Objetivos descentrables (tilt-shift), pértigas y otros cacharros

En este artículo de la serie sobre Perspectiva en fotografía vamos a ver qué técnicas se utilizan en fotografía de arquitectura e inmobiliaria para evitar que fuguen las líneas verticales.

 

Perspectiva objetivos tilt-shift

 

Como digo, este artículo forma parte de la serie sobre perspectiva. Recomiendo leer previamente al menos estos capítulos:

 

 

Resumen sobre perspectiva y puntos de fuga

Cuando hacemos una proyección de una escena 3D a un soporte 2D obtenemos una perspectiva.

Una proyección rectilínea (que es la que hacen la mayoría de los objetivos) genera una perspectiva rectilínea.

Las líneas rectas de la escena siguen siendo rectas en una perspectiva rectilínea, pero convergen hacia unos puntos geométricos situados en el plano del cuadro, que reciben el nombre de puntos de fuga.

 

En dibujo técnico y dibujo artístico

Para trazar perspectivas a mano se utilizan ciertos puntos de fuga ‘especiales’ como referencia.

Esos puntos de fuga especiales están relacionados con: las líneas rectas que forman parte del objeto de interés, la posición del punto de vista y la orientación del plano del cuadro.

Cada objeto de la escena tendrá sus propios puntos de fuga.

Y cada vez que movemos el punto de vista y/o la orientación del plano del cuadro cambian todos los puntos de fuga de todos los objetos.

 

En fotografía

La cámara hace la proyección de forma automática. La imagen resultante es una proyección rectilínea (si usamos un objetivo rectilíneo).

No hace falta usar puntos de fuga ni ninguna técnica de trazado de perspectivas: la cámara ya lo hace de forma automática y genera una perspectiva ‘perfecta’.

En una cámara digital el plano del cuadro corresponde con el plano del sensor.

El punto de vista está situado en algún punto geométrico sobre el eje óptico del objetivo. La posición exacta dependerá de cada objetivo (y si es un objetivo de focal variable la posición normalmente variará con la distancia focal elegida).

Cuando nos hablan de puntos de fuga en fotografía nos están hablando de composición: elegir un determinado punto de vista de tal forma que las líneas rectas del objeto de interés queden alineadas de una determinada forma con respecto al plano del sensor (plano del cuadro).

 

En fotografía y dibujo se utiliza una nomenclatura similar cuando se habla de 1 punto de fuga (cónica frontal), 2 puntos de fuga (cónica oblicua) o 3 puntos de fuga (cónica de cuadro inclinado).

En ambos casos hace referencia a la orientación relativa entre el objeto de interés y el plano del cuadro.

Pero en dibujo se refiere sobre todo a las técnicas de trazado de la perspectiva.

Mientras que en fotografía (que no hay que hacer ninguna técnica de trazado) se refiere sobre todo a los resultados o efectos que se quieren conseguir.

Como digo, hablar de puntos de fuga en fotografía tiene que ver sobre todo con composición.

 

Composiciones y puntos de fuga

Normalmente en fotografía no se utilizan como referencia los puntos de fuga, aunque se sigue una nomenclatura similar a la de dibujo y pintura.

El efecto que se quiere conseguir (que sí tiene que ver con la perspectiva) dependerá de la relación entre el objeto de interés y la orientación del plano del cuadro.

 

  • Composición con un punto de fuga (frontal)
    Se utiliza cuando queremos mantener en la imagen las proporciones de un determinado plano de la escena. Por ejemplo las proporciones de la fachada de un edificio o de la pared de una estancia, etc.
    Para mantener las proporciones de un plano, dicho plano tiene que ser perfectamente paralelo al plano del cuadro (plano del sensor)
  • Composición con dos puntos de fuga (oblicua)
    Se utiliza cuando queremos ofrecer una vista del objeto más genérica, pero queremos conservar el ángulo relativo de una de sus ‘dimensiones’.
    Por ejemplo cuando queremos mantener verticales (en la perspectiva) las líneas verticales de un edificio, una estancia o un determinado objeto de interés.
    En este caso, el plano del cuadro (sensor) tiene que estar perfectamente alineado con las aristas que se quieren mantener sin fuga en la perspectiva.
  • Composición a tres puntos de fuga o de cuadro inclinado
    Sería la composición más genérica, en la que el propio objeto de interés, el plano del cuadro y el punto de vista tienen posiciones y orientaciones arbitrarias.

 

Fotografía de arquitectura

En fotografía de arquitectura se suelen usar sobre todo las composiciones basadas en un punto de fuga (perspectiva frontal) y en dos puntos de fuga (perspectiva oblicua)

En este tipo de fotografía es importante transmitir la sensación de solidez en la construcción del edificio: sobre todo que las líneas verticales aparezcan verticales.

Las composiciones de cuadro inclinado sólo se utilizan para ciertos detalles o vistas un poco más artísticas.

Es decir, estamos hablando de las fotografías que se utilizan para documentar un edificio o para vender un determinado inmueble.

Fuera de ese contexto de la arquitectura (que tiene sus propias convenciones y reglas) el criterio de composición será el que decida el fotógrafo o el que permitan las circunstancias: por ejemplo no siempre se puede hacer una composición a un punto o a dos puntos de fuga.

 

Perspectiva de cuadro inclinado

Como hemos comentado, es la composición más genérica.

El plano del cuadro está desalineado con cualquiera de las rectas principales que definen la forma del objeto de interés.

Un ejemplo típico es cuando fotografiamos un gran edificio y tenemos que inclinar la cámara (hacia arriba) para poder encuadrarlo correctamente.

Composición a tres puntos de fuga - Catedral de Ribe

El resultado es que todas las líneas de ese objeto van a fugar a sus correspondientes puntos de fuga, incluyendo las líneas verticales.

También podríamos hacer una composición frontal, en la que el plano del cuadro está alineado con el ‘ancho’ de la fachada, pero está inclinado hacia atrás: ese caso sería una composición frontal de cuadro inclinado. Tendríamos un punto de fuga para las líneas que corresponden a la ‘profundidad’ del edificio y un punto de fuga para las ‘alturas’ (líneas verticales)

En cualquiera de esos casos veríamos las líneas verticales inclinadas hacia su punto de fuga correspondiente.

Nosotros (humanos) podemos apreciar también ese efecto, pero normalmente tenemos que estar bastante cerca del edificio. Por ejemplo cuando nos situamos a pocos metros frente a la fachada de un edificio alto y miramos hacia arriba, hacia la parte superior del edificio.

En esos casos ya vimos que nuestra percepción global de un objeto (cuando el punto de vista está muy cerca y no podemos encuadrar todo el objeto a la vez) vendría a ser una especie de composición de muchas imágenes, cada una de ellas una perspectiva rectilínea, pero cada una de ellas con un punto de vista ligeramente diferente: el plano del cuadro cambia su dirección a medida que movemos la cabeza y los ojos para abarcar toda la escena.

Aquí tienes más información sobre la percepción visual humana, en concreto sobre los mecanismos de percepción de la profundidad (tridimensionalidad).

La cuestión es que si el punto de vista está muy cerca del edificio, sus puntos de fuga estarán también muy próximos y la inclinación de las rectas del edifico será más acentuada.

En fotografía se da esta situación muchas veces.

Fíjate que para que podamos tener un punto de vista muy próximo (al edificio) y a la vez podamos encuadrar ese edificio, necesitamos un objetivo que nos dé bastante ángulo de visión.

Es una de esas relaciones causa-efecto con la que mucha gente se lía: las verticales aparecen inclinadas debido a la perspectiva, a la proyección rectilínea, da igual si el objetivo es angular o no (siempre que sea un objetivo rectilíneo, claro).

Dicho de otra forma: esa ‘deformación’ no se debe a ningún tipo de distorsión óptica del objetivo. No se debe a la ‘distorsión’ de los objetivos angulares.

Si el objetivo genera una pequeña distorsión (de barril por ejemplo, típica de los angulares) ese efecto se apreciará en que las líneas rectas más alejadas del centro aparecerán ligeramente curvadas. Pero será un efecto mínimo (despreciable en la mayoría de los casos) comparado con el efecto de la perspectiva. Y en cualquier caso son dos efectos totalmente independientes entre sí.

 

La inclinación de las verticales forma parte de la perspectiva y no es ni buena ni mala.

Podríamos decir que es algo natural.

Pero cuando es muy exagerada sí se sale de nuestra experiencia cotidiana (porque nuestros ojos tienen un ángulo de visión muy estrecho)

Hay personas a las que les gusta ese efecto en las imágenes de edificios (de objetos en general) y otras a las que no le gusta en absoluto.

También dependerá mucho del contexto:  ya he comentado que en fotografía de arquitectura e inmobiliaria se suele evitar siempre que sea posible.

 

¿Cómo podemos evitar las verticales inclinadas?

Pues muy fácil: colocamos el sensor paralelo a la fachada, o al menos perpendicular al suelo… y ya está solucionado.

A otra cosa mariposa. El capítulo termina aquí.

No, ahora en serio.

Efectivamente, si colocamos el plano del sensor perfectamente paralelo al plano de la fachada tendríamos una composición a un punto de fuga de ese edificio y las líneas de la fachada mantendrían sus proporciones.

También podríamos elegir una composición a dos puntos de fuga para el edificio, manteniendo el plano del sensor perpendicular al suelo. De esa forma mantendríamos las verticales del edificio.

¿Dónde está el problema entonces?

El problema está en que no siempre es posible, y lo vamos a ver con un ejemplo.

Imagina que queremos fotografiar un edificio muy alto, que está situado en una plaza relativamente pequeña.

 

Perspectiva de cuadro inclinado

Primero vamos a hacer lo que haríamos todos de forma intuitiva.

Usamos un objetivo, normalmente angular, para que nos quepa el edificio en el encuadre (recuerda que no hay mucho espacio en la plaza) y no nos queda más remedio que inclinar la cámara hacia arriba.

Aquí estaría representado ese caso, con el trazado orientativo de la perspectiva resultante:

 

Perspectiva - Cuadro inclinado y líneas de fuga

 

Tendríamos una imagen del edificio en la que vemos claramente que las verticales del edificio fugan.

En ese esquema hemos supuesto que el punto de vista está muy bajo, a nivel del suelo para hacer el ejemplo más sencillo (en una situación real el punto de vista estaría por ejemplo a la altura de nuestros ojos, pero no cambia el razonamiento que quiero seguir).

En definitiva, obtenemos una imagen en la que el edificio llena el encuadre, pero sus verticales fugan, están inclinadas.

 

Composición a un punto de fuga

Vamos a aplicar entonces lo que hemos aprendido en estos capítulos de perspectiva: sabemos que tenemos que colocar el sensor paralelo a la fachada (o al menos perpendicular al suelo).

Pero nos damos cuenta rápidamente que de esa forma no nos cabe el edificio en el encuadre.

Recuerda que no nos podemos alejar más, por las limitaciones de la plaza.

Necesitamos aproximadamente el doble de ángulo de visión, es decir, necesitaríamos un objetivo muchísimo más angular.

Y si eso fuera posible (que no siempre lo será), vamos a obtener un encuadre en el que prácticamente la mitad inferior de la imagen es el suelo de la plaza.

Perspectiva - Gran angular para mantener plano del sensor

 

Sí, el edificio aparece con sus proporciones perfectas y no fugan las verticales, pero aparece diminuto en el encuadre.

Tendríamos que hacer recorte en edición si queremos tener un primer plano.

Es decir, estamos usando un objetivo ultra angular (muy difícil o imposible si queremos mantener una proyección rectilínea, porque los objetivos rectilíneos tienen un límite para su ángulo de visión)

Y además desperdiciamos la mayor parte del sensor.

En cierta forma sería como intentar matar moscas a cañonazos…

 

Punto de vista más alejado

A medida que nos alejamos del edificio el punto de fuga situado en la vertical se va alejando cada vez más de la línea de horizonte (cada vez estará más arriba) y las verticales fugarán con un ángulo más abierto, se verán más verticales.

Si nos pudiéramos alejar mucho podríamos usar por ejemplo un teleobjetivo para llenar el encuadre, y aunque las verticales seguirían fugando un poco, el punto de fuga estaría muy muy arriba, y el efecto sería muy pequeño, incluso podría ser inapreciable (o lo podríamos corregir más fácilmente en edición en todo caso)

La cuestión es que no siempre podremos hacer esto, porque el edificio de interés posiblemente estará rodeado de otros muchos edificios.

 

Y de paso volvemos a esas relaciones causa efecto ficticias: los angulares ‘deforman‘ los edificios, los teleobjetivos mantienen las proporciones…

No. Siempre que sean objetivos rectilíneos, toda la ‘deformación’ que vemos tiene que ver sólo con la posición relativa entre el objeto y el punto de vista (incluyendo por supuesto la inclinación del plano del cuadro con respecto al objeto).

Con un teleobjetivo, a poco que esté inclinado el plano del cuadro (por ejemplo si hacemos la foto a ras del suelo y queremos llenar el encuadre con el edificio), seguimos teniendo verticales que fugan. Pero si estamos a mucha distancia, el ángulo de inclinación del plano del cuadro es tan pequeño que el punto de fuga estará a muchísima altura, y puede que ni siquiera percibamos la inclinación de las verticales en la imagen final.

 

Subir el punto de vista

Cuanto más arriba esté el punto de vista menos tendríamos que inclinar la cámara (plano del sensor) para que el edificio quepa dentro del encuadre.

Usando el mismo objetivo que en el caso inicial, si conseguimos subir la cámara hasta aproximadamente la mitad de la altura del edificio tendríamos un buen encuadre.

Y como el plano del sensor seguiría perpendicular al suelo conservaríamos las verticales del edificio en la perspectiva correspondiente.

 

Perspectiva - Subir el punto de vista

 

Es una opción que se utiliza mucho.

Podríamos intentar subir a algún edificio público o terraza o similar, desde el que podamos tener un punto de vista más elevado.

En algunos casos se utilizan pértigas.

Lógicamente, uno no va por ahí haciendo turismo con una pértiga, por si tiene que fotografiar un edificio.

Las pértigas se utilizan en situaciones planificadas en las que queremos hacer una fotografía concreta de un edificio concreto.

La cámara va colocada en el extremo de la pértiga, que puede estar anclada con un trípode resistente.

Y se hace disparo remoto (por cable, muchas pértigas incluyen cable de disparo, o por algún otro sistema: infrarrojos, conexión wifi utilizando alguna aplicación móvil, etc.)

Este tipo de técnicas no cubren todas las situaciones.

A partir de 4-5 metros de altura de pértiga la cosa se complica: viento, vibraciones, riesgo de que caiga la pértiga con la cámara, etc.

Además está la parte burocrática y de permisos. En muchos sitios hay que solicitar permiso para usar trípodes, imagina usar una pértiga de 4 o 5 metros.

 

Sensor descentrable

Como lo importante es la orientación del plano del sensor con respecto a las líneas del edificio…

¿Qué ocurriría si pudiéramos inclinar el sensor dentro de la cámara para compensar la inclinación de la propia cámara y el objetivo?

Tendríamos el caso que represento a continuación:

Perspectiva sensor descentrable

 

Es decir, con un objetivo angular similar al que usábamos en el primer ejemplo (ángulo de visión parecido) podríamos conseguir el encuadre que queremos y mantendríamos las líneas verticales sin fuga.

Aunque hay cámaras muy especiales en las que se puede hacer esto, no te recomiendo que lo intentes con la tuya :)

No, en las cámaras comerciales que todos tenemos no podemos hacer ese tipo de cosas con el sensor.

 

Objetivo descentrable (tilt-shift)

Pero sí podríamos usar un objetivo especial para conseguir algo similar.

Estos objetivos, conocidos como objetivos descentrables o tilt-shift, permiten mover la posición del objetivo con respecto al sensor, manteniendo la proyección de la imagen sobre el mismo.

La parte shift (desplazamiento) es la que nos interesa para correcciones de perspectiva.

Con el descentrado del objetivo conseguimos mover el encuadre (hasta un cierto límite) manteniendo el sensor en una determinada posición.

 

Perspectiva objetivos tilt-shift

Desplazar el objetivo (arriba / abajo o izquierda /derecha) equivale en cierta forma a girar el ángulo de visión.

La parte tilt (inclinación o cabeceo) que intuitivamente parecería que es la que tiene más relación con este efecto se utiliza realmente para otras situaciones, cuando se quiere cambiar la orientación del plano de enfoque. Esa parte no la vamos a ver aquí.

Es decir, la función shift y la función tilt son independientes y se utilizan para cosas diferentes.

La función shift es la que se utiliza para la corrección de la perspectiva: permite mantener el sensor perpendicular al suelo (o con la orientación que necesitemos con respecto al objeto de interés, según la situación, etc.)

La función shift también se utiliza para crear panorámicas: todas las imágenes que formarán parte de la panorámica están proyectadas sobre el mismo plano (mantenemos constante el punto de vista y el plano del cuadro), con lo que la generación de la panorámica final (stitching) es muy sencilla y no contiene errores o artefactos, como sí suele ocurrir cuando hacemos una panorámica girando la cámara (aunque mantengamos el punto de vista, giramos el plano del cuadro para cada toma).

En estos objetivos se proyecta un círculo de imagen muy grande, que cubre varias veces el tamaño del sensor. Esos movimientos de las lentes frontales no suelen producir viñeteo.

Este tipo de objetivos son la opción más ‘sencilla’ para conservar las verticales en fotografía de arquitectura.

El único problema es que son objetivos bastante caros, sólo compensa para fotógrafos que se dedican de forma intensiva a la fotografía de arquitectura y alguna otra especialidad en la que su uso pueda recuperar la inversión.

Son además objetivos bastante voluminosos (y pesados normalmente).

Y hasta donde yo sé, todos los objetivos TS (tilt-shift) son objetivos de enfoque manual, al menos hasta ahora. Canon va a sacar al mercado en 2022 (o habrá sacado ya si lees esto mucho después del momento en que estoy escribiendo) los primeros objetivos TS con enfoque automático, en concreto para su montura RF (Canon TS-R 24mm f/3.5L, Canon TS-R 14mm f/4L)

También, el hecho de descentrar mucho el objetivo implica cierta pérdida de nitidez en el extremo que corresponde a ese desplazamiento. Pero bueno, esto sería un pequeño efecto secundario. Seguramente la corrección en edición (con herramientas digitales) implica una pérdida de detalle mayor.

 

¿Es obligatorio entonces tener un objetivo tilt-shift?

Un objetivo tilt-shift es una herramienta muy útil, pero también bastante cara.

En fotografía inmobiliaria y fotografía de interiores de entornos residenciales normalmente no es necesario.

Con un buen trípode que permita subir bastante la columna central se pueden cubrir la mayoría de las situaciones.

Para fachadas de edificios medianos o zonas de interior de cierta altura se pueden usar pértigas.

Y para las situaciones donde todo lo anterior no es suficiente, si no disponemos de un objetivo tilt-shift, tendríamos que hacer la toma con el plano del sensor inclinado y corregiríamos en edición con alguna herramienta de ajuste de perspectiva.

Hay que tener en cuenta que el ajuste de perspectiva en edición normalmente implica hacer recorte con respecto al encuadre inicial, es decir, hay que prever eso en el momento de la toma y dejar un margen suficiente (aire suficiente hacia los bordes).

 

Siguiente capítulo de la serie:

 

Capítulo inicial sobre la Perspectiva en fotografía.

Todos los artículos de la serie sobre perspectiva en fotografía