funcionar igualmente con cualquier equipo. Pero pueden tener el problema de que en algunos dispositivos hay que bajar tanto el volumen que se podría llegar a notar el nivel de ruido electrónico del propio dispositivo.

Mi recomendación, para el uso y el contexto que comentamos aquí en este artículo, sería elegir auriculares en ese rango de los 110-115 dB SPL/V

 

La impedancia por su parte es un dato simplemente técnico, que en principio no nos va a aportar gran cosa (en la inmensa mayoría de los casos puedes ignorar este dato).

La impedancia relaciona el voltaje con la potencia. Para conseguir una misma potencia (que podríamos interpretar como volumen de sonido), necesitaremos aplicar una amplitud mayor (más voltaje) cuanto mayor sea la impedancia.

La impedancia puede limitar un poco el volumen máximo de sonido que proporcionan los auriculares en determinados dispositivos (móviles por ejemplo)

Esto depende muchísimo de la tecnología que utilicen los auriculares, sensibilidad, etc. Pero como regla general, auriculares por debajo de unos 80-100 Ω (ohmios) van a funcionar sin problemas con prácticamente cualquier dispositivo, con un volumen de sonido razonable.

Auriculares con impedancias mayores: 250Ω, 600Ω… están pensados para equipos profesionales o equipos de alta fidelidad.

No hay una correlación directa entre impedancia y calidad de sonido, pero lógicamente la combinación de auriculares de gama alta (con alta impedancia), en equipos de gama alta… por lo general va a proporcionar un sonido más fiel, con más matices.

 

Percepción y subjetividad

Describir el comportamiento de unos auriculares (las sensaciones que transmite, detalles y matices que podemos percibir) es imposible.

Si pides a 100 personas que describan cómo perciben una determinada música o un sonido con un determinado modelo de auriculares: tendrás 100 versiones diferentes, aunque habrá rasgos comunes.

Cada persona percibe el sonido de una forma diferente.

No sólo por cuestiones fisiológicas relacionadas con los oídos, edad, etc. sino también por cómo el cerebro percibe e interpreta los sonidos.

Además, el oído (realmente el cerebro) se puede entrenar para captar más matices y detalles.

Y por otra parte el oído (realmente el cerebro) se acostumbra rápidamente y se acomoda a la situación: auriculares, tipo de sonido, volumen, estilo de música, etc.

Nosotros no buscamos aquí los auriculares ideales para un tipo de música o que casan mejor con la forma de percibir el sonido de cada uno.

Buscamos lo más parecido a un aparato de medida, una herramienta, que nos dé una referencia más o menos fiable, que nos permita tomar decisiones acertadas en el proceso de monitorización (grabación / emisión en directo) y de edición.

Si ves comparativas o recomendaciones sobre auriculares, intenta siempre descontar la parte que podría ser subjetiva, la parte relacionada con la percepción y con los gustos personales de la persona que está haciendo la recomendación.

Como siempre digo, huye de las opiniones situadas en los extremos: esto es lo mejor del mundo, esto es lo peor del mundo. No te van a aportar nada.

 

Auriculares recomendados para edición de sonido

Además de los criterios que hemos visto en el apartado anterior, mi recomendación es que elijas algún modelo conocido.

Hay una serie de auriculares con muy buena relación calidad precio, que podríamos decir que son en sí mismos una especie de estándar o de referencia.

Todos estos modelos vas a poder utilizarlos en prácticamente todos los dispositivos: interfaz de audio, ordenador, móvil…

Pero dependiendo del conector del dispositivo es posible que tengas que buscar algún adaptador. El conector típico de este tipo de auriculares suele ser el jack 3.5mm TRS (muchos modelos incluyen el adaptador a jack de 1/4 de pulgada). Para algunos móviles será necesario usar un adaptador TRS a TRRS.

Aquí tienes más información sobre conectores y cables de audio.

Al igual que ocurre con los micrófonos, en el caso de los auriculares la calidad normalmente está correlacionada con el precio. Pero a partir de un mínimo de calidad, el incremento en prestaciones es normalmente muy sutil, y probablemente esos matices sólo los notaría alguien con el oído entrenado y con mucha experiencia.

Desde mi punto de vista, no vale la pena comprar unos auriculares de 500 euros si no tienes experiencia previa, ni un oído entrenado, porque no te van a aportar nada diferente a lo que te aportarían unos auriculares decentes más baratos.

Todos estos auriculares que voy a recomendar se utilizan en entornos de producción profesional, no son juguetes.

 

Audio Technica M40x

En caso de duda, personalmente me parece una apuesta segura.

Muy buena relación calidad precio.

La respuesta en frecuencia es bastante neutra, incluso un poco más plana que la de sus hermanos mayores, los M50x.

Es una respuesta en frecuencia con un poco de realce de graves y un poco en la zona de alta frecuencia, mientras que los medios quedan un poco por debajo, pero de una forma bastante equilibrada.

Esto hace que sean muy útiles como herramienta, pero también son unos auriculares que se pueden usar perfectamente para consumir música y cualquier tipo de contenidos.

Se pueden plegar y ocupan muy poco. El cable se puede quitar y además la caja incluye varios cables de diferente forma y longitud.

Son bastante cómodos, aunque con las almohadillas que trae por defecto pueden dar bastante calor en verano y se sienten un poco justas si tienes orejas grandes (yo por ejemplo les cambié las almohadillas por unas genéricas cubiertas con tela y con el diámetro interior un poco más grande).

 

 

Sony MDR 7506

Si hubiera algún estándar universal en auriculares, serían los Sony MDR 7506.

Son probablemente los auriculares más utilizados de la historia en estudios de grabación, en radio, en grabaciones de campo…

También se pueden plegar y ocupan muy poco en modo de transporte, aunque no se les puede quitar el cable.

La principal característica de estos auriculares es su respuesta en frecuencia.

Es una respuesta bastante plana en todo el rango de graves y medios, pero tiene un realce importante en la zona de alta frecuencia. Entre 2KHz y 10KHz podríamos decir que es un realce algo exagerado.

Eso hace que se perciban con claridad todos los matices y todos los defectos del audio que reproducimos.

Es decir, cualquier ruido electrónico, cualquier ruido ambiente no deseado, plosivas exageradas, eses exageradas… Cualquiera de esos problemas saltará como una alarma en el MDR 7506.

Pero por ese mismo motivo no son los más recomendados quizás para consumir música durante horas.

Si no ajustamos un poco con ecualización va a sonar todo con mucho brillo, y posiblemente acabaría cansando, esa prevalencia de agudos fatiga un poco.

Mi criterio de decisión sería:

Hay que pensar en ellos como en una herramienta. Si los vas a usar sobre todo para monitorizar y editar audio, me parecen una opción excelente, te van a facilitar mucho la tarea de detectar defectos en el audio.

Pero si buscas unos auriculares para usarlos también para escuchar música, contenido multimedia o como auriculares para todo uso, yo quizás elegiría otro modelo más ‘neutro’.

 

 

 

Beyerdynamic DT 770 (versión 32 ohm / 80  ohm)

Es también un estándar en el mundo del sonido profesional.

Tienen una respuesta muy muy plana en todo el rango de graves y medios. Más plana incluso que los MDR 7506.

Y también tienen realce en la zona de alta frecuencia, pero no de forma sostenida como los MDR 7506 (máximo en la zona de los 2KHz), sino de una forma más suave o incremental con el máximo alrededor de 10KHz.

Ofrecen mucha claridad y permiten detectar todos los matices del sonido.

Como auriculares para consumo de música, la respuesta en alta frecuencia hace que cansen menos esos sonidos tan brillantes, con respecto al MDR 7506.

Son muy muy cómodos, aunque algo grandes.

Y no se les puede quitar el cable.

En cualquier caso, personalmente me parecen en general de las mejores opciones en esta gama, y los recomiendo sin dudar lo más mínimo.

Importante: los DT 770 se distribuyen en varias versiones, que varían según su impedancia nominal (32, 80, 250). Yo recomendaría elegir la versión de 32Ω o la de 80Ω. Con la de 32 tendrías la máxima compatibilidad con todos los dispositivos, incluyendo móviles. Con la versión de 80Ω no deberías tener tampoco ningún problema. Yo quizás elegiría los de 80Ω. Si no estás seguro de en qué tipo de dispositivos los vas a usar o tienes previsto usarlos con móviles puedes elegir los de 32Ω. La diferencia en el sonido que reproducen unas versiones y otras no la vas a notar, la podría notar alguien con el oído muy educado y con los auriculares conectados a un equipo de sonido profesional de alta gama.

 

 

Audio Technica M50x

Todo lo que comenté sobre los M40x aplicaría más o menos a los M50x, que serían una gama un poco superior.

A efectos prácticos, mi resumen sería que los M50x ofrecen una reproducción un poco más agradable, más divertida.

Realzan un poco más los graves y las altas frecuencias (su respuesta en frecuencia tiene más esa forma de V, que le da un poco más de fuerza a la música)

Estarían un poco más orientados a consumir música y contenidos. No tanto a edición.

Si los vas a usar exclusivamente para edición, en el mismo rango de precios yo personalmente creo que elegiría los Beyerdynamic DT 770.

Entre los M50x y los M40x, para edición creo que prefiero los M40x.

Los he incluido en esta lista porque son también muy populares, y son buenos auriculares, pero no serían mi primera elección.

 

 

Sennheiser HD 280 Pro mark II

El Sennheiser HD 280 Pro es un modelo muy conocido y que ha sido muy usado en entorno profesional. Voy a hablar sobre todo de la versión II, que es básicamente idéntica al modelo original en la parte de construcción y características, pero creo que mejora un poco en la parte de reproducción de sonido.

La parte de la diadema es un poco aparatosa (no va tan pegada a la cabeza), pero son muy cómodos y aislan mucho del sonido ambiente.

El cable va incorporado a los auriculares, no se puede quitar.

La reproducción de sonido diría que es parecida a la de los M40x.

En la versión mark II, la respuesta en frecuencia es bastante plana en el rango de las bajas y medias frecuencias, prácticamente hasta los 5KHz.

Tiene algo de realce en los graves y un pequeño realce en la zona de los 6KHz. A partir de esa frecuencia se produce una atenuación sostenida hasta los 20KHz.

En la versión original del HD 280 Pro creo que se notaba un poco más la zona de graves y más variabilidad en la respuesta en esa zona de los 6-7 KHz.

Perdemos un poco de detalle en esa zona de más alta frecuencia, por ejemplo si comparamos con los otros modelos que he comentado antes (sobre todo el Sony MDR 7506)

No son auriculares pensados para consumir música y contenido multimedia en general. Posiblemente nos van a sonar un poco planos, un poco sosos si no tocamos nada la ecualización.

Pero para lo que nos interesa, detectar defectos y conseguir una edición correcta en voz hablada, los HD 280 Pro (cualquiera de las dos versiones) nos va a dar una referencia bastante buena.

 

 

 

 

Algunos artículos de la serie sobre sonido:

Cómo mejorar la grabación de audio para vídeo

Sonido profesional: niveles, conectores, cables, decibelios…

Micrófonos USB de estudio recomendados

Micrófonos de solapa recomendados y configuraciones

Micrófonos externos para cámara (tipo shotgun)

 

Micrófonos inalámbricos recomendados

Micrófonos inalámbricos para clases online, streaming, directos, canales de youtube…

 

Cuando hablamos de micrófonos inalámbricos hablamos en realidad de sistemas inalámbricos para transmitir la señal de audio recogida por un micrófono.

Es decir, tenemos por un lado el sistema de transmisión: un emisor y un receptor de radio por ejemplo. Y por otro lado tenemos el micrófono (que conectaremos al emisor) y el equipo de grabación o de emisión (al que conectaremos el receptor).

Micrófonos inalámbricos

Hay sistemas inalámbricos que incluyen un micrófono integrado en el propio transmisor, pero en muchos casos utilizaremos un micrófono externo independiente.

 

 

Micrófonos inalámbricos recomendados

En el mundo del sonido hay dos entornos o estándares: el entorno de la electrónica de consumo y el entorno profesional. En cada uno se utilizan diferentes estándares y diferentes conectores.

Me voy a centrar en sistemas o equipos que estarían en la gama de electrónica de consumo. En este entorno se utilizan los conectores jack de 3.5mm, se usan cables no balanceados y se trabaja con unos determinados niveles (voltajes) de señal, aunque esto nos da igual, es algo interno que no nos afecta.

Para el uso que le vamos a dar todos estos equipos cubrirían muy bien las necesidades en cuanto a calidad de sonido y fiabilidad.

Los sistemas destinados al entorno profesional son más robustos en todos los sentidos, incluyendo la capacidad para rechazar un mayor nivel de interferencias electromagnéticas y la fiabilidad. Pero cuestan como 10 veces más y no aprovecharíamos realmente esas prestaciones.

 

Micrófonos (sistemas) recomendados:

 

Rode Wireless Go

Sería probablemente mi recomendación principal, porque me parece un equipo súper sencillo de usar, fiable y que ofrece un nivel de calidad bastante aceptable.

Wireless Go es la serie con un canal de transmisión (1 emisor + 1 receptor). Wireless Go II es la serie con dos canales simultáneos (2 emisores + 1 receptor).

 

Sistema para micrófono inalámbrico Rode Wireless Go

 

Características técnicas más importantes:

  • Cobertura: 70m (línea de visión directa)
  • Latencia: 6 ms
  • Canales activos: 1  (2 canales en el Go II)
  • Canales / frecuencias para elegir: 8
  • Batería: batería de litio integrada (se recarga a través de USB)
  • Autonomía: aprox. 7 horas
  • Dimensiones del transmisor: 44 × 45.3 × 18.5 mm
  • Peso transmisor: 31g
  • Dimensiones receptor: 44 x 46.4 x 18.5 mm
  • Peso receptor: 31g
  • Transmisión: digital, encriptada. Banda: 2.4 GHz
  • Ajuste de ganancia: 3 niveles: 0dB, -6dB, -12dB

 

El transmisor incluye un micrófono omnidireccional integrado (funciona como un micrófono de solapa). Se puede utilizar directamente como micrófono de solapa sin necesidad de conectarle un micrófono externo.

Si lo queremos usar con micrófono externo podemos utilizar cualquier modelo que tenga conector jack 3.5 mm.

El receptor incluye un clip para sujetarlo en alguna superficie. El propio clip tiene la forma exacta para encajar en una zapata de flash (perfecto cuando lo usamos con una cámara por ejemplo).

En el receptor tenemos indicadores del estado del emisor y el propio receptor, así como el nivel de batería de ambos dispositivos.

Qué viene incluido normalmente en el pack: emisor, receptor, 2 cables USB para cargar, 1 micrófono de solapa omnidireccional extra, 1 cable adaptador jack 3.5mm TRS macho-macho.

 

 

 

 

Saramonic Blink 500

Si necesitas una solución para usar 2 micrófonos a la vez, esta serie de Saramonic me parece una muy buena opción.

 

Micrófono inalámbrico - Saramonic Blink 500

 

Es un sistema dual channel, se pueden utilizar dos canales de transmisión a la vez (uno para cada micrófono).

Además es un equipo muy pequeño.

Puedes comprar diferentes packs en función de tus necesidades. Hay al menos tres tipos de receptores:

  • Receptor universal con salida jack 3.5, que serviría para conectar directamente a la cámara, al ordenador, etc.
  • Receptor con conector Lightning, pensado para móviles de Apple que no tienen entrada de audio jack 3.5
  • Receptor con conector USB genérico para móviles Android (para cualquier móvil, tablet o sistema que utilice ese tipo de conexión)

 

Inicialmente podríamos comprar un pack con emisor + receptor, aunque creo que vale la pena comprar el pack completo con 2 emisores más el receptor.

Características técnicas:

  • Cobertura: 50-60m (línea de visión directa) / 30m (con obstáculos)
  • Latencia: 12 ms
  • Canales activos: 2
  • Canales / frecuencias para elegir: 18
  • Batería: interna
  • Autonomía: aprox. 5 horas, pero puede funcionar con alimentación USB externa
  • Dimensiones del transmisor: 63 x 43 x 17 mm
  • Peso transmisor: 34g
  • Dimensiones receptor: 62 x 33 x 15 mm
  • Peso receptor: 31g
  • Transmisión: digital, sin encriptar. Banda: 2.4 GHz
  • Ajuste de ganancia:
    Transmisor: +11dB, +18dB , +25dB

 

El emisor incluye su propio micrófono omnidireccional, se puede usar directamente como micrófono de corbata. Y también incluye entrada jack de 3.5mm para conectar un micrófono externo.

La mayoría de los packs incluyen un micrófono de corbata externo por cada emisor.

Los dos canales se mezclan internamente y se transmiten a los dos canales estéreo (canal izquierdo y canal derecho). Es decir, no se separa la señal de cada micrófono en un canal estéreo diferente.

La configuración y uso es súper sencillo. Es un equipo pensado para usar sin complicaciones.

 

 

 

Hollyland Lark M1

Otra opción interesante con muy buena relación calidad precio. Puedes elegir el pack con uno o con dos micrófonos.

 

Micrófono inalámbrico Hollyland

 

Es un sistema dual channel, se pueden utilizar dos canales de transmisión a la vez (uno para cada micrófono).

También es un equipo muy pequeño y los micrófono emisores se pueden usar tal cual como micrófono de solapa.

Características técnicas:

  • Cobertura: unos 100m (línea de visión directa) / 20-30m (con obstáculos)
  • Latencia: 20 ms
  • Canales activos: 2
  • Canales / frecuencias para elegir: autoadaptativo (Adaptive Frequency Hopping)
  • Batería: interna
  • Autonomía: aprox. 6-8 horas
  • Dimensiones del transmisor: 48 x 22 x 10 mm
  • Peso transmisor: 12g
  • Dimensiones receptor: 48 x 28 x 11 mm
  • Peso receptor: 18g
  • Transmisión: digital, sin encriptar. Banda: 2.4 GHz

 

 

 

Rode Filmmaker Kit

Con respecto al Rode Wireless Go, el Filmmaker Kit sería la versión en gama un poco más alta, con un formato más tradicional.

 

Micrófono inalámbrico - Sistema Rode Filmmaker Kit

 

La diferencia más visible es que el transmisor (y el receptor) del Wireless Go es mucho más pequeño y pesa mucho menos. El transmisor del Filmmaker kit hay que usarlo como una petaca  y es más difícil de ocultar (p.e. para actores o si no queremos que sea visible)

El Filmmaker tiene más potencia de emisión, tiene una cobertura de unos 100m (con respecto a los 70m del Wireless Go).

Características técnicas del Rode Filmmaker Kit:

  • Cobertura: 100m (línea de visión directa)
  • Latencia: 4 ms
  • Canales activos: 1
  • Canales / frecuencias para elegir: 8
  • Batería: 2 pilas AA para transmisor / 2 pilas AA para receptor
  • Autonomía: aprox. 30 horas
  • Dimensiones del transmisor: 65 x 110 x 40 mm
  • Peso transmisor: 190g
  • Dimensiones receptor: 65 x 111 x 52 mm
  • Peso receptor: 190g
  • Transmisión: digital, encriptada. Banda: 2.4 GHz
  • Ajuste de ganancia:
    Transmisor: 0dB, +10dB, +20dB
    Receptor: 0dB, -10dB, -20dB

 

Yo elegiría este sistema (con respecto al Wireless Go) si lo necesitara para sesiones muy largas en las que la autonomía sea un factor a tener en cuenta.

La cobertura también es mejor, pero ten en cuenta que a partir de cierta distancia entre emisor y receptor aumenta el riesgo de que las interferencias afecten a la transmisión, por lo tanto las distancias máximas van a depender siempre del entorno de trabajo, y siempre se necesita una línea de visión directa entre emisor y receptor.

 

 

 

Sennheiser ew (evolution wireless) G4

Este sistema está dirigido más bien a un entorno profesional. La serie G4 (generación 4) es la evolución de las series G3 y G2.

Micrófonos inalámbricos - Sennheiser ew G4

¿Qué diferencias habría entre este sistema de Sennheiser y los otros sistemas que hemos visto?

Es un sistema de transmisión analógica. La señal de audio no se codifica, se transmite tal cual, con lo que es un sistema con una latencia muy baja. El alcance de los sistemas analógicos también suele ser mayor a igualdad de condiciones.

Por otra parte los sistemas analógicos pueden ser menos fiables en entornos con mucha interferencia electromagnética, pero hay muchos factores que influyen en la calidad de audio y, en general, este sistema inalámbrico de Sennheiser es muy robusto y fiable.

Sin entrar en detalles técnicos, digamos que el sistema Sennheiser ew G4 es más personalizable: podemos configurar un montón de parámetros para conseguir optimizar la transmisión según nuestras necesidades y, sobre todo, según las circunstancias o las condiciones externas.

Podemos elegir la frecuencia exacta del canal (en los otros modelos son frecuencias preconfiguradas) o podemos elegir entre diferentes bandas y canales preconfigurados, podemos elegir la ganancia exacta que se aplica a la señal del micrófono en el emisor…

Al tener más parámetros de configuración también es un poco más complejo el uso. En el menú podemos elegir la opción de configuración ‘sencilla’ si no queremos complicarnos o si no entendemos todos los parámetros avanzados.

Características técnicas:

  • Cobertura: 100m (línea de visión directa, aunque más tolerancia a obstáculos físicos como paredes, etc.)
  • Latencia: < 1 ms
  • Canales activos: 1
  • Canales / frecuencias para elegir: > 1000
  • Batería: 2 pilas AA para transmisor / 2 pilas AA para receptor
  • Autonomía: aprox. 8 horas
  • Dimensiones del transmisor: 64 x 82 x 24 mm
  • Peso transmisor: 160g
  • Dimensiones receptor: 64 x 82 x 24 mm
  • Peso receptor: 160g
  • Transmisión: analógica. Banda: depende del modelo. Importante elegir un modelo que emita en una banda permitida (mirar más abajo)
  • Ajuste de ganancia: Sí, totalmente ajustable
  • Incluye botón ‘mute’ para silenciar la transmisión

 

IMPORTANTE: El sistema ew G4 trabaja con diferentes bandas de radiofrecuencia. Cada país tiene su propia reglamentación en lo que respecta a las bandas asignadas a estos sistemas inalámbricos. En España las bandas permitidas para micrófonos inalámbricos UHF estarían en el rango de 863-865 MHz, 1785-1800MHz (1.8GHz) y 470-786 MHz (compartido con la TDT). Para los sistemas Sennheiser ew las bandas más seguras serían: A, B, G. La banda E cubre el rango de 863-865MHz, pero habría que usarlo sólo dentro de esas frecuencias permitidas.

 

El sistema Sennheiser G4 se distribuye en diferentes packs o combinaciones. Normalmente elegiremos un pack que incluya emisor + receptor + micrófono de solapa.

 

 

 

 

¿Cómo funciona un sistema inalámbrico para audio?

Un sistema inalámbrico para audio es simplemente un canal de transmisión equivalente a un cable.

El sistema inalámbrico no va asociado a un determinado tipo de micrófono o a una marca o modelo.

Es habitual que se utilicen con micrófonos de solapa, pero básicamente cualquier micrófono podría funcionar con un sistema inalámbrico.

Desde el punto de vista práctico, podemos pensar que un sistema de este tipo se comporta como un cable: hay un emisor con una entrada para micrófono y un receptor con una salida de audio.

El micrófono va conectado al emisor.

El emisor (la petaca) lo lleva la persona que va a hablar por el micrófono: sujeto al pantalón, en un bolsillo..

Como hemos visto, hay modelos en los que el emisor es muy pequeño y lleva un micrófono incorporado, por lo tanto se puede usar directamente como sustituto de un micrófono de solapa.

Para estas gamas que vamos a ver, más orientadas a la electrónica de consumo, la conexión suele ser a través de un conector jack 3.5, normalmente TRS.

La salida del receptor (también jack 3.5 TRS para estas gamas) la podríamos conectar a cualquiera de los equipos de grabación o emisión:

  • Podría ir conectado directamente a la entrada de micrófono externo de la cámara. De hecho, muchos de los modelos de receptores incluyen la posibilidad de acoplarlos fácilmente a la zapata de la cámara.
  • Podría ir conectado a una grabadora de sonido
  • Podría ir conectado a una interfaz de sonido para grabar o emitir directamente desde un ordenador

 

Sistemas analógicos

En estos sistemas la señal de audio se utiliza para modular la portadora de radiofrecuencia, normalmente se utiliza modulación de frecuencia (FM).

Es el principio de funcionamiento tradicional de los sistemas de radio. Una de las ventajas es que la latencia de la señal de audio es prácticamente cero.

 

Sistemas digitales

La señal de audio procedente del micrófono (o del sistema de sonido que corresponda) se convierte a señal digital antes de ser transmitida.

Trabajando con señales digitales se puede conseguir un sistema más robusto frente a interferencias.

En algunos sistemas la señal digital se encripta, para que no pueda ser recogida por otros sistemas.

Un inconveniente de los sistemas digitales inalámbricos es que como la señal se tiene que procesar en el emisor y en el receptor, la latencia sí puede llegar a ser significativa.

La latencia es el retardo del sonido desde que se produce hasta que finalmente llega su señal a través del receptor. Este retardo hace que por ejemplo la imagen de una persona hablando (sus labios) no estén sincronizados con el sonido de su voz, y es algo muy molesto.

La latencia se puede corregir en edición si estamos grabando un vídeo, o durante la transmisión en directo mediante el software que utilicemos para gestionar el streaming.

 

Gestionar múltiples fuentes de audio

Cada canal de transmisión ocupa una determinada frecuencia RF. Tanto el emisor como el receptor están sintonizados a esa frecuencia.

Por lo tanto cada pareja emisor-receptor sólo puede transmitir en principio una fuente de audio, por ejemplo un micrófono.

Si necesitáramos trabajar por ejemplo con 2 micrófonos a la vez necesitaríamos 2 parejas de emisor-receptor, cada una de ellas trabajando en una frecuencia RF diferente (un canal RF diferente).

Por ejemplo los sistemas duales como el Saramonic Blink 500 integran los dos receptores en un único dispositivo, pero ocupan igualmente 2 canales RF.

Si tuviéramos que usar N micrófonos a la vez necesitaríamos N parejas emisor-receptor, que ocuparían N canales RF.

Cuanto mayor sea el número de canales RF funcionando a la vez en el mismo entorno, mayor será el riesgo de interferencias y problemas con la señal.

 

 

Ventajas del sistema inalámbrico

  • El micrófono está siempre cerca de la boca de la persona, independientemente de cómo se mueva.
  • Libertad de movimientos total dentro de la zona de cobertura del equipo
  • Eliminamos los cables. Sólo hay un pequeño cable que va del micrófono a la petaca (transmisor). El receptor estará colocado junto a la cámara o junto al ordenador. La longitud de los cables (no balanceados) influye en la cantidad de interferencias y ruido electrónico que se van a sumar a la señal de sonido.

 

Desventajas de los sistemas inalámbricos

  • El precio. Para conseguir un mínimo de calidad hay que ir como poco a sistemas de gama media, donde podemos encontrar una buena relación calidad precio. Para los sistemas de gama profesional los precios estarían ya en otro orden de magnitud.
  • Intervienen más elementos y por tanto aumenta la probabilidad de que algo falle: la batería del emisor, la batería del receptor, interferencias electromagnéticas.. Pero bueno, una vez que se tiene experiencia ya se sabe qué hay que revisar y cómo solucionarlo rápidamente.
  • En entornos en los que haya muchos equipos transmitiendo en la misma banda de frecuencias puede ser un caos conseguir una buena transmisión. Por ejemplo imagina un evento deportivo, etc. con muchas personas utilizando sistemas inalámbricos que operan en las mismas frecuencias.

 

 

Más información:

 

Este artículo forma parte de la serie sobre gestión de sonido / audio

Micrófonos de solapa recomendados

Micrófonos de estudio recomendados (+Interfaz de sonido)

Micrófonos USB de estudio recomendados

Micrófonos externos para cámara (tipo shotgun / de cañón)

Niveles recomendados para grabar sonido para tus proyectos de vídeo

Mejores cámaras para vlogging / youtube

Mejores cámaras para vídeo / youtube (en función del tipo de uso y presupuesto)

Estudio básico de grabación de vídeo para YouTube

 

 

 

Tarjetas de memoria SD recomendadas para cámaras

Guía rápida para comprar la tarjeta de memoria adecuada para tu cámara: réflex, sin espejo, compacta, GoPro… ¿Para fotografía? ¿Para vídeo?

 

Tarjetas de memoria recomendadas para cámaras

 

Índice rápido de contenidos

 

 

Tipos de tarjetas SD

La mayoría de las cámaras réflex de gama de entrada e intermedia utilizan tarjetas de tipo SD (Secure Digital). Las réflex profesionales suelen utilizar el formato CF (Compact Flash). Desde fuera se distinguen fácilmente porque las SD son más pequeñas, rectangulares y tienen una de las esquinas cortada en ángulo, mientras que las CF son más grandes y prácticamente cuadradas.

Dentro de las SD las tarjetas han ido evolucionando en lo que respecta a capacidad y velocidad de grabación. Desde el punto de vista de la capacidad:

  • SD. Es el formato original, más antiguo, con capacidad hasta 2GB. Prácticamente no se usa ya
  • SDHC. Capacidad hasta 32GB
  • SDXC. Capacidad por encima de los 32GB (hasta 2TB)

La capacidad es importante, pero es más importante la velocidad de grabación. Las tarjetas SD se homologan en clases, cada clase asegura una determinada velocidad de grabación mínima (velocidad de escritura secuencial, más adelante vemos qué significa esto).

Tarjetas SD - Clases / Velocidad

 

Actualmente hay tres sistemas de homologación diferentes: Speed Class (C2 a C10),  UH Speed Class (U1 y U3) y las nuevas clases orientadas a vídeo Video Speed Class (V6 a V90). Son independientes entre sí pero a efectos prácticos lo que interesa es saber con qué clase puede trabajar nuestra cámara y cuál es la más adecuada.

Como regla general, para cualquier tipo de cámara de fotos o cámara de vídeo buscaremos siempre una tarjeta de clase 10 o superior, es decir como mínimo una velocidad de escritura de 10MB/s.

La clase identifica la velocidad de escritura mínima garantizada de esa tarjeta (escritura secuencial). Esto quiere decir que una tarjeta U3 (30MB/s) es a la vez Class 10 (porque no existe una clase superior en esa clasificación). De igual forma una V60 (60MB/s) es a la vez U3 y Class 10. Lo importante es que identifiquemos la velocidad mínima garantizada.

 

Tarjetas de memoria para cámaras réflex

En la imagen anterior vemos que se trata de una tarjeta SD (en concreto SDHC) de tipo UHS Class 3 (U3), lo que significa que tiene como mínimo 30MB/s de velocidad de escritura, por lo tanto es también Clase 10. Utiliza el bus UHS-II, con lo que tendremos que ver si es compatible con nuestra cámara. En concreto corresponde con una tarjeta Lexar Professional de 16GB de 150MB/s 

 

Ten en cuenta que la velocidad de escritura nominal de la tarjeta no garantiza que tu cámara vaya a grabar los datos a esa velocidad. Muchas veces la limitación de velocidad está en la propia cámara. Éste sería un esquema simplificado de cómo funciona la grabación de datos en la tarjeta SD de una cámara:

Escritura de datos a tarjeta SD

Normalmente el cuello de botella está en el bus de escritura de la cámara o en la velocidad de escritura de la tarjeta SD.

La tecnología del bus de escritura ha ido evolucionando. El bus es la interfaz, la electrónica de comunicación, que permite la transferencia de datos entre la tarjeta SD y la cámara.

En la actualidad la mayoría de las cámaras y tarjetas soportan al menos el estándar UHS-I (velocidad de 50 – 100MB/s dependiendo de la versión)

El bus de algunas cámaras es de tipo UHS-II (150-300MB/s).

Y el tipo de bus más reciente es UHS-III que permite velocidades de hasta 624MB/s

El tipo de bus viene indicado en las tarjetas SD con números romanos (I, II o III) y en las cámaras aparecerá en las especificaciones del fabricante.

La tecnología del bus es compatible hacia atrás, esto quiere decir que una tarjeta UHS-II funcionará con una cámara con bus UHS-I, pero no se aprovechará todo el potencial de la tarjeta (en este caso el cuello de botella estará en la cámara)

 

Por ejemplo, para la Canon EOS 700D el fabricante nos indica: SD, SDHC or SDXC (UHS-I) card. Quizás no tendría utilidad práctica comprar una tarjeta UHS-II porque aunque sea compatible con la cámara (los buses UHS con compatibles con todos los dispositivos SD) no estaríamos aprovechando el potencial de la tarjeta en lo que respecta a la velocidad de escritura con esa cámara en concreto. De todas formas, si disponemos de un lector de tarjetas UHS-II (integrado en el ordenador o un lector de tarjetas externo USB 3.0 / UHS-II) sí vamos a notar la velocidad de lectura y nos reducirá los tiempos de descarga de fotos y vídeos.

 

¿Cómo interpretar la velocidad que indica la tarjeta?

El fabricante también indica normalmente la velocidad nominal de su tarjeta, por ejemplo 45MB/s. Este dato nos puede servir como referencia, pero no está homologado.

Habitualmente el fabricantte indica la velocidad de lectura. La velocidad de escritura es siempre menor, y a veces bastante menor.

Otra forma de indicar la velocidad es referenciarla a la velocidad de lectura del CD-ROM original: 150KB/s. La velocidad que indica el fabricante suele ser la de lectura:

  • 100x =  15MB/s
  • 200x = 30MB/s
  • 400x = 60MB/s
  • 600x = 90MB/s

¿Por qué indica el fabricante la velocidad de lectura y no la de escritura?. Porque la velocidad de lectura es bastante estable y da idea de la velocidad de transferencia del bus (comunicación entre tarjeta y dispositivo). La velocidad de escritura no es tan estable ya que depende además de otros factores.

La velocidad de escritura secuencial puede estar al nivel de la de lectura que nos indica el fabricante (siempre menor pero puede llegar a ser una velocidad similar). Este modo de escritura está relacionada con ficheros grandes.

La velocidad de escritura aleatoria está relacionada con ficheros pequeños, que son guardados en los huecos libres del espacio de almacenamiento de la tarjeta. Este modo de escritura es habitualmente mucho más lento.

Las cámaras trabajan con ficheros muy grandes, tanto para fotografía como para vídeo, y utilizan el modo de escritura secuencial la mayor parte del tiempo.

El rendimiento de la tarjeta baja poco a poco a medida que

Tarjetas SD para fotografía (clase 10 mínimo)
Si no hay mucha diferencia de precio, yo elegiría actualmente tarjetas U3/V30, ya que las cámaras fotográficas cada vez incluyen una velocidad de ráfaga más elevada, sobre todo las mirrorless.

 

la tarjeta se va llenando, por ejemplo debido a la fragmentación del espacio de almacenamiento  y otros procesos internos. Pero esta bajada de rendimiento sólo es significativa cuando la tarjeta está muy llena o si la fragmentación es muy grande.

La fragmentación del espacio de almacenamiento ocurre porque al borrar ficheros se van dejando huecos libres. Al cabo del tiempo, a medida que añadimos ficheros y borramos ficheros, el espacio de almacenamiento parecerá un queso gruyere con muchos huecos libres y muchas zonas ocupadas. El proceso de escritura se hace más lento porque el sistema tiene que buscar primero el hueco adecuado para cada nuevo fichero.

Cada cierto tiempo conviene formatear la tarjeta para restaurar el espacio de almacenamiento original, eliminar la fragmentación y conseguir de nuevo el rendimiento óptimo. La mayoría de las cámaras tienen la opción de formatear dentro de sus menús.  Es conveniente que el formateo se realice desde la propia cámara ya que en muchos casos la cámara se encarga de crear ficheros o directorios auxiliares que necesita para funcionar correctamente. Ten en cuenta que al formatear la tarjeta SD se pierde TODA la información almacenada.

 

Qué velocidad mínima necesita mi cámara

Depende. Intuitivamente podría parecer que es la grabación de vídeo la que más velocidad va a exigir a la tarjeta, pero no es así:

 

Velocidad de las tarjetas SD para vídeo

En el caso de grabación de vídeo el parámetro fundamental es el bitrate (tasa de bits) máximo que genera la cámara para los diferentes modos de grabación. Normalmente el bitrate máximo coincidirá con el modo de mayor resolución y mayor velocidad (fps – cuadros por segundo)

Cuando grabamos vídeo la cámara se encarga de procesar y generar una secuencia de datos bastante estable. Este volumen de información está relacionado con los estándares o formatos de vídeo y no con la resolución del sensor.

Por poner un ejemplo, supongamos un codificador de vídeo típico de una cámara deportiva grabando en formato 4K a 30fps. Estos codecs suelen generar una tasa de bits entre 30 y 60 Mbps (millones de bits por segundo). Esta secuencia se correspondería con una velocidad de escritura máxima de 7.5MB/s (1 byte = 8 bits). Por lo tanto en principio valdría con una tarjeta SD de clase 10 (U1 / V10)

En el caso de 4K con cámaras réflex / mirrorless la tasa de bits puede ser más alta. Por ejemplo, la Panasonic GH4 tiene un modo de grabación con tasa de bits de 200Mbps (25MB/s).

El bitrate máximo de la especificación 4K son unos 300Mbps (37.5MB/s). Pero ten en cuenta que estas tasas de bits tan grandes sólo valdrían la pena para proyectos profesionales que necesiten una calidad muy muy muy alta para postproducción. El vídeo final una vez editado tendrá una tasa de bits y un tamaño mucho más compacto.

Piensa que grabando a 200Mbps (25MB/s) se generará un fichero por encima de los 15GB (más en torno a los 20GB probablemente) por cada 10 minutos de grabación. Para hacer una estimación de espacio para tus vídeos puedes usar alguna calculadora específica, busca por ejemplo ‘video filesize calculator’ en internet.

Dicho todo esto, el resumen para vídeo en cuanto a requisitos mínimos sería:

– Para Full HD tarjetas Clase 10 (por encima de 10MB/s)
– Para 4K a alta calidad tarjetas UHS Class 3 (U3) (por encima de 30MB/s garantizados en velocidad de escritura) y tendrás que tener en cuenta el tamaño en bytes de los ficheros que va a generar durante el tiempo de grabación. Es decir, necesitarás como mínimo tarjetas de 32GB o de mayor capacidad para trabajar con comodidad.

 

Velocidad de las tarjetas para fotografía

La máxima transferencia de información entre la cámara y la tarjeta se va a producir cuando hacemos disparos en ráfaga (fotografía) en formato RAW o RAW+JPEG.

Este volumen de información va a depender básicamente de la resolución del sensor (megapíxels) y de la velocidad de ráfaga de la cámara fps (frames per second). Cuanto mayor sea la resolución más tamaño ocupa el fichero RAW.

Por ejemplo para una Nikon D5300 el fichero RAW estaría entre los 20-24MB. Si disparamos en modo RAW+JPEG estaríamos hablando de unos 25-30MB por disparo. La D5300 permite hasta 5 fotos por segundo en ráfaga (5 fps), es decir, necesitaríamos una velocidad de escritura de unos.. ¡¡¡ 125-150MB/s !!! para mantener esa ráfaga durante un tiempo indefinido.

Vale, que no cunda el pánico. Lo que ocurre es que la cámara tiene internamente una memoria (buffer) donde se almacena la información de esos disparos en ráfaga, y de ahí se pasan los datos a la tarjeta, a la velocidad que permita la propia tarjeta y el bus de comunicación de la cámara.

Normalmente, cuando hacemos una ráfaga va a ser durante un tiempo muy corto. A efectos prácticos lo que ocurre es que la cámara hará N fotos a la máxima velocidad hasta que llena el buffer interno, y a partir de ahí la velocidad de ráfaga (fps) baja y queda limitada por la velocidad de escritura en la tarjeta o la velocidad de transferencia del bus de la cámara.

Siempre es preferible que la velocidad de escritura de la tarjeta SD sea superior a la del bus de la cámara, para que la tarjeta no sea el cuello de botella. Pero como puedes imaginar, a mayor velocidad de escritura, más caras van a ser las tarjetas.

Para un uso no profesional podemos encontrar tarjetas de por ejemplo 95MB/s  (entre 40 y 60MB/s en escritura) por un precio razonable. Si tu cámara tiene muchos megapíxel y vas a usar el disparo en ráfaga habitualmente, entonces busca una tarjeta con una velocidad alta, por ejemplo del orden de 90-95MB/s

Si no vas a usar ráfagas largas, entonces cualquier tarjeta clase 10 te va a valer, porque la ráfaga inicial de N fotos (4, 5, 6.. dependiendo de la cámara) la va a gestionar el buffer interno (luego tardará unos segundos en grabar esa información a la tarjeta). No vale la pena comprar tarjetas por debajo de clase 10, y dentro de esta clase busca una tarjeta por encima de 40-45MB/s de velocidad nominal (la que indica el fabricante, que es velocidad de lectura)

 

¿De qué marca compro las tarjetas SD?

Siempre vale la pena comprar tarjetas de memoria de marcas que ofrezcan cierta garantía: SanDisk, Lexar, Kingston, Samsung, etc.

Compra en lugares de confianza. Hay muchísimas imitaciones. Nos pueden colar una tarjeta de mala calidad disfrazada de marca de prestigio. SanDisk, uno de los principales fabricantes de tarjetas SD estimaba que entre un 20 y un 30% de las tarjetas SD que se venden son falsas.

Yo por ejemplo no las compraría a través de eBay, tiendas de China, Hong Kong… Para otros accesorios sí puede valer la pena ahorrar unos euros comprando en esas tiendas, pero en el caso de las tarjetas no compensa, porque en caso de fallo puede suponer la pérdida de información importante. Imagina perder el trabajo de uno o varios días por ahorrar unos euros en la tarjeta.

 

tarjeta SD de clase U3 / V30 o superior con bus UHS-II

Capacidad grande o pequeña

Lógicamente depende del uso. De la cantidad de fotos que hagamos por sesión, tamaño de los ficheros que genera nuestra cámara, si la usamos sólo para fotografía o si es para vídeo. En grabación de vídeo Full HD a 60fps o 4K vamos a generar ficheros muy muy grandes.

Para un uso normal de aficionado es recomendable usar varias tarjetas de menor capacidad que una única tarjeta de muchísima capacidad. Por ejemplo podemos tener 2-3 tarjetas de 32GB en lugar de una de 128GB. ¿Por qué? Porque si se nos estropea una de las tarjetas vamos a reducir el riesgo de perder el trabajo de una o varias sesiones, fotos de eventos familiares, etc.

En cualquier caso es imprescindible pasar las fotos / vídeos al ordenador en cuanto nos sea posible y tener siempre al menos una copia de seguridad de toda la información, es decir, tener toda la información por duplicado siempre, porque los dispositivos pueden fallar y perderíamos todo. Las tarjetas de memoria sólo para la sesión de trabajo.

 

 

¿SD o microSD?

El formato no influye ni en la capacidad (GB) ni en la velocidad (MB/s) de la tarjeta

Las tarjetas microSD se pueden usar en todas las cámaras (SD) mediante un adaptador, que suele venir en muchos casos con la propia tarjeta. El adaptador es un elemento pasivo, por lo tanto no afecta al rendimiento, simplemente conecta los pines de la microSD.

El único pero que se me ocurre es que se duplican los contactos mecánicos y si el adaptador es de mala calidad podría dar problemas a la larga por desgaste, pero la tarjeta en sí seguiría funcionando correctamente y el adaptador es prácticamente gratuito. Nunca he tenido problemas con las microSD con adaptador. Creo que la tendencia de los fabricantes es ir hacia el formato microSD, que es más polivalente.

Si sólo vas a usar la tarjeta con una cámara que utiliza formato SD (por ejemplo con tu cámara réflex) yo compraría quizás una SD directamente, más por comodidad que por otra cosa. Las microSD también suelen ser más propensas a extraviarse o colarse por los recovecos de las mochilas.

Si además de tu cámara de fotos tienes una cámara deportiva (la mayoría usan microSD) o quieres usar la tarjeta en más dispositivos (tablet, smartphone…) entonces la microSD te da más flexibilidad.

 

 

¿Cómo elijo la tarjeta SD para mi cámara? Resumen

  • Mira las especificaciones de tu cámara para ver el tipo de tarjeta que utiliza: SDHC o SDXC. Si tu cámara especifica tarjetas de tipo SDHC ten en cuenta que estará limitada a 32GB y seguramente las tarjetas de mayor capacidad no van a funcionar correctamente.
  • Mira también el tipo de bus de tu cámara (UHS-I, UHS-II…). Si eliges una tarjeta SD con un tipo de bus superior al de tu cámara no hay problema, funcionará correctamente, pero no aprovecharás la velocidad máxima de la tarjeta
  • Busca marcas conocidas y compra en tiendas de confianza
  • Es preferible comprar dos tarjetas de una capacidad intermedia (32GB) que una tarjeta de gran capacidad (64GB / 128GB), pero dependerá de tus necesidades concretas
  • ¿SD o microSD? Si tu cámara usa formato SD puedes utilizar una microSD con adaptador sin ningún problema
  • Aunque sea tu cámara la que limita la velocidad de escritura, una tarjeta de alta velocidad también te ahorra mucho tiempo a la hora de descargar las fotos o los vídeos al ordenador. Esto también lo puedes valorar a la hora de elegir entre dos tarjetas de la misma clase pero con diferente velocidad de lectura

 

Para vídeo:

Busca la tasa de bits (bitrate máximo) que genera tu cámara en los diferentes modos de grabación. Calcula la velocidad mínima necesaria en MB/s (1 MB/s = 8 Mbps), eso te dará una idea de la velocidad de escritura que necesitas. A modo de orientación:

  • Full HD (30fps). Normalmente valdrá con una tarjeta clase 10 (U1 / V10) o superior
  • Full HD (60fps o superior). Tendrás que ver las especificaciones de tu cámara. Podría valer con una tarjeta clase 10 (U1) pero yo elegiría una U3/V30 para evitar micro cortes
  • Vídeo 4K 30fps. Depende del bitrate que genera la cámara pero en general elegiría una tarjeta U3/V30 (30MB/s)
  • Vídeo 4K 60fps. Tarjeta de 30MB/s o superior (U3/V30/V60)

 

Para fotografía:

Si no necesitas realizar ráfagas largas te vale con una tarjeta Clase 10 (U1 / V10). Pero a día de hoy realmente no vale la pena comprar tarjetas SD por debajo de clase U3 / V30.

Si tu cámara tiene un bus UHS-II y quieres aprovechar toda esa velocidad (ráfagas más largas y tiempos de bloqueo de escritura menores) intenta comprar una tarjeta SD de clase U3 / V30 o superior con bus UHS-II.

 

 

Tarjetas SD recomendadas

 

Tarjetas SanDisk, diferencia entre Ultra, Extreme, Extreme Pro, etc.

Ultra es la línea básica. Normalmente hay más diferencia entre la velocidad indicada por el fabricante (velocidad de lectura) y la velocidad real de escritura.

Extreme es la línea avanzada y ofrecen por lo general más rendimiento en escritura. Dentro de esta línea se ofrecen tres variantes por orden de rendimiento y prestaciones: Extreme, Extreme Plus y Extreme Pro

Para foto y vídeo (U3 / V30) – Formato SD para cámaras réflex / mirrorless / compactas de gama media y alta

En general creo que vale la pena comprar tarjetas con velocidades de escritura por encima de los 30MB/s (U3 / V30). Tanto para vídeo como para fotografía (sobre todo si utilizamos el modo ráfaga), teniendo en cuenta que muchas cámaras actuales tienen modos de vídeo con bitrates altos y modos de ráfaga que pueden superar los 10fps disparando en RAW.

Si tu cámara tiene el bus UHS-II y/o trabajas con grandes volúmenes de datos: cientos de fotografías RAW, material de vídeo 4K, etc.  Echa un vistazo a las tarjetas SD de alta velocidad con bus UHS-II

 

 

Para vídeo. Tarjetas SD / microSD U3 / V30 de muy alta capacidad

Aunque es recomendable usar varias tarjetas SD de capacidad media (para minimizar riesgos en caso de que se estropee una tarjeta) a veces es más práctico usar tarjetas con un espacio de almacenamiento más grande, por ejemplo si grabamos vídeo en 4K con un bitrate alto.

Algunas tarjetas de alta capacidad recomendadas (se pueden usar las tarjetas microSD con su adaptador sin ningún problema):

 

 

 

Para vídeo (U3 / V30) – Formato microSD para cámaras deportivas tipo GoPro

Las cámaras actuales (por ejemplo GoPro a partir de la Hero+) suelen funcionar sin problemas con tarjetas de 64GB. En caso de duda elige una tarjeta de 32GB. La mayoría de estas cámaras generan un bitrate de entre 30Mbps y 60Mbps que podrían soportar tarjetas clase 10, pero es mejor ir con más margen y yo siempre elegiría tarjetas U3/V30.

GoPro por ejemplo recomienda SanDisk Extrem, Samsung Pro o las Lexar 633x o superior, es decir, tarjetas con una velocidad de escritura por encima de los 30MB/s.

Estas tarjetas se pueden usar perfectamente en cámaras que utilicen formato SD (réflex / mirrorless / compactas) utilizando el adaptador que suele venir incluido con la microSD.

 

 

 

Tarjetas SD de muy alta velocidad (bus UHS-II)

El estándar UHS-II permite velocidades de transferencia de entre 150-300MB/s. Si tu cámara soporta este tipo de bus, puedes aprovechar la velocidad extra que proporcionan estas tarjetas.

¿Vale la pena comprar una tarjeta SD UHS-II si mi cámara utiliza UHS-I?

Sí vale la pena. Si trabajas con grandes volúmenes de datos: sesiones fotográficas con ficheros RAW pesados o material de vídeo aprovecharás la velocidad extra de las tarjetas a la hora de descargar tu material al ordenador o el sistema de copias de seguridad.

¿Son compatibles las tarjetas SD UHS-II con mi cámara?

Sí, las tarjetas UHS-II son compatibles con cámaras y dispositivos UHS-I y funcionarán perfectamente, pero no aprovecha la velocidad máxima de la tarjeta (la velocidad de transferencia de la cámara es más lenta que la de la tarjeta SD)

 

 

 

Lectores de tarjetas SD recomendados

¿Vale la pena comprar un lector de tarjetas SD externo si mi ordenador ya incluye lector SD? Por lo general la respuesta es que sí, sí vale la pena.

El lector SD integrado en los ordenadores suele ser muy muy lento. Si tu ordenador tiene conectores USB 3.0 (suelen venir identificados en color azul) vas a notar una mejora de velocidad de transferencia muy grande a la hora de descargar tus fotos y vídeos desde la tarjeta SD.

¿Qué requisitos técnicos debería tener el lector de tarjetas?

  • Conexión USB 3.0
  • Compatibilidad con bus UHS-II

Hay varios modelos que cumplen estas características, funcionan muy bien y tienen una muy buena relación calidad precio:

 

 

 

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Qué es un objetivo normal o estándar

A modo de resumen, un objetivo normal es aquel que genera unas imágenes que se perciben naturales: sus proporciones y relaciones de tamaños coinciden con la experiencia habitual de la visión humana.

 

Qué es un objetivo normal o estándar

 

Este capítulo forma parte de la serie sobre la perspectiva en fotografía.

 

La definición original de objetivo normal o estándar (normal lensstandard lens) se perdió probablemente en algún momento de la historia de la fotografía.

En la actualidad puedes encontrar muchas definiciones, y la verdad es que no sé cuál fue la original.

Lo que todo el mundo entiende como objetivo normal: las imágenes que proporciona se ven ‘naturales’, sus proporciones y relaciones de tamaños coinciden con la experiencia habitual de la visión humana.

 

Pero como no es una definición muy precisa, hay un montón de definiciones que tratan de concretar basándose en criterios más o menos ‘científicos’.

De las que hacen referencia a la percepción visual hay al menos dos que me parecen más interesantes y otra que encontrarás en muchos sitios (la del ángulo de visión similar a la visión humana) pero que no es correcta. Y luego hay algunas basadas en criterios geométricos, como por ejemplo la que toma como referencia la diagonal del soporte de proyección.

Vamos a ver algunas de ellas…

 

A partir de la perspectiva de la copia impresa

Según este criterio, un objetivo sería normal si al imprimir la imagen y observarla a una distancia ‘normal’ (brazo extendido), esa foto y la escena a la que corresponde son indistinguibles para el observador: en la imagen percibimos la misma relación de tamaños de los elementos de la escena que cuando contemplamos la escena con nuestros propios ojos desde la misma posición.

 

Objetivos normales / estándar: perspectiva resultante

 

Como interviene la percepción, el tamaño de la copia y lo que cada uno entiende por distancia normal de visualización (unos 30cm), hay un rango de focales equivalentes que cumplen este criterio:  históricamente el rango que va desde los 35mm hasta los 50mm, o quizás un poco más si estiramos hasta los 70mm.

Es la definición que personalmente me parece más acertada.

También me parece una explicación que encaja bien, desde el punto de vista histórico, con los orígenes de la fotografía. No sé si sería la definición original, pero me resultaría razonable.

No es una definición muy práctica o muy precisa, pero estamos hablando de percepción.

Si echas un vistazo al capítulo sobre perspectiva y percepción visual humana te podrás hacer una idea de que la visión humana es muy compleja y muy flexible.

La percepción no suele casar muy bien con definiciones rígidas, precisas y muy acotadas.

 

A partir del visor óptico de las cámaras réflex

Es una versión del criterio anterior, un poco más práctica.

La idea es que si estamos fotografiando una escena con una cámara réflex (fotograma de 35mm para tener la misma referencia) y colocamos un objetivo normal: el trozo de escena que vemos a través del visor es indistinguible de ese trozo de escena viéndolo con nuestros propios ojos desde esa misma posición (mismo punto de vista).

Hay que tener en cuenta que cada cámara puede tener un visor ligeramente diferente: cobertura, magnificación, etc.

Pero volvemos a lo mismo: se trata de percepción.

Percibimos una relación de tamaños, distancias y proporciones muy similares comparando la imagen del visor con lo que vemos en persona con nuestros propios ojos.

 

A partir del ángulo de visión

Se suele decir que un objetivo estándar es aquel que ofrece un ángulo de visión similar a la visión humana.

La cuestión es que la visión humana no tiene un ‘ángulo de visión’ que podamos definir como tal.

Ya hemos visto a lo largo de la serie sobre perspectiva en fotografía que el ángulo de visión del ojo humano es en realidad muy estrecho, sobre todo si nos quedamos con la zona realmente nítida, en la que podemos obtener detalles.

 

Percepción visual ángulo visión ojo

 

La zona de máxima agudeza visual ocupa un ángulo de unos 2 grados.

Intenta leer sin mover los ojos, por ejemplo, centra la mirada [AQUÍ], e intenta leer las palabras a izquierda o derecha, utilizando sólo la visión periférica, la región que corresponde a la proyección fuera de la fóvea…

Es imposible ir más allá de una o dos palabras, y además es muy molesto e incómodo. Tu mirada se va a mover, por mucho que intentes mantenerla en un punto de la pantalla.

La respuesta de agudeza visual del ojo tiene un punto de inflexión a unos 30 grados con respecto al eje óptico (correspondería a un ángulo de visión de unos 60 grados en horizontal) pero no es ni de lejos equiparable a lo que entenderíamos como ángulo de visión de un objetivo. En el caso del ojo, la mayor parte de ese ángulo corresponde a una imagen borrosa y sin nitidez.

La visión humana está en el cerebro, no en los ojos.

Lo que percibimos como una imagen de una escena cuando la vemos con nuestros propios ojos, es en realidad una composición, una especie de ‘panorámica’ que el cerebro construye a medida que movemos ojos y cabeza. Esos movimientos vienen determinados por los mecanismos de atención del cerebro.

No existe un ‘ángulo de visión’ o una distancia focal equivalente que sirva para modelar la visión humana.

Podemos modelar el ojo como instrumento óptico. Pero la percepción visual tiene muy poco que ver con la fisiología del ojo en lo que respecta a la ‘sensación’ de ángulo de visión.

Más importante que el ángulo de visión es la perspectiva.

La combinación del ángulo de visión impuesto por la fóvea y las distancias normales a las que vemos los objetos, hace que nuestro cerebro esté entrenado (la red neuronal encargada de la visión) con una serie de perspectivas típicas o ‘normales’.

Nuestra visión descuenta o asume como natural la distorsión por perspectiva dentro de ese rango de perspectivas normales. El escorzo de los objetos lo percibimos natural, las líneas de fuga, las proporciones de la cara, etc. hasta un cierto límite.

Un objetivo muy angular  (dependiendo de la escena, la distancia y el encuadre)  puede dar lugar a una perspectiva que se sale de esos márgenes típicos que proporciona la visión. Y eso lo percibimos como deformación por perspectiva: separación de planos, deformación hacia los bordes (caras deformadas), nariz grande y orejas pequeñas en primeros planos, etc.

En dibujo técnico se suele seguir una regla empírica que recomienda limitar a 60 grados el ángulo de visión horizontal (30 grados con respecto al centro de la escena) para reducir el riesgo de deformación por perspectiva hacia los bordes.

Eso lo podemos relacionar con los objetivos ‘normales’ (35mm hasta 50mm de focal equivalente y más allá, que podríamos considerar ya teleobjetivos) y su ángulo de visión.

 

Perspectiva - Deformación hacia los bordes

 

Por un lado, el ángulo de visión de estos objetivos sí influye en el hecho de que para conseguir un determinado encuadre tendremos que colocarnos a una cierta distancia de la escena (del sujeto principal por ejemplo).

Los objetivos normales nos ‘obligan’ a mantener una cierta distancia de separación con respecto al sujeto principal.

La distancia dependerá lógicamente del tipo de escena y del tamaño del sujeto principal (lo que queremos que aparezca en el encuadre), pero lo importante es que ese rango de distancias de separación es similar al que estamos acostumbrados con nuestros propios ojos en la mayoría de situaciones típicas del día a día.

Nosotros también tenemos distancias ‘normales’ a las que vemos las cosas que nos rodean: objetos pequeños a corta distancia, para ver objetos medianos nos separamos más, y para objetos grandes necesitamos más separación para observarlos con comodidad (o hacemos un barrido moviendo los ojos o la cabeza si no hay más remedio)

Por eso la perspectiva que generan los objetivos en ese rango de focales, en la mayoría de situaciones es una perspectiva que percibimos como ‘normal’.

Por otro lado, el hecho de que el ángulo sea relativamente estrecho hace menos probable que aparezcan en el encuadre elementos muy cercanos a la cámara (cercanos al punto de vista) y separados del centro del encuadre. Echa un vistazo al artículo sobre deformación hacia los bordes para entenderlo.

 

Resumen

La visión humana no se puede modelar con un determinado ángulo de visión.

El ojo lo podemos modelar como una cámara, pero la visión es algo muchísimo más complejo. Son mecanismos tan diferentes (la visión y la imagen proyectada por un objetivo) que no tienen correspondencia directa en lo que respecta al ángulo de visión.

Con objetivos angulares y con teleobjetivos podemos conseguir perspectivas que no podemos ‘ver’ con nuestros propios ojos.

Pero ten en cuenta que la perspectiva depende de la distancia, no del objetivo.

El tipo de objetivo hace posible o facilita encuadres a ciertas distancias que no son posibles o son muy molestas con nuestros ojos. Con un gran angular podemos acercarnos mucho a la escena y tener una visión nítida de un encuadre muy amplio. Con un teleobjetivo podemos alejarnos mucho de una escena y tener un plano cerrado con detalle.

Esas perspectivas se salen de lo que nuestro cerebro interpreta como perspectiva ‘normal’ o típica.

Percibimos que las relaciones de tamaño entre objetos y la sensación de distancias a partir de esas imágenes no concuerdan exactamente con lo que solemos percibir nosotros.

El cerebro está especialmente entrenado en reconocimiento de caras. Con las caras notamos de alguna forma cuándo la perspectiva no es ‘normal’: nariz enorme si nos acercamos mucho con la cámara o cara más aplanada si nos alejamos mucho (teleobjetivo)

Hay todo un rango de distancias focales que no generan esas discrepancias cuando las usamos para las tomas típicas, pero no por la focal.

Con un objetivo de 50mm (forzando el punto de vista) se pueden conseguir imágenes con deformación por perspectiva. En fotografía macro se utilizan objetivos con focales relativamente largas (90mm, 105mm) y podemos tener deformación por perspectiva porque las distancias son muy pequeñas.

Es decir, la focal del objetivo y el ángulo de visión del encuadre son factores secundarios que pueden determinar (forzar o limitar) las distancias entre el punto de vista y los objetos que aparecen en el encuadre.

En la inmensa mayoría de las situaciones típicas, los encuadres hechos con focales que van del 35mm hasta el 70mm (por dar una cifra), dan lugar a perspectivas que se perciben ‘normales’.

Esa sensación dependerá de las distancias entre el punto de vista y cada uno de los objetos de la escena que aparecen en el encuadre.

Entender eso es la clave.

Por eso, dependiendo del tipo de fotografía, tipo de escena, del estilo de cada uno (como fotógrafo) y de las preferencias del observador: cada persona puede tener una sensación de ‘normalidad’ diferente al contemplar una foto.

La inmensa mayoría de los observadores que no tengan ni idea de perspectiva ni de distancias focales… ni siquiera se plantearán este tipo de cuestiones.  Sólo para encuadres muy extremos notarán esa falta de ‘normalidad’.

Desde mi humilde opinión, tratar de poner la etiqueta ‘normal’ a una distancia focal concreta creo que no tiene mucho sentido.

 

A partir de la diagonal del sensor / fotograma

Es una definición muy práctica, porque depende exclusivamente de criterios geométricos y no introduce factores relacionados con la percepción visual humana.

Según esta definición, un objetivo normal es aquel cuya distancia focal coincide con la diagonal del soporte de proyección: diagonal del sensor o del fotograma de película.

Por ejemplo, para tamaños de sensor típicos:

  • Full Frame / película de 35mm: 43 mm
  • APS-C: 28 mm
  • APS-C Canon: 27 mm
  • Micro 4/3: 22 mm

 

Tradicionalmente, los objetivos de 50mm tenían una fórmula óptica muy sencilla (más fáciles de diseñar y fabricar) y han sido con diferencia los más usados como objetivos ‘normales’ en la época de la fotografía analógica y el formato de película de 35mm.

Los objetivos de 35mm también han sido tradicionalmente objetivos populares y muy comercializados.

Sin embargo, los 40mm no han sido objetivos muy populares (probablemente porque eran más difíciles de diseñar, realmente no lo sé).

A partir de las dimensiones del sensor / película (ancho, alto y diagonal) se puede jugar con la geometría del círculo de proyección y se pueden justificar como ‘normal’ las focales que están en un rango más amplio, desde los 24mm hasta los 70mm. Pero creo que es simplemente numerología. Jugando con los números se puede justificar cualquier cosa.

Por otro lado, que sea una definición práctica y precisa no quiere decir que sea una buena definición.

Ya de partida ignora la parte de percepción visual, que creo que es el factor más importante en este caso.

Así que no soy muy amigo de esta definición, aunque entiendo que es la más práctica y fácil de explicar.

Me imagino a un profesor de fotografía tratando de explicar a un alumno toda la complejidad de la perspectiva y la percepción visual humana, con sus matices y sus pequeñas aristas… Chocando día tras día porque es el típico alumno que necesita una solución simplona y sin complicaciones… El profesor finalmente se rinde: «Mira, olvida todo lo de la percepción visual… mides de aquí a aquí con una regla, y al resultado le llamas objetivo normal» … Y a correr.

 

¿Distorsiones?

En muchos lugares encontrarás información del tipo: los objetivos normales no generan distorsiones y muestran la realidad tal como es.

Creo que ese tipo de afirmaciones, aunque sean simplificaciones, generan sobre todo confusión. Ese tipo de confusión que forma parte del copia-pega y que se repite y repite… y acaba aceptándose por aburrimiento.

Los objetivos normales no son mágicos.

Generan distorsiones geométricas ópticas (barril, cojín, etc.) como cualquier otro tipo de objetivo. Es cierto que las fórmulas ópticas de muchos de estos objetivos, por ejemplo de los 50mm o de los 35mm, son relativamente sencillas y suelen compensar muy bien las aberraciones geométricas. En muchos 50mm la distorsión de barril es tan pequeña que se podría considerar despreciable.

La cuestión es que en la mayoría de los casos, cuando se habla sobre los objetivos y la distorsión se suele confundir la distorsión óptica con la deformación por perspectiva.

Ya hemos visto a lo largo de la serie sobre perspectiva que son fenómenos totalmente independientes.

La distorsión óptica es un fenómeno que tiene que ver con la no linealidad de las trayectorias de los rayos de luz al atravesar una lente. La distorsión de barril y de cojín nos habla de si las líneas rectas de la escena aparecerán perfectamente rectas en la imagen.

La deformación por perspectiva depende exclusivamente de la distancia de la cámara a cada elemento de la escena (la geometría de la proyección depende exclusivamente de la posición del punto de vista).

 

Y ahora vamos con la otra parte: [los objetivos normales] muestran la realidad tal como es.

Para entender que esta afirmación no tiene mucho sentido te recomiendo que leas el capítulo sobre perspectiva y percepción visual humana.

Pero incluso si dejamos a un lado la parte de percepción visual (interpretación de la realidad 3D a partir de imágenes 2D) y nos quedamos sólo con la parte geométrica: cualquier proyección, por ejemplo la proyección rectilínea, implica pérdida de información y ambigüedad con respecto a la realidad física.

La imagen proyectada por un objetivo normal no muestra la realidad física tridimensional de la escena tal cual. La imagen proyectada es una perspectiva, con todas las propiedades de la proyección rectilínea, incluyendo pérdida de información: tamaños de los objetos inversamente proporcionales a la distancia con respecto al punto de vista, paralelas en la escena real dejan de ser paralelas en la imagen resultante, etc.

Sólo en casos muy concretos, por ejemplo cuando fotografiamos un plano (réplica de cuadros, etc.), tendremos una imagen que representa la realidad tal cual, manteniendo todas sus proporciones (porque estamos mapeando una realidad 2D a una imagen 2D)

 

Podríamos decir que los objetivos normales, en muchas situaciones típicas, muestran una realidad que percibimos como normal o natural, porque es similar a la que percibimos con nuestros propios ojos en esas mismas situaciones.

 

¿A partir de criterios sociológicos?

Esto es sólo a modo de curiosidad. Algunas definiciones locas que he encontrado por ahí.

Hay teorías (conspirativas casi) que vendrían a decir lo siguiente:

Los objetivos de 50mm eran los más fáciles de fabricar en masa, los más baratos y los que incluían prácticamente por defecto todas las cámaras réflex de la era analógica.

Según esta teoría, toda esa masa de fotógrafos ‘pobres’ tenía la necesidad de justificar de alguna forma que el 50mm (su objetivo) era el que ofrecía esa sensación de visión ‘normal’ o estándar. Entonces esa fama del 50mm como estándar vendría como una especie de… ¿presión social?

Y una variante de la teoría es que la mayor parte de las fotos en la era analógica se hacían con un 50mm, y eso creó una especie de ‘estándar’ visual. Todo el mundo estaba acostumbrado a ver las fotos en papel (fotos familiares, etc.) con la perspectiva y el estilo visual que corresponde al uso de los 50mm.

Imagino que hay muchísimas más teorías o definiciones curiosas.

 

Conclusión sobre los objetivos normales

Teniendo en cuenta todo lo que hemos visto hasta ahora en la serie sobre perspectiva, esa sensación de normalidad que hemos comentado depende en última instancia de la percepción visual.

Si tenemos eso en cuenta: no hay una distancia focal que sea la ‘normal’ o la estándar.

Hay un rango de focales que generan ‘perspectivas’ muy similares a las que proporciona la visión humana (incluyendo la fisiología del ojo y toda la parte de interpretación del cerebro) en muchas situaciones habituales.

Cuando vemos el contenido de una foto típica hecha con un objetivo estándar tenemos la sensación de que vemos a través de los ojos del fotógrafo, de que si estuviéramos nosotros justo en ese lugar, en esa misma posición (punto de vista) percibiríamos con nuestros ojos algo muy similar a lo que vemos en la foto.

Ese rango de focales (digamos entre 30mm y 70mm por dar un rango más flexible) generarán en la mayoría de los casos imágenes con esa sensación de normalidad.

Hablo siempre de focal equivalente (relativa a la película de 35mm), de esa forma simplificamos y no hay que hacer cuentas con las medidas del sensor y su relación de aspecto.

La definición exacta… No creo que tenga mucha importancia discutir sobre cuál de ellas es la más adecuada.

Y para mí no tiene mucho sentido poner una etiqueta a una focal concreta.

Lo importante es entender el fondo de la cuestión y a qué nos referimos cuando hablamos de objetivos normales.

Yo personalmente estoy más cómodo con las definiciones que incluyen la percepción visual (y por tanto la perspectiva), pero la definición geométrica (diagonal del sensor o película) es muy fácil de recordar, perfecta para el que quiera una etiqueta cerrada,  y la del ángulo de visión, entendiendo bien a qué se refiere, nos lleva también a la perspectiva y a la percepción visual humana. Así que todas ellas son en el fondo versiones o caras de la misma moneda.

 

Siguiente capítulo de la serie: Deformación por perspectiva: el síndrome de la nariz grande

 

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Micrófonos USB recomendados para youtube / streaming

Los micrófonos USB son la opción más sencilla para grabar sonido de calidad directamente desde el ordenador. Van muy bien para directos (streaming) y para grabar voz en estudio.

 

Micrófonos USB recomendados

 

 

Este artículo forma parte de la serie sobre cómo mejorar la grabación de audio para vídeo / youtube. Puedes echar también un vistazo al artículo sobre Mejorar sonido para vídeo o streaming en estudio

 

 

¿Qué es un micrófono USB?

Un micrófono USB es en realidad un equipo de sonido encapsulado en un único dispositivo.

Además del micrófono en sí, este tipo de dispositivos incluyen internamente toda la electrónica necesaria para procesar la señal de audio analógica (preamplificador), realizar la conversión a digital (ADC – conversor analógico digital) y codificarla para enviarla por el bus de comunicaciones al ordenador.

Una de las ventajas de un micrófono USB es que simplemente hay que conectarlo con un cable USB al ordenador, que lo reconocerá como dispositivo de entrada de audio.

La grabación la hacemos en el ordenador, utilizando algún programa de grabación o edición de sonido.

 

Ventajas de los micrófonos USB:

  • Facilidad de uso
  • Buena calidad de sonido
  • El cable USB transmite una señal digital, no hay problemas de interferencias o ruido electrónico.

 

Desventajas:

  • Al ser un ‘todo en uno‘ no tenemos tanta flexibilidad como con un equipo de sonido tradicional
  • Las características del conjunto son las que son: micrófono + preamplificador + conversor analógico digital, no hay posibilidad de cambiar alguno de esos elementos
  • Por simplificar un poco: piensa que un micrófono USB de 100 euros tendrá internamente un micrófono de 50 euros y una interfaz de sonido de 50 euros

 

En cualquier caso, con un micrófono USB vas a poder conseguir una calidad de sonido más que decente.

Si no te quieres complicar la vida es una excelente opción.

Ten en cuenta que el micrófono USB es un pack completo. Si el día de mañana no se adapta a lo que necesitas habría que sustituirlo por completo.

En ese sentido, una alternativa más modular sería la opción de utilizar un micrófono XLR con una interfaz de sonido. Parece una configuración mucho más compleja a priori y puede asustar un poco porque ahí nos metemos un poco en el mundo del audio profesional (conectores, cables, interfaz de sonido, micrófonos de muchos tipos…), pero una vez que se pillan los cuatro conceptos básicos sería la solución más flexible a largo plazo.

Lo dicho: si no te quieres complicar la vida, con un micrófono USB medianamente decente vas a poder conseguir una buena calidad de sonido (van a influir más otros factores como la acústica de la habitación), y el micrófono USB sólo hay que enchufarlo al ordenador y listo.

 

 

 

Micrófonos USB recomendados

Un primer criterio de elección sería en función de la acústica y el ruido de fondo del recinto (habitación de casa por ejemplo) donde vamos a usar el micrófono.

Si es una sala tranquila y con una acústica decente, entonces un micrófono de condensador puede captar un poco más de detalle, más matices del sonido original.

Si hay cierto nivel de ruido de fondo (ruido ambiente del exterior o de la propia casa) o la acústica es regular o mala, entonces un micrófono dinámico puede ser más interesante. Los micrófonos dinámicos son menos sensibles y ‘rechazan’ un poco mejor todos esos efectos no deseados.

Por lo demás, todos estos micrófonos que voy a comentar ofrecen una muy buena calidad de sonido si se utilizan correctamente.

 

 

Micrófono USB Blue Yeti

Uno de los micrófonos USB más usados para canales de youtube, streaming, podcast…

Micrófono USB Blue Yeti

Es un micrófono de condensador con tres cápsulas independientes (3 condensadores cada uno con un diafragma de 0.55 pulgadas) que se activan en función del patrón direccional seleccionado: omnidireccional, cardioide, bidireccional. También se puede configurar para grabar en estéreo (una cápsula para cada canal).

  • Buena calidad de sonido para voz
  • Incluye salida para auriculares para monitorizar el audio (jack 3.5mm)
  • Control de volumen (ganancia)
  • Botón para silenciar el micrófono (mute)
  • La base es roscada y se puede montar en un soporte articulado, trípode, etc. utilizando un adaptador

Puntos menos positivos:

  • Es algo grande y pesado en conjunto (peana + micrófono, aprox. 1Kg)
  • Usado con su peana puede transmitir todas las vibraciones y golpes de la mesa. Se solucionaría utilizándolo con un soporte articulado y mejor si se incluye algún elemento anti vibración (montaje flotante). También se puede atenuar bastante colocando algún soporte flexible debajo de la base de la peana (algún material tipo espuma o de goma)

 

 

 

Micrófono Rode NT USB o NT USB Mini

Son micrófonos muy bien construidos. Son micrófonos de condensador, con un diafragma de 0.5 pulgadas (diafragma pequeño) con muy buena respuesta en frecuencia.

Micrófono USB Rode NT USB

  • Buena calidad de sonido para voz
  • Incluyen salida para auriculares, jack 3.5
  • Muy buena respuesta en frecuencia
  • Se pueden colocar en un soporte articulado, pie de micro, etc.
  • La versión normal (NT USB) Incluye un cable USB de 6 metros. La versión Mini incluye un cable USB más corto.
  • La versión NT USB incluye un pequeño filtro anti-pop

Puntos menos positivos:

  • No tienen dial para control de ganancia, sólo control de volumen para los auriculares.
    La ganancia del preamplificador interno suele estar en la opción de ganancia automática por defecto, pero se puede desactivar y ajustar la ganancia de forma manual desde el ordenador.
  • En el NT USB la peana es de plástico y transmite las vibraciones de la mesa (se soluciona utilizando por ejemplo un soporte articulado con algún anti shock.
  • El NT USB Mini tiene una peana de metal, pero es muy pequeña y el micrófono queda normalmente demasiado lejos de la boca (por lo tanto es también recomendable utilizar un brazo articulado o pie de micro)
  • Sólo tienen un patrón direccional: cardioide (aunque es el que más se suele utilizar)

 

 

Micrófono dinámico Shure MV7 (XLR + USB)

Es un micrófono híbrido que puede usarse directamente a través de la conexión USB (directa al ordenador) o a través del conector XLR hacia una interfaz de audio, como un micrófono XLR estándar.

Micrófono dinámico Shure MV7

Si ya tienes una interfaz de audio puedes mirar el modelo XLR: Shure MV7X (sin conexión USB y un poco más barato)

La ventaja de este tipo de micrófonos híbridos es que puedes usarlo directamente, sin necesidad de comprar una interfaz de audio. Y más adelante, si necesitas ampliar la funcionalidad o tener más flexibilidad, puedes comprar la interfaz y usarlo como un micrófono estándar.

En cualquier caso, como micrófono USB es muy completo, con controles muy intuitivos para gestionar la ganancia y el volumen de los auriculares de monitorización. Los controles son táctiles, lo que minimiza el sonido molesto que podría producirse al manipular botones y controles mecánicos.

La forma del micrófono, su construcción y sus características recuerdan mucho al Shure SM7B. Y su comportamiento también es bastante similar, aunque el SM7B está en una gama superior.

 

Los puntos positivos:

  • Muy buena calidad de sonido para voz.
  • Incluye su propia interfaz de audio. En este modo sólo hay que conectarlo por USB al ordenador, no necesita interfaz externa.
  • Incluye conector XLR, lo podemos usar como un micrófono XLR estándar, conectándolo a una interfaz de audio, mesa de mezclas, etc.
  • Incluye conector jack 3.5 para auriculares (monitorización directa)
  • Aisla muy bien todo el ruido del entorno.
  • Patrón cardioide.
  • Incluye controles táctiles para gestionar: la ganancia, el volumen de los auriculares, silenciar (mute)
  • Podemos usar la aplicación de Shure para gestionar el micrófono (modo USB) desde el ordenadMicrófono dinámico Rode Podcaster (USB)or de una forma muy intuitiva.
  • Como micrófono XLR no necesita tanta ganancia como el SM7B, puede usarse con la mayoría de interfaces de gama media sin necesidad de comprar un preamplificador externo (aunque en algunas interfaces el rango de ganancia puede estar un poco al límite)

 

Puntos menos positivos:

  • Sensibilidad baja, como todos los micrófonos dinámicos.
    En el modo USB su preamplificador integrado gestiona perfectamente la ganancia.
    Y como micrófono XLR ofrece un nivel suficiente para la mayoría de las interfaces de audio de gama media del mercado.
  • Comparando con el SM7B, gestiona un poco peor las consonantes explosivas (la cápsula no está tan separada).
  • También, comparando con el SM7B, gestiona un poco peor las vibraciones mecánicas, por ejemplo las que llegan de la mesa si lo utilizamos con un pie de micrófono colocado sobre la propia mesa, etc.

 

A modo de resumen: el MV7 es un excelente micrófono para voz.

No es un SM7B, aunque el comportamiento es bastante similar.

Con respecto al SM7B, el MV7 es más barato y es más versátil (si no tenemos interfaz de audio podemos usarlo directamente por USB). De hecho, creo que es más práctico usarlo directamente como micrófono USB en la mayoría de las situaciones.

Por otro lado, gestiona peor los pops si se utiliza con la espuma que incluye por defecto. Se le puede comprar la cubierta de espuma del SM7B (o una genérica compatible) para aumentar la distancia de separación de la cápsula (o se pueden usar otras técnicas para evitar estos efectos no deseados: filtro anti-pop, colocación del micrófono, técnicas vocales, etc.)

 

 

Micrófono Audio Technica AT2020USB

Es la versión USB del AT2020 (XLR), un micrófono de condensador ampliamente utilizado.

Micrófono USB Audio Technica AT2020USB

Utiliza una única cápsula con un diafragma de 0.66 pulgadas. Es un condensador de tipo electret (prepolarizado). El patrón direccional es cardioide.

  • Buena calidad de sonido para voz
  • El micrófono tiene una muy buena calidad de construcción
  • Buena respuesta en frecuencia, bastante plana en todo el espectro
  • Se puede montar en un soporte articulado
  • Incluye salida de auriculares para monitorizar el audio
  • Incluye cable USB de unos 3 metros

Puntos menos positivos:

  • El trípode que incluye es demasiado ligero y no se ve muy estable
  • No tiene botón para silenciar (mute)
  • No tiene dial de ganancia (tiene un dial para controlar el mix entre la señal de micrófono y el sonido que se reproduce en el ordenador)

 

 

Micrófonos USB Elgato Wave

Elgato es una empresa muy conocida en el mundo del streaming, sobre todo por sus capturadoras de vídeo y sus Stream Deck. Además ofrece una línea de micrófonos USB bastante interesantes por su relación calidad precio: Elgato Wave.

Micrófono USB Elgato Wave

Este micrófono se distribuye en dos versiones: Elgato Wave:1 y Elgato Wave:3

Internamente los dos micrófonos son básicamente idénticos en la parte analógica. Incluyen una única cápsula electret de 0.66 pulgadas y el patrón polar es cardioide.

Elgato Wave:1 incluye una interfaz más sencilla, con una frecuencia de muestreo de 48kHz, y no dispone de control de ganancia físico (hay que hacerlo desde el ordenador), desde el micrófono sólo podemos controlar el nivel de salida a los auriculares. Elgato Wave:3 tiene la opción de muestreo a 96kHz y su potenciómetro puede controlar la ganancia, el nivel de salida de auriculares y la mezcla (sonido de micrófono + sonido que llega del ordenador)

La calidad de sonido y la respuesta en frecuencia son similares. Son micrófonos que están pensados sobre todo para voz hablada (streaming, podcast, narración…). Incluyen un limitador automático que reduce el riesgo de clipping (saturación / distorsión)

El Wave:3 me parece más cómodo, pero con el Wave:1 puedes controlar todo igualmente desde el ordenador.

Puntos positivos:

  • Buena calidad de sonido para voz
  • Buena calidad de construcción
  • Buena respuesta en frecuencia, bastante plana en todo el espectro
  • El dial de control se ilumina a modo de indicador de nivel de salida
  • Incluye peana de escritorio y también rosca en la parte inferior para adaptar a cualquier brazo articulado o pie de micro
  • Incluye salida de auriculares para monitorizar el audio
  • Incluye limitador para evitar clipping
  • Incluye cable USB
  • Buena relación calidad precio

Puntos menos positivos:

  • El patrón direccional es fijo (cardioide), no se puede cambiar
  • Los graves, por debajo de los 100Hz, están algo atenuados. Esto no es necesariamente algo negativo, pero dependiendo de tu tipo de voz es posible que tengas que ecualizar y subir un poco en esa zona
  • La versión Wave:1 no incluye control de ganancia en micro (hay que hacerlo desde el ordenador)

 

 

Micrófono dinámico Samson Q2U (XLR + USB)

Este micrófono creo que sería el candidato perfecto a BBBV: bueno, bonito, barato y versátil.

Micrófono dinámico Samson Q2U

Vale, lo de bonito es cuestión de gustos (es bastante similar a un SM58 por ejemplo). Pero es un micrófono muy versátil, que ofrece además una calidad más que aceptable.

Es un micrófono dinámico que incluye su propia interfaz de audio. Sólo hace falta conectarlo por USB al ordenador y a correr.

Pero además incluye conector XLR, con lo que podemos usarlo como un micrófono XLR tradicional, conectado a una interfaz de audio, mesa de mezclas, grabadora externa, etc.

En ese sentido es muy muy versátil. Y me parece una opción muy buena como primer micrófono de estudio, porque no necesitas nada más.

Más adelante puedes comprar una interfaz de audio, para ampliar las posibilidades de tu estudio e ir creciendo poco a poco.

 

Los puntos positivos:

  • Buena calidad de sonido para voz
  • Incluye su propia interfaz de audio. En este modo sólo hay que conectarlo por USB al ordenador, no necesita interfaz externa.
  • Incluye conector XLR, lo podemos usar como un micrófono XLR estándar, conectándolo a una interfaz de audio, mesa de mezclas, etc.
  • Incluye conector jack 3.5 para auriculares de monitorización y control de volumen para los auriculares.
  • Aisla muy bien todo el ruido del entorno
  • Patrón cardioide
  • Las dos conexiones funcionan en paralelo: podemos por ejemplo grabar a través de una interfaz de audio (conexión XLR) y a la vez podemos hacer una copia de seguridad a través de USB en otro dispositivo.

Puntos menos positivos:

  • Sensibilidad baja como todos los micrófonos dinámicos. En el modo USB su preamplificador integrado gestiona perfectamente la ganancia. Y como micrófono XLR ofrece un nivel suficiente para todas las interfaces de audio de gama media del mercado.
  • Como integra la interfaz de audio y toda su electrónica es un poco más grande y pesado (si lo quisiéramos usar como micrófono de mano)
  • No gestiona bien las consonantes explosivas, es recomendable usarlo con una espuma anti-pop o directamente con un filtro anti-pop
  • La calidad de audio en el modo USB es similar, pero está un poco por debajo de la calidad que se puede obtener con el micrófono conectado a una interfaz de audio externa de gama media
  • No incluye control de ganancia (modo USB), la ganancia se controla desde el ordenador.
  • El botón de apagado se puede utilizar para silenciar (mute), pero es un conmutador mecánico e introduce un ruido desagradable al activar y desactivar (es preferible silenciarlo desde el programa que estemos utilizando para grabar)

 

La respuesta en frecuencia es un poco más plana que la de por ejemplo un SM58, pero en la práctica creo que captan el sonido de una forma muy similar. Para la mayor parte de las voces los resultados van a ser casi indistinguibles.

El Q2U es quizás un poco más sensible a los pops (consonantes explosivas) y capta más ruido mecánico, por ejemplo para usar como micrófono de mano creo que preferiría el SM58.

Pero en estudio, en un brazo articulado o un pie de micrófono que aísle bien las vibraciones mecánicas y con un filtro anti-pop o una técnica vocal correcta cualquiera de esos modelos va a rendir perfectamente, con la ventaja de que el Q2U lo podemos usar directamente por USB si no disponemos de interfaz externa.

 

 

Micrófono USB Blue Yeti Nano

Es la versión pequeña del Blue Yeti original. Es un micrófono de condensador con dos cápsulas, cada una de ellas con diafragma de 0.55 pulgadas.

Micrófono USB Blue Yeti Nano

La combinación de las dos cápsulas le permite cambiar los patrones direccionales entre omnidireccional y cardioide.

  • Ofrece buena calidad de sonido para voz
  • Buena calidad de construcción
  • Buena respuesta en frecuencia, bastante plana en todo el espectro
  • El dial de volumen de auriculares sirve también de botón de silencio (mute) y se ilumina en diferentes colores para indicar que está activo (verde), que está silenciado (rojo) o si hay saturación (clipeo) o algún otro problema
  • Incluye peana de escritorio y también rosca en la parte inferior para adaptar a cualquier brazo articulado o pie de micro
  • Incluye salida de auriculares para monitorizar el audio
  • Incluye cable USB de unos 2 metros

Puntos menos positivos:

  • No incluye dial para control de ganancia. Se tiene que hacer desde el ordenador
  • Aunque la construcción es buena, hay más partes de plástico que en el Blue Yeti original. Por ejemplo el cuerpo del micrófono es principalmente de plástico.
  • La calidad del sonido es similar al Blue Yeti original, aunque el Yeti Nano atenúa un poco las frecuencias medias

 

 

 

Accesorios imprescindibles para micrófonos de estudio

Hay tres accesorios muy útiles para grabar audio en estudio:

  • El filtro anti pop
  • Un sistema de amortiguación (anti shock o araña)
  • Un brazo articulado o un pie de micrófono

 

El filtro anti pop

El anti-pop es un elemento muy importante.

Cuando hablamos o cantamos, algunos sonidos (p, t, b…) se emiten con un chorro de aire.

El micrófono capta el sonido pero también recibe el chorro de aire, que mueve el diafragma y aparecerá como un ‘pop‘ explosivo en el audio que es muy molesto.

El filtro anti pop deja pasar todos los sonidos pero detiene o atenúa ese flujo de aire.

Los filtros anti pop más efectivos son los de pantalla, que se colocan a unos centímetros de la superficie activa del micrófono.

Las espumas que se colocan sobre el micrófono reducen algo el efecto pero en general las pantallas funcionan mejor.

El filtro anti pop también protege al micrófono de la saliva.

Posiblemente es el accesorio más barato y más efectivo de todos.

Filtros anti pop en amazon.es

 

Anti shock – Soporte anti vibración

La mayoría de los micrófonos USB, por no decir todos, incluyen una peana o un pequeño trípode de escritorio, para colocar el micrófono sobre la mesa.

Si el micrófono está unido a cualquier elemento rígido, todas las vibraciones que recoja ese elemento las transmitirá mecánicamente al micrófono y aparecerán como ruidos molestos en el audio: cualquier golpe en la mesa, la vibración del teclado…

El soporte anti shock (también se le conoce como araña, shock mount…) lo que hace es que el micrófono en sí esté suspendido de alguna forma mediante elementos elásticos que hacen de amortiguador para absorber vibraciones y golpes.

 

Brazo / soporte articulado para micrófono

Otro de los elementos que tarde o temprano acabarás comprando.

La peana o el trípode pequeño que incluyen los micrófonos USB está bien para empezar, pero tiene algunas desventajas:

  • Transmite al micrófono todas las vibraciones de la mesa (pequeños golpes, roces, etc.)
  • Nos obliga a adaptar nuestra posición con respecto al micrófono
  • Pueden llegar a estorbar nuestros movimientos

Todos estos inconvenientes los podemos resolver o mejorar utilizando un brazo articulado.

El brazo articulado puede ir anclado a la mesa (la mayoría incluyen una pinza con tornillo para ajustarse al grosor de la mesa) pero si es posible intenta anclarlo a otro mueble o superficie que no esté en contacto directo con la mesa. De esta forma eliminas un montón de vibraciones que llegan desde la mesa.

 

¿Qué soporte articulado elijo?

Hay miles de brazos articulados, de todos los precios imaginables. En este tipo de productos mecánicos la calidad suele ser bastante proporcional al precio.

Si no te quieres gastar mucho dinero, elige alguno barato para comenzar, sobre los 20-30 euros puedes encontrar muchos modelos. Tonor, Trust Gaming, Neewer.. son marcas que tienen algunos brazos con buena relación calidad precio.

Un salto de calidad sería por ejemplo el Rode PSA1. Sin ser un producto de gama profesional sí se nota la diferencia en materiales y en el sistema de muelles de los brazos.

Se puede montar cualquier micrófono que incluya una rosca estándar o un clip con rosca. Por ejemplo es compatible con los Blue Yeti, con los Rode de estudio por supuesto… y si el micrófono tiene una rosca extraña simplemente habría que comprar un adaptador de rosca.

 

 

 

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Micrófono dinámico Rode PodMic

 

 

Este artículo forma parte de la serie sobre cómo mejorar la grabación de audio para vídeo / youtube. Puedes echar también un vistazo al artículo sobre Mejorar sonido para vídeo o streaming en estudio y aquí tienes todos los artículos sobre audio.

 

Grabar en estudio

Cuando hablo de ‘estudio‘ me refiero a grabar en interior, en un entorno más o menos controlado.

No hablo de un estudio de grabación profesional, diseñado, construido y acondicionado específicamente para ello.

Puede ser una habitación de casa en la que tenemos todo el equipo que necesitamos, tenemos alimentación de la red eléctrica, ordenador, no hay viento, el sonido ambiente externo está más o menos aislado, es un lugar tranquilo sin muchos ruidos…

NOTA: Cuando hablamos de grabar nos referimos a ‘captar’ el sonido con un micrófono (y el equipo auxiliar necesario), da igual el uso que vamos a dar a ese audio.

 

Las ventajas de grabar en interior:

  • Podemos tener cierto control sobre el sonido ambiente no deseado.
    La casa y la propia habitación aislan parte de los sonidos molestos del exterior.
  • Tenemos todo el equipo en su sitio y podemos grabar de una forma mucho más cómoda.
  • Tenemos más margen para elegir el equipo de grabación: no necesariamente tiene que ser pequeño y portátil, no necesitaremos alimentación externa con baterías, etc.
  • En general, podemos obtener resultados indistinguibles de una producción profesional con equipo asequible y relativamente barato.

 

Las desventajas de grabar en interior:

 

Tratamiento acústico vs Aislamiento acústico

  • En la mayoría de los casos vamos a seguir teniendo sonido ambiente no deseado.
    Es muy difícil aislar el sonido.
    Incluso si hacemos obras para insonorizar un recinto, la insonorización sólo garantiza un cierto nivel de atenuación.
  • Aparecen los efectos de la acústica.
    En habitaciones pequeñas como las que podemos tener en una casa, sin tratamiento, la acústica suele ser el principal problema trabajando con sonido.
  • Puede haber más riesgo de que los equipos de audio capten interferencias electromagnéticas generadas por aparatos eléctricos, electrodomésticos y fuentes de alimentación que tengamos en casa.

 

Qué micrófono necesito para grabar en estudio

Spoiler: no hace falta invertir un dineral en un micrófono. Invierte mejor tu tiempo en aprender un poco sobre sonido y audio: para saber qué necesitas exactamente, para saber cómo sacar el máximo partido a tu equipo y para que no te timen con tonterías, publicidad y luces de colores.

 

El escenario típico del que vamos a partir:

  • Queremos grabar principalmente voz hablada.
    Aunque se puede extrapolar a instrumentos.
  • La persona que habla lo hace desde una posición estática.
    El caso típico de una persona sentada, con su mesa / escritorio, etc.
  • Vamos a grabar en una sala o habitación normal de una casa o de una oficina.

 

Para clases online de actividad física: yoga, preparación física, baile… tendríamos otros criterios, y probablemente un micrófono inalámbrico sería la mejor opción para cubrir esas situaciones concretas.

Primero vamos a analizar un poco el sitio físico donde vamos a grabar.

Nos vamos a fijar en su acústica y en las posibles fuentes de ruido (sonidos molestos)

Aquí tienes mucha información sobre acústica.

A modo de resumen:

  • Habitaciones pequeñas darán muchos más problemas de acústica.
  • Habitaciones muy simétricas (ancho, largo y alto de dimensiones similares) darán más problemas.
  • Paredes muy vacías (incluyendo techo y suelo) darán más problemas.
  • En una casa normal, la habitación mejor acondicionada para grabación sería por ejemplo un salón típico (estancia grande, con sofás, cuadros, cortinas, etc.)
  • Se puede hacer acondicionamiento acústico (entendiendo cómo y para qué, no comprando espumas de colores a tontas y a locas) para minimizar los problemas.

 

Aquí tienes más información sobre posibles fuentes de sonido no deseadas (ruido ambiente), pero tendrás que valorar en tu caso particular.

Insonorizar una habitación no es algo trivial. Es necesario hacer obras y tiene que hacerlo una empresa especializada. Puedes mirar soluciones intermedias, como las cabinas de locución, que también son bastante caras. No gastes dinero en chapuzas o soluciones intermedias. Ya te garantizo que no van a funcionar.

Tendrás que encontrar un compromiso entre: elegir una habitación más tranquila, con menos ruido de fondo, o elegir una habitación con mejor acústica pero un poco menos tranquila.

 

Ahora nos iremos haciendo una serie de preguntas para ver qué tipo de micrófono nos interesa más.

 

¿Es una habitación tranquila y con acústica aceptable?

Es una situación muy favorable. Puedes elegir prácticamente cualquier tipo de micrófono.

Si no quieres que el micrófono aparezca en el encuadre (por ejemplo en grabación de vídeos o en directos) sería más conveniente un micrófono de condensador, ya que suelen tener una sensibilidad mayor.

  • ​Un micrófono de condensador de estudio (un poco más separado para que no aparezca en el plano, pero cuidado con la distancia porque se puede colar el sonido ambiente y efectos de la acústica)
  • Un micrófono direccional de cañón
    Están pensados para trabajar a cierta distancia de la fuente de sonido (por ejemplo en una pértiga o jirafa para que queden fuera de plano)
    Pero ten en cuenta que son un poco más sensibles a los efectos de la acústica.

 

Un micrófono de solapa puede ser útil en prácticamente cualquier situación.

Si te da igual que aparezca el micrófono o lo vas a usar para podcast exclusivamente, yo quizás elegiría un micrófono de condensador de diafragma relativamente grande, que suelen ir bien para la mayoría de voces.

Ejemplos:

 

Un buen micrófono dinámico también te va a dar muy buenos resultados para voz.

 

Prácticamente cualquier micrófono de condensador de estudio debería darte una muy buena materia prima para luego darle el último toque en edición si fuera necesario.

Si buscas opciones con buena relación calidad precio, por ejemplo el Audio-Technica AT2020 me parece una excelente opción.

 

¿Es una habitación con algo de ruido o con mala acústica?

Aquí la clave suele estar en la posición del micrófono: el micrófono colocado cerca de la boca de la persona que habla para maximizar la relación señal a ruido y minimizar cualquier efecto no deseado (ruido de fondo / acústica)

Posición del micrófono. Relación señal a ruido SNR

 

Qué tipo de micrófonos elegiría preferentemente en estos casos:

  • Un micrófono dinámico de estudio creo que sería mi primera elección
    Te va a obligar a hablar a pocos centímetros del micrófono
    La sensibilidad es menor en estos micrófonos, con lo que van a minimizar los sonidos ambientes y efectos de la acústica
  • Un micrófono de solapa puede ser también una buena opción

 

Micrófonos dinámicos recomendados:

 

Puedes elegir perfectamente un micrófono de condensador, no hay ningún problema.

Simplemente hay que tener en cuenta que tienen una sensibilidad mayor (pueden captar más el ruido ambiente y mala acústica), por lo que tendrás que intentar usarlo cerca de la fuente de sonido, y habrá que estar un poco más atento a esas posibles fuentes de ruido.

 

Micrófonos integrados en auriculares

Los micrófonos integrados en los auriculares y cascos (por ejemplo los típicos auriculares ‘gaming’ con micrófono) suelen ofrecer una calidad de sonido bastante mediocre en general.

No serían una buena opción como micrófono de estudio si pensamos en términos de calidad, independientemente de las condiciones de la sala, aunque pueden ser prácticos en ciertas situaciones.

 

No quiero que aparezca el micrófono en el encuadre

Ya lo he comentado brevemente más arriba, pero lo vamos a intentar ampliar un poco.

No tendría mucho sentido en podcast puro, pero puede ser importante en vídeo y en directos.

A veces no es sólo por estética, sino porque se necesita más libertad de movimientos.

La opción del micrófono de solapa (escondido en la ropa si fuera necesario) siempre está ahí, sobre todo para vídeo. Puede ser un micrófono de solapa conectado directamente mediante un cable o puede estar conectado a un pequeño transmisor inalámbrico si necesitamos más libertad de movimientos.

Para directos puede ser un poco más engorroso: el cable del micrófono o la autonomía de la batería del transmisor inalámbrico.

La otra opción es colocar el micrófono en una posición más alejada, justo para que no se vea en el encuadre.

Recuerda que separar el micrófono de la fuente siempre va a afectar a la relación señal a ruido. Hay que verlo como un compromiso: vamos a sacrificar algo de calidad.

Y grabando en interiores tenemos además el problema de la acústica. Cuanto más separemos el micrófono, más va a captar los efectos no deseados: reverberación, reflexiones primarias, ecos flotantes y modos propios.

Se suelen utilizar micrófonos direccionales, de tipo shotgun / de cañón, por su patrón de captación más estrecho.

El micrófono debería estar colocado en cualquier caso lo más cerca posible de la persona que habla: se puede usar por ejemplo una pértiga o algún tipo de trípode para que el micrófono se sitúe cerca, pero fuera de plano, y apuntando a la persona.

Si usamos un micrófono que va conectado directamente a la cámara (micrófonos on camera) y la cámara está a cierta distancia, es preferible utilizar un cable más largo y acercar el micrófono a la persona que habla.

Es decir, una de nuestras principales obsesiones tiene que ser: ‘colocar el micrófono lo más cerca posible‘.

Micrófono shotgun / cañón en estudio

Los micrófonos direccionales que utilizan tubo de interferencia (esa especie de cañón alargado con agujeros o ranuras) son más sensibles a los efectos negativos de la acústica.

Si siempre vamos a grabar en la misma sala (por ejemplo una habitación que tenemos habilitada como estudio) puede valer la pena hacer un acondicionamiento acústico.

 

¿Micrófono XLR o micrófono USB?

Si quieres algo práctico y sin complicaciones puedes eligir un micrófono USB de cierta calidad.

La principal ventaja es que no necesitas nada más. Simplemente conectar el micrófono al ordenador a través de USB y a funcionar.

La principal desventaja es que es un todo-en-uno, el micrófono es el que es y la interfaz de audio integrada es la que es. Si no te convence alguna característica o quieres cambiar algo en el futuro: tienes que reemplazar el micrófono completo.

 

Si quieres ir un poco más allá yo te recomiendo un micrófono XLR con una interfaz de audio externa.

Con un micrófono XLR entras en el mundo del sonido profesional, aunque sea con un equipo básico, y te vas a ir familiarizando con todos sus conceptos: conectores, cables, niveles de señal, forma de trabajo…

Vas a tener más control sobre todas las etapas y puedes aprender mucho más sobre el sonido y su tratamiento.

Además la interfaz de sonido te sirve para integrar audio de otras fuentes: guitarra, teclados…

Aquí tienes más información con criterios para elegir una interfaz de audio.

 

Hay micrófonos que incluyen las dos opciones en un mismo dispositivo. Son micrófonos USB que incluyen su propia interfaz de audio (para conectar directamente al ordenador), pero también incluyen un conector XLR por si preferimos conectarlos a una interfaz de audio externa.

 

¿Y un micrófono con conector mini jack?

Los micrófonos con conector mini jack (jack de 3.5 mm por ejemplo) forman parte de los equipos de electrónica de consumo. Esto no es ni bueno ni malo, simplemente hay que tener en cuenta sus posibles limitaciones.

Los equipos de audio de electrónica de consumo trabajan normalmente con cables no balanceados y con un nivel de señal un poco más bajo. Esto hace que sean más vulnerables a interferencias electromagnéticas por ejemplo.

Una habitación de casa no suele ser un entorno problemático en lo que respecta a la radiación electromagnética, pero de todas formas interesa trabajar con cables relativamente cortos.

 

¿Dónde vamos a conectar el micrófono?

Por ejemplo, si estamos grabando podcast o vídeo, podemos usar una grabadora digital o podemos utilizar un teléfono como grabadora.

Echa un vistazo a los tipos de conectores jack (TRS, TRRS) porque las grabadoras y micrófonos suelen utilizar TRS, mientras que los móviles utilizan TRRS.

También podemos conectar directamente el micrófono a la entrada MIC del ordenador.

Esta opción no suele ser la mejor: 1) porque la electrónica de audio integrada en el ordenador no suele ser la mejor y 2) porque hay más riesgo de que se inyecten interferencias electromagnéticas desde la circuitería del interior del ordenador.

Es preferible usar una pequeña interfaz de audio USB (tarjeta de sonido USB):

 

tarjeta de sonido, interfaz de audio externa

Son muy baratas y aunque no tienen la mejor electrónica de audio del mundo tienen ciertas ventajas:

  • Desacoplan parte de las interferencias electromagnéticas que puedan llegar del interior del ordenador
  • Su salida es audio digital, a través de USB. El ordenador sólo ve audio digital, no tiene que operar con la señal analógica.

 

¿Los micrófonos USB son electrónica de audio profesional o electrónica de consumo?

En general integran electrónica de consumo, pero tienen la ventaja de que su salida es siempre digital. Es decir, el cable USB que conecta el micrófono con el ordenador transporta una señal digital, que no debería verse afectada por ningún tipo de interferencia o ruido electrónico externo.

 

¿Es importante la estética del micrófono?

El aspecto del micrófono no tiene relación con su rendimiento. Para mí, personalmente, sería el último criterio en el que me fijaría.

Pero para algunas personas sí puede ser un criterio importante, por ejemplo para conseguir un cierto ‘look & feel’ en directos o en vídeo.

Micrófono Audio-Technica AT4040

Afortunadamente hay muchas opciones en el mercado.  Podemos elegir un modelo que cumpla con las características técnicas que necesitamos y que además tenga una estética que nos guste más.

Ejemplos:

 

 

Aprovecha la direccionalidad del micrófono

El patrón polar nos dice cómo es la sensibilidad de un micrófono con respecto a la dirección desde la que llega el sonido.

  • Omnidireccionales
    Recogen por igual el sonido en toda la esfera a su alrededor.
    Son ideales por ejemplo para recoger sonido ambiente
  • Cardioides
    Son más sensibles en una dirección, una semiesfera realmente.
    Es decir, si están apuntando hacia una dirección todo el sonido que llegue desde atrás o desde los laterales quedará muy atenuado.
    Se dice que ‘rechazan’ el sonido que llega de esas direcciones
  • Supercardioides, hipercardioides…
    Diferentes versiones de micrófonos direccionales, con ángulos de captación más estrechos.
    Son patrones típicos de los micrófonos de cañón (shot gun)
  • Bidireccionales
    Básicamente serían como dos cardioides unidos en un único micrófono.
    Recogen el sonido de la parte delantera y la trasera, y atenúan los sonidos laterales.

 

En situaciones en las que tenemos ruido de fondo (sonido ambiente) o una mala acústica hay que intentar aprovechar el patrón de captación del micrófono.

Nos interesará elegir un micrófono con patrón cardioide o algún otro patrón direccional, de tal forma que la parte menos sensible apunte a la zona de la habitación más problemática: por ejemplo una ventana desde la que llega ruido del exterior o hacia un ángulo problemático desde el punto de vista de la acústica.

Los micrófonos de solapa suelen ser omnidireccionales, pero el cuerpo de la persona que lo lleva bloquea parte del sonido ambiente y lo convierte en direccional a efectos prácticos.

 

Micrófonos recomendados para grabar voz: precios

Como hemos comentado, nuestro objetivo es grabar la voz con la mejor calidad posible dentro de un presupuesto razonable.

El precio de corte para este tipo de micrófonos estaría en los 100 euros (de 80 a 150 por poner un margen que incluya más variedad).

Por debajo de ese orden de magnitud es difícil encontrar micrófonos que ofrezcan una calidad razonable.

La ‘calidad’ de un micrófono depende de la cápsula, pero también depende mucho de la carcasa (construcción, ausencia de resonancias mecánicas, robustez…) y de la electrónica interna, por ejemplo en el caso de los micrófonos de condensador.

En ese rango de los 100 a los 500 euros, encontramos micrófonos de muy buena calidad, utilizados por la industria de la música, muy utilizados en estudios de radio, y muy utilizados en podcast, emisión en directo y vídeo.

Por encima de ese rango vamos a encontrar micrófonos muy buenos, pero la diferencia de calidad va a ser mucho más sutil y probablemente se notará sólo utilizando monitores de estudio (altavoces calibrados) o auriculares de cierta gama.

Hemos partido del supuesto de que no vamos a grabar en un estudio de grabación profesional. De nada me sirve tener el mejor micrófono del mundo si lo que va a limitar la calidad de la grabación van a ser las condiciones externas.

Además, piensa que la mayor parte de los usuarios van a consumir el contenido en equipos que no van a reproducir esos matices tan sutiles.

 

 

Micrófonos XLR recomendados

Importante: Recuerda que estos micrófonos necesitan accesorios adicionales para funcionar. Necesitas un cable XLR con sus conectores macho y hembra. Necesitas una interfaz de audio (o una grabadora digital, dependiendo del uso) con al menos una entrada XLR para micrófono, con alimentación phantom power 48V si es un micrófono de condensador. Algunos modelos incluyen un cable XLR a modo de kit, pero no es lo habitual.

 

Conexión cable XLR con micrófono e interfaz

 

 

Si necesitas colocar el micrófono un poco más separado por el motivo que sea (p.e. fuera de plano), un micrófono más direccional, de tipo shotgun / de cañón, podría ser una opción.

Un micrófono shotgun que me parece muy versátil, porque además de XLR se puede usar también para conectarlo directamente a cámara:

 

 

Más micrófonos dinámicos de estudio

Más micrófonos de condensador de estudio

 

Micrófonos USB recomendados

Estos micrófonos integran su propia interfaz de audio, no hace falta ningún equipo adicional, simplemente hay que conectarlos al ordenador mediante un cable USB.

 

 

Más micrófonos USB recomendados.

 

Micrófonos on camera (jack 3.5) recomendados

Aunque me he centrado sobre todo en micrófonos de estudio, ya he hablado también de la opción de usar micrófonos de solapa y micrófonos de tipo shotgun / de cañón para ciertas situaciones.

Los micrófonos ‘on camera’ suelen ser de tipo shotgun, de cañón corto, pensados sobre todo para colocarlos en la cámara (en la zapata de flash por ejemplo).

 

Micrófono Rode VideoMic GO II

 

Son micrófonos muy interesantes por la versatilidad que ofrecen, sobre todo para grabar en exteriores.

Y también se pueden usar en estudio, teniendo en cuenta lo que he comentado sobre la distancia y los efectos de la acústica.

Estos micrófonos también los podemos usar como micrófonos de escritorio, como cualquier micrófono de estudio (cuidando el efecto de proximidad, que suele ser menos agradable).

Yo personalmente me quedaría con dos modelos que me parecen muy versátiles:

 

Esos VideoMic se pueden usar como micrófono para cámara (con un cable jack 3.5) y se pueden usar directamente en un ordenador o dispositivo similar a través de su conexión USB (incluyen internamente su propia interfaz de audio como un micrófono USB)

 

 

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Deformación por perspectiva en los bordes del encuadre

Hablaremos sobre la deformación de objetos situados hacia los bordes del encuadre: qué la causa, por qué percibimos que esos elementos están deformados y algunos experimentos para hacer en casa.

 

Perspectiva - Deformación hacia los bordes

 

Para entender este capítulo y sacar conclusiones útiles es muy importante que hayas leído antes los capítulos anteriores de la serie sobre perspectiva en fotografía.

Y especialmente los capítulos relacionados con la percepción visual humana:

 

Si no entiendes medianamente bien esos capítulos, todo lo que vamos a ver aquí, por mucho que lo intente razonar, te va a sonar a cuento chino.

En esos capítulos he incluido referencias a libros, artículos, etc. para que puedas investigar por tu cuenta. Sobre el tema de percepción de profundidad es mejor que busques información en fuentes relacionadas con psicología y neuropsicología (en inglés puedes buscar por ejemplo cues for depth perception o similar).

Antes de entrar en materia, te voy a proponer un experimento muy sencillo.

En la imagen siguiente aparecen diferentes representaciones de un cubo (imagina un cubo perfecto con todos sus lados de la misma longitud). Algunas figuras corresponden a una perspectiva rectilínea, otras a otro tipo de proyecciones y otras son perspectivas inventadas a ojo.

 

Perspectiva - Deformación hacia los bordes

 

El experimento consiste en que anotes en un papel o en algún sitio cuáles de esos cubos te parecen ‘normales’, tal como los verías en la realidad, y cuáles te parecen deformados. Y de los que aparecen deformados, cuáles de ellos corresponden a deformación por perspectiva rectilínea, a deformación por otro tipo de perspectiva (ojo de pez por ejemplo), y los que están hechos a ojo, sin seguir ninguna regla geométrica.

Más adelante los analizaremos y de paso podrás comprobar si tienes algún problema de visión (es broma, lógicamente)

 

Voy a aprovechar la primera parte de este artículo para dar otra vuelta al tema de la percepción visual humana  (sí, sí, el pesado vuelve a la carga… ya lo avisé al principio de la serie)

 

Percepción visual (profundidad), resumen rápido

Cómo reconstruye el cerebro una escena tridimensional:

  • Los ojos se pueden modelar bastante bien suponiendo una proyección cónica lineal, que genera una perspectiva rectilínea.
  • El cerebro utiliza esa perspectiva (esa imagen proyectada en la fóvea y la parte central de la retina) y la analiza para extraer información sobre profundidad: a qué distancias relativas están las cosas que nos rodean
  • El cerebro utiliza muchos mecanismos redundantes. A pesar de lo que cree mucha gente, la visión binocular es sólo uno de los muchos mecanismos que intervienen y sólo funciona bien a distancias cortas. En cualquier caso, unos mecanismos funcionan mejor en unas situaciones y otros funcionan mejor en otras.
  • Cuando vemos una foto (imágenes planas: foto, vídeo, dibujo, etc.), sólo funcionan los mecanismos relacionados con el análisis de imagen: mecanismos de interpretación de la perspectiva (que se basan fundamentalmente en comparación de tamaños de objetos de la escena)
  • Los mecanismos relacionados con la visión binocular no funcionan al mirar una foto (su contenido) porque el contenido de la foto está sobre un plano: no se puede extraer información por triangulación, paralaje, estereopsis, etc.
  • Si no tuviéramos los mecanismos de interpretación de la perspectiva no podríamos percibir profundidad en las imágenes (fotos, vídeo, juegos de ordenador, etc.)
  • El ojo convierte la información 3D en información 2D (hace una proyección) y el cerebro tiene que reconstruir un mundo 3D interior (nuestra percepción de la realidad) a partir de la información 2D. Como es lógico, hay una pérdida importante de información en el proceso: se genera ambigüedad.
  • Esa ambigüedad se gestiona en el cerebro en una especie de capa de interpretación, que decide en tiempo real cuál de las posibles reconstrucciones 3D es más coherente o la más probable en función del contexto y de la experiencia previa.

 

Deformación por perspectiva

Esto ya lo hemos visto en otros capítulos, pero voy a intentar explicarlo desde otro ‘punto de vista‘.

Vamos a intentar seguir una serie de pasos a modo de línea de razonamiento.

 

La geometría no discrimina

En la perspectiva rectilínea, en una proyección cónica, no hay nada en la geometría (en sus matemáticas si lo quieres ver así) que nos diga: atención, ese objeto que has representado está deformado, mientras que ese otro de ahí, no está deformado.

Todos los elementos en la perspectiva resultante tienen el mismo estatus. No hay objetos ‘deformes’, ni objetos ‘perfectos’.

La forma del objeto en la perspectiva viene exclusivamente de su proyección geométrica (que es aplicar una función de mapeo a cada punto de la escena).

Es importante entender que en la parte geométrica (proyección / perspectiva) no hay nada que separe entre objetos deformados y no deformados. No existe tal cosa.

De hecho, sólo habría una clasificación posible: todos los objetos físicos reales (con sus correspondientes dimensiones) aparecen deformados en la perspectiva resultante. Todos.

Por el simple hecho de que los tamaños en la perspectiva son inversamente proporcionales a las distancias al punto de vista: no se conservan las proporciones, tal como están en el mundo físico.

 

Los ojos y la proyección rectilínea

Vamos entonces al siguiente paso.

Los ojos envían al cerebro el resultado de una proyección cúbica: una perspectiva rectilínea.

En esa materia prima que recibe el cerebro, en esa perspectiva: todos los objetos están deformados con respecto a sus dimensiones reales de la escena.

Sé que esto resulta muy anti-intuitivo.

Y es una idea que genera rechazo inicialmente: es absurdo porque yo no veo las cosas deformadas, lo veo todo ‘perfecto’, sin deformaciones.

Pero piénsalo un poco.

Como he comentado en otros artículos anteriores, cuando vemos cualquier escena podemos percibir claramente todas las características de la perspectiva rectilínea:

  • Las líneas rectas de la escena las vemos como rectas
  • El tamaño relativo de los objetos es inversamente proporcional a la distancia a la que están de nosotros
  • Vemos el escorzo de los objetos, por ejemplo un círculo que no está en un plano frontal lo vemos como una elipse
  • Vemos que las rectas suficientemente largas fugan (las vemos inclinadas a pesar de que sabemos que son por ejemplo horizontales, paralelas al suelo)

Excepto la primera (líneas rectas), todo lo demás son deformaciones con respecto a la realidad física.

Si no te convence esta idea, déjala aparcada por ahí de momento.

 

El ángulo de visión del ojo

Ahora vamos a dar otro paso más.

Los ojos tienen un ángulo de visión muy estrecho. La zona de máxima agudeza visual ocupa un ángulo de unos 2 grados.

Intenta leer sin mover los ojos, por ejemplo, centra la mirada AQUÍ, e intenta leer las palabras a izquierda o derecha, utilizando sólo la visión periférica…

Es imposible ir más allá de una o dos palabras, y además es muy molesto e incómodo. Tu mirada se va a mover, por mucho que intentes mantenerla en un punto de la pantalla.

El ángulo de visión, incluyendo la visión periférica cercana-media (donde sólo podemos apreciar formas borrosas, pero no detalle), se suele estimar en unos 60 grados (30 grados con respecto al eje óptico del ojo). Eso sería en horizontal, en vertical un poco menos.

Percepción visual ángulo visión ojo

Da un poco igual ese ángulo, lo importante es entender que el ojo proporciona un determinado ángulo de visión dentro del cual podemos reconocer formas con cierto detalle.

En nuestro día a día, cuando queremos ver un objeto, nos alejamos o nos acercamos en función de su tamaño (no tenemos zoom en los ojos), para incluirlo en el encuadre y verlo en su conjunto.

Si el objeto o la escena ocupa un campo de visión muy amplio y no nos podemos alejar mucho, lo que hacemos es mover la cabeza (hacemos un barrido) para observar al objeto en su totalidad.

 

Mover la cabeza implica cambiar la perspectiva

Otra cosa que es importante entender: cuando nos alejamos de un objeto, cuando nos acercamos o cuando movemos la cabeza (o los ojos)… en todos esos casos estamos cambiando la perspectiva.

Movemos el punto de vista del ojo en distancia o cambiamos su dirección (en este caso cambiamos la orientación del plano del cuadro, si queremos seguir el criterio de dibujo técnico)

Cambiar el punto de vista implica cambiar la perspectiva resultante, la forma del objeto en la imagen.

 

Ver vs percibir

Imagina un objeto cualquiera de tu casa, o que tengas a mano en este momento.

Lo puedes rotar, alejar, acercar… en cada una de esas situaciones verás una forma diferente del objeto. Una perspectiva diferente.

Coge un teléfono móvil o un objeto similar, colócalo para verlo casi de canto y a lo largo. Por ejemplo, la parte inferior del móvil más cerca de tus ojos y la parte superior del móvil más alejada, viéndolo casi de canto.

Podrás ver perfectamente que el ancho de la parte inferior es mayor que el ancho de la parte superior. Es la perspectiva.

Pero tú sabes (tu cerebro lo sabe), porque lo puedes medir incluso, que el móvil es básicamente un rectángulo perfecto.

 

¿Estas viendo el objeto real, con la forma que corresponde a sus dimensiones físicas?

No.

Lo que ves (tus ojos) es la perspectiva correspondiente al objeto en cada caso.

Que, como hemos razonado anteriormente, implica que tu cerebro está ‘viendo’ una imagen ‘deformada’ del objeto.

 

¿Percibes el objeto real, con la forma que corresponde a sus dimensiones físicas?

Sí.

La capa de interpretación del cerebro identifica (reconocimiento de formas) que es el mismo objeto en todos los casos: cuando estás más cerca, cuando estás más lejos, si lo miras desde un poco más arriba, abajo, desde más a la izquierda, más a la derecha…

Y aunque la forma es diferente en cada caso, debido a la perspectiva, el cerebro descuenta esa ‘deformación’ y reconstruye en nuestra mente al objeto 3D real, con sus dimensiones aproximadas.

 

Hemos separado un poco lo que implica ver (la imagen que proporcionan los ojos) de lo que implica percibir (la reconstrucción, reconocimiento, etc. que realiza el cerebro a partir de esa imagen)

 

Ten en cuenta que esa distinción entre ‘ver’ y ‘percibir’ la he utilizado porque me parecía la forma más clara de expresarlo. El concepto ‘ver’ ya incluye probablemente la parte de percepción. Quizás tendría que haber utilizado ‘mirar’. Pero quería mostrar de alguna forma que en la visión es mucho más importante la parte de interpretación (percepción) que la parte física (proyección, fisiología del ojo, etc.)

 

Cuando el cerebro falla

¿Vamos bien hasta aquí?

Otra cosa que hay que tener en cuenta es que el cerebro no funciona como un ordenador.

El cerebro no aplica ‘matrices de transformación’ o funciones matemáticas para reconstruir un objeto 3D a partir de información 2D.

El cerebro funciona básicamente por reconocimiento y comparación de formas y patrones. Es una red neuronal que necesita un entrenamiento. Y una vez entrenada con las imágenes que proporcionan los ojos (a lo largo de la infancia principalmente, pero básicamente a lo largo de toda la vida) es capaz de hacer ese tipo de ‘transformaciones’ de una forma ‘orgánica’, no matemática.

La parte de la percepción visual de una persona adulta ha sido entrenada con un conjunto (increíblemente enorme) de perspectivas.

Pero en ese conjunto no han participado las perspectivas que corresponden a situaciones que el ojo ‘desnudo’ no puede alcanzar o que no son cómodas para el ojo o que son muy poco habituales.

Cuando vemos una perspectiva que se sale de ese conjunto de entrenamiento, el cerebro la va a interpretar de forma incorrecta.

Va a intentar hacer la reconstrucción 3D del objeto o de la escena, y lo conseguirá, pero fallará en la estimación de tamaños o distancias.

A esos fallos en la capa de interpretación de la percepción visual, debidos a la perspectiva, se les suele llamar deformación por perspectiva.

Y dentro de esa categoría estarían varios efectos típicos: separación de planos, deformación de las caras en retrato por ejemplo, deformación de objetos situados hacia los bordes en perspectivas muy abiertas, compresión de planos…

 

¿Cuándo hay deformación por perspectiva?

(En el contexto de la visión humana)

Respuesta corta: siempre.

La pregunta correcta sería: ¿cuándo notamos (percibimos) deformación por perspectiva?

Y la respuesta sería: depende.

De nuevo, volvemos a lo mismo: todo lo que vemos, lo vemos deformado.

Dentro de un rango de situaciones esa deformación la descuenta el cerebro. Y para esas situaciones no percibimos deformación.

Pero como es algo que depende de la percepción visual, y la percepción depende de esa capa de interpretación del cerebro, y esa capa incluye procesos mentales de alto nivel (cognitivos superiores) en los que influye el contexto: el contexto físico de la escena y muchísimos otros factores, incluyendo experiencias previas, ideas preconcebidas, etc…

… no hay una frontera que delimite cuándo percibimos que algo parece ‘deformado’ o que nos avise de que el cerebro está estimando mal distancias o tamaños.

 

No se puede medir la deformación por perspectiva.

No podemos decir: ese objeto está deformado un 4%…

Porque cada persona, o una misma persona en diferentes situaciones, puede percibir esa sensación de deformación de una manera diferente.

Sí podemos saber en qué situaciones será muy probable que la mayoría de las personas perciban ‘deformación’.

Y cuando nos vamos a situaciones extremas todas las personas notarán claramente que la escena no la perciben ‘normal’. Que extrapolando a partir de su experiencia, si una persona estuviera en la escena real, no la percibiría así.

 

Deformación por perspectiva en el día a día

En nuestro día a día, en las escenas reales cuando las vemos con nuestros ojos, no solemos percibir deformaciones por perspectiva.

Precisamente porque las perspectivas que proporcionan nuestros ojos son las habituales, las que han formado parte del entrenamiento de la red neuronal.

Pero si te fijas de forma consciente, sí podrás hacer esa separación entre lo que estás percibiendo de una escena (su forma proyectada) y cómo es la escena física real. Como hacíamos en el ejemplo del teléfono móvil.

Si no nos fijamos de forma consciente, es muy difícil percibir nada de eso.

El cerebro nos simplifica la vida y nos los da todo ‘mascadito’. En nuestra mente tenemos una reconstrucción 3D bastante fiel a lo que es la realidad física que nos rodea.

Muchas veces falla (constantemente, de hecho), pero son fallos que no nos afectan, y de los que no nos damos cuenta en absoluto.

 

Las deformaciones por perspectiva las notamos sobre todo al visualizar imágenes: fotografía, vídeo, dibujo técnico, dibujo artístico, etc.

Básicamente cuando esas imágenes corresponden a perspectivas que se salen de nuestra experiencia.

En dibujo técnico y artístico podemos recrear encuadres que serían imposibles con nuestros ojos (o si son posibles serían situaciones muy poco frecuentes).

Y lo mismo ocurre con las cámaras. Con la combinación adecuada de cámara y objetivo podemos conseguir encuadres que no podríamos conseguir con los ojos.

 

El experimento de los cubos

Volvemos a la imagen con las perspectivas de los cubos:

Perspectiva - Deformación hacia los bordes

Tengo que decir que todas las figuras corresponden a perspectivas rectilíneas teóricas ‘perfectas’ de un cubo perfecto.

La única deformación que aparece es la deformación por perspectiva (rectilínea). En la imagen no hay perspectivas hechas a ojo. No hay perspectivas que correspondan a un ojo de pez o similar.

Te conté una pequeña mentirijilla, porque como se trata de percepción, el condicionamiento (expectativas, etc.) forma parte del contexto. La mentirijilla también forma parte del experimento, no es para tomarte el pelo.

Si has marcado alguna de las figuras como ‘ojo de pez’ muy probablemente es porque yo he ‘sugerido’ que había ese tipo de perspectivas. Las perspectivas ‘inventadas’ o hechas a ojo, si no se van mucho de la geometría teórica, creo que son mucho más difíciles de detectar, sólo una persona que esté muy acostumbrada al trazado de perspectivas quizás.

Como digo, el cerebro no funciona como un ordenador (una matriz de transformación o similar), no puede decir: esa perspectiva falla por un 5%, o el ángulo de esa recta tendría que ser 7 grados en lugar de 9…

El cerebro interpreta la perspectiva de una forma muy flexible, por comparación: [ se parece a como yo vería un cubo real ] | [ no se parece a como vería el cubo real ]

Cada persona, y la misma persona dependiendo de la situación y el contexto, percibirá a veces deformación y otras veces no.

Dicho de otra forma: para percibir deformación tiene que ser una perspectiva bastante extrema o la persona tiene que estar ‘buscando’ activamente (de forma consciente) ese tipo de detalles.

 

¿Cómo los percibo yo?

Yo estoy condicionado porque tengo toda la información de contexto: cómo he trazado las perspectivas, qué quería mostrar, etc.

Repito que es una cuestión de percepción, de interpretación, no hay una respuesta objetiva y única.

En mi caso, tengo claro que la figura (e) representa un cubo muy deformado.

La (a), la (b), la (g) y la (i) me parecen formas que creo que corresponderían con lo que yo vería percibiría en la realidad.

Para las demás figuras, creo que en general las percibo con cierta ‘deformación’. Por ejemplo la (f) y la (h) me parecen más prismas que cubos perfectos.

 

¿Qué diferencias hay entre unos cubos y otros?

La única diferencia es la posición del punto de vista con respecto al cubo.

Es una perspectiva trazada a dos puntos de fuga en todos los casos (plano del cuadro paralelo a las aristas verticales del cubo).

Si hubiéramos hecho las perspectivas con cámara, simplemente tendríamos que mantener el sensor perpendicular al suelo. Esto lo vimos en el capítulo sobre objetivos tilt-shift (descentrables).

Además, en este caso tendríamos que haber mantenido siempre el plano del sensor en la misma orientación (por ejemplo paralelo a una pared hipotética que hubiera en el fondo)

Podríamos haber elegido cualquier otra posición y dirección del punto de vista, pero he elegido ésta porque sin ser tan ‘especial’ como la composición a un punto de fuga, sí permite simplificar un poco y sacar conclusiones de una forma más sencilla.

 

¿Qué tienen en común los cubos ‘no deformes’?

Que el punto de vista está relativamente lejos del cubo en la escena y que está bastante centrado en el encuadre.

 

¿Qué tienen en común los cubos ‘deformes’?

Que el punto de vista está muy cerca del cubo o que el cubo queda muy separado del centro del encuadre.

El centro del encuadre lo marca la proyección ortogonal del punto de vista sobre el plano del cuadro.

Por ejemplo, en esta situación, el observador (situado en el punto de vista) está mirando hacia el frente (proyección del punto de vista en el plano del cuadro) y ese sería el centro del encuadre. El cubo en este caso estaría situado hacia la derecha del encuadre.

 

Perspectiva - Deformación hacia los bordes

 

Por si quieres intentar replicarlo en casa, voy a indicar de forma aproximada la configuración de la escena en cada caso. Las medidas las voy a poner sin unidades, suponiendo que el lado del cubo es 1, las demás distancias son con respecto a esa unidad arbitraria.

Si tienes un cubo en casa, por ejemplo de unos 50cm de lado para facilitar las cosas y minimizar errores (p.e. posición de la pupila de entrada), puedes intentar replicar las perspectivas utilizando una cámara.

El cubo permanece siempre en la misma posición y orientación, no se toca. La distancia del punto de vista es con respecto a la arista más cercana. En los casos [ a, b, c, d, e, f ] la línea de horizonte (altura del punto de vista respecto al suelo) es de aproximadamente 1.5 unidades. En los casos [ g, h, i] la línea de horizonte está a unas 3 unidades de altura.

  • (a) Punto de vista centrado y a unas 4 unidades (si el lado del cubo mide 50cm, el punto de vista estaría a 2 metros)
  • (b) Punto de vista a 2 unidades y centrado
  • (c) Punto de vista centrado a aproximadamente 1 unidad de distancia
  • (d) Punto de vista a 1 unidad de distancia, desplazado a la derecha aprox. 1 unidad  (la arista izquierda del cubo corresponde con un ángulo de visión horizontal de unos 60 grados)
  • (e) Punto de vista a 1 unidad, desplazado a la izquierda 1 unidad (la arista derecha corresponde a un ángulo de visión de unos 80 grados)
  • (f) Punto de vista a unas 4 unidades, desplazado a la izquierda 1 unidad (ángulo de visión de unos 80 grados para que aparezca en el encuadre)
  • (g) Punto de vista a unas 8 unidades, desplazado a la izquierda 1 unidad (ángulo de visión de unos 60 grados)
  • (h) Punto de vista a unas 8 unidades, desplazado 3 unidades a la izquierda (ángulo de visión de unos 80 grados)
  • (i) Punto de vista a unas 4 unidades, desplazado a la derecha 0.5 unidades (ángulo de visión de unos 40 grados)

 

 

Explicación

En una escena real, si el cubo es relativamente pequeño o tenemos espacio suficiente para alejarnos, siempre lo vamos a percibir como (a) o (b) o cualquier otra perspectiva con el punto de vista centrado en el objeto.

En situaciones en las que no tenemos mucho espacio, podríamos llegar a percibirlo como (c), pero no sería nuestro punto de vista preferido ni el más habitual.

Y esos casos (como el c) corresponderían con el efecto de separación de planos: la arista más cercana se ve mucho más grande en comparación con las otras, el cerebro pierde la referencia de distancias y percibe el cubo ‘deformado’.

Todas las demás situaciones, en las que el cubo queda alejado del centro del encuadre no corresponderían con una situación real, del comportamiento de un observador de la escena.

Para entenderlo vamos a ver por ejemplo el caso del cubo (f)

La siguiente imagen representa cómo vería una cámara la escena y cómo la vería un observador humano sin mover la cabeza:

 

Perspectiva - Deformación hacia los bordes

 

Las líneas de puntos y los colores son una forma de indicar qué zonas veríamos más nítidas y que zonas veríamos más borrosas.

Del cubo sólo veríamos una especie de bulto borroso porque se encuentra más allá incluso de la visión periférica media. Sabemos que está ahí, para eso está la visión periférica, pero es imposible que sepamos cómo es su forma.

Es muy posible que la imagen del cubo en esa situación ni siquiera corresponda a una perspectiva rectilínea en el ojo, porque es proyectada sobre la superficie esférica de la retina, muy fuera de la fóvea. Pero da igual, porque no sabemos cuál es su forma ni sus detalles.

 

Esa situación (la perspectiva que recrea la cámara) no se daría nunca con un observador humano en una escena real normal.

Esa persona giraría la cabeza para ver qué es esa ‘cosa’ que está ahí en su visión periférica.

Nos tendrían que sujetar la cabeza de alguna forma para evitar que hagamos ese tipo de movimientos, porque forman parte del funcionamiento de la visión, en el que intervienen además los mecanismos de atención.

No giraríamos la cabeza si ese elemento no nos llama la atención en absoluto o hay otros elementos de la escena que nos llaman mucho más la atención.

Pero lo que está claro es que nunca vamos a percibir el cubo tal como aparece en la foto: si nos llama la atención giraremos la cabeza, si no nos llama la atención ni siquiera lo percibiremos como forma-objeto, y no sabremos cuál era su forma exacta.

Y al girar la cabeza, el observador tendría una vista detallada del cubo, pero con una perspectiva diferente (ha movido el plano del cuadro):

 

Perspectiva - Deformación hacia los bordes

 

La cámara o el trazado de la perspectiva en dibujo técnico nos da la posición (con respecto a otros elementos de la escena) y la forma del cubo, todo a la vez, en una única perspectiva global.

El observador humano realiza sin embargo una reconstrucción diferente de la escena:

  • El cubo está en la posición que corresponde (coherente con las posiciones relativas de los demás elementos de la escena)
  • Pero la forma del cubo percibida sería totalmente diferente. En este ejemplo correspondería casi a una perspectiva frontal (1 punto de fuga), y no se parecería a la forma del cubo en la perspectiva global que hace la cámara.

 

Esa discrepancia entre lo que percibimos en una situación real y lo que percibimos al contemplar la representación (f) del cubo es lo que nos hace sentir o percibir cierta deformación en el cubo (f).

Dicho de otra forma…

La red neuronal del cerebro que corresponde a la interpretación de perspectivas nunca ha sido entrenada con perspectivas parecidas a las de la figura (f). Es imposible, porque nuestros ojos nunca proporcionarían una versión nítida de esa perspectiva.

Pero como la red neuronal es tan flexible, aunque ‘notamos’ cierta deformación al ver esa perspectiva, tampoco nos explota la cabeza: reconocemos perfectamente que se trata de una especie de cubo o un prisma.

Si ese objeto está integrado en una foto por ejemplo, y su forma no es vital para la interpretación global de la escena, es muy posible que esa discrepancia (deformación) pase totalmente desapercibida.

Si el objeto es un elemento muy reconocible (la forma del cuerpo humano, caras, círculos, esferas, objetos geométricos muy reconocibles, sobre todo con forma de ‘caja’, cuadrados…) nos llamará mucho más la atención y percibiremos más claramente la deformación.

Si esos objetos son irregulares, orgánicos, etc. como ocurre en escenas de paisaje, naturaleza… es muy difícil que percibamos ese tipo de deformaciones a menos que sean muy exageradas: elementos que estén muy próximos al punto de vista o muy alejados del centro encuadre usando angulares extremos.

 

Reglas prácticas y conclusiones

Me da miedo usar la palabra ‘regla’, porque creo que mal utilizada puede hacer más daño que otra cosa.

Las ‘reglas de composición’ en fotografía son un ejemplo del daño que puede hacer sobre-simplificar las cosas, reducirlas a unas recetas restrictivas y luego inventar propiedades mágicas y místicas partiendo de la receta. Pero bueno, eso daría para otra serie.

Como ocurre con esas ‘reglas’, lo importante es entender qué se esconde detrás y cómo podemos aprovechar ese conocimiento.

A lo largo del artículo hemos visto:

  • Cómo afectan las limitaciones del ojo: ángulo de visión muy estrecho
  • Cómo compensa el cerebro esa limitación: movimiento de ojos y cabeza
  • Ese mecanismo hace que la reconstrucción de la escena de un observador sea diferente que la que hace una cámara
  • Cuando observamos una foto o el trazado de una perspectiva puede haber objetos cuya forma en la perspectiva global no coincida con la reconstrucción mental que haríamos de ese objeto en persona
  • La discrepancia la percibimos como ‘deformación’
  • Esa sensación de ‘deformación’ es algo continuo y sutil: no existe una frontera entre objetos ‘normales’ y objetos ‘deformes’
  • Esa sensación de deformación forma parte de la percepción (capa de interpretación del cerebro), y por lo tanto intervienen un montón de factores y procesos mentales que incluimos en lo que llamamos contexto.
  • No hay nada en la geometría de la perspectiva rectilínea que nos diga si un objeto está deformado o no (o dicho de otra forma: todos los objetos aparecen deformados en la perspectiva)

 

Desde un punto de vista práctico, hemos visto que la deformación es más perceptible cuando:

  • El punto de vista está muy cerca del objeto de interés
    La distancia la medimos desde el punto de vista hasta el plano (paralelo al plano del cuadro) que contiene al objeto
  • El punto de vista (centro del encuadre) está muy desplazado con respecto al objeto de interés
    Esta distancia la medimos mejor como ángulo con respecto al eje óptico

 

¿Cuándo tendremos más probabilidades de percibir objetos deformados por la perspectiva en nuestras fotos?

  • Cuanto más angular sea el objetivo, más probabilidades de incluir elementos muy alejados del centro del encuadre
  • Cuanto más angular, más probabilidades de incluir elementos cercanos al punto de vista y que cumplan el punto anterior
  • Si el plano del cuadro (plano del sensor) está inclinado con respecto a la posición habitual del objeto (picado, contrapicado, etc.) posiblemente se hará más evidente esa sensación de deformación.
  • Si nos vamos al otro extremo y elegimos teleobjetivos (ángulo de visión muy estrecho) el cerebro fallará a la hora de interpretar las distancias de separación de los objetos, y tendremos el efecto de compresión de planos.

 

Ya lo he comentado a lo largo de toda la serie, pero no está de más repetirlo: la deformación por perspectiva es en última instancia una cuestión relacionada con la percepción (y con la perspectiva lógicamente, si no no se llamaría así), NO tiene nada que ver con la distorsión óptica que pueda introducir un objetivo o una lente (distorsión de barril, de cojín, etc.) y no tiene nada que ver con la proyección no rectilínea que hacen los objetivos de tipo ojo de pez o similares.

 

¿Qué podríamos hacer para evitar deformación por perspectiva en nuestras fotos?

Si elegimos un objetivo con una distancia focal equivalente ‘normal’, el propio objetivo nos obligará a elegir un punto de vista suficientemente alejado del objeto, el ángulo de visión relativamente estrecho nos obligará a que el objeto aparezca bastante centrado en el encuadre (con respecto a un objetivo más angular), y también ese ángulo de visión hará que sea menos probable que entren en el encuadre elementos problemáticos.

En este artículo hablo un poco más de qué es un objetivo normal o estándar.

Si necesitamos usar un objetivo muy angular, podríamos intentar sacar del encuadre aquellos elementos que estén muy cerca del punto de vista y muy alejados del centro del encuadre, sobre todo si son elementos muy reconocibles: formas geométricas básicas (círculos, esferas, cubos…) y la forma humana (personas, caras, etc.)

 

Perspectiva - Deformación hacia los bordes

 

Una regla empírica podría ser intentar sacar del encuadre elementos muy característicos que estén más allá de los 30 grados con respecto al centro del encuadre, sobre todo si esos elementos están en un plano muy cercano.

Esta regla se utiliza por ejemplo en dibujo técnico, en trazado de perspectivas cónicas.

Los objetivos normales cumplen que su ángulo de visión horizontal está por debajo de los 60 grados (30 grados a cada lado), es uno de los motivos por los que usar un objetivo normal reduce la posibilidad de que aparezca algún elemento con ‘deformación’.

Hablo todo el tiempo de barrido horizontal, ángulo de visión horizontal, etc. porque me parece más sencillo para entender estos conceptos, pero lo mismo aplicaría en cualquiera de las direcciones.

Tanto la fisiología del ojo, sus movimientos, y los movimientos de la cabeza están más adaptados a ver en ‘horizontal’, como una foto apaisada o una panorámica horizontal.

Para no complicar podemos suponer esa especie de ángulo sólido o cono de 30 grados, pero estaría más bien achatado por arriba y por abajo.

Si hacemos la foto en vertical, en lugar de apaisada, hay que tener en cuenta que ese valor empírico del ángulo sería algo menor.

 

La relación de aspecto también puede influir a la hora de discriminar qué elementos entran en el encuadre y cuáles quedan fuera. Y por tanto influye en la percepción y en las sensaciones tanto en foto como en vídeo.

Los formatos panorámicos (16:9 y los ultra panorámicos del cine) son más propensos a introducir elementos con deformación por perspectiva. Puedes echar un vistazo al artículo sobre objetivos anamórficos y su uso en el cine.

El formato 4:3 probablemente casa mejor con la percepción visual humana.

El formato 3:2 de muchas cámaras sería una especie de compromiso (no hay realmente mucha diferencia con respecto a 4:3)

Aquí tienes más información por si te interesa el tema: Composición: el formato y la relación de aspecto en fotografía y vídeo

 

Esto también quiere decir que  jugando simplemente con el recorte en edición podemos cambiar bastante la percepción que tenemos de una escena. De hecho, lo vimos por ejemplo en el capítulo de separación de planos y angulares.

 

Si necesitamos hacer una toma muy muy abierta a veces puede interesar hacer una panorámica.

Una panorámica se construye uniendo varias imágenes tomadas con un ángulo de visión más estrecho.

En una panorámica típica (no las que hace un objetivo tilt-shift) cada toma corresponde con una perspectiva diferente, porque giramos el plano del cuadro (plano del sensor) mientras barremos la escena.

Esa forma de barrer la escena es muy similar al comportamiento de la visión humana.

Para construir la imagen final hay que coser (stitching) las diferentes tomas y hay que elegir una proyección para mapear las perspectivas individuales de una forma coherente.

Si en ese paso elegimos una proyección rectilínea, sería equivalente a usar un objetivo rectilíneo y tendríamos el riesgo de que se perciba mucha deformación hacia los bordes.

Pero si elegimos una proyección curvilínea (cilíndrica, Mercator, Panini…), aunque algunas de las líneas rectas dejan de ser rectas, la percepción global para un observador de la imagen será probablemente más natural.

Con ese tipo de proyecciones, si la escena contiene muchas rectas (entornos urbanos, etc.) el observador puede notar la ‘distorsión’ que corresponde a las rectas, que ahora aparecen curvadas (sería similar a una distorsión de barril), pero incluso así, la percepción de los elementos hacia los bordes y el conjunto de la imagen será probablemente más natural.

 

Si necesitamos usar un teleobjetivo, la compresión de planos no es un efecto tan perceptible (en el sentido de deformación) y la forma de minimizarlo sería buscando el encuadre más adecuado. Ya lo veremos en el capítulo sobre la compresión de planos.

 

Recuerda: hay que entender las causas, no memorizar las reglas. Las reglas son útiles cuando no tenemos tiempo para pensar y tenemos que tomar decisiones rápidas en el momento de hacer la foto.

Usar un angular no implica que las imágenes incluyan deformación por perspectiva.

Usar un objetivo ‘normal’ no asegura que desaparezcan las deformaciones por perspectiva (aunque será más difícil que se den las condiciones).

Los objetivos no hacen nada mágico ni ‘conspiran’ para deformar las cosas.

La distancia focal del objetivo (su ángulo de visión si lo quieres ver así) aumenta o disminuye las probabilidades de generar perspectivas que se salgan de lo ‘normal’, pero el objetivo en sí no tiene nada que ver con la ‘deformación’ por perspectiva.

La deformación es una discrepancia entre la percepción y la proyección rectilínea ‘global’ de una escena.

 

 

Siguiente capítulo de la serie: Qué es un objetivo normal o estándar

 

Capítulo inicial sobre la Perspectiva en fotografía.

Todos los artículos de la serie sobre perspectiva en fotografía

 

Qué llevo en mi mochila y análisis de la K&F Concept Alpha Backpack

Análisis y opinión personal sobre la mochila K&F Concept Alpha Backpack. Pros y contras, experiencia de uso, a quién va dirigida, precio…

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack

 

 

Introducción

Antes del lanzamiento en Europa de la mochila K&F Concept Alpha Backpack, K&F Concept me envió la mochila para que la probara y para que publicara mis impresiones.

Y por otro lado, hablando con los responsables de la marca me propusieron la idea de comentar qué equipo suelo llevar en la mochila, para da un poco más de contexto. Y me pareció buena idea.

Como ha habido cierto retraso con la distribución en Europa, he tenido la posibilidad de probar la mochila durante varios meses.

Como digo siempre en estos casos, todo lo que comento sobre el producto son mis impresiones y mi experiencia personal. Si un producto no me convence, no me molesto en publicar un artículo. Así que (spoiler alert) si estás leyendo esto es que probablemente se trata de un producto que me parece interesante y que podría recomendar sin ningún problema.

Más abajo comento sobre mi experiencia con la mochila, sus pros y contras, y mi opinión sobre este producto.

Por si te sirve a la hora de decidir si podría ser interesante para ti o no.

Así que allá vamos…

 

¿Qué llevo en mi mochila?

Pues la verdad es que depende muchísimo de la situación.

Tengo que decir que tengo varias mochilas (mochilas, bandoleras, bolsos de hombro…). No todas son específicas para material fotográfico.

Y he ido comprando esas mochilas no porque tenga un enorme equipo fotográfico, sino porque al final es imposible tener una mochila (o bolso, etc.) que sirva para todas las situaciones.

En unos casos necesitas mucho espacio.

En otros casos necesitas ir con lo mínimo imprescindible (y llevar un mochilón gigante es un incordio).

Por ejemplo, no es lo mismo ir dando un paseo por la ciudad que hacer una ruta de senderismo o perderte en un bosque o hacer un viaje turístico…

 

En mi caso doy mucha prioridad a llevar el equipo más pequeño y ligero posible.

Soy fotógrafo aficionado, y lo que quiero es disfrutar con la fotografía, no acabar agotado y harto de todo por culpa del equipo.

Mi equipo actual forma parte en su mayoría del sistema Micro 4/3: Olympus y Panasonic.

La cámara a la que tengo más cariño es mi vieja Olympus E-M10 (la versión 1) que sigue funcionando como el primer día y que me encanta para viajes.

Mi cámara principal actualmente es la Olympus E-M1 mark II, una pequeña bestia.

Y luego suelo probar cámaras de diferentes marcas y sistemas. Cuando estoy probando alguna cámara, el equipo que suelo llevar es el cuerpo y 1 o 2 objetivos de ese sistema, y poco más.

En una situación típica podría llevar en la mochila:

  • La E-M1 mark II con la E-M10 como respaldo
  • El Olympus 9-18mm, para edificios, paisaje y fotografía de ‘viaje / turismo’ en general
  • Un 25mm, normalmente llevo el Panasonic 25mm f/1.7, para interiores,  para retrato, etc.
  • El Olympus 40-150mm, increíblemente pequeño y ligero, y que ofrece una calidad de imagen más que decente, para situaciones en las que necesito un tele (es un 300mm equivalente en este sistema)
  • Opcional: el Olympus 45mm f/1.8 para retrato (en lugar del 25mm, aunque son tan pequeños que puedo llevar los dos sin problema).
  • Opcional: Si voy a algún sitio donde puede haber aves o animales, intento incluir el Olympus 75-300mm (en lugar del 40-150mm).
  • Filtro ND variable
  • Filtro ND 1000
  • Soplador de polvo, cepillo suave para limpieza de objetivos, gamuzas, líquido para lentes, etc
  • Baterías de repuesto según las cámaras que lleve
  • Cargadores, si se trata por ejemplo de un viaje. Luego los cargadores y todo lo que no necesito lo dejo en el hotel.
  • Opcional: trípode (anclado a la mochila con correas o en bolso lateral, etc.)
  • Y lo más importante: una moneda de 5 céntimos para usar como destornillador para apretar el tornillo de la placa de liberación rápida del trípode (y una llave Allen por si acaso, para las patas del trípode)

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack - equipo

 

A veces también alguno de mis objetivos antiguos de cámaras analógicas, que los suelo utilizar bastante cuando tengo tiempo, pero en general o llevo objetivos modernos o llevo objetivos analógicos (que además pesan muchísimo más). Y cuando quiero usar analógicos, lo normal es que elija uno concreto y salga con la cámara, ese objetivo y poco más, simplemente para disfrutar la experiencia de uso.

No siempre utilizo mochilas específicas de fotografía.

Por ejemplo, en muchos viajes, las cámaras y objetivos los llevo dentro de una mochila de viaje (que puedo llevar en cabina en caso de viajar en avión). En esos casos el equipo va protegido en el interior de un apartado acolchado independiente que reutilizo en diferentes mochilas y bolsos. La E-M10 con mis tres objetivos ‘de viaje’ no ocupan nada.

Para rutas de senderismo más o menos largas suelo llevar una mochila específica de senderismo (que incluye cinturón de descarga para que el peso descanse en la cadera, no en la espalda) y la cámara y objetivos van en el mismo apartado acolchado que utilizo con la mochila de viaje.

Cuando sé que voy a necesitar cierto equipo extra, accesorios, etc. utilizo ya una mochila específica para equipo fotográfico.

He estado utilizando la de K&F Concept durante unos meses, así que voy a comentar sus características más importantes y mi experiencia con ella.

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack

La primera impresión es que es una mochila muy bien construida, con buenos acabados.

Los materiales se ven muy robustos.

No sé cómo se comportará a muy largo plazo (por ejemplo el tema de costuras, sobre todo en los puntos que soportan más carga), el tiempo lo dirá, pero en principio parece muy resistente.

Hay que tener en cuenta que no es una mochila pensada para llevar equipo muy pesado.

Está pensada sobre todo para ofrecer comodidad y flexibilidad de uso, y una protección bastante alta del equipo.

Es una mochila de unos 25 litros, pero ten en cuenta que en este tipo de mochilas con espacios independientes y apartados para equipo ese dato no es muy relevante. Es más importante que esos espacios se ajusten bien a nuestras necesidades. Cada uno utilizará equipo diferente en situaciones diferentes.

La veo por ejemplo una excelente opción para turismo, para callejear, para salidas al campo ‘suaves’ (no senderismo), para viajes… Es una mochila muy ‘urbana’, por decirlo de alguna forma.

En definitiva, situaciones en las que no necesitas llevar muchísimo equipo o muy pesado y buscas ese extra de protección (protección física y cierta protección frente a robos).

 

Mochila y bandolera

Una de las características más destacadas es que se puede transformar rápidamente en bandolera.

Los tirantes se pueden quitar con un sistema de enganche rápido situado en la parte superior.

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack - bandolera

 

Simplemente hay que quitar uno de los tirantes (lo guardamos en la mochila) y el otro lo ponemos cruzado.

La ventaja de la bandolera es que la puedes girar hacia el frontal de una forma muy sencilla, para tener acceso al equipo por el lateral.

Esa postura (con la mochila situada a la altura del pecho) también se puede aprovechar para añadir un punto de estabilidad cuando haces fotos a mano alzada: la mochila te sirve de apoyo para el codo del brazo que sujeta el objetivo y se consigue una mayor estabilidad.

De todas formas, no hace falta convertirla en bandolera para pasar la mochila a la parte frontal. Se puede hacer igualmente con la configuración normal de mochila y se puede cruzar por la parte izquierda o por la parte derecha, según a qué lateral quieras acceder (porque se puede acceder al equipo por los dos laterales).

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack

 

Espacios independientes

La mochila está dividida en varios espacios independientes:

  • Un apartado en la parte superior, en el que podemos llevar equipo fotográfico o lo podemos usar por ejemplo para llevar algo de ropa, el bocadillo, etc.
  • El espacio principal en la parte inferior, para el equipo fotográfico, que podemos organizar mediante los separadores con velcro.
  • Un espacio en la parte trasera para un portátil pequeño y/o una tablet, documentación, etc.
  • Multitud de bolsillos para accesorios, documentos, etc. en diferentes zonas de la mochila.

 

Espacio superior

El espacio superior se puede configurar de dos formas, según el volumen que necesitemos.

Si necesitamos más volumen podemos usar la cremallera interior, de forma que la tapa superior puede quedar más arriba.

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack

 

En la configuración normal, la cremallera interior está abierta y la solapa que usa esa cremallera va plegada hacia el interior para que no estorbe.

En la parte posterior encontramos unos pequeños bolsillos donde podemos guardar elementos pequeños.

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack - superior

 

En la imagen superior, la funda naranja no forma parte de la mochila, son fundas para objetivos, para evitar que los objetivos situados en ese espacio rocen entre sí o se golpeen.

El acolchado que sirve de base se puede configurar en varias posiciones. Se despegan los laterales y lo podemos doblar.

Yo lo he llevado siempre en la configuración normal que trae la mochila por defecto.

 

Espacio principal configurable

Está situado en la parte inferior de la mochila.

Se puede configurar mediante los separadores semirrígidos, que sirven además para proteger el equipo de golpes.

Los separadores son de muy buena calidad.

La mochila está pensada para llevar una cámara mediana o grande y unos tres objetivos de tamaño normal.

Si usas algún teleobjetivo muy grande tendrías que reconfigurar probablemente la distribución interior para que quepa y vaya protegido.

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack - principal

 

Para que te hagas una idea a partir de la imagen anterior: si subimos el suelo del espacio superior y abrimos el separador de la derecha (en la parte superior de la imagen), podríamos llevar un objeto (cámara con el objetivo montado por ejemplo) que ocupe unos 35 x 13 x 13 cm aproximadamente. Aunque iría un poco justo, creo yo. Y en ese caso perderíamos gran parte del espacio superior.

Y apurando un poco más, se podría ‘anular’ el espacio superior, se podría usar la cremallera interior para expandirlo, y ganaríamos unos 4 o 5 centímetros más de largo. Pero pienso que sería una configuración poco práctica. Si necesitas llevar un teleobjetivo muy grande, con su parasol y todo por ejemplo, seguro que hay otras opciones en el mercado que se adaptarían mejor.

 

El espacio interior principal (manteniendo el suelo del espacio superior tal cual aparece en la imagen) tiene unas medidas aproximadas de 24 cm (ancho) x 22 cm (alto) x 14 cm (profundo).

La profundidad varía entre unos 12 cm en los laterales y unos 14 cm en la parte central sobre la que va la tapa trasera.

Este espacio principal tiene tres accesos independientes:

  • La tapa trasera, que daría acceso a todo el interior.
    Esta apertura puede ir protegida por las tiras que dispone la mochila (por ejemplo las podemos cruzar para evitar que nos abran la mochila desde atrás sin que nos demos cuenta)
  • Las aperturas laterales, tanto izquierda como derecha.

Los accesos laterales son muy cómodos, y son los que utilizo la mayoría de las veces: simplemente te quitas uno de los tirantes y giras la mochila (hacia la izquierda o la derecha según al apartado que quieres acceder) para colocarla al frente.

 

Espacio para portátil / tablet

La parte posterior de la mochila se abre mediante una cremallera para dar acceso a varios apartados pensados para llevar un ordenador portátil, una tablet, documentación, etc.

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack - portátil

El espacio destinado al portátil / tablet incluye su propio acolchado.

No es necesario abrir toda la cremallera como aparece en la foto de arriba. Normalmente sólo hay que abrir la parte superior, y desde ahí tendremos acceso al portátil o la tablet.

Cabe un portátil de unas 15 pulgadas.

Este espacio está muy bien protegido.

 

Funda impermeable

La propia mochila, sin nada más, ofrece una protección bastante buena en caso de lluvia ligera. Yo creo que en la mayoría de las situaciones no sería necesaria la funda.

Pero, por si acaso, en la parte inferior incluye un apartado donde va la funda impermeable doblada.

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack - funda

La funda cubre toda la mochila, excepto la zona que va pegada a la espalda.

El apartado donde se guarda la funda plegada se cierra mediante velcro.

 

Cremalleras con protección al agua

Todas las cremalleras exteriores disponen de un sistema (cremallera invertida) que sella el cierre para evitar que entre agua.

No es un sellado hermético, pero es un sistema que funciona muy bien.

Además, las cremalleras quedan camufladas y da la impresión de que son en realidad adornos o costuras de la mochila.

Correas auxiliares / anti-robo

Incluye 3 correas auxiliares que permiten muchas configuraciones diferentes.

Por defecto, dos de las correas van cruzadas en la parte posterior para proteger la tapa trasera y evitar que abran la mochila sin que nos enteremos.

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack

La otra correa se utiliza por defecto como correa de pecho, para ajustar los tirantes principales de la mochila y que vaya más sujeta.

Las correas se pueden anclar mediante unos ganchos en unas tiras de material resistentes que están situadas en diversos lugares de la mochila.

Por ejemplo, se puede usar una de las correas para asegurar el trípode si lo llevamos en uno de los bolsillos laterales.

También se pueden usar dos de las correas para colocar el trípode o cualquier otro objeto en la parte inferior de la mochila.

 

Concept Alpha Backpack

 

Además de las correas cruzadas, las cremalleras de la tapa trasera y de la tapa superior incluyen en sus extremos un sistema anti-robo adicional.

Son unas tiras que evitan que el tirador de la cremallera se pueda mover libremente.

Las tiras se cierran y se abren mediante un pequeño botón con cierre de presión.

No es que te vaya a garantizar que no te puedan abrir la mochila, pero dificulta mucho más y es más fácil que notes ese ‘clic’ o ese tirón si alguien intenta abrir la cremallera.

 

Otros detalles de la mochila

Facilidad para llevarla sobre una maleta con ruedas / trolley. En la parte de la espalda se puede separar el acolchado (está unido con velcro en el centro) para pasar por ese espacio la barra de la maleta con la empuñadura. La mochila quedaría apoyada lateralmente sobre la maleta y anclada en el tirador.

Incluye un asa lateral, por ejemplo para cuando separamos la mochila de la maleta o para situaciones en las que sea más cómodo llevarla así.

El acolchado de la zona de la espalda incluye un bolsillo ‘secreto’ que se cierra con un pequeño imán.

 

Experiencia de uso

Es una mochila que me ha gustado mucho.

Antes de recibir la mochila tenía la idea de que sería un producto de gama media o media baja, pero la verdad es que es una mochila bastante premium, con muy buenos acabados, materiales que no había visto antes en otras mochilas, un montón de apartados diferentes, y que ofrece una protección muy alta para el equipo.

Es una mochila bastante rígida. Comparando con mis otras mochilas y bolsos, creo que es la que me ofrece más garantías en ese sentido (protección del equipo).

Conserva la forma tanto si está llena como vacía.

Es muy cómoda, pero ten en cuenta que la comodidad dependerá sobre todo del peso que lleves.

Es una mochila pensada para ir con el equipo justo y necesario. Para callejear y para moverte por ahí mientras haces foto, grabación de vídeo, etc.

Aunque la puedes usar como mochila de transporte para llevar más equipo, por ejemplo si vas en coche y no vas a tener necesidad de cargar con la mochila todo el tiempo.

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack - Experiencia de uso

 

El acolchado de la espalda es muy bueno, muy cómodo.

Va separado de la propia mochila en la parte central para pasar el tirador de una maleta (tipo trolley por ejemplo) y facilitar el transporte en viajes.

No es una mochila para llevarla en la espalda cargada con muchísimo peso porque no tiene cinturón de descarga (el cinturón que va sobre la cadera para que el peso descargue sobre las piernas, no sobre la columna y los hombros)

Y además no está pensada para eso.

Es una mochila para llevarla por ejemplo de viaje y una vez allí usarla para callejear, visitar lugares… moverse con ella por los lugares donde vas haciendo fotos o para tener la cámara lista rápidamente si surge la ocasión.

Tiene un tamaño medio, así que no es aparatosa para ir en transporte público, avión, etc.

Y tiene una forma y unos colores discretos, no llama mucho la atención (de los amigos de lo ajeno) ni parece una mochila fotográfica reconocible. Claro que si llevas un trípode no haría falta ser un genio para deducir que llevas cámara y equipo.

 

Mochila K&F Concept Alpha Backpack

 

Al principio, con las correas auxiliares hay que tener paciencia porque sus ganchos son a veces difíciles de desenganchar. Luego ya más o menos te acostumbras.

La verdad es que esas correas dan mucho juego, para asegurar objetos a la mochila y evitar que se caigan: trípode, ropa, etc.

La correa frontal de pecho apenas la he usado. La he llevado guardada dentro por si la necesitaba para sujetar algo. Viene bien por ejemplo para asegurar el trípode si lo llevas en uno de los bolsillos laterales.

Hablando de bolsillos, la mochila tiene muchos.

Los dos bolsillos laterales, para poner por ejemplo el trípode, una botella de agua, el bocadillo…

Y en el interior muchos bolsillos y apartados para guardar todo tipo de accesorios pequeños.

Por ejemplo, en cada uno de los accesos laterales: en la parte exterior está el bolsillo externo para trípode, etc. y en la parte interior diferentes bolsillos y apartados para accesorios pequeños.

Los bolsillos interiores de los laterales van cerrados con una cremallera.

En uno de los accesos laterales tiene 4 separadores para tarjetas de memoria por ejemplo, baterías o accesorios de tamaño similar.

En el espacio superior también tenemos un par de apartados y en el espacio destinado al portátil…

Cuando he llevado trípode, lo he colocado normalmente en uno de los bolsillos laterales. Si es un trípode pequeño no hace falta asegurarlo con alguna de las correas, aunque se puede hacer, por ejemplo si vas en transporte público o similar puede ser buena idea poner la correa como medida de seguridad adicional.

Pero también he probado a colocar el trípode en la parte inferior, atado con dos de las correas auxiliares. Es la posición más cómoda cuando llevas la mochila a la espalda, aunque se pierde un poco más de tiempo en desenganchar el trípode cuando lo quieres usar.

Porque la gracia de esta mochila es precisamente la facilidad de acceso al equipo a través de los laterales. Cuando en los laterales (en sus bolsillo externos) llevas por ejemplo el trípode y una botella grande de agua, el acceso es igualmente posible, pero se hace más engorroso.

Las gomas que protegen las cremalleras me parecen una idea genial. No sé realmente si esa parte se acabará estropeando con el uso intensivo, roces, etc.

Por lo demás, como digo, me ha gustado mucho. Me he sentido muy cómodo usándola.

En mi caso, como suelo llevar el equipo mínimo indispensable y es equipo bastante pequeño, normalmente me ha sobrado bastante espacio.

Tienes que valorar si se adaptaría a ti, en función del equipo que sueles llevar y también en función de las situaciones de uso más habituales.

Voy a comentar ahora los pros y contras a partir del uso que he hecho hasta ahora.

 

 

Cosas que me gustan de la mochila K&F Concept

  • Muy buena construcción y materiales.
  • Ofrece una protección excelente.
    Es una mochila bastante rígida y el equipo está protegido en el interior por los separadores acolchados.
  • Los separadores del espacio principal son de muy buena calidad. De los mejores del mercado, no son los típicos de espuma, tienen una estructura semirrígida.
  • Muy buena la opción de que se pueda convertir en bandolera.
    Para transporte, y si tienes que estar mucho tiempo con la mochila a cuestas, es mejor el sistema de dos tirantes (mochila tradicional).
    Pero cuando estás en un lugar haciendo fotos y no llevas mucho peso, a veces es mucho más práctico el sistema de bandolera para tener acceso rápido a la cámara desde el lateral.
    En cualquier caso, sea cual sea la preferencia de cada uno, al menos te da la posibilidad de usarla de una forma o de otra.
  • Buen equilibrio entre tamaño y capacidad.
    Esto realmente no dice nada, porque como he comentado anteriormente cada situación es diferente. A veces parece que no hay mochilas en el mucho para guardar todo lo que te quieres llevar (normalmente es un error querer llevar ‘todo’) y otras veces quieres salir con lo mínimo y da pereza llevar una mochila.
    Pero en cualquier caso me parece un tamaño adecuado para cubrir diferentes situaciones.
  • Es una mochila bastante discreta.
    No es una mochila que anuncie que estás llevando en su interior equipo fotográfico caro y apetecible (reclamo para ladrones). Aunque lógicamente los ladrones no son tontos y si vas con la cámara en mano no hace falta echar muchas cuentas… Pero mientras vas en modo transporte no es una mochila que anuncie claramente qué hay en su interior.

 

 

Cosas que no me gustan tanto

  • No tiene cinturón de descarga.
    Es una mochila pensada para llevar equipo relativamente ligero, y para moverse con ella mientras estás haciendo fotos.
    Por lo tanto, si en tu caso vas a llevar mucho peso durante mucho tiempo es importante que elijas una mochila que tenga cinturón de descarga para que el peso de la carga recaiga sobre la cadera y las piernas, no sobre los hombros y la columna.
  • Al principio hay que pelearse con el sistema de anclaje de las correas auxiliares (sobre todo pillarle el truco a desengancharlas).
  • La mochila es rígida. Conserva su forma tanto si está llena como si está vacía.
    Eso está muy bien para proteger el equipo contra golpes externos o si se nos cae la propia mochila por accidente.
    Pero también implica que la mochila en sí, aunque esté vacía, va a ocupar todo su volumen.
  • El acceso al equipo desde la apertura trasera no siempre es rápido.
    El hueco de la apertura trasera es un poco más pequeño que el volumen interior (la apertura hace como una especie de embudo).
    La estructura y el diseño está pensado para ofrecer esa protección adicional.
    Pero a veces, cuando quieres sacar por ejemplo un objetivo, si es un poco grande, o la cámara con un objetivo algo aparatoso montado, hay que ‘maniobrar’ un poco.
    Por eso suele ser mucho más práctico utilizar los accesos laterales.
  • El precio
    Es una mochila de gama alta, es muy completa, y vale lo que cuesta, eso no lo discuto.
    Pero no es una mochila barata.

 

 

Conclusiones y valoración personal

Me parece una mochila muy práctica y que se adapta bien a muchas situaciones y a muchos tipo de uso.

Es lo que podríamos llamar una mochila urbana. Está pensada sobre todo para callejear, ir en transporte público y moverse con un equipo relativamente ligero mientras vas haciendo fotos, vídeo, etc.

No está pensada como mochila de transporte para llevar kilos y kilos de equipo a la espalda. Aunque sí se podría usar para llevar bastante equipo si por ejemplo vas en coche y apenas tienes que moverla de sitio.

Desde mi punto de vista ofrece mucha protección: la estructura semirrígida, los separadores de muy buena calidad y los diferentes acolchados. Y además los detalles anti-robo.

Buenos materiales y construcción.

La durabilidad depende de muchísimos factores, incluyendo las condiciones de uso.

Yo la he usado durante unos meses y todo sigue en su sitio. Algunas partes externas, que son como de cuero sintético, tienden a ensuciarse más, pero es algo estético. Y la pintura negra de los enganches metálicos de los tirantes (el sistema de enganche rápido que va en la parte superior) salta a poco que uses la mochila. No se ve, sólo cuando desenganchas el tirante para convertirla en bandolera o similar.

El criterio decisivo para mí sería el precio, que está en la zona de los 200 euros. Es una mochila en la parte de gama alta, premium.

Hay que pensar que el equipo que queremos proteger es mucho más caro (cámara, objetivos, portátil). El tema de las mochilas hay que verlo como una inversión: protección para el equipo y a la vez comodidad de uso.

Cada uno tiene que valorar e intentar conseguir el mejor compromiso posible, teniendo en cuenta su presupuesto.

¿La recomendaría?

Sí, totalmente. Me parece una muy buena mochila. Está bien pensada y diseñada, seguramente con el asesoramiento de fotógrafos.

 

Precios y ofertas puntuales

 

Recomiendo comprar directamente en la tienda de K&F Concept, tienen muy buenos precios y suelen tener descuentos puntuales. El envío normalmente es muy rápido cuando tienen stock en España / Europa. Para algunos productos puede tardar un poco más, pero en general vale la pena.

Mochila K&F Concept Alpha Backpack

 

También la puedes conseguir en amazon.es

 

 

Perspectiva, separación de planos y objetivos angulares

Cuando el punto de vista está muy cerca de los elementos de interés de la escena, en la perspectiva resultante percibimos una mayor separación entre dichos elementos. Es lo que se conoce como separación de planos. Lo veremos con más detalle en este artículo.

 

Perspectiva, separación de planos y objetivos angulares

 

Este capítulo forma parte de la serie sobre Perspectiva en fotografía.

Creo que se puede leer de forma independiente sin mucho problema, pero te recomiendo que leas al menos el primer artículo de la serie para que te hagas una idea global y también por ejemplo el artículo sobre los puntos de fuga y el artículo donde vemos la diferencia entre la visión humana y las cámaras (en lo que se refiere a la perspectiva):

 

Como comentaba en la introducción, voy a hablar un poco del efecto conocido como separación de planos.

 

Qué entendemos por separación de planos

La separación de planos es un efecto directo de la perspectiva rectilínea (y de otras proyecciones no rectilíneas).

Si el punto de vista está muy cerca de un determinado elemento de la escena, ese elemento aparecerá con un tamaño mucho mayor (proporcionalmente) que otros elementos que estén más alejados del punto de vista.

Como la relación de tamaños está ‘exagerada’ en esas situaciones, percibimos también una mayor separación (distancias, en profundidad) entre los elementos de la escena, es decir, entre los que están muy próximos y los que están un poco más alejados del punto de vista, y por supuesto con respecto al fondo más lejano.

 

Perspectiva - Separación de planos fotografía

 

Las matemáticas

Ya vimos que en este tipo de perspectiva el tamaño de los objetos es inversamente proporcional a la distancia que los separa del punto de vista.

El punto de vista es un punto geométrico especial en la proyección rectilínea, para la mayoría de las situaciones podemos pensar en el punto de vista como la posición de los ojos del observador o la posición de la cámara.

Por ejemplo, para un determinado objeto, su altura (h) quedará representada en la perspectiva como:

h1  = f . h / d1

Donde la distancia focal efectiva (f) es la distancia entre el punto de vista y el plano del cuadro (la pantalla de proyección en una cámara oscura).

Es importante entender que esa focal efectiva es simplemente un factor de escala, no influye en la geometría de la perspectiva.

 

Si tenemos dos objetos iguales a diferentes distancias, ya vimos que su relación de tamaños en la perspectiva sólo depende de las distancias al punto de vista:

h1 / h2 = d2 / d1

 

Cuando el punto de vista está muy cerca de los elementos de la escena, la diferencia relativa entre tamaños se hace mayor.

Vamos a suponer que tenemos dos objetos iguales, de 1 metro de altura cada uno.

Los objetos están separados entre sí por una distancia de 1 metro.

Como observadores nos vamos a colocar a 1 metro del más cercano, así que d1 = 1m y d2 = 2m

h1 / h2 = d2 / d1  = 2 / 1  = 2

 

Ahora nos vamos a alejar hasta unos 10 metros del más cercano. En esta nueva situación: d1 = 10m y d2 = 10 + 1 = 11m

h1 / h2 = 11 / 10 = 1.1

 

En el primer caso, el objeto más cercano aparece en la perspectiva con el doble de tamaño que el más alejado.

En el segundo caso, los dos objetos aparecen con un tamaño bastante similar.

 

Es decir,  cuando nos acercamos aumenta mucho la diferencia relativa de tamaños.

Y cuando nos alejamos la diferencia relativa entre los objetos se hace mucho más pequeña.

 

Proyección rectilínea, cámara oscura y lentes

Voy a incluir este apartado a modo de aviso, para que seamos conscientes de las diferencias entre un sistema físico y un modelo matemático.

La proyección rectilínea podríamos verla como un modelo geométrico / matemático.

Cuando llevamos ese modelo a sistemas físicos hay que tener en cuenta el rango de validez del modelo (qué situaciones cubre dicho modelo con una precisión suficientemente alta)

Una cámara oscura es un sistema físico en el que la proyección rectilínea modela su comportamiento prácticamente en cualquier situación (el estenopo provoca viñeteo y difracción, pero eso no afectaría a la geometría de la proyección)

Un objetivo fotográfico es un sistema más complejo.

Para un objetivo rectilíneo, la proyección rectilínea modela perfectamente el comportamiento excepto para distancias muy próximas, del orden de la distancia focal.

En la inmensa mayoría de las situaciones estaremos en el rango de validez del modelo. Y una cámara normal (objetivo rectilíneo) se comportará como una cámara oscura en lo que respecta a la geometría de la proyección.

Sobre esa geometría (perspectiva rectilínea) tendríamos pequeñas desviaciones que corresponden a la distorsión óptica que introducen las lentes del objetivo (p.e. distorsión de barril o de cojín). Ya lo veremos en un capítulo con un poco más de detalle.

Cuando entramos en la parte de fotografía macro (las distancias entre elementos de la escena y el punto de vista pueden ser del orden de la distancia focal) hay que tener más cuidado con los modelos porque puede haber una desviación significativa. En esas situaciones hay que usar modelos ópticos un poco más complejos.

 

Percepción visual

Uno de los mecanismos más efectivos de la percepción visual de la profundidad en humanos es la comparación de tamaños de objetos conocidos.

El cerebro puede estimar bastante bien las posiciones relativas a partir de la perspectiva (imagen) que le proporcionan los ojos.

Pero hay que tener en cuenta que los ojos ofrecen un determinado ángulo de visión.

Si nos acercamos mucho a un objeto (punto de vista muy cercano) tendremos un campo de visión bastante estrecho.

En nuestra experiencia cotidiana no son muy habituales las situaciones en las que observamos una escena a una distancia muy corta (punto de vista muy cercano a los objetos de interés) con respecto al orden de magnitud del tamaño de ese objeto.

Dicho de otra forma, como nuestros ojos no tienen zoom, para encuadrar o abarcar una escena nos colocamos a una cierta distancia ‘normal’, que nos permite observar los elementos con comodidad.

Para los objetos pequeños que manipulamos en el día a día, esa distancia estará por debajo de 1 metro. Para objetos medianos, los observamos desde un poco más lejos, etc.

Es decir, la parte de la percepción de profundidad de nuestro cerebro está entrenada, ha aprendido a estimar, a partir de unas perspectivas ‘normales’ o habituales.

 

Separación de planos

Cuando observamos una perspectiva que se sale de nuestra experiencia cotidiana (punto de vista muy cercano o muy alejado de los elementos de interés), el cerebro no puede realizar la estimación correcta de tamaños y distancias.

 

Perspectiva - Separación de planos

 

En esos casos ocurren dos cosas:

  • Que los objetos más cercanos los percibimos mucho más grandes de lo que correspondería en una situación ‘normal’, a la que estamos acostumbrados.
  • Que los objetos un poco más alejados los percibimos mucho más pequeños de lo que correspondería a una perspectiva habitual.

Y como consecuencia:

  • Percibimos una distancia de separación mucho más exagerada entre los objetos cercanos y los más alejados.

 

Ese efecto sería la separación de planos.

Ten en cuenta que se trata de separación de planos y que no hablamos de separación de objetos.

 

NOTA: Cuando hablamos de planos en este contexto, se trata de planos paralelos al plano del cuadro (plano del sensor) que corresponden a cada posible distancia en profundidad (alejándonos del punto de vista hasta el infinito)

 

La perspectiva (la proyección) aplica a cada punto de la escena, a cada plano.

La separación de planos aplicada a un objeto la percibimos como su escorzo (las partes más alejadas se perciben más pequeñas, vemos cómo el objeto se ‘estrecha’)

Por lo tanto, en esas situaciones cuando el punto de vista está muy próximo a un elemento de la escena,  percibiríamos la separación de planos como deformación por perspectiva (de ese objeto).

Separación de planos y deformación por perspectiva son dos caras de la misma moneda.

 

 

Es la perspectiva, no el objetivo

La separación de planos es una consecuencia de la perspectiva.

En fotografía, la separación de planos no se debe al tipo de objetivo que usemos.

Dada una escena, la separación de planos sólo tiene que ver con la posición del punto de vista (distancia entre la cámara y la escena si lo quieres ver así)

Es importante entender esto, porque es una de esas grandes confusiones que forman parte del imaginario colectivo en el mundo de la fotografía.

 

Para conseguir un punto de vista muy próximo y tener un cierto campo de visión de la escena: normalmente necesitaremos usar objetivos angulares.

Pero los objetivos angulares no son la causa de la separación de planos.

 

Si fotografías una misma escena, desde un mismo punto de vista, con objetivos de diferentes focales (diferentes ángulos de visión), en todos los casos obtendrás exactamente la misma perspectiva.

Porque la geometría de la perspectiva depende exclusivamente de la posición del punto de vista.

Sí, cada foto será diferente porque el encuadre es diferente, pero la perspectiva, las relaciones de tamaños entre los elementos, será exactamente la misma en todos los casos.

Si mantenemos el punto de vista constante, la distancia focal del objetivo sólo tiene un efecto de escalado en la imagen resultante.

 

Si la separación de planos dependiera del objetivo, todas las fotos tomadas con un determinado objetivo mostrarían ese tipo de efectos.

Vamos a ver con un ejemplo.

En esta foto, el punto de vista está a unos centímetros de la planta de la izquierda.

 

Perspectiva - Separación de planos fotografía

Las personas que están en ese plano medio las percibimos como muy alejadas de las flores del primer plano.

Realmente están a unos 12-14 metros de la cámara, pero parece que están bastante más lejos.

¿Qué ocurre si hacemos un recorte y nos quedamos sólo con la parte de la escena que está a partir de unos 10 metros de la cámara?

 

Perspectiva - Separación de planos fotografía

Ya no tenemos esa percepción de separación de planos.

Es un recorte de la imagen inicial: por lo tanto es la misma cámara, el mismo objetivo, el mismo punto de vista, etc.

Importante:  es el mismo punto de vista, sí. Pero ten en cuenta que con respecto a las personas y la casa amarilla, el punto de vista está a unos 12 metros.

En los planos situados a partir de esos 10-12 metros, la relación de tamaños no está exagerada por el efecto de la perspectiva (recuerda, 1/d, que exagera mucho más los tamaños de objetos muy cercanos) y concuerda con lo que veríamos con nuestros propios ojos en una situación típica.

Podrías pensar: sí, pero hacer recorte equivale a aumentar la focal equivalente del objetivo (en cuanto a ángulo de visión). Quizás la separación de planos se pierde por eso, por ‘aumentar’ la distancia focal equivalente, como si usáramos un objetivo menos angular.

¿Qué ocurre si hacemos recorte, pero manteniendo en el encuadre las flores que estaban en la imagen inicial?

 

Perspectiva - Separación de planos fotografía

 

Que volvemos a tener la percepción de separación de planos.

Sigue siendo exactamente la misma foto, la maceta con flores del plano medio está a unos 10 metros y las personas están a unos 12-14 metros.

Este recorte equivaldría a haber hecho la foto con un objetivo con una distancia focal que consideraríamos ‘normal’, por encima de los 30mm de focal equivalente.

 

Con un objetivo angular (o una cámara estenopeica con gran ángulo de visión) es mucho más fácil conseguir ese efecto de separación de planos, porque en el encuadre entran normalmente muchos elementos, situados cerca del punto de vista, que sirven como referencia al cerebro para estimar (mal) las distancias en la escena.

Por poner un ejemplo, las hojas de la planta en primer plano tienen un tamaño similar (en la imagen) a las personas del plano medio. Y las piedras más próximas del pavimento también tienen un tamaño exagerado con respecto al tamaño de las personas.

Con un angular entran en juego más elementos y es más fácil percibir esa separación ‘exagerada’

Por eso la separación de planos está asociada de forma intuitiva a la utilización de objetivos angulares.

 

¿Qué vería un observador en la misma posición que la cámara?

Cuando observamos con nuestros propios ojos en la misma posición del punto de vista, normalmente no tendremos una visión global de la escena  (como ocurre en la foto inicial)

Tendríamos que forzar, de forma consciente, para intentar prestar atención a la escena como un todo, pero no sería una situación cómoda y no tendríamos nitidez de todos los elementos.

En nuestra mente no necesitamos una perspectiva que incluya toda la escena a la vez (si es muy amplia), en lugar de eso hacemos una composición de diferentes perspectivas, cada vez que movemos la cabeza o los ojos.

Por un lado tendríamos la perspectiva de las personas en ese plano medio, con el punto de vista situado a unos 12 metros. Que correspondería más o menos con el primer recorte, de la parte superior derecha.

Y por otro lado, si nos llama la atención la maceta, moveríamos la cabeza para mirarla directamente (cambiamos el plano del cuadro y la distancia del punto de vista) y tendríamos otra perspectiva diferente.

No tendríamos esa sensación de separación de planos.

Además, cuando estamos allí en persona están en funcionamiento otros mecanismos de percepción de la profundidad y tenemos muchísima más información de contexto.

Con nuestros ojos, contemplando escenas reales, es complicado encontrar situaciones donde tengamos esa percepción de separación de planos, habría que forzar un poco ese tipo de situaciones.

 

Objetivo rectilíneo y ojo de pez

Los objetivos no hacen nada mágico: proyectan la imagen de la escena (es decir, hacen una proyección)

Si el objetivo es rectilíneo se va a limitar a hacer una proyección rectilínea de lo que le pongamos delante.

Y si no es rectilíneo, hará la proyección que corresponda a su función de mapeo.

En el caso de los ojo de pez (que hay de muchos tipos, cada uno con su función de mapeo) también generará efecto de separación de planos si el punto de vista está muy próximo a algún elemento de interés de la escena, porque los tamaños relativos de los objetos también decrecerán con la distancia (no de forma inversamente proporcional sino con la relación matemática que corresponda a su función de mapeo).

Cuando usamos un objetivo rectilíneo, los efectos de separación de planos y deformación por perspectiva se perciben en la imagen cuando el punto de vista está muy próximo a uno de los objetos de la escena.

Cuando usamos un objetivo no rectilíneo se suman además todos los efectos de deformación que corresponden a su función de mapeo: las líneas rectas ya no aparecen rectas y la deformación crece normalmente a medida que nos separamos del eje óptico hacia los bordes del encuadre.

 

El experimento

Te propongo un experimento para hacer en casa.

La idea es la siguiente:

Hemos dicho que estos efectos de separación de planos dependen realmente de la perspectiva (perspectiva rectilínea).

Si trazamos la perspectiva teórica, que no tiene nada que ver con objetivos ni con ángulos de visión, podríamos ver qué tal cuadra esa perspectiva con una foto real de la escena.

Si la perspectiva y la foto coinciden podríamos concluir que la separación de planos (y la deformación por perspectiva) dependen exclusivamente de la posición del punto de vista, es decir, es una cuestión geométrica relacionada con la perspectiva, no una cuestión de distorsión ‘óptica’ provocada por el objetivo (distorsión de barril o similar)

 

¿Qué vamos a necesitar?

  • Dos o tres objetos con forma de caja (ortoedros, para facilitar el trazado de la perspectiva)
  • Una cámara con objetivo angular…
  • … o podrías construir una cámara estenopeica (una cámara oscura) que te dé un ángulo de visión bastante grande.
  • Una regla o una cinta métrica para medirlo todo :)

 

Se trata de lo siguiente.

Vamos a configurar una escena, en la que colocaremos los objetos con una cierta separación entre sí.

Lo importante es que el tamaño de los objetos, su separación y la distancia a la cámara (al punto de vista) estén en el mismo orden de magnitud. Para que realmente tengamos un efecto de separación de planos visible y evidente.

Yo por ejemplo he utilizado 3 cajas de leche (tetrabrik) y las he colocado de esta forma:

 

Perspectiva - Separación de planos

 

Para determinar la posición del punto de vista es recomendable que hagas primero una prueba con tu objetivo rectilíneo más angular, para que al menos entren en el encuadre los objetos enteros y podamos comparar luego con la perspectiva ‘teórica’.

Si no entran los objetos enteros, el cerebro pierde parte de la referencia de tamaños y es posible que se pierda esa percepción de separación de planos.

Recuerda que tiene que ser un objetivo rectilíneo, no un ojo de pez.

Principalmente porque así descartamos los efectos de deformación por la proyección curvilínea y además porque hacer a mano una proyección curvilínea es muchísimo más complicado.

Si se te dan bien las manualidades podrías intentar hacer una cámara estenopeica, así asegurarías que el resultado no tiene nada que ver con la ‘óptica’ del objetivo. Tendrías que calcular la distancia entre el estenopo y la pantalla de proyección (y las dimensiones de la pantalla) para que te dé un ángulo de visión bastante amplio.

Pero la verdad es que no hace falta, porque lo que intentaremos hacer es comprobar el efecto de la perspectiva pura y dura.

La cámara es sólo para comparar después qué tal casa la perspectiva teórica con la perspectiva generada con la cámara.

 

Tenemos que tomar todas las medidas:

  • Dimensiones de los objetos (ancho, alto, profundo)
  • Posición de los objetos
  • Posición del punto de vista, incluyendo la altura con respecto al suelo
    En un objetivo, el punto de vista estaría situado en el plano de la pupila de entrada. Si no conoces ese dato para tu objetivo (si es un objetivo de focal variable, cada posición del zoom puede cambiar la posición de la pupila de entrada) puedes suponer que está sobre la zona media del objetivo. Cometeremos un pequeño error, pero no creo que afecte catastróficamente al experimento.
    Para la altura con respecto al suelo, tendrías que medir desde el eje óptico del objetivo (desde el centro del elemento frontal por ejemplo, sin tocarlo)

 

Si haces el experimento con objetos más grandes podrás separar más el punto de vista y se minimiza el efecto de los errores de medida (por ejemplo la posición de la pupila de entrada del objetivo, que es lo que más va a afectar en distancias pequeñas)

Pero como digo, tampoco hace falta la precisión del CERN.

 

Trazado de la perspectiva

El encuadre que yo he elegido corresponde con el trazado de una perspectiva a un punto de fuga (perspectiva frontal cónica).

Ahora hay que intentar hacer el trazado de la perspectiva a mano, con papel, lápiz y regla o mediante algún programa de dibujo o similar.

Si has utilizado antes GeoGebra, puede ser una muy buena opción (el módulo de geometría). Puedes usar también un programa de gráficos vectoriales (Inkscape por ejemplo que es gratuito, Illustrator, etc.)

El lápiz y la regla no fallan. Si no estás familiarizado con los programas que he comentado puede ser un poco frustrante comenzar de cero sólo para este experimento.

Lo importante es intentar trasladar las medidas reales de la forma más precisa posible.

Yo he seguido el método de los puntos de distancia (medir las distancias en el plano del cuadro y trasladarlas mediante sus puntos de fuga correspondientes, el punto de fuga principal y los puntos de distancia, donde fugan las líneas a 45 grados). Aquí puedes ver un tutorial sencillo.

Si no has estudiado nunca trazado de perspectiva cónica y lo ves muy complicado, puedes dibujar simplemente la planta (vista cenital) de tu escena a escala, colocando todos los elementos y el punto de vista.

El plano del cuadro lo puedes colocar en cualquier posición entre el punto de vista y los elementos de la escena. Y sólo tienes que trazar una recta desde cada punto visto de los objetos de la escena hasta el punto de vista.

Los puntos de corte del plano del cuadro serán tu referencia para comparar luego con la imagen que proporcione la cámara. Es decir, tendrás la medida horizontal de la distribución de elementos en la imagen, que debería tener las mismas proporciones que las medidas horizontales de tu escena en la foto.

Como digo, yo voy a intentar trazar la perspectiva completa, que en mi caso queda de esta forma:

 

Perspectiva - Separación de planos - Trazado

 

Como mi escena es simétrica, sólo he trazado el elemento de la izquierda y el del fondo.

Yo lo he trazado en el ordenador, así que simplemente duplico el objeto de la izquierda y lo reflejo a la derecha.

Perspectiva - Separación de planos

La perspectiva resultante la puedes escalar, manteniendo siempre sus proporciones.

El escalado de la perspectiva equivaldría al zoom de un objetivo (cambiar la distancia focal del objetivo, sin cambiar el punto de vista, no afecta a la perspectiva)

 

Comparación entre perspectiva y foto

Con la cámara en la posición del punto de vista que he elegido (conozco de forma aproximada la posición del plano de la pupila de entrada de mi objetivo). Voy a utilizar una focal equivalente de 18mm y obtengo la siguiente foto:

 

Perspectiva - Separación de planos fotografía

 

Si ahora superponemos la perspectiva teórica con la imagen obtenida con la cámara:

 

Perspectiva - Separación de planos fotografía

Vemos que encajan bastante bien.

Cosas que podemos ver a partir de la foto y la perspectiva teórica:

  • La caja del fondo aparece en la foto un poco más alejada de lo que hemos obtenido al trazar la perspectiva (un poco más arriba en la imagen). Creo que se debe al error al estimar la posición de la pupila de entrada del objetivo.
    Más abajo puedes ver que para la misma perspectiva, colocando otro objetivo, la posición de la caja del fondo casa mejor.
  • Vemos claramente el efecto de separación de planos. La caja del fondo aparece más pequeña de lo que apreciaríamos a simple vista y parece que está mucho más separada (recuerda que está a unos 19cm de las cajas más próximas)
  • En los tapones de las cajas de leche más próximas podemos apreciar la deformación por perspectiva (no los percibimos de igual forma a como los veríamos con nuestros ojos, en la imagen aparecen como estirados por la perspectiva). Recuerda lo que hemos comentado: la separación de planos y la distorsión por perspectiva son dos caras de la misma moneda. En ambos casos viene de la relación de tamaños inversamente proporcional a la distancia al punto de vista, que se ‘exagera’ cuando la distancia del punto de vista es pequeña.
    Si hubiéramos trazado la perspectiva del tapón nos hubiera quedado con esa misma ‘deformación’
  • Si nos fijamos en la regla de la parte inferior, vemos que está ligeramente curvada: ése sería el efecto de la distorsión de barril del objetivo.
    Ese efecto es totalmente independiente, y no tiene nada que ver con la sensación de separación de planos ni con la deformación por perspectiva de los tapones.
    NOTA: la lámina que he utilizado para el fondo está curvada en la escena, no es un efecto del objetivo ni de la perspectiva.

 

Ahora voy a hacer otra foto, exactamente desde la misma posición, pero con otro objetivo menos angular (focal equivalente de unos 30mm):

 

Perspectiva - Separación de planos fotografía

 

Vuelvo a superponer la perspectiva teórica. Es la misma, simplemente escalo (manteniendo proporciones) hasta que superpone con la imagen:

Perspectiva - Separación de planos fotografía 28mm

 

Como vemos, encaja muy bien la predicción con la imagen obtenida.

 

Te animo a que hagas este tipo de experimentos. Es más sencillo de lo que pueda parecer.

Y te va a ayudar a entender un poco mejor la perspectiva rectilínea y el funcionamiento de los objetivos.

 

La perspectiva depende del punto de vista

Toda la geometría de la perspectiva depende de la posición del punto de vista (con respecto a cada elemento de la escena).

Si incluimos en el punto de vista la dirección (inclinación del plano del cuadro) no necesitaríamos más información para deducir cómo será la imagen resultante.

Es decir, la forma de los objetos (su escorzo) y la relación de tamaños entre los elementos de una fotografía depende exclusivamente de la posición del punto de vista (y lógicamente de los elementos de la escena).

No depende de la distancia focal, no depende del objetivo.

El objetivo nos va a dar el encuadre que busquemos o necesitemos para esa situación concreta, pero la perspectiva y sus efectos dependen sólo de la posición del punto de vista: básicamente la distancia entre la cámara y cada uno de los elementos de la escena.

En nuestro experimento, si colocamos la cámara a unos 50 cm de las cajas más próximas tenemos lo siguiente:

 

Perspectiva - Separación de planos fotografía

 

Esta distancia del punto de vista sigue estando en un orden de magnitud similar: 50cm con respecto a unos 20cm de los tamaños y separaciones de los objetos.

Pero la sensación de separación de planos ya no es tan evidente.

Además, fíjate en la forma de los tapones de las botellas: los percibimos prácticamente sin deformación.

La imagen la percibimos más ‘normal’ porque es una perspectiva mucho más similar a la que veríamos con nuestros propios ojos en una situación cotidiana.

Si nos vamos a unos 2 metros de distancia:

 

Perspectiva - Separación de planos fotografía

 

Ya empezaríamos a notar el efecto contrario, lo que se conoce como compresión de planos.

Percibimos que la caja del fondo, el propio fondo y las cajas frontales están mucho más cerca entre sí.

Sobre la compresión de planos ya hablaremos en el capítulo siguiente.

 

Resumen y conclusiones

La separación de planos y la deformación por perspectiva son realmente el mismo efecto.

En unos casos percibimos una separación exagerada entre elementos de la escena (parecen mucho más alejados entre sí de lo que están en realidad)

Y en otros casos ocurre lo mismo pero con las partes de un mismo objeto (se percibe más estirado o deformado)

Esos efectos son una consecuencia directa de la perspectiva, del hecho de que los tamaños en la proyección son inversamente proporcionales a la distancia entre el objeto y el punto de vista.

La visión humana también utiliza la perspectiva rectilínea que proporcionan los ojos, y es capaz de ‘extraer’ la información sobre profundidad: a qué distancia están unos elementos de otros en una escena.

Pero los ojos proporcionan un determinado ángulo de visión, así que necesitamos una cierta distancia para observar una escena con comodidad (una determinada distancia entre nuestro punto de vista y los elementos de la escena, que dependerá del tamaño de los objetos, situación, etc.)

Fuera de ese rango de distancias ‘habituales’ las perspectivas resultantes las percibimos como ‘extrañas’.

En esos casos, el cerebro ya no es capaz de estimar bien las distancias entre elementos: percibimos ese efecto de separación de planos (punto de vista muy cercano a la escena) o la compresión de planos si nos vamos al otro extremo (punto de vista muy alejado)

Y si se trata de un único objeto, el efecto de separación de planos se percibe como un efecto de deformación por perspectiva (percibimos que el objeto está estirado de alguna forma).

Es importante entender que esa sensación de ‘deformación’ al ver una imagen es una cuestión de percepción, de la capa de interpretación del cerebro.

No es algo cualitativo (sí hay, no hay). Es algo cuantitativo, progresivo y sutil. Y salvo casos muy evidentes (punto de vista muy cerca de un elemento), la percepción visual es tan flexible e influye tanto el contexto, que en algunos casos notaremos esa ‘deformación’ y en otros casos no (diferentes personas en la misma situación, una misma persona en situaciones similares)

Si nos vamos a la causa ‘técnica’ o geométrica que da lugar a esa sensación:

La separación de planos y la deformación por perspectiva son un efecto de la perspectiva.

Depende exclusivamente de la posición del punto de vista.

No depende de la distancia focal del objetivo (su ángulo de visión)

Pero lógicamente, el ángulo de visión va a determinar el encuadre.

Si sacamos del encuadre esos elementos muy próximos al punto de vista, eliminamos también esa relación de tamaños exagerada, y por tanto eliminamos esa percepción de separación de planos.

Con objetivos angulares podemos acercar más el punto de vista a la escena.  Y el hecho de mostrar un campo de visión muy amplio hace que haya más posibilidades de que aparezcan elementos de la escena próximos (próximos al punto de vista) que influyan en la percepción. También ayuda la profundidad de campo mayor (más elementos con una nitidez aceptable).

Por el contrario, con un teleobjetivo normalmente tenemos que aumentar la distancia entre el punto de vista y el objeto de interés, y sería muy difícil encontrar ese tipo de efectos en imágenes generadas por teleobjetivos.

Con teleobjetivos tendremos habitualmente otro de los efectos relacionados con la percepción de la perspectiva: compresión de planos.

Un objetivo angular, por el hecho de ser angular, no hace separación de planos ni ‘deforma’ la realidad (si es rectilíneo)

Los objetivos angulares sí favorecen que la perspectiva resultante pueda incluir esos efectos.

Por eso existe esa asociación de ideas: objetivos angulares = distorsión y separación de planos.

Es un mantra que habrás visto y oído cientos o miles de veces…

En la práctica realmente da igual. Es una sobresimplificación que funciona (por eso pervive a lo largo del tiempo). Si quieres separación de planos usarás un angular y si usas un angular por cuestiones de encuadre sabes que pueden aparecer esos efectos de separación de planos / deformación.

Pero entender bien la parte de perspectiva creo que supone ese clic mental que hace que todo tenga más sentido y que encaje mejor.

 

Siguiente capítulo de la serie:

 

Capítulo inicial de la serie sobre Perspectiva en fotografía.

Todos los artículos de la serie sobre perspectiva en fotografía

 

Consejos para grabar con móvil para YouTube en casa

Cómo conseguir vídeos de gran calidad técnica grabando con un móvil desde casa: iluminación, sonido, configuración del móvil…

 

Estudio de grabación para youtube - Presupuesto bajo

 

 

 

Introducción / resumen

Este artículo forma parte de la serie sobre grabación de vídeo en estudio (desde casa): Estudio básico de grabación para YouTube, y Estudio y equipo de grabación de vídeo por menos de 500 euros

Para entrar en contexto vamos a hacer un resumen rápido:

 

Elegir el móvil

Para conseguir un vídeo de calidad no hace falta el último modelo de móvil de gama alta. Cualquier móvil de gama media puede dar muy buenos resultados.

De todas formas, aquí tienes más información si buscas un móvil con buenas cámaras para fotografía y vídeo.

 

La iluminación

Uno de nuestros principales objetivos será hacer que el móvil (también aplicable a cualquier cámara) trabaje en su zona de rendimiento óptimo, en la que vamos a conseguir una imagen limpia, sin ruido digital (granulado)

Aunque nosotros vemos perfectamente en el interior de una casa con una iluminación normal, las cámaras tienen más problemas.

Sobre todo cuando graban vídeo, ya que para cada fotograma sólo disponen de un tiempo de exposición muy pequeño.

Si el sensor no recibe luz suficiente de la escena la cámara compensa subiendo ISO (amplificación electrónica, sensibilidad) y a medida que subimos ISO la imagen final, cada fotograma, tendrá más ruido digital visible, más granulado.

Por lo tanto, tenemos que hacer que el sensor reciba la cantidad suficiente de luz para que trabaje en la zona de ISO más bajo posible.

La iluminación tiene además una componente artística.

Se puede jugar con la forma de iluminar la escena (esquemas de iluminación) para crear diferentes tipos de ambientes y estilos.

 

El sonido

En la mayoría de los casos el sonido es tan importante como la imagen.

De nada nos sirve tener una calidad de imagen perfecta si luego no se entiende lo que dice la persona que aparece en el vídeo o suena ‘a lata’, distorsiona, etc.

 

Calidad técnica suficiente

El contenido es mucho más importante que la calidad técnica (calidad de imagen + sonido)

Pero tenemos que conseguir un nivel mínimo de calidad técnica, a partir del cual ya pasa desapercibida para la persona que ve el vídeo.

Si no alcanzamos ese mínimo, la persona que ve el vídeo se da cuenta de que hay algo que no está bien: el granulado de la imagen, el sonido distorsionado o con mucho ruido ambiente… Son factores que distraen y restan puntos.

Cuando alcanzamos una calidad técnica mínima la persona que ve el vídeo se centrará en el contenido, y todo lo demás: la imagen, el sonido, la decoración… forma parte del ambiente y del estilo del vídeo, no distrae ni va en contra de la calidad global.

Si conseguimos superar ese nivel mínimo nadie que vea un vídeo va a pensar: esto está grabado con el móvil fulanito, aquí ha utilizado el micrófono de la marca X, no está grabado en un estudio profesional… No, simplemente va a disfrutar del contenido.

Con un móvil podemos conseguir perfectamente esos parámetros de calidad técnica suficiente.

Un equipo mejor nos dará un pequeño plus de calidad y posiblemente nos hará la vida más fácil en algunas ocasiones, pero no marcará la diferencia. Sobre todo grabando en interior donde podemos controlar muchos parámetros externos.

 

El estudio

Si grabamos desde casa, nuestro estudio será una habitación o el salón por ejemplo.

Tenemos que organizar ese espacio en función del equipo que tengamos, sobre todo va a depender de la iluminación.

Si no tenemos equipo de iluminación la mejor opción es la luz natural.

 

Iluminación con luz natural

Intentaríamos colocarnos (la persona que aparece en el vídeo o la escena) frente a una ventana.

 

Esquemas de iluminación: luz natural ventana

 

Cuanto más grande sea la ventana mejor.

Cubriendo la ventana pondríamos una cortina de tela blanca, translúcida, para que entre una luz suave, difusa. Sobre todo si la orientación de la ventana hace que entre la luz directa del sol.

Nos colocaríamos muy cerca de la ventana.

La idea es que la superficie de esa fuente de luz sea lo más grande posible con respecto a la escena (p.e. la cara de la persona) para que ilumine la cara de forma homogénea y con una luz suave, para que no se marquen sombras muy duras.

Si te estás grabando a ti mismo puedes jugar un poco con la orientación de la cara con respecto a la ventana. Si estás justo de frente la iluminación será muy homogénea en toda la cara. Si te giras un poco habrá una zona de la cara un poco más iluminada y se creará una sensación de volumen que puede ser también agradable.

 

Iluminación con luz artificial

El problema de la luz natural es que nos hace muy dependientes de las condiciones externas: sólo podríamos grabar a ciertas horas del día y las condiciones pueden ser muy variables (nubes, inclinación del sol..)

La iluminación con luz artificial nos aportará más libertad: es constante, tenemos cierto control sobre la luz que emite y nos da más posibilidades para organizar el estudio.

En los otros artículos ya hemos hablado de las cualidades de la luz: intensidad, calidad (dura / suave), color (temperatura de color) y dirección.

La intensidad nos interesa por lo que comentábamos al principio: conseguir que el sensor de la cámara (el móvil en este caso) trabaje en su zona óptima.

No hace falta que nuestra habitación parezca un faro y tener que grabar con gafas de soldador. Sólo tenemos que conseguir una intensidad un poco mayor que la suele tener una habitación normal.

Las otras características: calidad, color y dirección tienen que ver más con los aspectos artísticos. Lo veremos en el apartado de esquemas de iluminación.

 

El fondo

Es muy importante cuidar el fondo.

Como ocurre con los parámetros de calidad técnica, el fondo tiene que formar parte del ambiente del vídeo para dar una sensación global agradable sin que distraiga la atención con respecto al protagonista.

Tener como fondo una habitación desordenada con todo tirado por ahí no es quizás la mejor opción.

Algunos consejos para conseguir un fondo agradable:

Siempre es buena idea tratar de separar el fondo todo lo que podamos, que quede bastante espacio entre el protagonista y la pared que está detrás:

  • Evitamos o reducimos las sombras que genera la iluminación
  • Evitamos al espectador la sensación un poco agobiante de un entorno muy reducido, sin espacio
  • Nos va a ayudar a jugar con el desenfoque del fondo, aunque en el caso de un móvil prácticamente toda la escena saldrá enfocada
  • Nos va a ayudar a jugar con la iluminación y decoración del fondo para hacerlo más agradable

 

Un fondo minimalista es casi siempre mejor que un fondo recargado.

Al cerebro humano le gustan las escenas simplificadas: un protagonista destacado y lo demás lo más simple posible.

Un fondo recargado con detalles implica que el cerebro va a estar distrayéndose constantemente, esto le supone más ‘trabajo‘ y la sensación global es que el vídeo es menos agradable de ver.

Por otra parte, tener un fondo minimalista no significa poner una pared blanca detrás y a correr. Sería quizás demasiado simple.

Si tenemos detrás una pared lisa blanca podemos jugar con una pequeña iluminación de fondo de color para crear un degradado suave.

Si tenemos de fondo una estantería: procuraremos que esté lo más ordenada posible. También podemos con la iluminación principal para quitarle luz, quitarle protagonismo, y añadirle una luz de fondo suave para tener más control sobre el ambiente.

Si en la habitación no podemos encontrar un encuadre que nos proporcione un fondo agradable podríamos utilizar un fondo fotográfico para estudio (backdrop).

 

Esquemas de iluminación: luz principal + relleno + contra + backdrop

 

Se pueden encontrar a buen precio o los podríamos hacer de forma casera. Básicamente es un soporte que permite desplegar un fondo que puede ser de diferentes materiales: papel, tela, vinilo..

Puedes encontrar todo tipo de estampados, desde colores homogéneos, imitación de madera, pared de ladrillo…

Ese fondo sería como una pared que aisla el fondo real de nuestra habitación. Sobre esa pared se aplicarían los mismos criterios que hemos comentado: separarla en lo posible del protagonista, añadirle alguna luz de fondo para crear ambiente, etc.

 

 

Esquemas de iluminación

Con la iluminación tenemos que cubrir dos aspectos: primero el aspecto técnico, tener una intensidad suficiente para que la cámara dé un rendimiento óptimo, y segundo el aspecto artístico: iluminar para conseguir un resultado agradable.

 

Intensidad

Con respecto a la intensidad. Lo importante no es la potencia que genere la fuente de luz, sino la cantidad de luz que recibe la escena.

La potencia de luz está relacionada con los lúmenes que emite la fuente. Cada lámpara, bombilla, panel… tienen una determinada potencia lumínica, que se miden en lumen (lm)

La cantidad de luz que llega a la escena (se mide en lux) depende de la potencia lumínica de la fuente pero también de la distancia a la que está esa fuente (disminuye con el cuadrado de la distancia).

Y también depende de otros factores, por ejemplo si colocamos un difusor delante de la fuente, de si la fuente tiene un reflector para concentrar la luz en una dirección, etc.

La regla práctica para este tipo de estudios pequeños sería elegir una fuente de luz por encima de los 1000 lúmenes.

Yo elegiría fuentes de luz a partir de los 2000 lúmenes para tener margen. Luego siempre tendremos la opción de separar un poco más la fuente de luz o añadir más difusión, etc. para regular la intensidad final que recibe la escena.

 

Temperatura de color

La temperatura de color se refiere al color dominante de la luz blanca que usamos para iluminar. Por razones históricas se habla de temperatura (hace referencia al color de objetos calentados a cierta temperatura)

Por ejemplo, la luz del sol a mediodía tiene una temperatura de color de unos 5500K (se mide en kelvin, equivalente a grados pero en su propia escala, 5500K equivale a unos 5200 ºC). Esa temperatura de color es lo que la visión humana entiende por luz blanca neutra.

La luz de una bombilla incandescente estaría por los 3000K y su dominante es hacia el amarillo anaranjado, se dice que es una lúz cálida.

La luz ambiente en un día nublado estaría por lo 7000K y tendría una dominante azulada. Las temperaturas de color altas reciben el nombre de luz fría.

 

Carta de temperaturas de color

 

Es importante que todas las fuentes de luz principal (las que actúan sobre el protagonista o la zona principal de la escena) tengan la misma temperatura de color.

Si mezclamos iluminación con diferentes temperaturas de color los tonos finales de la imagen no serán fieles a la realidad. Por ejemplo los tonos de piel, el color de los objetos…

Si vamos a combinar luz natural (ventanas) con luz artificial lo ideal es elegir fuentes de luz con una temperatura similar, sobre los 5000K

Para los puntos de luz secundarios, que no influyen directamente en la iluminación del sujeto principal, no hace falta que tengan la misma temperatura, incluso se puede buscar un contraste de color por ejemplo en la luz de fondo.

 

Esquemas y puntos de luz

El esquema más general sería el de 3-4 puntos de luz.

  • Luz principal
    Ilumina con unos 45º con respecto al eje que forma la línea entre la cámara y el sujeto principal. Aporta más intensidad de luz. Ilumina desde un ángulo por encima del sujeto principal, para evitar que las sombras se proyecten sobre el fondo.
  • Luz secundaria o de relleno
    Estaría al otro lado, también a unos 45º, con una intensidad un poco menor. La idea es disminuir las sombras en la cara pero sin eliminarlas del todo para que conserve cierto volumen (para que no quede una cara aplanada). Jugando con la intensidad de relleno podemos dar un aspecto más dramático o un aspecto más suave, más plano. Ilumina desde un ángulo por encima del sujeto principal, para evitar que las sombras se proyecten sobre el fondo.
  • Luz de contra
    Ilumina desde atrás y desde arriba la cabeza y los hombros del protagonista. No tiene mucha intensidad, se utiliza para dar una sensación de volumen, para separar al protagonista del fondo.
  • Luz de fondo
    Como el fondo suele estar alejado de las fuentes principales recibe menos luz y puede quedar muy oscuro. La luz de fondo se utiliza para generar una luz ambiente agradable en ese fondo. En muchos casos se utiliza luz de color (p.e. coloreada mediante una lámina de color / gel de color)

 

Iluminación para grabación de vídeo para YouTube

 

Sobre ese esquema clásico hay muchísimas variantes.

Al final la iluminación es una cuestión artística y cada uno puede estar más a gusto con su propio esquema.

Otras veces es una cuestión de limitación de espacio o limitación de equipo.

 

Con una fuente de luz

Si sólo tenemos una fuente de luz intentaremos que tenga una superficie relativa más grande.

Colocaremos algún tipo de difusor, como comentábamos con la ventana, para conseguir una luz suave que ilumine por igual toda la cara.

Podemos usar por ejemplo un softbox grande o simplemente una sábana o algún material translúcido que haga esa difusión de la luz y convierta una luz puntual (superficie pequeña) en una fuente con una superficie mayor.

Para maximizar esa superficie nos interesa que la distancia entre la fuente de luz y el sujeto principal sea relativamente pequeña.

Hay una opción que se utiliza mucho que son los aros de luz.

El aro de luz tiene el efecto de crear una superficie de emisión bastante extensa. La cámara o el móvil se suele situar en el centro del aro. La iluminación suele ser bastante homogénea.

El aro aparece reflejado en los ojos de la persona, creando un efecto interesante (no a todo el mundo le gusta).

Cuando usamos una luz normalmente la colocaremos frente al protagonista. Ligeramente por encima de su cabeza, formando un pequeño ángulo para que la sombra proyectada no sea visible en el fondo.

Si el protagonista usa gafas te tendrás que pelear un poco más con la posición relativa de la fuente de luz para intentar evitar los reflejos directos, que pueden llegar a ser muy molestos. En estos casos quizás un esquema con 2 o más fuentes de luz sea más práctico.

 

Una fuente de luz + reflector

Podemos usar un reflector como punto de luz secundaria: un cartón blanco grande, una plancha de poliexpán (poliestierno, corcho blanco), un reflector plegable de fotografía…

 

Esquemas de iluminación: luz principal + reflector

 

Como vamos a usar dos puntos de luz no necesitamos una superficie de emisión tan amplia. Podemos usar un difusor más pequeño para la luz principal.

La luz principal iría en ángulo como hemos comentado en el esquema general.

El reflector se colocaría en el lateral opuesto para rebotar parte de la luz de foco principal hacia la escena.

Jugaríamos con la distancia y el ángulo para conseguir rellenar las sombras, manteniendo cierto volumen.

 

Dos fuentes de luz

Luz principal y luz de relleno.

La luz principal marca la intensidad máxima.

La luz de relleno se utiliza para suavizar las sombras, manteniendo un cierto contraste entre la parte izquierda y la parte derecha de la cara.

De esta forma conseguimos volumen (que la cara no parezca plana) y podemos jugar con la intensidad del relleno, por ejemplo separando o acercando el foco si no podemos regular su intensidad, hasta dar con el estilo que más nos guste.

Esquemas de iluminación: luz principal + relleno

 

Los puntos de luz deberían estar por encima del protagonista, apuntando en un cierto ángulo hacia abajo para que las sombras proyectadas sobre el fondo queden hacia abajo, fuera del encuadre.

 

Luz natural + luz artificial

Se puede utilizar la luz natural como fuente principal o como relleno.

Tiene las limitaciones que comentábamos antes: no es una fuente constante y sólo podemos usarla durante el día.

También la podemos usar simplemente como luz ambiente.

En ese caso intentaríamos colocar nuestro encuadre de forma que la ventana quede en un lateral a ser posible.

Podríamos jugar con la luz natural como fondo, pero puede llegar a ser complicado y nos puede generar un contraluz no deseado.

 

Luz de contra

La luz de contra no es imprescindible, pero aporta un toque extra.

Esta luz se utiliza sobre todo con personas, para crear un efecto de volumen en la escena y separar visualmente el primer plano (la persona) del fondo.

Esquemas de iluminación: luz principal + relleno + contra

 

La luz de contra ilumina la cabeza y los hombros, desde atrás y desde arriba, en un ángulo bastante pronunciado.

Es una luz muy sutil. Tenemos que regular su intensidad hasta conseguir un efecto agradable, sin que genere sombras no deseadas o llegue a crear algún efecto no deseado de contraluz.

 

Luz de fondo

Se utiliza para crear un ambiente agradable en el fondo.

Por ejemplo si el fondo está algo alejado del protagonista recibirá bastante menos luz de la iluminación principal. Aparecerá más oscuro y apagado.

De igual forma, si el fondo está muy pegado al protagonista podemos usar una luz de fondo para crear cierta separación.

 

Esquemas de iluminación: luz principal + relleno + contra + backdrop + luz fondo

 

Si el fondo es de un color homogéneo, por ejemplo una pared blanca o un backdrop, podemos jugar con una luz de fondo de color para crear un degradado.

Hay miles de posibilidades.

Es cuestión de imaginación y hacer muchas pruebas hasta dar con la configuración que nos guste más.

 

 

 

Grabar sonido con el móvil

La regla de oro es: colocar el micrófono lo más cerca posible de la fuente de sonido.

Cuando el micrófono está cerca de la fuente vamos a eliminar gran parte del sonido ambiente no deseado (tráfico que pasa junto a nuestra casa, vecinos, etc.)

Y también vamos a reducir otros problemas relacionados con la acústica de la habitación (más adelante hablamos también sobre esto).

Grabar con el micrófono interno del móvil no suele ser la mejor opción. Si no tenemos más remedio y no tenemos un micrófono externo, intentaríamos estar lo más cerca posible del micrófono del móvil. Pero fíjate que esto nos limita bastante.

 

Una de las mejores opciones es usar un micrófono Lavalier (de solapa).

Micrófono de solapa Shure MVL

El micrófono se coloca muy cerca de la boca (cuello de una camisa o camiseta) y lo conectamos por cable con el móvil.

Aquí tienes información sobre micrófonos de solapa recomendados (aunque ese artículo está más orientado a cámaras se aplica igualmente a móviles).

 

 

Hay veces que el micrófono de solapa también nos puede limitar los movimientos. Podemos usar un sistema inalámbrico, pero ya estaríamos hablando de soluciones que requieren cierto presupuesto.

En esos casos puede ser interesante usar un micrófono direccional.

 

Rode VideoMicro - Micrófono direccional para cámaras

 

Un micrófono direccional recoge el sonido desde una dirección preferente y aisla bastante el sonido que recibe de los laterales (y de la parte posterior dependiendo de su patrón de captación)

 

 

Se sigue aplicando la misma regla: intentaremos colocarlo para que esté lo más cerca posible de la fuente de sonido.

El micrófono direccional puede dar problemas si la acústica de la habitación es mala (el principio de funcionamiento de estos micrófonos se puede ver afectado por las reflexiones primarias y otros efectos en el interior de una sala, lo notaríamos como algún tipo de ecualización / distorsión del sonido).

En esos casos, si no nos queda más remedio que usar un direccional, podríamos probar diferentes posiciones y ángulos, para intentar minimizar el efecto negativo de las ondas reflejadas (más abajo lo vemos en el apartado de acústica).

 

Conectores

Este tipo de micrófonos (de gama de consumo) suelen usar un conector jack de 3.5mm

Hay dos tipos de conectores jack: TRS y TRRS

El conector TRS  tiene 3 contactos metálicos (masa, canal izquierdo y canal derecho).

El conector TRRS tiene 4 contactos metálicos (masa, canal izquierdo, canal derecho y micrófono)

Los móviles usan un conector TRRS. Las cámaras y las grabadoras externas de sonido utilizan conector TRS.

Hay adaptadores, así que no hay problema. Muchas veces un micrófono TRS funciona directamente en el móvil. Otras veces no, o el nivel de sonido será muy bajo o tendrá mucho ruido. En ese caso compra un adaptador TRS a TRRS.

Adaptador TRS a TRRS

Algunos iPhone usan la conexión Lightning, no tienen entrada jack. Se puede usar perfectamente el micrófono con un adaptador.

 

Niveles de audio

Si tu móvil y tu app te permiten controlar el nivel de audio durante la grabación verifica que está en todo momento por debajo de los niveles recomendados.

Si no puedes ver el nivel durante la grabación haz pruebas antes de comenzar a grabar vídeo. Puedes utilizar alguna app de grabación de sonido. Muchas de ellas incluyen vúmetro (el indicador de nivel de sonido)

 

Niveles de grabación de audio

La zona óptima estaría en la zona de los -12dB para una conversación normal. De esa forma se rechaza una parte importante del ruido ambiental (reberveración no deseada, ruidos de la calle, vecinos, etc.) y dejamos margen por si durante la toma subimos el nivel de voz, gritamos o reímos.

Si el nivel de sonido llega a 0dB se produce saturación (clipping o clipeo) y el sonido se ‘rompe’, sonaría distorsionado y es muy molesto.

Es preferible subir el nivel de sonido en edición.

Si tu móvil te lo permite intenta desactivar la opción de ganancia automática.  La ganancia automática hace que en los silencios el móvil intenta amplificar más el sonido (para compensar), y suele tener un efecto negativo porque se pueden colar ruidos del entorno.

Lo ideal es trabajar sin ganancia automática, ajustando nosotros el nivel de forma manual hasta que alcance los niveles óptimos que hemos comentado. Como digo, esto no es posible en todos los móviles y también depende de la app que utilicemos.

Echa un vistazo a este artículo específico para entender los niveles de audio en grabación.

 

 

La acústica del estudio

Las paredes, el suelo, el techo y todas las superficies rígidas de la habitación actúan como reflectores del sonido. Son como espejos para las ondas sonoras.

Cuando emitimos un sonido, las ondas que genera rebotarán en todas esas superficies y una parte de ese sonido volverá hacia la fuente (hacia el micrófono en este caso)

La cuestión es que los sonidos rebotados llegan con un cierto desfase, ya que han recorrido una distancia mayor.

Dentro de una habitación se producen muchos efectos diferentes relacionados con la propagación de las ondas de sonido.

Cuando las distancias son relativamente grandes el efecto es el eco (hay un desfase que puede percibir el cerebro). Cuando las distancias son pequeñas el efecto más notorio es la reverberación.

La reverberación podríamos imaginarla como la energía sonora que corresponde a las ondas de sonido que se han reflejado muchas veces, en los diferentes elementos de la habitación. Es como un remanente, que se añade al sonido principal como una especie de estela difusa.

La reverberación en niveles controlados es agradable, estamos acostumbrados a la reverberación en espacios cerrados. De hecho, un sonido totalmente puro, sin reverberación, a veces puede sonar poco natural.

Si la reverberación es muy exagerada se produce un efecto muy característico y reconocible, como si cada sílaba la difumináramos y la extendiéramos en el tiempo, como la estela de un barco (la percibimos como alguien hablando en el interior de un pozo o un sonido ‘enlatado’)

La reverberación es muy difícil de eliminar, sobre todo en habitaciones pequeñas.

Siempre que sea posible, interesa elegir una habitación grande. El salón suele ser la mejor opción (lógicamente no siempre es posible)

 

Otro efecto negativo serían las reflexiones primarias.

Son ondas que llegan al micrófono tras una primera reflexión (en una pared, o un elemento rígido extenso)

Tienen un nivel mucho más alto que la reverberación, y como llegan desfasadas con respecto al sonido principal, cuando se combinan generan un efecto de ecualización del sonido: en general se notaría como cierta distorsión.

Hay que intentar evitar los rebotes directos, que son los que más afectarán negativamente.

La forma más sencilla es colocando elementos en las paredes: cuadros, las cortinas de las ventanas, estanterías, plantas en las esquinas… es decir, la decoración habitual que tendríamos en una casa.

Esos pequeños elementos absorben parte de la energía de las ondas de sonido (principalmente de alta frecuencia) y generan rebotes secundarios que dispersan la energía inicial de la onda.

Las ondas no se reflejan ya de forma directa, llegan al micrófono mucho más atenuadas y lo hacen en un rango de desfase más amplio. No se producen patrones de interferencia tan marcados.

En el suelo normalmente hay muchos elementos, pero podemos añadir en cualquier caso alguna alfombra.

El techo puede ser un reflector directo. Si las paredes y el suelo ya tienen elementos suficientes lo normal es que no afecte demasiado.

En una sala con ese tipo de elementos en las paredes y suelo, normalmente eliminamos también efectos como los ecos flotantes (reflexiones que se propagan en superficies paralelas: paredes enfrentadas, techo-suelo)

 

Todos esos apaños sólo reducen los efectos en la gama alta de frecuencias y en menor medida en la gama media (aunque ya supondrían una mejora apreciable).

 

Los graves, los sonidos de baja frecuencia, tienen un comportamiento más complejo.

Los sonidos de baja frecuencia tienen una longitud de onda más grande, del orden del metro de longitud. Para ese tipo de ondas los elementos pequeños de las paredes, alfombras, cortinas, etc. son básicamente transparentes. Esas ondas sólo ‘ven’ la pared desnuda y tendremos rebotes directos.

La habitación puede actuar como caja de resonancia para ciertas frecuencias en esa zona de los graves. Tendríamos el efecto de interferencia aditiva o destructiva para esos bajos, que se conocen como modos propios o modos resonantes.

Esto depende mucho de las dimensiones de la habitación.

Los efectos negativos se agravan cuanto más pequeña sea la habitación y cuanto más simétrica (más cuadrada). Un cuarto de baño sería de los peores escenarios: pequeño, cuadrado, con paredes muy reflectantes, etc.

De nuevo, interesa elegir la habitación más grande posible.

De todas formas, para grabar voz creo que en la mayoría de los casos no te va a afectar. Algunos micrófonos tienen la opción de activar un filtro paso alto, que elimina las frecuencias más bajas (p.e. por debajo de 80-100 Hz que podrían ser problemáticas) y también lo puedes hacer en edición.

Si notas que al grabar se atenúan los graves o se potencian mucho, o se produce algún tipo de resonancia desagradable (y has comprobado que no es debida al micrófono, o al pie de micro, etc.) intenta cambiar la posición del micrófono. Los modos propios tienen que ver con las ondas estacionarias (resonancias) y sus picos y valles ocupan posiciones espaciales concretas dentro de la sala. A veces, con mover unos centímetros el micrófono se nota una mejora apreciable.

 

No gastes dinero en espumas acústicas y ese tipo de cosas sin saber.

Hacer un tratamiento acústico de una habitación no consiste en ‘empapelar’ las paredes con espuma.

La acústica de una habitación es un tema complejo. Antes de invertir dinero, invierte tiempo en aprender un poco sobre acústica. Para poder tomar decisiones con fundamento y no depender de ‘recetas’ milagrosas.

Aquí tienes más información sobre acústica y tratamiento acústico de una sala.

 

Para grabar voz ‘normal’, voz hablada con una calidad suficiente para que se entienda bien y no suene a ‘cueva’, mis recomendaciones serían:

  • Intentar elegir la habitación más grande posible
  • Que la habitación no esté vacía: cuadros en las paredes, cortinas, sillones, alfombras, etc.
  • El micrófono muy cerca de la fuente de sonido. Un micrófono de solapa sería ideal, o un micrófono de estudio a unos centímetros de la boca
    (no interesa pegar del todo el micrófono, tiene que haber una cierta separación de unos pocos centímetros, pero a partir de ahí, cuanto más separemos el micrófono más efectos negativos de la acústica se van a colar en la grabación)
  • Si no es posible colocar el micrófono muy cerca (p.e. si estamos en movimiento), entonces podríamos usar un micrófono direccional. Pero hay que tener en cuenta que estos micrófonos son más sensibles o les afectan más los efectos si hay una mala acústica. Intenta probar diferentes posiciones del micrófono para ver cuál de ellas ofrece una mejor calidad.

 

Si a pesar de todo no conseguimos tener un sonido aceptable debido a la acústica, podríamos plantear mejorar esa acústica, pero no a lo loco, sino siguiendo unos criterios con algo de fundamento. Puedes echar un vistazo a la serie que comentaba antes o a este artículo concreto para hacerte una idea global:

Cómo mejorar la acústica de una habitación (para grabación de sonido)

 

 

Grabar vídeo con el móvil

Recordatorio (siento ser tan pesado):

  • La luz es súper importante, hay que conseguir una buena iluminación.
  • El sonido es muy importante, hay que conseguir un sonido lo más limpio posible.

Centrándonos ya en el propio móvil, aquí viene una lista de consejos para mejorar la grabación de vídeo.

Cada móvil es diferente, cada usuario es diferente y también el entorno, las características del estudio, etc…

Es decir, cada uno se tiene que adaptar a su entorno y a las herramientas de las que dispone.

La idea, lo importante, es saber por qué se hace cada cosa, para tener el control y dejar menos parámetros al azar. Además de mejorar la calidad técnica de tus vídeos, a la larga supone una mayor eficiencia.

Vamos con ello:

 

Limpieza del objetivo

La parte externa de la cámara está expuesta a suciedad: polvo, la grasa natural de las manos, de la cara…

Muchas veces no se ve a simple vista, pero puede afectar bastante a la nitidez de la imagen.

Simplemente hay que pasar un paño suave, como el que se utiliza para limpiar las gafas. Puedes humedecer el paño con algún líquido específico para limpieza gafas o de objetivos fotográficos.

 

Estabilidad

Utiliza un trípode o cualquier sistema que permita mantener el móvil completamente estable durante la grabación.

Para grabar en casa no necesitas un trípode de gama alta, puede valer prácticamente cualquier trípode.

Un trípode estándar de fotografía te va a dar mucha flexibilidad (altura que puede conseguir por ejemplo, estabilidad y te va a servir también en el exterior).

 

 

Pero también puede ser práctico un trípode pequeñito para colocar sobre una mesa.

 

 

Para acoplar el móvil al trípode necesitarás una pinza o soporte para móvil (para trípode) o algún sistema similar.

Algunos soportes son una especie de armazón (rig) al que se pueden acoplar accesorios: foco led, micrófono… Pueden ser también una buena opción si tienes pensado grabar también en exteriores.

 

 

 

Colocación de la cámara

La cámara debería estar colocada a la altura de la cara (si estamos grabando a una persona) o un poco más arriba para generar un pequeño ángulo.

La distancia entre la cámara y el protagonista dependerá del encuadre que quieras conseguir y del ángulo de visión de la cámara del móvil.

 

Cámara

Normalmente todos los móviles tienen una cámara principal, situada en la parte trasera del móvil.

La cámara principal es la que suele ofrecer mejor calidad. Algunos móviles tienen otras cámaras en la parte trasera: telephoto, angular…

Si nos grabamos a nosotros mismos es más cómodo utilizar la cámara delantera, en modo selfie. Pero ten en cuenta que esta cámara suele tener unas prestaciones más pobres.

Siempre que puedas, intenta usar la cámara principal, es cuestión de acostumbrarse.

Coloca el móvil fijo en un trípode o en el soporte que uses. Encuadra utilizando algún elemento como referencia, una almohada colocada en tu silla por ejemplo. Y haz pruebas de grabación colocándote ya en tu posición habitual, para ver que el resultado final es correcto.

Puedes usar un espejo detrás del móvil para tener una referencia mientras grabas.

Con algunos móviles de puede configurar una opción de reproducción en espejo, que permite ver la pantalla del móvil en otro dispositivo: un monitor de ordenador, una tablet, una televisión…

 

Encuadre

No hay un encuadre que sea mejor o peor.

Es una cuestión artística y del estilo de cada uno, y del tipo de vídeo que estemos haciendo: no es lo mismo un monólogo, hablando a la cámara, que una situación en la que nos grabamos cocinando…

Los planos muy cerrados de la cara suelen ser un poco agobiantes para el espectador. En general conviene dejar un poco de aire (espacio) entre la cabeza y el borde superior del encuadre, y lo mismo con los bordes laterales.

¿Formato apaisado o vertical?

Si vas a publicar en YouTube o similar: siempre formato apaisado, nunca vertical.

El formato vertical sólo es compatible con algunas redes sociales.

 

 

¿Qué app es mejor para grabar vídeo?

Nos interesa una aplicación que nos deje todo el control posible sobre los parámetros de grabación.

Todo lo que sea automático implica que será el móvil el que tome las decisiones por nosotros. A veces acertará y otras veces no acertará y nos estropeará la toma.

Las aplicaciones nativas que incluye cada móvil suelen ser cada vez más completas y muchas de ellas incluyen algún modo ‘Avanzado’ o modo ‘Pro’ que nos da acceso a más parámetros de grabación.

Hay aplicaciones de terceros que suelen funcionar muy bien, son muy completas:

  • Open Camera
    Es gratuita y permite controlar casi todos los parámetros
  • Filmic Pro
    Es un poco la referencia. Permite controlar prácticamente todos los aspectos de la grabación. Es una aplicación de pago pero si es compatible con tu móvil merece la pena.
    La tacho por el momento porque parece que han cambiado su formato de pago a una suscripción, que encarece mucho el uso. Podría valer la pena para alguien que haga un uso muy intensivo. Intentaré probar otras aplicaciones para incluir a modo de alternativa.

 

Estas aplicaciones dependen lógicamente de las limitaciones del hardware de cada móvil (si tu móvil no graba 4K 60fps la aplicación no va a hacer que grabe en ese formato). Y también dependen de la capa del sistema operativo. Hay móviles que no dejan acceso por defecto a determinadas funciones o parámetros de la cámara.

Pero en general, cualquiera de esas aplicaciones funciona muy bien y tienen una interfaz que facilita el control de la cámara durante la grabación, sobre todo para bloquear parámetros (exposición, enfoque dependiendo de la situación, balance de blancos) y evitar que el móvil vaya cambiando parámetros sobre la marcha según su criterio.

 

Balance de blancos

El balance de blancos tiene que ver con la temperatura de color de la iluminación que estemos usando.

Todas las cámaras y móviles suelen trabajar por defecto con un modo automático AWB (auto white balance), que en general suele funcionar bien.

El problema es que en vídeo muchas veces tenemos situaciones cambiantes. Por ejemplo, si utilizas luz natural y pasa una nube hay un cambio en la temperatura de color de la luz (pasa a ser un poco más fría), la cámara lo detecta y corrige automáticamente. El resultado es que todo el color de la escena cambia también.

Ese tipo de cambios de color no los queremos. Queremos que los colores sean consistentes durante toda la toma

Lo ideal sería fijar el balance de blancos antes de comenzar la grabación.

Algunas apps te permiten elegir un balance de blancos predeterminado: tungsteno, luz cálida, fluorescente, sol, nublado, sombra…

 

Balance de blancos - Modos predefinidos

 

Ten en cuenta que el balance de color tiene como objetivo conseguir un blanco ‘neutro’ a partir de una iluminación con una determinada dominante de color.

Si por ejemplo estás usando iluminación de 5500K y fijas un balance  ‘Luz cálida’, la cámara compensará el color y te dará una imagen con dominante azulada. Si fijas un balance ‘Nublado’ la cámara te dará una imagen con dominante anaranjada.

El balance de blancos te permite jugar con la dominante de color de tus vídeos. Por ejemplo si te gustan más los tonos cálidos o los tonos fríos.

Con Open Camera por ejemplo puedes prefijar el balance de blancos. Con Filmic Pro puedes incluso elegir una temperatura de color concreta.

Otra opción es usar el balance de blancos automático (AWB) para el encuadre final y bloquearlo para que use el valor calculado durante toda la grabación.

 

 

Control de exposición

Con la exposición vamos a hacer lo mismo. Queremos fijar una exposición y que se mantenga constante durante toda la toma.

La mayoría de las apps permiten bloquear la exposición manteniendo el dedo sobre la pantalla (sobre la zona de enfoque) durante unos segundos.

Apps como Open Camera y Filmic Pro también te permiten bloquear la exposición de una forma muy sencilla, y además te dan la opción de hacer un ajuste de exposición manual.

 

ISO

Como hemos comentado anteriormente, queremos que la cámara trabaje con un ISO lo más bajo posible: 100, 200 o 400 podrían ser valores de ISO con los que vamos a conseguir una imagen bastante limpia de ruido.

Si ves que a ISO 400 la imagen se sigue viendo algo oscura necesitarías una iluminación más intensa. Prueba a acercar más las fuentes de luz o tendrías que usar unas fuentes de luz un poco más potentes.

Lo ideal sería trabajar con ISO 100 (o el ISO mínimo que soporte el móvil, en algunos puede ser 200)

 

Enfoque

Aquí va a depender mucho del sistema de enfoque de tu móvil.

Si tiene un buen sistema de enfoque lo mejor quizás es dejarlo en automático. Enfoque continuo con seguimiento de cara por ejemplo.

Si el sistema de enfoque de tu móvil no es fiable (pierde el enfoque con frecuencia durante la grabación y tarda en volver a encontrarlo) entonces prueba con enfoque manual.

Los móviles suelen tener una profundidad de campo muy amplia, prácticamente todo lo que está en el encuadre aparecerá enfocado (excepto los objetos muy muy próximos a la cámara). Así que aunque nos movamos un poco hacia adelante o hacia atrás seguiremos estando enfocados.

Si te grabas a ti mismo, toma como referencia un objeto que esté en la misma posición donde estarás tú, por ejemplo una almohada colocada en tu silla. Enfoca pulsando con el dedo y una vez que esté enfocado bloquea el enfoque.

Para bloquear el enfoque: en muchas aplicaciones hay que mantener el dedo sobre la zona que queremos enfocar durante unos segundos.

En Open Camera hay diferentes opciones para enfoque manual, por ejemplo puedes elegir enfoque fijo o enfoque bloqueado.

 

4K vs 1080p

La calidad que ofrece 1080p es suficiente en la mayoría de los casos.

Ten en cuenta que al grabar en 4K necesitarás mucho espacio de almacenamiento y si vas a editar desde el propio móvil necesitarás uno con bastante potencia de procesamiento.

Si la edición la vas a hacer desde un ordenador, tienes que ver si tu ordenador te permite editar 4K con fluidez.

Resumen: si tu equipo te permite editar en 4K y tienes espacio suficiente para almacenar tus vídeos, entonces graba en 4K y luego decide si reescalas a 1080p en edición o si editas y publicas directamente en 4K.

 

24fps / 30fps / 60fps

El número de fotogramas por segundo está relacionado con el estilo que le quieras dar al vídeo.

Con 24fps tendrías un estilo más de cine, los movimientos de los objetos crean una pequeña estela (motion blur) que da esa sensación de película, de ficción…

Con 30fps sería un estilo de televisión, es el estándar de YouTube.

Con 60fps tendrías un estilo más de retransmisión deportiva o documental. Hay muy poco motion blur y la imagen se ve muy nítida.

Grabar a 60fps te da la opción de convertir a 30fps en edición, incluyendo algunos cortes en cámara lenta (2x)

Ten en cuenta que para grabar a 60fps hace falta el doble de luz que para grabar a 30fps manteniendo los demás parámetros (ISO). Es decir, si tu iluminación va muy justa es preferible grabar a 30fps para mantener un valor de ISO más bajo.

 

Resumen de configuración del móvil para vídeo

 

  • Limpia el frontal de la cámara del móvil antes de comenzar a grabar
  • Coloca el móvil en un lugar estable, preferiblemente un trípode
  • Sitúalo a la altura de los ojos o un poco por encima
  • Intenta usar la cámara principal (trasera) ya que ofrece más calidad de imagen
  • Utiliza un micrófono externo: de solapa o un micrófono direccional colocado lo más cerca posible de la persona que habla
  • Elige el encuadre que más te guste (más abierto, más cerrado, centrado, regla de los tercios…). Intenta dejar un poco de aire, espacio, entre la cabeza y el borde superior del encuadre, y también hacia los laterales.
  • Usa un modo avanzado de la aplicación de cámara nativa de tu móvil o instala alguna app externa como Open Camera, Filmic Pro, etc. que te permita controlar los parámetros de grabación
  • Fija un balance de blancos predeterminado o usa el balance automático del móvil pero bloquéalo para que no cambie durante toda la toma.
  • Bloque la exposición para que no cambie de forma automática durante la toma
  • Verifica que con esa exposición el móvil está trabajando con un ISO bajo (p.e. ISO 100 o 200). Si no es así, intenta subir la intensidad de la luz o acerca más las fuentes de luz que estés usando
  • Si tu móvil tiene un buen sistema de enfoque déjalo en enfoque automático: continuo con detección de cara si es posible.
  • Si no tiene un enfoque automático fiable puedes trabajar con enfoque fijo. Utiliza una referencia (p.e. la silla donde te vas a sentar) para enfocar y luego bloquea el enfoque en esa posición.
  • Si vas a editar en el móvil tendrás que probar si puedes editar vídeo en 4K con fluidez.
  • Una opción puede ser grabar en 4K y luego reescalar en edición a 1080p para conseguir un poco más de nitidez.
  • Si tu móvil no te permite editar en 4K, no tienes almacenamiento suficiente o te ralentiza mucho el proceso: graba en 1080p, te va a dar calidad suficiente.
  • Elige el número de fotogramas por segundo dependiendo del estilo del vídeo o tus preferencias en cuanto a estilo: 24p para un estilo más de cine (pero lo tendrías que combinar con algo más en edición, por ejemplo con algún preset o filtro de color que se acerque más a ese estilo), 30p sería el estándar y normalmente es la opción más adecuada, y 60p sería para un estilo más de documental o de retransmisión deportiva.
  • Ten en cuenta que grabar a 60 fotogramas por segundo necesita más luz para mantener bajo el ISO (con respecto a 30 fotogramas por segundo)
  • Si tu móvil y aplicación te permite monitorizar el nivel de audio, verifica que el nivel esté siempre por debajo de los -6dB, incluso por debajo de los -12dB para evitar saturación (clipeo). Es preferible tener que subir el nivel en edición que usar un sonido roto, distorsionado.

 

 

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Deformación por perspectiva. Los ojos no tienen zoom

Si los ojos hacen una proyección rectilínea de la escena, ¿por qué algunas proyecciones rectilíneas nos parecen extrañas o deformadas? En este capítulo de la serie sobre Perspectiva veremos un poco cómo funciona la percepción visual humana y las diferencias con una cámara.

 

Percepción visual: cámara vs cerebro

 

Este artículo forma parte de la serie sobre la Perspectiva en Fotografía.

Para entenderlo bien recomiendo leer previamente ese capítulo inicial y el capítulo sobre la percepción visual de la profundidad (percepción de la tridimensionalidad).

 

La ventana del salón

En el capítulo sobre percepción de la profundidad hablé sobre los diferentes mecanismos que utiliza el cerebro para recuperar información sobre la tridimensionalidad de la realidad física del entorno.

En este artículo nos vamos a centrar sobre todo en los mecanismos de interpretación de la perspectiva.

Estos mecanismos pueden funcionar prácticamente en cualquier situación y distancia.

Vimos que a partir de una cierta distancia, del orden de 10 metros, son los mecanismos que aportan más información sobre distancias y posiciones relativas de los objetos a nuestro alrededor.

Podríamos decir que son mecanismos estáticos: interpretan la información de la imagen que envían los ojos, sin que intervengan otras funciones relacionadas con la fisiología del ojo (visión binocular, enfoque, triangulación, paralaje por movimiento…)

 

Para entenderlo bien, imagina que estás sentado en mitad del salón de una casa, frente a una gran ventana que da a la calle.

Lo que vemos a través de la ventana sería equivalente a la información que utilizan estos mecanismos.

Suponiendo que no nos podemos mover del sillón, sólo podemos interpretar la realidad de la calle a través del análisis de la perspectiva, análisis de una imagen ‘plana’. Los demás mecanismos nos aportan poca información (por ejemplo la visión binocular deja de ser efectiva a esa distancia).

 

Ahora imagina que en esa situación nos cambian la ventana por una gran pantalla y nos ponen un vídeo con las imágenes en vivo o grabadas de la calle.

Tendríamos una percepción casi idéntica de la realidad ‘exterior’.

Podemos incluso congelar la imagen. Estaríamos viendo una ‘foto’ de la realidad física de la calle.

Y a través de los mecanismos de interpretación de la perspectiva podríamos recrear en nuestra mente esa realidad tridimensional.

 

Cuando observamos una perspectiva, por ejemplo cualquier foto de una escena real, tendremos en general una percepción bastante ‘fiel’ de esa realidad física de la escena: la distribución aproximada de los objetos en el espacio, cuáles están más cerca y cuáles están más lejos, etc.

No hay nada mágico ahí…

El cerebro utiliza los mismos mecanismos para interpretar el contenido de la foto que los que utiliza para interpretar el contenido de las imágenes que proporcionan los ojos.

 

Ojos vs cámaras

Hemos comentado que los ojos hacen una proyección rectilínea (o que se modela muy bien como rectilínea).

En el caso del ojo, el cristalino hace una proyección cónica sobre una superficie esférica (la retina). Pero de toda la retina, los humanos sólo vemos con buena nitidez y detalle en una zona muy pequeña: la fóvea.

Percepción visual ángulo visión ojo

 

El ángulo de visión que corresponde a la fóvea es de apenas 2 grados.

Luego vendría la zona de la visión periférica cercana / media (hasta unos 30 grados con respecto al eje óptico del ojo) y la visión periférica lejana, que no nos aportan información sobre formas definidas, sino sobre ‘bultos’ (p.e. algo que podría ser un depredador acerándose por la parte lateral)

A todos los efectos podemos modelar el comportamiento del ojo como una proyección cónica lineal. Las pequeñas discrepancias (por el hecho de que la parte central de la retina sea una superficie esférica) sólo se pueden percibir en situaciones muy muy concretas que no se dan en el día a día y que no tienen relación con lo que llamamos deformación por perspectiva.

Percibimos la realidad con todas las características de la proyección rectilínea:

  • Las líneas rectas de la escena las vemos como rectas
  • El tamaño relativo de los objetos es inversamente proporcional a la distancia a la que están de nosotros
  • Vemos el escorzo de los objetos
  • Vemos que las rectas suficientemente largas fugan (las vemos inclinadas a pesar de que sabemos que son por ejemplo horizontales, paralelas al suelo)

 

Una cámara con un objetivo rectilíneo también hace una proyección rectilínea.

Sin embargo, hay diferencias.

 

Proyección rectilínea en ojo humano - fóvea

 

Debido a ese ángulo de visión tan estrecho, los ojos sólo pueden abarcar una porción pequeña de la escena (con nitidez y detalle suficiente como para reconocer formas) y necesitamos mover los ojos y sobre todo la cabeza para visualizar cualquier escena que ocupe un cierto ángulo.

La visión humana funciona más bien como una cámara de vídeo que va tomando fotogramas, cambiando el encuadre según los elementos que llaman la atención del cerebro.

Los ojos están en constante movimiento y lo que podríamos entender como ‘imagen mental’ de una escena o de un objeto es en realidad una composición que hace el cerebro a partir de muchas imágenes.

Para la mayoría de las situaciones, esa composición (imagen mental) es muy similar a la imagen que obtendríamos con una cámara con una única toma (foto).

Pero no siempre es así…

 

Los ojos no tienen zoom

El cristalino varía su distancia focal para enfocar, pero ese efecto no es comparable a usar por ejemplo objetivos angulares y teleobjetivos en una cámara.

Nuestros ojos nos ofrecen una perspectiva rectilínea, con un determinado ángulo de visión.

Sólo podemos cambiar el punto de vista, la distancia al elemento de interés de la escena.

En fotografía podemos usar por ejemplo la distancia focal del objetivo para conseguir un determinado punto de vista con un determinado encuadre.

Es decir, con una cámara podemos adaptar la óptica o sus características físicas (en el caso de una cámara estenopeica por ejemplo) para conseguir muchas combinaciones diferentes de punto de vista y ángulo de visión.

Con una cámara podemos conseguir encuadres (punto de vista + ángulo de visión) que no podemos conseguir con nuestros ojos y quedan fuera de nuestra experiencia habitual.

 

Cámara con gran ángulo de visión

Vamos a poner un ejemplo para entenderlo.

Imagina que tenemos en la escena tres grandes cubos, distribuidos como en la siguiente figura:

 

Perspectiva generada por la cámara

Vamos a colocar la cámara muy cerca: el punto de vista de la proyección está muy cerca de los objetos de interés.

Podemos usar una cámara estándar con un objetivo rectilíneo bastante angular (distancia focal corta) o podemos usar una cámara estenopeica con una pantalla muy grande y muy próxima al estenopo para conseguir ese ángulo de visión más amplio.

El resultado en ambos casos será equivalente a una proyección rectilínea, una perspectiva rectilínea.

Pero al ver esa imagen, de alguna forma sentimos que esos cubos más próximos a la cámara están ‘deformados’, no deberían verse así, ¿no?, tan estirados.

 

Vamos a ponernos en la piel (en los ojos más bien) de un observador justo en la posición de la cámara.

Para esa misma situación, los ojos de un observador humano no pueden capturar todo el encuadre de una vez (estamos demasiado cerca de los cubos y el ángulo de visión del ojo es muy estrecho).

Así que de forma automática hacemos un barrido, normalmente girando la cabeza: por ejemplo miramos el cubo de la izquierda, luego el cubo del centro y luego el de la derecha.

 

Perspectiva y percepción visual humana

No nos movemos del sitio, pero el punto de vista cambia.

O si lo queremos pensar de otra forma, giramos el plano del cuadro (con lo que cambiamos la perspectiva generada en cada momento).

Eso nos da una determinada perspectiva del cubo de la izquierda, una perspectiva diferente para el del centro y otra perspectiva para el cubo de la derecha.

El cerebro hace una composición de esa escena a partir de todas esas imágenes y obtenemos una imagen mental de la escena global:

Perspectiva y percepción visual humana

 

En ambos casos se trata de imágenes generadas por una proyección rectilínea, pero la de la cámara es una única toma con un ángulo de visión extremo, mientras que la imagen percibida por el observador en la escena es una especie de panorámica creada a partir de varias perspectivas rectilíneas generadas a partir de diferentes puntos de vista.

El observador de la escena real tiene una percepción diferente de las formas de los cubos laterales.

Si ese mismo observador ve la fotografía de la escena, notará que los cubos laterales están ‘deformados’ con respecto a su imagen mental.

Este tipo de discrepancias las podemos ver por ejemplo cuando hacemos una foto de grupo con un gran angular: las personas que aparecen en los extremos del encuadre vemos que aparecen deformadas (con respecto a lo que percibiríamos como observadores girando la cabeza).

 

Cámaras con ángulo de visión muy estrecho

Lo mismo ocurre cuando vemos fotos tomadas con un teleobjetivo (distancia focal muy grande), aunque el efecto suele ser más sutil.

Nuestros ojos no permiten ver una escena lejana con detalle suficiente (el límite de resolución angular del ojo) como para tener la misma experiencia: un punto de vista muy alejado y un encuadre muy cerrado a la vez.

 

Deformación por perspectiva

Es muy importante entender esto: la realidad física la vemos deformada por la perspectiva.

La información visual que tenemos de los objetos viene de su perspectiva (proyección a dos dimensiones), que incluye el escorzo por ejemplo, las líneas que fugan y todas las propiedades de la proyección rectilínea.

El cerebro descuenta esa deformación (capa de interpretación) y lo que percibimos habitualmente es una realidad sin ‘deformaciones’.

O dicho de otra forma: esas deformaciones entran dentro de la experiencia habitual como observadores y las percibimos como naturales.

No nos damos cuenta a menos que prestemos atención de forma consciente.

Una cámara puede generar imágenes con un punto de vista y un encuadre diferentes a los que puede conseguir el ojo humano.

Si vamos a los extremos (ángulos de visión muy grandes o ángulos de visión muy estrechos) las imágenes resultantes se salen de la experiencia habitual de la visión humana.

Cuando vemos una foto hecha con un gran angular o un teleobjetivo vamos a reconocer perfectamente esas imágenes y vamos a saber interpretar bien la escena tridimensional (aunque quizás nos puedan confundir los tamaños relativos), pero en algunos casos la imagen puede incluir elementos con una deformación que se sale de lo que consideramos ‘natural’.

El cerebro no funciona como un ordenador que aplica una ‘matriz de transformación’ o funciones matemáticas para reconstruir la realidad 3D.

La percepción visual funciona por aprendizaje y entrenamiento, y esas imágenes a partir de ángulos de visión tan extremos (tan amplios o tan estrechos) no han formado parte del entrenamiento.

 

Es importante entender esto: lo que llamamos deformación por perspectiva son efectos relacionados con la percepción visual (cerebro), con cómo interpreta el cerebro las imágenes.

La deformación por perspectiva no tiene que ver con la fisiología del ojo (p.e. que la retina sea una superficie esférica).

La deformación por perspectiva no tiene nada que ver con problemas de la vista.

Y la deformación por perspectiva no tiene nada que ver con defectos de los objetivos y las lentes.

 

Lo que habitualmente entendemos como deformación por perspectiva no es una cuestión cualitativa (tiene deformación o no), es una cuestión cuantitativa (tiene más deformación de la habitual y por eso la notamos)

 

Algunos de estos ‘efectos’ relacionados con la perspectiva son por ejemplo:

 

Estos efectos los iremos viendo en diferentes artículos.

 

Proyecciones no rectilíneas

Los objetivos de tipo ojo de pez y otros objetivos especiales hacen una proyección no rectilínea.

Están diseñados así, no es un defecto del objetivo.

Cada objetivo ojo de pez puede tener una determinada función de mapeo: estereográfica, equidistante, de ángulo equisólido…

La característica común de todas estas proyecciones es que las líneas rectas de la escena ya no aparecen rectas en la perspectiva resultante.

Cuando vemos una imagen generada por un objetivo de este tipo la percibimos como una ‘realidad deformada’.

 

Percepción no rectilínea

Aunque parezca extraño, nuestra percepción también puede curvar las líneas rectas.

El propio ojo genera una proyección sobre una superficie esférica, la retina. Hay una pequeña desviación con respecto lo que sería un plano del cuadro perfectamente plano.

Aunque estos efectos (debidos a la fisiología del ojo) creo que sólo los notaríamos en situaciones un poco extremas.

Yo me refiero más bien a lo que ocurre en la capa de interpretación.

 

Por ejemplo en ciertas situaciones cuando observamos elementos con rectas paralelas muy extensas.

Imagina por ejemplo que te sitúas frente a un edificio con una fachada rectangular que se prolonga a lo ancho unos cientos de metros.

Nuestro ángulo de visión sólo nos permite ver un trozo de la fachada.

Así que hacemos un barrido, como en el caso de la escena de los cubos: giramos a la izquierda la cabeza, luego volvemos al centro, giramos a la derecha, volvemos al centro…

En general, solemos tomar como referencia el horizonte y nuestro cerebro nos dice que el horizonte (o en este caso el suelo donde se asienta la casa) forma una línea recta perfecta.

¿Qué ocurre entonces?

  • Cuando miramos a la parte izquierda de la ‘panorámica’ la línea del techo de la casa fuga hacia la línea del suelo (fuga hacia la izquierda).
  • En la parte central, mirando al frente, la línea del techo tiene una elevación mayor y además vemos que es paralela al suelo.
  • Cuando miramos a la derecha vemos que la línea del techo también fuga hacia la línea del suelo (pero en este caso fuga hacia la derecha).

 

Perspectiva y percepción visual humana

 

En una perspectiva rectilínea no puede ocurrir que una misma recta fugue a dos puntos de fuga diferentes.

¿Cómo lo interpreta entonces el cerebro?

Pues depende de cada persona y del contexto.

En algunos casos lo interpretaremos como si la línea del techo fuera curva: es una explicación muy coherente si tomamos como referencia la línea del suelo. Porque la línea del techo la vemos como un continuo, no la vemos como trozos que forman ángulos entre sí. La percibimos como un arco, aunque sabemos que en realidad es una recta.

En otros casos lo podemos percibir simplemente como escenas separadas e independientes, a la izquierda vemos una perspectiva coherente, en el centro es una perspectiva coherente y a la derecha vemos una perspectiva coherente.

Es decir, no es que unas personas sean diferentes a otras. Es la situación y el contexto lo que puede influir en la interpretación.

 

No es fácil encontrar situaciones de este tipo (y prestarles atención de forma consciente), pero por ejemplo, cuando la Vía Láctea está muy baja en el horizonte, casi paralela a la línea del horizonte, la podemos percibir como un objeto curvado: ‘sale’ por la izquierda pegada al horizonte, sube hasta una cierta altura y se ‘pone’ por la derecha pegada al horizonte.

Tomando el horizonte como referencia, la Vía Láctea la podemos percibir como un arco, para mantener esa coherencia: no puede ser una línea recta según nuestro cerebro. Cuando la realidad es que la Vía Láctea forma una recta (el plano de la galaxia visto de canto desde la Tierra)

Se tienen que dar condiciones muy concretas (la Vía Láctea muy baja con respecto al horizonte y tener un campo de visión muy amplio) y no sé si todo el mundo tendría la misma percepción en esas situaciones, porque no es algo ‘fisiológico’ debido al funcionamiento del ojo, es algo que depende de la capa de interpretación.

 

Panorámicas

Una panorámica se construye habitualmente uniendo (cosiendo) varias imágenes realizadas con un ángulo de visión más estrecho.

Se podrían hacer panorámicas rectilíneas de hasta unos 120 grados de ángulo de visión, pero la deformación por perspectiva en las esquinas sería muy exagerada (los objetos situados allí los veríamos deformados y poco ‘realistas’, como ocurría con los cubos del ejemplo).

En general las panorámicas se suelen generar utilizando algún tipo de proyección no rectilínea.

Las proyecciones curvilíneas no preservan las líneas rectas, pero ‘suavizan’ esos efectos de la deformación exagerada hacia los bordes de la proyección rectilínea.

En una escena de naturaleza por ejemplo, donde apenas hay líneas rectas o son muy cortas, veríamos una imagen bastante coherente.

En una panorámica se puede elegir por ejemplo la línea del horizonte como referencia: aparecerá recta, pero todas las paralelas al horizonte por encima y por debajo aparecerán curvadas.

Lo podemos ver por ejemplo en las típicas panorámicas de la Vía Láctea que representan un ángulo de visión muy abierto, en las que el perfil de la galaxia aparece como arco.

En este tipo de panorámicas emulamos en cierta forma el comportamiento de la percepción visual cuando el observador hace un barrido con sus propios ojos.

Lógicamente, en panorámicas muy extremas (correspondientes a ángulos de visión muy abiertos) es imposible mantener la coherencia de todas las proporciones y notamos esos efectos típicos que asociamos a un ojo de pez.

 

 

Capítulo inicial sobre la Perspectiva en fotografía.

Siguiente capítulo de la serie: Puntos de fuga en fotografía.

Todos los artículos de la serie sobre perspectiva

 

Trípode de fibra de carbono K&F Concept A255C2 – Análisis y opinión

Revisión en profundidad, opiniones y valoración del A255C2, un trípode de fibra de carbono de carga media alta con buenas características como trípode de viaje.

 

Trípode K&F Concept A255C2

 

 

Introducción y criterios para elegir un trípode

Para que no haya trampa ni cartón, quiero dejar claro que este trípode me lo han enviado desde K&F Concept para que lo pruebe y para que publique mi experiencia y mis opiniones.

Como siempre, las conclusiones que aparecen en este artículo son mis opiniones y mis conclusiones a partir de las pruebas que hago y del uso personal del trípode.

Estos análisis incluyen datos objetivos (medidas, pesos, materiales…) y también información subjetiva en base a mi experiencia: facilidad de uso, versatilidad, calidad de construcción, etc. pero siempre con respecto a los usos típicos que yo suelo hacer con trípodes.

Literalmente hay infinitos casos de uso y cada persona es un mundo.

En estos artículos de análisis de producto hay un sesgo importante: sólo publico el artículo si el producto cumple con unos criterios de calidad. Si compro un producto o me envían equipo para probar y veo que no cumple con unos mínimos de calidad o utilidad, o no me convence por el motivo que sea, no publico el análisis. No me compensa probar y dedicar tiempo a algo que sé que no compraría. Por lo tanto, con sus pros y sus contras, los productos que aparecen en estos artículos de análisis son productos que yo personalmente compraría y que puedo recomendar sin ningún problema.

 

Criterios para elegir un trípode

Recuerda que no hay un trípode universal que sirva para todos los usos y para todos los usuarios.

En general se busca un equilibrio entre altura máxima, estabilidad, capacidad de carga, tamaño de transporte y peso.

Todas esas características compiten entre sí.

El trípode ideal, si sólo pensamos en el momento en que lo usamos, sería el más pesado y rígido que podamos imaginar, ya que buscamos la mayor estabilidad posible (para eso sirve un trípode).

Pero sería un trípode poco útil a menos que lo usemos siempre en el mismo lugar y no necesitemos moverlo.

Por ejemplo para viajar o para llevarlo en nuestras salidas a pie queremos que el trípode ocupe lo menos posible y que pese poco.

Que pese poco implica que el viento le afectará un poco más (por eso muchos incluyen gancho para colgar peso y bajar el centro de gravedad)

Para que ocupe poco interesa que tenga patas con muchas secciones, pero cada sección implica menos estabilidad (menor rigidez) en la estructura global…

Potenciar una característica implica sacrificar un poco alguna de las otras.

 

El trípode hay que elegirlo para que cubra más o menos bien nuestro rango más habitual de usos y situaciones.

Por poner un ejemplo: de nada sirve elegir el trípode más robusto y más caro, si luego lo dejamos siempre en casa porque nos da pereza llevarlo cuando lo necesitamos.

O de poco sirve elegir un trípode ligero y pequeño si luego no nos ofrece la estabilidad que necesitamos.

 

Usos típicos del A255C2

¿Para qué tipo de uso está orientado este modelo:  A255C2?

Es un trípode que se ha diseñado pensando sobre todo en la estabilidad. No dispone de columna central como tal, aunque permite cierto margen de ajuste.

Esta característica hace que sea muy estable en todas sus configuraciones.

Por resumirlo de alguna forma: perdemos algo de flexibilidad en altura con respecto a otros modelos, pero ganamos en estabilidad.

Sigue siendo muy buena opción como trípode de viaje. Ocupa poco volumen una vez plegado y es bastante ligero gracias a su construcción en fibra de carbono.

Creo que es un trípode muy polivalente que se puede utilizar en muchísimas situaciones diferentes.

 

Características técnicas

Características técnicas, medidas y peso del K&F Concept A255C2.

 

Trípode K&F Concept A255C2

 

Características básicas del trípode

Material de construcción: fibra de carbono (patas y columnas) y aluminio (cruceta, soporte de patas, cabezal, elementos de anclaje…)

Las alturas incluyen el cabezal (BH-35L)

Máx. Altura del Trípode (columna extendida): 155cm
Máx. Altura sin columna central extendida: 132cm
Mín. Altura (recogido para transporte): 51 cm (patas + cabezal incluido)
Secciones de las patas: 5
Ángulos de las patas: 3 ángulos: 25°, 55°, 85°
Peso Neto:   1.3 kg  (el trípode 1kg, el cabezal 300g)
Capacidad de carga (datos del fabricante): 15kg

 

En la cruceta incluye una rosca (similar al easy link de Manfrotto) que podemos usar para acoplar algún accesorio.

 

Columna

La columna en sí es de sección hexagonal.

Nos da unos 20cm de margen para ajustar en altura si fuera necesario.

En la posición más baja, el cabezal descansa directamente sobre la cruceta del trípode. Es la posición más estable posible (como si no tuviera columna).

Además, la sección hexagonal impide que la columna gire con respecto a la base del trípode.

La columna se puede invertir.

En esa configuración, el cabezal queda ‘colgando’ hacia abajo, hacia el interior de las patas, y nos permite hacer tomas a muy poca altura del suelo.

 

Posición de transporte

En su posición de transporte mide unos 51 cm de largo, incluyendo el cabezal.

Una de las cosas que más me gustan de este trípode es que la posición de las patas en el modo de transporte coincide con la posición de uso: no hay que girar las patas (casi 180º) como en la mayoría de los trípodes para situarlas en su posición de uso, simplemente las giramos un poco hasta el tope (25º) y ya está listo.

Dentro de su bolsa de transporte, para que te hagas una idea orientativa del volumen que ocupa, la bolsa vendría a ser un cilindro de unos 52 cm de largo y unos 11 cm de diámetro.

La bolsa de transporte es de muy buena calidad, como suele ser habitual con los trípodes de K&F Concept.

Está fabricada en material sintético similar a goretex.

Dispone de asas y una correa (desmontable) para llevar al hombro.

 

Patas / secciones

Es un trípode de 5 secciones, con las patas fabricadas en fibra de carbono.

Las secciones de las patas van desde los 25mm de la sección superior, hasta los 12mm de la sección inferior.

Cada pata se puede inclinar de forma independiente.

El bloqueo de la inclinación es mediante una pestaña de aluminio con un pequeño muelle que la devuelve a su posición de bloqueo.

Hay 3 posiciones estables, aproximadamente a 25°, 55° y 85° con respecto al eje vertical.

La posición más habitual sería la de 25º, la más vertical.

Si se necesita mucha estabilidad por el motivo que sea, y podemos renunciar a la altura, la posición de 55º con un par de secciones recogidas puede ser una muy buena opción.

 

Trípode K&F Concept A255C2

 

Y con la de 85º sería para situaciones muy concretas donde necesitemos bajar mucho la altura (pero hay que tener en cuenta que la propia columna limita, en esos casos es mejor usar la columna invertida) o situaciones complejas donde cada pata necesite estar con una inclinación diferente (entre rocas, etc.)

 

Trípode K&F Concept A255C2

 

El mecanismo de bloqueo de las secciones es mediante rosca.

Una de las patas es desmontable (se desenrosca de la estructura de la cruceta) y se puede convertir en monopié, enroscándole el cabezal.

Las patas terminan con un protector de goma antideslizante que se puede desenroscar.

Podríamos sustituir por ejemplo las gomas por pinchos, para situaciones en las que necesitamos ‘anclar’ el trípode en el terreno (hierba, tierra, arena, etc.) para ganar estabilidad.

 

Peso máximo de equipo

El peso máximo de carga que indica el fabricante son 15 kg.

El trípode en sí creo que soportaría esa carga sin problemas, al menos en condiciones normales.

El cuello de botella estaría quizás en el cabezal.

Este kit viene con una rótula de bola, BH-35L, que permite trabajar cómodamente con equipo relativamente pesado.

Más que los 15kg brutos, habría que ver más bien cómo está equilibrado ese peso y la palanca que ejerce sobre la rótula.

Por eso es muy difícil evaluar en función de un peso o una carga máxima.

Y creo que es difícil que lleguemos a situaciones con equipo (cámara + objetivo) que supere los 8-10 kilos.

 

Opciones de configuración y usos típicos

La configuración más estable y para la que está pensado este trípode es con las patas en el ángulo más pequeño (posición más vertical), totalmente extendidas todas sus secciones, y con la columna en su posición más baja, de tal forma que el cabezal descansa sobre la cruceta.

Trípode K&F Concept A255C2

Dependiendo de la altura del usuario puede quedar una altura un poco justa, sobre todo si queremos usar el visor del objetivo.

Yo en esos casos prefiero usar la pantalla trasera de la cámara y dejo el visor para situaciones muy puntuales.

Ya que en cualquier caso lo ideal es disparar con disparador remoto o activar el temporizador para no tocar ni la cámara ni el trípode durante el proceso del disparo.

Otra opción es subir un poco la columna central para conseguir una posición más cómoda. Yo personalmente no la he utilizado mucho.

Trípode K&F Concept A255C2

Ya he comentado que las patas tienen varios ángulos, que ajustamos mediante la pestaña correspondiente.

Cada pata es independiente.

Las configuraciones más abiertas no suelo usarlas mucho.

Trípode K&F Concept A255C2

Por ejemplo, la posición intermedia de unos 55º la usaría en situaciones extremas con mucho viento o si necesitara un extra de estabilidad, pero seguramente recogería al menos un par de secciones.

En esa posición las patas transmiten la tensión del peso longitudinalmente hacia el suelo, pero también hay una parte de la tensión que se transmite hacia abajo directamente y que la soportan las uniones de las secciones y la propia estructura de fibra de carbono, que puede flexionar un poco.

Con las secciones más finas recogidas aseguramos que sean las secciones más fuertes las que soporten ese pequeño esfuerzo adicional.

La posición más extrema de las patas, a casi 90º, prácticamente no la uso nunca. Si estás con el trípode entre rocas, viene bien para apoyar una de las patas y encontrar la mejor posición de equilibrio posible. El peso y la tensión la van a soportar sobre todo las otras dos patas en posición más vertical.

En esas situaciones hay que tener cuidado si montamos equipo muy pesado, porque las uniones de las secciones (de la pata que está más abierta) podrían recibir una tensión excesiva.

En el A255C2 tenemos la posibilidad de invertir la columna.

Es mucho más sencillo y directo que en los trípodes con columnas telescópicas, sobre todo en aquellos en los que hay que desenroscar el gancho para poder sacar la columna central.

Trípode K&F Concept A255C2

Regulando la altura de las secciones y la altura de la columna podemos conseguir tomas prácticamente a ras del suelo.

 

Características del cabezal incluido (rótula de bola)

El trípode (al menos este kit en concreto) viene con una rótula de bola BH-35L

Creo que es la rótula de bola más grande de K&F Concept, al menos en el momento de publicar este artículo no tengo constancia de que fabriquen rótulas más grandes.

El sistema de fricción está basado en un recubrimiento plástico interior (entre la bola y el receptáculo) y la fricción se regula mediante un tornillo con palometa / mariposa.

Con respecto a otros modelos de K&F Concept, por ejemplo  BH-25 (KF-25) y BH-28 (KF-28), cuanto mayor es el diámetro de la bola más precisión tendremos a la hora de ajustar una posición concreta, sobre todo cuando el equipo pesa un poco.

Y mayor diámetro también ayuda a trabajar con equipo más pesado (soporta un torque mayor y nos va a resultar más sencillo bloquear justo en la posición deseada).

 

Trípode K&F Concept A255C2

 

La rótula se sitúa sobre una base que permite un giro de 360º.

Ese movimiento de la base (giro, por ejemplo para panorámicas) es muy fluido y permite movimientos muy suaves.

El giro se puede bloquear mediante un tornillo situado en la base.

 

Placa de liberación rápida

Es compatible con el sistema Arca Swiss.

Podemos usar con el cabezal cualquier zapata o placa (p.e. placas en L o similares) compatible con ese sistema.

Por ejemplo, yo suelo tener acoplada una placa en L a mi cámara principal. Esto me permite colocar rápidamente la cámara en vertical o en horizontal sin tener que mover la rótula del trípode.

Y como la placa es compatible Arca Swiss, puedo colocar la cámara en cualquiera de mis trípodes sin tener que andar cambiando la zapata, etc.

La placa que se incluye con el cabezal tiene un sistema de seguridad (unos topes) que impide que se salga de forma accidental cuando el tornillo de bloqueo no está apretado del todo.

La liberación de la placa y el bloqueo se realiza mediante un tornillo situado en el lateral.

El cabezal incluye en la parte superior un pequeño nivel de burbuja para ayudarnos en la nivelación, aunque dependiendo del tamaño de la cámara puede quedar un poco escondido.

 

Peso máximo para este cabezal

Es una rótula de bola pensada para equipo medio, y posiblemente puede manejar sin problema equipo pesado si está bien equilibrado.

Creo que hasta 5-6 kg los podría manejar bien. Para cargas mayores va a influir mucho más la posición del centro de gravedad de esa carga, el torque que ejerce sobre la bola.

Los cabezales de rótula de bola suelen ser los más prácticos en la mayor parte de las situaciones: son muy rápidos y ofrecen una precisión razonable en la mayoría de los casos.

La ventaja de este tipo de trípodes es que podemos poner el cabezal que más nos interese, de cualquier marca, siempre que utilice la rosca estándar.

Por ejemplo, para tareas de mayor precisión (arquitectura, fotografía macro, etc.) podríamos usar un cabezal con rótula de cremallera o de precisión. Son más pesados y son más lentos cuando necesitamos cambiar rápidamente el encuadre, pero son mucho más precisos.

 

Características del monopié

El trípode se puede convertir en monopié.

Una de las patas se desenrosca de la estructura de la cruceta y se le puede enroscar el cabezal.

 

Trípode K&F Concept A255C2

 

Como este trípode no tiene columna como tal, la altura del monopié es un poco justa. Está bien por ejemplo para usar la pantalla trasera de la cámara, sobre todo en vídeo podría ser una excelente opción para seguimiento.

Para usar el visor dependerá de tu altura. En mi caso queda un poco bajo y no resultaría cómodo usarlo durante una sesión larga.

 

Trípode K&F Concept A255C2

 

En cualquier caso me gusta que prácticamente todos los modelos de K&F Concept incluyan esta opción.

 

Trípode K&F Concept A255C2 en el día a día

Las características que más destacaría son la estabilidad y la facilidad de uso.

A diferencia de la mayoría de los modelos, el A255C2 mantiene la posición ‘normal’ cuando se pliega en modo de transporte.

En otros trípodes las patas quedan giradas hacia el cabezal en el modo de transporte, con lo que hay que girarlas una a una hasta la posición de uso normal.

Se tarda muy poco, pero no deja de ser un poco engorro.

Con el A255C2 simplemente hay que extender las secciones de las patas y ya está operativo.

 

En la posición normal de uso es muy muy estable.

El cabezal queda a la altura de la cruceta y también el diseño de la cruceta creo que es un poco más abierto que en otros modelos.

Siendo un trípode con patas de 5 secciones no esperaba sinceramente esa sensación de estabilidad, sobre todo en la posición normal, con las patas en el ángulo más cerrado (posición más elevada) y la columna en la posición más baja.

 

La altura en esa posición está bien.

Para mí me resulta un poco baja si necesito usar el visor, pero puedo extender la columna para tener la altura ideal.

Trípode K&F Concept A255C2

Y si necesito ese plus de estabilidad bajaría la columna y usaría la pantalla en lugar del visor (o el visor de forma puntual), que realmente es lo que suelo hacer.

No he tenido ningún problema con las roscas de bloqueo de las secciones.

Como digo siempre, estas roscas están pensadas para apretarlas ligeramente, lo justo para que no deslice la sección. No tiene mucho sentido apretarlas con demasiada fuerza porque correríamos el riesgo de romper la propia rosca o el sistema de fricción (imagino que será algún material plástico).

El trípode me parece muy robusto y bien construido.

La última sección de las patas y las propias roscas de bloqueo de las secciones son a priori los elementos que podrían limitar la vida útil del trípode si no se tiene un mínimo de cuidado.

Pero como digo, me parece muy robusto, y no me ha dado la sensación de que vaya a envejecer mal.

 

Comparativa: A255C2 vs SA254T1 vs  BA225

Como hago con otros análisis, voy a hacer una pequeña comparativa entre modelos de K&F Concept.

Vamos a comparar:

 

En la siguiente imagen puedes ver la altura relativa entre los tres modelos. De izquierda a derecha: el A255C2, el SA254T1 con la última sección recogida (sólo 3 secciones), y el BA225. Todos con sus columnas centrales en la posición más baja.

 

Trípode K&F Concept A255C2

El SA254T1 juega en otra liga, cuando extendemos todas sus secciones vemos la diferencia de altura:

Trípode K&F Concept A255C2

A modo de curiosidad, yo lo suelo usar siempre con la última sección recogida, me resulta una posición más cómoda y tengo ese extra de estabilidad.

Y la diferencia se hace más evidente cuando extendemos todas las columnas centrales, ya que el SA254T1 puede llegar a los 240cm de altura, una barbaridad:

 

Trípode K&F Concept A255C2

Pero también hay que tener en cuenta que el SA254T1 no es precisamente un trípode de viaje.

Es un trípode que me encanta, pero cuando salgo por ahí y tengo que llevar un trípode a cuestas (senderismo, etc.) no lo llevo nunca. No sólo por el peso en sí, sino por lo aparatoso que es, la distribución de pesos en la mochila o si lo llevas al hombro al final acaban pasando factura.

Y realmente no son muchas las situaciones en las que necesite ese extra de altura. Es un trípode excelente para estudio y para fotografía de arquitectura, inmobiliaria, etc. pero un poco exagerado para llevarlo a cuestas.

Cuando uso el de aluminio y luego cojo uno de carbono, la sensación es como pasar de un martillo a una pluma.

En cuanto a estabilidad, el A255C2 es muy estable, y creo que estaría a la par con el SA254T1 (cada uno con sus matices porque el comportamiento de la fibra de carbono es diferente al del aluminio).

Y habría que comparar con equipo relativamente pesado, dependerá de las condiciones de viento, etc. Hay muchos factores…

Pero en general creo que se defiende muy bien.

 

Entre el BA225 y el A255C2 no hay tanta diferencia de altura.

El BA225 es más pequeño en la posición de transporte, pero lo cierto es que el A255C2 es más estable… La diferencia se nota bastante.

El BA225 es diminuto, puedes llevar perfectamente su bolsa (o el trípode sin bolsa) dentro de una mochila de senderismo por ejemplo, o lo puedes llevar atado sin problemas a la mochila en la parte exterior.

Es decir, es un trípode 100% de viaje, que te saca de un apuro en cualquier situación. Pero muchas veces tienes que dejarlo en una posición baja para tener cierta estabilidad.

El A255C2 me parece la opción ideal para situaciones en las que se da más prioridad a la estabilidad.

Y teniendo esa estabilidad, sigue siendo un trípode que podríamos considerar de viaje: ligero y relativamente pequeño en modo de transporte.

 

Para que tengas una idea de los tamaños en posición de transporte:

Trípode K&F Concept A255C2

Fíjate en la posición del cabezal y las patas en cada modelo: en el A255C2 (en el centro de la imagen) el cabezal y las patas quedan en la posición normal de uso. En los otros modelos quedan en una posición ‘invertida’, que hay que revertir para poder usar el trípode.

Aunque el A255C2 y el SA254T1 parece que tienen una longitud similar en modo de transporte, son como el día y la noche en cuanto a distribución de pesos (y el volumen que ocupan).

También podemos ver aquí la comparativa en sus respectivas bolsas de transporte:

Trípode K&F Concept A255C2

 

 

 

Pros y contras del trípode A255C2 y valoración personal

 

¿Por qué elegir este trípode?

  • Es muy estable.
  • Muy ligero:  1.3 kg con el cabezal incluido.
  • Relativamente pequeño en modo de transporte, es una buena opción también para viaje.
  • Se nota un trípode muy sólido y muy bien construido.
  • Buen compromiso entre peso, tamaño y estabilidad.
  • La columna central se puede invertir.
  • Incluye el cabezal: rótula de bola de 35mm.
  • La combinación de la estructura del trípode y el cabezal de 35mm permite manejar con soltura equipo bastante pesado.
  • Incluye placa de liberación rápida tipo Arca Swiss (máxima compatibilidad)
  • Se puede convertir en monopié.
  • Bolsa de transporte práctica y de muy buena calidad.
  • Buena relación calidad precio para ser un trípode de fibra de carbono con estas características.

 

Puntos menos positivos:

  • En la posición más estable puede quedar un poco bajo si queremos usar el visor de la cámara (depende de la altura del usuario). De todas formas la columna central la podemos ajustar y sigue siendo una configuración muy estable.
  • El monopié se puede quedar un poco corto dependiendo del uso y la altura del usuario
  • El gancho inferior (para colgar peso adicional) es de plástico. Parece muy resistente pero no sé qué tal envejecerá o si llegaría a ceder si ponemos mucho peso.
  • La espuma que sirve de empuñadura para llevar el trípode en mano (la que rodea la pata que se convierte en monopié) tiende a ensuciarse, y con el tiempo es posible que se acabe estropeando.

 

 

Conclusiones / valoración personal

La verdad es que me ha encantado.

Trípode K&F Concept A255C2

La experiencia de uso me ha gustado mucho: llegar al sitio, coger el trípode y extender las patas… súper rápido.

No hay que perder tiempo girando las patas hasta su posición de trabajo, como ocurre con otros modelos.

Comparado con mis trípodes de aluminio es como una pluma.

Pero a la vez, a pesar de su peso, me ha transmitido una muy buena sensación de estabilidad.

Ten en cuenta que esto es relativo. Alguien que use un trípode de acero de 10 kilos o un gran trípode de telescopio no lo consideraría tan ‘estable’ probablemente. Hay que ponerlo en su contexto.

Para su tamaño y peso (y con patas de 5 secciones), a mí me parece increíble conseguir esa estabilidad.

En situaciones complicadas de viento se le puede anclar peso adicional (la mochila por ejemplo) mediante el gancho situado en la parte inferior de la columna.

Yo suelo usar el trípode en su posición más estable siempre que es posible, con la columna en la posición más baja.

El A255C2 me parece que tiene una altura adecuada en esa configuración.

Con respecto a trípodes con columna central telescópica perdemos cierta flexibilidad, pero por ejemplo en mi caso no suelo usar mucho esa característica (como digo, los suelo usar con la columna en la posición más baja).

Pero tienes que valorar un poco qué tipo de uso vas a dar al trípode, y si das más prioridad a la estabilidad o a la flexibilidad en altura.

Ten en cuenta también que subir la columna implica pérdida de estabilidad. En situaciones con algo de viento no suele ser la opción más adecuada.

Y también depende de tu equipo. Si tienes un equipo medianamente pesado, la combinación del trípode y el cabezal (con la bola de 35mm) va a suponer una ventaja apreciable.

Si tu equipo es relativamente ligero puedes echar también un vistazo al D254C1. Sería un poco la alternativa si buscas esa flexibilidad de la columna telescópica. Es un trípode un poco más bajo en su posición más estable, pero permite jugar con la extensión de la columna central si las condiciones lo permiten.

El A255C2 me parece una muy buena opción como primer (y quizás único) trípode, tanto para foto como para vídeo.

Sin llegar a ser un trípode de viaje puro, es bastante pequeño y muy ligero (realmente una buena parte del peso corresponde al cabezal), así que no da pereza llevarlo a cualquier parte.

Si ya tienes algún trípode pesado, como es mi caso, el A255C2 sería el complemento ideal para llevar por ahí en tus salidas fotográficas.

Y si no tienes ningún trípode y buscas un buen trípode estable pero que no dé pereza llevar a todas partes, el A255C2 creo que sería también una excelente opción.

 

 

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Trípode de fibra de carbono A255C2 + BH35L

 

 

 

Más información

Guía rápida de trípodes K&F Concept

Trípodes recomendados para cámaras, por uso y presupuesto

Cómo elegir un trípode para cámaras (fotografía y vídeo)

Trípodes para fotografía y vídeo

 

 

Objetivos descentrables (tilt-shift), pértigas y otros cacharros

En este artículo de la serie sobre Perspectiva en fotografía vamos a ver qué técnicas se utilizan en fotografía de arquitectura e inmobiliaria para evitar que fuguen las líneas verticales.

 

Perspectiva objetivos tilt-shift

 

Como digo, este artículo forma parte de la serie sobre perspectiva. Recomiendo leer previamente al menos estos capítulos:

 

 

Resumen sobre perspectiva y puntos de fuga

Cuando hacemos una proyección de una escena 3D a un soporte 2D obtenemos una perspectiva.

Una proyección rectilínea (que es la que hacen la mayoría de los objetivos) genera una perspectiva rectilínea.

Las líneas rectas de la escena siguen siendo rectas en una perspectiva rectilínea, pero convergen hacia unos puntos geométricos situados en el plano del cuadro, que reciben el nombre de puntos de fuga.

 

En dibujo técnico y dibujo artístico

Para trazar perspectivas a mano se utilizan ciertos puntos de fuga ‘especiales’ como referencia.

Esos puntos de fuga especiales están relacionados con: las líneas rectas que forman parte del objeto de interés, la posición del punto de vista y la orientación del plano del cuadro.

Cada objeto de la escena tendrá sus propios puntos de fuga.

Y cada vez que movemos el punto de vista y/o la orientación del plano del cuadro cambian todos los puntos de fuga de todos los objetos.

 

En fotografía

La cámara hace la proyección de forma automática. La imagen resultante es una proyección rectilínea (si usamos un objetivo rectilíneo).

No hace falta usar puntos de fuga ni ninguna técnica de trazado de perspectivas: la cámara ya lo hace de forma automática y genera una perspectiva ‘perfecta’.

En una cámara digital el plano del cuadro corresponde con el plano del sensor.

El punto de vista está situado en algún punto geométrico sobre el eje óptico del objetivo. La posición exacta dependerá de cada objetivo (y si es un objetivo de focal variable la posición normalmente variará con la distancia focal elegida).

Cuando nos hablan de puntos de fuga en fotografía nos están hablando de composición: elegir un determinado punto de vista de tal forma que las líneas rectas del objeto de interés queden alineadas de una determinada forma con respecto al plano del sensor (plano del cuadro).

 

En fotografía y dibujo se utiliza una nomenclatura similar cuando se habla de 1 punto de fuga (cónica frontal), 2 puntos de fuga (cónica oblicua) o 3 puntos de fuga (cónica de cuadro inclinado).

En ambos casos hace referencia a la orientación relativa entre el objeto de interés y el plano del cuadro.

Pero en dibujo se refiere sobre todo a las técnicas de trazado de la perspectiva.

Mientras que en fotografía (que no hay que hacer ninguna técnica de trazado) se refiere sobre todo a los resultados o efectos que se quieren conseguir.

Como digo, hablar de puntos de fuga en fotografía tiene que ver sobre todo con composición.

 

Composiciones y puntos de fuga

Normalmente en fotografía no se utilizan como referencia los puntos de fuga, aunque se sigue una nomenclatura similar a la de dibujo y pintura.

El efecto que se quiere conseguir (que sí tiene que ver con la perspectiva) dependerá de la relación entre el objeto de interés y la orientación del plano del cuadro.

 

  • Composición con un punto de fuga (frontal)
    Se utiliza cuando queremos mantener en la imagen las proporciones de un determinado plano de la escena. Por ejemplo las proporciones de la fachada de un edificio o de la pared de una estancia, etc.
    Para mantener las proporciones de un plano, dicho plano tiene que ser perfectamente paralelo al plano del cuadro (plano del sensor)
  • Composición con dos puntos de fuga (oblicua)
    Se utiliza cuando queremos ofrecer una vista del objeto más genérica, pero queremos conservar el ángulo relativo de una de sus ‘dimensiones’.
    Por ejemplo cuando queremos mantener verticales (en la perspectiva) las líneas verticales de un edificio, una estancia o un determinado objeto de interés.
    En este caso, el plano del cuadro (sensor) tiene que estar perfectamente alineado con las aristas que se quieren mantener sin fuga en la perspectiva.
  • Composición a tres puntos de fuga o de cuadro inclinado
    Sería la composición más genérica, en la que el propio objeto de interés, el plano del cuadro y el punto de vista tienen posiciones y orientaciones arbitrarias.

 

Fotografía de arquitectura

En fotografía de arquitectura se suelen usar sobre todo las composiciones basadas en un punto de fuga (perspectiva frontal) y en dos puntos de fuga (perspectiva oblicua)

En este tipo de fotografía es importante transmitir la sensación de solidez en la construcción del edificio: sobre todo que las líneas verticales aparezcan verticales.

Las composiciones de cuadro inclinado sólo se utilizan para ciertos detalles o vistas un poco más artísticas.

Es decir, estamos hablando de las fotografías que se utilizan para documentar un edificio o para vender un determinado inmueble.

Fuera de ese contexto de la arquitectura (que tiene sus propias convenciones y reglas) el criterio de composición será el que decida el fotógrafo o el que permitan las circunstancias: por ejemplo no siempre se puede hacer una composición a un punto o a dos puntos de fuga.

 

Perspectiva de cuadro inclinado

Como hemos comentado, es la composición más genérica.

El plano del cuadro está desalineado con cualquiera de las rectas principales que definen la forma del objeto de interés.

Un ejemplo típico es cuando fotografiamos un gran edificio y tenemos que inclinar la cámara (hacia arriba) para poder encuadrarlo correctamente.

Composición a tres puntos de fuga - Catedral de Ribe

El resultado es que todas las líneas de ese objeto van a fugar a sus correspondientes puntos de fuga, incluyendo las líneas verticales.

También podríamos hacer una composición frontal, en la que el plano del cuadro está alineado con el ‘ancho’ de la fachada, pero está inclinado hacia atrás: ese caso sería una composición frontal de cuadro inclinado. Tendríamos un punto de fuga para las líneas que corresponden a la ‘profundidad’ del edificio y un punto de fuga para las ‘alturas’ (líneas verticales)

En cualquiera de esos casos veríamos las líneas verticales inclinadas hacia su punto de fuga correspondiente.

Nosotros (humanos) podemos apreciar también ese efecto, pero normalmente tenemos que estar bastante cerca del edificio. Por ejemplo cuando nos situamos a pocos metros frente a la fachada de un edificio alto y miramos hacia arriba, hacia la parte superior del edificio.

En esos casos ya vimos que nuestra percepción global de un objeto (cuando el punto de vista está muy cerca y no podemos encuadrar todo el objeto a la vez) vendría a ser una especie de composición de muchas imágenes, cada una de ellas una perspectiva rectilínea, pero cada una de ellas con un punto de vista ligeramente diferente: el plano del cuadro cambia su dirección a medida que movemos la cabeza y los ojos para abarcar toda la escena.

Aquí tienes más información sobre la percepción visual humana, en concreto sobre los mecanismos de percepción de la profundidad (tridimensionalidad).

La cuestión es que si el punto de vista está muy cerca del edificio, sus puntos de fuga estarán también muy próximos y la inclinación de las rectas del edifico será más acentuada.

En fotografía se da esta situación muchas veces.

Fíjate que para que podamos tener un punto de vista muy próximo (al edificio) y a la vez podamos encuadrar ese edificio, necesitamos un objetivo que nos dé bastante ángulo de visión.

Es una de esas relaciones causa-efecto con la que mucha gente se lía: las verticales aparecen inclinadas debido a la perspectiva, a la proyección rectilínea, da igual si el objetivo es angular o no (siempre que sea un objetivo rectilíneo, claro).

Dicho de otra forma: esa ‘deformación’ no se debe a ningún tipo de distorsión óptica del objetivo. No se debe a la ‘distorsión’ de los objetivos angulares.

Si el objetivo genera una pequeña distorsión (de barril por ejemplo, típica de los angulares) ese efecto se apreciará en que las líneas rectas más alejadas del centro aparecerán ligeramente curvadas. Pero será un efecto mínimo (despreciable en la mayoría de los casos) comparado con el efecto de la perspectiva. Y en cualquier caso son dos efectos totalmente independientes entre sí.

 

La inclinación de las verticales forma parte de la perspectiva y no es ni buena ni mala.

Podríamos decir que es algo natural.

Pero cuando es muy exagerada sí se sale de nuestra experiencia cotidiana (porque nuestros ojos tienen un ángulo de visión muy estrecho)

Hay personas a las que les gusta ese efecto en las imágenes de edificios (de objetos en general) y otras a las que no le gusta en absoluto.

También dependerá mucho del contexto:  ya he comentado que en fotografía de arquitectura e inmobiliaria se suele evitar siempre que sea posible.

 

¿Cómo podemos evitar las verticales inclinadas?

Pues muy fácil: colocamos el sensor paralelo a la fachada, o al menos perpendicular al suelo… y ya está solucionado.

A otra cosa mariposa. El capítulo termina aquí.

No, ahora en serio.

Efectivamente, si colocamos el plano del sensor perfectamente paralelo al plano de la fachada tendríamos una composición a un punto de fuga de ese edificio y las líneas de la fachada mantendrían sus proporciones.

También podríamos elegir una composición a dos puntos de fuga para el edificio, manteniendo el plano del sensor perpendicular al suelo. De esa forma mantendríamos las verticales del edificio.

¿Dónde está el problema entonces?

El problema está en que no siempre es posible, y lo vamos a ver con un ejemplo.

Imagina que queremos fotografiar un edificio muy alto, que está situado en una plaza relativamente pequeña.

 

Perspectiva de cuadro inclinado

Primero vamos a hacer lo que haríamos todos de forma intuitiva.

Usamos un objetivo, normalmente angular, para que nos quepa el edificio en el encuadre (recuerda que no hay mucho espacio en la plaza) y no nos queda más remedio que inclinar la cámara hacia arriba.

Aquí estaría representado ese caso, con el trazado orientativo de la perspectiva resultante:

 

Perspectiva - Cuadro inclinado y líneas de fuga

 

Tendríamos una imagen del edificio en la que vemos claramente que las verticales del edificio fugan.

En ese esquema hemos supuesto que el punto de vista está muy bajo, a nivel del suelo para hacer el ejemplo más sencillo (en una situación real el punto de vista estaría por ejemplo a la altura de nuestros ojos, pero no cambia el razonamiento que quiero seguir).

En definitiva, obtenemos una imagen en la que el edificio llena el encuadre, pero sus verticales fugan, están inclinadas.

 

Composición a un punto de fuga

Vamos a aplicar entonces lo que hemos aprendido en estos capítulos de perspectiva: sabemos que tenemos que colocar el sensor paralelo a la fachada (o al menos perpendicular al suelo).

Pero nos damos cuenta rápidamente que de esa forma no nos cabe el edificio en el encuadre.

Recuerda que no nos podemos alejar más, por las limitaciones de la plaza.

Necesitamos aproximadamente el doble de ángulo de visión, es decir, necesitaríamos un objetivo muchísimo más angular.

Y si eso fuera posible (que no siempre lo será), vamos a obtener un encuadre en el que prácticamente la mitad inferior de la imagen es el suelo de la plaza.

Perspectiva - Gran angular para mantener plano del sensor

 

Sí, el edificio aparece con sus proporciones perfectas y no fugan las verticales, pero aparece diminuto en el encuadre.

Tendríamos que hacer recorte en edición si queremos tener un primer plano.

Es decir, estamos usando un objetivo ultra angular (muy difícil o imposible si queremos mantener una proyección rectilínea, porque los objetivos rectilíneos tienen un límite para su ángulo de visión)

Y además desperdiciamos la mayor parte del sensor.

En cierta forma sería como intentar matar moscas a cañonazos…

 

Punto de vista más alejado

A medida que nos alejamos del edificio el punto de fuga situado en la vertical se va alejando cada vez más de la línea de horizonte (cada vez estará más arriba) y las verticales fugarán con un ángulo más abierto, se verán más verticales.

Si nos pudiéramos alejar mucho podríamos usar por ejemplo un teleobjetivo para llenar el encuadre, y aunque las verticales seguirían fugando un poco, el punto de fuga estaría muy muy arriba, y el efecto sería muy pequeño, incluso podría ser inapreciable (o lo podríamos corregir más fácilmente en edición en todo caso)

La cuestión es que no siempre podremos hacer esto, porque el edificio de interés posiblemente estará rodeado de otros muchos edificios.

 

Y de paso volvemos a esas relaciones causa efecto ficticias: los angulares ‘deforman‘ los edificios, los teleobjetivos mantienen las proporciones…

No. Siempre que sean objetivos rectilíneos, toda la ‘deformación’ que vemos tiene que ver sólo con la posición relativa entre el objeto y el punto de vista (incluyendo por supuesto la inclinación del plano del cuadro con respecto al objeto).

Con un teleobjetivo, a poco que esté inclinado el plano del cuadro (por ejemplo si hacemos la foto a ras del suelo y queremos llenar el encuadre con el edificio), seguimos teniendo verticales que fugan. Pero si estamos a mucha distancia, el ángulo de inclinación del plano del cuadro es tan pequeño que el punto de fuga estará a muchísima altura, y puede que ni siquiera percibamos la inclinación de las verticales en la imagen final.

 

Subir el punto de vista

Cuanto más arriba esté el punto de vista menos tendríamos que inclinar la cámara (plano del sensor) para que el edificio quepa dentro del encuadre.

Usando el mismo objetivo que en el caso inicial, si conseguimos subir la cámara hasta aproximadamente la mitad de la altura del edificio tendríamos un buen encuadre.

Y como el plano del sensor seguiría perpendicular al suelo conservaríamos las verticales del edificio en la perspectiva correspondiente.

 

Perspectiva - Subir el punto de vista

 

Es una opción que se utiliza mucho.

Podríamos intentar subir a algún edificio público o terraza o similar, desde el que podamos tener un punto de vista más elevado.

En algunos casos se utilizan pértigas.

Lógicamente, uno no va por ahí haciendo turismo con una pértiga, por si tiene que fotografiar un edificio.

Las pértigas se utilizan en situaciones planificadas en las que queremos hacer una fotografía concreta de un edificio concreto.

La cámara va colocada en el extremo de la pértiga, que puede estar anclada con un trípode resistente.

Y se hace disparo remoto (por cable, muchas pértigas incluyen cable de disparo, o por algún otro sistema: infrarrojos, conexión wifi utilizando alguna aplicación móvil, etc.)

Este tipo de técnicas no cubren todas las situaciones.

A partir de 4-5 metros de altura de pértiga la cosa se complica: viento, vibraciones, riesgo de que caiga la pértiga con la cámara, etc.

Además está la parte burocrática y de permisos. En muchos sitios hay que solicitar permiso para usar trípodes, imagina usar una pértiga de 4 o 5 metros.

 

Sensor descentrable

Como lo importante es la orientación del plano del sensor con respecto a las líneas del edificio…

¿Qué ocurriría si pudiéramos inclinar el sensor dentro de la cámara para compensar la inclinación de la propia cámara y el objetivo?

Tendríamos el caso que represento a continuación:

Perspectiva sensor descentrable

 

Es decir, con un objetivo angular similar al que usábamos en el primer ejemplo (ángulo de visión parecido) podríamos conseguir el encuadre que queremos y mantendríamos las líneas verticales sin fuga.

Aunque hay cámaras muy especiales en las que se puede hacer esto, no te recomiendo que lo intentes con la tuya :)

No, en las cámaras comerciales que todos tenemos no podemos hacer ese tipo de cosas con el sensor.

 

Objetivo descentrable (tilt-shift)

Pero sí podríamos usar un objetivo especial para conseguir algo similar.

Estos objetivos, conocidos como objetivos descentrables o tilt-shift, permiten mover la posición del objetivo con respecto al sensor, manteniendo la proyección de la imagen sobre el mismo.

La parte shift (desplazamiento) es la que nos interesa para correcciones de perspectiva.

Con el descentrado del objetivo conseguimos mover el encuadre (hasta un cierto límite) manteniendo el sensor en una determinada posición.

 

Perspectiva objetivos tilt-shift

Desplazar el objetivo (arriba / abajo o izquierda /derecha) equivale en cierta forma a girar el ángulo de visión.

La parte tilt (inclinación o cabeceo) que intuitivamente parecería que es la que tiene más relación con este efecto se utiliza realmente para otras situaciones, cuando se quiere cambiar la orientación del plano de enfoque. Esa parte no la vamos a ver aquí.

Es decir, la función shift y la función tilt son independientes y se utilizan para cosas diferentes.

La función shift es la que se utiliza para la corrección de la perspectiva: permite mantener el sensor perpendicular al suelo (o con la orientación que necesitemos con respecto al objeto de interés, según la situación, etc.)

La función shift también se utiliza para crear panorámicas: todas las imágenes que formarán parte de la panorámica están proyectadas sobre el mismo plano (mantenemos constante el punto de vista y el plano del cuadro), con lo que la generación de la panorámica final (stitching) es muy sencilla y no contiene errores o artefactos, como sí suele ocurrir cuando hacemos una panorámica girando la cámara (aunque mantengamos el punto de vista, giramos el plano del cuadro para cada toma).

En estos objetivos se proyecta un círculo de imagen muy grande, que cubre varias veces el tamaño del sensor. Esos movimientos de las lentes frontales no suelen producir viñeteo.

Este tipo de objetivos son la opción más ‘sencilla’ para conservar las verticales en fotografía de arquitectura.

El único problema es que son objetivos bastante caros, sólo compensa para fotógrafos que se dedican de forma intensiva a la fotografía de arquitectura y alguna otra especialidad en la que su uso pueda recuperar la inversión.

Son además objetivos bastante voluminosos (y pesados normalmente).

Y hasta donde yo sé, todos los objetivos TS (tilt-shift) son objetivos de enfoque manual, al menos hasta ahora. Canon va a sacar al mercado en 2022 (o habrá sacado ya si lees esto mucho después del momento en que estoy escribiendo) los primeros objetivos TS con enfoque automático, en concreto para su montura RF (Canon TS-R 24mm f/3.5L, Canon TS-R 14mm f/4L)

También, el hecho de descentrar mucho el objetivo implica cierta pérdida de nitidez en el extremo que corresponde a ese desplazamiento. Pero bueno, esto sería un pequeño efecto secundario. Seguramente la corrección en edición (con herramientas digitales) implica una pérdida de detalle mayor.

 

¿Es obligatorio entonces tener un objetivo tilt-shift?

Un objetivo tilt-shift es una herramienta muy útil, pero también bastante cara.

En fotografía inmobiliaria y fotografía de interiores de entornos residenciales normalmente no es necesario.

Con un buen trípode que permita subir bastante la columna central se pueden cubrir la mayoría de las situaciones.

Para fachadas de edificios medianos o zonas de interior de cierta altura se pueden usar pértigas.

Y para las situaciones donde todo lo anterior no es suficiente, si no disponemos de un objetivo tilt-shift, tendríamos que hacer la toma con el plano del sensor inclinado y corregiríamos en edición con alguna herramienta de ajuste de perspectiva.

Hay que tener en cuenta que el ajuste de perspectiva en edición normalmente implica hacer recorte con respecto al encuadre inicial, es decir, hay que prever eso en el momento de la toma y dejar un margen suficiente (aire suficiente hacia los bordes).

 

Siguiente capítulo de la serie:

 

Capítulo inicial sobre la Perspectiva en fotografía.

Todos los artículos de la serie sobre perspectiva en fotografía

 

 

Perspectiva en fotografía – Puntos de fuga

En este artículo voy a hablar sobre los puntos de fuga: qué son, por qué pueden ser interesantes en fotografía y en qué situaciones podemos potenciar su presencia en el encuadre.

 

Puntos de fuga en fotografía

 

Este artículo forma parte de la serie sobre perspectiva. Te recomiendo que leas previamente los artículos:

 

Qué son los puntos de fuga

Los puntos de fuga son una consecuencia de la geometría asociada a la proyección lineal cónica (proyección rectilínea).

La imagen que se genera en la retina del ojo sigue una proyección rectilínea (al menos en la zona de interés) y las cámaras con objetivos rectilíneos generan una proyección rectilínea, por eso es importante entender las propiedades de este tipo de perspectiva.

Las reglas geométricas asociadas a la proyección lineal cónica hacen que la perspectiva generada tenga una serie de características muy curiosas (las vemos todos los días con nuestros propios ojos):

  • Las líneas rectas de la escena siguen siendo rectas en la perspectiva (rectilínea = líneas rectas)
  • El tamaño de los objetos en la perspectiva es inversamente proporcional a la distancia que los separa del punto de vista.
  • Una recta cualquiera de la escena que no sea paralela al plano del cuadro tendrá uno de sus extremos en una posición finita de la perspectiva correspondiente, y ese punto recibe el nombre de punto de fuga.
  • Las rectas paralelas entre sí en la escena comparten el mismo punto de fuga en la perspectiva.
  • Las rectas paralelas al plano del cuadro tienen su punto de fuga en infinito, y por ese motivo siguen siendo paralelas en la perspectiva.

 

Un punto de fuga es por lo tanto un punto geométrico concreto, situado en el plano del cuadro, en el que converge la proyección de una recta de la escena.

 

 

El plano del cuadro es infinito por definición, y el punto de fuga de cada recta estará en una determinada posición de ese plano, la mayoría de las veces fuera del encuadre.

En una escena normal no hay rectas de longitud infinita, pero para cualquier tramo de recta podemos imaginar que forma parte de una recta geométrica, cuya proyección va hasta un determinado punto de fuga en la perspectiva.

Se dice que la línea (recta) fuga hacia un determinado punto, su punto de fuga.

Una escena cualquiera del mundo real está compuesta por infinitos tramos de recta, ya que podemos imaginar cada curva, cada forma, como si estuviera compuesta por muchísimas rectas muy pequeñas.

Otra forma de verlo es que podemos elegir dos puntos cualesquiera de la escena y esos dos puntos definen una recta.

Por lo tanto, una escena normal tendrá infinitos puntos de fuga.

 

Es muy importante entender esto, porque mucha gente se confunde con los puntos de fuga especiales que se utilizan como referencia en dibujo y pintura para simplificar el trazado, y tienden a asociar el número de puntos de fuga con el número de dimensiones espaciales.

En dibujo y pintura, cuando se traza la proyección a mano, se eligen unos puntos de fuga muy concretos, que facilitan el trazado de objetos sencillos (ortoedros, cajas básicamente), y esos puntos de fuga están relacionados con las ‘dimensiones espaciales’ de ese objeto concreto, con su sistema de coordenadas local: con su ancho, con su alto y con su profundidad y con la posición del punto de vista y del plano del cuadro.

Todos los demás elementos de la escena, que no estén perfectamente alineados con el objeto principal (que no tengan rectas paralelas a dicho objeto) tendrán sus propios puntos de fuga.

Cuando se habla de 1 punto de fuga, 2 puntos de fuga y 3 puntos de fuga, se está haciendo referencia a la posición relativa de un objeto concreto con respecto al punto de vista y al plano del cuadro.

Que el trazado de una perspectiva se haga a partir de 3 puntos de fuga no tiene nada que ver con lo que entendemos como tres dimensiones espaciales (3D).

 

En dibujo artístico se denominan trazados de 4 y 5 puntos de fuga a perspectivas basadas en proyecciones no rectilíneas (por ejemplo para emular la proyección de un ojo de pez). Es sólo un nombre (desafortunado quizás). Sé que es bastante confuso, pero simplemente hay que quedarse con la idea de que el número de puntos de fuga en ese contexto hace referencia a los puntos de fuga ‘especiales’ que se toman como referencia para trazar a mano la perspectiva.

 

Repetimos para reforzar esta idea: en una escena real habrá infinitos puntos de fuga.

En general, cuando observamos una imagen, una perspectiva, no podemos ‘ver’ o intuir la inmensa mayoría de los puntos de fuga.

Sólo en escenas muy concretas podemos ser conscientes de algunos puntos de fuga muy llamativos, normalmente asociados a situaciones en las que la escena contiene líneas rectas paralelas suficientemente largas.

Este tipo de escenas corresponden habitualmente con estructuras humanas: habitaciones, edificios, calles, carreteras, las vías del tren (el ejemplo por excelencia)…

También podemos ver perfectamente líneas rectas imaginarias (y sus correspondientes puntos de fuga) a partir de elementos individuales alineados: farolas, postes, columnas… y a partir de ciertos patrones repetitivos y texturas.

En la naturaleza no hay muchas líneas rectas. La más evidente quizás es la línea del horizonte en el mar.

Y es difícil encontrar rectas paralelas que se prolonguen durante una distancia grande que no sean debidas a la acción humana: tramos de río, árboles… no se me ocurren muchos más ejemplos…

Entonces, a modo de resumen, un punto de fuga es un punto de la perspectiva, situado por tanto en el plano del cuadro, al que llegaría la proyección de una línea recta de la escena y todas sus paralelas (si las prolongamos lo suficiente).

 

IMPORTANTE: como vimos en el primer capítulo sobre perspectiva, cada una de las fotos (y vídeos, claro) que hacemos con un objetivo rectilíneo son una perspectiva generada a partir de una proyección rectilínea. Se conservan las rectas y por lo tanto tendrán en general infinitos puntos de fuga. Da igual si la escena tiene líneas rectas muy evidentes o no, da igual si tiene paralelas evidentes o no. El tipo de perspectiva (en el sentido de perspectiva geométrica) no depende del tipo de escena o del encuadre.

 

Puntos de fuga en dibujo

Dibujar una perspectiva perfecta a mano, a partir de una escena real, teniendo en cuenta las medidas y ángulos reales de todos los objetos que aparecen, es prácticamente imposible.

Se pueden trazar perspectivas de estructuras muy sencillas, por ejemplo ortoedros (el típico volumen en forma de caja formada por 6 rectángulos).

Si el objeto tiene una geometría un poco más compleja se puede encapsular en una ‘caja’ sencilla que nos dará la referencia de sus líneas principales.

Y a partir de esos elementos sencillos que marcan la estructura general se pueden ir incorporando otros elementos: líneas oblicuas, curvas, etc.

Pero como digo, es imposible (tremendamente difícil si queremos dar ese pequeño margen a los más valientes) reproducir de forma precisa la perspectiva de una escena real a mano, con varios objetos no alineados entre sí (sus rectas no son paralelas), sin la ayuda de un programa 3D.

En dibujo artístico no es necesario llegar a un nivel de precisión tan grande, porque la percepción visual humana es muy flexible y puede interpretar perfectamente una perspectiva imperfecta, incluso si incluye información no del todo coherente.

Muchas veces en dibujo artístico se hace el armazón de la escena con más o menos rigor, y luego se colocan los personajes y los objetos auxiliares a ‘ojo’.

Para tener esa estructura principal de la perspectiva bajo control, en dibujo se elige el encuadre de tal forma que podamos simplificar al menos el trazado de un andamiaje o de las líneas principales.

Cuando se trata de edificios, suele ser relativamente sencillo encapsularlos en una caja (ortoedro) en la que las líneas principales son las aristas que se forman en la intersección de los diferentes planos: paredes, suelo y techo (normalmente perpendiculares entre sí).

En dibujo técnico se suele partir de la posición del punto de vista y se calculan (por geometría por ejemplo) las posiciones de una serie de puntos de fuga especiales, que corresponden con esas aristas principales del objeto, y son los que se utilizan como referencia para trazar la perspectiva.

En dibujo artístico a veces se eligen esos puntos de fuga de forma arbitraria, más o menos intuitivamente, y a partir de ellos se trazan las líneas principales.

Echa un vistazo por ejemplo a este vídeo Perspectiva para principiantes (dibujo), del canal de Carlos Muñoz para tener una referencia rápida de cómo se suele hacer en dibujo artístico.

Y en el canal de youtube de Néstor Martín Gulias tienes muchísimos ejemplos de cómo se trazan perspectivas en dibujo técnico, con diferentes métodos geométricos. Te animo a que veas algunos de los vídeos en los que hace el trazado de perspectivas incluyendo las sombras, para que te asustes un poco.

 

Entonces, a modo de resumen:

En el contexto del dibujo, cuando nos hablan de 1 punto de fuga, 2 puntos de fuga o 3 puntos de fuga nos están hablando de técnicas de trazado de la perspectiva a mano. O, dicho de otra forma, nos habla de cómo hemos elegido la posición del punto de vista con respecto al objeto de interés de la escena (y a partir de ahí trazamos siguiendo la técnica correspondiente).

Una perspectiva trazada a 1 punto de fuga puede tener muchísimos puntos de fuga.  Pero hay un punto de fuga ‘especial’ que el que se toma como referencia para simplificar el trazado.

El hecho de elegir la posición del punto de vista afecta a la técnica usada para el trazado de la perspectiva a mano, y también afecta al resultado final (estética / composición).

Lo vemos con unos ejemplos, primero en dibujo y luego lo veremos con fotos reales.

 

Trazado a partir de 1 punto de fuga

Para este trazado colocamos el plano del cuadro de tal forma que queda en paralelo con una de las caras del objeto que queremos representar.

 

Perspectiva - Trazado con 1 punto de fuga

Se utiliza por ejemplo cuando queremos mostrar la fachada de un edificio, o una de las paredes si queremos representar el interior de una habitación.

La ventaja es que en esa cara que queda paralela al plano del cuadro los elementos conservan sus proporciones relativas, no hay escorzo en esa cara.

También se utiliza cuando se quiere dar protagonismo al propio punto de fuga: vías del tren, una calle, un canal, una carretera…

Es decir, elegimos la posición del plano del cuadro para que ese punto de fuga tan evidente y llamativo quede dentro del encuadre.

La línea recta es un atractor muy potente en los mecanismos de atención de la percepción visual humana (porque no había muchas en la naturaleza) y cuando aparecen líneas rectas paralelas, el punto de fuga es también un punto de interés que llama mucho la atención del observador.

La perspectiva a partir de un punto de fuga es un caso muy especial, es decir, el observador (el punto de vista y el plano del cuadro) tiene que estar colocado de una forma muy concreta con respecto al objeto de interés.

 

Trazado a partir de 2 puntos de fuga

La perspectiva a partir de dos puntos de fuga o perspectiva oblicua es más ‘natural’, en el sentido de que el observador está colocado en algún lugar arbitrario alrededor del edificio o del objeto.

 

Perspectiva en fotografía - puntos de fuga

Es también muy común en dibujo.

Se utiliza para ofrecer una visión global de un edificio, el interior de una habitación, un objeto…

El trazado a partir de dos puntos de fuga es también muy natural porque corresponde con nuestra forma de observar las cosas ‘grandes’ que están en la superficie: las observamos estando de pie y mirando al frente.

En esos casos nuestro plano del cuadro es perpendicular al suelo, está colocado en vertical.

Las líneas verticales de la escena seguirán siendo verticales en la perspectiva resultante (son paralelas al plano del cuadro)

Todas las líneas horizontales de la escena fugarán hacia algún punto de fuga situado sobre la línea del horizonte (línea de nivel visual), cada línea hacia su propio punto de fuga.

Las líneas paralelas horizontales del objeto de interés (por ejemplo las horizontales que corresponden a las aristas de las paredes, ventanas, etc. paralelas entre sí dos a dos) fugarán hacia uno de los dos puntos de fuga que tomaremos como referencia.

 

En dibujo artístico se suelen elegir los puntos de fuga un poco a ojo.

Pero ten en cuenta que los puntos de fuga están ligados al punto de vista (distancia) y a la orientación relativa de las caras del objeto.

Por ejemplo, imagina esta vista cenital de una casa representada por un rectángulo, y dónde quedarían los puntos de fuga (que hemos llamado M y N) según cambiamos la distancia del punto de vista.

 

Perspectiva - Puntos de fuga en función del punto de vista

 

Y lo mismo, pero suponiendo que hemos elegido otro ángulo diferente para representar la casa (o hemos girado el objeto)

 

Perspectiva - Puntos de fuga en función de la orientación del objeto

 

 

Trazado a partir de 3 puntos de fuga

Se trata de elegir un encuadre en el que el plano del cuadro ya no está perfectamente alineado con ninguna de las aristas principales del objeto de interés.

En dibujo técnico suele recibir el nombre de perspectiva cónica de cuadro inclinado.

Por ejemplo, si bajamos mucho el punto de vista hasta el suelo e inclinamos ‘hacia atrás’ el plano del cuadro para encuadrar una casa tendríamos lo que se conoce como vista de hormiga o perspectiva de hormiga.

 

Perspectiva - Trazado con 3 puntos de fuga

 

La vista de hormiga corresponde con un plano contrapicado (miramos desde abajo a algo que está más arriba)

Y para que sea vista de hormiga con tres puntos de fuga el plano del cuadro tiene que estar inclinado con respecto a la vertical.

Podemos hacer también lo contrario: subir mucho el punto de vista e inclinar el plano del cuadro hacia delante para mirar hacia abajo en diagonal, como haríamos desde lo alto de un edificio o como haría un pájaro.

A este encuadre se le conoce como vista de pájaro, aunque este nombre es un poco más ambiguo porque vista de pájaro también correspondería con una vista cenital (plano del cuadro paralelo al suelo)

En el contexto de la perspectiva, vista de pájaro sí suele corresponder con el trazado a partir de 3 puntos de fuga.

Ese encuadre correspondería con un plano picado (miramos desde arriba a algo que está situado más abajo)

La vista de pájaro o de hormiga pueden corresponder también a encuadres basados en 2 puntos de fuga y en 1 punto de fuga, pero en general creo que se asocian más a una composición más genérica en la que el plano del cuadro no está alineado con ninguna de las aristas del objeto.

 

Para crear una perspectiva con 3 puntos de fuga en dibujo artístico se suelen elegir los tres puntos de fuga a ojo: dos puntos de fuga en la línea de horizonte y un tercer punto de fuga situado arriba (vista de hormiga / contrapicado) o situado abajo (vista de pájaro / plano picado)

Recuerda que estos puntos de fuga especiales (sus posiciones geométricas) están ligados a la posición espacial del punto de vista y el plano del cuadro, y a su relación con el objeto que se quiere representar.

Por ejemplo, en la perspectiva de la casa de la figura anterior, el punto de fuga elegido para las líneas verticales está a poca distancia de la línea de horizonte. Esto quiere decir que el punto de vista, el observador, se encontraba muy cerca de la esquina más cercana de la casa, de ahí la deformación que percibimos.

Además, esa perspectiva correspondería probablemente con un ángulo de visión bastante grande, es decir, un observador humano situado en el punto de vista seguramente no podría tener toda la casa en su campo de visión.

Los puntos de fuga pueden estar en cualquier punto geométrico del plano del cuadro, que es infinito por definición.

 

Infinitos puntos de fuga

Ya está aquí otra vez el pesado…

Los puntos de fuga no son nada mágico.

Podríamos hacer la proyección, el trazado de la perspectiva, punto a punto sin usar puntos de fuga ni rectas ni nada. Pero para hacer eso a mano necesitaríamos mucha paciencia y muchísimo tiempo, y se generaría un caos de líneas auxiliares imposible de gestionar.

Cuando dibujamos a mano (quiero decir, sin ayuda de un programa de ordenador) podemos representar de una forma relativamente sencilla aquellas líneas que son paralelas o perpendiculares al plano del cuadro, o que sabemos que son paralelas o perpendiculares entre sí.

Por eso se eligen unas determinadas líneas como referencia y unos determinados puntos de fuga ‘especiales’ que corresponden al objeto de interés. Y si el objeto de interés es complejo se encapsula primero en un ortoedro para facilitar el trazado del armazón inicial.

Cualquier otro objeto o cualquier elemento que no esté alineado con esas líneas principales (por ejemplo un tejado inclinado) tendrá sus propias líneas rectas, que a su vez tendrán sus propios puntos de fuga.

A modo de ejemplo, vamos a imaginar que queremos representar una casa: una caja con dos planos inclinados que forman el techo.

Elegimos por ejemplo un trazado con dos puntos de fuga: eso quiere decir que hemos colocado el punto de vista en una posición concreta y que hemos orientado el plano del cuadro de una cierta forma con respecto a la casa.

A esos dos puntos de fuga tenemos que añadir uno más para un lateral del tejado (es un plano no paralelo ni perpendicular a las paredes) y otro diferente para el otro lateral. Ya van cuatro.

Si queremos representar las sombras: la luz proyectada por un punto lejano como el sol tiene su propio punto de fuga en la perspectiva resultante y las sombras generadas por los elementos de la escena también tienen sus propios puntos de fuga. Ya van al menos 6 puntos de fuga.

Te aseguro que sólo con eso, el trazado de la perspectiva se ha convertido ya en un calvario.

Y es básicamente una caja de zapatos con un tejado… No hay más objetos ni elementos. Por cada objeto no alineado con las rectas principales de la casa tendríamos al menos dos puntos de fuga adicionales.

Llega un momento en que el número de puntos de fuga hace inviable el trazado a mano.

Sólo se pueden representar a mano, con relativa precisión, las perspectivas correspondientes a escenas muy muy sencillas y ‘cuadriculadas’.

Como hemos visto, incluso en perspectivas basadas en un punto de fuga, a poco que queramos incluir con precisión elementos extra: luces y sombras, objetos situados en ángulos genéricos, curvas genéricas… El trazado se vuelve un infierno si lo queremos hacer a mano.

 

Puntos de fuga en fotografía

En fotografía, hacer una perspectiva ‘perfecta’ también lleva muchísimo esfuerzo: hay que encender la cámara y pulsar el botón de disparo.

Y ya está.

La cámara es un sistema físico que hace una proyección de la escena y genera la perspectiva directamente.

No hay que hacer nada.

No hay que ‘buscar la perspectiva‘.

Sí, vale, ya hemos visto que la palabra perspectiva tiene muchos significados y que ‘buscar la perspectiva‘ se utiliza en el sentido de buscar un determinado punto de vista y encuadre.

Lo que intento recalcar es que la ‘perspectiva geométrica’ con sus infinitos puntos de fuga se genera de forma automática al hacer una foto o al grabar un vídeo.

Muchos pintores del Renacimiento utilizaban la cámara oscura para tener la referencia del trazado de líneas de la perspectiva de una escena. Literalmente estaban haciendo una fotografía, utilizando sus lápices y pinceles a modo de sensor o película fotográfica para ‘copiar’ la imagen proyectada en la pantalla (al menos sus líneas principales).

 

Cuando hacemos una foto no solemos tomar como referencia los puntos de fuga como ocurre en dibujo artístico.

En fotografía y vídeo elegimos el punto de vista (posición y dirección de la cámara) y el encuadre, y en general cuando nos hablan de perspectiva seguramente están haciendo referencia a cuestiones de composición fotográfica.

Los infinitos puntos de fuga que correspondan a una determinada escena estarán ‘presentes’ en la imagen final. Aunque en la mayoría de las imágenes pasarán totalmente desapercibidos.

Cualquier línea recta evidente de la escena fugará en la perspectiva hacia su punto de fuga correspondiente. Y todas las rectas no tan evidentes tendrán también sus puntos de fuga.

Lo que ocurre es que la inmensa mayoría de esos puntos de fuga, por no decir todos, no llaman nuestra atención ni los percibimos siquiera, igual que sucede cuando vemos una escena con nuestros propios ojos.

Sólo en algunas ocasiones muy concretas aparecen como protagonistas o se pueden intuir los puntos de fuga principales (correspondientes a rectas que definen el contorno del objeto).

 

En fotografía, cuando hablamos de puntos de fuga, normalmente estamos hablando de composición.

Es decir, se trata de elegir un determinado punto de vista (incluyendo posición de la cámara y la dirección hacia la que apunta) para conseguir un determinado propósito, o al menos para saber qué consecuencias tendrá elegir ese punto de vista.

Todo lo que vamos a ver a continuación forma parte de la composición fotográfica.

Intervienen elementos relacionados con la perspectiva geométrica, como en todas las fotos, pero en estos casos concretos esas características relacionadas con la perspectiva geométrica son más visibles o pueden llamar más la atención del observador.

 

Composiciones basadas en 1 punto de fuga

En el lenguaje (confuso) habitual de la fotografía las llamaríamos perspectivas con un punto de fuga o algún término similar con la palabra perspectiva.

En este tipo de composiciones buscamos alguna de estas dos cosas: el punto de fuga como protagonista (principal o secundario) o una simplificación de la escena para representar uno de los planos (pared, fachada, etc.) de tal forma que mantenga sus proporciones relativas.

 

Punto de fuga como protagonista

Los ejemplos típicos serían las vías del tren, un tramo recto de carretera que se pierde en el horizonte, las farolas y edificios de una calle, las columnas de un edificio…

Este sería un ejemplo de composición con un punto de fuga (Louisiana Museum of Modern Art, cerca de Helsingor, Dinamarca)

 

Perspectiva - Composición a un punto de fuga

 

En este ejemplo, el punto de fuga de la estructura principal del pasillo se encuentra justo al fondo:

 

Perspectiva - Composición a un punto de fuga

Las líneas horizontales y verticales de ese pasillo permanecen horizontales y verticales en la perspectiva.

En la parte inferior he indicado con línea azul el efecto de distorsión de barril del objetivo, que podría ser corregido fácilmente en edición, pero lo he dejado para que vayamos diferenciando lo que sería una deformación por perspectiva de una distorsión del objetivo (por aberraciones geométricas).

En la naturaleza, un ejemplo que se me ocurre para una composición a un único punto de fuga es un plano nadir (cámara en el suelo, apuntando directamente hacia el cielo) en el interior de un bosque con árboles relativamente rectos y verticales. Veríamos que los troncos apuntan hacia un punto situado en el cielo, que sería el punto de fuga en ese caso.

También se me ocurren tramos de ríos y canales naturales que sean más o menos rectos durante una cierta distancia.

Como hemos comentado, las líneas rectas son un atractor muy potente para la visión humana.

Las rectas paralelas que fugan hacia un punto añaden un componente de simetría y además pueden aportar una sensación de dinamismo y potencian la percepción de la profundidad (tridimensionalidad).

Vamos a analizar esta fotografía tomada en los senderos en la zona de acantilados de la isla de Møn (Møns Klint) en Dinamarca.

 

Perspectiva - Composición a un punto de fuga

Hay un punto de fuga muy claro que corresponde a las rectas laterales de la escalera.

Las verticales permanecen verticales, pero si te fijas bien, los tableros que forman parte de los escalones fugan ligeramente hacia la derecha.

Perspectiva - Composición a un punto de fuga

Debajo de los escalones se pueden apreciar una serie de tableros en diagonal, cada uno de ellos tendrá su propio punto de fuga.

El tronco de la esquina inferior izquierda forma unas líneas rectas que tendrán sus propios puntos de fuga.

Y cada ramita, cada trozo de tronco, cada tramo de las figuras de las personas, cada pequeño tramo en el que nos fijemos en la imagen… todos ellos tendrán sus propios puntos de fuga.

Pero todos ellos son puntos de fuga que no son perceptibles y no tienen ningún efecto sobre la composición y la interpretación de la imagen.

Sin embargo hay uno muy evidente, que sí podemos percibir (o intuir) sin tener ni idea de perspectiva ni de geometría.

A veces ese punto de fuga principal tan evidente puede ser el protagonista de la composición.

Otras muchas veces se utiliza el punto de fuga como una ‘flecha’ que dirige la mirada del observador hacia el protagonista principal: por ejemplo hacia una puesta de sol, un elemento singular a lo lejos, hacia una persona colocada de forma estratégica, etc.

En los ejemplos anteriores, el punto de fuga se utiliza más como guía para dirigir la mirada del observador.

En el primer caso, en el pasillo del museo, se busca sobre todo la simetría, y llevar la mirada hacia los protagonistas. Sería una composición un poco más estática.

En el segundo caso, la escalera de madera, las líneas que fugan hacia la parte superior van guiando la mirada del observador hacia los protagonistas y en cierta forma marca el camino que están siguiendo. Es una composición más dinámica y aporta cierta sensación de movimiento.

Además, vemos que intervienen varios de los mecanismos de la percepción de profundidad que vimos en el capítulo sobre percepción visual humana:

  • El tamaño relativo de las personas en función de la distancia al observador
  • Interposición / oclusión (p.e. sabemos que el tronco de la izquierda está por ‘detrás’ de la escalera, porque la escalera lo tapa parcialmente)
  • Interpretación de texturas: los escalones forman un patrón, cuyo detalle se va haciendo más pequeño con la distancia

 

Un punto de fuga para mantener proporciones

En este tipo de composiciones buscamos sobre todo mantener las proporciones (tamaños relativos) de determinados elementos de la escena.

Como ejemplo vamos a tomar como referencia la fachada de Rosenborg Slot en Copenhague, Dinamarca

 

Perspectiva un punto de fuga - Rosenborg Slot

 

El punto de vista está colocado de tal forma que el sensor queda paralelo a la fachada frontal del palacio. Además está situado a bastante distancia.

En este ejemplo, el punto de fuga principal no se percibe en la imagen, no hay líneas de ‘profundidad’ que nos den una referencia clara. Sabemos que es una composición a un punto de fuga porque las líneas horizontales y las verticales del objeto permanecen tal cual en la imagen.

El punto de fuga estará situado aproximadamente en la parte central de la fachada, pero en este caso no tienen ningún protagonismo.

Composición a un punto de fuga

A pesar de que no hay ningún punto de fuga protagonista, fíjate que la perspectiva de la escena tendrá infinitos puntos de fuga. Por ejemplo las sombras del tejado tienen una determinada inclinación, los techos inclinados de las torres, los edificios que están al fondo, cada tramo de las hojas que aparecen en primer plano…

Volviendo a la idea de por qué se ha elegido este tipo de composición…

Como la cámara genera una perspectiva rectilínea, sólo podemos mantener las proporciones de elementos que estén situados en los planos paralelos al plano del cuadro.

Y sólo se mantienen las proporciones de los elementos incluidos en cada uno de esos planos (no de los elementos de un plano con respecto a los de otro plano)

En fotografía de arquitectura, por ejemplo en fotografía de interiores, se suele usar mucho la composición basada en un único punto de fuga.

Se toma como referencia una de las paredes de la habitación, y se elige el punto de vista de tal forma que el plano del sensor (plano del cuadro) queda perfectamente paralelo al plano de esa pared de referencia.

De esa forma, las líneas rectas que forman la pared de referencia aparecerán paralelas entre sí, tanto las verticales como las horizontales.

Y todos los elementos que se encuentren en ese plano, por ejemplo en una estantería, los cuadros, las ventanas… mantendrán sus tamaños relativos y sus proporciones (podríamos utilizar una regla para medir en la imagen tamaños relativos)

Las líneas correspondientes a las paredes perpendiculares a la de referencia fugarán todas hacia un único punto de fuga, al igual que todas las líneas paralelas a estas paredes.

Las líneas de los demás elementos de la habitación (que no sean paralelas a la pared de referencia ni a las paredes laterales) tendrán sus propios puntos de fuga. Como siempre, habrá infinitos puntos de fuga, pero hay uno muy claro y evidente (por eso se la suele llamar composición a un punto de fuga o de un punto de fuga).

Este tipo de composición nos transmite una sensación de simetría, normalmente tienden a ser composiciones relativamente estáticas.

En el caso de fotografía de arquitectura da una sensación de confianza, de que lo que estamos viendo (al menos la pared de referencia) corresponde con la realidad de la escena en cuanto a medidas y proporciones.

 

Otro ejemplo de composición a un punto de fuga: Iglesia de Toftlund (Toftlund Kirke), en Dinamarca

En este caso se han buscado las dos cosas: las líneas en fuga dirigen la mirada hacia un protagonista y el protagonista (la fachada de la torre) mantiene sus proporciones relativas en la perspectiva.

 

Composición a un punto de fuga

 

Pero fíjate bien porque tiene trampa.

Hay un punto de fuga muy claro, que corresponde al sendero principal en el jardín y los setos. Ese punto de fuga nos lleva a la fachada de la iglesia y por eso elegí esa composición en el momento de hacer la foto.

Composición a un punto de fuga

Pero si te fijas en la estructura de la torre, las líneas que corresponden a la profundidad deberían fugar al mismo punto de fuga (azul), y sin embargo parece que tienen su propio punto de fuga (naranja).

¿Por qué ocurre esto?

Cuando estaba allí, haciendo las fotos no fui consciente, pero resulta que las líneas del jardín (sendero y setos) no están alineadas con la estructura de la iglesia, no son paralelas. Si miras una imagen por satélite verás que el sendero y los setos sí son paralelos entre sí, pero forman un pequeño ángulo con respecto al eje principal de la iglesia.

Sigue siendo una composición a un punto de fuga, porque hay un punto de fuga muy evidente o destacado, que podemos percibir fácilmente como observadores (o intuir que las líneas paralelas convergen hacia un punto).

Pero he querido incluir este ejemplo para que veas que cada objeto de la escena que no esté alineado tendrá sus propios puntos de fuga.

Al igual que todas las líneas rectas que no estén alineadas con las que hayamos tomado como referencia (en este caso hemos tomado como referencia el objeto ‘sendero y setos’): por ejemplo las líneas de los tejados (de cada uno de los tejados) tendrán cada una su propio punto de fuga.

 

Composiciones basadas en 2 puntos de fuga

En este caso, el plano del cuadro (plano del sensor) está alineado con una de las ‘dimensiones’ del objeto que hemos elegido como referencia.

En la mayoría de los casos, el plano del cuadro estará alineado por ejemplo con las aristas verticales del edificio o de la habitación, lo que implica que el plano del cuadro es perpendicular al suelo.

Todas las líneas horizontales que corresponden a las paredes fugarán hacia uno de los dos puntos de fuga principales (F1 y F2 por ejemplo).

Vamos a tomar como referencia de nuevo la fachada de Rosenborg Slot en Copenhague, Dinamarca, pero esta vez desde un punto de vista diferente, que correspondería a una perspectiva oblicua en dibujo:

 

Perspectiva dos puntos de fuga - Rosenborg Slot

 

Todas las líneas verticales de la escena siguen siendo verticales en la perspectiva.

Es una composición más natural y que nos da una idea global de la estructura del edificio o del espacio interior.

Perdemos las referencias exactas en cuanto a las proporciones de los elementos que aparecen en la escena, pero como observadores seguimos teniendo una referencia aproximada bastante buena (al menos intuitiva) de cómo es ese espacio.

Vamos a analizar la perspectiva anterior, porque también tiene trampa.

Las líneas más evidentes son las del muro que tenemos en primer plano, y vemos claramente que fugan hacia la derecha y hacia la izquierda.

Trazamos esas líneas para hacernos una idea de la posición de los puntos de fuga  y también trazamos las que corresponden a las líneas principales del edificio:

Composición a tres puntos de fuga

¿Qué pasa aquí? ¿Hay cuatro puntos de fuga?

Hay infinitos puntos de fuga en la escena, pero si simplificamos el edificio como un ortoedro (una caja, como hacemos en dibujo), debería tener dos puntos de fuga, no cuatro.

A estas alturas ya deberías intuir qué es lo que ocurre: las paredes del muro no están alineadas con las paredes del palacio, no son paralelas, y por tanto tienen puntos de fuga diferentes.

Lo podemos ver en una vista de satélite:

Perspectiva dos puntos de fuga - Rosenborg Slot

 

Te animo a que cojas tus propias fotos de edificios y las analices para intentar trazar sus puntos de fuga, y hacerte una idea de dónde estarían situados los puntos de fuga del propio edificio (suponiendo que es una caja con planos perpendiculares entre sí) y dónde estarían los puntos de fuga de otros objetos de la escena.

 

Composiciones basadas en 3 puntos de fuga

En este tipo de composiciones el plano del cuadro está desalineado con todas las líneas que delimitan la forma del objeto, con todas sus ‘dimensiones’ o aristas por decirlo de alguna forma.

Todas las líneas principales del objeto fugan en la perspectiva resultante.

En este ejemplo vemos la  Catedral de Ribe, en Dinamarca

Está en una plaza relativamente pequeña y para conseguir el encuadre es necesario inclinar el plano del sensor (apuntar un poco hacia arriba)

Composición a tres puntos de fuga - Catedral de Ribe

 

Como vemos, las líneas verticales del edificio ya no aparecen verticales en la perspectiva: fugan hacia un punto situado en la vertical (en este caso en la parte superior porque inclinamos el sensor hacia arriba).

Es muy importante entender que esa ‘deformación’ es un efecto de la perspectiva, de la proyección rectilínea, no tiene nada que ver con que el objetivo sea un angular y no tiene que ver con las posibles distorsiones (aberración geométrica) que pudiera introducir.

Si hiciéramos la misma foto con una cámara oscura (estenopeica), que no usa ningún tipo de lentes y que no puede generar aberraciones geométricas, obtendríamos exactamente el mismo resultado.

En el trazado de rectas principales para la perspectiva anterior podemos intuir la posición de los diferentes puntos de fuga (del edificio principal) y también nos da una idea de la altura y situación del punto de vista.

Composición a tres puntos de fuga - Catedral de Ribe

Vamos a ver otro ejemplo de composición a tres puntos de fuga, en este caso es una foto del Castillo de Kolding (Koldinghus), Dinamarca:

 

Composición a tres puntos de fuga - Castillo de Kolding

 

Es una perspectiva más exagerada (vista de hormiga) porque el punto de vista está situado casi por debajo de la base del edificio (el edificio está situado en una loma y ésta es la parte más baja del sendero que rodea al castillo)

 

Composición a tres puntos de fuga - Castillo de Kolding

 

Como digo, te animo que analices tus propias fotos de edificios (o que contengan objetos geométricos simples para que te sea más sencillo) para hacer el trazado de las líneas de fuga y ver que la perspectiva no es algo mágico, ni etéreo, ni complejo.

Analizando tus imágenes vas a poder intuir por ejemplo cómo estaba colocado el plano del sensor con respecto a la vertical y dónde estaba aproximadamente el punto de vista (tu cámara)

Y cuando estés en situaciones similares vas a tener presente en el momento de hacer la composición cómo afecta, al menos de forma intuitiva, la posición del punto de vista (distancia) y la inclinación del plano del sensor con respecto al objeto de interés.

En el siguiente capítulo veremos cómo se podrían evitar esas líneas de fuga verticales al fotografiar edificios.

 

Fotografía de arquitectura y puntos de fuga

A modo de resumen del capítulo, vamos a tomar como ejemplo la fotografía de arquitectura, porque es donde creo que se ve más claro cómo afecta la elección del punto de vista y otros aspectos relacionados con la perspectiva.

En arquitectura y fotografía inmobiliaria es muy importante transmitir una cierta sensación de solidez en la construcción: paredes verticales, líneas rectas, proporciones…

Un porcentaje muy alto de las fotos de arquitectura (al menos en interior) son composiciones basadas en un punto de fuga y dos puntos de fuga.

Recuerda que cuando hablamos de puntos de fuga en este contexto (1, 2, 3 puntos de fuga) es siempre con respecto a un determinado objeto de la escena, por ejemplo con respecto a una pared (plano) o una esquina (arista).

 

Un punto de fuga

En fotografía de interiores (por ejemplo para inmobiliaria) se suele buscar mucho la composición con un único punto de fuga principal.

Se elije una pared de la estancia como referencia, de tal forma que el plano del cuadro (o lo que es lo mismo, el plano del sensor) tiene que estar perfectamente alineado con la pared, los dos planos tienen que ser paralelos.

Las líneas horizontales de la pared seguirán siendo horizontales en la imagen. Y lo mismo ocurre con las verticales.

Es decir, en esa pared y en todos los planos paralelos a la misma conservaremos perfectamente las proporciones entre sus elementos y conservaremos los ángulos relativos.

Las composiciones con un punto de vista tienden a ser bastante estáticas y transmiten una sensación de veracidad, ya que mantienen las proporciones del elemento de interés.

En este tipo de fotografías se intenta buscar la ‘perfección’, en el sentido de que las líneas horizontales tienen que aparecer horizontales y las líneas verticales tienen que aparecer verticales en la imagen final.

Es muy importante alinear bien el sensor con la pared de referencia.

Es casi imprescindible el uso de un buen trípode y algún sistema que permita nivelar correctamente la cámara.

Si no se consigue alinear perfectamente el sensor en el momento de la toma (no es sencillo) se tendría que intentar ajustar en edición con alguna herramienta de corrección de perspectiva.

En estancias muy pequeñas no siempre son posibles las composiciones a un punto de fuga. A veces no hay espacio físico para conseguir un encuadre adecuado y en muchos casos una composición a dos puntos de fuga ofrece la información necesaria.

 

Dos puntos de fuga

Para dar más dinamismo y también información sobre la distribución de espacios y elementos se suelen usar las composiciones con dos puntos de fuga.

El sensor sigue estando perpendicular al suelo, pero ahora buscamos una composición que incluya dos o más paredes.

En este caso, todas las líneas horizontales de la escena van a fugar.

Las líneas verticales siguen siendo verticales en la perspectiva, para dar esa sensación de solidez, de que la imagen está mostrando un espacio real, bien construido.

La parte de nivelado del sensor sigue siendo muy importante, pero no es tan crítica como en el caso de las composiciones con un punto de fuga.

 

Altura del punto de vista

La altura del punto de vista también va a afectar a la importancia relativa de cada espacio de la escena.

Por ejemplo, un punto de vista bajo (más cerca del suelo) va a dar más protagonismo al suelo, con respecto al techo.

Un punto de vista muy alto dará más protagonismo a la parte del techo.

En muchos casos se elige un punto de vista situado justo a mitad de altura (entre suelo y techo).

Pero, aunque intervienen cuestiones de perspectiva, en la mayoría de los casos es un tema de composición y va a depender mucho de la estructura de la estancia y los elementos que contiene.

En este tipo de fotografía, el trípode es el mejor amigo del fotógrafo.

 

Tres puntos de fuga

Y finalmente estarían las composiciones en las que el sensor deja de estar en posición perpendicular a uno de los planos (el suelo), que serían un poco más artísticas, para dar otros puntos de vista un poco más originales y mostrar ciertos detalles aislados.

En estos casos, ninguna de las líneas paralelas a las ‘dimensiones’ (alto, ancho y profundo) aparecerá paralela en la imagen.

Todas fugarán hacia los puntos de fuga que correspondan en función del punto de vista elegido.

 

Siguiente artículo de la serie:

 

Capítulo inicial sobre la Perspectiva en fotografía.

Todos los artículos de la serie sobre perspectiva en fotografía

 

 

Perspectiva, percepción visual humana y fotografía

¿Cómo percibimos los humanos un entorno tridimensional? ¿Por qué las fotos y los vídeos los percibimos como representaciones fieles de la realidad? ¿Qué tiene que ver la perspectiva con todo esto?

 

Percepción visual humana - profundidad

 

Este artículo forma parte de la serie sobre la Perspectiva en Fotografía.

Ya vimos en un capítulo anterior qué entendemos por perspectiva (geométrica), qué es la perspectiva central o rectilínea, y también vimos que este tipo de perspectiva está muy asociada a la visión humana (por el principio de funcionamiento de los ojos).

En este capítulo voy a hablar de la percepción visual humana.

La visión humana está en el cerebro, los ojos son unos ‘simples’ sensores que envían información al cerebro (no sólo imágenes, ya veremos) y éste se encarga de generar la sensación que percibimos como visión.

La percepción visual humana es muy muy compleja, porque intervienen muchos mecanismos y procesos que interoperan  (y a veces compiten) entre sí.

Una gran parte de los procesos relacionados con la visión tienen que ver con el reconocimiento de objetos (formas).

Otra parte muy importante está relacionada con la estimación de distancias, la percepción de la profundidad, que no es otra cosa que la capacidad de recrear en el cerebro las posiciones relativas de los objetos del entorno en el que estamos.

Damos por hecho que vemos ‘en tres dimensiones’ y que lo que vemos es la realidad física tal cual.

Sigue leyendo y seguro que te llevas alguna sorpresa.

Todo este campo de la percepción visual sigue estudiándose y probablemente tardaremos bastante en tener un conocimiento profundo de muchos detalles.

Pero creo que en líneas generales sí se tiene una idea global bastante precisa de los mecanismos que intervienen.

Voy a intentar ser muy cuidadoso con la información. Aunque es un tema que me interesa mucho, no es mi campo de conocimiento. Abajo encontrarás algunas referencias a publicaciones o libros sobre estos temas para que puedas contrastar, aprender mucho más y tener tu propio criterio.

 

 

La percepción de la profundidad

En este contexto, percepción de la profundidad significa percepción de la tridimensionalidad del entorno que nos rodea.

La percepción visual humana es bastante compleja, pero podríamos resumirla como:

  • Los ojos proyectan la escena 3D sobre la retina para generar una imagen 2D (una imagen en cada ojo)
  • La proyección, a efectos prácticos, es una proyección rectilínea
  • En cada ojo se genera una perspectiva rectilínea de la escena
  • El punto de vista de cada ojo izquierdo-derecho es ligeramente diferente (posición y dirección)
  • El cerebro utiliza diferentes mecanismos para reconstruir en su interior una escena 3D (virtual, que sólo existe en nuestra cabeza) a partir de la información 2D proporcionada por los ojos

 

Mucha gente piensa que la visión binocular es la responsable de la sensación de profundidad (el hecho de reconstruir una escena 3D en nuestra mente).

Lo cierto es que la visión binocular es sólo uno más, de los muchos mecanismos que utiliza el cerebro, y sólo es efectiva a distancias muy cortas.

A lo largo de la evolución de los diferentes sistemas de visión de los animales se han potenciado sobre todo dos aspectos básicos para la supervivencia: reconocimiento de formas y percepción de las distancias (profundidad).

La percepción de la profundidad es tan importante que por ejemplo el cerebro humano dispone de muchísimos mecanismos redundantes para estimar distancias.

Vamos a intentar clasificarlos (al menos los más importantes)

 

Mecanismos relacionados con la fisiología del ojo

  • Enfoque (acomodación)
    El enfoque se realiza en el ojo cambiando el grosor del cristalino (su distancia focal) mediante unos músculos especializados.
    El enfoque funciona tanto en visión binocular como en visión ocular.
    Es un mecanismo secundario. Es efectivo sólo en distancias pequeñas, por debajo de 10 metros. Y es relativamente lento.
    Pero tiene la ventaja de que es uno de los pocos que permite estimar distancias absolutas (de forma cuantitativa).
  • Triangulación / convergencia
    Cuando centramos la atención en un objeto los dos ojos se mueven para apuntar a ese objeto (convergen). El ángulo relativo que forman los ojos aporta información sobre la distancia del objeto.
    Sólo funciona con visión binocular. Aunque si tenemos visión en los dos ojos y tapamos uno de ellos, la convergencia sigue ocurriendo.
    Está íntimamente relacionado con el enfoque, es muy difícil separarlos.
    Es un mecanismo secundario, muy similar al del enfoque, ya que también permite estimar distancias de una forma cuantitativa. Es efectivo sólo en distancias pequeñas, por debajo de 10 metros.
  • Visión estereoscópica
    También se la suele llamar disparidad binocular o estereopsis.
    El cerebro utiliza las pequeñas diferencias entre la imagen proporcionada por el ojo derecho y el izquierdo (puntos de vista ligeramente diferentes debido a la separación de los ojos) para estimar las distancias de los objetos cercanos (los que enfocamos directamente) y su relación con otros objetos del entorno.
    Es un mecanismo muy efectivo, pero sólo a distancias cortas. La eficiencia baja mucho con la distancia.
    Para distancias inferiores a 1 metro podríamos decir que es el mecanismo que aporta más información en cuanto a precisión.
    Hasta 2 metros es un mecanismo muy efectivo, pero normalmente en combinación con otros mecanismos.
    A partir de 10 metros prácticamente deja de ser útil y aporta poca información de profundidad.

 

Como vemos, los ojos no sólo aportan información ‘visual’ (la imagen proyectada en la retina), sino que también aportan información sobre el enfoque (a través de los nervios que controlan los músculos del cristalino) y sobre el ángulo de giro del ojo (convergencia, a través de los nervios que controlan los músculos de giro de los ojos).

 

 

Mecanismos de interpretación de la perspectiva

Son mecanismos relacionados con la interpretación de la imagen estática.

Todos estos mecanismos dependen a su vez de los mecanismos de reconocimiento de objetos a partir de las formas.

El cerebro funciona de forma similar a los sistemas de visión artificial basados en redes neuronales. Las figuras (objetos de interés) se reconocen a partir de su forma por ‘comparación’ con la enorme base de datos de figuras aprendidas a lo largo de nuestra infancia.

A partir de una escena, el cerebro genera un catálogo de figuras (la figura es el objeto de interés en un momento determinado) y un fondo (entorno). El análisis de las relaciones entre esas figuras (objetos) y también las relaciones de esos elementos con el fondo permite extraer información sobre la profundidad (tridimensionalidad)

Algunos de los mecanismos son:

  • Interposición / oclusión
    Cuando un objeto tapa una parte de otro objeto situado detrás, según nuestro punto de vista.
    Es un mecanismo muy efectivo y muy rápido, que funciona prácticamente en cualquier distancia, pero sólo nos aporta información cualitativa: está delante de o está detrás de.
  • Relaciones de tamaños de objetos conocidos
    Es lo que podríamos llamar realmente interpretación de la perspectiva.
    Nuestro cerebro está entrenado para decodificar imágenes que corresponden con una perspectiva lineal cónica (perspectiva central, proyección rectilínea)
    En esa proyección, los objetos situados más alejados del punto de vista aparecen proporcionalmente más pequeños.
    Igualmente, para un único objeto, la parte situada a mayor distancia del punto de vista aparece más pequeña (en dibujo se conoce como escorzo)
    La proyección lineal cónica también afecta a cómo se comporta la interposición / oclusión de unos objetos con respecto a otros, qué zonas de la escena son visibles (no quedan tapadas), etc.
    Es un mecanismo muy efectivo.
    La comparación directa de tamaños (por ejemplo, ver un objeto conocido y estimar por su altura relativa a qué distancia está de nosotros) es muy efectiva entre 1 y 10 metros y bastante efectiva hasta unos 100 metros.
    Y la comparación relativa (por ejemplo el tamaño relativo de un objeto con respecto a otro conocido) es bastante efectiva en prácticamente cualquier distancia.
  • Interpretación de sombras
    La visión ha evolucionado en un entorno en el que la luz normalmente viene de arriba (Sol, Luna)
    El cerebro es capaz de extraer información de las sombras proyectadas por los objetos, tanto para estimar las posiciones relativas, como para estimar si un objeto es cóncavo o convexo.
    Es un mecanismo secundario, que normalmente complementa la información proporcionada por otros mecanismos.
  • Perspectiva atmosférica (o aérea)
    La atmósfera, el aire que nos rodea, no es perfectamente transparente.
    Es bastante transparente a distancias cortas, pero a distancias un poco mayores afecta a la nitidez de la imagen (partículas en suspensión, efectos de refracción por cambios de temperatura, etc.)
    Cuando vemos una escena en la que hay elementos muy lejanos, por ejemplo un paisaje con montañas al fondo, percibimos con mucha mayor nitidez los objetos cercanos que los objetos más alejados (esto dependerá mucho de las condiciones atmosféricas locales).
    Es un mecanismo secundario y sólo es efectivo a grandes distancias (por encima de 1 kilómetro por decir una cifra orientativa, aunque depende de las condiciones concretas de ese entorno)

 

En algunos libros y artículos se incluye la ‘perspectiva lineal‘ como un mecanismo independiente, que se ‘activa’ con las líneas rectas (vías del tren, etc.) y su representación inclinada hacia los puntos de fuga.

Aparte de tener un nombre muy poco afortunado, realmente ese mecanismo de ‘perspectiva lineal’ forma parte del mecanismo de interpretación de la perspectiva (relaciones de tamaños). Para interpretar la perspectiva no hace falta que en la escena aparezcan líneas rectas, ni puntos de fuga llamativos, ni horizonte…

Las líneas rectas son un atractor muy potente para la visión humana (mecanismos de atención) porque en la naturaleza no hay muchas líneas rectas. Podríamos decir que son referencias muy claras y muy efectivas.

Pero como digo, no hace falta que la escena tenga líneas rectas. La interpretación de la perspectiva funciona en prácticamente todas las escenas y situaciones. Y es efectiva en prácticamente todas las distancias.

También se incluye a veces como mecanismo independiente la interpretación de texturas.

Una textura va perdiendo detalle a medida que se aleja de nosotros. Pero esto está relacionado con que cada elemento individual de la textura se proyecta con un tamaño más pequeño cuando está lejos (tamaños inversamente proporcionales a la distancia)

Y se han descrito muchos otros mecanismos secundarios: la posición de los elementos con respecto al horizonte, los elementos más alejados suelen estar más arriba en nuestro ‘encuadre’, los cambios en el brillo de los objetos dependiendo de la iluminación y la distancia…

Es decir, hay muchísimos mecanismos especializados, que tienen su base digamos en la interpretación de la perspectiva.

Como la interpretación de la perspectiva es un mecanismo que necesita aprendizaje (entrenamiento) muchos de esos mecanismos específicos tienen que ver con nuestra experiencia cotidiana y el tipo de entrenamiento que recibe el cerebro.

Para un Homo sapiens de hace 100.000 años, en su experiencia cotidiana no creo que hubiera muchas líneas rectas por poner un ejemplo. La percepción visual era la misma que tenemos en la actualidad, pero el entrenamiento visual es un poco diferente: nosotros por ejemplo solemos vivir en un entorno artificial, con muchísimas líneas rectas.

 

Mecanismos relacionados con el movimiento

Nosotros podemos analizar perfectamente una escena estática, pero en realidad nuestros ojos están normalmente en movimiento, movimientos periódicos que tienen que ver con los mecanismos de atención.

Este tipo de movimientos automáticos, más el movimiento voluntario de los ojos, más el movimiento de la cabeza, aportan información de profundidad de los elementos de entorno.

 

  • Paralaje por movimiento de los ojos, la cabeza o el cuerpo
    Cuando movemos el punto de vista (desplazamiento o giro), los objetos situados más lejos tendrán un movimiento relativo más pequeño en la imagen.
    Los objetos situados más cerca del punto de vista tendrán un movimiento relativo mayor.
    Nosotros estamos constantemente moviendo los ojos, en algunos casos movemos la cabeza para observar el entorno. Y cuando nos desplazamos (andando, en vehículo, etc.) se une este movimiento relativo al de los ojos y la cabeza.
    Todos esos movimientos nos van dando información sobre las distancias relativas de los objetos del entorno.
    Es un mecanismo muy efectivo a distancias cortas, hasta unos 10 metros (teniendo en cuenta los movimientos de ojos y cabeza)
  • Velocidad relativa de objetos conocidos
    Cuando se trata de objetos que tienen movimiento propio y conocemos aproximadamente su velocidad normal, podemos estimar si están más o menos lejos por la velocidad relativa.
    Es un mecanismo secundario y estaría más bien relacionado con los mecanismos de interpretación de la perspectiva (tamaños relativos, más que velocidad relativa).

 

 

Resumen de la percepción de profundidad

Los mecanismos más importantes o eficaces son la visión estereoscópica, la interpretación de la perspectiva (sobre todo basada en tamaños y oclusión) y el desplazamiento relativo de los objetos por el movimiento de ojos y cabeza (paralaje por movimiento).

En la siguiente figura vemos un resumen orientativo del rango de funcionamiento de los diferentes mecanismos.

Mecanismos de percepción de la profundidad

 

El eje horizontal representa la distancia entre los ojos y los objetos de la escena real.

En el eje vertical está representada (de forma orientativa) la efectividad, que incluye de alguna forma la precisión para estimar distancias o posiciones relativas y su velocidad de respuesta (si es un mecanismo rápido o lento)

Por ejemplo, la interposición (saber que un objeto que oculta a otro está más cerca de nuestro punto de vista) es un mecanismo muy rápido, pero sólo nos da información parcial.

Y en todo caso, la interposición depende del reconocimiento de formas, así que lo podríamos incluir en el saco del mecanismo de interpretación de la perspectiva.

En esa banda de interpretación de la perspectiva (representada en color naranja en la figura) estarían incluidos muchos mecanismos que a veces se desglosan como mecanismos especializados:

  • Estimación de distancias por comparación directa de tamaños de objetos conocidos, que funciona muy bien a distancias relativamente cortas, a partir de 1 metro y hasta unos 10 metros.
  • Estimación de distancias por comparación indirecta con respecto a objetos conocidos (p.e. a qué distancia está un árbol sabiendo que hay una persona cerca). A partir de unos 10 metros es un mecanismo más efectivo, y mantiene su efectividad prácticamente para cualquier distancia mientras seamos capaces de distinguir un mínimo detalle.
  • A partir de texturas o patrones que se repiten (el patrón será más pequeño a medida que aumenta la distancia)
  • A partir de líneas rectas y puntos de fuga si son muy evidentes.
  • Posición de los elementos con respecto a la vertical.
    Cuando miramos al frente (la línea de horizonte está a metro y medio del suelo aproximadamente) los objetos más cercanos, o su base al menos, suelen estar más abajo en el encuadre. Imagina por ejemplo cuando contemplas un paisaje: piedras cercanas abajo, línea de bosque en la mitad, montañas lejanas más arriba… Esto tiene que ver también con la interposición / oclusión de elementos.
  • Interpretación de sombras
  • Pérdida de detalle a medida que el objeto está más lejos (por la resolución angular del ojo humano)

 

A los mecanismos de interpretación de la perspectiva también se les suele llamar mecanismos o claves pictóricas (en mi opinión es otro de esos nombres desafortunados que generan sobre todo confusión)

 

La visión estereoscópica y los mecanismos relacionados con la visión binocular sólo son efectivos a muy corta distancia.

La visión binocular es probablemente el mecanismo más efectivo a corta distancia y es de gran ayuda para las tareas cotidianas que implican manipular objetos pequeños: agarrar cosas, coger objetos al vuelo, manipular con precisión…

Entre 1 y 5 metros, la combinación de visión binocular y desplazamiento relativo por el movimiento de los ojos (paralaje por movimiento) son mecanismos muy útiles para movernos en el entorno sin chocarnos con nada y teniendo una referencia bastante precisa y rápida de profundidad y posición relativa de los objetos.

A partir de unos 2 metros, la interpretación de la perspectiva, con sus diferentes variantes, comienza a ser muy efectiva y suele ser la que aporta una gran parte de la información de profundidad.

Una persona con visión ocular (visión en un único ojo) puede hacer una vida perfectamente normal y tiene una percepción tridimensional del entorno que la rodea.

A distancias muy cortas y para ciertas tareas muy concretas no tendrá la misma precisión que una persona con visión binocular (por ejemplo coger cosas al vuelo), pero una vez que su cerebro se acostumbra (entrenamiento) potenciará los demás mecanismos.

Es decir, una persona con visión ocular no llegará al nivel de precisión de una persona con visión binocular en distancias muy cortas, pero sí tendrá una efectividad mucho mayor que una persona con visión binocular con un ojo tapado temporalmente.

 

En cualquier caso fíjate que para distancias muy cortas, del orden del metro, solapan la mayor parte de los mecanismos.

El cerebro no decide si utiliza un mecanismo u otro de forma arbitraria. Los utiliza todos a la vez y extrae toda la información que puede en cada situación para intentar eliminar la ambigüedad.

Lógicamente, dependiendo de la situación, unos serán más útiles que otros.

Por ejemplo, cuando estás en el salón de tu casa, el efecto de la ‘perspectiva atmosférica‘ será nulo, no aporta ninguna información.

Si estás viendo una escena a 20 metros, la visión binocular te aporta poco, el cerebro dará más peso a otros mecanismos, normalmente los basados en la interpretación de la perspectiva.

A veces los mecanismos compiten entre sí: ofrecen información contradictoria.

En caso de que haya información incoherente entre mecanismos, el cerebro decide cuál de ellos es el más apropiado según el contexto de la situación.

Por ejemplo, busca información sobre la Habitación de Ames (Ames Room), una ‘ilusión óptica’ debida a que el cerebro decide usar un mecanismo concreto, la interpretación de una ‘falsa’ perspectiva.

 

Con toda esa información, el cerebro genera un mundo tridimensional virtual, que sólo existe en nuestra cabeza, y que corresponde (más o menos) con la realidad de la escena que estamos viendo.

Es decir, si a estas alturas de la película pensabas todavía que percibes la realidad física tal cual es: te estarás llevando una gran decepción.

Percibimos una realidad que se genera a partir de la interpretación que hace el cerebro de las imágenes (información en dos dimensiones) que captan los ojos.

Y ahora veremos que esa interpretación hay que cogerla con pinzas.

 

La capa de interpretación del cerebro

Hay que tener en cuenta algo muy importante:  el cerebro inventa (sí, inventa) una gran parte de la información que entendemos como realidad.

Si imaginamos el cerebro como un procesador (la CPU de un ordenador), ningún ordenador puede procesar la ingente cantidad de información del entorno físico y además en tiempo real (de forma instantánea, que sea útil para tomar decisiones como salir corriendo si ves un tigre).

Esa realidad física hay que simplificarla de alguna forma.

Por ejemplo en el cerebro actúan los mecanismos de atención, reconocimiento y abstracción.

El cerebro reconoce objetos a partir de su forma y esos objetos emergen (somos conscientes de ellos) como un todo, sin necesidad de sus detalles concretos.

Si en una escena vemos un perro (algo que tiene la forma ‘perro’), en nuestra mente lo reconstruimos como un objeto ‘perro’, no tenemos necesidad de fijarnos en cada pelo, cada uña, el tamaño de las orejas, el color…

Nos puede llamar la atención una oreja del perro, entonces pasamos la atención a ese elemento y reconstruimos el objeto ‘oreja’.

En todo momento tenemos una especie de catálogo con los objetos que están en nuestro entorno o en la escena que estamos observando.

Ni están todos, ni tenemos los detalles de todos.

Para los objetos que han llamado nuestra atención posiblemente tendremos una reconstrucción más detallada. Si nos llama la atención un detalle, una parte, tendremos esa información también incluida en nuestra versión de la realidad en ese momento.

Esa jerarquía de objetos y sus partes (detalles) nos permite manejar muchísimos elementos del entorno con un ‘procesador’ limitado.

Realmente es un sistema muy efectivo.

Los mecanismos de atención funcionan de forma automática todo el tiempo, no tenemos que elegir de forma consciente qué objetos guardamos en ese ‘catálogo’.

Si nos llama la atención un elemento concreto se activa un mecanismo de atención consciente (que tiene que ver con la concentración), y podemos ir añadiendo todos los detalles que despierten nuestro interés.

Pero por lo general, los objetos cotidianos los vamos catalogando como elementos (abstracciones) de alto nivel, sin entrar en sus detalles: perro, coche, persona, niña, Pepe, María…

 

Gestión de la ambigüedad

Hasta aquí hemos dado por hecho que los objetos aparecen en la escena perfectos: nítidos, girando sobre sí mismos para que veamos todas sus partes, sin que los tapen otros objetos…

Pero no es así.

De un objeto sólo vemos la forma que corresponde a su proyección (proyección rectilínea), incluyendo su escorzo, que a su vez depende del punto de vista (distancia y posición del objeto con respecto a nuestros ojos).

Por ejemplo, si estamos en el campo y vemos a cierta distancia una casa, en realidad estamos viendo la fachada o un par de paredes y una parte del techo. Interpretamos que es un objeto casa (una especie de caja con al menos 4 paredes y techo).

De la mayoría de los objetos sólo vemos una parte, bien por la proyección (perspectiva), bien porque están tapados parcialmente por otros objetos.

Cuando vemos pasar un coche con una persona conduciendo, sólo vemos la cabeza de la persona. Pero en nuestro cerebro emerge el objeto ‘persona’, que tiene normalmente cuerpo, brazos, piernas… ¿Podría ser una cabeza conduciendo por su cuenta? Podría, pero no forma parte de nuestra experiencia cotidiana. Lo normal es que sea un objeto ‘persona’ completo.

Los objetos los vemos con su escorzo correspondiente. Los vemos deformados por la perspectiva.

Esa deformación la descuenta el cerebro de forma automática. Nos parece algo natural.

Además, el cerebro tiene que reaccionar muy muy rápido.

No podemos dedicar media hora a analizar si eso que percibimos a 20 metros es realmente un león junto a un árbol o sólo se le parece… Como tengo dudas, voy a acercarme un poco más y lo voy a analizar con detalle para tener la certeza…

No, el cerebro tiene que tomar decisiones rápidas porque la supervivencia depende de ello. Es más importante la rapidez que la precisión absoluta.

El cerebro está constantemente gestionando esa ambigüedad inherente (inherente al hecho de tener que interpretar la realidad 3D a través de imágenes 2D)

A modo de resumen:

  • La realidad física forma un mundo tridimensional complejo, con infinitos detalles
  • Los ojos ‘proyectan’ esa realidad tridimensional en una imagen en dos dimensiones
  • El hecho de pasar de 3 dimensiones a 2 dimensiones implica pérdida de información
  • El cerebro utiliza diferentes mecanismos para extraer (a partir de la imagen 2D) la mayor parte posible de información tridimensional (percepción de la profundidad)
  • Este proceso implica tratar de recuperar información que se ha perdido: ambigüedad (una imagen 2D puede ser generada por infinitas escenas 3D diferentes)
  • La capa de interpretación del cerebro tiene que decidir en tiempo real cuál de esas posibles interpretaciones es la más plausible o la más coherente dependiendo del contexto
  • Además, normalmente sólo vemos una parte de los objetos de la escena (por la perspectiva proyectada o porque los tapa parcialmente otro elemento), el cerebro reconstruye el objeto completo según su experiencia previa, el contexto, etc.

 

Esto puede parecer anecdótico, que eso de ‘inventar’ sólo ocurre con las ilusiones ópticas y poco más.

No, no… Es algo constante.

En nuestro día a día el cerebro inventa todo el tiempo una parte muy importante de lo que percibimos a través de los ojos.

Lo que ocurre es que esa interpretación suele ser bastante coherente con nuestra realidad cercana.

Por ejemplo, si vemos pasar un coche con ‘María’ conduciendo, a pesar de que sólo le vemos la cabeza nuestro cerebro interpreta que es María (con su cuerpo, brazos, piernas…) y malo será que al abrir el coche salga sólo la cabeza de María.

Fíjate en esta imagen:

Percepción de la profundidad - Gestión de la ambigüedad

Tenemos varios objetos y podemos hacernos una idea mental aproximada de su posición relativa (distancia relativa a nuestro punto de vista).

Por ejemplo, percibimos que el trípode está por delante de la persona de la izquierda, porque resolvemos la ambigüedad por oclusión (el trípode y la cámara tapan el pie y la mano de la persona, tienen que estar por delante).

El trípode y la cámara suelen ir unidos, así que asumimos que están a la misma distancia (podría ser que la persona estuviera sujetando la cámara con la mano, aunque parece menos probable).

Y vemos que hay una persona al fondo, más alejada. Esto lo resolvemos por comparación de tamaños: asumimos que las dos personas tienen tamaño similar, si se ve más pequeña es que está más lejos.

Pero un momento después se mueven las personas de la escena y…

Percepción de la profundidad - Gestión de la ambigüedad

Resulta que la persona de la derecha no estaba lejos, era más pequeña, y vemos que está por delante (resolvemos la ambigüedad por oclusión, porque tapa a la persona de la izquierda).

Ese ejemplo sería una situación poco probable y en una escena real tendríamos seguramente más contexto para resolver las ambigüedades.

Los objetos que tenemos alrededor son objetos sólidos, que siguen unas leyes físicas y que normalmente no cambian de forma por capricho.

Si desde aquí veo la mitad de la puerta porque hay otro objeto interponiéndose en mi línea de visión, entiendo (mi cerebro asume) que la puerta está completa y que está donde siempre.

La realidad física tiene sus reglas, y la experiencia acumulada ayuda al cerebro a decidir qué cosas son probables y qué cosas son improbables o imposibles.

Sin embargo, hay muchísimas ambigüedades que el cerebro malinterpreta a lo largo del día y no nos llegamos a enterar nunca. Normalmente son cosas que no nos afectan directamente.

Esta capa de interpretación (de la percepción visual) está en un nivel bastante alto, en el que interviene la parte cognitiva y podríamos decir la parte psicológica.

Por ejemplo, he comentado que el cerebro busca la interpretación más plausible según el contexto.

Aquí, el término ‘contexto’ es un cajón de sastre (a veces cajón desastre) en el que está la experiencia acumulada, la situación concreta, la línea de tiempo (qué ha ocurrido justo hasta ese momento), las expectativas, prejuicios, condicionamientos previos, etc.

 

Lo positivo…

La percepción visual humana es un sistema increíblemente efectivo.

Es muy rápido y a pesar de ello bastante preciso. Nos permite tomar decisiones en tiempo real.

Y nos permite tener una percepción bastante acertada del entorno que nos rodea.

En los humanos, la visión es normalmente el sentido más importante, el que nos da más información del mundo exterior.

 

Lo menos positivo…

Precisamente por ser el sentido que nos aporta más información: damos por hecho que lo que vemos (percibimos) es la pura realidad, cuando no es así.

En nuestro entorno habitual los ‘errores’ y discrepancias suelen ser muy pequeños y no tienen ningún efecto significativo (no nos afectan, no nos enteramos o no les prestamos atención)

Pero hay que tener en cuenta que somos muy fácilmente manipulables a través de la percepción visual.

No hablo de efectos especiales del cine o de la magia del ‘photoshop’ (que también, lógicamente), hablo de situaciones normales en las que nuestra percepción visual hace una interpretación ‘falsa’ o sesgada de la realidad porque encaja mejor con el contexto de la situación.

Confundir a una persona con otra, ver una araña donde sólo hay una pelusa, chocarnos con algo porque no calculamos bien la distancia…

Y si nos vamos a situaciones un poco más elaboradas se puede jugar con esas ambigüedades para ‘forzar’ ciertas interpretaciones: las ilusiones ópticas, los espectáculos de magia, el cine, la televisión, la publicidad, la fotografía

 

Imágenes y percepción visual

Nuestro cerebro está entrenado para interpretar imágenes: es como funciona la percepción visual.

Ten en cuenta que al visualizar el contenido de una foto (pintura, etc.) sólo pueden funcionar los mecanismos de interpretación de la perspectiva. Los mecanismos relacionados con la fisiología del ojo (estereopsis, enfoque, triangulación) no pueden funcionar porque la información, el contenido de la foto, está en un plano. Y los mecanismos relacionados con paralaje por movimiento tampoco, por el mismo motivo.

Por otro lado, los mecanismos de interpretación de la perspectiva son muy muy flexibles.

Para nosotros es muy natural contemplar una imagen (una foto por ejemplo, pero también una pintura, un dibujo, un boceto…) y reconstruir una cierta ‘realidad‘ a partir de la información que contiene.

Por ejemplo, a partir del dibujo de un coche que hace un niño pequeño (sin proporciones, con cuatro trazos…) podemos recuperar fácilmente el objeto ‘coche’ y podemos incluso imaginar una escena.

Cuando no se tenían claros los conceptos geométricos de la perspectiva, los pintores sí sabían que había algunos mecanismos que funcionaban para dar cierta sensación de profundidad: por ejemplo representar objetos más pequeños para dar la sensación de que estaban lejos (aunque muchas veces fallaba la relación de tamaños), la idea de perspectiva atmosférica, etc.

Una perspectiva es una representación en la que hay cierta información útil que nos permite reconstruir cómo sería la escena tridimensional.

Cada foto que hacemos equivale a una perspectiva, al menos siempre que contenga cierta información tridimensional de la escena.

Por ejemplo, si hacemos una foto de una pared blanca sin nada de detalle, esa imagen no nos va a permitir reconstruir mentalmente la escena tridimensional. No contiene información con la que puedan trabajar los mecanismos de interpretación.

Nuestro cerebro es tan flexible que puede interpretar muchísimos tipos de perspectiva.

Cuando hacemos un dibujo rápido de lo que entendemos que sería una casita en 3D, eso es una perspectiva, que probablemente tiene muy poco que ver con lo que veríamos en realidad (mirando una casa similar), pero que interpretamos perfectamente como una casa y estimamos su estructura, dimensiones relativas, etc.

La perspectiva isométrica por ejemplo está muy alejada de lo que vemos con nuestros propios ojos. Sin embargo la podemos interpretar de alguna forma y reconstruir esa ‘realidad’ tridimensional.

El dibujo y la pintura realista están basados normalmente en perspectivas simplificadas: proyección cónica con un punto de fuga, dos puntos de fuga, tres…  del andamiaje básico, de la estructura, y luego muchos elementos van colocados a ‘ojo’ en ese andamiaje. Y nos parecen representaciones fieles de la realidad.

 

¿Ilusión óptica? ¿Magia?

A veces se dice que las fotografías son una especie de ilusión óptica que nos ‘engaña’ para hacernos ver una escena tridimensional donde sólo hay algo en dos dimensiones.

Claro, pero es que esa afirmación está describiendo precisamente una parte importante de los mecanismos que están detrás de la percepción visual humana: todos los mecanismos de interpretación de la perspectiva.

Creo que no hay ninguna magia ahí.

El contenido de una foto lo interpretamos y percibimos en tres dimensiones porque es lo que hace el cerebro todo el tiempo con la información que proporcionan los ojos.

La mayoría de las fotos son perspectivas, son imágenes que contienen información de la tridimensionalidad de la escena.

Además, en la inmensa mayoría de las fotos, la imagen corresponde a una perspectiva rectilínea (proyección rectilínea)

No hace falta que la escena y la imagen tengan líneas rectas ni nada por el estilo.

El cerebro está entrenado para interpretar fácilmente las perspectivas: cualquier representación 2D que contiene información 3D.

Si vemos un montón de fotos de un huevo frito, desde diferentes puntos de vista, percibimos claramente que se trata de un huevo frito en cada una de esas perspectivas. Percibimos claramente qué parte del huevo está más cerca del punto de vista, vemos su escorzo, intuimos dónde estaba la cámara (posición del espacio), etc.

Si vemos la foto de un huevo frito hecha con un objetivo no rectilíneo (p.e. con un ojo de pez) seguimos percibiendo un huevo frito, aunque es posible que notemos cierta deformación con respecto a como lo veríamos con nuestros propios ojos.

Cuando observamos una perspectiva rectilínea, el cerebro la interpreta mucho mejor, ya que es la misma información que le proporcionan los ojos, y con la que ha sido entrenado desde la infancia.

 

¿Ver una foto es equivalente a ver la escena con nuestros propios ojos?

No, en general no.

El hecho de observar una escena normal implica ya una pérdida de información (con respecto a la realidad física)

Pero ahí actúan todos los mecanismos de la percepción visual, incluyendo por ejemplo la visión estereoscópica y la paralaje por movimiento.

Tenemos además un contexto mucho mayor de la escena: dónde está ese lugar, cómo hemos llegado hasta allí, cómo es el entorno (en todas direcciones), la influencia del resto de los sentidos (sonidos, olores…), y todo lo que meteríamos en eso que llamábamos ‘contexto‘ al hablar de la capa de interpretación del cerebro.

Una foto nos muestra sólo una parte de la escena: un encuadre desde un determinado punto de vista.

Es como estar sentados en el centro de una habitación y mirar la realidad a través de una ventana.

No sabemos qué hay detrás, o a los lados, no sabemos por qué el fotógrafo eligió precisamente ese encuadre.

Al ver una foto sólo pueden actuar algunos mecanismos de la percepción visual.

Por ejemplo no funciona la visión estereoscópica (para ayudar a interpretar el contenido de la foto), ni la parte de enfoque, triangulación o paralaje por movimiento.

Actuarían exclusivamente los mecanismos ‘estáticos’ de interpretación de la perspectiva.

Y muy importante: nos falta mucha información del contexto.

Pero…

Para ese trozo de la escena que cabe en el encuadre, los mecanismos de interpretación de la perspectiva nos proporcionan mucha información.

En general, podemos reconstruir la realidad tridimensional de esa escena con bastante ‘fidelidad’.

Y para la mayoría de las escenas, si estuviéramos en una posición estática, sin mover la cabeza (ni los ojos, aunque esto es mucho más difícil), la percepción de esa escena in situ y la percepción que tendríamos viendo una foto sería bastante similar.

 

¿Y ver un vídeo?

En un vídeo podemos tener más información.

Por ejemplo, los movimientos de cámara nos pueden dar información adicional de paralaje por movimiento.

Y esos mismos movimientos nos pueden dar más información del entorno (ángulo de visión más amplio, no por cada fotograma sino por el barrido de la cámara).

También tenemos normalmente más contexto, más información sobre lo que está ocurriendo realmente en la escena (el relato o la historia asociada).

Si visualizamos un vídeo en las condiciones adecuadas (p.e. una película en una sala de cine) puede llegar a ser muy inmersivo. Lo mismo ocurre con muchos videojuegos.

Aunque sabemos conscientemente que estamos ‘aquí’ en esta realidad, viendo una película o jugando a un videojuego, y que el contenido es ficción, nuestro cerebro genera esa otra realidad paralela que recrea un mundo tridimensional en el que viven los personajes.

Si viene una piedra hacia nosotros en la pantalla, apartamos instintivamente la cabeza…

Además en una película tenemos un contexto mucho más elaborado: una historia, un condicionamiento, unas expectativas sobre lo que vamos a ver, el sonido, etc.

Digamos que un vídeo (película, videojuego, documental, etc.) ofrece una experiencia más cercana a la percepción que tendríamos a la realidad, pero lógicamente no comparable a lo que sería la experiencia real.

 

Manipular la realidad

El término manipular tiene una connotación negativa, pero lo voy a usar para dar más fuerza a esa idea de que nuestro sentido de la visión no es perfecto.

Nuestra percepción de la realidad física está manipulada por la capa de interpretación del cerebro. Percibimos una realidad muy simplificada y en la que el cerebro ha ‘inventado’ parte de la información (en base a experiencias previas y al contexto por ejemplo).

En general nos proporciona la información necesaria para relacionarnos con nuestro entorno de una forma efectiva, y funciona muy bien, pero no es un sistema perfecto.

Igualmente, cuando vemos una foto, tendemos a asumir que se trata de una representación ‘fiel’ de la realidad: «una imagen vale más que mil palabras»

Pero si lo piensas bien, es relativamente sencillo ‘manipular’ la percepción o la interpretación a través de una foto (y de un vídeo).

No hablo de manipular las imágenes con efectos especiales en el caso del vídeo o con programas de retoque fotográfico en el caso de las fotos, que también.

Me refiero a que el simple hecho de elegir un determinado punto de vista y un encuadre implica cierta manipulación de la realidad, supone eliminar cierta información de la escena para dar prioridad a otra.

No se trata de hacer algo con mala intención (esa connotación negativa de manipular), sino que cualquier foto que hacemos todos los días implica que hemos tomado una decisión sobre lo que mostramos (y cómo lo mostramos) y lo que ‘ocultamos’ fuera del encuadre.

 

Resumen sobre la percepción de la profundidad

La percepción visual es muy compleja.

Los ojos hacen una proyección rectilínea (2D) del mundo real tridimensional (3D).

La proyección, el hecho de pasar de tres dimensiones a dos dimensiones, implica pérdida de información.

El cerebro tiene que recuperar la información útil a partir de esas imágenes 2D.

Dentro de la percepción hay dos bloques o sistemas muy importantes: la percepción de las formas (objetos) y la percepción de la profundidad (distancias a las que están esos objetos).

Para extraer información sobre la profundidad, el cerebro utiliza muchos mecanismos diferentes, que actúan en paralelo.

Cada mecanismo es más eficiente en determinadas situaciones y dentro de un rango de distancias.

En distancias cortas son muy eficientes los mecanismos basados en la visión estereoscópica y en la paralaje por movimiento (movimiento de ojos y cabeza)

El mecanismo de oclusión es útil en prácticamente todas las situaciones y distancias, pero sólo nos da información parcial.

A partir de una cierta distancia son más eficientes los mecanismos basados en la interpretación de la perspectiva.

Por cuestiones de eficiencia (y velocidad de respuesta) la capa de interpretación del cerebro se encarga de simplificar la realidad e intenta resolver constantemente la ambigüedad inherente al hecho de usar información incompleta (información en dos dimensiones)

Una fotografía es una perspectiva generada por una proyección (normalmente rectilínea)

Podemos percibir muy bien la tridimensionalidad de una escena a partir de una foto porque actúan los mismos mecanismos de interpretación de la perspectiva (los mismos que usamos para interpretar la realidad).

Vemos los objetos reales con su deformación por perspectiva correspondiente (escorzo, etc.), pero el cerebro descuenta esa deformación, o la percibimos como normal, dentro de los parámetros habituales: puntos de vista cotidianos y ángulo de visión del ojo.

Una cámara puede ofrecer ángulos de visión mucho más abiertos (objetivos angulares) y mucho más cerrados (teleobjetivos) que el ojo.

En algunos casos los efectos de la perspectiva en la imagen generada por la cámara pueden salir de la experiencia habitual de la visión humana, y los entendemos como ‘deformación por perspectiva’ o los notamos como poco naturales.

Hay objetivos que realizan proyecciones no rectilíneas (por ejemplo los ojo de pez)

Para escenas que caben en el ángulo de visión del ojo (por ejemplo sólo con el movimiento de ojos, sin mover la cabeza) tenemos una percepción similar a una perspectiva rectilínea, como podría generar una cámara con un objetivo rectilíneo.

Cuando necesitamos observar un campo de visión muy amplio, la percepción de esa escena está basada en la integración de muchas perspectivas diferentes, debidas al movimiento de los ojos y la cabeza.

Para esas escenas, la percepción como observadores (de la escena como un todo) se desvía un poco de la proyección rectilínea pura.  Podríamos decir que el cerebro construye una especie de proyección no rectilínea.

Todo esto lo vemos con más detalle aquí: Deformación por perspectiva. Los ojos no tienen zoom, y lo iremos desarrollando un poco más en diferentes capítulos.

En algunas imágenes generadas por objetivos angulares (rectilíneos) podemos notar esa discrepancia con respecto a lo que sería nuestra percepción de la misma escena.

Lo que entendemos como deformación por perspectiva es una cuestión cuantitativa: cuando el grado de deformación excede al que estamos acostumbrados con nuestros propios ojos.

En el caso de imágenes generadas por teleobjetivos las podemos notar ‘extrañas’ porque esa combinación de punto de vista y detalle es imposible de conseguir por el ojo (es una experiencia que sólo fue posible a partir de la invención de los catalejos y telescopios)

Una fotografía de una escena nos puede dar mucha información sobre profundidad o muy poca. Esto depende de muchos factores: punto de vista, ángulo de visión, elementos que aparecen, etc.

En otro artículo veremos técnicas o trucos para potenciar la sensación de profundidad, que no es otra cosa que aprovechar el funcionamiento de los diferentes mecanismos de interpretación de la perspectiva que usa el cerebro.

 

Más información y referencias

  • Depth Perception, Cueing, and Control, Barbara T. Sweet and Mary K. Kaiser 
    AIAA Modeling and Simulation Technologies Conference
  • Comparing artistic and geometrical perspective depictions of space in the visual field, Joseph Baldwin, Alistair Burleigh, and Robert Pepperell
  • Relevant Cues for the Visual Perception of Depth, R. Troy Surdick, Elizabeth T. Davis, Robert A. King, Gregory M. Corso, Alexander Shapiro, Larry Hodges, Kelly Elliot
  • Percepción de la profundidad, María Cinta Puell Marín (apuntes Grado Óptica y Optometría, Universidad Complutense de Madrid)
  • Percepción visual, Dolores Luna y Pío Tudela (Ed. Trotta)
  • Sobre la deformación en Perspectiva Lineal, Claudi Alsina Cátala, José Antonio Franco Taboada – CSIC Consejo Superior de Investigaciones Científicas

 

Siguiente capítulo de la serie:

 

Capítulo inicial sobre la Perspectiva en fotografía.

Todos los artículos de la serie sobre perspectiva en fotografía

 

 

iPhone 13 series para fotografía y vídeo. Cámaras y opinión

Características de las cámaras de los iPhone 13. Pros y contras. Valoración

 

iPhone 13 para fotografía y vídeo

 

Este artículo forma parte de la sección de Móviles recomendados para fotografía y vídeo

Introducción a la serie iPhone 13

Modelos que forman parte de la serie

  • iPhone 13
  • iPhone 13 Mini
  • iPhone 13 Pro
  • iPhone 13 Pro Max

 

Todos los modelos de la serie aparecieron en el mercado a finales de 2021

Vamos a ver las características de las cámaras de cada variante.

 

Características técnicas de las cámaras del iPhone 13 Pro y 13 Pro Max

Los dos modelos, Pro y Pro Max, tienen las mismas cámaras y las mismas especificaciones para foto y vídeo.

 

Cámara trasera principal

12Mpx
Sensor 1/1.6 pulgadas (45 mm2) Dual Pixel PDAF
Objetivo 26mm equivalente – f/1.5
Estabilizador de imagen (IBIS)
4K / 60p | 1080 60p
1080 / 120p | 240p (cámara lenta)
10-bit HDR, Dolby Vision HDR

 

Cámara trasera telephoto

12Mpx
Sensor 1/3.6 pulgadas (14 mm2) / PDAF
Objetivo 77mm equivalente – f/2.8
Estabilizador de imagen óptico (OIS)
4K / 60p | 1080 / 60p

 

Cámara trasera gran angular (ultra wide)

12Mpx
Sensor 1/3.6 pulgadas (14 mm2) / PDAF
Objetivo 13mm equivalente – f/1.8
4K / 60p | 1080 / 60p

 

Cámara frontal

12Mpx
Sensor 1/3.6 pulgadas (14 mm2) / PDAF
Objetivo 23mm equiv. f/2.2
Incluye sensor de profundidad
Estabilizador de imagen digital
4K / 60p | 1080 / 30p
HDR

 

Funciones o modos especiales

Incluye sensor TOF (time of flight) / LiDAR (Light Detection And Ranging) para ayuda al enfoque

Modo nocturno (Night Mode)
Modo retrato
Modo HDR (fotografía y vídeo)
Posibilidad de vídeo HDR a 10 bits + Dolby Vision HDR

Modo cinematográfico

 

 

Cámaras del iPhone 13 y del iPhone 13 Mini

Los dos modelos base de la serie (13 y 13 Mini) comparten las mismas especificaciones de cámaras.

 

Cámara trasera principal

12Mpx
Sensor 1/1.9 pulgadas (35 mm2) / PDAF Dual Pixel
Objetivo 26mm equivalente –  f/1.6
Estabilizador de imagen integrado en el sensor (sensor-shift IBIS)
4K / 60p | 1080 / 60p
1080 / 120p | 240 (cámara lenta)

 

Cámara trasera gran angular (ultra wide)

12Mpx
Sensor 1/3.6 pulgadas (14 mm2) / PDAF
Objetivo 13mm equivalente – f/2.4
4K / 60p | 1080 / 60p

 

Cámara frontal

12Mpx
Sensor 1/3.6 pulgadas (14 mm2) / PDAF
Objetivo 23mm equiv. f/2.2
Incluye sensor de profundidad
Estabilizador de imagen digital
4K / 60p | 1080 / 30p
HDR

 

Funciones o modos especiales

Modo nocturno (Night Mode)
Modo retrato
Modo HDR (fotografía y vídeo)
Posibilidad de vídeo HDR a 10 bits + Dolby Vision HDR

Modo cinematográfico

 

 

Resumen de características técnicas

Y comparativa rápida entre modelos…

 

  • El sensor de la cámara principal del iPhone 13 y del iPhone 13 Mini es básicamente el mismo que montaba el iPhone 12 Pro Max
  • Sólo los modelos Pro y Pro Max incluyen cámara con teleobjetivo (telephoto)
  • Sólo los modelos Pro y Pro Max incluyen el sistema activo de ayuda al enfoque TOF / LiDAR
  • Las cámaras ultra gran angular (ultra wide) son muy similares en todos los modelos, pero en los de gama más alta (Pro, Pro Max) el objetivo tiene una apertura un poco mayor. En el día a día probablemente la diferencia apenas afecta.
  • Dejando a un lado las cámaras principales, los sensores de las demás cámaras son muy pequeños, con una superficie de captación por debajo de los 15mm2. Esto da idea de que en los móviles no es tan importante la parte ‘hardware’ de la cámara, sino la parte de análisis de la escena y el procesado de la imagen.
  • Todas las cámaras, incluyendo la frontal, graban 4K a 60fps
  • La gestión de las cámaras es excelente, en el sentido de que todas van a ofrecer un resultado coherente con la escena: exposición similar, colores similares, etc. Esto es importante en vídeo sobre todo, por ejemplo cuando quieres incluir diferentes tomas, con diferentes cámaras, en la misma secuencia y conseguir que todo encaje de forma consistente.

 

Cinematic Mode

Los iPhone 13 incluyen un modo de vídeo especial que intenta emular parte del aspecto (look) que asociamos con el cine y las películas, en concreto la posibilidad de hacer un seguimiento del sujeto principal, que aparecerá perfectamente enfocado, con respecto a un fondo que aparece muy desenfocado.

Este modo nos permite hacer rack focus, es decir, nos permite hacer una transición suave de enfoque entre diferentes elementos de la escena (p.e. pasar de un personaje en primer plano a otro que está más alejado y viceversa…) y también podemos seleccionar a un sujeto de la escena para que la cámara lo siga en todo momento, dejando el resto de la escena con el desenfoque que corresponda.

También permite emular la apertura del objetivo para controlar la profundidad de campo. Todo esto se hace a través de fotografía computacional, ninguna de las cámaras del iPhone tiene objetivo con diafragma, ni físicamente sería posible conseguir una profundidad de campo equivalente. El desenfoque es ‘artificial’, se genera de forma similar a como se genera en el modo retrato.

Lo impresionante es que este sistema pueda funcionar en vídeo. Piensa que para cada fotograma de la secuencia tiene que analizar la escena, separar al sujeto principal y generar de forma digital todo el desenfoque para simular la profundidad de campo.

De todas formas, ten en cuenta que es una especie de prototipo, todavía con muchas limitaciones.

Por ejemplo, con la cámara telephoto el modo tiene muchísimos problemas para conseguir el efecto de profundidad de campo.

Y la otra limitación importante es que sólo funciona en 1080/30p

¿Por qué 30p en lugar de 24p, que es uno de los ingredientes del look cinematográfico? Sólo Apple lo sabe.

Entonces, como resumen, es un modo muy interesante y muchos dispositivos lo tratarán de incluir y mejorar en el futuro. A día de hoy es más una curiosidad interesante. Aunque con paciencia (es posible que tengas que descartar muchas tomas) se pueden conseguir resultados espectaculares.

 

ProRes

Las versiones Pro y Pro Max pueden grabar vídeo en ProRes.

ProRes es un codec (un formato para guardar la información de vídeo) orientado a la edición y postproducción, no es un codec para la distribución final.

Sólo tiene sentido, y sólo vale la pena, por ejemplo en producciones de vídeo en las que se integra material de varios dispositivos diferentes y/o se necesita hacer una edición más profunda: gestión de color / etalonaje, integrar efectos especiales, etc.

Digamos que es un codec que facilita la parte de edición y da un margen adicional porque almacena más información de la escena (10 bits y menos comprimida si comparamos con los codecs habituales, pensados para distribución final).

Para un usuario normal es una característica que en principio no va a utilizar nunca. En la mayoría de los casos sería como matar moscas a cañonazos. Porque cualquier toma en ProRes ocupa muchísimo más espacio (una barbaridad más) que una toma equivalente en h.264 o h.265.

Para un usuario avanzado que tenga muchos conocimientos de edición de vídeo, y en determinadas situaciones o proyectos, podría valer la pena.

 

 

Rendimiento general / comportamiento en foto y vídeo

Poco que decir aquí…

Los iPhone son en general la referencia en foto y vídeo, y los iPhone 13 digamos que siguen en esa línea.

Que conste que no soy fan de Apple.

Cuando entras en la web de Apple para ver las características de los iPhone, es como entrar en un mundo alternativo de fantasía y ciencia ficción. Todo el mensaje está manipulado de tal forma que parece que el iPhone te va a hacer el desayuno por las mañanas, te va a teletransportar al trabajo y va a hacer que seas el próximo Steven Spielberg cuando hagas el vídeo de tu gato…

La publicidad de todas las marcas funciona de forma similar, pero lo de Apple es exagerado… es algo que me da repelús.

Pero, dejando a un lado las fanfarrias y toda la morralla de marketing, lo cierto es que en foto y vídeo los iPhone están ahí arriba.

No son las mejores cámaras, ni mucho menos. No son los mejores sensores, ni muchísimo menos.

La cuestión es que todo está muy bien integrado, la parte del hardware (sensores y ópticas) con la parte de software, y la parte de fotografía computacional es excelente.

iPhone, para mí, es sinónimo de consistencia: consistencia en el rendimiento en muchas situaciones diferentes, consistencia entre las diferentes cámaras.

En fotografía hay muchos dispositivos que estarían a la par y superarían al iPhone 13 en determinadas situaciones.

Por ejemplo, la cámara ultra gran angular no es la mejor del mercado. La cámara telephoto de los 13 Pro está en la media, no supera por ejemplo al telephoto de los S22 Ultra.

Los Pixel con la cámara principal en determinadas situaciones y escenas están quizás un puntito por delante en análisis de la escena y procesado. Y bueno, muchos modelos de gama media alta de otras marcas estarían ahí, sobre todo si comparamos el rendimiento de las cámaras principales.

Lo que valoro, es que todas las cámaras del iPhone 13 van a dar un resultado más que decente en la mayoría de situaciones.

 

Y en la parte de vídeo creo que sí estarían todavía un pasito por delante del resto de modelos y marcas.

Los S22 estarían probablemente muy cerca, y en muchos casos es más cuestión subjetiva de que te gusten más los colores de uno en una determinada situación o los colores del otro en esa otra escena…

Vuelvo de nuevo a lo de la consistencia.

Con los iPhone en general, y con el iPhone 13 en particular, es muy fácil crear contenido.

Los resultados van a ser en general predecibles y coherentes con la escena.

 

¿Hace falta comprar un iPhone para crear buenos contenidos?

Por supuesto que no.

Con prácticamente cualquier móvil de gama media, sobre todo con la cámara principal, se pueden conseguir resultados excelentes.

Si grabas vídeo (o haces fotos) en condiciones en las que puedes tener cierto control, por ejemplo en estudio con buena iluminación, un móvil de gama alta no ofrece realmente ninguna ventaja apreciable.

La ventaja de los iPhone (desde mi punto de vista) es que facilitan mucho las cosas. Para un usuario que no quiere saber nada de técnica fotográfica, ni parámetros ni historias raras, los iPhone van a ofrecer unos resultados decentes en las situaciones típicas.

Podríamos decir que un iPhone es una apuesta segura.

 

 

¿Qué modelo elijo:  13, 13 Mini, Pro, Pro Max?

Creo que dependerá más de tus criterios a la hora de valorar las características globales de cada modelo: tamaño, tipo de pantalla, etc.

En la parte de foto y vídeo, el iPhone 13 Pro ofrece lo mismo que el Pro Max, con lo que podría ser una buena opción.

La cámara telephoto de los Pro da muy buenos resultados cuando la iluminación es adecuada.

Cuando baja un poco la luz, ya no ofrece buenas imágenes, y el dispositivo lo que hace es utilizar la cámara principal y hacer un recorte digital.

Y la parte de ayuda activa al enfoque está bien, pero en el día a día no creo que se llegue a notar salvo en situaciones de poca luz, foto nocturna, etc. donde sí aportaría en determinadas situaciones.

Por lo tanto, hay que tener en cuenta que las ventajas de las versiones Pro sólo se aprovecharían en determinadas situaciones.

Para mí, la ‘magia’ de los iPhone está en la integración del conjunto.

La cámara principal está muy bien, tanto en los modelos base como en los modelos Pro, y es probablemente la que más vamos a utilizar en foto y en vídeo.

Para un usuario normal, creo que cualquiera de las versiones base (iPhone 13 o iPhone 13 Mini) va a ofrecerle una buena experiencia.

Las versiones Pro son las más completas, por el tema de la cámara telephoto básicamente, pero creo que mis criterios de elección en este caso estarían en otras características del móvil, y en el precio por supuesto.

ProRes no lo considero un criterio de elección para un usuario normal (no lo va a usar nunca porque le va a dar más problemas que ventajas).

 

Valoración: pros y contras del iPhone 13

Aunque voy a tomar como referencia el iPhone 13 Pro,  las conclusiones se pueden extrapolar a cualquiera de las versiones de esta serie

 

Puntos positivos del iPhone 13 para fotografía y vídeo:

  • Es uno de los móviles más completos (equilibrados, consistentes) para fotografía y vídeo
  • Graba vídeo 4K / 60p en todas sus cámaras, incluyendo la cámara frontal (selfie)
  • Buen sistema de estabilización de imagen en vídeo
  • Muy buena integración y gestión de todas las cámaras: consistencia en exposición, color, etc.
  • El modo retrato funciona muy bien en general
  • Muy buena cámara telephoto (3x) [sólo las versiones Pro], los resultados son impresionantes cuando se dan las condiciones de luz adecuadas
  • Incluye el modo cinematográfico, que puede venir bien en determinadas ocasiones, aunque hay que verlo más como un prototipo que como algo realmente útil para cualquier situación.
  • El modo noche automático funciona en todas las cámaras y los resultados son buenos en la mayoría de situaciones típicas

 

Puntos menos positivos:

  • La aplicación de cámara nativa es muy básica.
    Está pensada para usuarios que no quieren tocar prácticamente nada, ni saber nada de parámetros de configuración, etc.
    Pero hay situaciones en las que un usuario un poco más avanzado sí querría tener más control.
    Habría que recurrir a aplicaciones de cámara de terceros.
  • Las cámaras telephoto montan sensores pequeños, que sólo van a rendir correctamente en situaciones de buena luz.
    Cuando las condiciones de luz no son adecuadas, se utiliza la cámara principal, que tiene mejor rendimiento, y se recorta la imagen (zoom digital)
  • El valor de los iPhone está en el conjunto y en el rendimiento global (en muchas situaciones), las cámaras en sí y su rendimiento individual, comparando una a una con otros dispositivos de otras marcas, no son las mejores.

 

 

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Más información sobre móviles para fotografía y vídeo

 

 

¿Cómo funciona el sistema de enfoque Dual Pixel?

Principio de funcionamiento, pros y contras del sistema de enfoque automático basado en sensores Dual Pixel.

Sistema de enfoque Dual Pixel

 

Sistemas PDAF en el sensor de imagen

Para entender mejor este artículo te recomiendo que leas previamente:

 

Resumen rápido:

  • El enfoque por detección de fase funciona comparando las imágenes correspondientes a dos puntos de vista diferentes de la escena (similar a como funciona la visión binocular humana)
  • Las cámaras (objetivo + sensor de imagen) sólo ven un único punto de vista de la escena
  • Para conseguir dos puntos de vista hay que hacer algún truco

 

PDAF en cámaras réflex

En las cámaras réflex se utiliza un módulo de enfoque independiente (independiente del sensor de imagen) que utiliza máscaras con agujeros para separar la imagen proyectada por el objetivo en pares de imágenes.

Cada una de esas imágenes tiene más contribución de la parte izquierda o derecha de la escena (o arriba – abajo, dependiendo de la orientación de la máscara).

Cada pareja de imágenes pasa a una pareja de sensores especializados (normalmente sensores CCD de una dimensión, una fila de celdas fotosensibles).

La señal generada por los sensores (que incluye información espacial, en una dimensión) se analiza para determinar su desfase relativo.

A partir del desfase (si es positivo o negativo) se puede saber de forma inmediata la dirección hacia la que se tiene que mover el enfoque del objetivo, y también se puede estimar cuánto se tiene que mover.

Ventajas: rapidez de enfoque

Desventajas: complejidad mecánica, complejidad óptica, necesita un ajuste muy fino (mecánico – óptico) para funcione correctamente, no funciona si no se utiliza el visor óptico (p.e. modo Live View), no funciona en vídeo…

 

PDAF integrado en el sensor de imagen (enfoque híbrido)

Todos los sistemas PDAF integrados en el sensor de imagen se basan en el mismo principio y necesitan:

  • Que el sensor incluya microlentes
    Cada microlente concentra la luz proyectada por el objetivo en la parte ‘central’ de la celda, en el material fotosensible, para aumentar la eficiencia de conversión (más sensibilidad, mejor relación señal a ruido)
    Como efecto secundario: cada microlente permite transmitir cierta información sobre la dirección de entrada de la luz (izquierda-derecha, arriba-abajo, etc.)
  • Que debajo de esa microlente haya algún mecanismo de discriminación
    Por ejemplo, se puede crear una máscara que cubra la mitad derecha de algunas celdas y la mitad derecha de otras celdas.
    O se puede colocar una microlente doble, que cubre dos celdas del sensor (una sería la que discrimina la mitad izquierda y otra la mitad derecha)
    … otras técnicas como Dual Pixel, Quad Pixel, etc.

 

Los sistemas de enfoque híbridos tradicionales incluyen esas celdas especiales (con máscara o parejas que comparten una única microlente), que llamaremos celdas AF, distribuidas de forma homogénea entre las celdas normales del sensor.

Para una determinada zona de enfoque, el procesador compara la imagen generada por un grupo de  celdas AF izquierdas con la imagen generada por un grupo de celdas AF derechas.

Cada una de esas imágenes ofrece un punto de vista ligeramente diferente (como cuando guiñamos un ojo y luego otro)

Comparando las dos imágenes con algoritmos de análisis de imagen se puede calcular el desfase relativo.

El signo del desfase (positivo / negativo) determina hacia dónde se tiene que mover el enfoque, y también permite estimar cuánto se tiene que mover.

 

Ventajas: sencillez mecánica, no necesita ajuste fino, se basa en sensores tradicionales (no añade mucha complejidad de diseño/fabricación), funciona en cualquier situación de fotografía y vídeo…

Desventajas: las celdas AF no contribuyen a la creación de la imagen, hay que mantener una densidad de celdas AF relativamente baja, la densidad de celdas AF determina la resolución espacial del sistema y puede afectar a su rendimiento, necesita más recursos del procesador (análisis de imagen, etc.)

 

 

Sistema de enfoque Dual Pixel

El sistema Dual Pixel es una variante de los sistemas PDAF híbridos que hemos comentado en el apartado anterior.

Es el que utiliza Canon en muchos de sus sensores.

También muchos móviles suelen usar sensores con tecnología Dual Pixel.

El principio de funcionamiento es básicamente el mismo que hemos estado viendo para los sensores con enfoque ‘híbrido’.

Pero en lugar de usar algunas celdas AF, el sistema Dual Pixel se basa en sensores en los que cada una de las celdas está dividida en realidad en dos celdas independientes.

PDAF - Enfoque por detección de fase en el sensor - Dual Pixel

Ten en cuenta que lo importante está en que esas dos subceldas tienen que compartir la misma microlente.

Como comenté al principio, la clave de todos estos sistemas está en el efecto de la microlente, que puede transmitir cierta información sobre la dirección desde la que llega la luz.

Para cada celda, la subcelda de la izquierda (representada como 1-a en la figura) recibe sobre todo la contribución de la luz que llega desde la parte izquierda del objetivo.

La subcelda de la derecha (subcelda 1-b) recibe sobre todo la contribución de la parte derecha del objetivo.

 

Detección de fase

Para una determinada zona de enfoque (por ejemplo cuando elegimos un punto de enfoque en la cámara), el procesador usa la imagen generada por las subceldas izquierda y la compara con la imagen generada por las subceldas derecha de esa zona.

Sistema de enfoque Dual Pixel - funcionamiento

En la figura anterior he representado cómo se verían las imágenes izquierda y derecha de un elemento vertical de la escena (p.e. una raya vertical de color negro) que aparece desenfocado.

La diferencia entre las dos imágenes es mínima a simple vista, pero los algoritmos de análisis sí pueden cuantificar el desfase relativo.

Debajo de cada imagen he representado cómo vería el procesador el desfase si se analizara una única dimensión (p.e. una fila de cada imagen) como ocurría con los sensores CCD del sistema de enfoque de las cámaras réflex.

Vemos por ejemplo que de izquierda a derecha pasamos del blanco puro (niveles altos) al negro casi puro (valores bajos) con una zona de transición debida al desenfoque.

Esto es simplemente para que nos ayude a entender el funcionamiento básico.

En el sistema real el procesador analiza las dos imágenes (una matriz en dos dimensiones)

En este ejemplo, el resultado sería el mismo básicamente, porque el elemento de la escena está colocado perfectamente en vertical con respecto al encuadre. En una escena normal la textura del objeto tendrá ‘bordes’ o líneas con una orientación arbitraria.

El sistema (normalmente el procesador de la cámara) calcula la correlación entre las imágenes o utilizará algún método similar para estimar el desfase espacial de las dos versiones de la escena.

La magia o la gracia de estos sistemas PDAF es que según el desfase sea positivo o negativo se puede saber exactamente hacia qué dirección hay que mover el enfoque.

Y también se podría estimar si el enfoque está muy alejado de la posición correcta (para gestionar de forma más eficiente la velocidad del motor de enfoque del objetivo)

 

Mayor resolución espacial en Dual Pixel

La tecnología Dual Pixel resuelve una de las limitaciones de los sistemas ‘híbridos’: la resolución con la que trabaja el sistema de enfoque es máxima, corresponde precisamente con la resolución del propio sensor de imagen.

En otros sistemas híbridos la resolución efectiva con la que trabaja el sistema de enfoque sería de alrededor de un 5% de la resolución total del sensor de imagen (depende de la densidad de celdas AF).

Sobre el papel, los sistemas Dual Pixel tendrían ventaja a la hora de detectar patrones de la escena (textura) con mayor frecuencia espacial.

Y también tendrían mayor precisión para determinar cuándo se ‘clava’ el enfoque (detectar el desfase cero).

En la práctica no es tan sencillo, intervienen muchos más factores y la precisión del sistema PDAF por sí mismo no llegaría a clavar el enfoque en muchas situaciones.

Hay que tener en cuenta que en los sistemas PDAF integrados en el sensor, la distancia efectiva entre los dos puntos de vista es muy pequeña (lo que sería la separación de los agujeros en una máscara de enfoque tradicional). Es muy difícil determinar con precisión cuándo el desfase es nulo sin lugar a dudas.

Sobre el sistema PDAF actúa normalmente el sistema de enfoque por detección de contraste (CDAF), que termina de hacer el ajuste fino del enfoque.

La combinación de los dos sistemas (PDAF + detección por contraste) permite obtener lo mejor de las dos técnicas: la velocidad de PDAF y la precisión de la detección por contraste, eliminando efectos no deseados de la detección por contraste, como el focus hunting.

 

Formación de la imagen en sensores Dual Pixel

En un sensor Dual Pixel no se desperdician celdas.

Ésta creo que sería la principal ventaja.

Para formar la imagen final (la que corresponde a la foto o al fotograma del vídeo) se utiliza la información combinada de las dos subceldas de cada celda.

La pérdida de rendimiento es mínima (con respecto a una celda estándar, sin subceldas).

Y además se minimizan efectos no deseados, como los patrones de ruido, FPN (Fixed Pattern Noise), que suelen aparecer en los sensores debido a la distribución de las celdas AF especializadas.

 

Ventajas del sistema Dual Pixel

Dual Pixel comparte las ventajas de los sistemas PDAF integrados en el sensor de imagen:

  • Elimina la complejidad mecánica y el ajuste fino de los sistemas PDAF que utilizan las réflex
  • Funciona en cualquier situación: foto, vídeo…
  • Velocidad de enfoque: es un sistema mucho más rápido que el enfoque por contraste
  • Se pueden combinar varias capas con diferentes técnicas y algoritmos: sobre PDAF opera el enfoque por contraste, y sobre estas capas operan los algoritmos de reconocimiento de imágenes, seguimiento, etc.
  • La cobertura del encuadre es bastante grande, por encima del 80% del encuadre (en las réflex está más limitada a la zona central) y ofrece una granularidad mucho mayor: una matriz más densa de zonas de enfoque, posibilidad de elegir zonas con diferentes formas y funcionalidades, etc.

 

El sistema Dual Pixel tiene varias ventajas con respecto a los sistemas híbridos (celdas AF especializadas distribuidas por el sensor):

  • Mayor resolución espacial, ya que usa toda la resolución del sensor
  • Mayor precisión, aunque la precisión va a depender más de la coordinación entre PDAF y detección por contraste.
  • El sensor no pierde resolución ni información de la escena en el momento de generar la imagen (todas las celdas contribuyen a la formación de la imagen final)
  • Más granularidad sobre el papel, por ejemplo a la hora de seleccionar el tamaño y tipo de las zonas de enfoque. Aunque en la práctica creo que no es algo tan relevante.

Limitaciones de Dual Pixel

Es un sistema que funciona muy bien, pero también tiene sus limitaciones.

 

Potencia de cálculo

Más resolución implica también análisis más costosos para el procesador (normalmente necesita más potencia de cálculo que otros sistemas PDAF).

En algunos modelos de Canon por ejemplo, este sistema deja de estar operativo en ciertos modos de vídeo. El procesador simplemente no puede cubrir la demanda del sistema Dual Pixel en esas situaciones.

 

Problemas con detección de líneas horizontales

El sistema Dual Pixel sólo utiliza una referencia izquierda-derecha, por lo tanto no es capaz de detectar bien las transiciones de contraste verticales en la escena (líneas o bordes horizontales)

Sistema de enfoque Dual Pixel - fallo detección

Como comentaba anteriormente, estos sistemas tienen mucha redundancia, así que en esas situaciones actuaría por ejemplo la detección por contraste.

Es raro que en el día a día lleguemos a notar esos ‘fallos’ de enfoque.

Pero en cualquier caso es una limitación que podría afectar al rendimiento del sistema de enfoque en situaciones muy concretas.

 

Cobertura del encuadre

Ningún sistema actual puede operar bien en la zona más exterior del encuadre (los sistemas de las cámaras réflex están incluso más limitados y sólo operan bien en la parte más central).

Por cuestiones geométricas y el comportamiento de los objetivos: a medida que vamos hacia los bordes del encuadre es mucho más complicado detectar las diferencias de fase, ya que por ejemplo pueden quedar enmascaradas por aberraciones ópticas del propio objetivo.

Aunque el sensor tenga toda su superficie cubierta con celdas AF o con celdas dobles como en los Dual Pixel: no se puede aprovechar bien la detección de fase en esa franja más externa.

 

Coste de fabricación

También hay que tener en cuenta que en principio es más complicado diseñar (y fabricar) un sensor Dual Pixel que un sensor ‘híbrido’ más tradicional. Y el rendimiento final de los dos sistemas es similar.

Dicho de otra forma: a partir de una cierta resolución (densidad de celdas AF) ya no hay una ventaja apreciable y son otros factores los que marcan la diferencia en cada situación.

 

Resumen del sistema Dual Pixel

El sistema de enfoque basado en sensores Dual Pixel es en general excelente.

¿Es mejor Dual Pixel que los sistemas basados en celdas AF especializadas?

No necesariamente. Ni mejor ni peor.

El rendimiento global de un sistema de enfoque depende de muchísimos factores.

Suponiendo que el objetivo responde perfectamente (velocidad del motor de enfoque, torque, inercias de los grupos de lentes que hay que mover, etc.), el rendimiento del sistema en situaciones del día a día creo que depende más de la combinación de todas las capas: PDAF + CDAF (contraste) + algoritmos de reconocimiento.

En los sensores con enfoque híbrido tradicionales el sistema de enfoque PDAF trabaja con una resolución menor, pero también tiene que procesar menos información.

Los sistemas basados en Dual Pixel trabajan con más resolución, lo que implica análisis más costosos para el procesador.

Y al final, normalmente es la capa CDAF la que se encarga del ajuste fino.

Y en muchísimas situaciones lo que marca la diferencia en el mundo real, sobre todo en vídeo, son los algoritmos de reconocimiento y seguimiento: detección de ojos, detección de caras, detección de animales, etc.

Podríamos decir que la diferencia no está en si es tecnología Dual Píxel o tecnología híbrida más tradicional. La diferencia está en el uso que hace el procesador de la información que le proporciona el sensor.

 

 

 

Enfoque por detección de fase (PDAF) en sensor de imagen

¿Cómo funcionan los sistemas de enfoque automático por detección de fase integrados en el sensor de imagen?

PDAF - Enfoque por detección de fase en el sensor - tecnologías

En un artículo anterior vimos el principio de funcionamiento de los sistemas de enfoque por detección de fase que utilizan un sensor especializado (diferente del sensor de imagen de la cámara).

También vimos qué ventajas e inconvenientes tenía ese sistema.

La principal ventaja es la velocidad de enfoque.

Pero también tenía algunas desventajas.

La principal desventaja, al menos desde mi punto de vista, es que este módulo utiliza como referencia un plano de imagen independiente del plano de imagen del sensor. Por decirlo de alguna forma: el módulo de enfoque ve una imagen de la escena que llega por un camino independiente de la que ve el sensor de imagen.

Eso implica que hace falta un ajuste muy fino para que el módulo de enfoque y el sensor de imagen estén perfectamente sincronizados. Cualquier mínimo desajuste hará que la cámara tenga problemas de front-focus / back-focus. Es decir, el módulo de enfoque estará enfocando en un punto, pero el sensor de imagen estará viendo una imagen ligeramente desenfocada justo en ese punto de la escena.

Hay otros muchos inconvenientes: complejidad de todo el sistema, es muy difícil colocar sobre ese sistema una capa adicional de software de reconocimiento de imágenes, en las réflex ese sistema no funciona en vídeo, etc.

Si se pudiera integrar de alguna forma ese sistema en el sensor de imagen se solucionarían muchos de esos inconvenientes…

Y es lo que se ha ido haciendo progresivamente a lo largo de los años.

Así que vamos a ver cómo se puede hacer esto.

 

Detección de fase – PDAF

En el artículo sobre PDAF en las réflex ya comenté cómo es el principio de funcionamiento básico de estos sistemas (recomiendo que lo leas si no lo has hecho previamente, porque entenderás mejor lo que viene a continuación).

A modo de resumen:

PDAF se basa en recoger la información de al menos dos puntos de vista diferentes de la escena (a modo de paralaje).

Nuestros ojos funcionan así para determinar la distancia de objetos cercanos: el ojo derecho y el ojo izquierdo tienen cada uno un punto de vista diferente de la escena. El cerebro combina la información para generar una única imagen, y además puede estimar la distancia a los objetos (cercanos) de la escena.

El módulo de enfoque hace básicamente lo mismo.

Compara la información de la imagen que le llega desde un punto de vista (por ejemplo de la izquierda), con la información de la imagen que le llega desde el otro punto de vista (por ejemplo de la derecha).

Si la zona de la escena que queremos enfocar está realmente enfocada, las dos versiones de la imagen (de esa zona de la escena) casan perfectamente. Están en fase.

Cuando la zona no está enfocada, cada versión de la imagen estará ligeramente desplazada: tendrán un desfase espacial entre sí.

La principal ventaja es que midiendo ese desfase se puede saber en qué dirección tenemos que mover el objetivo (la lente de enfoque o lo que corresponda) y si estamos muy alejados o muy cerca del punto de enfoque óptimo.

 

Un único punto de vista

Hay un pequeño problema: la detección de fase necesita (al menos) dos puntos de vista, y las cámaras sólo tienen un punto de vista de la escena en cada instante.

Sólo hay un objetivo y sólo hay un sensor de imagen. El sensor sólo ve una versión de la escena, un único punto de vista.

El módulo de enfoque de las cámaras réflex utiliza un sistema muy ingenioso para conseguir los dos puntos de vista:

  • Utiliza una máscara opaca con dos agujeros relativamente separados entre sí
  • Detrás de cada agujero está colocado un sensor (como un sensor de imagen pero más simple y más especializado)

Es una forma de colocar dos ‘ojos’, cada uno de los cuales ve una versión de la escena: izquierda y derecha (o arriba y abajo, diagonal, etc. dependiendo de la colocación de la máscara y los sensores)

 

¿Máscaras en el sensor de imagen?

Si lo pensamos, como idea loca, podríamos hacer un sistema similar utilizando el sensor de imagen.

Colocamos una máscara con dos agujeros delante del sensor justo en el momento de realizar el enfoque (podría ser por ejemplo una cortinilla similar a la del obturador).

Podríamos usar la zona de imagen justo detrás de cada máscara para comparar entre sí y estimar el desfase (como hace el módulo de enfoque de las réflex).

Y luego retiraríamos la máscara en el momento de hacer la foto…

Vale, este sistema tiene algunos pequeños (grandes) inconvenientes: mientras enfocamos perdemos la visión de la escena, no se podría usar para vídeo, añade mucha complejidad mecánica, etc.

Así tal cual es un desastre de sistema de enfoque.

Pero ahora veremos que no vamos muy desencaminados…

 

El efecto de las microlentes en los sensores de imagen

La mayoría de los sensores incluyen en su diseño una capa de microlentes que permiten aumentar la eficiencia de cada celda.

Aquí tienes más información sobre el funcionamiento de los sensores de imagen.

Cada microlente permite concentrar la luz que corresponde a ese punto de la imagen y la hace llegar a la parte activa de la celda, la parte fotosensible.

PDAF - Enfoque por detección de fase en el sensor - microlentes

Sin la lente, una parte de la luz se dispersaría por la superficie no fotosensible de la celda (circuitería, etc.) y no contribuiría a la formación de la imagen. Los sensores sin microlentes suelen tener una eficiencia de conversión menor.

Las microlentes tienen además un efecto secundario interesante.

Vamos a centrarnos por un momento en una de las celdas, con su propia microlente, y vamos a imaginarla como un sensor de imagen independiente.

PDAF - Enfoque por detección de fase en el sensor - microlentes

 

En la imagen está muy exagerado a propósito, para visualizar el concepto. Lógicamente la microlente y la lente principal que representa al objetivo no están a escala.

Debido al efecto de la microlente, la ‘imagen’ que se proyecta en ese pequeño sensor conserva de alguna manera algo de información sobre el ángulo de entrada de los rayos que convergen sobre ese punto.

Ahora es cuando volvemos a la idea loca de la máscara…

¿Qué ocurre si colocamos una pequeña máscara opaca sobre una de las mitades de la celda?

Por ejemplo tapando la parte derecha, la contribución de la luz que viene de la parte izquierda del objetivo será más importante.

Si tapamos la parte izquierda de otra celda ocurrirá lo contrario, en esa celda la contribución de la luz que llega desde la parte derecha será mayor.

 

PDAF - Enfoque por detección de fase en el sensor - celda con máscara

El efecto sería similar a tapar la mitad derecha o la mitad izquierda de la entrada del objetivo.

Tenemos una pareja de celdas especializadas, que nos recuerdan de alguna manera a las parejas de detectores CCD que utilizan los módulos de enfoque de las cámaras réflex.

Cada una de esas celdas ‘ve’ una versión ligeramente diferente de ese punto de la escena.

 

La clave está en las microlentes

De todo lo que voy a comentar en el artículo, creo que lo más importante es quedarse con la idea de que todo esto funciona por el efecto de la microlente sobre la celda.

Si no hubiera microlente (como ocurría en los sensores más antiguos) la superficie fotosensible de la celda simplemente integra toda la luz que llega a ese ‘pixel’, y se pierde cualquier tipo de información sobre la dirección de entrada de la luz.

PDAF - Enfoque por detección de fase en el sensor

 

Y el otro punto clave es que debajo de esa microlente tiene que haber alguna forma de discriminar o de separar la luz según la dirección (o ángulo si lo quieres ver así) con que llega desde el objetivo.

Una celda normal del sensor, cada celda individual con su propia microlente, no puede capturar tampoco información de fase (porque integra toda la luz por igual).

Hay varias técnicas para discriminar o recoger esa información:

  • Hemos visto la técnica de enmascarar la mitad de la celda por parejas
  • Se pueden agrupar dos celdas (completas) dentro de una misma microlente, que sería equivalente a tener una celda ‘izquierda’ y una celda ‘derecha’ adyacentes
  • Se puede dividir cada celda en dos subceldas (subcelda izquierda – subcelda derecha) como en el sistema Dual Pixel
  • Se pueden agrupar más celdas debajo de una microlente, como en los sistemas Quad Pixel

 

Éste sería un ejemplo de celdas especializadas (celdas AF) que comparten una única microlente:

PDAF - Enfoque por detección de fase en el sensor - microlente doble

En la figura anterior también quiero representar el hecho de que cada parte recibe también una pequeña contribución del lado opuesto. Lo importante aquí es que hay una contribución neta diferente entre las celdas ‘derecha’ y las celdas ‘izquierda’.

De momento vamos a seguir con nuestro ejemplo de celdas enmascaradas, pero el principio de funcionamiento es el mismo en todos esos casos.

 

Matriz de celdas con máscara

Tenemos todavía un problema: cada celda es en realidad un sensor de 1 pixel, con lo que no nos sirve para determinar nada útil.

Piensa que sería como una única celda de un sensor CCD lineal de los que se utilizan en los módulos PDAF de las cámaras réflex.

Con una pareja de celdas no podemos determinar desfase de ningún tipo porque la señal no tendría resolución espacial.

Es como comparar dos imágenes de un pixel cada una: es imposible determinar algún tipo de correlación espacial, y es imposible detectar que una esté desplazada (desfasada) con respecto a la otra.

Para que esta idea funcione necesitamos un grupo (a ser posible grande) de parejas de celdas ‘enmascaradas’.

Lo que se hace en los sensores comerciales es integrar una matriz de parejas de celdas especializadas (con su máscara izquierda y derecha), distribuidas de forma homogénea por el sensor.

PDAF - Matriz de celdas AF

Cuando elegimos un punto de enfoque en la cámara (o mejor dicho, una zona de enfoque), esa zona incluye un grupo de parejas de celdas especiales, con máscara o con la técnica que corresponda, que llamaremos celdas AF para distinguirlas de las celdas normales que se utilizan para generar la imagen final.

Internamente esas celdas AF no tienen nada especial. Son celdas exactamente iguales que el resto de las celdas del sensor.

La única diferencia está en la máscara que se hace ‘crecer’ sobre la mitad de su superficie. El proceso de fabricación es relativamente sencillo (no añade complejidad al proceso normal).

La distribución y características de las celdas AF depende de cada fabricante, modelo de sensor, etc.

 

Detección de fase con las celdas AF

Vamos a imaginar que queremos enfocar un determinado elemento de la escena.

Elegimos una zona de enfoque en la cámara. Vamos a suponer que es un pequeño recuadro del centro del encuadre.

El sistema de enfoque (el procesador de la cámara por ejemplo) genera dos imágenes diferentes de esa zona de la escena, a partir de la información que le proporciona el sensor.

Una imagen está formada por los píxeles correspondientes a las celdas con máscara en la parte derecha.

Otra imagen está formada por los puntos correspondientes a las celdas con máscara en la parte izquierda.

Son imágenes de baja resolución (comparadas con la imagen normal de la escena), ya que la densidad de celdas AF suele ser relativamente pequeña.

Las dos imágenes se comparan utilizando algún tipo de algoritmo de correlación para determinar su desfase.

Si en lugar de usar imágenes (2D) utilizáramos sólo una fila de celdas especiales, agrupadas según su máscara, tendríamos algo muy similar a las parejas de sensores CCD que incluyen los módulos de enfoque de las cámaras réflex.

Y se podrían aplicar en principio las mismas técnicas de correlación de señales y estimación de la fase. Esos módulos utilizan sobre todo técnicas de análisis de señales (de alguna forma lo podríamos imaginar como un sistema que trabaja con información de una dimensión).

La ventaja de los sistemas que estamos viendo aquí es que pueden trabajar con información de dos dimensiones, es decir, con técnicas de análisis de imagen.

 

Ejemplo práctico de PDAF integrado en el sensor

Intentar visualizar el comportamiento de estos sistemas a través de esquemas de trazados de rayos o similar es muy complicado (al menos yo no sé cómo hacerlo).

Pero si entendemos el principio básico podemos simular el comportamiento de una forma relativamente sencilla.

Vamos a necesitar:

  • Una cámara (que permita enfoque manual)
  • Preferiblemente con un objetivo de gran apertura (que configuraremos a su máxima apertura)
  • Un trípode o alguna forma de mantener la cámara en un lugar estable
  • Un trozo de cartulina negra

 

Lo vamos a ver todo mejor si elegimos una escena con un fondo homogéneo (p.e. una pared blanca) y un objeto que contraste mucho (p.e. de color negro, podría valer una tira vertical).

O podemos elegir un objeto con letras o símbolos que contrasten bastante.

Yo por ejemplo he elegido una batería negra con letras de color blanco.

 

PDAF integrado en sensor de imagen

 

Colocamos la cámara en un punto fijo (y no la moveremos).

Ponemos la cámara en enfoque manual y enfocamos al objeto de interés hasta que lo veamos lo más nítido posible, en el centro del encuadre aproximadamente, para facilitar las cosas.

Si utilizas un objetivo con una apertura muy grande (que es lo ideal en este caso) hay que tener en cuenta que la profundidad de campo puede ser muy pequeña. Nos tenemos que fijar siempre en la zona de interés, la que queremos mostrar perfectamente enfocada.

Ahora cogemos la cartulina negra y tapamos la mitad izquierda de la entrada del objetivo (no hace falta sujetar con celo ni nada, se puede colocar simplemente con la mano).

Tapar la parte izquierda del objetivo tiene un efecto equivalente al de un sensor que tuviera todas sus celdas con una máscara izquierda (y con microlentes, claro)

Dependerá de la focal, etc. pero en general la imagen que recibe el sensor no cambiará mucho, se verá un poco más oscura (hemos perdido 1 paso de luz) y con un cierto viñeteo en el lateral.

Hacemos una foto.

Ahora tapamos la mitad derecha del objetivo y hacemos otra foto.

Esta segunda foto correspondería a un sensor en el que todas sus celdas tienen una máscara derecha.

 

Repetimos el proceso pero con el objeto desenfocado

Movemos el enfoque hacia ‘infinito’. El objeto aparecerá desenfocado en la pantalla de la cámara.

Tapamos la parte izquierda, foto.

Tapamos la parte derecha, foto.

Movemos el enfoque hacia nosotros, hacia la posición de la distancia mínima de enfoque.

Tapamos la parte izquierda, foto.

Tapamos la parte derecha, foto.

 

Tendremos 6 imágenes, 2 para cada escenario.

Como en este tipo de sensores la densidad de celdas AF es baja, lo voy a simular pixelando las imágenes.

Eso también nos va a ayudar a identificar mejor el ‘contenido’ de las imágenes y hacernos una idea del desplazamiento relativo.

 

Escenario 1: objeto enfocado

La primera imagen corresponde a lo que ven las celdas con máscara izquierda.

PDAF integrado en sensor de imagen

La segunda imagen corresponde a lo que ven las celdas con máscara derecha.

PDAF integrado en sensor de imagen

 

Recuerda además que nos tenemos que fijar en una zona concreta del encuadre, donde estaría el punto (zona) de enfoque.

Si la zona de interés está perfectamente enfocada, las dos imágenes (dentro de ese recuadro verde) tendrían que coincidir: tendrán una correlación muy alta y un desfase mínimo (idealmente cero).

Si haces el experimento, podría haber pequeñas variaciones porque entre foto y foto puede haber ligeros cambios de iluminación, etc. El sistema real ve las dos imágenes a la vez, con las mismas condiciones.

Además, el sistema sabe que está analizando la misma porción de la escena. Es decir, sabe que las dos versiones representan el mismo objeto de interés.

 

Escenario 2: desenfoque

En el segundo escenario tenemos el objeto de interés totalmente desenfocado.

 

PDAF integrado en sensor de imagen

 

La imagen correspondiente a las celdas con máscara derecha (pixelada para simular la resolución que ve el sistema de enfoque):

PDAF integrado en sensor de imagen

 

Y la que corresponde a celdas con máscara izquierda:

PDAF integrado en sensor de imagen

 

Si comparamos el interior del recuadro y elegimos un punto característico:

PDAF integrado en sensor de imagen

Vemos que hay un desplazamiento, un desfase espacial, entre las dos imágenes.

He marcado con diferentes colores (verde y rojo) el desplazamiento correspondiente a cada tipo de celda (con máscara derecha: verde, con máscara izquierda: rojo)

Lo que nosotros vemos a simple vista también lo puede ver un algoritmo de análisis de imágenes (pero mucho mejor), por ejemplo calculando la correlación para encontrar el desfase espacial entre las imágenes.

 

Escenario 3: desenfoque

Imagen desenfocada original:

PDAF integrado en sensor de imagen

 

Imagen correspondiente a las celdas con máscara a la derecha:

PDAF integrado en sensor de imagen

 

Imagen para las celdas con máscara a la izquierda:

PDAF integrado en sensor de imagen

 

Y si volvemos a comparar las dos versiones:

PDAF integrado en sensor de imagen

 

Vemos que efectivamente se vuelve a producir un desplazamiento relativo, pero esta vez en el sentido contrario.

Si la imagen ‘izquierda’ se movía antes hacia la derecha, ahora se mueve a la izquierda y viceversa.

 

El desfase permite determinar la dirección en enfoque

Como hemos visto,  analizando los desplazamientos relativos podemos saber si el desfase es positivo o negativo.

O lo que es lo mismo, la cámara puede saber hacia dónde tiene que mover el enfoque.

Ésta es la principal ventaja de los sistemas PDAF con respecto a los sistemas basados exclusivamente en detección por contraste, que tienen que hacer siempre un proceso de prueba y error para determinar la dirección de enfoque correcta.

El sistema PDAF también puede estimar cuánto recorrido tiene que cubrir (si el desfase es mayor o menor)

 

 

Enfoque híbrido integrado en el sensor de imagen

Ya hemos visto cómo funciona el sistema.

En la actualidad, la mayoría de los sensores de imagen de móviles y cámaras (excepto casos como los de Panasonic, que utiliza su propio sistema DFD) incluyen alguna variante de este sistema PDAF integrado.

Canon suele usar su propia versión, el sistema de enfoque Dual Pixel, del que hablaré un poco más adelante.

 

¿Por qué se llama enfoque híbrido?

Tradicionalmente el sistema PDAF sólo estaba en las cámaras réflex, como un módulo independiente, sin relación con el sensor de imagen.

En las demás cámaras, y en las propias réflex en vídeo o en modo Live View, se utilizaba el sistema de detección por contraste: análisis puro y duro de la imagen de la escena para determinar cuándo alcanza el máximo contraste en la zona de interés.

El sensor de imagen era sinónimo de detección por contraste (que en cámaras antiguas solía ser bastante lento).

Poco a poco se fueron introduciendo las capacidades PDAF en el sensor de imagen.

Era un sistema híbrido, porque combinaba la parte PDAF con la parte de detección por contraste.

 

Limitaciones de PDAF integrado en el sensor de imagen

Por lo general, las celdas con máscara que forman parte del sistema de enfoque no participan en el proceso de generación de la imagen (foto / vídeo)

Esas celdas suelen estar colocadas estratégicamente en posiciones que corresponden con el filtro verde del mosaico de Bayer, que son las que tienen más redundancia (mosaico RGGB).

En la información RAW de una imagen, ese píxel se interpola a partir de información de las celdas que tiene alrededor (p.e. de su vecino G más próximo)

Si el sensor incluye muchas celdas PDAF estará afectando en cierta forma a la calidad de imagen. Por ejemplo, además de la pequeña pérdida de información de la escena, la distribución de celdas AF puede crear patrones visibles cuando hay cierto nivel de ruido en la imagen.

Si por el contrario incluye pocas celdas AF, el sistema de enfoque tendrá que trabajar con muy poca resolución espacial, y tendrá un rendimiento menor, al menos sobre el papel.

 

Se suele elegir un compromiso.

Del orden del 2-5% podría ser una cifra orientativa de celdas PDAF con respecto al número total de celdas del sensor.

 

En la práctica no suele ser algo tan crítico.

Una de las ventajas de la integración PDAF en el sensor de imagen es que se pueden diseñar sistemas realmente complejos (algoritmos) con varias capas, combinando varias tecnologías.

La parte PDAF es importante para determinar la dirección en la que se tiene que mover el enfoque y hacer una estimación de cuánto se tiene que desplazar.

Dependiendo de la resolución espacial y otros factores, es posible que PDAF no tenga suficiente precisión para clavar el enfoque.

Ahí entra en juego la parte de detección por contraste, que puede maximizar la nitidez de la zona de interés.

Y sobre esas capas estaría toda la parte de reconocimiento de imagen: reconocimiento de caras, ojos, animales, objetos, seguimiento, etc.

 

Otra limitación es que estos sistemas híbridos necesitan una elevada potencia de cálculo.

El procesador tiene que llevar a cabo un procesamiento de imagen bastante intenso, sólo para el sistema de enfoque.

Los sistemas de enfoque híbridos iniciales eran un poco lentos comparados con los sistemas especializados de las réflex, en parte porque era una tecnología emergente y en parte por la limitación de los procesadores de generaciones más antiguas.

En la actualidad son sistemas rapidísimos y fiables, tanto en fotografía como en vídeo.

 

Detección de patrones horizontales y verticales

Como vimos en el artículo del sistema PDAF de las réflex, la colocación de las máscaras y los sensores CCD (distribución horizontal, vertical o diagonal) afecta a cómo el sistema es capaz de detectar las transiciones de contraste de la escena.

Cualquier sistema de enfoque pasivo necesita que la escena tenga cierta textura: bordes, transiciones con un contraste mínimo, etc.

Si la máscara estaba colocada horizontalmente podía detectar transiciones horizontales (líneas o bordes verticales de la escena) pero tenía muchos problemas con las líneas horizontales.

Si la máscara estaba colocada verticalmente podía detectar bordes horizontales de la escena, pero tenía problemas con los bordes verticales.

Luego había combinaciones que daban lugar a diferentes puntos de enfoque: cross type, diagonal cross type, etc. para ofrecer el mejor rendimiento posible en prácticamente cualquier tipo de patrón o textura de la escena.

En los sistemas PDAF integrados en el sensor se suelen utilizar matrices que combinan celdas con máscaras izquierda-derecha y celdas con máscaras arriba-abajo.

 

PDAF - Matriz de celdas AF

 

Hasta donde yo sé, la combinación de ambos y el hecho de que se analiza información 2D (se analizan imágenes realmente, no líneas como en los sensores CCD del módulo de enfoque) hace que el sistema sea muy fiable en prácticamente cualquier situación.

Además, como he comentado, el sistema es redundante. Si la parte PDAF falla por el motivo que sea y no tiene información suficiente, el sistema recurre a la parte de detección por contraste o a los algoritmos que considere necesarios.

 

Sistema de enfoque Dual Pixel

Es el que utiliza Canon en muchos de sus sensores. También muchos móviles suelen usar sensores con Dual Pixel.

El principio de funcionamiento es básicamente el mismo que hemos estado viendo.

Pero en lugar de usar algunas celdas con máscara izquierda-derecha, el sistema Dual Pixel se basa en sensores en los que cada una de las celdas del sensor está dividida en realidad en dos celdas independientes que comparten una misma microlente.

Sistema de enfoque Dual Pixel

 

La clave de todos estos sistemas está en el efecto de la microlente, que puede transmitir cierta información sobre la dirección desde la que llega la luz.

PDAF - Enfoque por detección de fase en el sensor - Dual Pixel

 

Para cada celda, la subcelda de la izquierda recibe sobre todo la contribución de la luz que llega desde la parte izquierda del objetivo.

La subcelda de la derecha recibe sobre todo la contribución de la parte derecha del objetivo.

Para la zona de enfoque elegida, el sistema realiza la comparación de la imagen ‘derecha’ con la imagen ‘izquierda’.

Aplicando algoritmos de análisis de imágenes puede determinar el desfase relativo (de forma similar a los sistemas que hemos comentado anteriormente)

La imagen final (fotografía o fotograma de vídeo) se construye a partir de todas las celdas del sensor. La información de las dos subceldas se combina para dar un rendimiento similar al que tendría una celda normal.

 

Ventajas de Dual Pixel

  • En los sensores Dual Pixel, la resolución con la que trabaja el sistema de enfoque es máxima, la del propio sensor de imagen.
    Sobre el papel, estos sistemas tendrían más precisión que los sistemas de enfoque híbridos
    En la práctica intervienen otros factores, la resolución no es un factor tan determinante
  • Todas las celdas contribuyen a la formación de la imagen
    No se pierde resolución y no se generan artefactos o patrones de ruido relacionados con la distribución de celdas AF

Desventajas de Dual Pixel

  • Como se analizan imágenes con mayor resolución se necesita una potencia de cálculo mayor 
  • Sólo pueden discriminar en la dirección izquierda-derecha
    En algunas situaciones, por ejemplo si la escena sólo tiene líneas horizontales, pueden tener más problemas
  • Mayor complejidad de diseño y fabricación

 

Aquí tienes más información sobre el sistema de enfoque Dual Pixel

 

Sistema de enfoque Quad Pixel

Estos sistemas se están empezando a implementar en algunos sensores de imagen para móviles.

El funcionamiento sería muy similar a los Dual Pixel.

En un sensor Quad Pixel cada microlente está sobre un grupo de 4 celdas (o subceldas, según cómo lo queramos interpretar)

 

PDAF - Enfoque por detección de fase en el sensor - tecnologías

Cada una de esas celdas recibe más contribución de uno de los cuadrantes de la escena.

El sistema puede decidir por ejemplo usar las imágenes ‘izquierda-derecha’. O las imágenes ‘arriba-abajo’. O usar las imágenes que corresponden a las celdas opuestas en diagonal…

Con esto se soluciona el problema de detección que puede ocurrir en el sistema Dual Pixel cuando encontramos una escena en la que sólo hay líneas o bordes horizontales.

 

 

 

Más información y referencias

  • Sensor-Based Auto-Focusing System Using Multi-Scale Feature Extraction and Phase Correlation Matching.
    Jinbeum Jang , Yoonjong Yoo, Jongheon Kim and Joonki Paik  (Sensors 2015, 15, 5747-5762; doi:10.3390/s150305747)
  • A Simple Model for On-Sensor Phase-Detection Autofocusing Algorithm.
    Przemysław Śliwiński, Paweł Wachel (Journal of Computer and Communications, 2013, 1, 11-17)
  • Autofocus Systems Part III, by Exclusive Architecture (Markus Kohlpaintner)
  • Cómo funciona el sistema de enfoque Dual Pixel

 

 

Samsung Galaxy S22 series para fotografía y vídeo. Cámaras

Características de las cámaras de los Samsung Galaxy S22, pros / contras y precios

 

Samsung Galaxy S22 para foto y vídeo

 

Este artículo forma parte de la sección de Móviles recomendados para fotografía y vídeo

Introducción a la serie Samsung Galaxy S22

Modelos que forman parte de la serie

  • Galaxy S22
  • Galaxy S22+
  • Galaxy S22 Ultra

 

Todos los modelos de la serie aparecieron en el mercado a lo largo de 2022.

Como ocurre con cada serie de Samsung, el S22 Ultra es el dispositivo con más cámaras y con prestaciones un poco más avanzadas.

Vamos a ver las características de las cámaras de cada variante.

 

Características técnicas de las cámaras del Galaxy S22 Ultra

 

Cámara trasera principal

108Mpx (reescala por defecto a 12Mpx combinando grupos de 9 pixels)
Sensor 1/1.33 pulgadas (70 mm2) / PDAF + Laser AF
Objetivo 23mm equivalente – f/1.8
Estabilizador de imagen óptico (OIS)
8K / 24p | 4K / 60p | 1080 / 60p
1080 / 120p | 240p (cámara lenta)
720 / 960p

 

Cámara trasera telephoto (periscopio)

10Mpx
Sensor 1/3.52 pulgadas (10 mm2) / PDAF
Objetivo 230mm equivalente – f/4.9
(zoom 10x con respecto a cámara principal)
Estabilizador de imagen óptico (OIS)
4K / 60p | 1080 / 60p

 

Cámara trasera telephoto

10Mpx
Sensor 1/3.52 pulgadas (10 mm2) / PDAF
Objetivo 70mm equivalente – f/2.4
(zoom 3x con respecto a cámara principal)
Estabilizador de imagen óptico (OIS)
4K / 60p | 1080 / 60p

 

Cámara trasera gran angular (ultra wide)

12Mpx
Sensor 1/2.55 pulgadas (25 mm2) / PDAF
Objetivo 13mm equivalente – f/2.2
Estabilizador de imagen digital (Super Steady)
4K / 60p | 1080 / 60p
1080 / 120p | 240p (cámara lenta)

 

Cámara frontal

40Mpx
Sensor 1/2.8 pulgadas (17 mm2) PDAF
Objetivo 26mm equiv. f/2.2
Estabilizador de imagen digital
4K / 60p | 1080 / 30p
Auto-HDR

 

Funciones o modos especiales

Modo nocturno
Modo retrato (en Samsung se llama Live Focus)
Modo HDR (HDR10+)
Auto-HDR

¿Permite modo manual?

 

 

Samsung Galaxy S22 / Galaxy S22+ (plus)

Son los modelos ‘base’ o estándar de la serie S22.

Estas dos variantes comparten básicamente las mismas características en cuanto a cámaras y rendimiento en foto y vídeo.

La elección de uno u otro dependerá sobre todo de las características globales y las preferencias del usuario.

 

Cámara trasera principal

50Mpx
Sensor 1/1.56 pulgadas (50 mm2) / PDAF Dual Pixel
Objetivo 23mm equivalente – f/1.8
Estabilizador de imagen óptico (OIS)
8K / 24p | 4K / 60p | 1080 / 60p
1080 / 120p | 240p (cámara lenta)
720 / 960p (súper cámara lenta)

 

Cámara trasera telephoto

10Mpx
Sensor 1/3.52 pulgadas (10 mm2) / PDAF
Objetivo 70mm equivalente – f/2.4
(zoom 3x con respecto a cámara principal)
Estabilizador de imagen óptico (OIS)
4K / 60p | 1080 / 60p

 

Cámara trasera gran angular (ultra wide)

12Mpx
Sensor 1/2.55 pulgadas (25 mm2) / PDAF
Objetivo 13mm equivalente – f/2.2
Estabilizador de imagen digital (Super Steady)
4K / 60p | 1080 / 60p
1080 / 120p | 240p (cámara lenta)

 

Cámara frontal

10Mpx
Sensor 1/3.24 pulgadas (12 mm2) PDAF Dual Pixel
Objetivo 26mm equiv. f/2.2
Estabilizador de imagen digital
4K / 60p | 1080 / 30p
Auto-HDR

 

 

Resumen:

  • La cámara principal incluye un sensor con una superficie de captación de 50 mm2, con respecto a los 70 mm2 del Ultra
    La versión Ultra tendría una pequeña ventaja en situaciones con menos luz y también en situaciones de mucho contraste (alto rango dinámico)
  • La versión Ultra incluye un sistema de ayuda al enfoque mediante laser. Tendría ventaja por ejemplo en situaciones con muy poca luz.
  • Las cámaras telephoto (3x) y ultra wide son básicamente las mismas en las tres variantes (el Ultra incluye un telephoto adicional con 10x)
  • La cámara delantera del Ultra es un poco mejor (sensor más grande y mayor resolución) aunque en la práctica las diferencias en los resultados son pequeñas.

 

 

Rendimiento general / comportamiento en foto y vídeo

El comportamiento es muy bueno en todos los apartados.

Como siempre, habrá dispositivos concretos  que mejoren algún aspecto: mejor cámara angular, mejor procesado en ciertas situaciones, etc.

Pero como conjunto, de forma consistente, la serie estaría a la altura de los móviles más completos.

La cámara principal es muy buena, con un sensor relativamente grande (50 y 70 mm2) que ofrece una materia prima de buena calidad a los sistemas de procesamiento de imagen.

Dependiendo de la situación puede que nos interese usar el formato RAW para hacer nosotros el revelado digital y el procesado a nuestro gusto (para evitar por ejemplo los algoritmos agresivos de reducción de ruido).

La cámara gran angular (ultra wide) tiene características similares a las que incluyen por ejemplo los iPhone 13, y los resultados también son similares en lo que respecta a la relación señal a ruido, etc. El procesado lógicamente depende de los algoritmos utilizados por cada fabricante y los resultados varían ligeramente dependiendo de la situación concreta.

No son las mejores cámaras ultra wide del mercado, pero cumplen muy bien y estarían, por decirlo de alguna forma, en el estándar de calidad de este tipo de cámaras.

La cámara telephoto funciona muy bien, sobre todo cuando tenemos unas condiciones de luz adecuadas. Es una buena opción también para retrato.

En general, suele ser más útil una cámara telephoto, con zoom óptico, que por ejemplo una cámara macro de baja resolución (a la que no solemos dar mucho uso o ninguno)

La cámara telephoto 10x del Ultra es excelente. También necesita buenas condiciones de luz para obtener buenos resultados, pero la calidad de imagen es bastante superior a la que conseguiríamos con zoom digital en otros modelos.

Para usuarios que utilicen mucho los teleobjetivos puede ser un criterio a tener en cuenta.

Para un usuario típico, creo que el telephoto 3x de las versiones no Ultra ya ofrece un buen rango óptico (desde los 13mm del gran angular hasta los 70mm del telephoto). No sé si compensaría la versión Ultra, teniendo en cuenta no sólo el precio, sino el tamaño del dispositivo.

En la parte de vídeo, los S22 estarían también en la parte más alta (con respecto a móviles de su generación) por rendimiento y prestaciones.

Creo que los iPhone, por ejemplo los iPhone 13 por comparar con una generación similar, estarían un poco por encima en términos globales, pero los S22 creo que serían la mejor alternativa en el mundo Android.

Recuerda que estamos hablando siempre de comportamiento global y con un criterio estadístico: qué tal se comporta un modelo de forma consistente en situaciones muy diferentes, sobre todo en situaciones no ideales.

Si necesitas un móvil para vídeo (o para foto) y sabes que vas a usarlo en condiciones controladas, por ejemplo con una iluminación adecuada, prácticamente cualquier modelo de gama media, incluso de gama media baja, va a ofrecer unos resultados más que decentes.

La diferencia que marcan los modelos de gama premium, como los S22 o sus equivalentes en otras marcas, es que pueden ir un poco más allá y ofrecer resultados decentes en situaciones un poco más complejas.

 

 

¿Qué modelo elijo: base, plus o ultra?

Como ya ocurría con las series anteriores, creo que las versiones ‘normales’ (no Ultra) son las más equilibradas y pienso que cubren muy bien todas las situaciones típicas que podemos encontrar en el día a día.

El Ultra tiene ese excelente teleobjetivo de 230mm equivalentes (un zoom óptico de 10x con respecto a la cámara principal), que sería el principal criterio de elección desde el punto de vista de la fotografía.

La cámara principal del Ultra también incluye un sensor más grande.

Sobre el papel, el comportamiento con poca luz y en situaciones de alto rango dinámico será un poco mejor.

En la práctica habría que ir a situaciones muy concretas para percibir diferencias. El resultado final depende sobre todo de los algoritmos de procesamiento. La cámara principal del Ultra ofrece una imagen un poco más limpia y con mejor relación señal a ruido, pero como digo es difícil apreciar esas diferencias en las imágenes que vamos a hacer habitualmente.

 

 

Valoración: pros y contras del Samsung Galaxy S22

Voy a tomar como referencia el S22 Ultra, pero las conclusiones se pueden extrapolar a cualquiera de las versiones de esta serie

 

Puntos positivos del Samsung Galaxy S22 Ultra para fotografía y vídeo:

  • Muy completo para fotografía y vídeo, de los mejores móviles para foto y vídeo en 2022.
  • Graba vídeo 4K / 60p y 8K / 24p
  • Graba vídeo 4K / 30p con la cámara delantera (selfie)
  • Muy buen sistema de estabilización de imagen en vídeo
  • Todos los modelos de la serie ofrecen unas características y rendimiento similares. La principal diferencia del S22 Ultra es la cámara telephoto adicional con una focal equivalente de 230mm
  • Muy buena cámara ultrawide
  • Muy buena cámara telephoto (3x)
  • La combinación de cámaras me parece perfecta y en general los telephoto suelen ser más útiles que por ejemplo las cámaras macro que incluyen otros modelos.
  • Muy buen modo nocturno. No es quizás el mejor, pero solventa muy bien este tipo de situaciones.

 

Puntos menos positivos:

  • El modo noche es muy bueno, aunque Samsung ha estado un poco por detrás con respecto a otras marcas que incluían mejores algoritmos. En los S22 podríamos decir que están casi a la par de lo que pueden conseguir los mejores móviles en este apartado, pero en situaciones muy concretas el procesado de Google o el de Apple puede estar todavía un pelín por delante.
  • Las cámaras telephoto montan sensores pequeños, que sólo van a rendir correctamente en situaciones de buena luz.
  • En el caso del Ultra, el sistema de ayuda al enfoque por láser sólo es realmente útil en situaciones muy muy concretas. Es una característica muy interesante, pero creo que no es un factor crítico a la hora de elegir, salvo para alguien que haga muchas fotos nocturnas.

 

 

Precios y ofertas puntuales

Precios orientativos de los modelos ‘base’ del S22

 

 

Echa un vistazo aquí para ver toda la oferta de modelos, incluyendo las versiones Ultra.

 

 

Más información sobre móviles para fotografía y vídeo

 

 

¿Buscas un teléfono móvil con una buena cámara?

Criterios técnicos que influyen en la calidad de imagen que ofrecen las cámaras de los móviles para que los tengas en cuenta a la hora de elegir

 

Características de las cámaras de los móviles

 

 

Integración hardware / software y procesado de imagen

En una cámara digital tradicional (una réflex o una EVIL por ejemplo) lo más importante del ‘hardware’ suele ser la óptica, luego estaría quizás el sensor (tamaño, tecnología)

Estas cámaras no son especialmente ‘inteligentes’ ya que su filosofía se basa en dejar el control al fotógrafo.

El fotógrafo entiende el contexto de la escena, sabe qué técnica fotográfica es la más adecuada, cómo tiene que configurar la cámara y el equipo, etc.

La filosofía en un móvil es bastante diferente.

Por un lado están las limitaciones físicas del tamaño de la óptica y del sensor.

Para superar esas limitaciones los móviles aplican técnicas fotográficas de forma transparente al usuario y procesan la información para generar la imagen final.

Por ejemplo, cuando pulsamos para hacer una foto, puede ocurrir que el móvil esté tomando en realidad 10 o 20 fotos a velocidad muy rápida, con una o varias cámaras, que combine toda esa información de la escena aplicando algoritmos para evitar discrepancias, y nos generará una única imagen con la mejor calidad posible dadas las circunstancias.

Todas esas técnicas estarían incluidas en lo que entendemos como fotografía computacional.

Por otro lado, los móviles están orientados a un tipo de usuario que (normalmente) no quiere saber nada de técnicas fotográficas ni complicaciones de ningún tipo: encuadrar, disparar y que me dé la mejor foto del mundo.

Es el móvil el que toma todas las decisiones: qué tipo de escena es, cómo es la iluminación, qué técnicas va a usar internamente, exposición, balance de blancos, velocidad de obturación, procesamiento de la imagen, mapeo tonal, contraste, etc.

 

Capacidad de procesamiento

Ese tipo de técnicas necesitan una capacidad de procesamiento enorme.

Dentro del procesador principal del dispositivo, o a veces fuera como chips independientes, hay bloques (procesadores en sí) que se encargan de la gestión de la cámara y del procesamiento de la información a bajo nivel.

Por ejemplo el ISP (Image Signal Processor) se encarga de cuestiones como el sistema de enfoque automático, la gestión del balance de blancos automático y los algoritmos de interpolación de color (demosaicing), o la corrección de aberraciones geométricas del objetivo.

Sobre esas primeras imágenes se aplican los algoritmos, técnicas y procesamiento de nivel más alto.

Por ejemplo la técnica que hemos comentado de apilado de una secuencia de imágenes para generar una imagen final con mejor calidad.

Algunos procesadores incluyen DSP (Digital Signal Processor) independientes para agilizar todo el proceso. Estos DSP son como ordenadores especializados en operaciones con la información de las imágenes, y pueden incluir módulos de inteligencia artificial (redes neuronales)

Los móviles de gama alta no tienen necesariamente mejores cámaras (sensor, óptica) pero sí tienen mejores procesadores.

No es casualidad que en las listas de móviles con ‘mejores cámaras‘ aparezcan en las primeras posiciones los terminales de gama más alta: las versiones Pro, Pro Max, Ultra, etc. de modelos que ya de por sí son gama alta.

Pero ten en cuenta que:

  • La gama media actual incluye una capacidad de procesamiento enorme también
  • La ventaja que ofrecen esos sistemas de gama alta sólo es aplicable a ciertas situaciones concretas, por ejemplo un rango concreto de niveles de luz en la escena
  • Sí pueden ofrecer ciertas ventajas en vídeo, donde la capacidad de procesamiento es más crítica que en fotografía, sobre todo si se quieren utilizar técnicas de tipo HDR (alto rango dinámico), estabilización digital, alta resolución (4K / 8K), tasa de fotogramas (30p / 60p / 120p…)

 

Hardware vs software

En este contexto, con hardware me refiero a la parte óptica y al sensor de imagen de cada cámara.

Y he comentado que los ‘mejores’ móviles para fotografía y vídeo no son los que tienen mejores sensores o mejor óptica, sino los que tienen más potencia de cálculo.

Dicho así queda muy burdo.

Realmente la clave está en la integración o combinación de la parte hardware y la parte software.

Un buen objetivo garantiza que la información que llega al sensor tiene menos aberraciones ópticas.

Un buen sensor ofrecerá una mejor relación señal a ruido (por resumir de alguna forma las características técnicas).

Esos dos elementos van a dar la materia prima con la que trabajará la parte de procesado de imagen, que es donde está la magia en los móviles.

La parte de procesado puede corregir en parte o minimizar las deficiencias y limitaciones del sensor y la óptica.

Y además hace posible todas las técnicas de fotografía computacional.

Los móviles con buen rendimiento en fotografía y vídeo suelen ser modelos en los que:

  • El software (la parte de fotografía/vídeo) está diseñado específicamente para sacar el máximo partido al modelo de sensor y a la óptica que incluye el dispositivo.
  • Se incluyen algoritmos muy avanzados para análisis de la escena (para determinar los parámetros de configuración o la técnica más apropiada)
  • Se incluyen algoritmos muy avanzados para el procesamiento de imagen (para generar la imagen final)
  • Esos algoritmos requieren de una elevada potencia de cálculo (procesadores)

 

Ten en cuenta que toda esa magia sólo marca la diferencia en las situaciones complicadas: escenas con mucho rango dinámico, escenas con menos luz, etc.

En situaciones con buena iluminación y una escena estática (p.e. paisaje con rango dinámico medio, fotografía de producto con buena iluminación…) la imagen final es muy similar a lo que ‘ve’ el sensor, el sensor funciona en su zona óptima de rendimiento, y la mayoría de móviles van a ofrecer una imagen con una calidad similar.

Los dispositivos que tengan una muy buena integración entre la óptica, el sensor y la parte de procesado serán capaces de dar un poco más. Pero en muchos casos las diferencias serán difíciles de apreciar.

Y hablando de calidad de imagen…

 

Calidad de imagen vs imágenes atractivas

La calidad de imagen es algo medible.

Y tiene que ver con cuestiones técnicas: relación señal a ruido, resolución real, nitidez, contraste…

Podríamos decir que tiene relación con la fidelidad de reproducción: cómo de fiel es la imagen con respecto a la escena real.

La imagen final que obtenemos de cualquier cámara (analógica, digital tradicional o móvil) es siempre una interpretación de la realidad.

Es decir, si vemos 1000 fotos de la misma escena tomadas con diferentes cámaras y móviles, cada foto tendrá colores ligeramente diferentes, exposiciones diferentes, nitidez, contraste…

Esas interpretaciones tienen que ver sobre todo con cómo se ‘cocina’ o se procesa la información que llega de la escena.

En una cámara analógica dependerá del tipo de película fotográfica (p.e. Velvia, Provia, etc.), el proceso de revelado y por ejemplo la textura del papel donde se imprimen las fotos.

En una cámara digital (incluyendo las del móvil) depende del proceso de revelado digital y la edición posterior.

Lo que percibimos en una foto o un vídeo es sobre todo esa parte que tiene que ver con el procesado: saturación, variaciones de color, contraste, compresión de rango dinámico, etc.

La parte que tiene que ver con la ‘calidad de imagen’ sólo la percibimos cuando afecta de forma negativa: ruido o granulado excesivo, zonas quemadas (blanco puro) o empastadas (negro puro) sin detalles, imagen borrosa o desenfocada, etc.

Por otra parte, aunque es una cuestión de gustos y modas, a los seres humanos nos suelen atraer más las imágenes con colores saturados y con mucho contraste.

Por lo tanto, todos los fabricantes configuran sus móviles para generar por defecto imágenes finales muy saturadas y con mucho contraste.

En el 99% de los casos, cuando vemos la comparativa entre dos móviles, lo que estamos viendo en realidad es la comparativa entre dos ‘recetas’ diferentes, dos formas de cocinar o interpretar la misma escena.

Esa parte es totalmente subjetiva y no tiene nada que ver con la calidad de imagen.

Es una cuestión de gustos: a algunas personas le resultarán más atractivos ciertos colores, más o menos saturación, más o menos contraste…

Todo eso se puede configurar y en la mayoría de los móviles (al menos los que incluyan opciones de configuración básicas, también puede depender de la app) tienen la posibilidad de ajustar ese tipo de parámetros, al menos el balance de blancos y la posibilidad de elegir ‘filtros’ de imagen, que no son más que recetas para procesar.

Y si quieres tener más control sobre el resultado final, puedes elegir un perfil de imagen lo más neutro posible (saturación, contraste) y luego editar a tu gusto la imagen en algún programa externo.

No tiene mucho sentido elegir un móvil u otro porque tiene ‘colores más naturales‘ o criterios del estilo, que tienen que ver con la configuración y no con las capacidades o el rendimiento del móvil.

 

Sobre las reviews y comparativas

Ten en cuenta que en la mayoría de reviews y comparativas de móviles se suelen fijar en ese tipo de criterios subjetivos para elaborar sus conclusiones.

Sobre todo las reviews globales, no especializadas en fotografía / vídeo.

Así que si ves en youtube o en redes sociales comparativas de móviles tienes que aprender un poco a leer entre líneas y tratar de ver si lo que están comentado está basado en sus criterios subjetivos o tiene que ver con la capacidad real del móvil.

Ten en cuenta también que los resultados son muy dependientes de cada escena. Que un móvil ofrezca mejores resultados en una escena con unas condiciones concretas no quiere decir nada.

Hay que ver más bien la consistencia y el comportamiento en muchas escenas similares, y este tipo de pruebas son a veces imposibles de realizar.

En general, huye de las reviews con criterios simplistas y con conclusiones absolutas de blanco o negro: el móvil Fulanito humilla al móvil Menganito, la mejor cámara del mundo, bla bla bla…

Y no te dejes deslumbrar por los lanzamientos. El último móvil siempre es el mejor del mundo y barre a todos los demás, y es fenomenal y vas a ser más feliz y mejor persona… Y todos los canales de tecnología y los influencers van a bombardear con lo maravilloso que es.

No hace falta tener el móvil más caro ni el último modelo para hacer buenas fotos y buen vídeo.

 

Dejar el control al usuario

Los móviles son cada vez más ‘inteligentes’, pero no entienden el contexto de cada situación, de cada escena.

Por poner un ejemplo, imagina que queremos fotografiar a niños o mascotas corriendo por el parque. Como fotógrafos, sabemos que necesitaremos una velocidad de obturación alta para ‘congelar’ el movimiento, o al menos para evitar que las fotos salgan excesivamente movidas.

El móvil puede analizar la escena y ver por ejemplo qué cantidad de luz hay, si hay mucho contraste entre luces y sombras (alto rango dinámico), si es una situación de poca luz (activar modo nocturno), si detecta una cara cerca puede activar el modo retrato, etc.

Es decir, puede tomar una serie de decisiones basándose en los casos típicos que tiene en su base de datos o en las reglas que ha programado el fabricante.

Pero no tiene capacidad para entender el contexto exacto de la escena y qué es lo que queremos conseguir a partir de esa escena.

Por lo tanto, muchas veces estará entendiendo mal una situación o estará aplicando técnicas que no son las más adecuadas o no son las que queremos aplicar como fotógrafos (técnicas que tienen que ver con la parte artística).

A medida que aprendes fotografía, cada vez quieres tener más el control, para que el resultado se ajuste a lo que tú quieres, no a lo que el móvil o la cámara decida.

En la mayoría de los terminales, la app nativa de cámara está pensada para usuarios que nunca van a querer controlar ningún parámetro ni nada parecido.

Algunas incluyen un modo ‘avanzado’ que permite gestionar algunos parámetros, pero en general son bastante limitadas.

En dispositivos Android, el fabricante puede decidir qué tipo de control va a ceder al usuario, por ejemplo a través de aplicaciones de terceros. Esto se suele hacer a través de una interfaz de comunicación, p.e. Camera2 API.

En los modelos que incluyen soporte completo de Camera2 API  (interfaz de comunicación de la cámara con aplicaciones externas) se podrán usar aplicaciones de terceros, permitiendo que esas aplicaciones tengan una integración más completa con la cámara.

Algunos modelos incluyen un soporte parcial de Camera2 API. Lo ideal sería que tuvieran al menos un nivel de acceso Full (control manual de todos los parámetros) o Level_3 (Full + características adicionales como soporte de formato RAW, etc.). Pero esto depende del fabricante y en muchos casos reservan esos niveles de acceso a los modelos de gamas más altas.

La idea aquí es que podemos utilizar aplicaciones de cámara más completas, que nos permitan tomar el control de ciertos parámetros cuando la situación lo requiera.

Estas aplicaciones también pueden hacer su propio procesado de la imagen y aplicar sus propios algoritmos.

A veces un móvil ofrece resultados mediocres con su aplicación nativa, que mejoran radicalmente utilizando una aplicación de cámara de terceros.

O puede ocurrir que ciertas aplicaciones sean más indicadas para ciertas situaciones, por poner un ejemplo, cuando queremos hacer fotografía de larga exposición hay aplicaciones específicas que funcionan muy bien.

 

Fotografía manual vs fotografía computacional

En general, los móviles tienen su punto fuerte en la parte de procesado de imagen (fotografía computacional)

En situaciones favorables (p.e. buena iluminación) podemos tomar nosotros el control, si el móvil y la app lo permiten, para asegurar la configuración que mejor se adapta a lo que queremos: velocidad de obturación / ISO.

Si el móvil permite grabar en formato RAW, podemos hacer posteriormente nosotros el procesado (revelado digital) para dejar la imagen final a nuestro gusto: contraste, saturación, etc.

Pero…

A poco que las condiciones de la escena sean desfavorables o muy específicas, el resultado que vamos a obtener tomando nosotros el control no va a mejorar el resultado obtenido por el móvil utilizando sus trucos de fotografía computacional: modos HDR, modos nocturnos, modo retrato (depende), etc.

Y el RAW que obtenemos de un sensor pequeño no nos da un margen tan grande como el que obtenemos de un sensor grande.

Por lo tanto, dependiendo de la situación tendremos que decidir:

  • Si interesa tomar el control (control manual de los parámetros de exposición)
  • Si interesa activar alguno de los modos especiales: HDR, nocturno, retrato…
  • O si interesa dejar el control al móvil para que decida los parámetros óptimos según su criterio.

En muchas ocasiones no hay tiempo material para andar pensando qué es lo mejor, simplemente nos da tiempo a coger el móvil y disparar.

En esos casos donde es el móvil el que decide todo, el resultado dependerá de muchos factores, incluyendo la capacidad de análisis y procesado de imagen del móvil, pero también de factores externos relacionados con la iluminación y el propio contexto de la escena.

Si quieres hacer cierto tipo de fotografía un poco más especializada: larga exposición, fotografía astronómica / nocturna (Vía Láctea), fotografía con flash…  Una cámara convencional (p.e. una cámara de objetivos intercambiables) te va a dar mucho más control sobre el resultado final. Pero también te va a exigir más conocimientos de fotografía y más tiempo y esfuerzo.

 

Resumen:  software vs hardware

Aunque las características físicas de la cámara son importantes (tamaño de sensor y su tecnología, parte óptica) en un móvil es fundamental la parte de procesamiento de la información:

  • Procesado de la imagen para reducción de ruido
  • Procesado para conseguir el nivel de contraste y saturación
  • Procesado para obtener imágenes con mayor rango dinámico (mapeo tonal automático / técnicas HDR)
  • Algoritmos del sistema de enfoque
  • Algoritmos para emular el desenfoque de fondo en modo retrato
  • Algoritmos para procesar imágenes en los modos nocturnos
  • Potencia de cálculo necesaria para generar la secuencia de vídeo en 4K (30p, 60p), incluso en resoluciones mayores
  • Algoritmos del sistema de estabilización digital de imagen

Muchos de esos procesos se tienen que ejecutar a la vez y en tiempo real.

La ventaja de los móviles de gamas más altas no es que tengan mejores cámaras, mejores sensores o mejores ópticas en sus objetivos…

La ventaja fundamental es que tienen más potencia de cálculo en combinación con un software más avanzado (algoritmos más complejos y módulos de redes neuronales).

Las diferencias entre modelos en la parte óptica (calidad del objetivo / tecnología del sensor) son en general pequeñas y probablemente no marcan la diferencia.

Las diferencias en la parte de software sí son muy importantes entre modelos, sobre todo entre modelos de diferentes gamas.

Esa parte de procesamiento (el software por decirlo de alguna forma) está en diferentes capas.

A bajo nivel depende de los módulos especializados del procesador (ISP, DSP…) y a alto nivel depende de la aplicación que gestiona la cámara.

En ambos casos es importante la potencia de cálculo, la capacidad del procesador.

Algunos ejemplos para dar idea de cómo influye la potencia de cálculo:

  • Imagina un móvil de gama alta que puede grabar 4K / 60p a la vez que tiene activado su sistema de estabilización digital
  • Otro modelo, con menos potencia o menos optimizado, quizás sólo puede grabar en 4K / 60p sin estabilizador
  • Otro modelo de gama inferior sólo graba en 4K / 30p, pero sólo estabiliza hasta 1080/ 60p

Todos ellos con sensores similares y elementos ópticos similares.

Lo mismo ocurre con las funciones especializadas:

  • Modos nocturnos
  • Modo retrato
  • Astrofotografía

Todos estos modos o funciones utilizan técnicas que se basan en fotografía computacional.

Los resultados van a depender tanto de los algoritmos como de la capacidad de cálculo (algunos algoritmos sólo pueden funcionar si el procesador tiene cierta potencia)

Para ciertas situaciones es interesante que el móvil permita el control del usuario para ajustar parámetros o para decidir el modo en función del contexto de la escena.

En algunos móviles la propia app nativa de gestión de cámara permite cierto control.

Pero en general hay aplicaciones de cámara desarrolladas por terceros que permiten un mayor control, mejor procesamiento de la imagen en ciertas situaciones y/o funciones muy específicas que no podríamos hacer con la aplicación nativa (p.e. larga exposición)

 

Calidad óptica del objetivo

Para fotografía tradicional sería quizás el factor más importante: la nitidez del objetivo y si tiene algún tipo de aberración óptica perceptible.

Sin embargo no es un factor tan determinante en el caso de los teléfonos móviles porque las imágenes van a estar muy procesadas:

  • Algoritmos de reducción de ruido (ruido electrónico / granulado)
  • Algoritmos para mejorar el contraste / nitidez
  • Algoritmos para corregir automáticamente las aberraciones geométricas del objetivo
  • Algoritmos para corregir las aberraciones cromáticas

Si el móvil incluye una buena óptica, todos esos algoritmos trabajarán con una ‘materia prima’ de mejor calidad.

Pero en cierta forma la calidad óptica queda un poco diluida o no es tan importante como en las cámaras tradicionales.

Por resumirlo de alguna forma: el software que procesa la información del sensor y genera la imagen JPEG final tiene normalmente más impacto en la nitidez de imagen que la óptica o la resolución real del sensor.

 

Apertura del objetivo

En la mayoría de los teléfonos móviles los objetivos de las cámaras no tienen diafragma.

El diafragma es como el iris del ojo: se abre más o menos para dejar pasar la cantidad justa de luz. Por lo tanto en los móviles el objetivo siempre está totalmente abierto.

Esa apertura del objetivo también puede ser un factor a tener en cuenta.

La apertura nos da idea de la cantidad de luz que va a llegar al sensor (por unidad de tiempo y por unidad de superficie). Se mide con el número F, que relaciona el diámetro del objetivo con su longitud focal.

Simplemente: cuanto menor sea el número, mayor es la apertura y más luz llega al sensor:

Aperturas típicas en cámaras de móvil: f/1.8 > f/2.0 > f/2.8

Por ejemplo, un objetivo con f/2.0 deja pasar el doble de luz que un objetivo con f/2.8

Esos incrementos de doble o mitad se llaman en fotografía pasos de luz.

La diferencia entre aperturas nos puede dar una pequeña ventaja cuando la escena recibe menos luz.

Por ejemplo, si el objetivo nos da 1 paso más de luz, podremos disparar al doble de velocidad para congelar la imagen y que no aparezca movida (o trepidada por los pequeños movimientos de la cámara)

De la misma forma, 1 paso más de luz en el objetivo evita subir un paso de ISO (la sensibilidad o ganancia electrónica, cuanto más alto el ISO más granulado habrá en la imagen final)

Ten en cuenta de todas formas que en el día a día las diferencias de 1 paso de luz no van a suponer una mejora radical. Simplemente son una pequeña ventaja.

 

Distancia focal / ángulo de visión

La focal o distancia focal es una característica óptica del objetivo, pero a efectos prácticos nos dice cómo va a ser el ángulo de visión.

Cuanto más grande sea la distancia focal (se mide en milímetros) más cerrado es el ángulo de visión.

Como el ángulo de visión depende también del tamaño del sensor, se suele utilizar la distancia focal equivalente, es decir, tomando como referencia una cámara con sensor o película de 35mm.

Una focal equivalente de 15mm nos daría unos 100º de ángulo de visión horizontal (suponiendo un encuadre apaisado).

Una focal equivalente de 25mm nos da unos 70º de ángulo de visión

Una focal equivalente de 50mm correspondería con un ángulo de unos 40º

Las focales (equivalentes) entre los 35-50mm se suelen llamar focales normales, y nos dan un punto de vista que encaja más o menos con el ángulo de visión de una persona.

Por debajo de los 30mm ya se consideran objetivos angulares, y por debajo de los 20mm se les suele llamar objetivos gran angulares.

Por encima de los 75mm se les denomina teleobjetivos (teleobjetivos cortos), teleobjetivos medios hasta unos 300mm, y teleobjetivos largos por encima de 300mm.

Los teleobjetivos ofrecen un ángulo de visión estrecho, que lo asociamos con un aumento o acercamiento de una escena lejana.

La cámara de los móviles (la cámara principal si tiene más de una) suele tener un objetivo angular, por debajo de los 30mm equivalentes.

 

Tamaño / tecnología del sensor

El tamaño del sensor influye en la calidad de imagen:

  • Un sensor más grande (mayor superficie de captación) recoge en conjunto más fotones y permite construir una imagen más limpia (con menos ruido electrónico, mejor relación señal a ruido)
  • En un sensor más grande, cada celda individual puede ser más grande manteniendo la resolución total.
    Una celda más grande permite recoger información más fiel (menos ruido electrónico / mejor relación señal a ruido)
    Una celda más grande puede captar más rango dinámico de la escena
  • En un sensor más grande se puede integrar una resolución mayor (más celdas) manteniendo el rendimiento por celda
    O se puede combinar la información de varias celdas para generar la imagen final: mejorando la relación señal a ruido y el rango dinámico

 

¿Por qué los móviles no incluyen sensores más grandes?

El problema es que para ‘alimentar’ esa superficie de captación hace falta una óptica más grande.

El tamaño de la parte óptica no crece de forma lineal y el formato de los móviles hace que sea muy complicado integrar elementos ópticos tan grandes.

En un móvil es más fácil y más barato integrar varias cámaras (cada una con su sensor, objetivo completo, etc.) de sensor pequeño que una única cámara con sensor más grande.

 

¿Es tan importante el tamaño del sensor?

Sí y no. Depende.

Por un lado está la parte relacionada con la Física: mayor superficie de captación implica mejor relación señal a ruido (a igualdad tecnológica, etc.) y por lo tanto imágenes más limpias en lo que respecta a ruido electrónico.

Un sensor más grande va a dar más margen al resto de la cadena de procesamiento de la imagen.

Por otro lado, la ‘gracia’ de los móviles está en la parte de procesamiento de imagen, lo que se conoce como fotografía computacional.

Esos algoritmos y la capacidad de procesamiento es lo que suele marcar la diferencia, por encima del tamaño del sensor.

Pero lógicamente, si esos algoritmos trabajan con una materia prima mejor (sensor más grande) obtendrán mejores resultados.

Entonces, podríamos decir que el tamaño del sensor es importante, si va acompañado de una buena parte óptica y si detrás está una cadena de procesamiento de imagen a la altura.

Y hay que tener en cuenta también que estamos hablando de diferencias de calidad sutiles.

 

¿Y la tecnología del sensor?

Este es un aspecto importante, pero sólo si comparamos teléfonos móviles de generaciones muy diferentes, es decir, con varios años de diferencia en su fabricación.

La mayoría de los teléfonos móviles actuales incluyen sensores de la serie IMX de Sony o la serie ISOCELL de Samsung.

Son sensores retroiluminados (BSI: Back-Side Illuminated sensor): la electrónica de cada celda fotosensible se sitúa por debajo de la superficie que capta la luz, para que cada pixel tenga más superficie de captación efectiva.

Cada fabricante y cada modelo introduce sus propias variaciones para mejorar algunos aspectos, pero a grandes rasgos: los sensores de generaciones similares van a ofrecer rendimientos y resultados similares.

Como ocurre con la calidad óptica, el resultado final va a depender más del procesado que se aplica a la información del sensor que de las pequeñas diferencias de rendimiento entre sensores.

 

Resolución / megapíxeles

A partir de una resolución mínima (8-10Mpx) no es importante, es más que suficiente para la mayoría de los usos. No elijas un móvil porque tenga más resolución.

Los sensores de los móviles son pequeños.

Cuanta más alta es la resolución, más pequeñas serán las celdas fotosensibles y peor será su rendimiento (menor relación señal-ruido)

Esto quiere decir que aunque el rendimiento global va a ser similar, porque está asociado a la superficie total del sensor, el ruido o granulado en el detalle se va a ‘comer’ la nitidez que correspondería a la resolución física del sensor.

Dicho de otra forma: un sensor pequeño de 48Mpx y un sensor pequeño de 10Mpx van a generar los dos un nivel de detalle similar en la imagen final.

Algunos móviles con sensores de alta resolución lo que hacen realmente es agrupar celdas para generar imágenes de menor resolución.

Por ejemplo, un sensor de 48Mpx puede promediar la información de cada grupo de 4 celdas para generar una imagen de 12Mpx.

El promediado siempre aumenta la relación señal a ruido, ya que el ruido es aleatorio, no tiene correlación con los puntos a su alrededor. Pero probablemente una celda 4 veces mayor daría directamente un mejor comportamiento.

Sin embargo, dependiendo de las técnicas de promediado (algoritmos de procesado) también se pueden conseguir cosas interesantes, como por ejemplo aplicar diferentes exposiciones a cada pareja de celdas de un grupo de 4, para aplicar técnicas HDR (alto rango dinámico) con una sola toma.

Con 10-12Mpx es más que suficiente para vídeo (4K tiene una resolución de unos 8Mpx) y más que suficiente para el 99.9% de las fotos que vamos a hacer, ya que se van a publicar online y se van a ver en dispositivos pequeños (o en pantalla de ordenador pero raramente a pantalla completa)

Si quieres imprimir alguna foto, esos 10-12Mpx sirven para imprimir a gran calidad (300dpi) en formatos relativamente grandes (más de 30cm o el doble si reducimos a 150dpi)

Resumen:

  • La resolución física del sensor no es un criterio importante
  • Las cámaras con resoluciones bajas que incluyen algunos móviles (p.e. cámara macro de 2Mpx, telephoto de 4Mpx, etc.) están más bien como reclamo publicitario, pero no son realmente útiles o al menos no podemos esperar una calidad equiparable a la de la cámara principal.

 

Rango dinámico

Aquí tienes más información sobre qué entendemos por rango dinámico en fotografía y vídeo.

Y una explicación un poco más detallada sobre el rango dinámico en sensores de imagen.

Para que se entienda de una forma sencilla:

  • El rango dinámico nos habla de la diferencia de luminosidad entre la parte más oscura de una escena (en la que se aprecia detalle) y la zona más clara de una escena (en la que se aprecia detalle)
  • El rango dinámico se puede medir como una relación (p.e. 1:10000) o en escala logarítmica, por ejemplo en fotografía es habitual medirlo en pasos de luz.
  • El rango dinámico de una escena del mundo real puede llegar a ser enorme, una escena a plena luz del día puede tener unos 30 pasos de luz (recuerda que es una escala logarítmica, no lineal)
  • El rango dinámico que percibe la visión humana es bastante grande. La percepción visual es compleja, pero vamos a suponer unos 20 pasos de luz en condiciones de iluminación que nos permiten distinguir bien los detalles y el color.
  • El rango dinámico que puede captar una cámara depende del diseño del sensor (tamaño de sus celdas y superficie total). Para una cámara con sensor full frame actual puede estar en los 12 pasos de luz (rango dinámico fotográfico, para una determinada relación señal a ruido mínima).
  • El rango dinámico del sensor de un móvil puede estar en los 8-9 pasos de luz en condiciones ideales.
  • El rango dinámico de los dispositivos de reproducción de imágenes es más pequeño, por ejemplo una pantalla típica de un monitor tendría un rango dinámico del orden de 6-8 pasos de luz, y la fotografía en papel tendría unos 5-6 pasos de rango dinámico.
  • Las pantallas HDR pueden llegar a unos 10 pasos de luz.

 

En fotografía y vídeo, normalmente lo que queremos es que el resultado final se vea bien en la mayoría de los dispositivos (pantallas). Vamos a redondear a 6 pasos de luz, que podría ser un buen objetivo.

Ya puedes intuir dónde está el problema:

  • Tenemos una escena con 30 pasos de luz de rango dinámico
  • Tenemos una cámara que sólo puede capturar 8 pasos de luz (de esos 30)
  • Tenemos una pantalla que sólo puede reproducir 6 pasos de luz

 

Por otro lado, la percepción visual humana es maravillosa.

Podemos contemplar una foto impresa de una escena (p.e. 5 pasos de luz) con una sensación similar a la que tendríamos si estuviéramos allí en persona (p.e. viendo una escena real de 30 pasos de rango dinámico)

¿Dónde está el truco?

El truco está en que la visión humana no necesita toda la información de todo ese rango. No necesitamos tener todos y cada uno de los diferentes niveles de luminosidad de la escena.

De hecho, somos capaces de distinguir muy bien pequeñas variaciones de tono (claridad / oscuridad) en la parte de las sombras, pero no distinguimos muy bien variaciones grandes en la parte de las luces, de las zonas más iluminadas.

Se puede comprimir el rango dinámico (si se hace de una forma cuidadosa) de tal forma que el resultado final lo percibimos o interpretamos como ‘natural’.

 

Capturar el rango dinámico

Primero hay que capturar el rango dinámico de la escena.

Si la escena tiene 30 pasos de rango y la cámara tiene 8, es imposible capturar toda la información en una única toma.

Tenemos que elegir una parte del rango.

Por ejemplo, si elegimos los 8 pasos de la zona de sombras tendremos detalle ahí, pero sabemos que el resto, toda la parte de luces, estará quemado. Esa parte quemada será un blanco puro sin detalle ninguno.

Si elegimos los 8 pasos de la zona de luces pasará lo contrario: tendremos detalle en las luces, pero las sombras estarán empastadas, sin información (p.e. un contraluz en el que sólo vemos la silueta en negro puro)

Si queremos capturar más rango hay que utilizar técnicas o trucos.

Por ejemplo, en fotografía de paisaje se utilizan a veces filtros degradados, que actúan como un compresor de rango dinámico.

También podemos hacer varias tomas, cada una de ellas con una exposición diferente (bracketing / horquillado de exposición), hasta cubrir todo el rango dinámico de la escena.

En lugar de tener el rango en una única imagen, lo tenemos distribuido en diferentes imágenes.

Luego en edición, utilizando algoritmos para gestión de HDR (high dynamic range) se hace la fusión de todas las imágenes en una única imagen que contiene una versión comprimida del rango dinámico original: incluye información (detalle) en las sombras y también información (detalle) en las altas luces, y en los tonos medios se conserva un nivel de exposición adecuado.

Estas técnicas, como todas, tienen sus pequeños inconvenientes. Por ejemplo, si se trata de una cámara tradicional todas las tomas tienen que ser de la misma escena estática, con la cámara fija en un punto (trípode). Si algo se mueve entre las tomas, luego va a ser muy difícil, o directamente imposible, hacer la fusión a una única imagen.

Los móviles pueden hacer algo de ‘magia’ y conseguir ese tipo de cosas sin necesidad de trípode, pero si la escena es muy dinámica (p.e. elementos en movimiento) existe el riesgo de que aparezcan elementos movidos, artefactos extraños, etc.

 

Comprimir el rango dinámico

Vamos a suponer que ya hemos podido comprimir el rango dinámico de la escena, desde los 30 pasos hasta los 8-9 pasos que puede capturar la cámara de nuestro móvil.

También puede ocurrir que la escena no tenga un rango dinámico tan grande. Si tenemos una buena iluminación (p.e. iluminación artificial) o buscamos una buena hora (hora dorada, hora azul, etc.) tendremos escenas con un rango dinámico más controlado.

Siguiendo con nuestro ejemplo, tenemos entonces una imagen en el sensor (p.e. en formato RAW o almacenada internamente de alguna forma) de unos 8-9 pasos de rango dinámico.

Pero recuerda que queríamos que nuestra imagen final se vea bien en pantallas de 6 pasos de rango dinámico.

Hay que comprimir un poco más para generar la imagen final en JPEG.

Cuando se hace la compresión de rango dinámico a partir de una única imagen, normalmente se habla de mapeo tonal.

Lo típico que solemos hacer al editar una imagen: queremos subir un poco las sombras, para mostrar el detalle. Y queremos bajar un poco las altas luces para rescatar algo de detalle. Y dejamos los tonos medios con una exposición que nos parece adecuada.

El margen nos lo da en este caso el rango dinámico de la imagen original. Una imagen de 12 pasos de un sensor grande nos da mucho más margen que una imagen de 8 pasos de un sensor pequeño.

Pero el proceso es básicamente el mismo.

La compresión de rango dinámico no deja de ser un proceso artístico. Partimos de la realidad, pero la simplificamos y la ajustamos para obtener una representación de la misma (una interpretación, como ocurre con el color y otros muchos aspectos).

No hay una receta o una única forma de comprimir el rango dinámico.

Cuando se hace de forma manual en el proceso de revelado digital y edición, cada fotógrafo decide cómo hacer el mapeo tonal. Por ejemplo para hacer la imagen más atractiva, potenciar ciertas zonas, dar más realismo, etc. Puede haber miles de criterios diferentes.

La idea que quiero transmitir es que la imagen final es una de las infinitas posibles interpretaciones de la realidad.

 

Rango dinámico en móviles

Como hemos comentado, el sensor de un móvil tiene menos ‘capacidad’ o menos margen a la hora de capturar el rango dinámico de la escena y a la hora de hacer el mapeo tonal de la imagen final (12 pasos de un sensor grande con respecto a los 8-9 de un sensor más pequeño)

Los móviles utilizan diferentes técnicas (fotografía computacional) para comprimir el rango dinámico.

Todo esto lo tienen que hacer de forma transparente al usuario y en tiempo real.

Además tienen que decidir para cada escena qué técnica es la más apropiada: por ejemplo en algunos casos pueden decidir tomar internamente varias imágenes, o pueden utilizar información de diferentes celdas del sensor (en el caso de algunos sensores de alta resolución) o pueden decidir hacer un mapeo tonal a partir de una única toma…

Y por si eso fuera poco, tienen que hacer una compresión de rango dinámico que se perciba en la imagen final como natural. Y esto no es nada sencillo.

Una compresión de rango dinámico agresiva da lugar a imágenes con halos extraños y colores que no se parecen en nada a los que podríamos entender como naturales o al menos coherentes con la escena.

Es muy muy fina la línea que separa una compresión ‘orgánica’ agradable a la vista de un auténtico desastre de imagen.

Cuando en una review nos dicen por ejemplo: esta cámara (del móvil Fulanito) tiene un rango dinámico muy bueno

En realidad nos están diciendo: para esta situación concreta (escena), con esta cámara (sensor), el móvil está utilizando una serie de técnicas de compresión de rango dinámico (HDR) que están dando un resultado que me resulta (a esa persona en concreto) agradable a la vista, o natural, orgánico o como queramos llamarlo.

Es decir, el rango dinámico es un concepto físico, medible (al menos en condiciones de laboratorio).

Pero lo que vemos en la imagen final que genera el móvil es una interpretación artística (que ha hecho el móvil de forma ‘automática’ con técnicas HDR) y por lo tanto, salvo casos muy desastrosos, sólo se puede valorar con criterios subjetivos, según el gusto personal de cada uno.

El tamaño del sensor y sus características (tecnología, resolución, etc.) pueden influir un poco en lo que entendemos como rango dinámico en la imagen final, sobre todo en vídeo (no hay tanto margen para técnicas HDR complejas), pero lo que vemos realmente como resultado final tiene que ver fundamentalmente con los algoritmos y el tipo de procesado que realiza el móvil.

Dos móviles con el mismo sensor pueden ofrecer resultados diferentes para la misma escena.

El mismo móvil, en la misma escena con pequeñas variaciones (p.e. un pequeño cambio de luz) puede dar resultados bastante diferentes entre sí.

Nos tenemos que quedar sobre todo con la idea de que lo que entendemos como rango dinámico de la imagen final (foto o vídeo) es un concepto muy subjetivo, que tiene que ver con los gustos de cada persona.

Un móvil con una buena gestión del rango dinámico (en sus modos automáticos o en modos HDR explícitos) es el que de forma consistente (estadística) ofrece resultados coherentes y que se perciben como orgánicos (por no elegir la palabra ‘natural’).

Un móvil con mala gestión del rango dinámico es el que ofrece resultados totalmente inconsistentes incluso para escenas muy similares o el que de forma consistente ofrece resultados poco orgánicos (p.e. HDR muy agresivo) o con defectos muy visibles (mucho ruido electrónico, artefactos…)

Pero recuerda sobre todo que hay un componente subjetivo muy importante.

 

Número de cámaras / zoom óptico vs zoom digital

Los objetivos de los móviles son de focal fija, no pueden hacer zoom óptico (pasar progresivamente de una distancia focal a otra).

Para solventar esta limitación, muchos modelos incluyen varias cámaras, cada una de ellas con un objetivo de focal diferente.

La cámara principal suele ser un angular, que cubre bien la mayoría de situaciones típicas.

Cámaras secundarias típicas:

  • Gran angular (ultra angular, ultra wide)
    Permiten un mayor ángulo de visión, por ejemplo para escenas de paisaje.
  • Telephoto (teleobjetivo)
    Permiten más alcance sin recurrir al zoom digital.
    La cámara de tipo telephoto se utiliza en algunos casos en combinación con la principal (fotografía computacional) para emular el desenfoque de fondo en el modo retrato.
  • Macro
    Permite una gran magnificación, por ejemplo para fotografía de flores y objetos pequeños.
    En la mayoría de los móviles son cámaras con una resolución bastante baja
  • Auxiliares
    No son cámaras como tal, sino que se utilizan para ayudar al móvil en determinadas situaciones: mejorar el enfoque, información para fotografía computacional, etc.

Además, la mayoría de los móviles incluyen una cámara frontal (selfie).

Cada cámara es independiente. Tiene su propio sensor, óptica, su propio sistema de enfoque, resolución, etc.

Habitualmente la cámara principal es la que tiene mejores prestaciones: mayor apertura, mayor resolución, mejor sistema de enfoque, mejores prestaciones en vídeo…

 

Zoom óptico

El zoom es el proceso, la acción, de pasar de una distancia focal a otra en un objetivo de focal variable.

Podemos hacer zoom hacia focales más largas (estrechamos el ángulo de visión y la sensación es de acercarnos más a un sujeto de la escena) o podemos hacer zoom hacia focales más cortas (ampliamos el ángulo de visión y la sensación es de alejarnos de un punto concreto de la escena)

Popularmente se tiende a asociar el término ‘hacer zoom’ con el recorrido hacia focales largas (teleobjetivo): ‘haz zoom para verlo más de cerca…

Cuando se habla de un zoom 2x, 5x, etc. nos estamos refiriendo a la relación entre la focal más corta y la más larga de un objetivo.

Por ejemplo, un objetivo que va desde los 18mm hasta los 55mm de distancia focal. Si dividimos 55 entre 18 nos da 3, que correspondería con un zoom 3x

En los móviles no hay objetivos de focal variable (o al menos no es lo habitual). Cuando se habla de zoom óptico nos referimos a que podemos usar una de las cámaras secundarias para cambiar la distancia focal.

Si por ejemplo la cámara principal tiene una distancia focal equivalente de 28mm y la cámara secundaria de tipo telephoto tiene una distancia focal de 56mm, entonces nos dirán que el móvil tiene zoom óptico 2x.

Pero ten en cuenta que entre esas dos focales no hay focales intermedias ‘ópticas’, no hay zoom óptico progresivo en los móviles.

 

Zoom digital

Para cualquier focal intermedia que no coincide exactamente con las focales de la cámara principal o las secundarias, el teléfono hace simplemente un recorte de la imagen proporcionada por el sensor.

Cuando hacemos zoom digital el sistema simplemente coge una parte de la imagen del sensor, el resto se desperdicia.

Por ejemplo, imagina que comenzamos a hacer zoom desde la cámara principal (1x – 28mm)

Vamos subiendo hasta 1.5x  y lo que vemos es un recorte del sensor de la cámara principal.

Seguimos progresivamente hasta 2x y en ese momento el sistema activa la cámara telephoto (56mm). Como en este caso se utiliza todo el sensor de la segunda cámara el salto de calidad será apreciable.

Seguimos subiendo a 3x, 4x, 5x…

A partir de 2x en nuestro ejemplo, todas las focales por encima serán zoom digital, un recorte sobre el sensor de la cámara secundaria o de la cámara principal (que normalmente tiene mejores prestaciones)

Todo lo que sea zoom digital, una focal que no coincida con la de una de las cámaras, va a degradar la calidad de la imagen.

Es equivalente a coger la imagen sin ningún zoom, llevarla al ordenador y recortarla hasta conseguir un encuadre más cerrado.

Piensa que si ya de por sí los sensores de los móviles son pequeños (con los inconvenientes asociados) hacer zoom digital es equivalente a usar un sensor cada vez más pequeño, recogiendo menos información, más ruido… y todo eso lo reescalamos al mismo tamaño que una imagen normal que utilice todo el sensor.

 

El zoom digital sólo deberíamos utilizarlo cuando no nos quede más remedio, por ejemplo si tenemos que hacer la foto y publicarla en ese momento y no nos da tiempo a editar ni recortar en el propio móvil.

En cualquier otro caso es preferible usar las focales nativas de cada una de las cámaras para aprovechar todo el sensor.

 

 

Sistema de enfoque automático

La mayoría de los móviles actuales utilizan un sistema de enfoque híbrido que combina técnicas de enfoque por detección de fase (muy rápido) y enfoque por detección de contraste (muy preciso).

En el sistema de enfoque por detección de fase (PDAF – Phase Detection AutoFocus) se utilizan algunas parejas de celdas del sensor para triangular la distancia al objeto que estamos enfocando.

En los sensores Dual Pixel todas las celdas actúan a la vez, por parejas, como detectores de fase, y una vez enfocada la escena esas mismas celdas recogen la información de la imagen.

Sobre esa capa de enfoque suelen estar otras capas de nivel superior: por ejemplo reconocimiento y seguimiento de caras, personas, objetos, etc.

Como ocurre con otros apartados técnicos, el rendimiento del sistema de enfoque depende mucho de la parte software, de los algoritmos que utilice la aplicación o el sistema y de la potencia de cálculo.

 

Características específicas para vídeo

En el apartado de vídeo es donde creo que ha habido más evolución tecnológica en los últimos años. Tanto en cámaras tradicionales como en los teléfonos móviles.

¿Qué características serían las más importantes?

 

Resolución: 4K vs 1080p

Grabar en 4K tiene la ventaja de que te da más margen en edición.

Aunque publiques en 1080p, editar el material en 4K te permite reencuadrar una toma o hacer zoom (x2) sin pérdida de calidad.

También, al reescalar desde 4K a 1080p se consigue reducir algo el ruido y aumentar un poco la nitidez.

Como desventaja estaría el tamaño de los ficheros que se generan y que vas a necesitar un equipo con cierta potencia para editar.

Por supuesto se puede grabar directamente a 1080p y obtener resultados excelentes.

 

Fotogramas por segundo / frame rate

El número de fotogramas por segundo (fps) determina en cierta forma el estilo del vídeo.

  • 24 fps (24p)
    Es la tasa de fotogramas que se asocia al cine. Con esta velocidad se consigue un efecto conocido como ‘motion blur’ que va muy bien en vídeos que cuentan una historia o que se quieren centrar más en un aspecto más artístico.
  • 60 fps (60p)
    Es una frecuencia que se asocia a las transmisiones deportivas y la televisión. La imagen de cada fotograma aparece más ‘congelada’ y la sensación es más cercana a la realidad. Va muy bien para vídeos con un estilo más de documental.
  • 30 fps (30p)
    Es una tasa de fotogramas intermedia, relacionada con el estándar norteamericano NTSC. Es la velocidad más utilizada en todos los medios, tanto a la hora de publicar como a la de reproducir.
  • 120 / 240 / 480 / 960 fps
    Son tasas de alta velocidad para generar efecto de cámara lenta en edición. En muchos casos estos modos de vídeo están limitados de alguna forma: por ejemplo a un tiempo máximo determinado, sin sonido, a menor resolución, más compresión por fotograma, etc.

 

Ten en cuenta que en Europa el estándar para la televisión es PAL. La tasa de fotogramas asociada es 25 fps (en lugar de 30 fps) y 50fps (en lugar de 60 fps). Puedes grabar con cualquiera de esas tasas aunque 30 fps es sin duda el estándar más usado (junto con 24 fps para conseguir un estilo más cinematográfico).

La mayoría de los móviles graban vídeo en modo progresivo (p). Hace años, cuando las cámaras digitales no podían generar tanta información, se utilizaba un modo llamado entrelazado (i –interlaced).  En general no es buena idea grabar en modo entrelazado. Elige siempre el modo progresivo, por ejemplo 30p en lugar de 30i (como digo, la mayoría de los móviles no incluyen las versiones con modo entrelazado)

 

Todos los móviles (actuales) graban al menos a 1080 / 30p.

Si el móvil permite grabar a 60fps puedes publicar directamente con esa tasa de fotogramas o puedes publicar a 30fps utilizando algunas tomas para hacer cámara lenta (x2)

El estándar actual en móviles de gama media sería 4K / 30p

Y en móviles de gama alta 4K / 60p (grabar 4K / 60p exige una potencia de procesamiento muy alta)

Ten en cuenta también que cuando las condiciones de luz no son perfectas grabar a mayor velocidad implica que habrá menos luz por cada fotograma. Es decir, si hay poca luz en la escena la calidad del vídeo grabando a 60fps será probablemente peor que grabando a 30fps.

 

Estabilizador de imagen

Esta característica es a la vez muy importante y poco importante dependiendo de las circunstancias y de la calidad de grabación que busquemos en nuestros vídeos.

Si el móvil incluye un buen sistema de estabilización de imagen, perfecto.

La mayoría de los móviles tienen sistemas de estabilización digital por software, que funcionan de la siguiente forma:

El procesador coge la información de cada fotograma completo, pero sólo utiliza una parte central de la imagen, dejando un borde alrededor sin utilizar.

Cuando movemos la cámara del móvil (por ejemplo si vamos andando o corriendo, o simplemente el temblor o los pequeños movimientos al grabar a mano alzada) el sistema detecta esos movimientos con su giróscopo.

El procesador se encarga de calcular la corrección para cada movimiento y desplaza la imagen de cada fotograma (esa ventana central flotante), de tal forma que el resultado final es un vídeo con muchos menos temblores y movimientos de cámara.

Este sistema tiene limitaciones.

Si queremos mucho margen hay que recortar mucho cada fotograma para que la ventana flotante se pueda desplazar más distancia dentro de cada fotograma.

Hay movimientos de cámara que son muy difíciles de corregir por software, ya que implican por ejemplo rotaciones.

El resultado depende muchísimo de los algoritmos utilizados y también de los movimientos de la cámara. Y suelen aparecer efectos no deseados: artefactos (elementos que aparecen y desaparecen, o que no corresponden con la realidad de la escena) o efectos tipo gelatina (las líneas rectas de la escena se curvan y ondean).

 

El estabilizador digital integrado es genial si no tenemos otra cosa. La mayoría de los vídeos que grabemos con estabilizador digital serán perfectamente usables y a veces hay que fijarse mucho para ver esos artefactos o el efecto gelatina.

Pero si queremos más calidad en la grabación (grabando a mano alzada o con movimientos de cámara) es mucho mejor usar un estabilizador externo: un gimbal motorizado por ejemplo.

Los gimbal para móviles son pequeños, relativamente baratos y muy efectivos ya que el móvil suele pesar poco y tiene poca inercia.

La ventaja del estabilizador externo es que puede corregir movimientos reales en los 3 ejes, no hay que emular rotaciones por software.

El resultado es una toma mucho más estable, más natural y agradable a la vista.

 

Si tuviera que elegir entre un móvil de gama alta que tiene un estabilizador digital muy bueno y un móvil de gama media más un gimbal externo, seguramente elegiría esta segunda opción.

Sí, el gimbal, aunque sea pequeño es un elemento extra con el que tendría que cargar, etc. Como siempre, cada uno tiene que valorar pros y contras, y encontrar el equilibrio que se adapta mejor a lo que necesita.

 

 

Resumen de características y criterios para elegir móvil con buena cámara

 

  • En general todos los móviles de gama media y gama media alta ofrecen una buena calidad de imagen para fotografía (teniendo en cuenta las limitaciones de todos los móviles en situaciones de poca luz)
  • En situaciones un poco más complejas (menos luz, alto rango dinámico, contraluz, etc.) lo que marca la diferencia es la parte de análisis y fotografía computacional.
    Normalmente los móviles de gama más alta tienen ventaja porque tienen más potencia de cálculo y pueden ejecutar algoritmos y técnicas más avanzadas.
  • El número de cámaras secundarias te va a dar más flexibilidad (angular / telefoto), aunque las cámaras secundarias suelen tener peores prestaciones que la principal
  • La resolución de los sensores no es importante, va a tener poco impacto en la nitidez final de las imágenes en fotografía y prácticamente ningún impacto en vídeo..
  • … pero algunos modelos con sensor de alta resolución (p.e.  48Mpx) pueden hacer un procesado especial para generar imágenes a menor resolución (12Mpx) con técnicas de alto rango dinámico
  • La apertura es mejor cuanto menor sea el número: f/1.8 > f/2.o > f/2.8 … De todas formas dentro de ese rango de valores las diferencias no van a tener un impacto muy grande.

 

Características que pueden ser interesantes para fotografía (pero no son imprescindibles)

  • Modo retrato.
    Lo incluyen la mayoría de teléfonos móviles a partir de gama media baja. Los resultados van a depender mucho de la combinación de cámaras del móvil (normalmente necesita una secundaria de tipo teleobjetivo) y sobre todo el software que integre el dispositivo y/o de la app de cámara que tengamos instalada.
  • Modo nocturo / modo noche.
    Permite hacer fotos de escenas escenas estáticas con muy poca luz y a mano alzada en algunos casos.
    El resultado final depende de muchos factores.
    Normalmente los modelos de gama media-alta tienen ventaja con respecto a los de gama baja
    No todas las cámaras del móvil incluyen la opción de activar el modo nocturno
  • Modo manual / avanzado.
    La mayoría de los móviles permiten cierto control de los parámetros de configuración: balance de blancos, velocidad de obturación, ISO…
    Esto viene bien en situaciones en las que queremos tener más control

 

¿Buscas un móvil para vídeo?

  • 4K / 30p sería el criterio mínimo que yo buscaría actualmente.
    Aunque sólo vayas a publicar a 1080, tienes la posibilidad de grabar en 4K y luego reescalar para conseguir más calidad y más flexibilidad
  • Que incluya un buen sistema de estabilización digital de imagen interno
    Aunque debes tener en cuenta que la estabilización externa, con un gimbal motorizado por ejemplo, va a ser siempre mucho más efectiva y el resultado más suave y natural.
  • Que incluya algún modo de cámara lenta o súper lenta, por ejemplo a 1080 / 120p o superior.
    En última instancia, un modo a 60fps, que también se puede usar para hacer cámara lenta.

 

Características que pueden ser interesantes para vídeo (no imprescindibles)

  • Algunos móviles incluyen la opción HDR en vídeo (alto rango dinámico)
    Esta opción permite comprimir el rango dinámico de la escena para mantener más detalle en las zonas en sombra  y en las zonas más iluminadas (cielos por ejemplo).
    No siempre funciona correctamente, pero en determinadas situaciones puede ser un recurso interesante.
    Suele estar disponible sólo en teléfonos de gama alta.
  • Modo timelapse
    Permite grabar con una velocidad muy lenta (p.e. 1 fotograma por segundo o menos) para luego componer un vídeo de tiempo acelerado. En la mayoría de los móviles se puede hacer desde apps de terceros si la aplicación nativa no lo incluye.
  • Modo hyperlapse
    Igual que timelapse pero con la cámara en movimiento. También se puede hacer desde apps de terceros.

 

 

Algunos móviles recomendados para fotografía y vídeo

 

 

Elegir objetivos para fotografía de aves

Objetivos recomendados para fotografía de aves. Qué características y criterios hay que tener en cuenta a la hora de elegir.

 

Objetivos para fotografiar aves
Tim Lenz (CC BY 2.0)

 

Índice rápido de contenidos:

 

 

¿Qué características debería tener el objetivo ideal para fotografiar aves?

 

Teleobjetivo zoom Sigma 150-600mm - Muy usado para fotografía de aves

 

  • Distancia focal grande.
    Cuanto mayor sea la distancia focal del objetivo más estrecho es su ángulo de visión (el encuadre) y el efecto es de ‘acercar’ o hacer más grande un objeto lejano. En estos casos se suele hablar del ‘alcance‘ del objetivo. En fotografía de aves se buscan objetivos con bastante alcance ya que las aves son animales muy recelosos y en muchos casos tendremos que fotografiar a cierta distancia.
  • Muy buena calidad óptica.
    Cualquier tipo de distorsión o defecto mínimo de las lentes se va a multiplicar y se notará mucho más a la máxima distancia focal.
  • Enfoque automático muy rápido.
    Motor de enfoque rápido, sobre todo para fotografiar aves en vuelo o escenas de aves en movimiento. La otra parte que interviene en el enfoque es la cámara, pero la velocidad y comportamiento del objetivo afecta bastante al rendimiento global del sistema de autoenfoque
  • Estabilizador de imagen.
    Importante sobre todo cuando disparamos a pulso (sin trípode) en determinadas condiciones de luz. El estabilizador no es mágico, simplemente da un margen adicional de 2-3 pasos de luz, pero ese margen puede significar salvar una toma que de otra forma saldría trepidada (movida debido a las vibraciones de la cámara).
  • Buena apertura (luminosidad).
    Si vamos a fotografiar en condiciones buenas de luz no es un parámetro crítico, pero cuanto más luminoso sea el objetivo más podremos reducir el tiempo de exposición (reduce el riesgo de trepidación y permite congelar el movimiento de las aves). También hay que tener en cuenta que si el objetivo no tiene una buena apertura máxima la cámara tendrá más dificultades a la hora de enfocar correctamente en modo automático (AF). Los sistemas de enfoque de las cámaras réflex de gama media suelen tener el límite en torno a f/5.6 y las de gama alta alrededor de f/8. Más información sobre los sistemas de enfoque por detección de fase de las réflex. Esos límites no son rígidos, pero nos dan una idea de que la cámara comenzará a tener problemas si la apertura máxima es menor (p.e. f/6.3, f/8…) y además las condiciones de luz no son perfectas.

 

Esas son las expectativas….

Ahora llega la realidad:

  • Distancias focales largas implican objetivos más grandes
    El diseño de los grupos ópticos internos permite hacer teleobjetivos relativamente compactos, pero en general, cuanto más distancia focal, mayor será el objetivo.
  • A medida que aumenta la distancia focal máxima del objetivo, para mantener una determinada apertura máxima (por ejemplo f/2.8 que se considera ya un objetivo luminoso) se tienen que utilizar lentes enormes, de gran diámetro.
  • La combinación de focales largas y aperturas grandes da como resultado objetivos enormes, pesados y muy muy caros.
  • La imagen proyectada por el objetivo tiene que ‘alimentar’ al sensor de la cámara. Es decir, el círculo proyectado tiene que tener, como mínimo, un diámetro igual a la diagonal del sensor. Un sensor Full Frame necesitará un objetivo bastante más grande (mayores diámetros en sus lentes) que por ejemplo un sensor APS-C o un sensor Micro 4/3.
  • Las aves, sobre todo las pequeñas, se mueven muy rápido y se mueven constantemente, incluso cuando están posadas. Eso nos va a obligar a disparar a velocidades de obturación relativamente altas. El estabilizador del objetivo no nos va a ayudar en estos casos.
  • Aunque tengamos el mejor objetivo del mundo, la atmósfera (el volumen de aire que hay entre la cámara y el sujeto principal) va a tener un efecto muy importante en la calidad de las imágenes: corrientes térmicas, polvo en suspensión, etc. Cuanto más lejos esté el sujeto de la cámara, más probabilidades habrá de que la atmósfera degrade la calidad de la imagen. Pero por supuesto dependerá de las condiciones concretas del lugar: calor, humedad, partículas en suspensión, etc.

 

Resumen o baño de realidad: los teleobjetivos de calidad son muy caros.

Hablamos de precios por encima de los 1000 euros para focales de 200-300mm para las gamas profesionales. A media que subimos la distancia focal los precios se disparan. Y a medida que buscamos objetivos más luminosos con focales grandes los precios se disparan aun más.

Y otro baño de realidad: por muy bueno que sea el equipo, hay factores externos que van a limitar su rendimiento. He comentado las condiciones atmosféricas, pero los conocimientos del fotógrafo, su experiencia y su técnica influyen también muchísimo.

 

Distancia focal mínima para fotografía de aves

Esto es complicado, principalmente porque lo que aquí llamamos ‘fotografía de aves‘ engloba un montón de tipos de fotografía y especialidades diferentes.

Hay que elegir el equipo adecuado para cada especialidad. Tan fácil (y difícil) como eso.

Pero, por dar un valor orientativo, el objetivo de partida para iniciarnos sería uno con una distancia focal equivalente de al menos 300mm.

Si tienes una cámara réflex con sensor APS-C la focal equivalente para un objetivo de 300mm sería de unos 450mm, que no está mal sobre todo para aves medianas y grandes.

Con objetivos de focal más corta estaremos más limitados en cuanto a distancia y tendríamos que recurrir a fotografiar desde hide (aguardo) cerca de un comedero por ejemplo o en bebederos o similar.

 

Alcance y distancias en fotografía de aves

Hay una especie de mito o malentendido con respecto al alcance de los objetivos.

Si no has hecho nunca fotografía de aves puedes tener la idea de que se pueden fotografiar pájaros en vuelo a kilómetros de distancia y obtener esos primeros planos que vemos en las fotos de concurso…

Lo cierto es que para obtener una buena foto de un ave hay que estar muy muy cerca, incluso con los mejores teleobjetivos. Estamos hablando de distancias de decenas de metros para aves grandes y unos pocos metros para aves pequeñas, si queremos tener un encuadre con un tamaño decente del animal.

Por lo tanto es importante la focal del objetivo, pero es mucho más importante los conocimientos, la técnica y experiencia del fotógrafo, no sólo en temas de fotografía sino en el conocimiento de la especie que queremos fotografiar, cómo acercarnos, dónde, cuándo…

Y hablando del fotógrafo…

Paciencia y perseverancia

Otra idea que solemos tener antes de comenzar a fotografiar aves es que vamos a salir al campo y según vamos paseando tranquilamente vamos a hacer fotografías increíbles de todas las aves de la naturaleza. Las aves van a venir a nosotros para posar a 2 metros y hacer de modelos perfectos…

No.

Para hacer fotografía de aves hay que tener muchísima paciencia, pero muchísima.

Y hay que tener una muy buena gestión de la frustración.

Puedes estar horas metido en un hide en el sitio perfecto porque has visto un nido de tal ave, y después de 5, 8, 12 horas sin ver ni un pájaro tener que recoger y marchar a casa sin nada.

En algunas sesiones igual haces 2000 fotos de aves y cuando llegas al ordenador te das cuenta de que con suerte puedes aprovechar una o dos: fallos en el enfoque, el animal se movió, la luz era horrible, las poses son feas, mala atmósfera…

Si intentas la fotografía de aves en vuelo (posiblemente una de las especialidades más complejas) el ratio de fotos ‘buenas’ suele ser bajísimo.

Como digo, es una generalización. Depende mucho del tipo de fotografía, si vas buscando un ave en concreto, no es lo mismo fotografiar grandes rapaces que pequeños pájaros, etc.

Lo que quiero expresar es que la fotografía de aves (y animales salvajes) es muy bonita, pero es un auténtico reto para el equipo y sobre todo para el fotógrafo.

 

¿Objetivos de focal fija o de focal variable?

Los objetivos de focal fija suelen tener más calidad óptica pero también nos quitan flexibilidad a la hora de encuadrar.

Con un objetivo de focal variable podremos jugar con el encuadre alejando o acercando la escena, y esto es muy importante en fotografía de animales porque el fotógrafo normalmente tiene que estar muy quieto y no se puede desplazar para conseguir un encuadre diferente.

Sí es cierto que en fotografía de aves el 95% de las veces, por no decir el 100%, vamos a usar la focal más alta posible. Es bastante difícil acercarse a los animales a una distancia que nos permita un buen encuadre y la única solución es usar la máxima focal, y en muchas ocasiones incluso tendremos que hacer recorte de la imagen en edición para conseguir un primer plano.

Pero a veces, por ejemplo si fotografiamos desde hides, observatorios, etc. puede ocurrir que el animal se acerque mucho más de lo previsto. En esos casos sí es muy útil tener una focal variable que nos permita reencuadrar.

El diseño de objetivos de focal variable (objetivos zoom) ha mejorado muchísimo y suelen ofrecer una calidad óptica más que aceptable, en muchos casos similar a la de objetivos de focal fija.

 

Velocidad de obturación y apertura

Las aves son animales que están en constante movimiento, incluso cuando están posadas.

Si queremos congelar el movimiento y conseguir imágenes muy nítidas del plumaje y los detalles del ave necesitamos disparar normalmente a velocidades altas, de 1/1000s como mínimo.

A menos que tengamos unas condiciones de luz perfectas, la apertura del diafragma del objetivo nos va a condicionar la velocidad de disparo de la cámara.

En fotografía de aves se valora mucho la apertura máxima del objetivo en su focal máxima.

En las gamas medias vamos a encontrar aperturas máximas para las focales largas en el entorno de f/6  (de f/5.6 a f/6.3 suelen ser valores bastante comunes)

Una apertura de f/4 en teleobjetivos medios y largos la podemos encontrar en objetivos de gama media alta.

Aperturas de f/2.8 las podemos encontrar en algunos teleobjetivos medios de gama muy alta.

Hay que tener en cuenta que en algunos casos los mejores momentos para fotografiar ciertas especies coinciden con el amanecer o el atardecer, y en esas situaciones cada paso de luz que nos regale el objetivo es oro puro.

Una ventaja adicional de los objetivos con gran apertura es que nos facilitan el uso de teleconvertidores.

 

Teleconvertidores / Multiplicadores

Los teleconvertidores son elementos ópticos intermedios que se colocan entre el teleobjetivo y la cámara.

Habitualmente encontraremos dos tipos de teleconvertidores:

  • Teleconvertidor 1.4x:  Aumenta la distancia focal equivalente en un factor 1.4 (un objetivo de 300mm se convierte en un  420mm en lo que respecta a ángulo de visión) y disminuye la apertura del objetivo en 1 paso de luz (un objetivo con apertura f/4 pasa a tener una apertura efectiva de f/5.6)
  • Teleconvertidor 2x: Aumenta la distancia focal en un factor 2 (un 300mm se convierte en un 600mm) y reduce 2 pasos la apertura (un f/4 se convierte en un f/8)

 

Los teleconvertidores también afectan a la calidad óptica global del conjunto, siempre van a degradar un poco la nitidez de la imagen y pueden introducir algún tipo de aberración óptica.

En general sólo vale la pena utilizar teleconvertidores con objetivos de muy buena calidad óptica y que tengan una apertura razonable (hasta f/5.6, como cifra de referencia).

Como vimos al principio, muchas cámaras necesitan una apertura mínima de f/6-f/8 para que su sistema de enfoque pueda funcionar correctamente. Si utilizamos un teleconvertidor con un objetivo ya que tiene una apertura muy baja vamos a tener muchísimos problemas a la hora de enfocar (aparte de que probablemente tendremos que usar ISOs altos para conseguir velocidades de obturación adecuadas)

También hay que tener en cuenta que no todos los objetivos se pueden usar con teleconvertidor por cuestiones físicas (simplemente no pueden acoplar el teleconvertidor o incluso podríamos dañar la lente posterior del objetivo) o por compatibilidad del conjunto: cámara, teleconvertidor y objetivo.

 

¿Objetivos con estabilizador óptico o sin estabilizador?

Es también una cuestión complicada.

El estabilizador sirve para compensar, reducir o minimizar el efecto de los pequeños movimientos de cámara cuando disparamos a mano alzada: siempre hay un pequeño temblor, que un teleobjetivo amplifica muchísimo.

Aquí tienes más información sobre los estabilizadores de imagen.

Ese movimiento se traduce en una imagen movida, por trepidación.

A veces el efecto es tan ligero que la imagen la notamos con falta de nitidez, como si hubiera fallado ligeramente el sistema de enfoque o como si el propio objetivo no tuviera nitidez suficiente.

Los estabilizadores corrigen bastante bien la trepidación dentro de un margen.

La regla empírica nos dice que si queremos usar la cámara a mano alzada necesitamos disparar con un tiempo de exposición que corresponde como máximo con la inversa de la focal equivalente.

Por ejemplo, imagina que tenemos un 300mm montado en una cámara APS-C con factor de recorte 1.5x

La focal equivalente sería de 1.5 x 300 = 450mm

Y tendríamos que disparar como mínimo a velocidades de 1/450s

Pero con teleobjetivos hay que dar más margen. Por ejemplo, yo intentaría disparar como mínimo a 1/1000s

El estabilizador nos da un margen, que se mide en pasos de luz. Por ejemplo, si el 300mm tiene un estabilizador que nos da hasta 3 pasos de margen, quiere decir que podríamos disparar hasta 3 pasos más lentos:

1/1000s  > 1/500s  > 1/250s

¿Nos garantiza el estabilizador que tendremos una imagen perfectamente nítida?

No. Intervienen tantos factores que es imposible garantizar eso. Siempre hay un cierto riesgo de que la imagen tenga una ligera trepidación residual (pérdida de nitidez).

El estabilizador es una ayuda y nos da un cierto margen de seguridad, pero no nos garantiza al 100% la falta de trepidación.

En el caso de fotografía de aves, ya hemos comentado que interesa trabajar con velocidades de obturación muy altas, del orden de 1/1000s o más, porque las aves tienen movimientos muy rápidos. Si disparamos a velocidades bajas cabe la posibilidad de que la imagen (del animal) aparezca movida y sin nitidez.

Y por otro lado, los estabilizadores ópticos hacen que el diseño del objetivo sea más complejo, que los objetivos sean más grandes, normalmente más caros y en igualdad de condiciones probablemente un objetivo sin estabilizador sería un pelín más nítido.

Si vas a usar trípode siempre, no tiene mucho sentido comprar un teleobjetivo con estabilizador.

Sin embargo, a pesar de todo, creo que para un usuario aficionado vale la pena comprar un teleobjetivo con estabilizador. No siempre va a poder disparar en condiciones ideales, no siempre va a usar trípode, y el estabilizador puede salvar más de una toma, que de otra forma saldría trepidada.

 

El parasol

El parasol es el mejor amigo de un teleobjetivo.

Los teleobjetivos proyectan un ángulo de visión muy estrecho, pero sus lentes frontales suelen ser bastante grandes (diámetro).

Toda la luz de la escena que no corresponde al ángulo de visión no llegará directamente al sensor, pero sí puede entrar en el objetivo (de hecho entrará) y puede generar una serie de reflexiones internas entre las lentes.

Parte de esa luz parásita llega al sensor y genera en la imagen: destellos (flares) y neblina (haze)

Los destellos se notan sobre todo en determinados ángulos si tenemos una fuente de luz frontal / lateral (típicamente el sol). También en esos casos se puede notar una neblina muy intensa en alguna zona de la imagen.

Muchas veces la neblina es muy ligera y no se nota como tal, pero sí aparece en la imagen final como falta de nitidez y contraste.

El parasol elimina buena parte de toda esa luz no deseada y sus efectos negativos.

Además sirve de protección física para la lente frontal.

En los teleobjetivos el parasol suele ser muy grande y aparatoso, y es un engorro, sí… pero es uno de esos elementos ‘tontos’ que pueden mejorar drásticamente la calidad de una foto en determinadas situaciones.

También es cierto que muchos lo llevan puesto para que su equipo se vea más grande y para parecer más ‘profesional’, así que también vale para postureo :)

 

Objetivos recomendados para fotografía de aves

Vamos a partir de la base de que somos un fotógrafo aficionado que quiere probar o iniciarse en el mundo de la fotografía de aves.

Fotografiar con teleobjetivos no es algo trivial. Hace falta práctica y cierta experiencia.

Cualquier pequeña vibración o movimiento en la cámara se traduce en una trepidación (imagen movida). A veces es muy evidente y otras veces nos encontraremos con imágenes que parecían perfectas en la cámara pero que luego vemos que les falta nitidez o enfoque, cuando en realidad es un efecto de la micro-trepidación.

Como hemos visto en el artículo intervienen muchos factores, algunos de ellos externos. Es complicado saber qué factor es el que está afectando en cada situación. Muchas veces tendremos imágenes de calidad regular sin entender qué es lo que ha fallado o lo que hemos hecho mal.

Mi recomendación es que empieces con algún teleobjetivo de focal media, para ir cogiendo experiencia.

Todo lo que hemos visto en el artículo es aplicable a los teleobjetivos en general.

Ahora me voy a centrar en objetivos para cámaras réflex de Canon y Nikon.

Aquí tienes información sobre objetivos para fotografía de aves para cámaras Olympus y Panasonic (Micro 4/3)

Creo que para comenzar en el mundo de la fotografía de aves es más fácil encontrar equipo más o menos asequible y con buena relación calidad precio en alguno de esos sistemas (réflex de Canon con sensor APS-C, réflex de Nikon con sensor APS-C, y el sistema Micro 4/3 de Olympus y Panasonic).

 

Objetivos para aves en el rango de los 300mm

Yo no recomendaría comenzar con la fotografía de aves con objetivos de focales muy largas.

Este rango de los 300mm sería para mí el primer escalón. Se pueden encontrar objetivos con muy buena relación calidad precio.

Y si finalmente ves que la fotografía de aves no es lo tuyo, al menos no habrás invertido mucho dinero y podrás usar el objetivo para otros tipos de fotografía ya que estos rangos focales siguen siendo bastante versátiles.

Nos vamos a centrar por tanto en los objetivos zoom de gama media / media-baja.

No quiere decir que no tengan una calidad óptica aceptable (aunque lógicamente no compiten con los de gama alta en términos de nitidez, etc.), la gama aquí está relacionada sobre todo con la apertura. Van a ser objetivos con una apertura relativamente baja que sólo los vamos a aprovechar al máximo cuando las condiciones de luz sean buenas.

Tamron 70-300mm con estabilización óptica

Para iniciarse en el mundo de la fotografía de aves una buena opción son los Tamron 70-300 mm estabilizados.

Por ejemplo los Tamron A005 SP 70-300mm VC USD f/4-5.6 tanto para Canon como para Nikon:

 

 

Son objetivos más baratos que los equivalentes oficiales de cada marca y sin embargo ofrecen una muy buena calidad.

Tienen un buen rango de apertura, desde f/4 a 70mm hasta f/5.6 a 300mm, tienen enfoque automático (AF) y estabilizador de imagen (VC).

Fotos etiquetadas en Flickr con ‘Tamron 70-300’

Vídeo review del Tamron 70-300mm f/4-5.6 VC USD

Otro vídeo review del Tamron 70-300

 

 

Canon 70-300mm IS USM

El Canon 70-300 f/4-5.6 IS USM es otra opción para usuarios de réflex Canon.

Es un buen objetivo aunque el rendimiento global es quizás un poco inferior comparando con el Tamron del apartado anterior.

Pero ten en cuenta que hay factores que van a influir mucho más en la calidad de tus fotos, incluyendo sobre todo tu técnica, conocimientos y experiencia. Hay usuarios que prefieren tener los objetivos de la marca para asegurar la mayor compatibilidad posible.

El 70-300mm de Canon sería en cualquier caso una buena compra.

 

 

 

Nikon AF-P  70-300mm  | versiones con y sin estabilización óptica

Este objetivo es la nueva versión del AF-S 70-300mm VR. El nuevo sistema de enfoque con motor paso a paso (AF-P) permite un enfoque automático mucho más rápido y suave.

Ten en cuenta que este sistema AF-P sólo es compatible con las cámaras réflex Nikon más recientes: a partir de la D3300, D5500, D7500 incluidas  (funciona con la D5200, D5300, D7100, D7200 con las últimas versiones de firmware).

 

Versión con estabilizador óptico (VR):

 

Versión sin estabilizador óptico:

 

 

Tamron 70-300mm sin estabilización óptica (para Canon y Nikon)

Tamron también tiene un modelo 70-300mm sin estabilización, bastante más barato.

Teniendo en cuenta que estos objetivos no son muy luminosos, esos pasos extra nos pueden venir bien en algunas situaciones. Pero ten en cuenta que en fotografía de aves casi siempre nos va a interesar disparar a velocidades de obturación muy altas que compensan la posible trepidación.

Además, si siempre vas a disparar desde un buen trípode, el estabilizador realmente no va a aportar ninguna ventaja.

Pero tienes que pensar también que en ese rango de 70-300mm se puede usar el objetivo a mano alzada en muchas situaciones (no sólo para fotografía de aves) y el estabilizador nos puede salvar muchas fotos que de otra forma nos saldrían movidas (trepidadas).

Por lo tanto tendrás que valorar el tipo de uso que vas a dar al objetivo, y si te compensa o no el coste extra del estabilizador.

 

 

 

Canon 75-300mm sin estabilizador óptico

Canon también tiene el 75-300mm sin estabilización de imagen.

Es un objetivo que puede servir perfectamente como entrada al mundo de los teleobjetivos medios, por su precio y relación calidad precio.

Tienes que valorar si vas a aprovechar esa ventaja que da el estabilizador en determinadas situaciones (básicamente disparando a mano alzada en condiciones de luz que obligan a bajar la velocidad de obturación por debajo de lo recomendado).

 

 

 

 

Teleobjetivos para aves en el rango de los 600mm

Más allá de los 300mm entraríamos ya en otra liga en cuanto a precios, tamaños y pesos de los objetivos.

Y también entraríamos en otra liga en cuanto a la técnica fotográfica y experiencia del fotógrafo a la hora de usar focales tan largas.

Ten en cuenta que aquí ya entran en juego muchos factores además de la propia calidad óptica del objetivo: trípode usado, condiciones de viento, condiciones atmosféricas / calidad del aire, etc… Mira más abajo cómo puede afectar la distancia a la calidad de la imagen.

Mi segundo escalón lo pondría en los teleobjetivos zoom 150-600mm de Tamron y Sigma.

Me parecen objetivos con una excelente relación calidad precio que cubrirían las necesidades de cualquier fotógrafo aficionado y también de muchos fotógrafos avanzados y que trabajan profesionalmente en fotografía de aves y animales salvajes.

 

 

Tamron 150-600mm SP Di VC USD

Los Tamron 150-600mm, creo que tienen una excelente relación calidad-precio y son objetivos muy usados y con muy buenas opiniones de usuarios.

Es un objetivo estabilizado (VC), sellado al polvo y salpicaduras y con buenas características ópticas.

Mira más abajo la nueva versión de este objetivo (G2)

 

 

Vídeo review Tamron 150-600mm fotografía de aves

Otro buen vídeo review del Tamron 150-600

Y otra página con bastante información y pruebas

 

 

Tamron 150-600mm SP Di VC USD G2

Nueva versión del 150-600mm de Tamron.

Los G2 son un pelín más nítidos en la focal más larga, sobre todo cerrando un poco el diafragma hasta f/8 si las condiciones lo permiten, ya que es su punto dulce.

Los G2 también tienen una mejor protección contra el polvo y salpicaduras.

También incluyen un collar para trípode compatible Arca Swiss (montura que usan muchos trípodes de gama media y alta, muy cómoda)

 

 

 

Sigma 150-600mm Dg OS HSM (Contemporary)

Esta es la versión Contemporary (más pequeña y ligera pero sin un sellado tan robusto como el de la línea Sport de Sigma).

Es un objetivo muy similar al Tamron G2 en cuanto a rendimiento óptico. Quizás el Sigma tiene un sistema de enfoque un poco más lento dependiendo de las circunstancias.

Con respecto al Sigma 150-600mm Sport, éste último es un objetivo más robusto y sellado para soportar la lluvia y el polvo.

Con respecto a la versión G2 de Tamron, el sellado del Tamron es mejor que el de los Contemporary.

 

 

Comparativa entre el Tamron G2 y el Sigma Contemporary en PhotoRec TV (inglés)

 

 

Objetivos para aves en la gama media alta

Vamos a ver algunos objetivos muy utilizados en fotografía de aves.

Entraríamos ya en un rango de gama media alta, para aficionados avanzados o para uso en un entorno profesional.

Voy a incluir algunos objetivos que podríamos decir que tienen precios ‘asequibles’ para las prestaciones que ofrecen.

 

 

Sigma 150-600mm Dg OS HSM (Sport)

La versión Sport está más pensada para un uso intensivo en condiciones ambientales que pueden ser más adversas.

Es un objetivo más robusto (el cuerpo es de metal) y mejor sellado para soportar la lluvia y el polvo.

Ten en cuenta que para que un equipo esté sellado tanto la cámara como el objetivo tienen que ser sellados.

Digamos que la versión Sport estaría más orientada a un fotógrafo profesional o para un aficionado avanzado que busca un equipo fiable en cualquier situación que se pueda encontrar.

 

 

 

Nikon AF-S  200-500mm f/5.6 ED VR

Es un objetivo muy utilizado por los usuarios de réflex de Nikon.

Con respecto al Sigma 150-600mm perdemos rango focal tanto en las focales cortas como en las largas (500mm vs 600mm)

Pero ganamos en la apertura máxima, que es constante en f/5.6 a lo largo de todo el rango focal.

En términos de pasos de luz la diferencia con respecto a los Sigma / Tamron sería de aproximadamente 1/3 de paso. Que no parece mucho, pero ya comentamos al principio que en fotografía de aves cualquier ventaja que nos dé el objetivo en apertura es oro puro.

Es un objetivo con estabilizador óptico y con una excelente construcción, pero no es un objetivo totalmente sellado.

 

 

 

Canon EF  400mm f/5.6 L USM

Excelente calidad óptica para este objetivo fijo de Canon de la serie L.

En una cámara Canon con sensor APS-C tendríamos una focal equivalente de 640mm y podemos usar además un teleconvertidor 1.4x manteniendo una excelente calidad de imagen.

El motor de enfoque USM es muy rápido.

No tiene estabilizador de imagen integrado y es un objetivo que no está sellado.

Es un objetivo muy utilizado para fotografía de aves y naturaleza. La calidad de imagen que se le puede sacar es impresionante.

 

 

 

 

 

 

Cómo afecta la distancia a la calidad de las imágenes

Fotografiar con teleobjetivos no es sencillo.

A medida que aumentamos la distancia focal se hacen más evidentes algunos problemas que no se notan con focales cortas y si además añadimos que normalmente se fotografían sujetos muy distantes intervendrán también factores externos: el principal de ellos es seguramente la ‘calidad’ del aire.

El aire no es un medio totalmente transparente. A partir de una cierta distancia entre la cámara y el objeto se notarán los efectos del polvo en suspensión, corrientes térmicas, difracción..

Estos son fenómenos físicos que no dependen de la calidad de la cámara o el objetivo.

El otro problema que se hace más crítico con distancias focales grandes es la trepidación.

Cualquier pequeña vibración de la cámara, incluso en trípode, se multiplica cuando usamos una focal grande. Disparando con objetivos de 600mm hace falta un buen trípode, muy muy estable. Aunque disparemos a velocidades de obturación adecuadas, cualquier pequeñísima vibración que deje pasar el trípode va a aparecer en la imagen final como pérdida de nitidez (micro trepidación).

Disparando a mano alzada, aplicando la regla empírica de la inversa de la focal, a 600mm tendríamos que disparar como mínimo a 1/600 en una cámara full frame.

En APS-C, la focal equivalente sería de unos 900mm, así que como mínimo tendríamos que disparar a 1/1000 para asegurar una toma con trepidación mínima (dependiendo del pulso de cada uno, etc.)

El sistema de estabilización óptica permite bajar la velocidad de obturación 1, 2 o 3 pasos, dependiendo de lo bueno que sea, pero ten en cuenta que estos sistemas son una ayuda, no una garantía.

A modo de resumen, la fotografía de aves y animales salvajes necesita sobre todo de altas dosis de paciencia y perseverancia.

Hay que tener presente que normalmente un porcentaje elevado de las tomas no alcanzarán la calidad que nos gustaría, por las limitaciones del equipo, por las limitaciones del entorno (luz, aire) o por nuestras propias limitaciones como fotógrafos hasta que vamos cogiendo experiencia.

 

 

Alternativas para fotografía de aves

Si tu presupuesto es más ajustado y no te puedes permitir un equipo réflex (cámara + teleobjetivo) echa un vistazo a estas compactas superzoom con focales equivalentes superiores a los 600mm y una óptica aceptable, muy apreciadas para pajarear.

Lógicamente están más limitadas en cuanto las condiciones de luz no son perfectas puesto que el sensor de estas cámaras suele ser bastante pequeño y los objetivos todoterreno (los que cubren un rango de focales muy grande) no pueden dar la misma calidad que objetivos más especializados en un rango focal estrecho.

Los objetivos para cámaras réflex suelen tener un rango focal 3x o 4x, mientras que las bridge superzoom tienen rangos de zoom de 20x, 24x… 50x o incluso más en algunos modelos.

A pesar de todo, las compactas superzoom son una alternativa por precio, por peso (comparadas con el equipo completo de réflex + teleobjetivo) y por facilidad de uso.

 

 

 

Más información que te puede interesar

Echa un ojo a esta serie buenísima de vídeos de trino.tv sobre fotografía de aves (en español)

Cámaras recomendadas para fotografía de aves

Objetivos para Canon

Objetivos para Nikon

Información útil sobre objetivos en general. Interesante para tener una idea de la calidad de los objetivos y conceptos que influyen a la hora de utilizarlos.

Qué significan las siglas y abreviaturas que aparecen en los nombres de los objetivos

 

 

Objetivos recomendados para cámaras réflex Canon

Si tienes una cámara réflex Canon con el objetivo de kit es hora de dar un paso más allá y explorar nuevas experiencias fotográficas a través de otros objetivos más especializados.

 

Objetivos recomendados para réflex Canon

 

Índice rápido de contenidos:

 

 

Introducción a la montura Canon EF / EF-S

Los objetivos del sistema EF de Canon tienen todos motor de enfoque interno.

Todos los objetivos EF son en principio compatibles con todas las cámaras réflex de Canon, pero hay que tener en cuenta que:

  • Los objetivos EF están diseñados para cámaras con sensor Full Frame.
    Funcionan perfectamente con cámaras con sensor APS-C, de hecho el sensor APS-C aprovechará más la parte central de la óptica del objetivo, que suele tener más nitidez y menos aberraciones ópticas.
  • Los objetivos EF-S están diseñados para cámaras con sensor APS-C.
    Utilizan la misma montura, pero esa montura está modificada para que sólo puedan acoplarse a cámaras APS-C. Algunos objetivos APS-C se pueden modificar fácilmente para que puedan acoplarse en cámaras Full Frame, pero producirán un viñeteo importante (oscurecimiento hacia los bordes de la imagen o directamente la imagen encuadrada en un círculo sobre fondo negro) ya que el círculo de imagen proyectada por estos objetivos está pensado para el sensor más pequeño.

Ten en cuenta que Canon tiene en la actualidad otros dos sistemas de cámaras con objetivos intercambiables:

  • El sistema Canon EOS M (montura EF-M)
    Que usan las cámaras sin espejo (mirrorless) de Canon con sensor APS-C (Canon serie M)
    Estas cámaras tienen sus propios objetivos nativos, y además pueden utilizar todos los objetivos EF y EF-S de Canon y de terceras marcas mediante un adaptador.
  • El sistema Canon EOS R (montura RF)
    Que utilizan las nuevas cámaras sin espejo  de Canon con sensores Full Frame y APS-C.
    Las cámaras del sistema EOS R tienen sus propios objetivos nativos, y y además pueden utilizar todos los objetivos EF y EF-S de Canon y de terceras marcas mediante un adaptador.

Estos objetivos diseñados para cámaras sin espejo no son compatibles con las cámaras réflex de Canon.

Los objetivos EF diseñados para cámaras réflex de Canon sí son compatibles con las cámaras del sistema M y del sistema R mediante el adaptador correspondiente (conservando todos los automatismos: enfoque automático y control de apertura del diafragma)

 

Objetivos USM vs STM

Para un mismo tipo de objetivo (p.e. un 50mm) puede haber versiones o modelos con diferentes mecanismos o motores de enfoque. En el caso de Canon, los objetivos suelen incluir el motor USM (UltraSonic Motor) o el motor STM (STepper Motor):

  • Objetivos USM. Es la tecnología que ha utilizado Canon desde los años 90. Son motores que permiten un enfoque muy rápido.
  • Objetivos STM. Son motores muy precisos. Con respecto al sistema USM es más suave y más silencioso. Son objetivos pensados para grabación de vídeo, donde sí es importante que la transición de enfoque sea suave.

En fotografía apenas hay diferencia, los dos son sistemas muy rápidos y precisos. Quizás la rapidez del sistema USM se aproveche en su totalidad en cámaras con sistemas de enfoque súper rápido (gamas profesionales para deportes, acción..) pero en general la diferencia es mínima.

En vídeo sí suele ser más recomendable un objetivo STM, no tanto porque son más silenciosos (el micrófono de la cámara no recoge tanto ruido), sino porque el enfoque es mucho más suave, no tan brusco.

 

Objetivos EF vs objetivos EF-S

En este artículo me voy a centrar en objetivos para usuarios principiantes y aficionados, que suelen tener cámaras Canon con sensor APS-C.

Para los sensores APS-C de Canon el factor de recorte con respecto a Full Frame es 1.6. Es decir, cuando usamos un objetivo de una determinada focal en una cámara APS-C de Canon, producirá una imagen con un ángulo de visión equivalente a esa focal multiplicada por 1.6:

Por ejemplo, un objetivo de 50mm produce en una cámara APS-C una imagen con un ángulo de visión equivalente a un objetivo de 80mm en una cámara con sensor Full Frame. 

Recuerda que las propiedades ópticas del objetivo, como la distancia focal, apertura, nitidez, etc. forman parte de ese objetivo y no dependen de la cámara.

Pero a efectos prácticos simplificamos y decimos que un 50mm equivale a un 80mm en una cámara APS-C

Los objetivos EF suelen ser en general más caros y en muchos casos corresponden con la gama media-alta, pensados para uso profesional.

Los objetivos EF-S suelen ser más baratos y también suelen ser más pequeños y ligeros, ya que están pensados para cámaras con sensor más pequeño: tienen que proyectar la imagen sobre una superficie menor, las lentes son más pequeñas, por lo tanto hay un ahorro en material óptico (el diseño y fabricación de lentes grandes es muy complicado y caro)

 

¿Vale la pena invertir en objetivos premium de gama alta?

Los objetivos son caros en general y los objetivos buenos son muy muy caros.

Sin embargo la relación calidad / coste no es lineal: un objetivo 4 veces más caro no hace fotos 4 veces mejores.

La calidad del objetivo está relacionada con sus características físicas (distancias focales, apertura máxima del diafragma…), con su nitidez y contraste, con su capacidad para corregir aberraciones ópticas, la velocidad del sistema de enfoque, si incluye estabilizador de imagen, si está sellado, los materiales de construcción…

A todos nos gustaría tener el mejor equipo, pero cada usuario tiene que valorar y decidir cuál es su punto de equilibrio entre el precio y la calidad que le pide al objetivo.

Recuerda que la calidad de una foto no está en la parte técnica. La calidad está en la parte artística: el momento, la luz, el encuadre, la historia que cuenta y cómo la cuenta… La parte más técnica, la calidad de imagen pura donde entran esos aspectos de nitidez, resolución de detalles, etc. es sólo la guinda del pastel.

Tener un objetivo mejor no marca la diferencia entre una buena fotografía y una fotografía mala o mediocre.

Sí es cierto que hay situaciones específicas en las que necesitamos unas características mínimas.

Nosotros vamos a recomendar algunos objetivos con buena relación calidad precio, perfectos para dar el salto desde el 18-55 de kit,  y que nos van a dar muchas satisfacciones sin arruinar la economía familiar.

 

 

Objetivos fijos para dar el salto desde el objetivo de kit

¿Cuál sería el primer objetivo que compraría para mi cámara Canon?

En el caso de Canon, creo que la elección es muy sencilla porque el Canon 50mm f/1.8 en sus diferentes versiones es un objetivo con una gran calidad óptica, con una gran apertura y con un precio ridículo (si comparamos con el precio medio de cualquier objetivo)

¿Por qué comprar un objetivo de focal fija?

Como regla general los objetivos fijos (prime) tienen un esquema óptico mucho más sencillo que los objetivos zoom (de focal variable), son más fáciles de diseñar, construir y optimizar para conseguir una gran calidad óptica.

Dados dos objetivos de cierta calidad óptica y prestaciones similares, el fijo será casi con toda seguridad más pequeño, ligero y barato que el objetivo zoom.

Aunque los objetivos zoom aportan una gran flexibilidad, los objetivos fijos ofrecen una experiencia diferente. El encuadre hay que buscarlo con los pies del fotógrafo, acercándonos o alejándonos del sujeto. Y cuando hacemos una serie fotográfica con una determinada focal todas las imágenes tienen mucha coherencia visual, ya que suelen estar hechas desde una perspectiva similar (un determinado ángulo de visión que nos obliga a situarnos a una cierta distancia de la escena)

 

 

Canon EF 50mm f/1.8 STM

Objetivo Canon 50mm f/1.8

Esta sería mi primera recomendación para un fotógrafo aficionado con cámara réflex de Canon, sobre todo si es una cámara con sensor APS-C: Canon 800D, 250D, 200D, 750D, 1300D, 2000D, 4000D.. (todas las Rebel en América), 90D, 80D, 77D…

Es un objetivo EF, se puede utilizar perfectamente tanto en cámaras con sensor Full Frame como en cámaras con sensor APS-C.

Para una cámara APS-C de Canon se comporta como un 80mm equivalente en cuanto a ángulo de visión.

En estas cámaras es un objetivo muy interesante para retrato. La apertura máxima f/1.8 lo convierte en un objetivo muy luminoso con el que se pueden conseguir fondos desenfocados muy bonitos (buen bokeh).

Si lo vas a utilizar para vídeo, la versión STM es recomendable ya que ofrece un enfoque muy suave y silencioso.

Aquí tienes más información, características, opiniones y precios del Canon 50mm f/1.8

 

 

Canon EF 50mm f/1.4 USM

 

Si puedes invertir un poco más, el 50mm f/1.4 ofrece algunas diferencias que pueden ser interesantes (o no) dependiendo de cada uno:

  • El 50mm f/1.4 aporta esa apertura extra que nos puede venir bien en algunas circunstancias. Además, cerrando a f/1.8 la nitidez es un pelín mejor que el 50mm f/1.8 a máxima apertura.
  • El 50mm f/1.4 es más robusto, está construido en metal, mientras que el 50mm f/1.8 es básicamente plástico
  • El motor de enfoque USM es muy rápido en fotografía. El sistema STM es un pelín más lento, pero más suave y sobre todo silencioso. Si vas a hacer fotografía en situaciones en las que los objetos de la escena se van a mover muy rápido, el 50mm f/1.4 te da esa pequeña ventaja. Si vas a hacer vídeo o fotografía + vídeo creo que elegiría el 50mm f/1.8 STM
  • El 50mm f/1.4 tiene una distancia mínima de enfoque de unos 45cm, mientras que el 50mm f/1.8 tiene una distancia de enfoque menor, de unos 35cm. Ninguno de los dos son objetivos macro, pero con el 50mm f/1.8 puedes acercarte más en los planos detalle

 

La nitidez global de los dos objetivos es muy similar. Las diferencias son mínimas y probablemente dependerán más de cada copia que de los modelos en sí.

 

 

 

Yongnuo 50mm f/1.8

El Yongnuo 50mm f/1.8 es básicamente una copia del Canon 50mm f/1.8 (versión no STM).

En general funciona bastante bien y puede ser una opción más barata incluso que el modelo de Canon.

Uno de los puntos débiles del Yongnuo es el tratamiento anti destellos (flares). Cuando se fotografía a contraluz o con el sol (o la fuente de luz que sea) por delante del plano frontal del objetivo, el Yongnuo genera unos destellos muy exagerados que pueden estropear la toma.

Yo generalmente recomiendo comprar el modelo de Canon, que ya de por sí es muy barato. Pero si tu presupuesto va muy justito, el Yongnuo es una opción interesante sabiendo que te va a limitar un poco en esas circunstancias específicas (flares / destellos).

 

Más información sobre el Yongnuo 50mm f/1.8

 

 

Canon EF 40mm f/2.8  ‘Pancake’

Es un objetivo muy pequeño, por eso se le conoce como ‘pancake‘ (tortita). En una cámara APS-C equivale a una focal de 64mm, que estaría más cerca de ese objetivo ‘normal’ similar a la visión humana.

No tiene una apertura tan grande como el 50mm f/1.8 pero entraría en el club de los objetivos luminosos.

Es perfecto para fotografía callejera por ejemplo, tanto por su focal como porque pasa muy desapercibido. Pero también es una buena focal para retrato. En general es muy polivalente.

 

 

 

 

Canon EF 24mm f/2.8  ‘Pancake’

Otro de los objetivos pancake de Canon, muy similar al 40mm en cuanto a tamaño y forma. Este 24mm equivale a un 38mm en full frame,  ya cerca de lo que se consideraría angular.

Es perfecto para fotografía callejera y para fotografía de interiores, donde el 50mm e incluso el 40mm se pueden quedar grandes y nos pueden dificultar el encuadre si trabajamos en espacios muy reducidos.

También para paisajes es una buena opción.

Este pancake junto con el 50mm f/1.8 puede ser un buen ‘combo’ para llevar siempre en la mochila. No ocupan nada y se complementan muy bien.

 

 

 

Canon EF 85mm f/1.8 USM

Si buscas un buen objetivo para retrato, el 85mm f/1.8 de Canon es una opción más que interesante. Es un objetivo EF, es decir, se puede utilizar perfectamente tanto en cámaras réflex Canon APS-C como Full Frame. Este objetivo no tiene estabilizador de imagen.

La focal equivalente en una cámara APS-C es 136mm. Esa focal, en concreto los 135mm, se ha utilizado muchísimo en fotografía, sobre todo para retrato. La combinación de focal larga y gran apertura hace que podamos conseguir una profundidad de campo muy pequeña: sujeto nítido en primer plano y fondo desenfocado con un bokeh precioso. De hecho, el 85mm de Canon es uno de los llamados ‘bokeh king’, por la suavidad en sus desenfoques.

Es un objetivo muy bien construido y con una gran calidad óptica. El enfoque es rapidísimo.

Por ponerle alguna pega, a máxima apertura suele producir algo de aberración cromática (purple friging – halos violetas en los bordes de los objetos)

 

 

 

Objetivos para complementar o sustituir al objetivo de kit

En este apartado vamos a cubrir dos situaciones diferentes.

En general el objetivo de kit que suelen incluir las cámaras Canon de gama media ofrece una calidad óptica aceptable y cubre un rango focal (18-55mm) que es muy versátil. Depende del estilo del fotógrafo, pero usando una cámara APS-C, en ese rango focal entrarían el 90% de las situaciones típicas del día a día.

Sin embargo hay situaciones en las que nos gustaría tener focales por encima del rango (teleobjetivos) y otras en las que nos gustaría tener más ángulo de visión (angulares)

Y por otra parte, el objetivo de kit no es muy luminoso, tiene una apertura máxima bastante limitada. En situaciones con poca luz podemos echar de menos es plus que nos darían un par de pasos de luz adicionales. También a la hora de buscar desenfoque del fondo para retrato o para destacar al sujeto de un primer plano, etc. es más complicado si no tenemos una apertura decente.

 

Canon EF-S 55-250mm f/4-5.6 STM

Estaríamos hablando ya de un objetivo tele que nos puede venir bien por ejemplo para fotografía de deportes, eventos o incluso para fotografía de naturaleza ya que la focal equivalente sería de 88-400mm (objetivo con montura EF-S, válido sólo para cámaras APS-C de Canon), aunque para fotografía de aves o animales salvajes nos quedaríamos todavía un poco cortos.

Es la nueva versión STM del objetivo EF-S 55-250mm IS II. En principio vale la pena comprar esta versión más moderna. El enfoque suave del STM viene fenomenal, sobre todo en vídeo.

Es un objetivo con estabilizador óptico, que nos permite disparar sin trípode si las circunstancias no son muy adversas. Ten en cuenta que el estabilizador corrige la trepidación (temblor, vibración) de la cámara, no puede corregir movimientos del sujeto o la escena, es decir, si el sujeto se mueve y disparamos con una velocidad de obturación baja la imagen saldrá movida, con o sin estabilizador.

El 55-250mm ofrece una calidad sorprendente para su precio. Otra ventaja es que complementa perfectamente al objetivo de kit 18-55mm para cubrir el rango focal por arriba. Totalmente recomendable.

 

 

 

Tamron 28-75mm f/2.8 XR Di LD Aspherical

Una gran relación calidad precio para un objetivo de focal variable con esta apertura. El Tamron 28-75mm Mantiene la apertura máxima de 2.8 a lo largo de todo el recorrido desde los 28mm hasta los 75mm.

Para una Canon con sensor APS-C tendremos una focal equivalente de 45-120mm.

Es un objetivo que cubre un buen rango desde lo que se consideraría focal normal hasta tele corto. Muy bueno para retrato con esos 120mm equivalentes en APS-C a f/2.8 se consiguen unos desenfoques de fondo muy suaves y agradables a la vista.

Sería la alternativa al Canon EF 24-70mm f/2.8, cuyo precio suele estar por encima de los 1000 euros. Con respecto a ese modelo, el Tamron, además de ser mucho más barato, es también bastante más pequeño y ligero.

Como puntos menos positivos:

  • La nitidez a máxima apertura (f/2.8) es bastante buena en el centro pero no tanto en los bordes. A partir de f/4 la calidad óptica es muy buena y a f/5.6 ya estaría en el entorno de su punto dulce (máxima nitidez)
  • No incluye estabilizador óptico. A baja velocidad de obturación es necesario utilizar trípode
  • El motor de enfoque puede ser bastante ruidoso (si lo comparamos con el Canon 24-70mm) y el anillo de enfoque tiene muy poco recorrido, lo que hace un poco difícil usarlo con enfoque manual.

 

 

Canon EF-S 17-55mm f/2.8 IS USM

Es una de las mejores opciones para sustituir al objetivo de kit: rango focal similar pero mejor calidad óptica y mayor apertura máxima.

El Canon 17-55mm f/2.8 es un objetivo para tenerlo ‘soldado’ a la cámara y no quitarlo casi nunca. Es muy nítido en todo el rango focal, incluso desde f/2.8, y nos va a permitir trabajar en situaciones de luz más complicadas.

La apertura se mantiene constante a lo largo de todo el rango focal.

Es muy versátil, cubre muy bien la parte angular (17mm que serían equivalentes a unos 27mm en las cámaras Canon APS-C) y como tele corto a 55mm funciona muy bien para retrato, con un desenfoque del fondo muy suave y agradable.

El Canon EF-S 17-55mm f/2.8 tiene estabilizador de imagen y un sistema de enfoque muy rápido.

Puntos menos positivos:

  • El precio
  • Es más grande y pesado que el 18-55mm de kit (pero por otra parte en la mayoría de los casos sólo tendríamos que llevar este objetivo)
  • Está diseñado para cámaras Canon con sensor APS-C, si en el futuro pasamos a un cuerpo full frame no nos valdría.

 

 

Sigma 17-50mm f/2.8 EX DC OS HSM

Si el Canon 17-55mm f/2.8 se te va de tu presupuesto, hay otras alternativas más asequibles. De ellas, probablemente la que ofrece una mejor relación calidad precio es el Sigma 17-50mm f/2.8 para cámaras Canon APS-C (EF-S)

Comparado con el Canon ofrece prácticamente la misma nitidez. Quizás en el rango de los 17mm a apertura máxima es un pelín más blando en los bordes, pero es muy difícil ver diferencias apreciables entre los dos modelos.

La aberración cromática a aperturas grandes es quizás un poco peor en el Sigma, pero también están muy parejas.

El sistema de enfoque es rápido, pero no tanto como en el Canon 17-55mm. Además el modelo de Canon permite ajustar el enfoque operando en enfoque automático mediante el anillo de enfoque, mientras que en el Sigma hay que pasar el objetivo a modo de enfoque manual.

El Sigma es un poco más pequeño y ligero. Su sistema de estabilización óptica es un poco mejor que el de Canon, sobre todo para fotografía. En vídeo los dos se comportan de forma similar.

En general, el Sigma 17-50mm es un objetivo impresionante para su precio.

Puntos menos positivos:

  • No sé por qué motivo algunas unidades del Sigma 17-50mm tenían problemas de calibrado: front focus / back focus (es decir, el objetivo enfoca algunos centímetros por delante o detrás del punto de enfoque deseado). Es un problema que lo solucionan en el servicio técnico totalmente gratis en garantía, pero es bastante molesto encontrarte con un objetivo nuevo que no funciona como debería. Es importante comprarlo en una tienda que ofrezca garantía oficial Sigma.

 

 

 

Objetivos todoterreno (amplio rango focal)

La característica principal de este tipo de objetivos es su amplio rango focal, que puede ir desde los 16-18mm hasta focales por encima de los 100mm. Es decir, cubren desde ángulos de visión muy abiertos (como un objetivo angular) hasta focales del rango de los teleobjetivos medios y largos.

La principal ventaja es que son muy versátiles. Por ejemplo durante un viaje si queremos ir ligeros de equipo y queremos cubrir cualquier posible circunstancia: desde planos abiertos hasta primeros planos y objetos lejanos. El otro aspecto positivo es que no perdemos tiempo cambiando de objetivos sobre la marcha, a veces dependiendo de las circunstancias es complicado encontrar un lugar tranquilo para cambiar objetivos.

¿Entonces, por qué no usa todo el mundo este tipo de objetivos?

La principal limitación está en la calidad óptica del conjunto. Es muy complicado diseñar y fabricar un objetivo que cubra un amplio rango focal y que mantenga un criterio de calidad óptica homogéneo, por ejemplo en lo que respecta a nitidez o a la aparición de aberraciones (geométricas, cromáticas…) en determinadas focales y aperturas.

Otro aspecto importante es que por cuestiones de diseño, tamaño y precio tienen que tener una apertura máxima contenida. Suelen ser objetivos poco luminosos que nos pueden limitar en condiciones de poca luz.

A modo de resumen. Estos objetivos sacrifican un poco de calidad y prestaciones ópticas con el fin de ofrecer comodidad al usuario: equipo todo en uno, ligero y sin necesidad de cambiar de objetivo a cada momento.

Cuando hablamos de sacrificio estamos hablando de perder un poco de calidad, será apreciable si comparamos con objetivos de focal fija o con objetivos de gama muy alta, pero no quiere decir que vayamos a obtener fotos horribles y distorsionadas.

Algunos objetivos recomendados:

 

 

Tamron 16-300mm f/3.5-6.3 Di II VC PZD MACRO

Es un objetivo todoterreno para cámaras Canon con sensor APS-C (EF-S) con un rango focal equivalente en cuanto a ángulo de visión de 25-480mm

Mide unos 10cm de longitud recogido en modo de transporte y pesa unos 550g.

Es un objetivo que se comporta bastante bien en general en cuanto a nitidez en todo el rango focal (en cuanto a nitidez sería similar a la de un objetivo de kit).

En la parte tele, a partir de los 100-150mm, la apertura máxima lógicamente no es una maravilla, pero esto ocurre también con los teleobjetivos de gama media. Va a rendir bien con buena luz, si podemos cerrar un poco el diafragma a f/8 vamos a conseguir muy buenos resultados.

El estabilizador óptico funciona bastante bien y nos puede salvar la vida disparando a mano alzada. Tamron suele hacer estabilizadores ópticos muy buenos.

Otra característica interesante es que es un objetivo que tiene un buen sellado para evitar que entre polvo o salpicaduras.

Uno de los puntos débiles del objetivo es que en determinadas situaciones con la iluminación frontal o lateral puede aparecer algo de aberración cromática en forma de pequeños halos de color en los bordes de los objetos. Pero estos efectos los suele corregir la propia cámara si disparamos en JPG o los programas de edición / revelado si trabajamos con RAW.

Por relación calidad precio y el amplio rango focal que cubre sería uno de los todoterrenos recomendados.

 

 

 

Sigma 18-300mm f/3.5- 6.3 DC OS HSM Macro, para Canon APS-C

Otra opción interesante dentro de esta línea de objetivos súper zoom.

El Sigma 18-300mm está diseñado para cámaras Canon con sensor APS-C (EF-S) con un rango focal equivalente en cuanto a ángulo de visión de 29-480mm

En cuanto a calidad óptica, el Sigma 18-300mm es un poco más nítido que el Tamron 16-300mm en prácticamente todo el rango focal. Es una diferencia muy pequeña y en cualquier caso ten en cuenta que este tipo de objetivos tienen una nitidez similar a la del objetivo de kit.

Este objetivo incluye estabilizador óptico de imagen, muy similar en prestaciones al del Tamron.

El sistema de enfoque funciona bien, teniendo en cuenta que en las focales más largas puede haber más problemas con el enfoque automático debido a la apertura en ese rango, sobre todo cuando las condiciones de luz no sean muy buenas. El Tamron permite ajustar el enfoque mediante el aro de enfoque en cualquier momento, mientras que en el Sigma es necesario pasar el objetivo a modo de enfoque manual (botón AF/MF). En general el enfoque automático funciona bien, aunque el Tamron 16-300mm es quizás un poco más rápido y preciso.

A modo de resumen, a la hora de elegir entre el Sigma y el Tamron:

  • Sigma 18-300mm es un poco más nítido en todo el rango focal
  • Tamron 16-300mm tiene un sistema de enfoque un poco mejor
  • Tamron 16-300mm tiene protección frente al polvo y salpicaduras

 

 

 

Objetivos para fotografía callejera

La fotografía callejera es un mundo en sí mismo y hay tantas variantes y estilos como fotógrafos.

Históricamente se han utilizado mucho las focales ‘normales’, entre el 30 y el 50mm en cámaras full frame o de película. Este ángulo de visión da una perspectiva parecida a la de la visión humana, que casa muy bien con la fotografía que nos cuenta una historia y nos acerca a personas, personajes y lugares de la ciudad.

Una de las premisas de la fotografía callejera es que los sujetos se muestren naturales, que no posen o se sientan invadidos o molestos. Por ese motivo muchos fotógrafos prefieren focales largas, teleobjetivos medios por ejemplo.

Otros fotógrafos prefieren interactuar más con las personas, acercarse, usando focales un poco más cortas.

Objetivo fijo vs zoom para fotografía callejera:

  • Un objetivo fijo hace más fácil mantener una coherencia en todas las fotos de una serie, es decir, se sigue un línea argumental y una perspectiva más homogénea a la hora de contar la historia.
  • Los objetivos fijos suelen ser más ligeros y pequeños, pasan más desapercibidos
  • A igualdad de precio, los objetivos fijos suelen tener más apertura, lo que nos hace la vida más fácil a la hora de congelar el movimiento (disparar con velocidades de obturación altas) en situaciones de luz menos favorables.
  • Los objetivos zoom son más versátiles, nos permiten encuadrar rápidamente en situaciones en las que tendríamos más problemas con un fijo.

 

Algunas recomendaciones:

 

Canon EF 24mm f/2.8

Es un objetivo muy pequeño, tipo pancake, que hace que el equipo pase totalmente desapercibido. La focal equivalente en cámaras APS-C sería de unos 38mm, muy versátil para este tipo de fotografía. A máxima apertura, f/2.8, nos permite trabajar en situaciones de luz menos favorables.

Más información sobre el Canon 24mm f/2.8

 

Canon EF 50mm f/1.8

En una cámara con sensor APS-C la focal sería quizás un poco larga en determinadas situaciones (espacios muy estrechos). Pero por otra parte nos permite disparar desde cierta distancia y los primeros planos serán impresionantes.

Más información sobre el Canon 50mm f/1.8

 

Canon 17-55mm f/2.8  / Sigma 17-50mm f/2.8

Cualquiera de estos zoom estándar te pueden dar grandes resultados en fotografía callejera. Si prefieres tener más margen con las focales para no perder ningún encuadre estos objetivos ofrecen un rendimiento impresionante en estas circunstancias. La apertura te permite trabajar en situaciones de luz más delicadas y en las focales largas te ofrece un desenfoque del fondo más que aceptable.

Más información sobre el Canon 17-55mm f/2.8

Más información sobre el Sigma 17-50mm f/2.8

 

 

Objetivos para paisaje, arquitectura, interiorismo (objetivos angulares)

Para este tipo de fotografía se suelen utilizar objetivos angulares y gran angulares.

La idea es que necesitamos tener un ángulo de visión amplio para recoger una escena completa, por ejemplo el interior de una habitación en el caso de interiorismo, o la totalidad de un edificio en el caso de fotografía de arquitectura.

Para fotografía de paisaje también es interesante tener un buen angular.

Las cámaras con sensor Full Frame son las que mejor aprovechan estos objetivos, ya que pueden usar todo el ángulo de visión. En las cámaras con sensor APS-C el ángulo de visión efectivo es menor. En este caso el factor de recorte juega en contra de las cámaras APS-C, por lo tanto, para un mismo encuadre necesitamos ir a focales más cortas.

Un ángulo de visión correspondiente a la focal de 24mm se puede considerar un buen punto de partida para fotografía de arquitectura.

Recomendaciones:

 

Canon EF-S 10-18mm f/4.5-5.6 IS STM

La focal equivalente para este objetivo es 16-29mm. Está diseñado para cámaras APS-C, en cámaras full frame se podría utilizar pero generaría viñeteo, habría que recortar la imagen.

Es un objetivo estabilizado. La combinación de estabilización óptica y enfoque STM (muy suave, preciso y silencioso) está muy bien para vídeo por ejemplo.

No es muy luminoso, viene bien por ejemplo para fotografía de paisajes o para fotografía de arquitectura de interiores, pero para congelar escenas con movimiento en interiores necesitaremos probablemente buena iluminación continua o flash, o subir ISO como último recurso.

Es pequeño y ligero. Uno de los puntos menos positivos es que la montura está fabricada en plástico, igual que el resto del cuerpo. Pero por otra parte la parte óptica rinde muy bien, el enfoque funciona muy bien y la estabilización funciona muy bien. Es decir, las tres B: bueno, ‘bonito‘ y barato.

Es un buen complemento para el objetivo de kit, para cubrir el rango más angular.

 

 

 

Teleobjetivos para deportes y naturaleza (animales salvajes, aves…)

En este artículo tienes más información sobre objetivos recomendados para comenzar en la fotografía de aves, que te puede servir como referencia.

El caso de fotografía deportiva, sobre todo en interiores (pabellones, indoor), es una de las situaciones más críticas para cualquier equipo fotográfico: la luz no es demasiado buena, los sujetos están lejos y se necesita una velocidad de obturación alta para congelar el movimiento. Lo ideal sería buscar un teleobjetivo con una gran apertura, pero habría que ir a la gama alta en objetivos zoom (muy caros) o elegir algún teleobjetivo fijo con rango medio, a partir de 100mm.

Para comenzar a fototografiar en exteriores sin llegar a la bancarrota podemos optar por algún ‘300mm’, que tendría una focal equivalente máxima de 480mm en las Canon APS-C. En general son objetivos con una apertura limitada, así que en interiores tendríamos que tirar de ISO para conseguir velocidades de obturación adecuadas.

¿Con estabilizador óptico o sin estabilizador?

Aquí habría para escribir un libro. Si vas a trabajar con trípode el 90% de las veces el estabilizador no es necesario y en muchos casos perjudicará la calidad de imagen si lo tenemos activado sobre trípode. Si vas a fotografiar a mano alzada el estabilizador te puede dar esos 2 o 3 pasos de margen para evitar imágenes trepidadas.

Algunos objetivos con los que comenzar:

 

 

Tamron SP AF 70-300mm f/4-5.6 Di VC USD

Es una buena opción para iniciarse en la fotografía de aves y como teleobjetivo de propósito general.

El Tamron 70-300 VC Es un objetivo estabilizado, con un buen sistema de estabilización para fotografía. En vídeo también se comporta muy bien, aunque la estabilización en focales tan largas es bastante complicada, sobre todo a la hora de hacer paneos (giros horizontales o verticales suaves) ya que el estabilizador intentará compensar esos movimientos y provocará saltos o artefactos en la imagen. Los estabilizadores de Tamron suelen ser muy buenos.

Es un objetivo nítido en todo el rango focal incluso a máxima apertura. Aunque si podemos cerrar un paso el diafragma conseguiremos un punto adicional de nitidez.

Entre los aspectos negativos estaría la apertura máxima, pero son las habituales en estas gamas / precios.

 

 

 

Canon EF 75-300mm f/4-5.6 (III / USM)

Si podemos prescindir de la estabilización óptica, este objetivo tiene una muy buena relación calidad precio. La calidad óptica posiblemente no es tan buena como la del Canon 55-250mm  aunque en la mayoría de los casos van a ser diferencias sutiles.

Como es un objetivo no estabilizado es recomendable usarlo siempre con trípode, al menos en las focales más altas. Cualquier pequeña trepidación va a restar nitidez a la foto y nos puede estropear algunas tomas.

La focal equivalente en APS-C sería de 120-480mm.

Entre la versión III y la versión USM (motor ultrasonic), el USM ofrece un enfoque un poco más rápido.

 

 

 

Tamron AF 70-300mm f/4-5.6 Di LD

Tamron también tiene este modelo 70-300mm sin estabilización, que suele ser bastante más barato.

Es un objetivo muy ligero y pequeño para este rango focal.

El Tamron 70-300 f/4-5.6 Di LD es bastante nítido en todo el recorrido de zoom, excepto en la parte más cercana a los 300mm, donde pierde un poco de nitidez y la imagen se aprecia un poco más blanda, más suavizada, sobre todo en los bordes.

Para conseguir la máxima nitidez hay que cerrar el diafragma a f/8 – f/11, pero no siempre es posible trabajar con tan poca entrada de luz. Es un objetivo que funciona bien en exteriores, con buena luz, pero por ejemplo para fotografía deportiva en interiores no va a dar muy buen rendimiento.

Puntos menos positivos:

  • Tiene bastante aberración cromática (purple fringing)
  • Por encima de los 200-250mm pierde un poco de nitidez
  • Como es un objetivo no estabilizado es recomendable usarlo siempre con trípode, al menos en las focales más altas.

 

En general, yo elegiría la versión estabilizada (Tamron SP AF 70-300mm f/4-5.6 Di VC USD), pero si tu presupuesto va muy justo y buscas un teleobjetivo barato este Tamron no es mala opción sabiendo sus limitaciones.

 

 

Objetivos para viajes

En estos casos también la elección es muy personal, cada uno tiene sus prioridades. Pero la idea general sería ir con un equipo lo más ligero posible, minimizando a la vez el riesgo de perder esos momentos especiales por no llevar el equipo adecuado:  básicamente hablamos de la focal y de la luminosidad del objetivo.

Situaciones que se nos suelen presentar en estos casos:

  • No tenemos tiempo para cambiar de objetivo cada vez que lo necesitamos: la familia se impacienta, formamos parte de un grupo de turistas que van a su ritmo, etc.
  • Dentro de museos y espacios interiores necesitamos fotografiar sin trípode (porque no lo llevamos o porque directamente en muchos lugares no está permitido)
  • Queremos fotografiar un elemento lejano (edificio, monumento…) pero no tenemos tiempo ni oportunidad de acercarnos más, necesitamos un teleobjetivo
  • Otra situación típica es que llevamos tanto equipo encima que al final del día ya estamos agotados y cansados, no disfrutamos de la fotografía y nos arrepentimos de haber salido con tanto peso.

 

Es muy difícil, por no decir imposible, cubrir todas esas situaciones y otras que se nos puedan presentar. La clave estaría en priorizar nuestras necesidades y, sobre todo, elegir un equipo con el que estemos a gusto y disfrutemos de la fotografía y de la experiencia (visita turística, ocio, etc.)

 

Vamos a plantear algunas opciones para Canon, con sus pros y sus contras:

 

Objetivo todoterreno

Es una de las opciones más simples y efectivas si vas en grupo, con familia o simplemente no vas a tener tiempo o ganas de andar cambiando de objetivo.

Sales con lo mínimo: cámara + objetivo todoterreno, y tienes un rango focal enorme con el que no pierdes ningún encuadre.

Como aspecto negativo: lo que hemos comentado sobre los todoterreno en cuanto a calidad óptica (sacrificamos un poco de nitidez) y luminosidad (en museos y lugares con menos luz vamos a tener que subir ISO bastante para evitar trepidación)

Echa un vistazo al apartado con objetivos todoterreno recomendados para Canon

 

Zoom estándar luminoso + teleobjetivo medio

Esta combinación me gusta mucho personalmente:

Canon EF-S 17-55mm f/2.8 IS USMCanon EF-S 55-250mm f/4-5.6 STM

Tendríamos el 17-55mm soldado a nuestra cámara el 95% del tiempo, ya que cubre un rango focal muy amplio con el que podemos hacer desde arquitectura y paisajes, hasta retrato y primeros planos en la zona de 55mm.

La apertura nos permite trabajar cómodamente en museos e interiores. La calidad de imagen excelente. Es un objetivo estabilizado.

Y para situaciones en que necesitemos un tele más largo podemos recurrir al 55-200mm. Excelente relación calidad precio y muy ligero, unos 250gr. Además complementa perfectamente para cubrir todo el rango sin saltos.

Si el Canon 17-55mm f/2.8 se te va de presupuesto tienes alternativas como el Sigma 17-50mm f/2.8 EX DC OS HSM

Si prevés que vas a necesitar un tele más largo, los 70-300mm pueden ser una opción genial también.

 

Añade un gran angular al pack

Si te gustan los encuadres abiertos puedes añadir un gran angular a cualquiera de las combinaciones anteriores. Yo siempre suelo llevar un gran angular cuando hago turismo, porque a veces es muy difícil conseguir buenos encuadres de un edificio por falta de espacio (calles o plazas estrechas, no hay tiempo para callejear y buscar la mejor perspectiva del edificio…) y lo mismo en interiores.

El Canon EF-S 10-18mm f/4.5-5.6 IS STM es un objetivo pequeño y ligero (menos de 250gr), perfecto para llevar en la mochila sin que ocupe mucho.

 

 

Trípode de carbono K&F Concept SA254C4 | Review, análisis y valoración

Revisión en profundidad, opiniones y valoración de este trípode de fibra de carbono que puede ser usado como trípode de viaje o trípode de carga media.

NOTA: El trípode también lo puedes encontrar como D254C1+BH-28L, que es la nueva nomenclatura que está utilizando K&F Concept. D254C1 es el base del trípode de este modelo y BH-28L es la rótula de bola que incluye.

 

 

Trípode ligero de fibra de carbono SA254C4

 

 

Introducción y criterios para elegir un trípode

Este trípode me lo han enviado desde K&F Concept para que lo pruebe y para que publique mi experiencia y mis opiniones con respecto al producto.

Las conclusiones que aparecen en este artículo son mis opiniones y mis conclusiones a partir de las pruebas y del uso del trípode.

¿Para qué tipo de uso está orientado este modelo:  SA254C4?

Creo que es sobre todo un trípode de viaje, pero con algunas características de trípode de carga media.

En un trípode de viaje se busca sobre todo:

  • Reducir el tamaño al mínimo cuando el trípode está plegado (el SA254C4 mide unos 41cm plegado)
  • Que sea lo más ligero posible (por debajo de 1.5 kg en este modelo, incluyendo el cabezal)

 

Para conseguir eso, el diseño del trípode tiene que incluir más secciones y las secciones tienen que ser ligeras (normalmente tubos con diámetros más pequeños).

Siempre es un compromiso entre tamaño y peso por un lado, y estabilidad y robustez por el otro.

La ventaja de usar fibra de carbono es que se pueden diseñar las patas con secciones de mayor diámetro, aumentando la estabilidad sin repercutir tanto en el peso (como sí ocurriría en un trípode de aluminio).

El SA254C4 (D254C1+BH-28L) se puede usar como trípode de viaje que puedes llevar a todas partes y también en situaciones en las que se necesite un extra de estabilidad (la sección superior tiene un diámetro de 25mm) o como trípode genérico para el día a día.

Podríamos decir que es un trípode polivalente, ideal para un usuario que no necesita un trípode más grande y aparatoso.

A lo largo del artículo lo compararé con otros dos modelos de K&F Concept, uno de transporte puro y otro más grande y pesado.

Recuerda que no hay un trípode universal que sirva para todos los usos y para todos los usuarios. El trípode hay que elegirlo para que cubra más o menos bien nuestro rango más habitual de usos y situaciones.

Por poner un ejemplo: de nada sirve elegir el trípode más robusto y más caro, si luego lo tenemos que dejar en casa porque nos da pereza llevarlo cuando lo necesitamos.

 

Características técnicas

Características técnicas, medidas y peso del K&F Concept SA254C4.

 

Trípode ligero de fibra de carbono SA254C4

 

Características básicas del trípode

Material de construcción: fibra de carbono (patas y columnas) y aluminio (cruceta, soporte de patas, cabezal, elementos de anclaje…)

Máx. Altura del Trípode (columna extendida): 160cm
Máx. Altura sin columna central extendida: 114cm
Mín. Altura (recogido para transporte): 41 cm (patas + cabezal incluido)
Secciones de las patas: 4
Ángulos de las patas: 3 ángulos: 25°, 55°, 85°
Peso Neto:   1.4 kg  (cabezal incluido)
Capacidad de carga: 10kg

 

En la cruceta incluye una rosca (similar al easy link de Manfrotto) que podemos usar para acoplar algún accesorio.

 

Columna

La columna central está formada por 2 secciones telescópicas fabricadas en fibra de carbono.

La sección principal puede elevar el cabezal hasta unos 30 cm por encima de la cruceta (con respecto a la posición de reposo serían unos 22 cm), y tiene un diámetro de 25mm de grosor.

La sección interior añade otros 22 cm adicionales y su grosor es de 20mm.

El sistema de bloqueo de las secciones de la columna es mediante rosca. Una rosca grande de aluminio para la sección principal y una rosca más pequeña, también de aluminio con recubrimiento de goma, para el bloqueo de la sección interior.

Las secciones incluyen anillos de goma en los topes, a modo de protección (sobre todo para evitar el ruido de choque al manipular las secciones).

La sección principal incluye en la base un pequeño gancho que permite añadir peso al trípode (p.e. nuestra mochila o una bolsa) si necesitásemos más estabilidad.

La columna se puede invertir.

En esa configuración, el cabezal queda ‘colgando’ hacia abajo, hacia el interior de las patas, y nos permite hacer tomas a muy poca altura del suelo.

 

Posición de transporte

En su posición de transporte mide unos 41 cm de largo.

Dentro de su bolsa de transporte, para que te hagas una idea orientativa, sería un cilindro de unos 42 cm de largo y unos 14 cm de diámetro.

La bolsa de transporte es de muy buena calidad. Está fabricada en material sintético similar a goretex. Dispone de asas y una correa (desmontable) para llevar al hombro.

 

Patas / secciones

Es un trípode de 4 secciones, con las patas fabricadas en fibra de carbono.

Las secciones de las patas van desde los 25mm la superior, hasta los 15mm de la sección inferior.

Cada pata se puede inclinar de forma independiente.

El bloqueo de la inclinación es mediante una pestaña de aluminio con un pequeño muelle que la devuelve a su posición de bloqueo.

Hay 3 posiciones estables, aproximadamente a 25°, 55° y 85° con respecto al eje vertical.

La posición más habitual sería la de 25º.

Con la de 55º ganamos más estabilidad a costa de la altura total.

 

Trípode ligero de fibra de carbono SA254C4

 

Y con la de 85º sería para situaciones muy concretas donde necesitemos bajar mucho la altura o situaciones complejas donde cada pata necesite estar con una inclinación diferente (entre rocas, etc.)

El mecanismo de bloqueo de las secciones es mediante pestañas.

Las pestañas están fabricadas en plástico, pero se ven muy resistentes.

Una de las patas es desmontable (se desenrosca de la estructura de la cruceta) y se puede convertir en monopié, enroscándole la columna con el cabezal o el cabezal por separado, dependiendo de la altura que nos interese.

Las patas terminan con un protector de goma antideslizante que se puede desenroscar. Podríamos sustituir por ejemplo las gomas por pinchos, para situaciones en las que necesitamos ‘anclar’ el trípode en el terreno (hierba, tierra, arena, etc.) para ganar estabilidad.

 

Peso máximo de equipo

El peso máximo de carga que indica el fabricante son 10 kg.

Normalmente ese peso nominal está exagerado o muy en el límite, pero en este modelo creo que el trípode en sí permitiría trabajar tranquilamente con esos pesos, al menos en su configuración más estable (con la columna central en su posición más baja).

Pero ten en cuenta que en la práctica lo que nos va a limitar es la capacidad de la rótula. Como veremos más abajo, creo que unos 3 kg sería mi límite para trabajar cómodamente con la rótula que viene incluida (que puedes cambiarla por cualquier otro cabezal, ya que la columna tiene una rosca estándar)

 

Opciones de configuración y usos típicos

Como comenté en la introducción, el K&F Concept SA254C4 es un trípode pensado sobre todo como trípode de viaje.

En un trípode de viaje puro se sacrifica un poco la estabilidad: patas con más secciones (hasta 5 por ejemplo) y con diámetros más pequeños.

Sin embargo, para ser un trípode de viaje, el SA254C4  es muy estable, sobre todo en su posición base, sin las columnas extendidas.

Lo que sacrifica este modelo es la altura, con respecto por ejemplo a trípodes de carga media.

Podríamos decir que es un trípode con un buen compromiso entre tamaño, peso y estabilidad.

Puede ser un buen trípode ‘todo en uno‘ para  muchos usuarios: fotografía de naturaleza, retrato, fotografía de producto…

No es un trípode especializado, pero cubre bastante bien todas las situaciones típicas.

Y es un trípode que va a ocupar muy poco espacio en casa, en la mochila si lo llevamos a la naturaleza, en el equipaje en nuestros viajes…

 

Características del cabezal incluido (rótula de bola)

El trípode viene con una rótula de bola (el diámetro de la bola es de unos 28mm) en aleación de aluminio. El modelo es KF-28 (BH-28L).

El sistema de fricción está basado en un recubrimiento plástico interior (entre la bola y el receptáculo) y la fricción se regula mediante un tornillo con palometa / mariposa.

Aquí puedes ver la diferencia entre el KF-25 y el KF-28:

K&F Concept BA225 - Rótula de bola KF-25 (vs KF-28)

 

La rótula se sitúa sobre una base que permite un giro de 360º.

Ese movimiento de la base (giro, por ejemplo para panorámicas) es muy fluido y permite movimientos muy suaves.

El giro se puede bloquear mediante un tornillo situado en la base.

 

Placa de liberación rápida

Es compatible con el sistema Arca Swiss.

Podemos usar con el cabezal cualquier zapata o placa (p.e. placas en L o similares) compatible con ese sistema.

Por ejemplo, yo suelo tener acoplada una placa en L a mi cámara principal. Esto me permite colocar rápidamente la cámara en vertical o en horizontal sin tener que mover la rótula del trípode.

Y como la placa es compatible Arca Swiss, puedo colocar la cámara en cualquiera de mis trípodes sin tener que andar cambiando la zapata, etc.

La placa que se incluye con el cabezal tiene un sistema de seguridad (unos topes) que impide que se salga de forma accidental cuando el tornillo de bloqueo no está apretado del todo.

La liberación de la placa y el bloqueo se realiza mediante un tornillo situado en el lateral.

El cabezal incluye en la parte superior un pequeño nivel de burbuja para ayudarnos en la nivelación, aunque dependiendo del tamaño de la cámara puede quedar un poco escondido.

 

Peso máximo para este cabezal

Es una rótula de bola pensada para equipo relativamente ligero.

Yo diría que hasta 3 kg el comportamiento sería aceptable, aunque va a depender mucho de la forma y peso del objetivo (centro de masas y la palanca / torsión que realice con respecto a la bola y su sistema de fricción.

Si necesitas usar equipo muy pesado: grandes teleobjetivos o angulares muy pesados, podrías utilizar un cabezal más robusto sin ningún problema.

 

Características del monopié

El trípode se puede convertir en monopié.

Una de las patas se desenrosca de la estructura de la cruceta y se le puede enroscar la columna central con el cabezal, o sólo el cabezal (aunque en esta configuración quedaría muy pequeño)

 

Trípode ligero de fibra de carbono SA254C4

 

La altura con la columna interior recogida es de unos 140 cm, incluyendo la rótula.

En total, extendiendo la columna interior, son unos 160 cm de altura.

 

K&F Concept SA254C4 en el día a día

Lo que más me ha gustado es que en mano se nota un trípode robusto y estable.

Con algunos trípodes de viaje sabes que estás renunciando un poco a ese extra de estabilidad, y en algunos casos pueden dar esa sensación ‘de juguete’.

Con el SA254C4 la sensación es que estás usando un trípode ‘serio’.

Lógicamente no se puede tener todo. Ya he comentado que lo que sacrificas en este caso es la altura.

En la posición base, con la columna en la posición más baja, tenemos mucha estabilidad, pero nos quedamos en 114 cm, que puede resultar un poco bajo si tienes pensado darle un uso muy intensivo (si utilizas el visor de la cámara).

 

Trípode ligero de fibra de carbono SA254C4

 

Subiendo la columna principal apenas perdemos estabilidad, y ya tendríamos una altura de trabajo algo más cómoda.

 

Trípode ligero de fibra de carbono SA254C4

 

Y con la columna totalmente extendida tendríamos una altura óptima para la mayoría de los usuarios. Pero es la configuración menos estable.

 

Trípode ligero de fibra de carbono SA254C4

 

Si usas cámara con pantalla abatible, muchas veces va a ser más cómodo usar la pantalla que usar el visor.

Y en cualquier caso, la configuración óptima va a depender mucho de las condiciones de viento y del tipo de toma que queremos hacer.

El SA254C4 vendría a ser por características como un Manfrotto Befree, pero los Befree de fibra de carbono son bastante más caros.

Cuando me lo he llevado para probar, para hacer algo de paisaje por ejemplo, siempre tiendo a usarlo con la columna recogida. Es más una manía que otra cosa, porque no creo que la columna extendida hasta la primera sección afecte mucho a la estabilidad.

A mí personalmente me da igual si el bloqueo de las patas es mediante rosca o mediante pestaña. La pestaña tiene la ventaja de que sólo tiene dos posiciones posibles: bloqueada o desbloqueada.

He tenido trípodes con los dos sistemas y nunca he tenido problemas. Con la rosca quizás hay que tener un poco más de cuidado y no intentar apretarla como si no hubiera mañana.

La calidad del trípode y los acabados se notan bastante premium.

Y a la hora de usarlo en situaciones reales (desplegar, recoger, abrir, cerrar…) es muy similar al BA225, es todo muy suave por ser trípodes tan ligeros..

La experiencia con el trípode ha sido muy positiva. No he tenido ningún problema, no se me ocurren aspectos negativos.

 

SA254C4 vs SA254T1 vs  BA225

Para que te hagas una idea de tamaños y medidas, he incluido una pequeña comparativa entre estos tres modelos.

El BA225 es un trípode de viaje puro.

El SA254T1 es un trípode de aluminio, de carga media con columna descentrable.

Y el SA254C4 es el trípode que estamos analizando aquí: un trípode de viaje con características de trípode de carga media.

 

En la siguiente imagen puedes ver la altura relativa entre los tres modelos, con la columna en su posición más baja. A la izquierda el SA254T1, en medio el SA254C4 y a la derecha el BA225.

 

Trípode ligero de fibra de carbono SA254C4

 

El SA254T1 juega en otra liga. Es alto incluso para lo que sería un tipo de trípode de carga media típico. Yo lo suelo usar a veces con la última sección de las patas replegada. Es enorme.

El BA225 es un poco más alto, pero también un poco menos estable porque es de 5 secciones y además las patas son bastante más finas.

Y aquí puedes ver cómo quedan en sus correspondientes bolsas de transporte:

 

Trípode ligero de fibra de carbono SA254C4

 

El BA225 es diminuto, puedes llevar perfectamente su bolsa (o el trípode sin bolsa) dentro de una mochila de senderismo por ejemplo, o lo puedes llevar atado sin problemas a la mochila en la parte exterior.

El SA254C4 es un término medio. No es tan pequeño, pero lo puedes llevar atado a la mochila sin que afecte mucho al peso total (y a la distribución de pesos en la mochila).

Con el SA254T1 el problema no es tanto el peso adicional, sino el tamaño, que complica un poco más cuando lo tienes que llevar atado en la mochila.

 

 

Pros y contras del trípode SA254C4 y valoración

 

¿Por qué elegir este trípode?

  • Muy ligero:  1.4 kg con el cabezal incluido.
  • Muy pequeño en modo de transporte (41 cm sin bolsa / 42 cm en su bolsa)
  • Es un buen trípode de viaje, pero con un extra de estabilidad que lo hace muy versátil.
  • En mano se nota un trípode muy sólido
  • Buen compromiso entre peso, tamaño y estabilidad.
  • La columna central se puede invertir.
  • Incluye el cabezal: rótula de bola de 28mm.
  • Incluye placa de liberación rápida tipo Arca Swiss (máxima compatibilidad)
  • Se puede convertir en monopié.
  • Bolsa de transporte de muy buena calidad.

 

Puntos menos positivos:

  • La altura en su posición más estable.
    Se queda un pelín corto para lo que sería un trípode de carga media.
    Es la característica que sacrifica para ser robusto y a la vez que sea muy pequeño en modo de transporte.
  • El gancho inferior (para colgar peso adicional) está atornillado mediante una rosca de plástico. En principio es resistente pero puede ir cediendo con el tiempo si colocamos mucho peso.
  • La espuma que sirve de empuñadura para llevar el trípode en mano (la que rodea la pata que se convierte en monopié) tiende a ensuciarse, y con el tiempo es posible que se acabe estropeando.

 

 

Conclusiones / valoración personal

A mí personalmente me ha gustado mucho.

Me parece un buen compromiso entre un trípode de viaje puro y un trípode más grande, para equipo un poco más pesado.

Claro, es difícil elegir.

Si buscas un trípode lo más pequeño posible, un trípode de viaje puro, creo que el BA225 es imbatible.

Si buscas un trípode grande, robusto y versátil, me quedaría por ejemplo con el SA254T1, que es un trípode que me gusta muchísimo. Pero teniendo en cuenta que no es un trípode de viaje: pesa más y sobre todo es mucho más aparatoso.

Si buscas un trípode de viaje más versátil (más robusto, más estabilidad y para equipo un poco más grande), entonces el SA254C4 creo que sería una muy buena opción.

Por ejemplo, el BA225, da en cierta forma la sensación de que como seas muy brusco lo puedes romper. Es lógico, porque está pensado para ser muy muy pequeño y ligero.

Con el SA254C4 , mi primera sensación fue de trípode ‘serio’, muy sólido, robusto y estable.

Y con el uso que le he dado se ha confirmado esa sensación.

Además, usarlo es una delicia.

Por intentar expresarlo de alguna forma, con el grande, SA254T1, la sensación podría ser como conducir un tractor, es una herramienta poderosa, pero grande, aparatoso. El BA225 vendría a ser como una bicicleta, la aparcas en cualquier sitio y no ocupa nada. Y el SA254C4 vendría a ser como un coche eléctrico: un manejo muy ‘suave‘, es ligero, puede gestionar con soltura equipos con cierta carga…

Para mí es un trípode totalmente recomendable. Pero tienes que analizar qué características son más importantes para ti.

Para un usuario normal, que no va a usar equipos muy pesados y que no va a usar el trípode todos los días, creo que yo personalmente elegiría un trípode de viaje como el SA254C4. Un trípode más grande y pesado corre el riesgo de acabar abandonado en el trastero porque dé muchísima pereza sacarlo a cualquier sitio.

Para alguien que viaje mucho (avión, equipaje, etc.), quizás el BA225 sería una buena opción.

 

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Ten en cuenta que lo puedes encontrar como SA254C4 o como C254C1+BH28L. Son el mismo trípode.

 

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Más información

Guía rápida de trípodes K&F Concept

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Cómo elegir un trípode para cámaras (fotografía y vídeo)

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Cámara vs teléfono móvil para fotografía

¿Puede un móvil hacer mejores fotos que una cámara compacta? ¿Y con respecto a una cámara réflex o EVIL? ¿Vale la pena comprar una cámara?

Cámaras vs Teléfonos móviles / Smartphones

 

 

 

Tamaño del sensor y los límites de la Física

La principal limitación el móvil es su propio tamaño y forma.

Inicialmente podemos pensar que al ser el móvil tan pequeño no caben sensores más grandes.

Pero en realidad la limitación está en la parte óptica.

A medida que aumentamos la superficie del sensor, el objetivo (la parte óptica) tendría que crecer hacia afuera para conseguir una geometría óptica que permita iluminar toda esa superficie.

Siguiendo un diseño clásico, con el objetivo justo frente al sensor, los móviles con sensor más grande se parecerían más a una cámara compacta.

Esta imagen muestra un objetivo externo que se puede utilizar con móviles, pero te puedes hacer una idea de cómo sería un móvil con un objetivo integrado que cubra la superficie de un sensor un poco más grande:

 

Móvil con objetivo externo

 

En cierta forma sería más parecido a una cámara compacta.

¿Cómo es el tamaño de sensor de la cámara de un móvil y en qué afecta esto?

 

Tamaño del sensor: cámara vs móvil

Para que te hagas una idea de tamaños de sensor, una imagen vale más que mil palabras:

 

Tamaños sensor cámaras vs móvil

 

¿En qué influye el tamaño del sensor?

La cantidad de luz que recoge la cámara por unidad de tiempo es proporcional a la superficie del sensor.

Una cámara réflex típica de gama media tiene un sensor APS-C con una superficie aproximada de 350mm2.

Un móvil de gama alta tiene suele tener sensores que van desde los 25mm2 a los 70mm2

El sensor de una cámara recoge entre 5 y 15 veces más luz por unidad de tiempo.

En el caso de cámaras de gama profesional con sensor Full Frame, el sensor recoge más de 30 veces más luz que la cámara de un móvil.

Cuando ‘sobra luz’ en la escena, es decir, con buenas condiciones de iluminación: todos los sensores modernos se comportan muy bien.

A medida que hay menos luz en la escena el tamaño del sensor va teniendo más importancia.

Para compensar la falta de luz será necesario subir el valor de ISO (lo podríamos imaginar como la sensibilidad) y eso hace aparecer el ruido electrónico (que aparece como granulado en la imagen y pérdida de detalle y color).

Un sensor grande recoge en conjunto más luz, más información. La relación señal a ruido es mayor (un indicador de calidad de imagen), y a igualdad de valor ISO la calidad de imagen es mejor que en un sensor pequeño.

Dicho de otra forma, en una cámara con sensor grande podremos subir más el valor de ISO manteniendo una calidad similar.

Por ese motivo los móviles y las cámaras compactas de sensor pequeño no suelen tener un buen comportamiento en fotos nocturnas y con poca luz.

Esto no quiere decir que con una cámara de sensor grande vas a obtener fotos perfectas en la oscuridad. Un tamaño de sensor mayor simplemente nos da un rango mayor de situaciones en las que vamos a poder conseguir fotos de cierta calidad.

 

 

¿Qué tal la parte óptica?

Los objetivos de los móviles se diseñan para que ocupen el menor espacio posible (para que no sobresalgan de la superficie del móvil).

La mayoría de los móviles no incluyen elementos móviles como el diafragma (pupila) ni pueden ajustar la distancia focal (zoom físico).

En su lugar suelen incluir 2 o más cámaras independientes, cada una de ellas con su propio sensor y su óptica ajustada a una determinada distancia focal (ángulo de visión)

Por lo demás, la calidad óptica de las lentes de un móvil estaría en general un paso por detrás con respecto a un objetivo típico de una cámara de objetivos intercambiables.

 

¿Y los objetivos externos para usar con móvil?

En el mercado existen muchas opciones para acoplar objetivos externos a la cámara del móvil.

 

Objetivo externo para móvil

 

Por ejemplo son muy comunes los gran angulares (para tener un ángulo de visión más amplio) y los teleobjetivos medios (para conseguir por ejemplo retratos con desenfoque de fondo real o simplemente para poder hacer encuadres más cerrados sin tener que usar el zoom digital)

 

¿Qué ventaja aportan estos objetivos?

En el caso de los objetivos angulares nos permiten ampliar el ángulo de visión sin tener que recurrir al modo panorámico.

En el caso de los teleobjetivos nos van a dar mucha más calidad con respecto al zoom digital del móvil.

Como ocurre con todos los objetivos y elementos ópticos la calidad se paga. Los objetivos con buena calidad óptica son caros.

También la facilidad de uso (sistema de acople al móvil) depende bastante de cada modelo y marca.

En general, si encontramos un buen objetivo (hay marcas como Moment, Sandmarc, Olloclip… entre otras, que ofrecen buenos productos) puede ser un complemento genial para el móvil.

Pero ten en cuenta que al ser un elemento externo su uso puede ser a veces un poco engorroso.

 

 

¿Por qué las fotos de los móviles parecen más bonitas y atractivas?

En general la calidad base de la imagen de una cámara de sensor grande (la materia prima si quieres verlo así) siempre va a ser mucho mejor que la calidad base de la imagen de un móvil o de una cámara con sensor pequeño.

Es una cuestión de Física.

A igualdad de condiciones el sensor grande recibe mucha más luz, muchos más fotones. La información de la imagen será más limpia, con mejor relación señal a ruido.

¿Qué ocurre entonces?

 

Las fotos en el móvil

Para compensar esta desventaja los móviles suelen realizar un procesado de la imagen mucho más agresivo.

Piensa que un móvil es básicamente un ordenador.

Tiene una potencia de cálculo muy grande y además mucha más flexibilidad para procesar la imagen de diferentes formas.

Muchas de las funciones que utilizan los móviles actuales para ‘emular’ ciertas características de las cámaras están basadas en sistemas de redes neuronales (inteligencia artificial).

Por ejemplo, el desenfoque de fondo que puede conseguir un objetivo de una cámara réflex se puede emular combinando la información de dos cámaras en el móvil a través de una IA especializada.

Algunos móviles pueden hacer fotos de gran calidad con poca luz combinando internamente una secuencia de imágenes para minimizar el ruido (aumenta la relación señal a ruido de la imagen final).

Y las aplicaciones de cámara del móvil suelen dar una imagen muy ‘cocinada’: colores muy saturados, con mucho contraste, con filtros aplicados por software, corrección de ruido muy agresiva…

Son imágenes que resultan muy agradables de ver, sobre todo en dispositivos móviles y formatos pequeños.

 

Las fotos en las cámaras

Las cámaras con sensor más grande, por ejemplo las réflex, las cámaras sin espejo o las compactas de gama alta, siguen una filosofía diferente.

Tienen mejor sensor, suelen tener mejor óptica… pero por decirlo de alguna forma son dispositivos más ‘tontos’ (no es realmente así, es una simplificación, internamente las cámaras usan procesadores muy avanzados con algoritmos muy complejos, uso de IAs en algunos casos, etc.)

La mayoría de los fotógrafos quieren además una imagen limpia, sin cocinar en absoluto: una imagen cruda (RAW)

Por decirlo de alguna forma, si pudiéramos ver esa imagen en formato RAW tal cual la entrega el sensor, la veríamos muy plana, sin contraste, con colores apagados y muchísimo menos atractiva que una imagen final que pueda entregar un móvil (o una cámara cuando genera la imagen en formato JPEG).

Pero dentro de esa imagen RAW hay muchísima información de la escena.

El fotógrafo ‘cocina’ la imagen RAW a su gusto en el proceso de revelado digital (edición) donde toma también las decisiones sobre contraste, saturación, rango dinámico, estilo… pero según su criterio artístico o en función del tipo de fotografía y lo que quiere resaltar o expresar con esa foto.

Por ejemplo para intentar mostrar en la imagen lo que él vio y sintió cuando estaba fotografiando la escena.

O para dar un estilo más artístico y alejado de la realidad de la escena.

La cuestión es que es el fotógrafo el que tiene todo el control desde el momento en que hace la foto hasta que obtiene la copia final.

 

Partiendo de una misma escena y condiciones similares, la imagen final a partir de la cámara con sensor grande siempre tendrá más potencial, pero en última instancia depende del fotógrafo y requiere cierto trabajo de edición / revelado.

Con el móvil por otra parte tendremos una versión final directamente, con una calidad aceptable y a veces incluso más atractiva que su equivalente en JPEG directa de cámara. El móvil piensa, decide y procesa según su criterio (los algoritmos que tenga la app que controla la cámara) y es todo más rápido y sencillo para el fotógrafo.

 

 

La inteligencia es la clave

¿Qué diferencias hay entre un móvil que se considera bueno para fotografía con respecto a otro más normalito?

A partir de una cierta gama media todos los móviles tienen una combinación de sensor y óptica muy similar.

Sí, los móviles de gamas más altas tienen margen para incluir quizás elementos ópticos con una construcción más precisa o los sensores tecnológicamente más avanzados.

Sin embargo, si sólo tenemos en cuenta esos factores la diferencia sigue siendo pequeña.

La clave está en cómo el móvil procesa la información que recibe del sensor y cómo saca partido de sus limitaciones físicas para conseguir resultados sorprendentes.

 

Análisis de la escena

En una cámara estándar es el fotógrafo el que conoce el contexto de la escena y puede configurar los parámetros de exposición para que se ajusten a lo que quiere obtener: velocidad de obturación alta porque hay niños jugando en el parque y no paran quietos, gran apertura para desenfocar el fondo, muy poca apertura para crear un efecto ‘starburst‘ con el sol, muy larga exposición para crear efecto seda en el agua…

El móvil está diseñado para un usuario típico que no quiere saber nada de configuración ni parámetros, sólo quiere hacer una foto y que salga perfecta.

La parte más compleja probablemente es la de análisis de la escena. El móvil no sabe lo que quiere el fotógrafo ni el contexto de la escena, así que tiene que decidir en base a una serie de algoritmos que cubren los casos más típicos.

El resultado final depende bastante de este proceso inicial, porque el móvil decide qué configuración es la más adecuada (según su criterio) y qué algoritmos de procesado de imagen tendrá que utilizar para optimizar la foto final (igualmente para vídeo)

Por muy buena que sea toda la cadena posterior, si falla en el análisis de la escena el resultado será probablemente un desastre.

 

Gestión del rango dinámico

Aquí tienes más información sobre qué es el rango dinámico en fotografía.

El rango dinámico nos habla del contraste global de la escena, desde las zonas más brillantes hasta las zonas más oscuras.

Una escena típica a pleno sol puede tener un rango dinámico muy grande, que no es capaz de recoger el sensor de una cámara. Y que tampoco es capaz de mostrar una pantalla.

Por ejemplo, en esas situaciones, si sacamos correctamente la cara de una persona (correctamente expuesta) la parte del cielo sale completamente blanca, sin ningún detalle (se ha perdido todo el detalle en las altas luces).

Otro ejemplo sería por ejemplo un contraluz: la parte del cielo se ve bien, pero sólo vemos la silueta en negro de la persona (se ha perdido todo el detalle en las sombras)

Lo que se puede hacer (aplicando diferentes técnicas) es comprimir ese rango dinámico para que ‘quepa’ en el rango dinámico que puede reproducir una pantalla. Ese tipo de técnicas se suelen conocer como técnicas HDR (high dynamic range)

Comprimir el rango dinámico es algo bastante complejo, porque depende de cada escena.

Si no se hace bien se percibirán en la imagen halos, artefactos y colores muy poco coherentes para esa escena.

Uno de los mayores logros de los móviles es que sus modos HDR (específicos o aplicados de forma automática) consiguen resultados bastante decentes para la mayoría de las escenas.

Cuando nos hablan de que un móvil tiene un buen rango dinámico… en realidad nos están diciendo: este móvil tiene un software que, para esta situación concreta, ha sido capaz de hacer una buena compresión de rango dinámico.

 

Desenfoque del fondo / modo retrato

Este es un ejemplo de lo que puede hacerse de forma digital para emular lo que hace un objetivo real.

El tamaño de sensor de un móvil y su objetivo ofrecen una profundidad de campo muy grande (gran parte de la escena está enfocada)

Para un móvil sería físicamente imposible hacer fotografía de retrato con el fondo desenfocado.

Sin embargo la mayoría de los móviles actuales incluyen un modo retrato que emula bastante bien ese efecto.

Aquí las diferencias entre diferentes modelos, marcas y gamas está en el software: los algoritmos que utilizan para emular el fondo desenfocado y perfilar a la persona en primer plano. Y muy relacionado: la potencia de cálculo del procesador para hacer esto en tiempo real.

 

Modos nocturnos

Otro ejemplo de cómo los móviles pueden ir más allá de sus limitaciones físicas.

El sensor del móvil no puede recoger mucha luz.

Para hacer una foto con poca luz necesitaría del orden de 4 o 5 veces más tiempo de exposición que una cámara o necesitaría subir el ISO en la misma proporción.

¿Cómo se puede solventar esta limitación?

El modo nocturno que incluyen algunos móviles lo que hace es tomar una secuencia rápida de fotos (en lugar de hacer una única foto de larga exposición que saldría movida si no usamos trípode)

Cada una de esas imágenes saldrá muy oscura porque el sensor ha recibido muy poca luz. Pero el móvil realiza una composición (apilado) que suma la luminosidad que corresponde a la escena real y resta el ruido electrónico, para dar lugar a una imagen final con muy buena calidad.

El software interno es capaz de compensar los pequeños movimientos del móvil, a través por ejemplo de la información que le proporciona el giróscopo interno, o tomando puntos de la escena como referencia, de tal forma que el apilado no genere una imagen movida.

Y finalmente el algoritmo (a veces una red neuronal) decide cómo procesa los colores para generar la imagen final.

Los resultados pueden llegar a ser impresionantes.

 

La diferencia en las prestaciones de diferentes móviles está en los algoritmos que utilizan y la potencia de cálculo.

Para determinadas situaciones la ‘inteligencia’ de algunos móviles puede ofrecer resultados similares a los que obtendríamos con un equipo fotográfico tradicional. Con la diferencia de que para usar el móvil prácticamente no necesitamos conocimientos de fotografía.

Por otra parte una cámara tradicional puede resolver muchísimas más situaciones y nos da una materia prima mucho mejor. Pero también a costa de más conocimientos y más tiempo (preparación, revelado, edición…)

 

 

Vida útil del móvil vs una cámara estándar

Este es otro aspecto a tener en cuenta.

Para fotografía, una cámara digital de objetivos intercambiables de los últimos 10-15 años cumple perfectamente y se puede seguir utilizando sin ningún problema.

Una cámara de ese tipo ‘crece’ con los objetivos que vamos adquiriendo. Y los objetivos son elementos que pueden durar toda la vida, literalmente.

En vídeo ha habido una evolución más intensa, con lo que depende mucho de las necesidades, pero digamos que una cámara de los últimos 5-6 años puede cubrir perfectamente las situaciones típicas.

La vida media de un móvil es mucho más corta. Un móvil con 3 años en muchos casos se considera ‘obsoleto’, si es que sobrevive, ya que hacemos un uso muy intensivo.

 

Resumen móvil vs cámara para fotografía

 

Ventajas del móvil

  • El móvil lo llevamos siempre encima. La mejor cámara es la que tenemos con nosotros en el momento que la necesitamos.
  • El móvil suele ser más ligero y con un formato más pensado para llevar en un bolsillo
  • En muchos casos las limitaciones físicas las compensa con el procesado digital de la imagen o utilizando técnicas internas que son transparentes al usuario (p.e. composición de múltiples imágenes, uso de IA…)
  • Muy buena calidad de imagen cuando las condiciones de luz son adecuadas
  • Imágenes muy atractivas (contraste, saturación, filtros…) sin tener que hacer edición posterior
  • En la mayoría de los casos el móvil lo hace todo automáticamente, no hay que pensar ni tener conocimientos avanzados…
  • … Y eso nos da más libertad para centrarnos por ejemplo en el encuadre y en la parte más artística
  • Las imágenes se pueden compartir directamente en redes sociales, se pueden enviar… su gestión es mucho más rápida y sencilla que en una cámara

 

Ventajas de una cámara réflex o EVIL

Es decir, una cámara con sensor grande, de objetivos intercambiables con respecto al móvil

  • Mucha más flexibilidad ya que podemos elegir el objetivo más adecuado para cada situación y cada tipo de fotografía
  • La cámara capta la ‘realidad‘ mediante procesos físicos (p.e. profundidad de campo, zoom óptico, apertura del diafragma), no los emula mediante software
  • Los parámetros técnicos de la imagen son mejores: mayor rango dinámico, mejor relación señal a ruido.. Es decir, la imagen tal cual sale de la cámara tiene más potencial y se le puede sacar más partido
  • Permite tomar el control total. El usuario es el que conoce el contexto de la escena y qué es lo que quiere conseguir
  • El comportamiento es mucho mejor cuando las condiciones de luz son más delicadas: imágenes más limpias.
  • La vida útil es mucho mayor, aunque dependerá de nuestras necesidades en el futuro (nadie puede prever qué tipo de fotografía o vídeo haremos a medio largo plazo)

 

Otras diferencias entre cámaras y móviles

Para sacar partido a una cámara se necesitan ciertos conocimientos mínimos de fotografía (gestión de la exposición por ejemplo)

Si usamos una cámara en su modo automático perdemos muchas de las ventajas que nos proporciona.

La idea de comprar una cámara réflex o EVIL no debería tener como objetivo sacar buenas fotos, sino aprender. Aprender y disfrutar aprendiendo.

Es un círculo virtuoso porque cuanto más aprendes más puedes exprimir las capacidades de la cámara y más satisfecho estás con los resultados (es un proceso que no termina nunca)

Con un móvil todo es más sencillo de inicio.

Pero piensa que es un arma de doble filo. Si el móvil toma las decisiones por ti y no te da pie a aprender fotografía, nunca vas a saber por qué ciertas fotos salen bien y te gustan, mientras que otras salen mal y no son tan atractivas.

Una persona que tiene conocimientos de fotografía puede sacar partido a cualquier cámara que tenga en sus manos (móvil, compacta, réflex… ). Sabe cuáles son sus límites y sus puntos fuertes, y utilizará las técnicas más apropiadas para cada situación.

 

Experiencia de uso

La experiencia de uso también es diferente, aunque esto es algo personal y subjetivo.

En mi caso, aunque me gusta cacharrear y probar todo, la mejor experiencia cuando salgo a hacer fotos me la da una cámara.

Disfruto más… por el motivo que sea.

No se trata de que vaya buscando una cierta calidad de imagen o de pensar que con la cámara voy a conseguir mejores fotos que con el móvil…

Es simplemente que me divierte más todo el proceso: desde planificar la salida, el hecho de llevar la cámara, la forma de hacer las fotos… y luego la parte de revelado / edición…

Con el móvil mi sensación es más bien como de estar utilizando una herramienta funcional, que está ahí en caso de que no haya podido llevar la cámara o si surge una situación que me pilla sin la cámara a mano.

 

Guía rápida para elegir móvil o cámara

Partimos de la base de que todos tenemos ya un móvil.

La cuestión es:  ¿invierto en un móvil con buen rendimiento para fotografía o invierto en una cámara de fotos?

Aquí vamos a ver algunos casos típicos

 

Móvil vs cámara compacta de sensor pequeño

La ventaja de la cámara compacta va a estar en su objetivo, en la parte óptica.

La cámara va a poder hacer zoom óptico.

El móvil, si tiene más de una cámara podrá usar la cámara secundaria para conseguir normalmente un zoom x2 óptico. Más allá de ese zoom no vale la pena en los móviles porque lo que hace internamente es recortar la imagen, usar sólo una parte central del sensor, con lo que perderemos muchísima calidad.

Por lo demás, si sueles usar encuadres abiertos en tus fotografías seguramente un móvil de gama media o media alta va a ofrecer imágenes con la misma calidad que una cámara compacta (o incluso mejor dependiendo de la situación)

 

Móvil + objetivos externos

Esta opción es muy interesante porque esos objetivos son muy pequeños y se pueden llevar en un bolsillo.

Recuerda que los elementos ópticos de buena calidad suelen ser caros. Los objetivos externos baratos normalmente van a degradar la calidad de imagen que puede producir un móvil.

El resultado del conjunto se podría equiparar con el de una compacta, aunque la compacta normalmente tiene un zoom continuo por todo su rango focal, mientras que los objetivos externos suelen ser de focal fija.

 

Uso profesional

Aquí creo que no hay duda. Salvo casos muy concretos y específicos, una cámara tradicional, sobre todo de objetivos intercambiables.

Con uso profesional me refiero a una cámara que vamos a usar para temas relacionados con nuestro negocio: fotografía de producto, fotografía corporativa / de empresa, fotos de interior para inmobiliarias, fotografía para redes sociales (dependiendo del perfil del negocio)…

Como hemos comentado vamos a tener más flexibilidad tanto por la parte óptica como por el margen adicional cuando las condiciones de luz no sean perfectas.

Y vamos a trabajar con una mejor materia prima a la hora de editar y publicar.

 

Cámara para viajes

Por ejemplo, vamos a hacer un viaje de vacaciones en familia en el que recorreremos lugares turísticos: ciudades, paisajes, museos…

Es un caso típico en el que nos planteamos:

  • Si llevo una cámara voy a sacar mejores fotos, pero voy a estar todo el día cargando con ella y voy a acabar harto.
  • Si sólo llevo mi móvil es posible que en algunas situaciones me arrepienta de no haber llevado una cámara.

 

No hay una respuesta. La decisión es personal y cada uno tiene que ver qué es más prioritario.

Desde luego, si llevas la cámara a cuestas ‘por obligación’ y no disfrutas con ella, eso se va a reflejar en tus fotos. El estado de ánimo es muy importante.

Afortunadamente en el mercado hay muchas opciones diferentes y se puede ir con un equipo muy ligero: cámaras compactas de gama media-alta, cámaras réflex ligeras, cámaras sin espejo pequeñas… que en general nos van a dar más flexibilidad y más calidad de imagen en la mayoría de las situaciones.

Y si no te apetece llevar nada de equipo fotográfico, el móvil es la opción. Puedes complementarlo con algún objetivo externo para cubrir más situaciones.

 

Cámara para el día a día

Aquí creo que el móvil es la mejor herramienta posible, simplemente porque siempre va con nosotros a todas partes.

Con una compacta de gama media alta también tienes esa opción de llevarla prácticamente en un bolsillo y tener un buen equipo siempre contigo.

 

Cámara para aprender fotografía

Se puede aprender fotografía con cualquier cámara y prácticamente con cualquier móvil.

Sin embargo, una parte del aprendizaje tiene que ver con entender la exposición y gestionarla de forma manual.

Creo que una cámara con modo manual, diales y botones físicos ayuda muchísimo a entender cada situación fotográfica.

Y yo recomendaría además una cámara de objetivos intercambiables (réflex o EVIL) porque te va a permitir evolucionar mucho más. Aquí tienes algunas cámaras interesantes para aprender fotografía.

Si quieres comenzar aprendiendo fotografía con un móvil te recomiendo instalar alguna app (p.e. Open Camera) que te permita controlar los parámetros de exposición de forma manual.

En cualquier caso, si te gusta el mundo de la fotografía y quieres aprender o quieres mejorar tus conocimientos no hace falta que inviertas un montón de dinero en equipo. Si tienes un móvil: empieza con él.

 

La fotografía está por encima de estas luchas

Si eres fotógrafo aficionado lo más importante es disfrutar haciendo fotos. Disfrutar, aprender y mejorar…

La calidad de una foto está en la parte artística:

  • Captar ese momento especial
  • El encuadre y la composición
  • La luz
  • La historia que cuenta esa imagen o las sensaciones que produce al verla (sobre todo al verla uno mismo)

Ese sería el 95% que realmente importa en una foto.

El otro 5% sería la parte a la que nos referimos como ‘calidad de imagen‘ que tiene que ver con los parámetros técnicos: fidelidad de color, ausencia de ruido, resolución, etc.

Lo cierto es que no necesitas una súper cámara ni el móvil de gama más alta para hacer buenas fotos y para aprender.

Trata de aprovechar al máximo la cámara que tengas y disfruta, creo que esa es la clave.

 

 

Qué es la profundidad de campo en fotografía

En este artículo vamos a intentar entender qué es la profundidad de campo y qué es el bokeh

 

Profundidad de campo en fotografía

Ian Sane (CC BY 2.0)

 

Como vimos en la entrada sobre la distancia focal, el enfoque se consigue cuando la imagen del objeto (plano de imagen) se proyecta justo en el plano del sensor.

Vamos a ver ahora qué implicaciones tiene en fotografía y algunos conceptos de esos raros como la profundidad de campo.

Para entenderlo de forma intuitiva, vamos  a suponer en la siguiente imagen que estamos enfocando con la cámara al objeto naranja.

Eso quiere decir que estamos haciendo coincidir el plano de imagen ‘naranja’ con el plano del sensor, de tal forma que los rayos de luz que parten del objeto naranja convergen en el plano del sensor y forman una imagen nítida.

Profundidad de campo en fotografía

Cada uno de los puntos del objeto naranja generará el punto correspondiente en la imagen.

Si nos fijamos en el objeto verde, que está más separado de la lente, y dibujamos las trayectorias que siguen los rayos de luz, nos daremos cuenta que su imagen se forma ligeramente por delante del sensor.

Eso quiere decir que el sensor lo que ve es un borrón por cada punto del objeto verde..

Los rayos de luz o los fotones que salen de un punto verde acaban esparcidos por una superficie más extensa en la imagen proyectada en el sensor.

Esos fotones se mezclan con los fotones correspondientes a otros puntos cercanos del objeto verde y de otros elementos de la escena. Esa mezcla hace que se pierdan detalles de la textura y color.

Decimos que el objeto verde se ve desenfocado.

Lo mismo ocurriría con objetos que estén más cerca que el objeto naranja.

Todos los objetos que se encuentren por detrás o por delante del punto que estamos enfocando aparecerán desenfocados en mayor o menor medida: así es como funcionan las lentes, no es que se trate de defectos de fabricación de las lentes físicas.

 

Círculo de confusión

Ese borrón que genera cada punto que está fuera del plano de enfoque se conoce con el nombre de círculo de confusión.

Tiene lógica porque en lugar de ver un punto definido, vemos un círculo difuminado.

Un punto muy desenfocado equivale a un círculo de confusión grande.

Un punto que no está muy desenfocado equivale a un círculo de confusión pequeño.

Si es suficientemente pequeño el círculo de confusión llega un momento en que el ojo humano no puede distinguir si se trata de un punto o de un borrón muy pequeñito.

Ésa sería la frontera en la que no podríamos decir (al ver la imagen) si algo está perfectamente enfocado o si notamos que no se ve nítido.

Es algo subjetivo porque depende de la agudeza visual de cada persona.

 

Qué es el círculo de confusión en fotografía

La agudeza visual es diferente para cada persona y depende además de las condiciones de iluminación y otros factores, pero está en el entorno de 1 a 5 minutos de arco (es un ángulo muy estrecho, un minuto de arco es 1 grado dividido en 60 partes). Todo lo que quede por debajo de ese ángulo el ojo lo ve como un punto nítido.

 

Lo importante aquí es que lo que entendemos por nitidez no depende sólo de tamaños absolutos, del tamaño físico de los puntos o los círculos de confusión, depende también de la distancia desde la que vemos la imagen.

Profundidad de campo - Agudeza visual humana

 

Para un uso normal de la imagen impresa (por ejemplo una copia en papel de 10×15 vista a unos 25-30cm) se determinó que para un sensor Full Frame el círculo máximo que se considera como punto aceptablemente nítido (enfocado) es de 0.03mm, y para un sensor APS-C unos 0.02mm.

La diferencia está en que cuanto más pequeño sea el sensor, más habrá que redimensionar esa imagen para conseguir el mismo tamaño final impreso.

Todos los puntos de la escena que aparezcan en el sensor con un círculo de confusión menor, se considera que son puntos nítidos.

Pero ten en cuenta que el criterio de nitidez es subjetivo y depende también del uso final de la imagen (tamaño y distancia a la que se va a ver). 

 

Profundidad de campo

La profundidad de campo de una escena sería la distancia, por delante y por detrás del punto de enfoque, en que la imagen aparece aceptablemente nítida (es decir, la parte de la escena cuyos puntos generan en la imagen círculos de confusión muy pequeños).

En la parte en la que decimos ‘aceptablemente nítida‘ se engloban todos los criterios subjetivos que habíamos comentado en el apartado anterior.

 

Profundidad de campo

 

Por ejemplo, en la imagen anterior tenemos un ejemplo típico donde podemos entender mejor la profundidad de campo.

Estamos haciendo el retrato de una persona o estamos grabando a esa persona en vídeo.

El objetivo de la cámara tendrá una determinada configuración: apertura y distancia focal.

Y esa cámara está situada a una determinada distancia del sujeto principal.

En esas condiciones, hay una zona de la escena en la que todos los objetos que estén dentro aparecerán en la imagen con una nitidez aceptable.

Los objetos que estén fuera, por ejemplo la ventana del fondo, aparecerán desenfocados.

Cuando veamos la fotografía final o el vídeo percibiremos que el sujeto principal se ve nítido, mientras que la ventana se ve algo más borrosa, desenfocada.

 

La profundidad de campo la podemos ver como una limitación, pero en realidad es un recurso artístico.

En algunos sitios verás que se hace referencia a la profundidad de campo con las siglas PDC en castellano, y con las siglas DoF en inglés.

Vamos a ver de qué depende la profundidad de campo y cómo podemos intentar controlarla para conseguir el efecto artístico deseado en nuestras fotos y vídeos.

 

El diafragma

La profundidad de campo está muy relacionada con la apertura del diafragma.

A medida que vamos cerrando el diafragma impedimos el paso de muchos fotones que llegaban desde trayectorias más separadas del eje.

Profundidad de campo en fotografía

 

En el ejemplo anterior, la imagen del objeto verde se sigue formando en su plano de imagen, esto depende exclusivamente de la distancia focal de la lente.

Pero en el plano del sensor llegan los rayos con los ángulos más cerrados y el borrón que se forma es más pequeño a medida que dejamos un agujero de entrada más reducido en el diafragma.

Con el diafragma muy cerrado prácticamente todos los puntos de la imagen tendrán nitidez (nitidez aceptable), la profundidad de campo será mucho mayor.

 

Profundidad de campo en fotografía

 

Cerrar el diafragma implica que perdemos por el camino mucha luz de la escena.

Y también implica que los efectos de difracción de la luz comenzarán a ser más visibles.

La difracción tiene el efecto de pérdida de nitidez global en la imagen, con lo que si cerramos demasiado el diafragma (a partir de f/16, f/22… dependiendo del tipo de sensor y otras cuestiones) lo que ganemos por profundidad de campo igual lo perdemos por difracción.

Como ocurre con casi todo en fotografía (y en la vida en general), tendremos que buscar el compromiso más adecuado en cada situación.

 

Distancia focal y distancia de enfoque

El efecto del diafragma es bastante independiente y se entiende muy bien de forma intuitiva.

Otros dos factores que influyen sobre la profundidad de campo son la distancia focal y la distancia entre la cámara y el sujeto que estamos enfocando.

No voy a entrar en detalles, porque son efectos un poco más complejos y habría que tirar de matemáticas.

Vamos a intentar entenderlos de forma intuitiva.

 

Distancia focal

La distancia focal está relacionada con la magnificación de la imagen: la relación entre el tamaño de la imagen de un objeto y el tamaño real del objeto en la escena (recuerda que estamos hablando siempre de la imagen óptica, la que proyecta el objetivo)

Si juegas un poco con el trazado de rayos de una lente simple, verás que si mantienes los demás parámetros iguales (distancia a los objetos de la escena y apertura), la variación de la distancia focal implica un cambio en la magnificación de los objetos de la escena, y también un cambio en la magnificación de los círculos de confusión.

 

Profundidad de campo - Efecto de la distancia focal

Recuerda que en todos los casos estamos enfocando al objeto naranja. Al cambiar la distancia focal necesitaremos ‘reenfocar’: el plano del sensor tiene que quedar en la posición del plano de imagen del objeto naranja.

Los tamaños relativos de los objetos escalan en cierta forma al aumentar la distancia focal. Podríamos pensar que, si todo escala más o menos en la misma proporción, no notaríamos el cambio en los círculos de confusión.

Pero el tamaño máximo del círculo de confusión es un valor ‘absoluto’ por decirlo de alguna forma. Si un punto de la escena se convierte en un círculo de confusión grande en la imagen: lo vamos a percibir como desenfoque, da igual su tamaño relativo con respecto al objeto principal.

A modo de resumen: una distancia focal más grande implica mayor magnificación de los círculos de confusión, y por tanto una profundidad de campo menor.

 

Distancia de enfoque

Para ver el efecto de la distancia de enfoque vamos a plantear un experimento similar.

Dejamos todos los parámetros iguales, no cambiamos nada de la escena, y sólo cambiamos la distancia entre la ‘cámara’ y el objeto que queremos enfocar.

Por ejemplo nos acercamos más a ese objeto, y lógicamente tendremos que ‘reenfocar’ para seguir enfocando al objeto naranja:

 

Profundidad de campo - Efecto de la distancia de enfoque

Cuando nos acercamos a un objeto conseguimos también una mayor magnificación de su imagen.

Y de forma similar tendremos una mayor magnificación de los círculos de confusión que corresponden a puntos de otros objetos que estén fuera del plano de enfoque.

Por lo tanto, se reduce la zona de la escena que aparecerá nítida en la imagen.

Una distancia menor entre la cámara y el objeto que queremos enfocar implica una profundidad de campo menor.

Una distancia mayor entre la cámara y el objeto que queremos enfocar nos dará una mayor profundidad de campo.

 

Distancia focal vs distancia de enfoque

El problema es que en la práctica la distancia focal y la distancia de enfoque no son parámetros independientes entre sí.

Cuando vamos a hacer una foto (o un vídeo, todo lo que comentamos aquí tiene que ver con la óptica, da igual si se trata de fotografía o vídeo) lo que buscamos es un determinado encuadre y una determinada perspectiva.

Para conseguir la perspectiva tenemos que elegir la distancia de separación al objeto principal. Por ejemplo, si estamos haciendo un retrato estaremos situados a unos metros de la persona, del sujeto principal.

Y para conseguir el encuadre (primer plano de la cara, medio cuerpo, cuerpo entero…) tenemos que elegir el objetivo, con la distancia focal adecuada para tener ese ángulo de visión concreto.

Si lo piensas un poco, verás que en la práctica a veces no tendremos tanta libertad a la hora de elegir parámetros.

En la práctica, los efectos de la distancia focal y la distancia de enfoque están interrelacionados.

 

 

¿De qué depende entonces la profundidad de campo?

La profundidad de campo depende de:

  • De la distancia entre la cámara y el objeto que estamos enfocando.
    A menor distancia entre la cámara y el objeto, menor profundidad de campo (menos zona nítida)..
  • De la apertura del diafragma.
    Cuanto mayor sea la apertura (números f/N  bajos) menor profundidad de campo.
    Por ejemplo, con f/1.8 (mayor apertura) la profundidad de campo será menor que con f/16 (menor apertura)
  • De la distancia focal.
    A mayor distancia focal menor profundidad de campo
    .
  • Del tamaño del sensor.
    A mayor tamaño del sensor menor profundidad de campo.
    El tamaño del sensor afecta de forma directa al círculo de confusión máximo que se considera aceptablemente nítido (por el efecto de escalado a la hora de imprimir en un determinado tamaño, la imagen de un sensor pequeño habrá que escalarla más, lo que implica escalar también los círculos de confusión).

 

El efecto directo del tamaño del sensor suele ser muy pequeño.

Sin embargo sí afecta de forma indirecta.

A igualdad de las demás condiciones (distancia focal y apertura) para obtener un determinado encuadre con dos cámaras con diferentes sensores:

  • La cámara con sensor más grande tiene que colocarse más cerca del sujeto y obtendrá una profundidad de campo menor (mayor desenfoque del fondo)
  • La cámara con sensor más pequeño tendrá que colocarse más lejos del objeto para mantener el mismo encuadre, y por lo tanto su profundidad de campo será mayor

 

¿Matemáticas para hacer una foto?

La profundidad de campo no es simétrica (no cubre la misma distancia por delante que por detrás del objeto).

Por eso, más que la profundidad de campo total, nos interesaría saber los límites (distancias) dentro de las cuales aparecerá nítida la imagen.

Dicho de otra forma, nos interesaría conocer las distancias reales dentro de la escena, como si las pintáramos con tiza en el suelo: desde esta raya hasta aquella otra, todo lo que esté entre las dos líneas estará ‘enfocado’, el resto estará desenfocado.

La relación entre los parámetros que determinan la profundidad de campo es un poco compleja, y las ecuaciones matemáticas, dependiendo del modelo de simplificación que se elija, pueden dar un poco de miedo.

Salvo casos muy muy concretos, no necesitamos un cálculo exacto de las distancias y de la profundidad de campo.

A veces simplemente se hace una estimación a ojo, por ejemplo si hacemos fotos en estudio (en un entorno nuestro, controlado, donde sabemos dónde estará colocado cada elemento), podemos tener una idea de la zona nítida a base de prueba y error, y luego simplemente tomamos referencias para las siguientes sesiones.

También los fotógrafos más experimentados tienen ya una idea aproximada de la profundidad de campo en función del objetivo que están usando, condiciones de la escena, etc.

Para los demás, la forma más sencilla es instalarnos una pequeña app en nuestro teléfono.

Puedes buscar DoF o DoF calculator (DoF son las siglas de Depth of Field, profundidad de campo).

La mayoría de estas app te permiten preconfigurar un perfil con las características de tu cámara: tipo de sensor, distancia focal del objetivo que llevas en ese momento, etc. y luego sólo habría que configurar la distancia al objeto y la apertura, para ver qué profundidad de campo tienes realmente en esas condiciones.

Estas calculadoras suelen utilizar un modelo sencillo, que es bastante preciso para la mayoría de situaciones.

Pero esos modelos no suelen ser válidos para fotografía macro. Si vas a hacer fotografía macro es mejor buscar alguna app o calculadora online específica para macro.

 

Más cosillas sobre la profundidad de campo

La profundidad de campo no depende de la calidad óptica del objetivo.

La calidad óptica afectaría a la nitidez global de la imagen y a la nitidez en la parte periférica, hacia los bordes de la imagen.

La nitidez de todos los objetivos es máxima en la parte central de la imagen y decae en mayor o menor medida hacia los bordes. Esto tiene que ver con la propia naturaleza del funcionamiento de las lentes y con el comportamiento de las ondas electromagnéticas que constituyen la luz.

Muchas veces ocurre que el objeto enfocado está en la zona central del encuadre y vemos que el fondo aparece menos nítido. Esa falta de nitidez puede ser debida al comportamiento del propio objetivo (su ‘nitidez’) o puede ser debida a la profundidad de campo, o a una mezcla de ambos efectos.

Recuerda que el criterio de nitidez es subjetivo y dependerá del uso final de la imagen.

Los cálculos que hacen por ejemplo las calculadoras de DoF se basan en un determinado círculo de confusión máximo que se considera estándar o adecuado para los usos habituales de la imagen: imagen impresa en papel en los formatos típicos.

Si tu criterio de nitidez es más estricto puedes usar un valor más pequeño del círculo de confusión. Muchas de esas aplicaciones permiten definir el valor del círculo de confusión máximo.

 

¿Cuándo queremos tener poca profundidad de campo?

Básicamente cuando buscamos que el objeto principal de la escena aparezca enfocado mientras que el fondo aparece muy desenfocado, formando una mezcla agradable de colores y luces (bokeh), de tal forma que toda la atención se centra en el objeto protagonista.

Este efecto se utiliza por ejemplo en retrato, para destacar al protagonista con respecto al fondo. Es un recurso artístico.

¿Qué podríamos hacer para conseguir el efecto de desenfoque artístico del fondo en fotografía de retrato?

  • Elegir un objetivo con una distancia focal media (teleobjetivo medio)
    Del orden de 85mm a 200mm suele estar bien para retrato.
    En APS-C el objetivo de 50mm corresponde a unos 75mm de focal equivalente, también da buenos resultados.
  • Elegir un objetivo con una apertura grande (número f pequeño)
    Con una apertura del orden de f/2.8 o superior (f/2.0, f/1.8, f/1.4 …) tendremos más margen para conseguir la configuración más adecuada.
  • Necesitaremos situarnos relativamente cerca del sujeto, por ejemplo para un encuadre de retrato de cara o de medio cuerpo.
    A medida que acerquemos la cámara al sujeto disminuirá la profundidad de campo.
    Pero ten en cuenta que si te acercas mucho la perspectiva hará que cambien las proporciones de la cara (p.e. nariz más grande y orejas más pequeñas)
  • Para las mismas condiciones de la escena, encuadre y objetivo, una cámara con sensor grande conseguirá más desenfoque del fondo (con respecto a sensores más pequeños) porque para el mismo encuadre estaremos más cerca del sujeto.
  • Interesa que el fondo esté lo más alejado posible del sujeto principal de la escena

 

Como comentaba al principio del artículo, la separación entre la cámara y el sujeto determina la perspectiva. Y la distancia focal determina el encuadre para esa distancia. Así que se trata de buscar un equilibrio entre separación y distancia focal.

Cuanto más pequeño sea el sensor (para un determinado encuadre) más difícil será conseguir una profundidad de campo pequeña (desenfoque selectivo / bokeh), habría que recurrir a un objetivo con gran distancia focal y una apertura muy grande, y situarse más cerca del sujeto.

 

Limitación del equipo

El equipo (cámara + objetivo) nos puede llegar a limitar si queremos buscar una profundidad de campo reducida.

Las cámaras con sensor pequeño tienen a su vez objetivos con una distancia focal real más pequeña.

Por ejemplo en las cámaras compactas con sensor pequeño es muy difícil conseguir este tipo de efectos salvo en fotografía macro, donde el sujeto principal está muy cerca de la cámara.

Lo mismo ocurre con las cámaras de los móviles. El modo retrato de los móviles puede simular una profundidad de campo pequeña mediante inteligencia artificial (modificando la imagen real que obtiene el sensor).

También nos puede limitar la apertura del objetivo.

Si el objetivo no tiene una gran apertura máxima (p.e. f/5.6) nos va a resultar un poco más complicado conseguir una profundidad de campo pequeña. Tendremos que intentar jugar con los otros parámetros: la distancia focal más grande del objetivo y situarnos un poco más cerca del sujeto principal.

Con una cámara con sensor APS-C se pueden conseguir muy buenos resultados por ejemplo con un objetivo luminoso como el 50mm f/1.8. En las APS-C la focal equivalente sería de unos 80-85mm, prácticamente un tele corto, por lo que necesitaremos algo de espacio para encuadrar.

Si nos podemos permitir un 50mm f/1.4 tendremos un poco más de flexibilidad para conseguir ese efecto. O podemos buscar objetivos un poco más largos, como un 85mm f/1.8 o similar.

 

¿Cuándo queremos tener mucha profundidad de campo?

Cuando queremos mostrar nítida toda la escena, o la mayor parte de ella, desde los objetos más cercanos hasta los más lejanos.

Por ejemplo en fotografía de paisajes, monumentos, panorámicas..

También en vídeo, por ejemplo si trabajamos con enfoque manual necesitamos un margen, una zona en la que el protagonista puede moverse con libertad y sigue estando enfocado, sin tener que estar corrigiendo constantemente el enfoque.

Receta para conseguir una gran profundidad de campo:

  • Utilizar distancias focales cortas.
    Con los objetivos gran angulares tendremos más profundidad de campo a igualdad de condiciones.
  • Cerrar más el diafragma si nos lo permiten las condiciones de luz de la escena.
    Cuanto más cerremos el diafragma más profundidad de campo tendremos.
  • Situarnos a más distancia del sujeto.
    A medida que alejamos la cámara aumentamos la profundidad de campo.

 

Hay veces en que la profundidad de campo viene condicionada por las circunstancias externas.

Por ejemplo si hacemos una fotografía de grupo en interior con poca luz, seguramente tendremos que abrir mucho el diafragma y puede ocurrir que la profundidad de campo se reduzca tanto que algunas personas del grupo queden desenfocadas (las más cercanas o más alejadas del punto de enfoque).

En esos casos habría que reducir la apertura y compensar de alguna forma: aumentando la iluminación si es posible, recurriendo al flash, aumentando la sensibilidad (ISO más alto), disparando con trípode para aumentar un pelín el tiempo de exposición..

Este problema también se da bastante al grabar vídeo con una cámara de sensor grande en condiciones de luz escasa con el diafragma muy abierto.

La profundidad de campo puede ser muy pequeña, de tal forma que cualquier movimiento de la persona que estamos grabando puede hacer que salga desenfocado.

En las sesiones de grabación de vídeo profesional se utilizan marcas en el suelo y referencias para que los actores (y los operadores de cámara) tengan en cuenta los límites de la zona que queda dentro de enfoque.

En fotografía macro se trabaja con distancias muy pequeñas y a veces es imposible conseguir una profundidad de campo que incluya a todo el objeto de interés (p.e. para que aparezca todo el insecto enfocado). En esos casos a veces se utilizan técnicas de procesamiento de imagen, como el apilado de imágenes (focus stacking).

 

¿Qué es el bokeh?

El término bokeh viene del japonés (boke -traducido como desenfocado o borroso), y en fotografía hace referencia a la calidad del desenfoque del fondo.

Normalmente se habla de bokeh en relación con un determinado modelo de objetivo: ‘este objetivo tiene buen bokeh o genera un buen bokeh….

Aunque no es correcto, también se asocia bokeh con el efecto de desenfoque selectivo (artístico) del fondo.

Es decir, cuando buscamos en una foto mostrar al sujeto principal enfocado y el fondo lo más desenfocado posible, queremos conseguir un buen bokeh (una estética lo más agradable posible en el fondo que complemente al motivo principal sin restarle protagonismo) y a veces se dice simplemente que buscamos el ‘efecto bokeh‘.

Para aclarar:

  • El efecto es el desenfoque de fondo y tiene que ver con la profundidad de campo y con otros factores: la distancia a la que está situado dicho fondo con respecto al sujeto principal, la distancia focal del objetivo, la perspectiva (distancia entre la cámara y el sujeto principal)…
  • El bokeh hace referencia a la calidad del desenfoque

 

La calidad del desenfoque es algo completamente subjetivo y depende del gusto de cada persona.

Se dice que tenemos un buen bokeh cuando se genera en la imagen un desenfoque suave y cremoso, difuminado, sin detalles ni contornos muy marcados que distraigan la atención.

Un mal bokeh correspondería con un desenfoque en el que se aprecian artefactos (elementos distinguibles en la imagen como líneas o formas geométricas generadas por el propio desenfoque) o algún tipo de textura que distrae o no resulta del todo agradable a la vista.

Esto tiene mucho que ver con la psicología y la percepción.

El cerebro humano gasta menos energía analizando una imagen simple, por ejemplo una en la que está muy clara la figura, el protagonista. Y ese ahorro energético se traduce en una recompensa: es una imagen placentera.

Las imágenes con muchos elementos pequeños, con alta frecuencia espacial que no siga un patrón sencillo, le suponen al cerebro un gasto de energía mayor, es como un ruido de fondo que molesta de alguna forma.

Con el desenfoque del fondo y técnicas como la larga exposición (efecto seda en agua por ejemplo) se busca precisamente simplificar la imagen, quitar toda esa alta frecuenta, esos pequeños elementos con sus propios detalles que quitan protagonismo al elemento principal y no aportan información importante.

 

Por eso se valora que el desenfoque de fondo sea muy suave: se busca esa cremosidad que hace que el fondo sea visualmente agradable sin restar protagonismo al sujeto principal.

Desde el punto de vista técnico el bokeh depende básicamente de la calidad geométrica de la lente (cuantas menos aberraciones geométricas mejor) y de la calidad de construcción del diafragma (cuantas más palas mejor porque formará un círculo más perfecto, los diafragmas con pocas palas forman al cerrar un hueco poligonal con aristas más marcadas)

Además, el resultado final dependerá del entorno y del criterio artístico del fotógrafo.

 

La profundidad de campo no mide el desenfoque del fondo

La profundidad de campo nos dice qué zona de la escena (distancias con respecto a la cámara) se verá de una forma aceptablemente nítida en la imagen final.

No nos dice cómo será el desenfoque más allá de esos límites.

Dos configuraciones (distancia focal, distancia al sujeto principal, etc.) pueden dar lugar a la misma profundidad de campo y sin embargo pueden ofrecer un desenfoque del fondo bastante diferente.

El grado de desenfoque más allá de los límites de la profundidad de campo dependerá por ejemplo de la perspectiva (compresión de planos), que depende a su vez de la distancia entre la cámara y el sujeto principal.

También dependerá de la magnificación del objetivo. La magnificación está relacionada con la distancia focal. Objetivos con una distancia focal grande van a magnificar más los círculos de confusión que corresponden al fondo.

Y la distancia a la que está situado el fondo con respecto al sujeto principal (y con respecto a la cámara) también es importante. Cuanto más alejado esté el fondo, mayor será el tamaño relativo de los círculos de confusión con respecto al tamaño de los detalles del fondo.

 

Cómo conseguir un buen desenfoque del fondo

Algunas pautas para conseguir un buen ‘bokeh‘:

 

  • Intentar buscar un encuadre en el que el fondo sea lo más homogéneo posible en cuanto a luminosidad y color, pero con textura.
  • En cuanto al color: si es posible, buscar un fondo que destaque o complemente con respecto a los colores del sujeto principal
  • Intentar, si es posible, que el fondo quede muy alejado del sujeto principal.
    De esa forma el fondo quedará muy fuera de la profundidad de campo y el desenfoque será muy grande
  • Buscamos que la profundidad de campo sea lo más pequeña posible
    Que esté enfocado el sujeto principal, pero que todo lo demás quede desenfocado.
    Por lo tanto se aplica todo lo que hemos comentado para conseguir poca profundidad de campo: distancia focal grande, apertura grande, cámara cerca del sujeto principal…
  • Objetivos con distancias focales grandes ayudan a magnificar los círculos de confusión del fondo
    Pero hay que tener en cuenta que normalmente buscamos un encuadre concreto del sujeto principal y su posición con respecto al fondo. No siempre será posible usar focales muy largas.
  • Si en el fondo hay puntos de luz independientes (luces de una ciudad, árbol de navidad iluminado, hojas de los árboles reflejando luz…) el efecto que se consigue suele ser muy bonito.
    En estos casos es donde más se nota más a simple vista la geometría de las palas del diafragma y algunos efectos de aberración geométrica.
  • En última instancia, la calidad del desenfoque dependerá de las características del objetivo
    Si el objetivo introduce artefactos en la zona desenfocada, patrones muy recargados o repetitivos, etc. es posible que ese desenfoque genere demasiada distracción.

 

 

Hiperfocal

Cuando escuchamos por primera vez términos como hiperfocal o distancia hiperfocal, nos suena a algo esotérico.

Si quieres aparentar ser un fotógrafo ‘top’ puedes soltar la palabra hiperfocal a tus amigos en una conversación.

Hiperfocal, hiperfocal… ¿Será una focal con esteroides? ¿Tendrá que ver con el salto al hiperespacio o el universo hiperlumínico? ¿Viene de una profecía recogida en antiguas runas?…

 

No, lo cierto es que no tiene nada de esotérico.

Se trata simplemente de intentar maximizar la profundidad de campo y jugar con esta zona ‘nítida’ para que incluya los elementos de interés de la escena.

Con un ejemplo se ve mucho más fácil.

Vamos a imaginar la siguiente situación:

Tenemos un paisaje precioso y queremos hacer un retrato a una persona, de tal forma que tanto la persona como el paisaje aparezcan nítidos en la imagen final.

Para el paisaje de fondo podemos considerar perfectamente que está en infinito (infinito en fotografía es: suficientemente lejos, no es el infinito matemático).

¿Qué tendríamos que hacer?

Nos miramos la chuleta de la profundidad de campo y tendríamos que: elegir un objetivo con una focal relativamente corta, situarnos a cierta distancia de la persona, configurar un diafragma bastante cerrado.

Si hacemos las cuentas con una calculadora DoF es posible que nos salgan valores un poco extremos. Por ejemplo que nos tengamos que colocar tan lejos que la persona aparece muy pequeña en el encuadre, o que tenemos que cerrar tanto el diafragma que empiezan a ser visibles los efectos de la difracción (pérdida de nitidez), etc.

Todo esto es válido cuando enfocamos a la persona. Es lógico, el sujeto principal tiene que aparecer nítido.

Pero si lo piensas bien, estamos ‘desperdiciando’ toda la zona que queda por delante de la persona (entre la persona y la cámara). Ahí tenemos una zona que forma parte de la profundidad de campo, pero donde no tenemos ningún elemento de interés.

Por otra parte, ya vimos que la profundidad de campo no es simétrica, en general crece muchísimo más hacia la zona alejada, hacia la zona de infinito.

Y aquí está el truco.

Podríamos maximizar la zona de interés si en lugar de enfocar a la persona enfocamos un poco más allá (p.e. a una piedra o a un elemento que tomemos como referencia)

La persona ya no aparecerá con una nitidez súper-mega-perfecta, pero da igual, estará dentro de la zona que cubre la profundidad de campo. Y en la imagen final impresa en papel la veremos con una nitidez aceptable según nuestros criterios.

Se puede calcular una distancia de enfoque que cumpla que todo lo que hay desde ahí hasta infinito quedará en la zona de nitidez aceptable (círculos de confusión no superan el círculo de confusión máximo según el criterio que tengamos)

Y además tendríamos toda la zona por delante del punto de enfoque, que en este caso concreto sería hasta justo la mitad de la distancia de enfoque.

Esa distancia óptima es la que recibe el nombre de hiperfocal (distancia hiperfocal).

Es la distancia a la que tendríamos que enfocar (distancia entre nuestra cámara y el punto de enfoque) para maximizar la profundidad de campo.

La fórmula matemática de la distancia hiperfocal es algo compleja, pero para la mayoría de las situaciones típicas se puede simplificar como aparece abajo en la figura:

Profundidad de campo - distancia hiperfocal

Donde:

  • f : es la distancia focal del objetivo
  • N : es la apertura indicada por su número F, por ejemplo si la apertura es f/4,  N = 4
  • c : el diámetro del círculo de confusión máximo según tu criterio de nitidez, p.e. 0.03 mm para un sensor Full Frame

 

Vamos a verlo con un ejemplo rápido.

Para la situación que hemos comentado, que aparece en la figura.

Imagina que estamos usando un objetivo de 50mm y que para nuestro criterio de nitidez nos vale con un círculo de confusión máximo de 0.03 mm

Ten en cuenta las unidades, si operamos con milímetros, el resultado saldrá en milímetros. No mezcles unidades, por ejemplo el círculo de confusión a veces lo encontrarás expresado en micras (micrómetros)

Para f=50mm, N=4 y c=0.03mm, nos da una distancia hiperfocal de unos 21 metros.

Es decir, tendríamos que enfocar a algo que esté a esa distancia de nuestra cámara (una piedra por ejemplo).

Y la persona se tendría que colocar a una distancia de como mínimo 11 metros con respecto a la cámara (para entrar dentro de la zona de profundidad de campo, ya que H/2 sería en este caso 21/2, aproximadamente 11 metros)

 

Vamos a probar con otra apertura, por ejemplo si cerramos el diafragma a f/11, nos sale una hiperfocal de unos 8 metros.

Tendríamos que enfocar a algo que esté a unos 8 metros, y la persona se podría colocar a una distancia a partir de 4 metros de la cámara. Si se coloca a 8 metros aparecerá perfectamente enfocada, pero tienes ahí un margen para conseguir un buen encuadre, sabiendo que todo lo que esté a partir de 4 metros de tu cámara aparecerá aceptablemente enfocado.

 

Y no tiene más.

Asusta más la palabra hiperfocal, que lo que realmente significa y cómo se utiliza.

 

Muchas calculadoras de DoF te dan directamente la distancia hiperfocal.

Ten en cuenta que para fotografía macro no valen los modelos más simples, habría que utilizar las fórmulas completas y además tendrías que saber exactamente desde dónde medir, porque en esos casos la distancia de enfoque y la distancia focal son del mismo orden de magnitud. Cualquier milímetro de diferencia cuenta.

 

En muchas situaciones no tendrás tiempo de andar con cálculos y con aplicaciones. Lo que puedes hacer es precalcular para una situación ‘tipo’ que te vayas a encontrar: con tu objetivo, para esa focal, ¿qué hiperfocal me saldría a f/4, a f/8 y a f/16?…

Y te quedas en la cabeza con esos valores orientativos. Cuando tengas que hacer una foto rápida configuras una apertura que te dé margen, y sólo tienes que recordar la distancia aproximada de enfoque. Por ejemplo, imagina que para f/8 son 15 metros: te tienes que acordar de que tienes que enfocar a algo que esté a esos 15 metros (aproximadamente), no a la persona o al objeto que tienes un poco más cerca, y esa persona tendría que estar como mínimo a 15/2, unos 8 metros de tu cámara.

Si necesitas una hiperfocal más corta (p.e. porque no te puedes alejar más del sujeto principal) cierras más el diafragma.

Es decir, en este tipo de situaciones en las que no hay tiempo es la experiencia y la práctica lo que te va a permitir estimar rápidamente.

En situaciones más tranquilas: estudio, sesiones planificadas, etc. puedes usar las calculadoras DoF para estimar con más precisión la profundidad de campo y/o la hiperfocal para tener más control.

 

Edición de la imagen: criterio de nitidez y uso final

A veces, cuando hacemos una foto que creemos que está enfocada y luego la ampliamos en el ordenador podemos ver que no está tan perfectamente enfocada (no es tan nítida) como pensábamos.

Esto puede ser por muchos motivos, incluyendo la calidad de la óptica, la precisión del sistema de enfoque, condiciones de luz de la escena, pequeñas trepidaciones (vibración de la cámara), etc.

Vamos a suponer que la óptica es perfecta, que el sistema de enfoque ha clavado el punto exacto de la escena al que apuntábamos, que el sensor es buenísimo, que no ha habido la más mínima trepidación…

Suponiendo todo eso, todavía quedaría el efecto de desenfoque relacionado con la profundidad de campo.

Ten en cuenta que por el comportamiento y naturaleza de las lentes y la luz: el único plano perfectamente nítido es el que corresponde exactamente al punto del objeto que estábamos enfocando, el plano de enfoque.

Por delante y por detrás de ese plano de enfoque, los puntos (objetos) aparecerán progresivamente más desenfocados, incluso dentro de lo que correspondería a la zona nítida teórica de profundidad de campo.

Si aumentamos mucho la imagen en la pantalla de nuestro ordenador se puede apreciar esa falta de nitidez, en objetos que pensábamos que estarían sobradamente dentro de la profundidad de campo estimada.

Pero ten en cuenta que aumentar la imagen en la pantalla equivale a acercarnos mucho como observadores a una foto en papel o un cuadro.

Un ejemplo para entender esto es un cartel de gran formato: cuando lo vemos a una distancia de 10-20 metros se ve totalmente nítido, pero si nos acercamos a pocos centímetros veremos que los puntos nítidos que veíamos a esas distancias se han convertido ahora en manchas, borrones o patrones de impresión.

Volviendo a la edición de las imágenes en el ordenador: no nos debe preocupar que a esos niveles de aumento dé la sensación de desenfoque o imperfección, porque ése no va a ser el uso de la foto.

La foto se imprimirá a un determinado tamaño o se verá en una pantalla de algún dispositivo (al tamaño real de uso, por ejemplo una imagen en una web o un vídeo). Es en esos usos normales de la imagen donde tienen que aparecer nítidas las zonas enfocadas.

Si en los tamaños normales de visualización notamos falta de nitidez o desenfoque donde no debería haberlo, entonces sí tendremos que preguntarnos qué ha fallado o que está fallando en nuestra cámara, nuestro objetivo, nuestra estimación de profundidad de campo o en nuestra técnica.

 

 

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Criterios para elegir una cámara para fotografía

Criterios para elegir una cámara para vídeo

Vídeo de Jorge Igual sobre la distancia hiperfocal (la primera parte es un poco densa si no tienes del todo clara la parte matemática, pero a partir de la mitad tienes ejemplos y está muy bien explicado)

 

Emisión en directo / streaming con cámaras Sony

Cámaras Sony recomendadas para streaming / emisión en directo y diferentes configuraciones en función de tu cámara Sony o tus necesidades de emisión.

 

Streaming / directos con cámaras Sony

 

Echa un vistazo a este artículo para tener una visión global sobre cámaras y equipo para streaming y emisión en directo.

Aquí nos vamos a centrar en las cámaras Sony sin espejo (sistema Sony E) y compactas avanzadas.

 

 

 

HDMI vs USB

Hay básicamente dos métodos para enviar la información de vídeo desde la cámara hasta el equipo (ordenador) que usamos para la emisión en directo:

  • Emisión a través de HDMI
  • Emisión a través de la conexión USB

 

¿Qué método es mejor HDMI o USB?

La conexión a través de HDMI ofrece más calidad de imagen.

Sería el método universal, más limpio y más ‘natural’: la conexión HDMI está pensada para enviar la información de vídeo (y audio dependiendo de la cámara)

En general la transmisión a través de USB tiene más limitaciones.

Estas limitaciones de la conexión se traducen en una señal de vídeo con resolución recortada o con velocidad de fotogramas recortada (la sensación es que el vídeo va como a saltitos a veces, sobre todo cuando hay cierto movimiento en la escena).

Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que cuando usamos USB todo el procesado de la señal lo tiene que hacer el ordenador, mientras que usando una capturadora de vídeo parte de ese trabajo lo hace la electrónica interna de la capturadora. Esto puede tener importancia si tenemos un ordenador menos potente o un ordenador con mucha carga (p.e. si está ejecutando un juego y a la vez queremos emitir la señal de la cámara).

Por otra parte, la transmisión a través de USB es un poco más sencilla de configurar  porque no necesita una capturadora de vídeo, sólo hace falta un cable USB.

Si buscas una emisión de calidad a pantalla completa: yo recomiendo siempre la conexión a través de HDMI.

Si vas a emitir la imagen de la cámara en una ventana dentro del contenido de tu emisión principal o vas a usar la cámara para videoconferencia y no necesitas un estándar de calidad muy alto, entonces la opción de conexión USB puede valer perfectamente.

 

¿Qué se necesita para la emisión a través de HDMI?

  • Necesitas una cámara Sony que ofrezca salida limpia a través de HDMI
    Salida limpia quiere decir que la cámara puede enviar a través de HDMI sólo la imagen de la escena, sin los elementos gráficos que aparecen en la pantalla de la cámara: indicador de batería, parámetros de exposición, recuadros del sistema de enfoque… La mayoría de las cámaras Sony E ofrecen salida limpia.
  • Necesitas una cámara que sea capaz de emitir de forma ininterrumpida
    Algunas cámaras detectan la emisión a través de HDMI como un estado de inactividad y activan un modo de reposo o de ahorro de energía. Es importante que la cámara tenga la opción de desactivar ese modo de ahorro. La mayoría de las cámaras Sony E desactivan su modo de ahorro cuando detectan que están funcionando con alimentación externa.
  • Una batería ficticia (dummy battery) con alimentación externa.
    Esta batería tiene un propósito doble: proporcionar alimentación ininterrumpida y ayudar a refrigerar la cámara. Las baterías normales se calientan con la cámara en funcionamiento y contribuyen al calentamiento global de la cámara.
  • Una cámara que no tenga problemas de sobrecalentamiento emitiendo a través de HDMI
    El sobrecalentamiento de las cámaras en vídeo tiene que ver sobre todo con el proceso de grabación en la tarjeta SD y con el calentamiento de la batería. Emitiendo a través de HDMI prácticamente todas las cámaras pueden funcionar durante horas sin ningún problema y el hecho de usar una batería ficticia (que no se calienta) ayuda también.
  • Necesitas una capturadora de vídeo HDMI 
    La capturadora coge la señal HDMI de la cámara y la convierte a un protocolo estándar que entiende el ordenador (p.e. estándar UVC). El ordenador la detecta como una fuente de vídeo, como si fuera una webcam.
    La capturadora puede ser interna (se conecta a uno de los buses de la placa base del ordenador) o externa a través de USB.
    Aquí tienes más información sobre capturadoras de vídeo recomendadas.
  • Necesitas un cable HDMI de cierta calidad
    El cable tiene que tener un conector estándar para la capturadora (normalmente las capturadoras usan el conector grande, Tipo A) y en el otro extremo un conector compatible con el conector HDMI de tu cámara (normalmente mini HDMI/Tipo C o micro HDMI/Tipo D).
    Aquí tienes más información sobre los conectores HDMI y las características del cable
  • Necesitas un ordenador 
    En el ordenador se ejecuta el software de emisión. Bien el software directo de la plataforma de streaming o de videoconferencia, o bien un software intermedio de producción como OBS o similar.

 

 

¿Qué se necesita para la emisión a través de USB?

  • Necesitas una cámara Sony compatible
    Más abajo tienes un listado de cámaras compatibles con el software de Sony para emisión a través de USB.
  • Que pueda emitir de forma ininterrumpida
    La mayoría de las cámaras Sony pueden funcionar de forma ininterrumpida utilizando una batería ficticia con alimentación externa.
  • Una batería ficticia (dummy battery) con alimentación externa.
    Esta batería tiene un propósito doble: proporcionar alimentación ininterrumpida y ayudar a refrigerar la cámara. Las baterías normales se calientan con la cámara en funcionamiento y contribuyen al calentamiento global de la cámara.
  • Un cable USB compatible con tu cámara
    El cable tendrá normalmente un conector USB tipo A estándar en un extremo, que irá conectado al ordenador. Y en el otro extremo un conector compatible con el de tu cámara, normalmente micro USB o USB tipo C.
  • Necesitas un ordenador 
    En el ordenador se ejecuta el software de emisión. Bien el software directo de la plataforma de streaming o de videoconferencia, o bien un software intermedio de producción como OBS o similar.
  • Necesitas descargar el software Imaging Edge Webcam
    Que corresponde con tu modelo de cámara. Este software funciona como un driver que convierte la señal de la cámara al protocolo UVC que entienden todos los programas de videoconferencia y de streaming.

 

 

Configuración para emisión a través de HDMI

Aquí puedes encontrar la configuración genérica de la conexión a través de HDMI entre la cámara, la capturadora de vídeo y el ordenador.

El esquema básico sería:

 

Streaming / directos con cámaras Sony mediante HDMI

 

 

Ajustes básicos de la cámara

Los parámetros de vídeo serán similares a los que usaríamos al grabar vídeo (exposición, ajustes del sistema de enfoque automático, etc.)

Aquí nos vamos a centrar en los parámetros que tienen que ver con la emisión en directo.

El menú y las opciones varían de un modelo a otro.

Por ejemplo, los modelos más recientes de Sony suelen tener más opciones relacionadas con la salida HDMI. Y las cámaras de las gamas profesionales también suelen tener más opciones, ya que son cámaras pensadas para trabajar con monitores y/o grabadoras de vídeo externas.

Ajustes básicos:

 

  • HDMI Info. display
    Esta opción tiene que estar en Off para que la cámara sólo envíe la imagen limpia, sin la interfaz con los iconos, valores, etc. que vemos en la pantalla trasera o en el visor de la cámara.
  • HDMI Resolution
    Yo recomiendo elegir la resolución exacta a la que queremos transmitir a través de HDMI, por ejemplo 1080p si vamos a transmitir el directo con esa resolución.
    Algunas cámaras Sony incluyen la opción Auto, que elige la resolución de salida en función del dispositivo conectado o la configuración de vídeo de la cámara.
    Ten en cuenta que la combinación entre resolución y fotogramas por segundo puede estar limitada por la capturadora de vídeo. Por ejemplo algunas capturadoras pueden trabajar a 1080/60p, pero si usamos una resolución 4K reducen su tasa máxima de fotogramas a 30fps.

 

 

Cable HDMI

Elige un cable HDMI de buena calidad (tipo High Speed) y entre 1 y 2 metros podría ser una longitud razonable.

A veces los problemas de detección de la señal por parte de la capturadora y otros problemas de micro cortes pueden venir por la elección de un cable HDMI de baja calidad o demasiado largo (la señal se atenúa a medida que recorre una cierta distancia y aumenta la probabilidad de interferencias internas y externas).

 

 

Configuración en el ordenador

Algunas capturadoras pueden necesitar la instalación adicional de algún driver / controlador en el ordenador, pero la mayoría van a ser reconocidas directamente por el sistema operativo.

Es conveniente que conectemos el cable HDMI con la cámara apagada.

Una vez que tengamos el cable conectado a la cámara y la capturadora, encendemos la cámara y la capturadora debería ser capaz de detectar la señal.

A partir de ahí realmente no hay que hacer nada, el sistema operativo tratará la capturadora como si fuera una webcam, una fuente de vídeo que puedes utilizar en todos los programas de videoconferencia (Zoom, Skype, Meet…) y los programas de gestión de streaming (OBS, etc.)

 

 

Cámaras Sony compatibles para streaming por HDMI

Estas cámaras pueden ofrecer salida limpia a través de HDMI y pueden emitir de forma ininterrumpida (utilizando una batería ficticia / dummy battery)

 

Cámaras sin espejo de objetivos intercambiables (Sony E):

  • Sony a5100
  • Sony a6000
  • Sony a6100
  • Sony ZV-E10
  • Sony a6300
  • Sony a6400
  • Sony a6500
  • Sony a6600
  • Sony A7
  • Sony A7 mark II
  • Sony A7 mark III
  • Sony A7 mark IV
  • Sony A7S
  • Sony A7S mark II
  • Sony A7S mark III
  • Sony A7R
  • Sony A7R mark II
  • Sony A7R mark III
  • Sony A7R mark IV

 

Cámaras compactas:

  • Sony ZV-1
  • Sony RX100 mark V
  • Sony RX100 mark VI
  • Sony RX10 mark III

 

 

Configuración para emisión a través de USB

Como comentamos al principio del artículo, con este método no necesitamos una capturadora de vídeo, sólo necesitamos un cable USB que tenga un conector compatible con el conector USB de nuestra cámara (normalmente micro USB o USB tipo C dependiendo del modelo)

Aunque hay opciones alternativas, la forma más sencilla es usando el software gratuito de Sony: Sony Imaging Edge Webcam.

 

La emisión a través de USB suele estar limitada a una resolución de 720p (HD). No sé si depende del modelo de cámara, de la conexión USB en el ordenador (USB 3.0 / USB 2.0), de la capacidad del ordenador, etc.  En cualquier caso ten en cuenta que la calidad de imagen final va a ser siempre un poco inferior a la que se obtendría con una capturadora de vídeo.

 

 

Configuración con Sony Imaging Edge Webcam

Necesitamos descargar e instalar la aplicación Sony Imaging Edge Webcam:

Sony Imaging Edge Webcam

 

Tiene versiones para Windows y para Mac.

Y durante el proceso de descarga hay que elegir nuestro modelo de cámara Sony.

Sony Imaging Edge Webcam es compatible con la mayoría de las cámaras de Sony: las cámaras de objetivos intercambiables del sistema Sony E y las cámaras compactas Sony de gama media / alta.

Por lo tanto es más fácil poner los modelos que NO son compatibles con este software:

  • Sony a6000
  • Sony a5000 y modelos NEX anteriores a las series a5000 / a6000
  • Sony A7 (mark I)
  • Sony A7R (mark I)

 

Todos esos modelos sí se pueden usar perfectamente con el otro método, a través de HDMI usando una capturadora de vídeo.

 

Sony Imaging Edge Webcam funciona como un driver, un controlador, que convierte la señal de la cámara al estándar UVC (USB video device class).

La cámara será tratada como una webcam, aparecerá en el listado de fuentes de vídeo como Sony Camera (Imagin Edge), y podrá ser utilizada por prácticamente cualquier programa de emisión en directo y videoconferencia.

 

Configuración de la cámara

En el menú USB Connection / Conexión USB puede ser necesario elegir la opción: PC Remote.

 

 

 

Cámaras Sony recomendadas para streaming

Si sólo vas a comprar una cámara para mejorar la calidad de tu emisión en directo y no la vas a utilizar para nada más, la mejor opción sin duda por calidad precio es la Sony a5100, que además es una buena cámara para fotografía.

Si buscas una cámara completa para streaming, fotografía y grabación de vídeo: cualquiera de las Sony de la serie a6000 de ‘segunda generación’:

 

Si buscas una cámara más orientada a vídeo o streaming (es decir, la fotografía no va a ser el uso principal de la cámara), entonces la Sony ZV-E10 me parece una excelente opción, porque es una cámara que ofrece prestaciones similares a la a6400 pero con una distribución de botones y una ergonomía más orientada a vídeo:

 

A modo de resumen:

  • La a6100 está en una gama de media de entrada, pero cubre prácticamente todas las características que un usuario aficionado y aficionado avanzado necesita en fotografía, vídeo y streaming.
  • La a6400 está en una gama media, mejores materiales de construcción y alguna característica extra en vídeo (con respecto a la a6100).
  • La ZV-E10 es como una a6400 pero con una carcasa diferente: pantalla totalmente articulada, sin visor, botoneras más orientadas a vídeo…
    Se puede usar perfectamente para fotografía (con las mismas prestaciones que la a6400 por ejemplo) pero su ergonomía está más pensada para vídeo.
  • La a6600 estaría en la gama alta.
    Es como una a6400 pero con características extra, como el estabilizador de imagen integrado en el sensor (IBIS), pero ten en cuenta que el estabilizador es efectivo sobre todo en fotografía, no tanto en vídeo (dependerá del tipo de toma)

 

 

Más información

Cámaras recomendadas para streaming / emisión en directo

Criterios para elegir cámara para vídeo

Cámaras recomendadas para vídeo por gama y precio

Estudio básico para vídeo /streaming

Conseguir el mejor sonido posible para vídeo y streaming

 

 

Kit con portafiltros, filtro cuadrado ND1000 y polarizador

Análisis, pruebas y opinión sobre el kit con portafiltro de K&F Concept. Incluye portafiltro, filtro polarizador y filtro cuadrado de densidad neutra ND1000.

 

Portafiltros K&F Concept - frontal

 

 

 

K&F Concept Square Filter System Pro

Contexto

K&F Concept se puso en contacto conmigo para que probara este sistema portafiltros.

Como siempre (ya he analizado otros productos de esta marca) me dejan total libertad a la hora de hacer las pruebas y publicar los resultados y mis conclusiones.

Este fabricante suele ofrecer productos con una buena relación calidad precio. Y yo personalmente uso muchos de sus productos en mi día a día (por ejemplo mis trípodes actuales son de K&F Concept, y los filtros que más uso son sus filtros con anclaje magnético).

Así que vamos a ver qué tal está este kit, y abajo del todo dejaré mis conclusiones.

 

 

¿Qué es exactamente este sistema portafiltros?

Es un sistema portafiltros para filtros cuadrados (o rectangulares) de 100 mm, pero tiene algunas particularidades:

  • El portafiltros incluye un compartimento especial para el filtro polarizador circular
    Con un mecanismo de extracción muy práctico y con una rueda situada en el lateral que permite girar el filtro de una forma sencilla
  • Incluye 2 ranuras para filtros de 100mm
  • Los filtros cuadrados (y rectangulares) tienen un marco exterior de plástico que facilita su manipulación (no tenemos que tocar el cristal en ningún momento)

 

IMPORTANTE: Aunque los filtros que utiliza son de 100mm, el carril del portafiltros es más ancho, ya que por ese carril se desliza el marco de plástico que protege al cristal del filtro. Dicho de otra forma, un filtro normal cuadrado de 100mm no se podría usar directamente. K&F Concept vende por separado los marcos de plástico para que se puedan utilizar filtros cuadrados propios, o de terceras marcas. Por ejemplo si ya tienes filtros cuadrados / rectangulares y quieres usarlos en este sistema portafiltros.

 

¿Qué viene en la caja?

Hay diferentes kits con este sistema de portafiltros.

El que yo he probado incluye:

  • El sistema portafiltros
  • Varios anillos adaptadores
    Para montar en objetivos con diferentes diámetros (67, 72, 77, 82 mm)
  • Filtro polarizador circular (CPL) de 90mm de diámetro
  • Filtro cuadrado de densidad neutra ND1000 (100 x 100 mm)
    Con su marco de plástico correspondiente.
    Incluye su funda protectora fabricada en cuero sintético, muy resistente.
  • Manual de instrucciones en varios idiomas

 

Portafiltros K&F Concept - Contenido del kit

 

El kit viene en una caja muy bonita, fabricada en cartón duro, con un cierre magnético y con un acolchado de espuma interior donde se encuentran todos los elementos.

La sensación inicial al ver el kit en su caja es que estamos ante un producto premium.

 

 

Portafiltros

El portafiltros en sí está fabricado en aluminio y se aprecia a primera vista que es un producto muy bien construido.

Acoplarlo al objetivo es muy sencillo.

En el objetivo enroscamos el anillo adaptador que corresponda al diámetro de rosca del objetivo.

El portafiltros tiene en la parte posterior una pestaña que deslizamos para encajar el portafiltros en el anillo adaptador.

La pestaña tiene un muelle que hace que vuelva a su posición y evita que el portafiltros se separe.

Y una vez colocado podemos girar el portafiltros hasta la posición deseada (normalmente quedaría el carril de los filtros cuadrados colocado en posición vertical) y apretaríamos el tornillo situado en la pestaña para que el portafiltros quede firmemente fijado al anillo adaptador y al objetivo.

 

Portafiltros K&F Concept

 

Una vez que tenemos el anillo adaptador enroscado, quitar y poner el portafiltros es sencillísimo, sólo tenemos que soltar o apretar el tornillo de seguridad de la pestaña del portafiltros.

 

El portafiltros incluye dos carriles (al menos la versión que yo he probado)

Es decir, podríamos colocar dos filtros de 100mm a la vez (cada uno con su correspondiente marco de plástico)

Las pestañas de los marcos de plástico permiten una manipulación muy sencilla.

No hace falta tocar en ningún momento el cristal del filtro.

 

Otra de las características más llamativas de este portafiltros es su sistema para colocar y extraer el filtro polarizador.

Simplemente tenemos que levantar una palanca para abrir la ranura donde irá el filtro CPL.

 

Portafiltros K&F Concept - vista frontal palanca polarizador

 

Cuando colocamos el filtro en la ranura no cae directamente, sino que queda acoplado a la palanca.

Sólo tenemos que bajar la palanca y el filtro queda en su posición final.

Este filtro sólo tiene una posición correcta. Si lo colocamos al revés (la parte frontal hacia atrás), la palanca no puede bajar del todo y podremos ver un pequeño texto sobresaliendo con el mensaje CPL ERROR.

 

Una vez que está colocado el filtro polarizador, lo giramos mediante la rueda metálica situada en el lateral.

De esta forma podemos trabajar con los 3 filtros a la vez sin ningún problema.

 

 

Filtro polarizador

Es un filtro polarizador circular de 90mm de diámetro.

Forma parte de la Serie Nano-X (tratamiento antireflectante nanotec) e incluye recubrimiento MRC (Multi Resistant Coating)

 

¿Cómo funciona un filtro polarizador?

Es un elemento óptico que filtra parte de la luz que llega a la cámara, la que corresponde a una determinada polarización o un rango de polarizaciones.

La polarización de la luz la podemos imaginar como la dirección en la que vibra la onda electromagnética (arriba-abajo, izquierda-derecha… y cualquiera de los ángulos intermedios).

La luz emitida por la mayoría de las fuentes lumínicas (sobre todo las naturales) está formada por ondas con todas las polarizaciones posibles. Podríamos imaginarlo como que cada fotón individual vibra en una determinada dirección, pero el de al lado lo hace en otra, y cada uno de los demás en una dirección aleatoria.

El filtro polarizador deja pasar un rango de direcciones de polarización y atenúa o elimina la luz que llega polarizada en las demás direcciones.

El filtrado se basa en la polarización lineal, como si fuera una persiana con ranuras (líneas) que sólo deja pasar las ondas que vibran a lo largo de esas líneas, no las que vibran en una dirección perpendicular.

En inglés se suelen denominar filtros CPL (Circular Polarizer-Linear). Suelen estar formados por dos filtros superpuestos: el primero es el polarizador lineal que hemos comentado y el segundo es un filtro que ‘despolariza’ de nuevo la luz (polarización circular). Este segundo filtro es necesario porque los sistemas de enfoque de algunas cámaras y algún otro sistema auxiliar pueden tener problemas con la luz polarizada en un rango estrecho.

Desde el punto de vista práctico es el primer filtro, el filtro polarizador lineal, el que genera los efectos que buscamos en fotografía.

 

¿Para qué se utiliza un filtro polarizador?

Tienen muchos usos.

La mayoría tienen que ver con atenuar o enfatizar los reflejos en determinadas superficies.

Cuando la luz atraviesa ciertos medios (la atmósfera por ejemplo) o se refleja en algunas superficies, adquiere una polarización preferente. Hay más fotones de una determinada polarización, o para ser más precisos, de un determinado rango de polarizaciones.

Por ejemplo, el color del cielo que vemos habitualmente está formado por luz con cierta polarización.

Usando un filtro polarizador podemos hacer que el cielo aparezca más oscuro, más azul, porque estamos filtrando parte de la luz reflejada por las partículas del aire.

También se utiliza mucho en fotografía de paisaje porque acentúa el color. Las hojas de las plantas reflejan la luz con una cierta polarización preferente y además eliminamos reflejos no deseados.

Para hacer fotos o vídeo a través de ventanas, por ejemplo para fotografiar a alguien que está dentro de un coche a través de los cristales.

En una superficie con agua podemos decidir con el filtro si queremos ver lo que se refleja (como si el agua fuera un espejo) o si queremos ver el fondo, si el agua es transparente.

En fotografía de retrato a veces se utiliza para eliminar o atenuar brillos de la piel.

En general se utilizan para muchas situaciones relacionadas con reflejos y brillos: potenciar o reducir esos reflejos.

 

 

Filtro cuadrado de densidad neutra ND1000

Un filtro ND (Neutral Density en inglés) es un elemento óptico que permite reducir la cantidad de luz que llega al sensor (o película fotográfica) de la cámara.

La densidad óptica de un filtro nos da su grado de opacidad.

Aquí tienes más información sobre qué es un filtro de densidad neutra (ND) y para qué se utilizan los filtros ND en fotografía y vídeo.

Por hacer un resumen, se utilizan sobre todo en fotografía de larga exposición, pero también para retrato en exteriores, para fotografía con flash en exteriores, para vídeo…

Son filtros muy utilizados y diría que es un complemento que no debería faltar en la mochila de cualquier fotógrafo.

El filtro que incluye mi kit es un filtro ND1000 (10 pasos de atenuación) cuadrado de 100mm, con su marco de plástico correspondiente.

Forma parte de la Serie Nano-X (tratamiento antireflectante nanotec) e incluye recubrimiento MRC (Multi Resistant Coating)

 

En las pruebas que he hecho con el filtro ND no he notado dominante de color perceptible.

 

No afecta a la nitidez o al menos para mí es imperceptible.

En las pruebas que he estado haciendo no distingo diferencias entre las fotos hechas con y sin filtro.

Hay que tener en cuenta que cuando se hace larga exposición puede haber movimiento en los objetos de la escena, debido al viento por ejemplo, que aparecerá como cierta falta de nitidez en la imagen. Pero los objetos fijos aparecen con la misma nitidez que sin filtros.

 

Tampoco he notado el viñeteo típico de este tipo de filtros.

El viñeteo se produce porque los rayos de luz que entran con ángulos más abiertos (por ejemplo los que corresponden a los bordes del encuadre) atraviesan un espesor un poco mayor del material.

Por lo tanto, el viñeteo se notará más cuando utilicemos objetivos muy angulares.

En mi caso, suelo utilizar una focal equivalente de 18mm y con este tipo de filtros de 100mm mi objetivo sólo utiliza realmente la parte más central del filtro.

Con objetivos más angulares y con objetivos con un diámetro mayor es posible que se llegue a percibir un poco de viñeteo hacia las esquinas. Sería algo normal y se puede corregir fácilmente en edición.

Y lo mismo ocurre si utilizamos 3 filtros a la vez, apilados. Por ejemplo 2 filtros ND más el polarizador. El efecto conjunto haría que se notara un poco más de viñeteo hacia las esquinas.

Como digo, en mi caso no he llegado a percibir viñeteo.

 

Tampoco he notado que el filtro influya sobre el comportamiento del objetivo en lo que respecta a destellos (flares, etc.)

 

 

Experiencia de uso

Me voy a centrar sobre todo en el portafiltros en sí.

Los filtros no los he analizado en profundidad, pero ya he tenido buenas experiencias con otros filtros de K&F Concept, sobre todo de su serie Nano X. Y con el filtro ND, que es el que más he usado, los resultados han sido igualmente buenos.

Lo que me ha sorprendido es, sobre todo, lo fácil que resulta usar este sistema.

El diseño del portafiltros y las soluciones que han encontrado para facilitar la vida de los usuarios.

Algunas de estas ideas ya las había visto en otras marcas, pero me ha gustado mucho cómo las han integrado en este producto.

 

Por ejemplo, los filtros cuadrados / rectangulares con marcos de plástico.

Los marcos de plástico te permiten manipular los filtros cuadrados sin tocar en ningún momento el cristal.

Se puede trabajar perfectamente con guantes, por ejemplo en situaciones de mucho frío.

Las pestañas del marco de plástico te facilitan muchísimo todo lo que tiene que ver con quitar, poner y ajustar la posición de los filtros.

Aunque no he usado filtros degradados en este caso, me imagino que será mucho más sencillo ajustarlos en altura utilizando las pestañas, sin tocar el cristal y sin dejar huellas.

 

Portafiltros K&F Concept - vista posterior

 

Otra cosa que me ha gustado mucho es el sistema de anclaje del portafiltros al objetivo.

No es algo nuevo ni revolucionario, pero es un sistema de anclaje práctico y sencillo.

En una misma escena o cuando te vas desplazando con todo el equipo de un lado para otro, simplemente quitas el portafiltros usando la pestaña de bloqueo.

 

Y la palanca para colocar el filtro polarizador me parece brillante.

El filtro queda en la posición correcta, de una forma suave, al bajar la palanca.

Y una vez allí no hay riesgo de que se salga y se nos caiga mientras manipulamos el portafiltros.

La rueda de control del filtro circular también me gusta mucho.

 

En general la experiencia ha sido muy positiva.

Tengo ganas de hacer más salidas donde pueda probarlos con cascadas y corrientes de agua un poco más espectaculares. En las salidas que he hecho para probarlo no he encontrado las mejores localizaciones, no acompañaba el caudal ni el tiempo ni el sitio, pero han sido salidas divertidas en cualquier caso.

 

Portafiltros K&F Concept - paisaje filtro ND + polarizador

 

Como digo, me ha resultado muy sencillo usar el portafiltros y se me ha quitado un poco esa sensación de pereza que me daban los sistemas de filtros cuadrados.

 

Vamos con las cosas que no me gustan tanto o que creo que se podrían mejorar en futuras versiones.

 

La caja en la que viene el kit es preciosa, pero no vale para llevarla en la mochila cuando vas a hacer fotos. Yo por ejemplo he reutilizado una especie de estuche acolchado que suelo usar para llevar otros accesorios.

También se puede comprar el estuche portafiltros (p.e. para filtros cuadrados de 100mm) por separado.

Los otros kits, por ejemplo el que incluye filtro degradado, sí vienen con el estuche para agrupar todos los filtros. No es sólo por protección adicional, sino por llevar todo un poco más organizado en la mochila.

 

Los marcos de plástico del filtro cuadrado… en teoría se pueden desmontar (por ejemplo por si quisieras utilizar un filtro de 100mm que ya tengas), pero en la práctica es casi imposible. Y creo que no vale la pena porque se acabarán rompiendo.

Si quieres usar filtros de terceros, lo mejor es comprar un marco de plástico para cada filtro (K&F Concept los vende por separado y tienen para filtros de 100×100 mm y 100×150 mm). Montar los marcos es muy sencillo, tienen unos ganchos de plástico que hacen clic por presión (lo complicado es desmontarlos)

 

Alguna vez me ha ocurrido que el filtro polarizador queda colocado en su posición correcta, la palanca baja totalmente, pero la rueda queda atascada por algún motivo y no se puede girar. En esos casos simplemente hay que levantar la palanca un poco y volver a colocarla.

 

Algo que no tiene que ver con el producto, sino con la caja y el transporte.

El interior de la caja está acolchado y es una caja de cartón con tapas duras. Y el filtro ND viene dentro de su funda de cuero sintético. Pero (al menos en este kit en concreto) el filtro cuadrado viene colocado en la parte superior, pegado a la tapa.

La cuestión es que cuando recibí el kit, la caja presentaba en la parte de arriba lo que parecía un pequeño golpe, como si le hubiera golpeado algún objeto durante el transporte.

Y efectivamente, el golpe se lo había llevado de lleno el cristal del filtro ND. Estaba completamente roto.

Yo pensé incluso que el golpe había sido tan fuerte que había roto hasta el marco de plástico… Luego, cuando recibí el filtro nuevo, me di cuenta de que el marco realmente es así, está dividido en 4 partes que se acoplan entre sí y las uniones tienen una forma que asemeja a lo que sería un plástico quebrado.

K&F Concept me envió un filtro nuevo sin ningún problema.

Lo cuento simplemente porque da la impresión de que el filtro queda un poco expuesto dentro de la caja y creo que es algo que podrían cambiar o mejorar en el futuro. Me refiero siempre a este kit en concreto. Y como digo, no tiene que ver con la calidad del producto ni con su funcionamiento.

 

 

Conclusiones y opinión personal

Me ha gustado mucho y me ha sorprendido este sistema.

No tengo mucha experiencia en los sistemas de filtros cuadrados. Los habré usado 3 o 4 veces, de tanto en tanto, cuando me los ha dejado algún amigo en alguna escapada fotográfica.

Siempre me ha dado mucha pereza tener que cargar con el portafiltros, los filtros, etc. Sobre todo por lo que ocupan en la mochila (por la forma, más que por el volumen real y el peso)

Creo que como se aprovechan realmente estos sistemas de portafiltros es con los filtros degradados. Es realmente lo que creo que marca la diferencia con respecto a usar filtros circulares.

 

El portafiltros de K&F Concept me ha parecido un producto premium. La calidad de construcción, el diseño, el sistema para poner y quitar el filtro polarizador…

La construcción me parece muy sólida. No sé qué tal soportará la edad y el uso, sobre todo las partes móviles como la pestaña de acople y su tornillo. Pero la primera impresión y a partir del uso que le he dado, me ha parecido un producto resistente.

 

Los filtros con marcos de plástico también me parecen una idea genial.

Yo soy de los que me desesperaría con los filtros normales por ir dejando huellas todo el rato al quitarlos, ponerlos y guardarlos.

Y con este filtro no he tocado el cristal en ningún momento.

Se pueden usar con guantes sin problema y cuando pones dos filtros a la vez puedes hacer que las pestañas queden alternadas, con lo que es mucho más fácil manipularlos.

Además está la posibilidad de comprar los marcos por separado, para reutilizar filtros de 100mm que ya tengas.

 

La relación calidad precio me parece muy buena. Teniendo en cuenta que incluye el sistema para alojar el filtro polarizador adicional.

Y la experiencia de uso ha sido muy positiva.

 

A pesar de todo, yo personalmente prefiero usar mis filtros circulares.

Me sigue dando un poco de pereza cargar con el portafiltros y los filtros cuadrados, aunque luego, cuando estás sobre el terreno el uso es muy sencillo.

Intentaré hacerme con algún filtro degradado. Como digo, creo que es la razón de ser de estos sistemas.

De momento, mis filtros de densidad neutra circulares cumplen sobradamente con lo que yo necesito normalmente y ocupan muy poco en mi mochila.

De hecho, me enamoré de los filtros con anclaje magnético y para mí es el invento más práctico del mundo. A prueba de torpes.

 

¿Recomiendo el portafiltros?

Totalmente. Sobre todo si vas a usar filtros degradados.

Tanto el kit que incluye filtro degradado, como el que incluye 3 filtros ND, los dos vienen con un estuche semirígido para guardar los filtros, así que creo que son las opciones más completas.

Personalmente creo que me quedaría con el kit del filtro degradado.

 

 

Precios y ofertas puntuales

Recomiendo comprar directamente en la tienda de K&F Concept, tienen muy buenos precios y suelen tener descuentos puntuales. El envío puede tardar un poco más, pero en general vale la pena.

 

 

 

También los puedes encontrar en amazon.es:

 

 

 

Más información:

 

Micrófonos externos (shotgun) recomendados para cámaras

Mejores micrófonos direccionales por relación calidad precio para usar como micrófono externo con tu cámara o móvil para grabaciones de vídeo.

 

Micrófonos direccionales recomendados para cámaras

 

 

Este artículo forma parte de la serie sobre cómo mejorar la grabación de sonido para vídeo / youtube

 

¿Qué es un micrófono direccional?

Cuando hablamos de micrófono direccional normalmente nos estamos refiriendo en realidad a un micrófono con un patrón direccional supercardioide o hipercardioide (o a veces simplemente cardioide) al que se le añade un tubo de interferencia para estrechar el ángulo de captación (más direccionalidad).

Pero siendo rigurosos cualquier micrófono que no sea omnidireccional sería un micrófono direccional.

El patrón direccional de un micrófono, también conocido  patrón polar (porque la sensibilidad se representa en un diagrama polar), nos da idea de cómo se comporta el micrófono con respecto al sonido que capta desde diferentes direcciones.

  • Un micrófono omnidireccional capta el sonido por igual en cualquier dirección a su alrededor. Es un micrófono de presión.
  • Un micrófono bidireccional (también llamado de figura en 8, figure eight) capta el sonido frontal y el sonido que llega desde la parte posterior por igual, y no capta nada de los laterales. Es un micrófono abierto, de gradiente de presión.
  • Un micrófono cardioide capta sobre todo el sonido del hemisferio frontal. El ángulo típico de cobertura es de unos 120-130 grados. Aislan bastante el sonido que viene de los laterales, sobre todo a partir de esos 60º con respecto al eje frontral, y aislan prácticamente todo el sonido que viene del hemisferio posterior.
  • El patrón supercardioide tiene un ángulo de cobertura más estrecho en la parte frontal (unos 110º) y aisla muy bien todo el sonido de los laterales y del hemisferio posterior (excepto justo en el eje a 180º, donde tiene cierta sensibilidad)
  • El patrón hipercardioide es muy similar al supercardioide, pero con un ángulo de captación un poco más estrecho (unos 100º). Por contra, la sensibilidad alrededor del eje de 180º es mayor que en el supercardioide.

 

Los patrones direccionales básicos (cardioide, supercardioide, hipercardioide…) se consiguen con micrófonos que combinan los principios de presión y gradiente de presión. Son micrófonos abiertos en los que el sonido llega directo a la membrana por la parte frontal, mientras que por la parte posterior llega con cierto desfase.

También hay micrófonos que combinan dos membranas o dos cápsulas en oposición y sus señales son desfasadas electrónicamente para conseguir diferentes patrones direccionales.

Cuando se necesita más direccionalidad se añade a la cápsula un tubo de interferencia.

 

Tubo de interferencia de un micrófono de cañón

El tubo de interferencia tiene una serie de orificios o ranuras que recogen el sonido de los laterales de tal forma que las ondas de sonido que llegan desde los lados interfieren consigo mismas y se cancelan.

Por ejemplo, los micrófonos de tipo shotgun (de cañón) suelen tener esa forma de tubo alargado (tubo de interferencia)

Esos micrófonos usan cápsulas de tipo cardioide, supercardioide o hipercardioide y con el tubo de interferencia aumentan la directividad (reducen el ángulo de captación)

Como todas estas técnicas se basan en la interferencia de ondas sonoras (o señales) son dependientes de la frecuencia. Por lo tanto todos los micrófonos tienen patrones direccionales diferentes en función de la frecuencia.

Para las frecuencias más altas (agudos) son mucho más direccionales que para las frecuencias más bajas (graves).

De hecho, la longitud del tubo de interferencia está relacionada con la capacidad de cancelar o atenuar frecuencias más bajas: cuanto más largo es el tubo más baja será la frecuencia para la que se consigue una atenuación efectiva de los sonidos laterales.

Los micrófonos de cañón se suelen clasificar en cortos, medios y largos (short / medium / long shotgun).

  • Cañón corto
    Su aplicación sería similar a la de un micrófono cardioide (super/hiper) pero con un mejor comportamiento rechazando el sonido lateral, sobre todo en medias y altas frecuencias. Interesa usarlos cerca de la fuente de sonido.
  • Cañón largo
    Se utilizan cuando hay que colocar el micrófono lejos de la fuente de sonido. El ángulo de captación es muy estrecho, sobre todo en las frecuencias altas, y rechazan muy bien las frecuencias bajas de los sonidos laterales. Son más complicados de usar porque tienen que estar apuntados exactamente a la fuente de sonido, cualquier movimiento del micrófono o de la fuente puede estropear el audio (se atenúa mucho la intensidad de sonido que queda fuera del ángulo de cobertura, sobre todo es muy sensible en las frecuencias altas)
  • Cañón medio
    Un equilibrio entre direccionalidad y facilidad de uso.

 

El patrón direccional de los micrófonos con tubo de interferencia (sobre todo de cañón medio y largo) se suele conocer como patrón lobar (lobular) que es como un supercardioide estrechado en los laterales y dependiendo del modelo puede incluir lóbulos de cierta sensibilidad en diferentes ángulos.

 

¿Por qué se les llama shotgun, de cañón o boom?

El término shotgun (escopeta) o cañón hace referencia a la forma del tubo de interferencia. Algunos de estos micrófonos pueden llegar a ser muy largos y su forma es similar a la del cañón de una escopeta.

El término boom viene de ‘boom pole‘, la típica pértiga con el micrófono direccional en un extremo que vemos en los rodajes de películas, etc.

Pero no siempre un micrófono de tipo ‘boom’ es un micrófono shotgun (con tubo de interferencia)

Muchas veces se utilizan micrófonos de condensador de diafragma pequeño, sin tubo de interferencia, pensados para trabajar en pértiga, para sacarlos fuera del plano por ejemplo.

Podríamos decir que boom hace referencia al uso (pértiga), mientras que shotgun /cañón hace referencia al principio de funcionamiento (tubo de interferencia largo, medio o corto).

 

 

Micrófono direccional vs shotgun/cañón vs micrófono ‘on camera’

Vamos a tratar de diferenciar o aclarar algunos términos o cuestiones relativas a los micrófonos direccionales.

 

¿Es lo mismo un micrófono direccional que un micrófono shotgun / de cañón?

No.

Un micrófono direccional es aquel que da más preferencia o es más sensible en ciertas direcciones.

Todos los micrófonos, excepto los omnidireccionales, son por definición direccionales.

Pero por regla general se entiende que cuando hablamos de micrófonos direccionales nos referimos a micrófonos que son más sensibles en la dirección frontal (0º) con respecto a las demás direcciones.

Todos los micrófonos de cañón (shotgun) suelen incluir una cápsula con patrón direccional: cardioide, supercardioide, hipercardioide… A la que se le añade un tubo de interferencia.

Un micrófono de estudio, con patrón cardioide, es un micrófono direccional, pero no es un micrófono shotgun porque no incluye tubo de interferencia.

Además, los micrófonos con tubos de interferencia muy cortos tienen un comportamiento similar a los patrones direccionales básicos en la mayoría del espectro de frecuencias de sonido.

 

¿Qué es un micrófono ‘on camera’?

Esta es una definición muy flexible y no sé cómo sería la traducción en castellano, pero básicamente son micrófonos que están diseñados y pensados para ser usados sobre una cámara de fotos, o una videocámara profesional, montados sobre la zapata de flash o en el sistema de montaje específico que incluya la cámara.

 

Micrófono direccional para cámaras (on camera)

 

Las videocámaras de gama alta para uso profesional están pensadas para utilizar micrófonos XLR (electrónica de audio profesional, con estándares de calidad un poco más exigentes).

Las cámaras de fotos y las videocámaras de gama media / media-baja están pensadas para trabajar con electrónica de audio de consumo.

Es decir, utilizan conectores jack 3.5mm, niveles de señal de la electrónica de consumo (-10dBV) y estándares de calidad acordes a estas gamas y precios.

No quiere decir que un micrófono para gama de consumo sea malo o genere peor sonido.

Simplemente que están pensados para trabajar en un entorno de electrónica de consumo. Y por el tipo de conectores y cables que utilizan (no balanceados) existe un riesgo mayor de que puedan captar interferencias electromagnéticas.

Nosotros nos vamos a quedar con la idea de que micrófono ‘on camera’ hace referencia a este tipo de micrófonos que pueden conectarse directamente a la cámara a través del conector jack 3.5mm.

 

Micrófonos on camera vs micrófonos shotgun

La mayoría de los micrófonos on camera siguen un patrón direccional cardioide o supercardioide.

Todos son de cañón corto y el efecto de este tubo de interferencia corto es muy pequeño en la práctica.

Sólo para las frecuencias altas se consigue una directividad perceptible con respecto al patrón base (cardioide o supercardioide por ejemplo)

Este tipo de micrófono está pensado para un uso general, que cubre muchos tipos de situaciones.

Como no tienen un patrón direccional muy cerrado es preferible usarlos cerca de la fuente de sonido. Esto realmente aplica a cualquier tipo de micrófono, mejor cuanto más cerca de la fuente.

Los micrófonos shotgun para uso profesional suelen ser más especializados.

El rango de uso va a depender de la longitud del tubo de interferencia, el patrón base de la cápsula, su sensibilidad y su comportamiento en cuanto a ruido electrónico (entre otras características).

 

Micrófono shotgun para uso profesional

Suelen tener un patrón lobar (lobular) más cerrado al frente, mucho más directivo, pero también suelen tener lóbulos de sensibilidad mayores en la parte trasera y a determinados ángulos en los laterales.

Pueden ser más complejos de usar en determinadas situaciones con reverberación y mala acústica.

No están pensados para montar sobre la cámara.

Habitualmente se utilizan con pértiga y dependiendo de la situación y direccionalidad necesitarán un operador que apunte exactamente a fuente de sonido.

Y la grabación con este tipo de micrófonos se haría a través de una interfaz de sonido o una grabadora digital (con entradas XLR)

Como el micrófono puede estar situado a varios metros de la grabadora de sonido, los cables XLR balanceados proporcionan protección frente a interferencias y ruido electrónico inducido (los cables funcionan como antenas de radio y en cables no balanceados ese ruido captado por la ‘antena’ llegaría a la señal de audio).

 

 

¿Cuándo usar micrófonos direccionales (shotgun / de cañón)?

Recuerda que la distancia entre la fuente de sonido y el micrófono influye mucho en la calidad del sonido.

Siempre interesa colocar el micrófono lo más cerca posible de la fuente:

  • Para que la intensidad del sonido que queremos captar (señal) sea muy superior al sonido ambiente no deseado (ruido)
    Dicho de otra forma, la distancia influye muchísimo en la relación señal a ruido del audio que estamos grabando.
  • La intensidad del sonido disminuye normalmente con el cuadrado de la distancia.
    A medida que alejamos el micrófono necesitaremos amplificar más la señal con el riesgo de hacer más visible el ruido electrónico generado por la propia circuitería del micrófono y del preamplificador.

 

Aquí tienes más información sobre el ruido y la relación señal a ruido en audio.

 

Sin embargo no siempre es posible colocar el micrófono muy cerca.

Por ejemplo si vamos a grabar una secuencia de vídeo en la que no queremos que se vea ningún micrófono.

O por razones prácticas a veces es más cómodo trabajar con el micrófono a cierta distancia de la fuente de sonido (en lugar de usar un micrófono de solapa, un micrófono de mano o un micrófono de estudio por ejemplo).

Para ese tipo de situaciones se utilizan los micrófonos direccionales (voy a llamarlos direccionales, pero ya sabemos que direccional es un término más genérico).

El principal objetivo de un micrófono direccional es conseguir aislar o reducir la mayor cantidad de sonido ambiente con respecto al sonido que nos interesa grabar.

Ten en cuenta que cuando usamos un micrófono direccional es por un compromiso entre las limitaciones que nos impone la grabación y la calidad de sonido que queremos conseguir.

Sigue siendo importante que el micrófono esté lo más cerca posible de la fuente de sonido.

Por eso se utilizan pértigas en producciones ‘serias’, para acercar todo lo posible el micrófono sin que salga en el plano. En ese tipo de producciones sería inconcebible trabajar con un micrófono situado a 20 metros del actor.

Si te tienes que situar en una posición alejada de la cámara, es preferible acercar de alguna forma el micrófono y colocarlo en algún trípode o pértiga si es posible. Fuera de plano si es necesario, pero lo más cerca posible. Sé que esto a veces complica mucho las cosas y en muchos casos no compensa o nos da pereza.

Pero lo que quiero decir es que por muy direccional y maravilloso que sea un micrófono no puede hacer milagros. No puede modificar a su gusto la física del sonido.

Más distancia va a implicar casi siempre peor calidad de sonido.

Por otra parte, a igualdad de distancia, un micrófono direccional obtendrá mejores resultados que un omnidireccional o que uno con un patrón de captación más abierto.

Como digo, siempre es un compromiso entre lo que impone la situación, elegir la herramienta más adecuada (dentro de nuestras posibilidades) y conseguir una calidad aceptable según los criterios que queremos conseguir.

 

Limitaciones de los micrófonos direccionales de tipo shotgun

Más que limitaciones, serían características que hay que tener en cuenta cuando usamos este tipo de micrófonos.

La mayoría de estas características son intrínsecas a la tecnología que usan estos micrófonos, no tienen que ver con la calidad de fabricación, gama o precio:

 

  • Suelen ser más sensibles al viento.
    Es importante usarlos con algún antiviento / dead cat.
    Algunos modelos incluyen la opción de activar un filtro paso alto que elimina las frecuencias más bajas asociadas al ruido del viento.
  • Los micrófonos que utilizan tubo de interferencia suelen captar sonidos de media y sobre todo baja frecuencia que están fuera del ángulo (cono) de cobertura teórico.
    En algunos entornos esto puede dar lugar a efectos no deseados.
  • Cuanto más direccional es un micrófono, más sensible suele ser en el eje de 180º (sonidos que llegan por la parte posterior)
  • También, cuanto más direccional sea el micrófono más cuidado hay que tener a la hora de apuntar a la fuente de sonido.
    Por ejemplo, si es una persona hablando que se mueve por la escena puede ocurrir que salga de la zona de máxima cobertura, provocando cambios bastante perceptibles en los niveles de grabación.
    Además, estos cambios suelen afectar más a unas frecuencias que a otras (los micrófonos suelen ser más direccionales en las altas y medias frecuencias).
  • El tubo de interferencia funciona muy bien en ambientes abiertos, ya que el sonido que llega es limpio.
    En ambientes cerrados, dependiendo de su acústica, el sonido se refleja en el interior y llega al micrófono con cierta intensidad.
    Como el tubo de interferencia se basa en cancelación de sonido por diferencia de fase, los sonidos reflejados (que llegan desfasados porque han recorrido diferentes distancias) pueden provocar efectos como comb filtering (efecto peine o filtro de peine) que atenúa o elimina ciertas frecuencias alterando el audio con respecto al original de la fuente de sonido.
  • En ambientes cerrados también nos podemos encontrar con que las ondas de sonido de baja frecuencia que se reflejan en paredes y techos (así como las ondas estacionarias que se generan en espacios pequeños) pueden entrar al micrófono por los laterales provocando efectos no deseados (similar a un filtro de peine pero en la parte de los graves).

 

Como es lógico, no todos los micrófonos con tubo de interferencia tienen exactamente el mismo comportamiento.

Cada micrófono, cada modelo, está diseñado para trabajar en unas determinadas situaciones y tendrá un determinado rendimiento. Y le afectarán en mayor o menor medida esos efectos ‘secundarios’.

Como suelen trabajar a cierta distancia de la fuente, el ruido electrónico de fondo del micrófono puede llegar a ser más perceptible. En algunos casos (situaciones muy exigentes) puede ser un criterio importante a la hora de elegir un determinado modelo.

 

 

¿Se puede usar un micrófono direccional como micrófono de estudio?

Sí.

No habría ningún problema. Son micrófonos de condensador y en las condiciones adecuadas pueden ofrecer una muy buena calidad de sonido.

Si no queremos que el micrófono aparezca en el plano, se puede usar con algún tipo de soporte o pértiga de tal forma que quede más cerca de la persona que está hablando, pero fuera del encuadre.

Y también se pueden usar perfectamente como micrófono de mesa, situado a unos 10-15 centímetros de la boca de la persona que habla. Básicamente con los mismos criterios que utilizaríamos con cualquier otro micrófono de condensador (gestión correcta de los pops, evitar golpes o vibraciones mecánicas, etc.)

Ten en cuenta en cualquier caso las limitaciones que hemos comentado:

  • Si el micrófono es muy direccional va a ser muy sensible al movimiento de la persona que habla: si se mueve fuera del ángulo de cobertura, si gira la cabeza en otra dirección, etc. Esto aplicaría sobre todo cuando lo tenemos a cierta distancia, fuera de plano por ejemplo.
  • Si el recinto tiene mala acústica puede afectar más a este tipo de micrófonos (con respecto a un micrófono de estudio por ejemplo)
  • No se deberían colocar muy muy cerca de la fuente de sonido, porque el efecto de proximidad es mucho más exagerado en este tipo de micrófonos.
    Mientras que en otro tipo de micrófonos puede llegar a ser algo buscado y agradable, el efecto de proximidad (exageración de los graves) suele resultar bastante desagradable en los micrófonos con tubo de interferencia.

 

 

Micrófonos direccionales recomendados para cámaras

Criterios para elegir estos modelos:

  • Modelos diseñados para usar con cámaras de fotos (réflex / EVIL) o incluso con móviles
  • Buena relación calidad precio
  • Facilidad de uso

 

 

Rode VideoMicro

Es un micrófono muy pequeño y ligero, perfecto tanto para cámaras como para conectar al teléfono móvil.

 

Rode VideoMicro - Micrófono direccional para cámaras

 

Para móviles existe un modelo específico de Rode: el Rode VideoMic Me, que es básicamente el mismo micrófono, pero con un conector jack TRRS rígido que va enchufado directamente al móvil (sin cable).

Aunque el VideoMic Me se podría adaptar a una cámara (comprando por ejemplo un shock mount o también hay diseños para imprimir un shock mount para el Me en impresora 3D) creo que es menos versátil que el Rode VideoMicro, que ya incluye el shock mount Rycote para colocar en la zapata de flash.

Si lo vas a usar en móviles es conveniente comprar algún rig (armazón), un soporte o jaula en la que podemos colocar el móvil, añadirle accesorios como el micrófono, un panel led… y nos da la posibilidad de montarlo en trípode. También hay rigs para diferentes modelos de cámaras que nos permiten conectar varios accesorios a la vez.

Ten en cuenta que el Rode VideoMicro tiene conector jack 3.5mm TRS, que normalmente es el que incluyen las cámaras. Para usar en el móvil necesitarás un adaptador TRS a TRRS.

Es un micrófono de condensador con cápsula electret que no necesita alimentación externa. La electrónica interna se alimenta a través del conector jack de la cámara o del móvil (plug-in power).

El patrón direccional del micrófono es básicamente cardioide (unos 6dB de atenuación para sonido lateral y por encima de los 12dB de atenuación para el hemisferio posterior) .

La respuesta en frecuencia es bastante plana y en general es un micrófono que ofrece una buena calidad de sonido.

 

Puntos positivos del Rode VideoMicro:

  • Buena calidad de sonido (dependiendo de las condiciones de grabación)
  • Muy buena relación calidad precio
  • El pack incluye el micrófono, cable jack macho-macho TRS, shock mount Rycote y antivientos (dead cat)
  • No necesita alimentación externa. No tenemos que estar pendientes de pilas o baterías, y no tenemos que recordar encenderlo cada vez que lo vayamos a usar

 

Puntos menos positivos:

  • Es básicamente un micrófono con patrón cardioide, no demasiado direccional. Si lo usamos a una distancia muy grande de la fuente de sonido captará gran parte del sonido ambiente.
  • No dispone de ningún tipo de filtro activo (p.e. filtro paso alto para reducir ruido del viento) ni opciones de configuración.
  • Al no llevar preamplificador activo puede ser más vulnerable a interferencias electromagnéticas externas

 

 

 

 

Rode VideoMic NTG

Es uno de los micrófonos shotgun para cámaras (on camera) más completos.

 

Micrófono direccional para cámara shotgun Rode NTG

La característica más destacada es que incluye su propia interfaz de sonido con salida USB, es decir:

  • Lo podemos usar en cámara, conectándolo directamente con el jack 3.5 a la entrada de micrófono de la cámara o podemos utilizar una grabadora de sonido
  • O lo podemos conectar directamente a un ordenador (o algún otro dispositivo como tablet o incluso móvil) sin necesidad de interfaz de sonido externa: podemos grabar en exteriores desde un portátil o lo podemos usar como micrófono de estudio para grabación o streaming.

 

Qué controles / funciones incluye este micrófono:

  • Dial de control de ganancia
  • Dos modos de filtro paso alto (75 y 150Hz)
  • Modo boost para alta frecuencia (+6dB en 4 KHz)
  • PAD (atenuador) de -20dB
  • Posibilidad de grabar con canal de seguridad (copia de seguridad a -20dB)
  • Indicador de saturación / clipping

 

El patrón polar es supercardioide. Tiene una respuesta en frecuencias bastante plana, con la opción del boost en la zona de 4K para aumentar la claridad del sonido.

Tiene la funciona auto ON / OFF, que detecta automáticamente cuando la cámara se enciende y se apaga. Esto es genial porque no tienes que estar pendiente de si el micrófono está encendido o apagado.

Utiliza una batería recargable con autonomía de unas 30 horas. La batería se recarga a través del conector USB.

Tiene la opción de grabar con un canal de seguridad. En este modo, uno de los canales (derecho) graba con las opciones de ganancia configuradas en ese momento y en el otro canal (izquierdo) se guarda una copia del sonido pero con -20dB de atenuación para resguardar la calidad en caso de picos de audio muy altos.

 

Puntos positivos del Rode VideoMic NTG:

  • Muy buena calidad de sonido para esta gama (sigue siendo electrónica de consumo)
  • Muy versátil: se puede usar como micrófono de cámara en exteriores y como micrófono de estudio
  • Facilidad y flexibilidad en el manejo
  • Incluye el sistema antivibración (shock mount)
  • Buena relación calidad precio para las funciones que ofrece
  • Cuando está funcionando con la conexión USB se puede utilizar la salida de 3.5mm para monitorizar el sonido con unos auriculares

 

Puntos menos positivos:

  • Algunos packs no incluyen el cable jack 3.5 para conectar a la cámara (en ese caso habría que comprarlo aparte)
  • Recuerda que los micrófonos direccionales son más sensibles al viento (hay que usar siempre cortavientos y preferiblemente dead cat)
  • Recuerda que estos micrófonos son muy sensibles a la reverberación. Si grabas en interiores debes tener mucho cuidado con la acústica del recinto.

 

 

Rode VideoMic GO II

Muy muy completo y muy buena relación calidad precio. Estaría situado entre el VideoMicro y el VideoMic NTG en cuanto a prestaciones y precio.

 

Micrófono Rode VideoMic GO II

Como ocurre con el VideoMic NTG, incluye su propia interfaz de sonido con salida USB:

  • Se puede usar directamente en una cámara, móvil o grabadora mediante un cable jack 3.5mm
  • Y se puede usar directamente conectándolo por USB a un ordenador (o cualquier otro dispositivo que permita entrada de audio a través de USB y cuyo conector USB proporcione alimentación, es decir, la mayoría de los móviles y tablets del mercado)

 

¿Qué diferencias hay con respecto al VideoMic NTG?

  • No utiliza batería interna ni necesita pilas.
  • No dispone de botones o controles físicos (control de ganancia, botones para gestión de filtros, atenuador, etc.)
  • La activación de los filtros paso-alto se hace desde la app o la aplicación instalada en el ordenador.
  • Lo mismo ocurre con el atenuador y el modo boost, estas funciones se pueden activar y desactivar desde la app.
  • Es más pequeño, el tubo de interferencia es un poco más pequeño, pero además el VideoMic Go II no necesita espacio para botones físicos o la batería interna.
  • Aunque la diferencia en el tubo de interferencia es pequeña, el VideoMic NTG es un poco más direccional.
  • Se pierde la opción de canal de seguridad.

 

El patrón polar del VideoMic GO II es supercardioide. Tiene una respuesta en frecuencias bastante plana, con la opción del boost en la zona de 4K para aumentar la claridad del sonido (pero se activa y desactiva desde la app).

El VideoMic GO II no tiene batería ni usa pilas. Cuando conectamos a una cámara a través de jack se comporta como el VideoMicro y cuando conectamos a través de USB se alimenta a través del propio cable USB (hay que conectarlo a un dispositivo USB que permita alimentar al dispositivo correspondiente)

 

Puntos positivos del Rode VideoMic GO II:

  • Muy buena calidad de sonido para esta gama (sigue siendo electrónica de consumo)
  • Muy versátil: se puede usar como micrófono de cámara en exteriores y como micrófono de estudio
  • Facilidad y flexibilidad en el manejo
  • Incluye el sistema antivibración (shock mount)
  • Buena relación calidad precio para las funciones que ofrece
  • Cuando está funcionando con la conexión USB se puede utilizar la salida de 3.5mm para monitorizar el sonido con unos auriculares
  • No necesita pilas ni tenemos que estar pendientes de recargar la batería.

 

Puntos menos positivos:

  • Con respecto al VideoMic NTG perdemos todos los botones y controles físicos
  • Esto incluye la ganancia, que se controla desde la app que usemos en el dispositivo de grabación (cámara, móvil, ordenador…)
  • Los contras comunes a los micrófonos shotgun: pueden dar más problemas en interiores con una acústica mala, muy sensibles al viento, etc.

 

 

 

Rode VideoMic Pro

Sigue siendo una buena opción, pero queda un poco relegado por el VideoMic NTG e incluso el VideoMic GO II, que ofrecen más versatilidad.

 

Micrófono direccional Rode VideoMic Pro

 

El VideoMic Pro incluye una cápsula de condensador de media pulgada y está alimentado por una pila de 9V (unas 60-70 horas de autonomía).

El patrón direccional es aproximadamente supercardioide. No llega a ser tan direccional como un micrófono shotgun especializado, pero rechaza bastante bien los sonidos laterales.

Incluye un PAD, un atenuador, de -10dB, que se utiliza por ejemplo cuando usamos el micrófono muy cerca de la fuente de sonido o si estamos grabando situaciones con sonidos muy altos (carrera de coches, motos…)

También incluye una opción de amplificación de +20dB, que viene muy bien sobre todo cuando lo usamos conectado directamente a la cámara.

La idea es que el preamplificador de la cámara suele ser bastante mediocre y siempre interesa tenerlo en la parte más baja de ganancia. El preamplificador de +20dB del micrófono es en general bastante mejor. El micrófono nos va a proporcionar una señal preamplificada, más inmune a posibles interferencias externa, con una mejor relación señal ruido y que va a permitir que el preamplificador de la cámara trabaje en una zona más lineal.

Si conectas el micrófono a una grabadora, probablemente te interesará desactivar la opción de +20dB. Pero en todo caso tendrás que probar qué combinación es la que funciona mejor con tu cámara y/o tu grabadora.

El Rode VideoMic Pro también incluye un selector para activar un filtro paso alto, con frecuencia de corte en unos 80Hz. Este filtro es útil por ejemplo en situaciones de mucho viento, ya que va a eliminar las frecuencias más bajas sin afectar demasiado a la calidad del sonido de la voz.

El micrófono tiene un sistema antivibración (shock mount). Las versiones más modernas suelen venir con un pequeño sistema de amortiguación Rycote Lyre (las antiguas tienen un soporte propio de Rode).

 

Puntos positivos del Rode VideoMic Pro:

  • Buena calidad de sonido para su gama y precio
  • Posibilidad de usar el preamplificador interno (+20dB) para mejorar el sonido con respecto al preamplificador de la cámara
  • Posibilidad de usar atenuador (-10dB) en situaciones con sonidos muy altos o si grabamos muy cerca de la fuente de sonido
  • Modo de filtro paso alto a 80Hz
  • Buena relación calidad precio
  • Buena relación entre prestaciones y tamaño

 

Puntos menos positivos:

  • Necesita una pila (también puedes encontrar baterías recargables de 9V)
  • Tenemos que acordarnos siempre de encenderlo antes de comenzar a grabar (uno de los errores más típicos y frecuentes con micrófonos que llevan alimentación externa). Además no dispone de ningún led o indicador en la parte frontal. Y tenemos que recordar apagarlo cuando terminamos la sesión o para la siguiente nos encontraremos con que la pila está agotada.
  • El patrón direccional correspondería a un supercardioide. Es un micrófono pensado para trabajar a distancias relativamente cercanas a la fuente de sonido. En general cubre bien la mayoría de situaciones típicas: vlogging, uso en estudio, etc.
  • Recuerda que los micrófonos direccionales son más sensibles al viento (hay que usar siempre cortavientos y preferiblemente dead cat) y a la reverberación si grabas en interiores. Si la habitación o el estudio tiene mala acústica puede afectar bastante a la calidad de audio.

 

 

 

 

Rode VideoMic Pro + (Plus)

Podríamos decir que es una versión actualizada del VideoMic Pro, con algunas mejoras interesantes. Aunque las prestaciones en general y la calidad de sonido son muy similares.

 

Micrófono direccional Rode VideoMic Pro Plus

 

Una de las características más destacadas es que el micrófono detecta automáticamente cuándo está la cámara activa, no hace falta encender y apagar el micrófono. Esto es uno de los mejores inventos del mundo, porque grabar con el micrófono apagado es muy muy frustrante.

Utiliza una batería recargable y puede funcionar con 2 pilas AA. La batería se recarga dentro del propio micrófono mediante un conector USB, así que podemos alimentarla con un powerbank externo. Y en caso de emergencia, si llevamos pilas AA de repuesto lo podemos usar con pilas.

Incluye el mismo sistema de atenuación (-10dB) y de ganancia (+20dB) que el VideoMic Pro.

En lugar de un filtro paso alto, el VideoMic Pro Plus tiene dos modos, con frecuencias de corte en 75Hz y 150Hz, que puedes usar en situaciones de mucho viento o ambientes con sonidos molestos en la zona de los graves. Recuerda que para las frecuencias bajas los micrófonos son mucho menos direccionales.

Además incluye un modo que refuerza las frecuencias medias, unos +6dB alrededor de los 4KHz, que puede ser útil cuando grabamos voz en entornos con mucho ruido ambiente o simplemente para dar más claridad a la voz.

Otra característica destacable es que incluye la opción de grabar con un canal de seguridad. En este modo, uno de los canales (derecho) graba con las opciones de ganancia configuradas en ese momento y en el otro canal (izquierdo) se guarda una copia del sonido pero con -20dB de atenuación.

Este canal de seguridad nos da mucho más margen. Si por ejemplo durante la grabación hay sonidos más fuertes de lo previsto y el canal principal satura (clipping) distorsionando el sonido, podemos recurrir al segundo canal para usar esa parte sin saturar.

 

Puntos positivos del Rode VideoMic Pro + (Plus):

  • Buena calidad de sonido para su gama y precio
  • Posibilidad de usar el preamplificador interno (+20dB) para mejorar el sonido con respecto al preamplificador de la cámara
  • Posibilidad de usar atenuador (-10dB) en situaciones con sonidos muy altos o si grabamos muy cerca de la fuente de sonido
  • Dos modos de filtro paso alto (75 y 150Hz)
  • Modo boost para alta frecuencia (+6dB en 4 KHz)
  • Posibilidad de grabar con canal de seguridad (-20dB)
  • Buena relación calidad precio para las funciones que ofrece

 

Puntos menos positivos:

  • El patrón direccional correspondería a un supercardioide. Es un micrófono pensado para trabajar a distancias relativamente cercanas a la fuente de sonido. En general cubre bien la mayoría de situaciones típicas: vlogging, uso en estudio, etc.
  • Bastante más voluminoso que el VideoMic Pro
  • El cable de salida va conectado al conector jack en la parte trasera y a veces puede molestar, sobre todo si intentamos usar el visor de la cámara.
  • Recuerda que los micrófonos direccionales son más sensibles al viento (hay que usar siempre cortavientos y preferiblemente dead cat) y a la reverberación si grabas en interiores. Si la habitación o el estudio tiene mala acústica puede afectar bastante a la calidad de audio.

 

 

 

Shure VP83 / VP83F LensHopper

Si tomamos como referencia el Rode VideoMic Pro, el Shure VP83 estaría situado en una gama un poco superior en cuanto a calidad de construcción, con el cuerpo de metal.

Micrófono direccional Shure VP83

Por ejemplo el blindaje frente a interferencias electromagnéticas es mejor en el Shure. Los micrófonos de Rode suelen estar un poco más expuestos, quizás porque utilizan más plástico en su construcción.

La versión VP83F incluye su propia grabadora digital integrada. Si vas a usar un único micrófono puede ser una buena opción, porque todo el sistema de grabación está integrado y optimizado (no hay problemas de adaptación de impedancias, malas conexiones, cables de por medio, etc.)

En cuanto a calidad de sonido las diferencias con respecto a los VideoMic Pro son pequeñas y entrarían dentro de la parte subjetiva y de preferencias de cada uno.

La respuesta en frecuencia del Rode VideoMic Pro es un poco más plana en las frecuencias altas, mientras que el Shure tiene un pequeño boost alrededor de los 5 KHz (similar al modo boost de alta frecuencia del VideoMic Pro+)

El Shure VP83 es un micrófono de condensador que incluye una cápsula electret y la electrónica interna necesaria. Necesita alimentación a través de una pila AA. La autonomía sería de unas 75-100 horas dependiendo de la calidad de pila y los parámetros de uso.

El patrón polar es básicamente supercardioide, con una atenuación de unos -10dB a 90º y a 180º tomando como referencia la frecuencia de 1 KHz.

El Shure VP83 incluye un modo de atenuación de -10dB y un modo de preamplificación de +20dB.

Como ya hemos comentado, el PAD (atenuador) se usa cuando grabamos sonidos muy fuertes (coches, motos, sitios con sonido muy alto o si hablamos muy cerca del micrófono…)  y el modo +20dB se usa sobre todo si el micrófono está conectado directamente a la cámara, para que los preamplificadores de la cámara trabajen en el nivel de ganancia más bajo posible.

También incluye un filtro paso bajo con frecuencia de corte alrededor de los 150Hz, que se puede usar por ejemplo en situaciones de mucho viento o entornos con mucha reverberación para atenuar las bajas frecuencias.

 

Puntos positivos del Shure VP83 LensHopper:

  • Buena calidad de sonido para su gama y precio
  • Buen blindaje frente a interferencias electromagnéticas
  • Posibilidad de usar el preamplificador interno (+20dB) para mejorar el sonido con respecto al preamplificador de la cámara
  • Posibilidad de usar atenuador (-10dB) en situaciones con sonidos muy altos o si grabamos muy cerca de la fuente de sonido
  • Modo de filtro paso alto a 150Hz
  • Buena relación calidad precio

 

Puntos menos positivos:

  • Necesita una pila / batería AA   (la versión VP83F usa 2 pilas AA)
  • Tenemos que acordarnos siempre de encenderlo antes de comenzar a grabar. No dispone de led o indicador en la parte frontal. Y tenemos que recordar apagarlo cuando terminamos la sesión.
  • La respuesta en frecuencia incluye un pequeño boost en la zona de los 5KHz que puede gustar más o menos dependiendo de las preferencias de cada uno.
  • El patrón direccional correspondería a un supercardioide. Es un micrófono pensado para trabajar a distancias relativamente cercanas a la fuente de sonido. En general cubre bien la mayoría de situaciones típicas: vlogging, uso en estudio, etc.
  • Recuerda que los micrófonos direccionales son más sensibles al viento (hay que usar siempre cortavientos y preferiblemente dead cat) y a la reverberación si grabas en interiores. Si la habitación o el estudio tiene mala acústica puede afectar bastante a la calidad de audio.

 

 

 

 

Micrófonos shotgun XLR (gama profesional)

Los micrófonos que hemos comentado anteriormente están pensados como micrófonos on camera.

Podríamos utilizarlos en una pértiga, fuera de cámara, pero necesitaremos: un cable relativamente largo hasta la cámara o grabar el audio fuera de cámara, en una grabadora de sonido digital por ejemplo.

En esas situaciones es mejor utilizar un micrófono XLR:

  • Los cables XLR son balanceados y mucho más robustos ante interferencias de radiofrecuencia
  • Una grabadora de sonido con entradas XLR forma parte de la electrónica de audio profesional y en general sus preamplificadores son mejores que los de una cámara.
  • En general este tipo de micrófonos ofrecen mejores prestaciones (con respecto a un micrófono similar pensado para electrónica de consumo)
  • Hay muchísima más especialización, literalmente cientos de modelos de micrófonos shotgun XLR con características específicas para situaciones concretas

 

Este tipo de micrófonos están pensados sobre todo para grabar en exteriores, pero también son muy utilizados para grabación en estudio, en interiores, cuando queremos que el micrófono quede fuera de plano y no queremos o no podemos utilizar micrófonos de solapa.

Ya he comentado que hay cientos de modelos, de diferentes gamas, características y precios.

Buscar un micrófono muy especializado creo que sólo tendría sentido en producciones de cine, proyectos para televisión o similares, en las que necesitamos alcanzar unos estándares de calidad muy exigentes. Y esos estándares van a depender muchísimo de los conocimientos y experiencia de los técnicos de sonido.

Yo voy a comentar aquí una serie de modelos muy conocidos y muy utilizados en todo tipo de producciones ‘serias’, es decir, no son precisamente juguetes.

Me voy a centrar en micrófonos relativamente asequibles, con buena relación calidad precio.

Y voy a intentar incluir modelos que, además de la conexión XLR, permiten o facilitan el uso directo con cámaras a través de jack de 3.5mm.

 

Audio-Technica AT875R (XLR)

Muy buen micrófono, con una excelente relación calidad precio.

Es relativamente pequeño, de cañón corto.

Sólo funciona con XLR, tiene que estar conectado a una interfaz de audio o una grabadora digital que proporcione phantom power.

En este rango de precios creo que sería mi primera opción.

 

 

 

Sennheiser MKE 600 (XLR + adaptador 3.5mm)

Es un shotgun de cañón medio-largo.

Muy utilizado en todo tipo de producciones. Estaría en una gama intermedia, por ejemplo con respecto a la serie MKH, en la que está el famoso Sennheiser MKH 416.

Funciona mediante XLR como cualquier otro micrófono de este tipo, sin necesidad de alimentación interna.

Pero también incluye un conector especial XLR a jack 3.5 (al menos en el pack habitual), que te permitiría usarlo en cualquier cámara o dispositivo con entrada jack 3.5 para micrófono. En este caso hay que utilizar una pila o batería AA que se aloja en el interior del micrófono y ofrece una autonomía superior a las 100 horas.

Esto lo convierte en un micrófono shotgun muy versátil.

 

 

Rode  NTG4+ (XLR + adaptador 3.5mm)

Similar en concepto y prestaciones al Sennheiser MKE 600.

El uso normal sería como micrófono XLR, conectado a una interfaz de audio o a una grabadora de sonido externa mediante el correspondiente cable XLR. La alimentación del micrófono vendría a través del phantom power de ese dispositivo.

Igualmente se puede usar como micrófono on camera, utilizando un adaptador XLR a jack 3.5 (que no se incluye con el micrófono, pero es un accesorio muy barato)

La alimentación en ese caso es mediante una batería interna que podemos recargar mediante USB y proporciona unas 100-150 horas de autonomía.

Si estás interesado en este micrófono, verifica que se trata del NTG4+ (plus). El NTG4 (sin el signo +) no incluye batería, por lo tanto sólo se puede usar con el cable XLR conectado a una interfaz o grabadora que soporte phantom power.

 

 

 

 

 

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Y todos los modelos tienen un rendimiento excelente en fotografía y vídeo.

Sin embargo, destaca sobre todo el Galaxy S20 Ultra, que incluye cámaras un poco más avanzadas sobre el papel.

Vamos a ver entonces las características del S20 Ultra y luego comentaremos si valdría la pena con respecto a las demás variantes de la serie Galaxy S20.

 

 

Características técnicas de las cámaras del Galaxy S20 Ultra

Los S20 ya no disponen de diafragma mecánico como ocurría con la serie S10.

Como comenté en su momento, el diafragma era más bien una demostración de tecnología y un reclamo de marketing. El diafragma es un elemento muy importante en objetivos grandes, pero no tenía tanta utilidad en el S10 (p.e. sólo tenía dos posiciones)

 

Cámara trasera principal

108Mpx (reescala por defecto a 12Mpx combinando grupos de 9 pixels)
Sensor 1/1.33 pulgadas (70 mm2) / PDAF
Objetivo 26mm equivalente – f/1.8
Estabilizador de imagen óptico (OIS)
8K / 24p | 4K / 60p | 1080 / 60p
1080 / 120p | 240p (cámara lenta)
720 / 960p (súper cámara lenta, escalado por AI desde 480fps)

 

Cámara trasera telephoto

48Mpx
Sensor 1/2 pulgadas (30 mm2) / PDAF
Objetivo 103mm equivalente – f/3.5
(zoom 4x con respecto a cámara principal)
Estabilizador de imagen óptico (OIS)
4K / 60p | 1080 / 60p
1080 / 120p | 240p (cámara lenta)
720 / 480p (súper cámara lenta)

 

Cámara trasera gran angular (ultra wide)

12Mpx
Sensor 1/2.55 pulgadas (25 mm2)
Objetivo 13mm equivalente – f/2.2
Estabilizador de imagen digital (Super Steady)
4K / 60p | 1080 / 60p
1080 / 120p | 240p (cámara lenta)
720 / 480p (súper cámara lenta)

 

Cámara frontal

40Mpx
Sensor 1/2.8 pulgadas (17 mm2) PDAF
Objetivo 26mm equiv. f/2.2
Estabilizador de imagen digital
4K / 60p | 1080 / 30p
Auto-HDR

 

Funciones o modos especiales

Modo nocturno
Modo retrato (en Samsung se llama Live Focus)
Modo HDR (HDR10+)
Auto-HDR

¿Permite modo manual?

 

El Galaxy S20 Ultra incluye la opción de zoom digital 100x (Space Zoom 100x), pero esto no es más que un reclamo de marketing.

Tiene una muy buena cámara telephoto, y por lo tanto el recorte (el zoom digital) va a ofrecer una calidad mejor que otros móviles que incluyan un sensor peor, con menor resolución y menor área de captación.

Esto es así por lógica. Pero no quiere decir que una imagen a 100x tenga una calidad aceptable.

 

 

Samsung Galaxy S20 / Galaxy S20+

Los dos modelos base de la serie comparten prácticamente en mismo sistema de cámaras, diferente de la combinación del S20 Ultra.

 

Cámara trasera principal

12Mpx
Sensor 1/1.76 pulgadas (40 mm2) / PDAF Dual Pixel
Objetivo 26mm equivalente – f/1.8
Estabilizador de imagen óptico (OIS)
8K / 24p | 4K / 60p | 1080 / 60p
1080 / 120p | 240p (cámara lenta)
720 / 960p (súper cámara lenta)

 

Cámara trasera telephoto

64Mpx
Sensor 1/1.72 pulgadas (42 mm2) / PDAF
Objetivo 29mm equivalente – f/2.0
(zoom 1.1x óptico con respecto a cámara principal)
(zoom híbrido 3x utilizando sólo la parte central del sensor)
Estabilizador de imagen óptico (OIS)
8K/24p | 4K / 60p | 1080 / 60p
1080 / 120p | 240p (cámara lenta)
720 / 960p (súper cámara lenta)

 

Cámara frontal

10Mpx
Sensor 1/3.24 pulgadas (12 mm2) PDAF Dual Pixel
Objetivo 26mm equiv. f/2.2
Estabilizador de imagen digital
4K / 60p | 1080 / 30p
Auto-HDR

 

La cámara ultrawide es similar a la del Galaxy S20 Ultra.

La cámara telephoto incluye una óptica con una distancia focal similar a la de la cámara principal, apenas aporta un zoom óptico en sentido estricto. Pero haciendo recorte (aprovechando sólo la parte central del sensor) se consigue un zoom ‘óptico’ real de 3x.

Es equivalente a tener un sensor de unos 20Mpx, con una superficie efectiva de captación de unos 20 mm2 y una focal equivalente de unos 78mm.

Es decir, es una combinación que está muy bien para ser una cámara secundaria, aunque quedaría un poco por debajo de las prestaciones de la cámara telephoto del S20 Ultra.

 

 

Samsung Galaxy S20 FE

Este modelo salió a finales de 2020 como versión más orientada a la gama media.

El S20 FE (Fan Edition) tiene características un poco menos premium, aunque sigue siendo un terminal muy completo.

En lo que respecta al sistema de cámaras, el Galaxy S20 FE incluye la misma cámara principal que los S20 y S20+

La cámara ultrawide también es muy similar también: 12Mpx f/2.2, pero monta un sensor un poco más pequeño, de unos 17 mm2 (con respecto al sensor de 25 mm2 de los otros modelos)

La cámara telephoto también tiene unas especificaciones un poco inferiores: 8Mpx en un sensor pequeño de unos 7 mm2 de área efectiva.

Además pierde la opción de grabación de vídeo en 8K.

La cámara frontal del Galaxy S20 FE es similar a la del Galaxy S20 Ultra.

 

En general, podríamos decir que es un móvil con muy buenas especificaciones, por ejemplo para un usuario que utiliza sobre todo la cámara principal o la cámara frontal (selfie).

 

 

Rendimiento general / comportamiento

Todas las versiones tienen un muy buen rendimiento en fotografía y en vídeo.

En situaciones de menos luz o en escenas con gran rango dinámico, el Galaxy S20 Ultra tendría una pequeña ventaja cuando usamos la cámara principal en el modo de 12Mpx (combina la información de 9 pixels del sensor para generar un único pixel, que sería equivalente a usar un sensor de 12Mpx con una superficie de captación de 70 mm2).

A igualdad de condiciones en la escena, va a producir imágenes y vídeos con una imagen un poco más limpia, con menos granulado (ruido electrónico) y con una mejor gestión del rango dinámico.

En la práctica, la verdad es que no se nota apenas diferencia, incluso en situaciones de fotografía nocturna, con respecto a los otros modelos.

Me da la impresión de que Samsung no ha conseguido sacarle todo el partido a ese sensor a la hora de procesar la información.

Otro punto importante es que la cámara principal del S20 Ultra no dispone del sistema de enfoque Dual Pixel. Sigue siendo un sistema híbrido muy bueno (PDAF – detección de fase + los algoritmos de detección por contraste) pero en situaciones concretas se nota un poco más lento y algo menos fiable que el de los otros modelos.

Tanto el S20 como el S20+ me parecen móviles muy equilibrados que creo que podrían cubrir perfectamente las situaciones del día a día de cualquier usuario.

La cámara telephoto del S20 Ultra es un poco mejor sobre el papel, pero en la práctica las diferencias son igualmente sutiles con respecto al S20 / S20+ y creo que no sería un criterio de elección importante.

Las cámaras ultrawide van a funcionar muy bien en todos los modelos: ángulo de visión muy amplio, sensor con una superficie de captación grande para lo que suelen incluir este tipo de cámaras auxiliares,  y muy buenas prestaciones tanto en foto como en vídeo.

La cámara frontal también ofrece unas prestaciones más que decentes y la opción de grabar vídeo 4K.

 

Galaxy S20 vs S10

Con respecto a la serie S10, el rendimiento de las cámaras y del procesamiento de imagen mejora en general (lógicamente) pero son diferencias muy sutiles.

El Galaxy S20 Ultra sí marca un poco el salto diferencial con su cámara principal (sensor más grande) pero sólo notaremos esa ventaja en situaciones muy concretas.

Podríamos decir que la serie S20 mejora con respecto a algo que era ya muy bueno.

Un usuario de algún modelo del Galaxy S10 creo que no notaría una mejora sustancial y en general pienso que no tendría mucho sentido el cambio a la versión superior teniendo como único criterio la parte de foto y vídeo.

Para los usuarios que hagan muchas fotos nocturnas, en situaciones de menos luz y/o que quieran ese extra de calidad en situaciones críticas, el salto al S20 Ultra sí podría estar justificado.

 

 

¿Qué modelo elijo?

Los Galaxy S20 y S20+ me parecen los modelos más equilibrados si tenemos en cuenta las prestaciones, tamaño y la relación calidad precio.

Aunque en términos absolutos, el S20 Ultra es el que tiene mejores especificaciones y mejor rendimiento sobre el papel, creo que las diferencias en prestaciones y los resultados son tan similares que no justificaría la compra si sólo tenemos en cuenta los criterios de calidad en foto y vídeo.

Sí es cierto que su cámara telephoto es mejor y permite más zoom (óptico y digital) manteniendo una calidad de imagen aceptable.

Finalmente, el S20 FE me parece muy buena opción para alguien que busca un móvil con buena relación calidad precio.

A efectos prácticos, en el día a día, el S20 FE cubre las mismas situaciones que los demás modelos. Su cámara telephoto es un poco más normalita, pero por lo demás el rendimiento es muy bueno también.

El S20 FE parece que tiene un poco de tendencia a sobrecalentarse (no al usar las cámaras, sino en general con el uso más o menos habitual), no sé si esto es problema de algunas unidades o es un tema de firmware, porque sólo lo he visto comentar a algunos usuarios.

 

 

Otros móviles de prestaciones similares

Los Galaxy S20 competirían con modelos / series como:

 

El comportamiento de todos estos móviles es muy similar en la mayoría de las situaciones.

Muchas de las diferencias están más en la parte de tratamiento de color (cuando se utilizan con balance de blancos automático) y también puede haber diferencias sutiles en los modos especiales (nocturno, retrato, etc.)

En situaciones concretas unos modelos darán un resultado un poco mejor y en otras situaciones serán otros modelos los que se comporten un poco mejor.

Pero en la mayoría de los casos va a depender más de la situación y del propio usuario, más que del rendimiento del dispositivo.

 

 

Valoración: pros y contras del Samsung Galaxy S20 Ultra

 

Puntos positivos del Samsung Galaxy S20 Ultra para fotografía y vídeo:

  • Muy completo para fotografía y vídeo.
  • Graba vídeo 4K / 60p y 8K / 24p
  • Graba vídeo 4K / 30p con la cámara delantera
  • Muy buen sistema de estabilización de imagen en vídeo
  • Mejora el rendimiento con respecto a la serie S10
  • El rendimiento es sólo ligeramente mejor que los demás modelos de la serie S20 (S20, S20+, S20 FE)
  • Muy buena cámara telephoto con un 4x óptico con muy buena calidad y un 10x (digital) bastante decente
  • Muy buena cámara ultrawide

 

Puntos menos positivos:

  • Aunque la cámara principal incluye un sensor bastante grande (70 mm2), las diferencias en los resultados con respecto a los sensores de los S20, S20+ y S20 FE no son realmente significativas, incluso en condiciones de poca luz es difícil apreciar esa mejora teórica debida a la mayor superficie de captación.
  • El sistema de enfoque de la cámara principal no es tan bueno como el de los demás modelos de la serie.
  • El modo de cámara superlenta 960fps no es real en el S20 Ultra, a diferencia de los otros modelos de la serie. Como el sensor principal tiene una resolución tan alta, el procesador no puede gestionar toda la información. Se genera la secuencia a 480fps y luego se escala a 960 fps utilizando algoritmos con IA.

 

 

Precios y ofertas puntuales

De varios modelos de la serie S20, para que te hagas una idea de precios

 

 

 

Más información sobre móviles para fotografía y vídeo

 

 

Cosas que interesa saber sobre los objetivos fotográficos

En este artículo vamos a ver algunas características o conceptos relacionados con los objetivos fotográficos

Características de los objetivos fotográficos
Objetivo Canon 50mm f/1.4 – Foto Maja Dumat (CC BY 2.0)

 

Índice rápido de contenidos

 

 

Distancia focal

La distancia focal del objetivo es probablemente la característica más importante, o digamos que sería el primer criterio a la hora de elegir un objetivo.

Es una característica óptica de lentes y espejos.

En fotografía (y vídeo, ya que todo lo que vamos a comentar es aplicable igualmente) la distancia focal de un objetivo nos da idea del ángulo de visión que vamos a conseguir.

El ángulo de visión es importante por varios motivos:

  • Para conseguir un determinado encuadre desde una posición (distancia entre la cámara y la escena)
    Por ejemplo si queremos captar un campo de visión muy amplio y no nos podemos alejar más de la escena podríamos utilizar objetivos con una distancia focal corta (angulares y gran angulares)
    O si queremos centrar la atención en un ángulo de visión muy estrecho, que tendría un efecto de alcance, de ver objetos lejanos o primeros planos, podríamos usar objetivos con una distancia focal larga (teleobjetivos)
  • Para conseguir una determinada perspectiva
    La perspectiva tiene que ver con la distancia entre la cámara y el sujeto principal o la escena, y da lugar a efectos como la compresión o separación de planos.
    A veces necesitamos una perspectiva concreta para un encuadre concreto, por ejemplo en fotografía de retrato, donde se suele buscar que las proporciones de la cara sean lo más ‘naturales’ posible.

 

Como veremos en el siguiente apartado, en una cámara el ángulo de visión depende de la distancia focal y del tamaño de la superficie donde se proyecta la imagen que genera el objetivo (tamaño de sensor o película fotográfica).

Pero para una determinada cámara (un tamaño de sensor) la distancia focal nos da directamente idea del ángulo de visión.

La distancia focal también influye en otros efectos, por ejemplo en la profundidad de campo.

 

 

Distancia focal del objetivo en función del tipo de sensor

La distancia focal es una característica óptica del propio objetivo, independientemente de la cámara donde se monte o del tamaño del sensor.

Un objetivo de 50mm tiene esa distancia focal en una cámara con sensor full frame, en una cámara con sensor APS-C y en cualquier otra circunstancia y uso.

Pero como hemos comentado, en fotografía la distancia focal nos habla sobre todo de ángulo de visión.

Y el ángulo de visión depende también del tamaño del sensor.

Por cuestiones históricas se toma como referencia el tamaño de la película de 35mm, que corresponde también con el tamaño de los sensores Full Frame (unos 36 × 24 mm).

Los fotógrafos rara vez piensan en términos de ángulos (grados), piensan en distancias focales.

Por ejemplo, intuitivamente saben qué ángulo de visión obtendrán con un objetivo de 50mm en una cámara full frame o de película.

El problema con las cámaras digitales es que hay muchos tamaños de sensor diferentes, ya no se puede establecer siempre esa relación directa (intuitiva) entre distancia focal y ángulo de visión.

 

Recorte / factor de recorte

Para entender cómo afecta el tamaño del sensor, podemos imaginar un mismo objetivo proyectando la imagen de la escena en dos sensores diferentes, uno grande y otro más pequeño.

La imagen proyectada en el pequeño es un recorte de la imagen proyectada en el grande.

Si cogemos la imagen del sensor grande y la recortamos: obtenemos exactamente la misma imagen que obtendríamos en el sensor pequeño.

Se suele hablar de factor de recorte.

Por ejemplo, un sensor APS-C tiene un factor de recorte de 1.5 con respecto a un sensor Full Frame (que sería la referencia, el 1).

Los sensores APS-C de Canon tienen un factor de recorte de 1.6, son un poco más pequeños.

Un sensor Micro 4/3 tiene un factor de recorte de 2.

 

Factor de multiplicación (de la focal)

Curiosamente, el resultado también sería similar si usamos el sensor grande pero cambiamos el objetivo por otro con una distancia focal mayor.

Por lo tanto el factor de recorte (recorte de imagen) también recibe el nombre de factor de multiplicación de la distancia focal.

Muy importante: esto es sólo en lo que respecta al ángulo de visión.

Un sensor APS-C tiene un factor de multiplicación de 1.5x  (los de Canon 1.6x)

Un sensor Micro 4/3 tiene un factor de multiplicación de 2x

Recuerda que la distancia focal de un objetivo es una característica propia, no cambia al usar ese objetivo con diferentes sensores.

Cuando hablamos de multiplicación de la focal es en sentido figurado y sólo a afectos del ángulo de visión, para tener una referencia mental rápida de cómo se comportará ese objetivo en una cámara concreta.

 

Distancia focal equivalente

Otra forma de tener una referencia rápida del comportamiento de un objetivo (en diferentes cámaras, con diferentes sensores) es usando la distancia focal equivalente o focal equivalente.

La focal equivalente nos da una idea del ángulo de visión que genera un objetivo en una cámara.

Lo vemos mejor con un ejemplo.

Vamos a imaginar que tenemos un objetivo de 50mm (distancia focal) y lo vamos a usar con tres cámaras diferentes: Full Frame, APS-C y Micro 4/3

  • Full Frame
    En una cámara Full Frame generará una imagen de la escena que se corresponde con un ángulo de visión horizontal de unos 40 grados
  • APS-C
    En este caso la imagen estará ‘recortada’ con respecto a la anterior
    El recorte tiene un factor de 1.5
    El factor de multiplicación de la focal es 1.5x
    La focal equivalente será 50mm x 1.5 = 75mm
    La imagen se corresponde con un ángulo de visión de unos 27 grados
  • Micro 4/3
    El recorte tiene un factor de 2
    Factor de multiplicación de la focal: 2x
    La distancia focal equivalente será 50mm x 2 = 100mm
    La imagen se corresponde con un ángulo de visión horizontal de unos 20 grados

 

Aquí puedes ver la distancia focal equivalente y los ángulos de visión (de la diagonal) para un objetivo montado en una cámara APS-C, en función de la distancia focal real del objetivo (en negro la distancia focal real del objetivo y entre paréntesis la distancia focal equivalente):

Distancia focal efectiva en sensores APS-C

 

 

Por ejemplo, si montamos un objetivo de 35mm en una cámara APS-C tendremos un comportamiento similar al que correspondería a montar un objetivo de 50mm en una cámara Full Frame.

 

Hay que recordar siempre que la distancia focal equivalente es sólo un truco ‘matemático’, una forma sencilla para que podamos hablar y entendernos entre fotógrafos que usan diferentes cámaras y sistemas (más adelante comento qué es un sistema).

La distancia focal equivalente, el factor de recorte y el factor de multiplicación son formas diferentes de expresar lo mismo.

La distancia focal equivalente sólo nos da una referencia sobre el ángulo de visión, no sobre otros efectos que tienen que ver en la práctica con la distancia focal real del objetivo (por ejemplo la perspectiva o la profundidad de campo).

 

 

Objetivos de focal fija vs objetivos zoom

Un objetivo de focal fija tiene una única distancia focal: p.e. 50mm, o 35mm, o 12mm…

Un objetivo de focal variable incluye un mecanismo que permite cambiar la distancia focal efectiva en un cierto rango.

Por ejemplo un objetivo 18-55mm es un objetivo de focal variable, que nos permite regular la distancia focal de forma continua desde los 18mm hasta los 55mm (pasando por todos los valores intermedios)

Los objetivos de focal variable también reciben el nombre de objetivos zoom.

 

Construcción, prestaciones, precio

Un objetivo de focal fija es normalmente más fácil de diseñar (fórmula óptica) y construir.

Todas las lentes que forman parte del objetivo están optimizadas para rendir a una determinada distancia focal.

En general, los objetivos de focal fija ofrecen mayor calidad óptica que los objetivos de tipo zoom.

Los objetivos de focal fija también suelen ser más pequeños y ligeros que las versiones equivalentes de focal variable.

Y también suelen ser más baratos (con respecto a un objetivo zoom de prestaciones similares)

 

Los objetivos de distancia focal variable incluyen más elementos ópticos (grupos de lentes que se mueven internamente para conseguir la transición entre la focal mínima y la máxima).

Es muy difícil conseguir una calidad óptima en todo el rango focal. Normalmente el diseño se basa en un compromiso para que la calidad óptica sea lo más homogénea posible.

Como la apertura (lo vemos más adelante) está relacionada con la distancia focal, es muy complicado mantener una determinada apertura máxima a lo largo de todo el rango focal de un objetivo de focal variable.

Como norma general, un objetivo zoom suele tener una calidad óptica menor y prestaciones algo peores con respecto a un objetivo fijo de similar gama / precio.

O dicho de otra forma: los objetivos de focal variable con prestaciones ópticas similares a las de un objetivo fijo suelen ser mucho más caros.

 

¿Qué es el zoom?

La palabra zoom hace referencia a la acción de cambiar la distancia focal de un objetivo: hacer zoom.

Coloquialmente se suele asociar al efecto de alcance: ese objetivo o esa cámara tiene mucho zoom, haciendo referencia a que su objetivo tiene distancias focales equivalentes altas (teleobjetivos).

Pero zoom hace referencia realmente al cambio. Hacer zoom es cambiar la distancia focal, da igual si es hacia focales más largas o hacia focales más cortas.

La palabra zoom también se utiliza para indicar el rango relativo, la relación entre la distancia focal más larga y la más corta de un objetivo.

Por ejemplo, cuando vemos: esta cámara tiene un zoom de 30x 

Esa información nos está diciendo que hay un factor 30 entre la focal más corta y la más larga. Pero no nos dice qué rango focal cubre exactamente, que es lo importante.

Por ejemplo un objetivo 30-900mm tendría un zoom 30x (30mm x 30 = 900mm), igual que un objetivo 24-720mm (24mm x 30 = 720mm)

 

Rango focal vs prestaciones

En general, cuanto mayor sea el rango focal más difícil será diseñar un objetivo que mantenga una cierta calidad óptica a lo largo de todo ese rango.

El objetivo se suele diseñar para optimizar el tramo de focales que más se suelen usar: por ejemplo algunos optimizan las focales más cortas, otros las focales medias del rango.

En un objetivo de cámara réflex o EVIL (cámaras de objetivos intercambiables) el factor típico entre focal máxima y mínima suele ser muy pequeño, del orden de 3x en muchos casos.

Por ejemplo, para un 18-55mm:  55 / 18 = 3

Para un 24-70mm:  70 / 24 = 2.9

Para un 70-200mm:  200 / 70 = 2.8

 

Los objetivos con rangos muy grandes, por ejemplo en los objetivos que se conocen como ‘todoterrenos’ o los objetivos de cámaras compactas de tipo bridge / súperzoom se sacrifica un poco la calidad de imagen y las prestaciones ópticas en favor de la flexibilidad de uso y versatilidad.

Como casi todo en fotografía, se trata de encontrar siempre un equilibrio en el que tenemos que sacrificar ciertas características para conseguir otras.

 

Versatilidad / flexibilidad de uso

Lo ideal, y la gracia de usar cámaras de objetivos intercambiables, sería usar el objetivo más adecuado para cada situación.

Normalmente con un objetivo de focal fija podemos conseguir las mejores prestaciones y calidad óptica.

También conseguiremos una mayor coherencia artística en sesiones o series, ya te todas las fotos tendrán una relación de perspectiva similar.

Como contrapartida, con un objetivo de focal fija estamos atados a esa focal (ángulo de visión fijo) y el encuadre lo tenemos que conseguir moviéndonos nosotros con respecto a la escena.

O si lo que queremos es jugar con la perspectiva o encuadrar sin tener que movernos (a veces no nos será posible acercarnos o alejarnos del sujeto principal todo lo que queremos) podríamos usar varios objetivos fijos, cambiándolos según la situación.

Esto a veces no es tan práctico.

Para determinados tipos de fotografía se necesita más flexibilidad, por ejemplo cuando queremos modificar el encuadre (ángulo de visión) sin posibilidad de desplazarnos físicamente hacia el sujeto o la escena.

En esos casos un objetivo de focal variable puede ser más útil o más cómodo.

Otras veces es cuestión de preferencias personales.

Cada uno tiene que encontrar su propio equilibrio entre calidad óptica, tamaño y peso del equipo, flexibilidad, precio…

En cualquier caso hay objetivos de focal fija que vale la pena tener por su versatilidad (el 50mm o el 35mm por ejemplo son focales fijas muy usadas) y por las posibilidades artísticas que ofrecen.

 

Sistemas / montura

En fotografía, un sistema es el conjunto de cámaras y objetivos compatibles entre sí.

Hace referencia a las cámaras de objetivos intercambiables, también llamadas cámaras de sistema.

En las cámaras compactas (incluyendo las cámaras bridge / súperzoom) no tiene sentido hablar de sistema ya que el objetivo forma parte de la cámara y no se puede cambiar.

Cada marca tiene uno o varios sistemas.

Cada sistema tiene su propia montura.

La montura es la abertura física, el hueco, donde se acopla mecánicamente el objetivo.

Cada montura tiene sus especificaciones mecánicas (diámetro, tipo de anclaje, distancia al sensor…) y electrónicas, para permitir el control del objetivo desde la cámara (diafragma, sistema de enfoque automático…)

 

Cuando compras una cámara de objetivos intercambiables entras en ese sistema (te casas con ese sistema).

Los objetivos que compres tendrán que pertenecer al sistema: objetivos nativos.

En algunos casos se pueden usar objetivos de otros sistemas mediante algún adaptador, pero digamos que esto sería la excepción y no siempre es posible por las limitaciones mecánicas y electrónicas.

Cuando hablamos de objetivos nativos nos solemos referir a objetivos de un determinado sistema y de la misma marca. Pero también hay objetivos para cada sistema de terceras marcas. Por ejemplo fabricantes como Sigma, Tamron, Samyang, etc. hacen objetivos para un montón de sistemas y marcas.

 

Para que te hagas un poco idea de algunos sistemas actuales:

  • Canon tiene en la actualidad tres sistemas independientes:
    Canon EOS EF / EF-S: que corresponde a sus cámaras réflex (Full Frame y APS-C)
    Canon EOS EF-M: que corresponde a sus cámaras sin espejo / EVIL con sensor APS-C
    Canon EOS RF: que corresponde a sus cámaras sin espejo / EVIL con sensor Full Frame
  • Nikon tiene dos sistemas independientes:
    Nikon F: para sus cámaras réflex (Full Frame y APS-C)
    Nikon Z: para sus cámaras EVIL / sin espejo (Full Frame y APS-C)
  • OM Systems (Olympus) y Panasonic:
    Sistema Micro 4/3 para cámaras EVIL / sin espejo
  • Panasonic y Leica:
    Sistema L (montura L): para sus cámaras con sensor Full Frame, por ejemplo las cámaras Lumix S de Panasonic
  • Sony:
    Sistema E: para sus cámaras EVIL / sin espejo (Full Frame y APS-C)
    Sistema A: para sus cámaras réflex, pero es un sistema en desuso
  • Fujifilm (Fuji):
    Sistema X: para sus cámaras EVIL / sin espejo (APS-C)
    Sistema GFX: para sus cámaras de formato medio (sensor más grande que Full Frame)

 

A lo largo de la historia ha habido muchos otros sistemas / monturas que se han ido abandonando a medida que evolucionaba la tecnología o desaparecían algunas marcas.

 

Dentro de un mismo sistema puede ocurrir que no todas las cámaras y objetivos sean compatibles entre sí al 100%.

Entrar ahí ya sería complicar mucho este artículo y no vale la pena.

Digamos que lo importante es quedarse con la idea de que cada cámara de objetivos intercambiables sólo puede usar un conjunto de objetivos compatibles (los que forman parte de su sistema).

 

 

Apertura del objetivo

La apertura del objetivo es la relación entre la distancia focal y el diámetro del diafragma.

Nos da idea de la cantidad de luz que un objetivo deja pasar (cantidad de luz por unidad de superficie).

A los objetivos con una apertura máxima grande (normalmente a partir de f/2.8) se les llama objetivos luminosos.

También se suele hablar de luminosidad, haciendo referencia a la apertura máxima que puede conseguir un objetivo.

Intuitivamente, un objetivo más luminoso deja pasar más luz (con el diafragma totalmente abierto) con respecto a otro objetivo menos luminoso.

Y en algunos casos se habla de objetivos rápidos (fast lenses) ya que, a igualdad de condiciones, un objetivo con mayor apertura me permitirá disparar con una velocidad de obturación más alta (para congelar el movimiento y/o evitar trepidación) proyectando la misma cantidad de luz en el sensor.

Los objetivos más luminosos suelen ser más voluminosos ya que las lentes tienen mayor diámetro, y suelen ser más caros porque también es más difícil conseguir un sistema de lentes que corrija las aberraciones ópticas.

 

Diafragma

El diafragma del objetivo es como un iris que se abre y se cierra para dejar pasar más o menos luz.

La apertura del diafragma se mide en pasos.

Cada paso completo que cierra el diafragma equivale a dejar pasar la mitad de luz que el paso anterior.

Puedes echar un vistazo a estos artículos para entender / profundizar sobre los pasos de luz:

 

La apertura se suele indicar con el número f.

El objetivo queda caracterizado por su apertura máxima (con el diafragma totalmente abierto) y su apertura mínima (hueco mínimo que es capaz de formar el diafragma).

Normalmente es más importante la apertura máxima a la hora de elegir un objetivo.

Una apertura f/1 quiere decir que la relación entre la distancia focal y el diámetro del diafragma es de 1 a 1, es decir, un objetivo de 50mm f/1 tendría un diámetro de diafragma de 50mm (este ejemplo sería un objetivo muy muy luminoso).

A medida que vamos cerrando pasos de diafragma se correspondería matemáticamente con una progresión geométrica, en la que cada apertura deja pasar la mitad de luz que la anterior:

f/1.4
f/1.8
f/2
f/2.8
f/4
f/5.6
f/8
f/16
f/22
f/32

En la práctica se suele considerar que un objetivo es luminoso a partir de una apertura máxima de f/2.8

La mayoría de los objetivos (y cámaras) permiten abrir y cerrar el diafragma en fracciones de un paso estándar. Por ejemplo en mitades de paso (f/1.4 – f/1.7 – f/2 …) o tercios de paso ( f/1.4 – f1.6 – f1.8 …)

A medida que aumenta la distancia focal del objetivo es más difícil conseguir una determinada apertura máxima, ya que se tiene que cumplir la relación entre distancia focal y diámetro del diafragma.

Por ese motivo un teleobjetivo luminoso suele ser enorme, pesado.. y caro.

Lo mismo ocurre con los objetivos gran angular, es muy difícil construir gran angulares con una apertura máxima muy grande.

 

Apertura en objetivos de focal variable

Como hemos visto en un apartado anterior, los objetivos de tipo zoom pueden ajustar su distancia focal entre dos valores (focal mínima – focal máxima).

La apertura está relacionada con la distancia focal.

Lo que suele ocurrir en la mayoría de objetivos zoom es que la luminosidad máxima disminuya a medida que aumentamos la focal.

El objetivo nos indica la apertura máxima que se puede conseguir en cada extremo del rango focal.

Por ejemplo, cuando vemos en la información de un objetivo 18-55mm f/3.5-5.6 nos está diciendo:

  • Que es un objetivo de focal variable
    Va de 18mm hasta 55mm
  • Que a 18mm su apertura máxima es f/3.5
  • Que a 55mm su apertura máxima es f/5.6
  • Desde 18mm hasta 55mm la apertura máxima se va ‘cerrando’ progresivamente

 

El efecto en la apertura mínima no se indica porque no tiene tanta importancia.

He comentado que la apertura máxima disminuye progresivamente (de forma continua, no a saltos) a medida que aumentamos la distancia focal del objetivo, pero el ritmo de cambio, cómo decae la apertura máxima en función de la focal, es diferente para cada modelo.

 

La excepción serían los objetivos zoom de apertura (máxima) constante.

Estos objetivos están diseñados de tal forma que la apertura máxima se mantiene constante a lo largo de todo el rango focal.

Por ejemplo, un objetivo 24-70mm f/2.8 es capaz de mantener esa apertura máxima (f/2.8) a lo largo de todo su rango.

 

 

Aberraciones ópticas

Las aberraciones ópticas son efectos no deseados que afectan a la fidelidad de la imagen con respecto a la escena real.

Básicamente hay dos tipos de aberraciones: geométricas y cromáticas.

Las aberraciones geométricas están relacionadas con las trayectorias de los rayos de luz suponiendo luz monocromática (de un único color).

Por ejemplo los rayos que pasan por el centro de la lente suelen seguir trayectorias que convergen en puntos más cerrados (círculos de confusión más pequeños) con respecto a los rayos que pasan por la parte más externa de la lente.

Las aberraciones cromáticas tienen que ver con el hecho de que el ángulo de refracción depende de la longitud de onda de la luz: la luz de color rojo tendrá un ángulo de refracción ligeramente diferente que la luz de color violeta.

Este efecto se suele notar sobre todo en los bordes de los objetos como pequeños arco iris, aunque el color que más destaca suele ser el violeta (purple fringing) y el verde (green fringing)

 

Los objetivos se construyen con diferentes grupos de elementos ópticos que incluyen lentes cóncavas y convexas, construidas de tal forma que se intentan compensar y cancelar las aberraciones ópticas.

También se utilizan recubrimientos especiales que intentan evitar otros efectos no deseados como los destellos, deslumbramiento, etc.

 

La idea básica sería que las aberraciones ópticas forman parte de la propia naturaleza de la luz y el comportamiento de las lentes.

Es decir, no hay que pensar en las aberraciones ópticas como defectos de fabricación de los objetivos.

Hay que pensar más bien que los objetivos de mejor calidad (en cuanto a aberraciones) son aquellos que consiguen ‘disimular’ mejor o minimizar ese comportamiento, para que la imagen final sea más fiel a la escena.

 

 

Objetivos con estabilizador de imagen vs sin estabilizador

Los objetivos con estabilizador de imagen incluyen un grupo de lentes adicional que se desplazan internamente para corregir los movimientos involuntarios del fotógrafo, vibraciones, etc.

 

Estabilizador óptico de imagen en el objetivo de la cámara

La estabilización en el objetivo suele ser más efectiva que la estabilización en el cuerpo de la cámara (el sensor se desplaza ligeramente para corregir los movimientos del conjunto).

Sin embargo, el hecho de incluir elementos ópticos adicionales implica que la calidad óptica del conjunto puede verse afectada ligeramente. Algunos fotógrafos profesionales prefieren usar objetivos no estabilizados por este motivo.

Otro factor a tener en cuenta es que la estabilización automática tiene lógicamente límites, que dependen de muchos factores: distancia al sujeto, distancia focal, tipo de movimiento o vibración, tiempo de obturación, etc.

En situaciones difíciles es preferible asegurar la toma usando trípode por ejemplo, ya que no podremos estar seguros de que el estabilizador pueda hacer su función correctamente.

Pero en general, para un fotógrafo aficionado es recomendable utilizar objetivos estabilizados porque nos pueden salvar de más de una situación imprevista, si no disponemos en ese momento de trípode, no hay tiempo para montarlo, etc.

Si disponemos de una cámara con estabilización en el cuerpo podremos utilizar cualquier tipo de objetivo, podemos comprar objetivos no estabilizados que además suelen ser más baratos. Actualmente hay modelos con estabilización de 3 y 5 ejes que funcionan muy muy bien en las condiciones más habituales de uso.

Más información sobre estabilización en el objetivo vs estabilización en el cuerpo

 

 

Difracción del objetivo

La difracción es un fenómeno físico relacionado con la propagación de ondas.

Cuando una onda encuentra un obstáculo en su dirección de propagación, la onda se divide y se junta de nuevo tras el obstáculo.

Dependiendo del tipo de obstáculo y de la longitud de onda, etc. se pueden producir fenómenos de interferencia (piensa que al dividirse en varios frentes de onda, cada frente puede recorrer distancias ligeramente diferentes antes de volver a unirse, y la diferencia de fase hace que a veces se sumen o se resten, formando patrones de interferencia por ejemplo)

En el caso de la fotografía y la luz, la difracción se produce sobre todo en el borde del diafragma. El borde se comporta como un obstáculo y genera difracción.

Cuando el diafragma está muy abierto el efecto de la difracción es inapreciable. Imagina que ese pequeño efecto se ‘disuelve’ entre la cantidad de luz que entra por la abertura del diafragma sin ningún tipo de difracción.

Sin embargo, a medida que el diafragma se cierra el efecto de la difracción comienza a ser más evidente.

Cuando la abertura es muy pequeña prácticamente toda la luz que entra o un porcentaje importante sufre difracción.

El efecto de la difracción en la imagen es una especie de suavizado, pérdida de contraste, pérdida de nitidez en contornos..

A medida que ha aumentado la resolución de los sensores el efecto de la difracción se hace más evidente (cuando analizamos la imagen pixel a pixel en el ordenador) incluso sin llegar a los diafragmas más cerrados del objetivo.

El hecho de notar el efecto píxel a píxel no quiere decir que en la imagen útil, la que imprimimos o la que vamos a usar en la web, etc. se note dicho efecto. Pero con diafragmas muy cerrados (por encima de f/16 en algunos casos) sí se notará la pérdida de nitidez real de la imagen.

Tenemos que evitar en la medida de lo posible trabajar con los diafragmas muy cerrados.

Esto nos puede afectar por ejemplo en escenas con mucha luz en las que necesitemos tiempos de exposición largos (efecto seda en agua..) o si necesitamos una profundidad de campo muy grande.

En el caso de fotografía macro es un problema porque la profundidad de campo muchas veces es tan pequeña debido a la proximidad del sujeto que necesitamos cerrar el diafragma todo lo posible.

 

Resolución equivalente del objetivo

Los objetivos no son perfectos desde el punto de vista óptico.

Todos los objetivos generan aberraciones, bien por fenómenos físicos que no se pueden corregir totalmente, bien por imperfecciones en los materiales con los que se hacen los elementos ópticos o por imperfecciones debidas al propio proceso de fabricación.

 

Cada lente tiene una determinada resolución espacial

Esta resolución no tiene ninguna relación con la resolución del sensor ni miden lo mismo.

La resolución espacial es la capacidad de la lente para generar imágenes en las que se puedan distinguir detalles pequeños.

Habitualmente se utilizan líneas paralelas muy finas para determinar el grado de resolución espacial y esta resolución se mide en pares de líneas por milímetro lp/mm

Es decir, cuántos pares de líneas por milímetros somos capaces de distinguir.

Si las líneas son cada vez más estrechas y están cada vez más juntas (mayor frecuencia espacial) llegará un momento en que en lugar de líneas separadas aparecerá simplemente una zona gris en la que no podemos distinguir líneas individuales.

 

Otro parámetro de una lente es el contraste.

El contraste de la lente es la capacidad para diferenciar los niveles de blancos y negros (niveles de luz diferenciados) entre elementos de la escena, es decir, en los bordes entre objetos.

Un blanco debería verse como blanco en la imagen, sin embargo las lentes no son totalmente transparentes, hay cierta pérdida de luz al atravesar la óptica y el blanco se verá como una tonalidad de gris.

Un objetivo con mucho contraste es aquel en el que los blancos se ven con un gris muy próximo al blanco, en contraste con los negros puros.

En el caso de objetivos, lo que se mide es la resolución espacial  y el contraste del sistema óptico completo (no de una lente individual)

La resolución espacial y el contraste dependen de muchos factores.

En primer lugar la calidad de fabricación del objetivo. Los objetivos de gama alta utilizan diferentes grupos de lentes (asféricas, cóncavas, convexas..) para intentar compensar las aberraciones geométricas.

En segundo lugar, depende de la apertura del diafragma.

Cuando el diafragma está muy abierto se producen más aberraciones geométricas, unos rayos pasan por el centro de las lentes, otros pasan por los extremos.. es muy difícil hacer que todos esos rayos converjan para producir puntos perfectamente nítidos (no hablamos de profundidad de campo o desenfoque, sino de puntos que deberían estar perfectamente enfocados).

Por otro lado, a medida que cerramos el diafragma va teniendo más importancia el fenómeno de la difracción.

Cuando hablamos de objetivos de focal variable la cosa se complica más, porque en cada distancia focal el comportamiento puede ser ligeramente diferente.

Se puede saber cómo se comporta un objetivo (al menos de forma aproximada) a través de sus gráficas MTF, que veremos más abajo.

 

Resolución aparente (Mpx)

En algunos casos se da como información orientativa las resolución equivalente del objetivo en megapíxels.

Ten en cuenta que este dato es una simplificación bastante grande, que mezcla dos características que no tienen relación entre sí.

Pero bueno, nos puede dar una idea básica de la calidad óptica o de cómo afecta el objetivo a la calidad de la imagen.

Con los sensores actuales la resolución en megapíxels es tan grande que a veces la resolución final de la imagen está limitada por el objetivo. Esto quiere decir que cuando veamos la imagen en el ordenador, píxel a píxel, notaremos falta de nitidez a ese nivel de detalle.

No quiere decir que la imagen se vea sin contraste en su tamaño útil (cuando la imprimamos, incluso a formato grande, o cuando la utilicemos en la web o en cualquier otro soporte electrónico habitual)

Esto es importante: las imperfecciones, falta de nitidez, contraste, calidad óptica en general hay que evaluarlas en la imagen final, por ejemplo en una foto en papel del reportaje fotográfico de una boda o una foto en gran formato para una exposición.

Evaluar píxel a píxel, sobre todo con sensores de gran resolución, puede ser equívoco porque a ese nivel aparecerán efectos que luego se compensan o desaparecen al redimensionar o al imprimir.

 

 

Punto dulce del objetivo

Este concepto está totalmente relacionado con el apartado anterior.

Para un determinado objetivo, cuando trabajamos con el diafragma totalmente abierto notaremos cierta pérdida de nitidez debida a diferentes tipos de aberraciones.

A medida que vamos cerrando el diafragma la luz pasa por la zona más central de la lente, con lo que se reducen los efectos de las aberraciones (todos los rayos siguen trayectorias más parecidas)

Pero si seguimos cerrando el diafragma cada vez tiene más influencia el efecto de la difracción.

Hay un punto intermedio en el que la nitidez de ese objetivo es máxima. Esa abertura de diafragma recibe el nombre de punto dulce del objetivo, en el que se obtienen las imágenes más nítidas.

En muchos casos la diferencia es mínima, excepto para las posiciones más cerradas de diafragma, donde sí se suele notar más la falta de nitidez debida a la difracción.

Todos los objetivos tienen ese punto o zona dulce, pero no siempre es a la misma apertura de diafragma. Se suele decir que está 2-3 pasos por debajo de la máxima apertura, pero depende de cada objetivo.

 

 

Gráficas MTF para ver la calidad del objetivo

Las gráficas o curvas MTF (Modulation Transfer Function) de un objetivo nos dan información sobre la resolución y contraste de dicho objetivo desde el punto de vista de la imagen que llega al sensor.

 

Cómo es una curva MTF - objetivos

 

Las gráficas suelen incluir varias frecuencias espaciales de referencia:

  • 10 lp/mm (10 pares de líneas por milímetro)
  • 30 lp/mm
  • 50 lp/mm

 

Para cada frecuencia se toman como referencia dos grupos de líneas, un grupo de líneas horizontales (S-sagital) y otro de líneas verticales (M-meridional)

Cada grupo de frecuencias genera una curva que muestra el comportamiento del objetivo (contraste) a lo largo de la superficie del sensor, desde el centro óptico (centro del sensor) hasta una de sus esquinas.

Aquí tienes más información sobre cómo leer las curvas MTF de un objetivo

Básicamente y a modo de resumen:

  • Las curvas S10 / M10 nos dan una idea del contraste global y la nitidez del objetivo
  • Cuanto más arriba, más cerca del 100%, mejor contraste (más nitidez)
  • Cuanto más planas, nos indica un comportamiento más homogéneo entre el centro y las esquinas de la imagen
  • Las curvas S30/M30 (y S50 /M50 si están incluidas) nos dan idea de la resolución máxima del objetivo, es decir, cómo se van a comportar con detalles muy pequeños de la escena
  • Las diferencias entre las curvas S y M nos dan idea del astigmatismo del objetivo. Si hay mucha diferencia, un círculo de la escena aparecerá en la imagen como un óvalo. Ocurre sobre todo hacia las esquinas.
  • Las diferencias entre S y M también nos dan una idea de la calidad del desenfoque (mejor o peor bokeh)

 

 

 

Más sobre la distancia focal de los objetivos

Profundidad de campo, enfoque y bokeh

Abreviaturas y siglas de los objetivos para diferentes fabricantes

Objetivos para Canon

Objetivos para Nikon

Objetivos para cámaras Olympus y Panasonic

Objetivos para fotografía de retrato

 

Algunas referencias (en inglés)

Lens quality: MTF, Resolution & Contrast

Measuring lens resolution

The Realities of Resolution

What are Lens Aberrations?

 

Filtros ND con anclaje magnético y tapa protectora

Probamos dos filtros de densidad neutra (ND) se la serie Nano de K&F Concept, con anclaje magnético y tapa protectora.

 

Filtros ND magnéticos K&F Concept

 

 

 

 

Introducción

En este artículo voy a comentar mis impresiones tras probar dos filtros ND de K&F Concept. Son filtros con anclaje magnético y tapa.

Estos dos filtros me los han enviado desde K&F Concept para hacer el análisis y publicar los resultados.

K&F Concept no me pone ninguna condición sobre el tipo de análisis, lo que pruebo o dejo de probar, ni sobre lo que voy a contar sobre sus productos, sea bueno o malo.

Las pruebas que hago, los resultados que obtengo, mis conclusiones y mis opiniones intento que sean lo más objetivas posible.

No son pruebas de laboratorio, pero creo que las conclusiones pueden ser útiles para usuarios que estén interesados en filtros similares.

Dicho esto, vamos allá con el contenido del artículo…

 

 

¿Qué es un filtro de densidad neutra?

Un filtro ND (Neutral Density en inglés) es un elemento óptico que permite reducir la cantidad de luz que llega al sensor (o película fotográfica) de la cámara.

Por resumirlo de una forma sencilla, es un cristal tintado que deja pasar sólo una parte de la luz que recibe.

La densidad óptica de un filtro nos da su grado de opacidad.

En fotografía se mide en pasos de luz (recuerda que cada paso corresponde con el doble de luz cuando subimos un paso y con la mitad de luz cuando bajamos un paso)

Aquí tienes más información sobre qué es un filtro de densidad neutra (ND) y para qué se utilizan los filtros ND en fotografía y vídeo.

Por hacer un resumen, se utilizan sobre todo en fotografía de larga exposición, pero también para retrato en exteriores, para fotografía con flash en exteriores, para vídeo…

Son filtros muy utilizados y diría que es un complemento que no debería faltar en la mochila de cualquier fotógrafo / videógrafo.

 

 

Filtros ND de K&F Concept con anclaje magnético

Se trata de dos filtros independientes (cada uno en su propia caja)

  • Filtro ND64 con anclaje magnético y tapa
  • Filtro ND8 con anclaje magnético y tapa

 

Filtros ND magnéticos K&F Concept - Cajas filtros

 

 

Los dos filtros forman parte de la serie Nano de K&F Concept.

Estos filtros están fabricados con una serie de revestimientos que reducen o minimizan efectos ópticos negativos como reflejos y destellos.

El revestimiento hace también que las superficies sean menos adherentes y más fáciles de limpiar (huellas de dedos, salpicaduras, polvo, etc.)

 

Para que te hagas una idea de cómo funciona el anclaje magnético, aunque luego lo comentaré con más detalle, lo que va enroscado al objetivo es un aro metálico.

Yo por ejemplo suelo comprar filtros con un diámetro grande (77mm) y luego utilizo un anillo adaptador (con la rosca de 70mm de diámetro para el filtro y un diámetro de rosca más pequeño que corresponde con el diámetro de rosca del objetivo correspondiente).

De esa forma sólo tengo que comprar un filtro, que me sirve para todos los objetivos. Lo que sí hay que comprar son los adaptadores: uno por cada objetivo que tenga un diámetro diferente. Pero los adaptadores son muy baratos.

Entonces, en mi caso el aro magnético va a mi anillo adaptador y éste al objetivo.

Cuando voy a usar el filtro, simplemente lo acerco al objetivo y queda fijado por la fuerza de los imanes.

Cuando dejo de usar el filtro o por ejemplo para enfocar sin filtro (ten en cuenta que el filtro quita luz y muchas veces la cámara no puede enfocar correctamente porque no ‘ve’ nada de la escena) simplemente lo ‘despego’ del objetivo.

Para mí es el mejor invento de la historia…

Porque con los filtros que van roscados o incluso con los filtros rectangulares en su portafiltros, para mí al menos me resulta un engorro andar quitando y poniendo los filtros.

Sé que sobre el papel es más importante la calidad y las características ópticas del filtro.

Pero para mí es muy importante también la facilidad de uso.

Cuando encuentras un filtro con buena calidad óptica y que además te facilita la vida, creo que no se puede pedir más. Pero de todas formas echa un vistazo a las pruebas y mis conclusiones.

 

 

¿Qué viene en cada caja?

Cada kit incluye:

  • El filtro ND con el aro imantado
  • El aro metálico con rosca que va colocado en el objetivo
  • Una tapa de plástico resistente, con aro metálico imantado
  • Una caja de plástico con acolchado interior para guardar el filtro

 

Filtros ND magnéticos K&F Concept - Contenido caja

 

 

Características técnicas

Del filtro ND64:

  • Filtro de densidad neutra de 6 pasos de luz
  • Serie Nano (tratamiento antireflectante nanotec)
  • Diámetro 77mm para uso con el aro magnético (NO incluye rosca de 77mm)

 

Del filtro ND8:

  • Filtro de densidad neutra de 3 pasos de luz
  • Serie Nano (tratamiento antireflectante nanotec)
  • Diámetro 77mm para uso con el aro magnético (NO incluye rosca de 77mm)

 

 

Pruebas realizadas con los filtros

Resumen de características que vamos a analizar:

  • Comprobación de densidad / opacidad
  • Dominante de color
  • Nitidez
  • Destellos y halos
  • Viñeteo

 

Comprobación de densidad /opacidad

Esta prueba es simplemente para comprobar que la cantidad de luz que absorbe el filtro se corresponde con lo que dice el fabricante:

Para las pruebas he usado iluminación constante en caja de luz…

 

Filtro ND64:

  • Configuración de cámara sin filtro: ISO 200, f/8, 1/320s
  • Configuración de cámara con filtro: ISO 200, f/8, 1/5s

Pasos: 5 > 10 > 20 > 40 > 80 > 160 > 320 : 6 pasos

 

Filtro ND8:

  • Configuración de cámara sin filtro: ISO 200, f/8, 1/320s
  • Configuración de cámara con filtro: ISO 200, f/8, 1/40s

Pasos:  40 > 80 > 160 > 320 : 3 pasos

 

 

Dominante de color

Pues para ser sincero esperaba encontrar algún tipo de dominante perceptible, pero apenas he encontrado dominante de color en ninguno de los filtros.

En las pruebas que he hecho, todas las fotos se tomaron con la misma iluminación (CRI > 95) en una caja de luz para evitar contaminación externa y con un balance de blancos prefijado en cámara a 5600K

 

Para el filtro ND64:

Filtros ND magnéticos K&F Concept - Dominante color ND64

 

Y para el filtro ND8:

Filtros ND magnéticos K&F Concept - Dominante color ND8

 

En el filtro ND8 quizás se aprecia una pequeñísima variación hacia los amarillos – naranjas, pero la verdad es que podría caer perfectamente dentro del margen de error de la prueba.

En el día a día, en paisaje o incluso en foto de retrato, etc. creo que sería muy difícil percibir en la imagen algún cambio de color al usar cualquiera de estos filtros.

 

Nitidez

En ninguno de los filtros he notado ninguna pérdida de nitidez que haya podido apreciar en mis pruebas, con respecto a las mismas imágenes tomadas sin filtros.

Quizás con sensores de alta resolución se pueda encontrar alguna diferencia significativa, pero en todo caso pienso que no afectaría a la calidad de la imagen final en los formatos habituales: imagen impresa en formatos típicos o publicación en internet.

 

Destellos y halos

Estas pruebas las he realizado sobre todo con objetivos angulares, aproximadamente 18mm de equivalencia en Full Frame en cuanto a ángulo de visión.

Los objetivos angulares suelen ser más propensos a generar este tipo de efectos, ya que la luz puede entrar a la lente frontal desde ángulos mucho más abiertos.

Para ninguno de los dos filtros he encontrado que introduzcan halos perceptibles o efectos extraños.

Es muy difícil aislar el comportamiento del objetivo en sí. La idea es que el filtro no empeore el comportamiento del objetivo o introduzca efectos no deseados.

En las pruebas que he hecho mis objetivos se comportan se forma similar con o sin los filtros (diría incluso que quizás se reducen algunos halos al añadir el filtro)

Pero ten en cuenta que esto va a depender mucho de la combinación objetivo-filtro y de las condiciones de luz de la escena.

 

Viñeteo

Todos los filtros de densidad neutra generan viñeteo, aunque sean perfectamente homogéneos.

El viñeteo consiste en un oscurecimiento de la imagen hacia los bordes, se incrementa de forma radial desde el centro.

Se suele notar un poco más con los objetivos más angulares: los rayos de luz que entran por la parte más alejada del centro (hacia los bordes) lo hacen con un ángulo más abierto y por lo tanto atraviesan un espesor mayor del material del filtro.

El viñeteo es por lo tanto un efecto de la combinación del filtro y del objetivo:

  • Mayor densidad genera más diferencias de atenuación entre los rayos que entran perpendiculares al eje óptico con respecto a los que entran en ángulos muy abiertos
  • Objetivos con mayor ángulo de visión permiten la entrada de rayos de luz en ángulos muy separados del eje óptico
  • El grosor del cristal influye, porque los rayos en ángulo atraviesan más material

 

Los filtros de tipo ‘slim’ (delgados) producen menos viñeteo que los filtros con mayor grosor. Pero en cualquier caso en los objetivos angulares siempre se va a producir algo de viñeteo, aunque no sea apreciable a simple vista.

 

Pruebas de viñeteo con los filtros ND8  y ND64.

He cambiado el procedimiento para hacer este análisis con respecto a análisis anteriores.

Para apreciar el viñeteo del filtro habría que ir al peor caso posible: el filtro más denso y el ángulo de visión más abierto posible sin que aparezca el viñeteo físico por la sombra del propio anillo del filtro o el anillo adaptador.

En mi caso el ángulo de visión más abierto me lo da un 18mm equivalente (unos 90º de ángulo de visión).

El problema es que usando angulares es muy difícil conseguir una iluminación homogénea en todo el encuadre y a eso hay que añadir que el propio objetivo introduce viñeteo.

Para intentar aislar todos esos factores, el procedimiento que he seguido es el siguiente:

  • El set de pruebas es el mismo, una caja de luz con un fondo blanco
  • La cámara en trípode
  • Tomo una foto (sin filtro) del fondo blanco
  • Tomo otra foto con filtro del mismo encuadre, ajustando la exposición para compensar la atenuación del filtro
  • En un programa de edición cargo las dos imágenes como capas independientes
  • Aplico la operación diferencia (difference) entre las capas para quedarme sólo con las diferencias de luminosidad debidas al filtro
  • Esto me da una imagen final prácticamente negra (cada punto sólo conserva el valor de la diferencia)
  • Desaturo esa capa para quedarme sólo con una escala de grises
  • Invierto la imagen (negativo) para tener una imagen casi blanca (simplemente para ver mejor las diferencias)
  • Analizo las diferencias de luminosidad entre el centro y los bordes

 

Este sería el resultado para el filtro ND64:

 

Filtros ND magnéticos K&F Concept - Viñeteo

 

La diferencia entre el centro y los bordes estaría alrededor de una décima de paso.

Con el filtro ND8, repitiendo el mismo procedimiento, prácticamente no se aprecian diferencias entre el centro y los bordes.

Teniendo en cuenta márgenes de error en las pruebas y diferentes combinaciones de filtro y objetivo, creo que en cualquier caso el viñeteo estaría bastante por debajo de 1/3 de paso de diferencia entre el centro y los bordes.

 

 

Experiencia de uso

Ya había probado los filtros con anclaje magnético, así que no me han sorprendido estos dos filtros ND.

Lo que más vas a notar con este tipo de filtros es la facilidad de uso.

Al final es una cuestión de comodidad y también de ahorro de tiempo (y paciencia en mi caso)

En algunos casos pones el filtro ND y te olvidas durante toda la sesión. Pero en otros casos hay que andar poniendo y quitando los filtros constantemente, por ejemplo cuando se usan filtros muy densos y hay problemas de enfoque con la cámara…

Y en esos casos es cuando este tipo de filtros magnéticos valen realmente la pena: quitas el filtro en un segundo, enfocas o haces el ajuste que corresponda… y vuelves a colocar el filtro en un segundo.

 

Otra cosa que me ha gustado mucho es la tapa protectora.

Cuando uso otros filtros ND, entre una toma y la siguiente no me vale la pena quitar el filtro para protegerlo (y proteger también el objetivo con su tapa).

Por lo tanto el filtro queda expuesto a los elementos (polvo, salpicaduras, etc.) mientras me muevo por la zona con el trípode y la cámara a cuestas.

Ahora, con estos filtros es tan sencillo como poner la tapa magnética, y el filtro queda perfectamente protegido.

 

Y algo que me parece genial es que todos los filtros con este tipo de anclaje son compatibles entre sí.

Es decir, puedo usar estos filtros con los filtros con anclaje magnético que ya tenía de K&F Concept.

Puedo apilar 2 o más filtros si fuera necesario con un simple ‘clic’, se acoplan perfectamente entre sí.

Por ejemplo puedo apilar el ND64 y el ND8 para tener 9 pasos de atenuación (6 + 3).

O el ND1000 con cualquiera de estos dos nuevos filtros ND para conseguir diferentes combinaciones.

No sé si en la práctica llegaré a utilizar esto alguna vez, al menos con filtros ND, pero la posibilidad está ahí.

Hay un límite, lógicamente, porque apilar filtros incrementa el viñeteo.

Sobre todo con gran angulares puede ocurrir que tengamos el viñeteo propio de los filtros ND junto con un viñeteo físico  cuando el anillo del filtro más externo genere sombra (quede en el interior del ángulo de visión).

 

Con respecto a si es un sistema seguro: los filtros quedan perfectamente encajados. La fuerza de los imanes es suficiente para mantenerlos en su sitio sin ningún problema.

Habría que darle un golpe bastante grande al objetivo para conseguir que se ‘desprenda’ el filtro.

A la hora de ponerlos veo mucho más probable que se me caiga un filtro roscado (porque muchas veces para acertar con la rosca hay que hacer varios intentos) que un filtro magnético.

Y ante impactos frontales de partículas, chispas, piedrecillas, etc. son tan efectivos para proteger la lente frontal como los que van roscados.

 

Lo que he acabado haciendo en mis salidas con los filtros es utilizar el estuche* del kit que comenté en un artículo anterior:

 

Kit de filtros de K&F Concept - Bolsa de transporte

 

*Ten en cuenta que este estuche no viene con ninguno de estos dos filtros, forma parte de este otro kit de filtros. Yo simplemente lo he aprovechado para llevar los filtros ND. Seguramente puedes encontrar estuches o fundas similares para filtros, si no quieres llevar la caja de plástico para cada filtro, que ocupa un poco más.

Me gusta mucho ese estuche porque me parece muy práctico cuando estás ahí fuera. Lo puedo llevar incluso en el cinturón del pantalón.

El acceso a los filtros es muy rápido y sencillo, y me resulta más cómodo que llevar cada filtro en su propia caja protectora.

El estuche tiene 4 apartados independientes.

Suelo llevar los tres filtros ND, una de las tapas protectoras y uno de los aros magnéticos con rosca (y el anillo adaptador para el objetivo que iba a utilizar en la sesión).

Cabe todo perfectamente, los filtros quedan protegidos y el espacio que ocupa el estuche es mínimo.

 

 

Conclusiones y opinión personal

Lo que más me gusta de estos filtros es la parte práctica: lo cómodo que resulta usarlos.

Luego podríamos discutir sobre la calidad óptica, etc. con respecto a filtros ND de gamas más altas (Cokin, Lee…)

No dudo de que alguno de esos filtros sean mejores desde el punto de vista óptico. No lo sé porque no tengo filtros de esas marcas ‘top’.

La calidad del filtro está relacionada con que sea lo más ‘neutro‘ posible en cuanto a efectos negativos.

Es decir,  si hago una foto sin filtro y otra con filtro para la misma escena, la única diferencia debería estar relacionada con la exposición.

No debería afectar a la nitidez, al color… y no debería generar artefactos (destellos, brillos, viñeteo, etc.)

Ningún filtro es perfecto. De hecho, hay filtros de esas marcas de gama alta que generan dominantes de color muy visibles.

Yo, sinceramente, no he notado en mis pruebas que estos filtros de K&F Concept afecten a la imagen final de una forma perceptible: la dominante de color es tan sutil que creo que no podría llegar a apreciarla en fotos normales.

Y también me ha sorprendido el tema del viñeteo, que es prácticamente inexistente.

Con respecto a la nitidez, no he sido capaz de encontrar diferencias en la imagen con y sin filtro.

Tampoco soy un obseso de la nitidez, no me gusta hacer comparaciones de imágenes al 400% para ver el pixel al microscopio.

Quizás con sensores de alta resolución, por encima de los 30Mpx, ‘alimentados’ con objetivos de muy buena calidad óptica, se pueda percibir alguna diferencia entre un filtro de gama alta y un filtro de gama media como estos K&F Concept.

 

Yo lo que puedo decir es que para mi tipo de fotografía y mi exigencia en cuanto a calidad de imagen (nitidez, etc.) un filtro superior no me aportaría nada. Creo que no sería capaz de distinguir esas posibles diferencias si las hubiera.

 

Si vas a hacer mucha fotografía de larga exposición o vas a dar un uso muy intensivo a los filtros en fotografía de paisaje o similar quizás te valdrá más la pena ir a un sistema de portafiltros y filtros cuadrados / rectangulares, ya que estos sistemas dan más juego, y tendrías la posibilidad de usar filtros degradados y diferentes combinaciones de filtros.

Para fotografía con flash, cuando se necesita por ejemplo eliminar la iluminación ambiente y/o se quiere trabajar con diafragmas muy abiertos, los filtros circulares son más prácticos desde mi punto de vista. Por ejemplo veo más engorroso hacer una sesión de retrato o un reportaje con la cámara en mano y un sistema portafiltros en el objetivo.

Y también para un uso esporádico, como es mi caso, creo que los filtros circulares son más cómodos (ocupan menos y da menos pereza llevarlos y utilizarlos).

 

¿Recomiendo estos filtros ND de K&F Concept?

Pues sí.

Por relación calidad precio me parecen muy buena opción.

Sólo por la calidad, sin entrar en el precio, yo creo que son filtros que estarían en una gama media o media alta.

Para mi tipo de fotografía y mis exigencias me ofrecen todo lo que necesito.

Ya lo he dicho en otros análisis: los filtros que he probado de la serie Nano me han parecido muy buenos.

Y con estos dos filtros ND no se me ocurre nada malo que haya que reseñar.

La comodidad del anclaje magnético no se puede valorar hasta que no lo pruebas.

No digo que tengas que comprar un filtro magnético si ya tienes filtros a rosca de cierta calidad. Pero si estás buscando filtros ND circulares por primera vez yo iría de cabeza a por este tipo de anclaje.

Una vez que lo pruebas, los filtros a rosca parecen arcaicos.

 

¿ND64 o ND8?

Pues diría que lo ideal sería tener los dos, porque vas a poder combinarlos para tener 3, 6 y 9 pasos de atenuación.

Y si además añades el ND1000 magnético como yo, ya tienes un montón de combinaciones, aunque en la práctica creo recordar que sólo he utilizado un filtro cada vez.

Si sólo quieres un filtro, quizás el ND64 te puede dar más margen, pero depende mucho del uso.

 

Diámetro de rosca

Si estás seguro de que vas a usar el filtro con un objetivo concreto: compra el diámetro exacto, que coincida con la rosca de filtro de tu objetivo.

Esto te va a permitir usar el parasol del objetivo sin ningún problema.

Si vas a usar el filtro con diferentes objetivos: puedes elegir como diámetro de filtro el que corresponda al objetivo más grande o incluso un diámetro mayor por si en el futuro tienes un objetivo más grande (con diámetro de rosca de filtro mayor).

Luego puedes usar anillos adaptadores (stepper ring) para cada uno de tus objetivos. Los anillos adaptadores son muy baratos.

Yo personalmente prefiero tener un único filtro (elijo un diámetro grande) y varios anillos adaptadores.

Te recomiendo comprar el anillo adaptador exacto. Por ejemplo, si tienes que adaptar un filtro de 77mm en un objetivo de 52mm de diámetro de filtro, intenta encontrar un único anillo (step-up ring) exacto de 52-77mm.

Hay juegos de anillos adaptadores que son muy prácticos (en el juego vienen un montón de diámetros que puedes ir combinando), pero en el momento en que tengas que combinar varios anillos es muy posible que el conjunto final te genere viñeteo, porque el filtro en sí queda muy separado del objetivo y el cono que forman los anillos puede entrar en el ángulo de visión del objetivo.

Ten en cuenta además que con esta opción (filtros con diámetro mayor) no podrías usar el parasol original del objetivo. Hay parasoles genéricos que podrían ir enroscados al propio filtro, pero en el caso de filtros con anclaje magnético esto no siempre va a ser posible (dependiendo del tamaño / peso del parasol, etc.) y en general no lo recomendaría.

Cada opción tiene sus pros y sus contras y tendrás que valorar para tu caso particular si merece la pena elegir el diámetro exacto o un diámetro mayor.

 

 

Precios y ofertas puntuales

Recomiendo comprar directamente en la tienda de K&F Concept, tienen muy buenos precios y suelen tener descuentos puntuales. El envío puede tardar unos días más, pero en general vale la pena.

 

 

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Más información:

 

Canon EOS 850D (Rebel T8i) – Características, opiniones, precios

Especificaciones técnicas principales, opinión y precios de la Canon EOS 850D (Canon EOS Rebel T8i en América). Una cámara réflex muy completa para fotografía y vídeo.

 

Cámara réflex Canon EOS 850D / Rebel T8i

 

 

 

Características de la Canon EOS 850D / Rebel T8i

 

Sensor:
CMOS APS-C (22.3 x 14.9 mm)
24.2 megapixels
ISO mínima: 100
ISO máxima: 25.600 (ampliable a 51.200)

Pantalla LCD:
Tamaño: 3 pulgadas
Pantalla articulada
Pantalla táctil

Sistema de enfoque automático AF:
45 puntos de enfoque, todos ellos en cruz

El enfoque automático en vídeo (modo live view a través de la pantalla trasera) está basado en el sistema Dual Pixel, que permite una gran velocidad y precisión de enfoque y seguimiento de objetos en movimiento.

Disparo continuo:
7 fps (fotos por segundo)

Batería:
800 disparos

Vídeo:
4K / 25/24 fps (con recorte adicional: ángulo de visión más estrecho)
Full HD 1920×1080 60/30/25/24 fps
Pantalla articulada: Sí
Conector para micrófono externo: Sí
Salida de vídeo limpia a través de HDMI

Otras características:
Conexión WiFi
Conexión mediante bluetooth con dispositivos móviles
Permite descargar las fotos y controlar la cámara desde un smartphone o tablet.

 

Más información sobre la Canon 850D / Rebel T8i

La Canon 800D (2017) supuso una mejora sustancial con respecto a modelos anteriores en esta gama intermedia.

La Canon 850D es más una actualización de la 800D con algunas mejoras, sobre todo en el apartado de vídeo, que ya incluye grabación en 4K (aunque con algunas limitaciones como veremos).

Por supuesto es una muy buena cámara para comenzar en fotografía (y vídeo)

 

Calidad de imagen

La calidad de imagen es excelente.

Tradicionalmente los sensores de Canon tenían un rendimiento algo inferior a los sensores fabricados por Sony (que utilizan muchas marcas, además de Sony)

El rendimiento del sensor tiene que ver sobre todo con el ruido electrónico que genera, que afecta a las zonas en sombra de la imagen, se hace más visible cuando subimos mucho el valor de ISO y afecta al rango dinámico de la cámara.

Ten en cuenta de todas formas que hablamos de diferencias mínimas, que sólo eran perceptibles en condiciones muy concretas.

Con estos nuevos sensores a partir de la 80D, 800D, etc. esa diferencia de rendimiento es muchísimo más pequeña.

En la práctica la calidad de imagen final de la Canon 850D va a ser indistinguible de la de cualquier otra cámara con sensor APS-C.

Esa calidad va a depender sobre todo del objetivo que estemos usando y de los conocimientos del usuario (técnica fotográfica, iluminación, etc.)

 

 

Sistema de enfoque

Las réflex en general incluyen dos sistemas de enfoque independientes:

  • Sistema de enfoque por detección de fase.
    Está operativo cuando hacemos fotografía, utilizando el visor óptico.
    Suele ser el sistema más rápido y preciso para fotografía.
    Utiliza un sensor independiente, especializado en esta tarea.
    Este sensor está situado debajo del espejo de la cámara, por ese motivo deja de estar operativo en vídeo o cuando hacemos fotografía a través de la pantalla trasera.
    La Canon 850D incluye un sensor de enfoque con 45 puntos de detección de fase (en cruz / cross type).
  • Sistema Dual Pixel basado en el sensor de imagen.
    Este sistema funciona cada vez que usamos la pantalla trasera de la réflex (vídeo o fotografía en modo live view), es decir, el espejo tiene que estar levantado y por lo tanto el visor óptico queda inoperativo.

 

En el sistema Dual Pixel cada celda fotosensible del sensor está formada realmente por dos celdas independientes.

En el momento de realizar el enfoque cada par de celdas funcionan como un sensor de enfoque por detección de fase, triangulando la distancia para determinar cómo se tiene que mover la lente de enfoque.

Como toda la superficie del sensor está cubierta por estos diminutos detectores de fase, el seguimiento de objetos en movimiento durante la grabación de vídeo es muy rápido y suave, y se minimizan los problemas de pérdida de enfoque.

Una vez se ha conseguido el enfoque, las dos celdas que componen cada píxel se comportan como un único elemento fotosensible para recoger la información de la imagen (foto o vídeo)

El sistema también incluye una capa de detección por contraste y los algoritmos necesarios para detección de cara, ojo y para seguimiento de objetos. Todos estos algoritmos sólo están activos en modo live view, no a través del visor óptico.

En estas cámaras de Canon se da la ‘paradoja’ de que hay situaciones en las que va a ser más efectivo utilizar la pantalla trasera para enfocar, aprovechando el enfoque al ojo por ejemplo. Cuando tradicionalmente en las réflex siempre era mucho más rápido y efectivo el enfoque a través del visor óptico (sensor de enfoque independiente).

Más información sobre el sistema de enfoque Dual Pixel

 

Ergonomía y facilidad de uso

La disposición de controles es básicamente la misma que sigue la gama de entrada / intermedia de Canon.

En la parte superior tenemos la rueda de control (dial) principal, que permite controlar la apertura o la velocidad de obturación (y otros parámetros en función del contexto, por ejemplo el valor de ISO).

 

Canon EOS 850D / Rebel T8i - Vista superior

 

También en la parte superior, tenemos un botón dedicado al ISO para cambiar rápidamente su valor cada vez que nos interese.

Una diferencia importante que nos puede facilitar las cosas: la 850D incluye un dial / rueda de control en la cruceta de opciones de la parte posterior de la cámara.

Este dial solía aparecer sólo en cámaras de gamas superiores (80D, 90D…) y nos va a permitir controlar con más facilidad la compensación de exposición en los modos de prioridad a la apertura o prioridad a la obturación. Y en el modo manual (M) nos permite actuar sobre cada parámetro por separado de forma independiente.

 

Canon EOS 850D / Rebel T8i - Vista posterior

 

Este segundo dial también es muy útil para navegar por los menús y hacer cambios de configuración, aunque con la pantalla táctil de las Canon tenemos también la opción de hacerlo desde la propia pantalla.

 

El agarre de la 850D es muy cómodo, como en todas las réflex de Canon. Es una cámara que se siente muy bien en mano.

 

 

Visor óptico y pantalla trasera

El visor óptico (pentaespejo) cubre alrededor del 95% de la escena.

Esto es habitual en estas gamas. Lo que hay que tener en cuenta al usarlo es que hay un pequeño margen alrededor que no aparece en el visor pero sí aparecerá en la imagen final.

El visor óptico de las réflex sólo está operativo para fotografía.

Cuando grabamos vídeo el espejo está subido (para que llegue la imagen de la escena al sensor) y sólo podemos visualizar la escena a través de la pantalla trasera.

La pantalla trasera es de 3 pulgadas, totalmente articulada y táctil.

 

Canon EOS 850D / Rebel T8i - Pantalla articulada

 

Podemos seleccionar la zona de la escena que queremos enfocar simplemente tocando con el dedo sobre la pantalla.

La pantalla articulada y táctil viene muy bien en situaciones en las que tenemos que colocar la cámara en posiciones no habituales, por ejemplo para fotografía macro cuando estamos fotografiando muy cerca del suelo: podemos ver y encuadrar cómodamente a través de la pantalla y enfocar lo que nos interesa tocando con el dedo.

Además, la pantalla táctil permite gestionar las opciones de menú.

 

 

¿Qué tal es la Canon 850D para vídeo?

La 850D es una muy buena opción si vas a grabar sobre todo a 1080p (Full HD)

Puede grabar en 4K, pero como ocurre con todos los modelos de Canon de gama intermedia (Canon M50, Canon M50 mark II, Canon 250D…) la grabación en 4K tiene algunas limitaciones:

  • En 4K no se utiliza todo el sensor, sólo una parte central
    Esto se traduce en un recorte, una reducción del ángulo de visión
    Es decir, si usas un objetivo con una determinada distancia focal, el encuadre en 1080p será bastante más abierto que el encuadre en 4K
  • En 4K se desactiva el sistema Dual Pixel
    Sólo queda activo el sistema de enfoque por contraste básico, mucho más lento y menos fiable
    Grabando en 4K muchas veces la mejor opción es utilizar enfoque manual y preenfocar una zona de la escena

 

Características relacionadas con la grabación de vídeo:

  • Sistema de auto enfoque en vídeo: muy bueno, el sistema Dual Pixel y la combinación con los objetivos STM de Canon proporciona un enfoque rápido, suave y preciso en vídeo, muy fiable y con transiciones muy suaves entre diferentes planos de enfoque (rack focus)
    En 4K se desactiva el sistema Dual Pixel
  • ¿Graba 4K?
    Sí, graba en 4K (24 / 25 fps) [recorte adicional + Dual Pixel desactivado]
    1080p hasta 60fps
  • Tasa de bits / Bitrate 
    4K 25 fps > 120 Mbps
    1080p / 60 fps: 60Mbps
    1080p / 24-30 fps: 30Mbps
  • Estabilizador de imagen: No dispone de estabilizador integrado (IBIS)
    La estabilización física se integra en los objetivos (hay objetivos con o sin estabilizador)
    Incluye modos de estabilización digital para vídeo. Estos modos introducen un recorte adicional. La estabilización digital funciona bastante bien con movimientos de cámara suaves, pero no consigue los resultados de un buen IBIS, y por supuesto no puede equipararse a un gimbal o estabilizador externo similar.
  • Incluye entrada de micrófono externo: Sí
  • Pantalla: totalmente articulada + táctil
  • Visor: no disponible al grabar vídeo (como en todas las réflex)
    En vídeo sólo está disponible la pantalla trasera
  • Focus peaking (ayuda visual al enfoque manual): Sí, opción MF Peaking (Outline Emphasis)
  • Rendimiento con poca luz: En la media. A partir de 1600 -3200 ISO el ruido puede ser apreciable en vídeo dependiendo de la escena.
  • Control de exposición durante la grabación: Sí
  • Perfiles de imagen específicos para vídeo: Sí (se pueden instalar: Cinestyle, Marvels Cine…)
  • Objetivos disponibles: todo el catálogo de Canon + terceras marcas (Sigma, Tamron..)

 

 

¿Cómo es la 850D para streaming / emisión en directo?

Es una muy buena opción para streaming, clases online, directos, etc.

La mayor calidad de imagen se consigue usando la señal HDMI a través de una capturadora de vídeo.

La 850D ofrece salida totalmente limpia a través de HDMI manteniendo el enfoque (con la 800D había que desactivar el enfoque automático para quitar el rectángulo de zona de enfoque)

Se puede desactivar el modo de reposo para permitir una emisión constante en el tiempo sin que la cámara entre en modo de reposo.

 

Otra opción con las cámaras Canon es utilizar la conexión USB de la cámara.

Es necesario instalar un paquete de software / drivers en el ordenador para que la cámara sea reconocida como una webcam.

La calidad de imagen a través de USB baja un poco. La resolución queda limitada a 720p y dependiendo de la conexión USB, ordenador, etc. se puede producir una pequeña bajada en los fotogramas por segundo (frame dropping).

Los resultados son en cualquier caso muy buenos (comparados con una webcam estándar) y la elección de un método u otro (HDMI vs USB) dependerá un poco del tipo de contenido y nuestras preferencias como creadores de contenido.

 

Aquí tienes más información sobre la configuración de las cámaras Canon para streaming.

 

Canon 850D  vs Canon 800D

La Canon 850D es muy similar a la Canon 800D.

Para fotografía son prácticamente idénticas y los cambios no van a suponer una diferencia en el día a día.

En la 850D me gusta mucho la incorporación del dial trasero que facilita un poco la gestión de exposición.

El sensor de enfoque es idéntico (sólo para fotografía, visor óptico), con 45 puntos de enfoque en cruz. El sensor es el mismo o muy similar.

En vídeo sí hay más diferencias, sobre todo la opción de grabar en resolución 4K.

Estas serían las diferencias más significativas:

  • La 850D dispone de 143 zonas de enfoque en modo live view, mientras que la 800D tiene 49 zonas
    En la práctica no supone una diferencia apreciable en rendimiento.
  • La 850D incluye la opción de enfoque al ojo en foto y vídeo (la 800D sólo en foto)
  • El procesador es más rápido, incluye el Digic 8 (la 800D utiliza el Digic 7)
    Este nuevo procesador permite la grabación en 4K, algo más de velocidad y las pequeñas mejoras de enfoque
  • La 850D incluye un dial adicional, situado en la cruceta de opciones de la parte posterior de la cámara
  • La 850D puede alcanzar una velocidad de ráfaga de 7 fps (la 800D se queda en 6 fps)
  • El tamaño del buffer es un poco mayor (40 fotos RAW vs 25 en la 800D)
  • La autonomía de la batería es mayor (800 disparos vs 600 en la 800D)
  • Graba vídeo en 4K (la 800D sólo a 1080p)

 

Aquí tienes una comparativa de varios modelos de réflex Canon de gama media para hacerte una idea de la evolución y las mejoras que incluye cada cámara.

 

Tanto la 850D como la 800D me parecen cámaras muy completas y equilibradas.

Para alguien que empieza en fotografía, son cámaras que permiten un aprendizaje gradual y son muy fáciles de usar.

Pero además es que una vez que vas teniendo conocimientos de fotografía le vas a poder sacar todo el potencial.

Son cámaras que es muy raro que lleguen a limitar en fotografía a un usuario aficionado.

Sólo aficionados muy avanzados o que se especialicen en un tipo de fotografía muy muy concreto podrían llegar a ese punto en que la cámara comience a limitarles. Son lo que llamaríamos ‘cámaras para toda la vida’ (con las comillas porque en el mundo digital todo evoluciona muy rápido)

Para fotografía creo que elegiría el modelo que encuentre más barato. La 850D es un poco mejor sobre el papel, pero esas ventajas son sutiles y no las vas a notar en el día a día.

Me gusta mucho el segundo dial (cruceta) porque permite ser un poco más rápido, pero al final con la 800D (no tiene ese segundo dial) te acabas acostumbrando a usar un único dial.

 

Para vídeo (si necesito grabar 4K de forma puntual) o si necesito una cámara también para streaming, para sacarle toda la calidad de imagen posible en los directos… Entonces la elección estaría en la 850D.

Hay que tener en cuenta que la 850D no es una cámara para grabar 4K de forma intensiva. Si necesitas una cámara para grabar todo en 4K hay opciones mejores: la Canon 90D por ejemplo o la Canon M6 mark II dentro de las APS-C de Canon.

Pero la 850D te ofrece al menos la posibilidad de grabar 4K con sus limitaciones (con la 800D no tienes esa opción)

 

Más información sobre la Canon 800D (Rebel T7i): características, opiniones, precios

Comparativa Canon 850D vs Canon 800D

 

Canon 850D  vs Canon 90D

Son cámaras de gamas diferentes, pero esta pequeña comparativa nos puede servir para valorar si merecería la pena la 90D con respecto a la 850D / 800D.

Vamos a ver primero las diferencias más significativas. La Canon 90D…

  • Es una cámara sellada y más robusta
  • Sensor con mayor resolución (esto sólo es una ventaja para tipos de fotografía muy concretos, en general la resolución no es un parámetro importante)
  • Mayor velocidad de disparo en ráfaga: hasta 11 fps
  • Graba vídeo 4K a 30fps sin ningún tipo de recorte
  • El sistema de enfoque Dual Pixel es totalmente funcional grabando en 4K
  • Mayor autonomía de batería (1300 disparos)
  • Más opciones de configuración y personalización
  • Mejor sistema de enfoque para objetos en movimiento en fotografía (p.e. fotografía de aves, deportes de acción, motor…)

Aquí tienes más información sobre la Canon 90D

 

Para un usuario aficionado que va a usar la cámara sobre todo para fotografía (fotografía de todo tipo: paisaje, retrato, viajes, etc.) creo que la mejor opción sería la 850D o incluso la 800D dependiendo de las diferencias de precio.

Para un aficionado avanzado, la 90D sí puede suponer un salto en prestaciones si hace algún tipo de fotografía más exigente, por ejemplo para fotografía de aves, fotografía deportiva…

También para alguien que necesite usar la cámara en condiciones adversas (lluvia, mucho polvo, humedad / salitre) porque la 90D es una cámara sellada. Pero recuerda que para que el equipo esté sellado es necesario que tanto la cámara como el objetivo estén sellados. Y los objetivos sellados suelen corresponder con las gamas altas (gamas profesionales), así que normalmente supondrá un coste adicional.

Para alguien que necesite grabar en 4K de forma habitual: la 90D sin duda sería mi elección (o la Canon M6 mark II si prefieres la opción mirrorless)

 

 

Pros y contras de la Canon 850D

 

Compraría esta cámara por:

  • Es una cámara muy completa para fotografía. Perfecta para comenzar y aprender.
  • Los 45 puntos de enfoque son de tipo cruz (cross point) lo que garantiza un enfoque muy rápido en fotografía,  por ejemplo si estamos fotografiando eventos deportivos, niños jugando, animales, etc.
  • En conjunción con los objetivos STM de Canon ofrece un enfoque rápido, suave, silencioso y preciso en vídeo (también en fotografía, pero algunas de esas características no son tan importantes en fotografía)
  • Como casi todas las cámaras de Canon de estas gamas, la pantalla táctil con la función enfocar y disparar, basta con tocar sobre un punto de la escena.
  • La pantalla es totalmente articulada, lo que nos permite adaptarnos a todo tipo de escenas y situaciones de disparo o grabación complicadas
  • Desde la pantalla táctil podemos controlar todas las opciones de configuración y parámetros de la cámara
  • Posibilidad de controlar la cámara desde un móvil o tablet, por ejemplo a modo de disparador remoto.
  • Además de ser muy buena cámara de fotos, con una gran calidad de imagen, es una cámara muy orientada a vídeo. Para vlogs por ejemplo o para proyectos de vídeo que necesiten un sistema de autoenfoque y seguimiento muy bueno.
  • La posibilidad de grabar Full HD a 60fps, tanto para proyectos que necesiten ese aspecto más de documental, con menos motion blur (eventos en directo, deportes, etc.) como para obtener secuencias a cámara lenta con mayor calidad.
  • Graba 4K / 25p  (con algunas limitaciones como hemos visto)
  • Es una muy buena opción para streaming / emisión en directo / cursos online, etc.
  • Incluye entrada para micrófono externo
  • Excelente autonomía con cada carga de batería
  • Incluye un segundo dial (cruceta de la parte posterior) para gestionar la exposición y otros parámetros de configuración. Es una característica que Canon suele incluir sólo en cámaras de gama superior.
  • El manejo y la usabilidad de las cámaras de Canon en general (y de la 850D en particular), y la facilidad de uso desde el primer momento.
  • El catálogo de objetivos disponibles para las cámaras réflex de Canon es enorme: objetivos nativos de Canon, de terceras marcas, mercado de segunda mano…

Por poner alguna pega..

  • Aunque tiene mejoras con respecto a su antecesora (la Canon 800D / Rebel T7i), no supone un cambio significativo en fotografía. A efectos prácticos son cámaras muy similares.
  • Incluye grabación en 4K (que sería la principal diferencia con la 800D) pero con las mismas limitaciones que tienen otros modelos de Canon de estas gamas: recorte adicional en 4K (ángulo de visión más estrecho) y perdemos el sistema  de enfoque Dual Pixel.
  • Mantiene la limitación de 30 minutos por clip en vídeo. Esta limitación tenía su origen en un tema de aranceles que ya desapareció hace unos años, no tiene sentido en la actualidad. No supone una tragedia, porque simplemente hay que estar atentos en tomas largas para pulsar de nuevo el botón, pero no deja de ser un engorro.
  • No incluye estabilización de imagen en el cuerpo, aunque en vídeo dispone de alguna opción para estabilización por software. Canon siempre ha apostado por la estabilización óptica en los objetivos, que suele tener muy buen rendimiento en fotografía, pero no se adapta tan bien cuando se trata de vídeo. De todas formas la mejor estabilización para vídeo es un buen trípode para tomas fijas  o una steadicam / gimbal para escenas con movimiento de cámara.

 

Precios de la Canon EOS 850D

 

 

 

 

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Xiaomi Mi 10 Pro – Cámaras y características para foto y vídeo

El Xiaomi Mi 10 Pro incluye una de las mejores cámaras del mercado: excelente para fotografía y vídeo.

 

 

Xiaomi Mi 10 Pro - Móviles con mejores cámaras

 

Este artículo forma parte de la sección de Móviles recomendados para fotografía y vídeo

 

La serie Mi 10 forma parte de la gama media alta de teléfonos móviles de Xiaomi.

Puedes elegir entre varios modelos:

 

Serie Xiaomi Mi 10T:

  • Xiaomi Mi 10T Pro
  • Xiaomi Mi 10T  < cámara principal de 64Mpx con sensor un poco más pequeño

La serie 10T es una versión posterior, más orientada a la gama media alta. Los acabados son un poco menos premium para reducir costes.

 

La característica más destacable a primera vista de todos estos modelos es que la cámara principal utiliza un sensor de 108Mpx con un área de captación muy grande para un teléfono: 70 mm2.

Esos 108Mpx se utilizan para generar una imagen de unos 25 Mpx haciendo un mapeado 4 a 1, que consigue un comportamiento excelente en ruido y un muy buen rango dinámico.

 

Entre el Xiaomi Mi 10 Pro y el Mi Note 10 las diferencias en las cámaras son mínimas.

El Mi 10 Pro incluye un procesador más potente, así que podemos encontrar alguna pequeña diferencia debida al procesado de imagen. Con la versión Pro puedes grabar 4K a 60p. Con la versión Note 10 puedes grabar 4K a 30p.

El Xiaomi Note 10 incluye una cámara adicional para fotografía macro. En el Mi 10 Pro hay un modo macro que utiliza la cámara ultrawide (angular)

El Mi 10T Pro mantiene la cámara principal pero cambia la configuración del resto de cámaras. Por ejemplo, elimina las cámaras telephoto y las sustituye por una cámara macro.

Por lo demás la calidad de las fotos y vídeo va a depender más de la situación, de la aplicación que utilices para la cámara  y de la configuración / modo que estés usando en ese momento.

El Xiaomi Mi 10, la versión ‘base’ de esta serie, mantiene la cámara principal de 108Mpx con todas sus características, pero las cámaras secundarias son inferiores. Sigue siendo una buenísima opción para fotografía, pero tienes que valorar sobre todo si vas a hacer uso de la cámara angular

 

Por resumirlo de alguna forma. La gracia de estos móviles está en la cámara principal de 108Mpx, no por la resolución, sino por la superficie de captación.

Y también en la mejora del software de procesado de imágenes.

Desde el punto de vista de la fotografía y vídeo, creo que cualquiera de los modelos sería una buena opción para aprovechar ese sensor (excepto el Mi 10T , no Pro).

Las demás cámaras pueden ser más o menos útiles dependiendo de la situación, pero no marcarían la diferencia con respecto a otros móviles de gama media.

 

 

Características técnicas del Xiaomi Mi 10 Pro

 

Cámara trasera principal

Resolución: 108Mpx

Sensor: 1/1.33 pulgadas (70 mm2) / PDAF / Laser AF

Distancia focal equivalente: 25mm

Apertura f/1.7

Estabilizador de imagen óptico (OIS)

Vídeo 4K:  4K hasta 60p  (opción 8K / 30p)

Vídeo FHD:  1080 / 60p
1080 / 120p (cámara lenta)

 

Cámara trasera tele x2 (retrato)

Resolución: 12Mpx

Sensor 1/2.55 pulgadas (25 mm2) / Dual Pixel PDAF

Distancia focal equivalente: 50mm

Apertura f/2

Vídeo 4K:  4K / 30p

Vídeo FHD:  1080 / 60p

 

Cámara trasera tele x5 (telephoto)

Resolución: 8Mpx

Sensor 1/4.4 pulgadas (8 mm2) | PDAF

Distancia focal equivalente: 90mm

Apertura f/2

Estabilizador de imagen óptico (OIS)

Vídeo 4K:  4K / 30p

Vídeo FHD:  1080 / 60p

 

Cámara trasera ultra wide:

Resolución: 20Mpx

Sensor 1/2.8 pulgadas (20 mm2) / PDAF

Distancia focal equivalente: 16mm

Apertura f/2.2

Vídeo 4K:  4K / 30p

Vídeo FHD:  1080 / 60p

 

Cámara delantera (selfie)

Resolución: 20Mpx

Sensor 1/3 pulgadas (15 mm2) / enfoque fijo

Vídeo FHD:  1080 / 30p

 

Funciones o modos especiales

Modo nocturno (Night Mode)
Modo retrato. Con la cámara tele x2 y/o aplicando técnicas de inteligencia artificial para desenfoque de fondo
Modo HDR (alto rango dinámico)

¿Permite modo manual? 

 

 

Valoración: pros y contras del Xiaomi Mi 10 Pro

Valoración fotografía: 9.5/10
Valoración vídeo: 9.0/10

 

Puntos positivos del Xiaomi Mi 10 Pro para fotografía y vídeo:

  • Excelente calidad de imagen con la cámara principal cuando utiliza el mapeado 4 a 1
  • Muy buen comportamiento con respecto a otros móviles cuando hay menos luz en la escena
  • El modo retrato utiliza la cámara tele x2 (focal equivalente de unos 50mm) con lo que se obtienen muy buenos resultados y un desenfoque más realista
  • Muy buena combinación de cámaras, que cubren desde el gran angular hasta el tele medio sin perder calidad
  • El estabilizador de imagen digital es muy suave y funciona muy bien, incluso grabando en 4K
  • El sistema de enfoque funciona muy bien. Es rápido en fotografía y bastante fiable en vídeo
  • En general buena calidad de imagen grabando en interiores (condiciones de luz no óptimas)

 

Puntos menos positivos:

  • El modo nocturno no ofrece mejoras apreciables con respecto a la cámara principal, que ya da una calidad de imagen muy buena en esas situaciones
  • La cámara delantera (selfie) sólo graba a 1080 / 3op
  • Aunque con la cámara principal podemos grabar a 8K / 30p los resultados son indistinguibles o incluso con menos detalle que grabando en 4K, por lo tanto es un modo que tiene que ver más con el marketing que con una característica que se pueda aprovechar realmente.
  • La gestión de HDR no es tan buena como en los iPhone de gama alta
  • En vídeo creo que en general los Xiaomi están un poco por detrás de los iPhone de gama alta: tratamiento HDR, exposición… Me da la impresión de que esto tiene que ver mucho más con la parte de software, del procesamiento de la imagen en vídeo, que con las características de las cámaras y sensores. Porque en fotografía la calidad está en muchos casos por encima de los iPhone
  • Precio. Es un móvil de gama alta comparable con los dispositivos top de otras marcas, pero el precio de salida no encaja del todo con la política de precios a la que nos tiene acostumbrados Xiaomi

 

 

Precios y ofertas puntuales