Deformación por perspectiva. El síndrome de la nariz grande

En este capítulo vamos a ver otra vertiente del efecto conocido como separación de planos, analizando el efecto típico de nariz grande y orejas pequeñas que aparece cuando fotografiamos caras (en retrato por ejemplo).

 

Deformación por perspectiva en retrato - caras

 

Este capítulo forma parte de la serie sobre la perspectiva en fotografía.

Aunque este artículo se puede leer de forma independiente, creo que vale la pena seguir más o menos en orden todos los capítulos, porque vas a tener unas bases más sólidas sobre perspectiva y sus efectos en la percepción visual.

Si no quieres leer toda la serie, puedes echar un vistazo al menos a:

 

Hace poco leí sobre una noticia, que venía a decir algo así como que habían aumentado muchísimo las operaciones de cirugía plástica de la nariz desde que se popularizó el uso de los móviles y los selfies (autorretratos).  No he tenido acceso a las fuentes, no sé si son datos fiables, y no sé si realmente hay una correlación entre una cosa y la otra.

Por otro lado, no me extrañaría.

Sigo desde hace años dos proyectos científicos de búsqueda de inteligencia: SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence) y el menos conocido STI (Search for Terrestrial Intelligence)  y, hasta donde yo sé, ninguno de los dos han podido ofrecer datos concluyentes.

Bromas aparte…

La cuestión es la siguiente: cuando hacemos un selfie, la imagen resultante suele mostrar nuestra cara con la nariz más grande de lo ‘normal’, y la cara la percibimos un poco ‘deformada’.

Ya hemos visto a lo largo de la serie que las palabras ‘normal’, ‘perfecto’, ‘sin deformación’… tienen poquísimo sentido cuando hablamos de percepción visual.

En este artículo vamos a intentar hacer varias cosas:

  • Demostrar que esa ‘deformación’ de la cara en las fotos sólo depende de la perspectiva, la distancia a la que está la cámara básicamente (no depende de la cámara ni del objetivo a menos que usemos un objetivo de tipo ojo de pez o similar)
  • Entender por qué cuando hacemos la foto a nuestra imagen en el espejo, la cara aparece más ‘normal’
  • Acabar con el mito (o matizarlo al menos) de que lo que importa en retrato es el tipo de objetivo, su distancia focal
  • Revisar una frase mítica del mundo de la fotografía: cuando usas objetivos fijos, el zoom son tus pies

 

Muchas cosas quiero hacer…

A ver qué sale de todo esto.

 

Cómo vemos percibimos las caras

Como ya hemos visto en todos los capítulos de la serie, todos los objetos físicos los vemos ‘deformados’ por la perspectiva.

Esto lo puedes probar cogiendo cualquier objeto geométrico, por ejemplo tu móvil. Puedes girarlo lentamente, alejarlo y acercarlo de tu vista… y en cada una de esas posiciones estarás viendo una perspectiva diferente (una forma diferente). Si lo inclinas puedes ver sus líneas de fuga, por ejemplo la arista más cercana a tu vista la ves más grande que la arista más alejada.

Pero tu cerebro sabe que es un móvil (mecanismos de reconocimiento relacionados con la visión).

La capa de interpretación hace una abstracción del objeto ‘teléfono’, y da igual si está ligeramente girado a la derecha o izquierda, arriba o abajo, más cerca o más lejos…

Hay que hacer un esfuerzo consciente para fijarse en esos detalles y darse cuenta de que en cada posición vemos una perspectiva diferente, una forma diferente.

 

Lo mismo ocurre con las caras. Puedes hacer la prueba mirando tu cara en un espejo, alejándote y acercándote.

Con las caras es más difícil incluso, porque los mecanismos de atención y reconocimiento humanos suelen estar muy especializados en reconocimiento y abstracción de las caras.

Además, si utilizas el espejo del baño donde te miras todos los días, con la misma iluminación, etc… tu cerebro está tan entrenado con esas imágenes (perspectivas) que te va a resultar más difícil notar diferencias.

Cuando nos miramos en espejos ‘ajenos’ suele ocurrir que nos percibimos diferentes.

Volviendo a nuestro espejo, para notar los cambios en la forma de la cara tendríamos que ser capaces de fijarnos de forma consciente en los rasgos (sobre todo la posición relativa de la nariz y las orejas, que nos pueden servir de referencia)

Si no eres capaz de notar nada, prueba a acercarte lo máximo que puedas al espejo, todo lo cerca que puedas enfocar más o menos nítido. A esa distancia tan próxima sí puedes percibir ese efecto de nariz grandota y orejas pequeñas y muy escondidas.

 

La perspectiva

La idea fundamental con la que nos tenemos que quedar es que la imagen que llega a los ojos (de cualquier objeto, una cara en este caso) no es siempre la misma. Esa imagen es una perspectiva. Es la proyección rectilínea que genera el cristalino sobre la fóvea y sus alrededores (visión periférica cercana).

La perspectiva, su geometría, sólo depende de la posición, de la distancia.

Por lo tanto, la forma de la cara, la distribución de sus elementos, cambia en función de la distancia a la que la vemos.

 

¿Por qué no percibimos esos cambios?

En una situación real es muy difícil percibir cambios en las caras por lo que hemos comentado antes: la capa de interpretación del cerebro funciona de tal forma que no necesita entrar en los detalles de la forma de la cara (ni de cualquier otro objeto).

El reconocimiento de un objeto emerge directamente por ‘comparación’ (de forma muy similar a como funciona una red neuronal artificial, nuestra visión necesita un entrenamiento con millones de imágenes, es algo que hacemos sobre todo en la infancia y luego durante toda la vida) y una vez reconocido ese objeto ‘cara’ (la cara de Fulanito por ejemplo), el cerebro no necesita revisar constantemente esa forma ni sus detalles.

El cerebro sabe que la cara de Fulanito es la misma a 1 metro que a 10 metros. Y es la misma si Fulanito está de frente, de espaldas o de lado…

Si conseguimos observar de una forma consciente (exige concentración) veremos claramente que cada vez que se mueve Fulanito o nos movemos nosotros, la imagen que vemos de su cara es diferente: quizás no seamos capaces de apreciar los cambios por perspectiva (son sutiles a las distancias típicas en las que nos relacionamos), pero si está de lado está claro que vemos una forma de la cara diferente a cuando está de frente…

 

¿Ocurre lo mismo en las fotos?

Sí, pero con matices.

En una foto es un poco más fácil notar esas diferencias.

Al observar una foto vemos en realidad un instante muy concreto congelado en el tiempo.

El cerebro no dispone del mismo contexto que cuando vemos esa cara en persona.

Además, cuando vemos una cara en persona funcionan todos los mecanismos de percepción de la profundidad, incluyendo la visión estereoscópica si la otra persona está relativamente cerca. Aunque esto realmente no afecta en nada al hecho de que vemos diferentes versiones de la cara según la distancia.

Si la foto de la cara está tomada a una distancia ‘natural’ (una distancia similar a la que la solemos ver en persona) es igualmente difícil apreciar diferencias debidas a la perspectiva.

En esos casos normalmente sólo podemos ver las diferencias por comparación de imágenes tomadas a distintas distancias (diferentes perspectivas).

Cuando la distancia entre la cámara y la cara de la persona se sale de esas distancias normales sí comenzamos a percibir que la cara no se ve natural.

¿Cuándo ocurre esto?

  • Cuando el punto de vista está muy cerca
    Por ejemplo si usamos objetivos angulares y nos acercamos mucho a la persona para rellenar el encuadre
  • Cuando el punto de vista está muy lejos
    Por ejemplo cuando usamos teleobjetivos para conseguir un encuadre cerrado desde mucha distancia

 

En esos casos, las perspectivas resultantes se salen de la ‘base de datos’ de perspectivas con las que hemos entrenado al cerebro. Y la capa de interpretación, aunque reconoce la cara sin problemas, hace que la percibamos ‘rara’, deformada o diferente (de como la percibiríamos en persona).

También ocurre lo mismo si el punto de vista está en una posición inusual, por ejemplo en planos picados y contrapicados (es decir, lo que serían perspectivas de plano del cuadro inclinado). Sobre todo si además el punto de vista está muy cerca del sujeto.

Pero entendiendo qué ocurre en una perspectiva frontal, entenderemos qué podría ocurrir en cualquier otra perspectiva, por compleja que sea.

 

Deformación por perspectiva

Esa ‘deformación’ es simplemente la forma que tiene el cerebro de decirnos que no percibe la cara (esa perspectiva de la cara) como lo haría en una situación normal.

Lo que llamamos deformación no tiene que ver con el objetivo de la cámara (a menos que sea un objetivo ojo de pez, que hace una proyección no rectilínea)

La deformación por perspectiva sólo tiene que ver con la distancia entre el punto de vista (la cámara) y la persona que estamos fotografiando.

En este caso en concreto, la deformación por perspectiva es básicamente el mismo efecto que vimos de separación de planos.

Cuando la distancia del punto de vista a la cara es muy pequeña, se exagera mucho más el tamaño de los elementos más cercanos (nariz) con respecto a los que están un poco más lejos (orejas)

 

Matemáticas (sólo un poco)

Vamos a poner un ejemplo con cálculos muy sencillos.

La ventaja de hacerlo así (matemáticas) en lugar de hacerlo comparando fotos de caras, es que quitamos la influencia de la capa de interpretación y nos quedamos con números muy fáciles de entender.

Vamos a suponer que la nariz de una persona mide 6cm de largo, las orejas 6cm también, y que la distancia entre el plano de la nariz y el plano de las orejas son también 6cm… Nota: no está hecho a propósito… me acabo de dar cuenta de que estamos jugando con el número de la bestia (666), cuidadín.

Ahora vamos a colocar el punto de vista muy cerca, por ejemplo a unos 10 cm de la nariz.

Recuerda que en la proyección rectilínea los tamaños relativos de cada elemento son inversamente proporcionales a su distancia al punto de vista.

 

¿Qué tamaño (altura) tendría la nariz en la proyección?

h1 = 6 / 10 = 0.6 (en las unidades que corresponda porque falta aplicar el factor de escala)*

*El factor de escala lo determinará el sistema físico, por ejemplo la distancia focal en el caso de lentes, la distancia focal efectiva en el caso de una cámara oscura (estenopeica), etc. Lo importante es la relación de tamaños entre los elementos en la proyección.

 

¿Qué tamaño tendría cada oreja?

h2 = 6 / (10+6) = 0.4 aprox.

 

Relación de tamaños entre la nariz y la oreja: 1.6 (la nariz se proyecta con un tamaño que es casi el doble que la oreja)

 

Deformación por perspectiva tamaños relativos - cerca

 

Ahora vamos a suponer una distancia normal, por ejemplo, si nos miramos al espejo, la distancia entre nuestros ojos y el reflejo de nuestra cara puede ser del orden de 1 metro (100cm).

Hacemos las cuentas para ese caso:

h1 = 6 / 100 = 0.06 (nariz)

h2 = 6 / (100+6) = 0.057 (oreja)

Relación de tamaños:  1.05 (la nariz y la oreja se proyectan con tamaños prácticamente iguales, similares a las relaciones de sus dimensiones reales)

 

Deformación por perspectiva tamaños relativos - lejos

 

¿Qué percibimos en el primer caso?

Ese primer caso correspondería a cuando nos miramos acercando mucho la cara al espejo o cuando hacemos una foto con la cámara muy próxima a la cara.

Percibimos que la nariz es proporcionalmente mucho más grande y, por comparación, las orejas aparecen más pequeñas y parece que se han ido hacia atrás.

Como no son las proporciones habituales (el cerebro ha sido entrenado con muchísimas más perspectivas que tienen el punto de vista más alejado) percibimos la cara ‘deformada’, como estirada en la dirección que se aleja de nuestro punto de vista.

 

¿Qué percibimos en el segundo caso?

En el segundo caso percibimos la cara ‘normal’, porque para esas situaciones normales (1 metro de separación a la cara de otra persona) el cerebro ha sido entrenado con muchísimas perspectivas similares.

No quiere decir que la imagen que vemos de la cara tiene sus proporciones físicas reales.

Con nuestros propios ojos nunca vamos a llegar a ver esas proporciones físicas ‘reales’. La cara tendría que estar muy lejos (distancia al punto de vista muy grande) y a partir de una cierta distancia perderíamos gran parte de los detalles de la cara (límite de resolución angular del ojo).

Pero en el rango de distancias normales en el que vemos con detalle una cara (del orden de metros), el cerebro la percibirá como ‘normal’, sin deformación, a cualquiera de esas distancias.

 

Deformación por perspectiva y Mr. Robot

Voy a plantear un experimento, que puedes hacer perfectamente en casa.

Con caras reales es muy difícil comparar y medir cosas.

Además está por medio la capa de interpretación del cerebro, que modula lo que percibimos y dejamos de percibir, sobre todo tratándose de caras.

Así que vamos a usar una cara cuadriculada.

Le pedí a mi hija que me ayudara. A partir de una caja rectangular, cartulina y poco más hicimos una cabeza cuadriculada. Le llamamos Mr. Robot.

 

Deformación por perspectiva en caras - Mr Robot

 

La hipótesis de partida (lo que queremos demostrar):

  • La ‘deformación’ sólo depende de la distancia al punto de vista
  • Si trazamos la perspectiva teórica (proyección cónica), debería coincidir con la imagen proyectada por un objetivo rectilíneo
  • Debería coincidir también con la imagen proyectada por una cámara estenopeica.
    Una cámara estenopeica no tiene lentes ni nada que pueda ‘distorsionar’ la imagen, su principio de funcionamiento es la proyección rectilínea.
  • Si las proporciones coinciden en todos los casos, querrá decir que esas proporciones sólo dependen de la geometría de la proyección, no del tipo de objetivo o sus posibles distorsiones geométricas (siempre que sea un objetivo rectilíneo)
  • Y por último, que la percepción que tenemos al mirar a Mr. Robot a los ojos (desde la misma distancia aproximadamente) es muy similar a la que tenemos al mirar el trazado de la perspectiva y la imagen generada por la cámara.
    Este último punto sólo lo podrás probar si haces tú mismo el experimento en casa.

 

 

Punto de vista a 15cm

Con la cámara frontal típica de un móvil, para conseguir que la cara llene el encuadre, la distancia del teléfono a la cara (plano de los ojos) sería del orden de unos 25 centímetros.

En esta primera prueba lo vamos a exagerar un poco, y vamos a partir de 15cm (luego haremos lo mismo con 25cm)

Para simplificar, vamos a suponer una perspectiva frontal (a un punto de fuga), que sería además el caso típico de un selfie.

La configuración del experimento quedaría así, con las medidas reales de Mr. Robot:

 

Deformación por perspectiva en caras - Experimento

 

El plano del cuadro (PC) estaría situado en el plano que corresponde a la cara (la nariz quedaría por delante de ese plano y las orejas y la profundidad de la cabeza quedarían por detrás)

Y vamos a elegir una altura del punto de vista (línea de horizonte) de 11 cm, más o menos a la mitad de la altura de la cara.

Hacemos primero el trazado de la perspectiva (cónica frontal). Para trasladar las medidas reales utilizo el método de los puntos de distancia. Si no he metido la pata debería quedar algo como esto:

Deformación por perspectiva en caras - trazado a 15cm

 

Si no quieres hacer el trazado de la perspectiva completa, puedes calcular las dimensiones (p.e. el alto) de la proyección de cada elemento dividiendo por la distancia con respecto al punto de vista.

Ahora replico la configuración con la cámara, para intentar obtener la misma perspectiva.

Utilizando un objetivo, el punto de vista coincide con la posición de la pupila de entrada de dicho objetivo. Si utilizas objetivos zoom (focal variable), a cada focal puede corresponder una posición distinta de la pupila de entrada.

Ésta sería la parte más crítica, porque con distancias tan cortas del punto de vista se notará más cualquier error en la estimación de la posición de la pupila de entrada.

También es importante ajustar lo mejor posible la altura (11cm en este ejemplo) y hay que intentar que el plano del sensor quede perfectamente paralelo al plano de la cara para clavar esa perspectiva a un punto de fuga que hemos trazado.

 

Objetivo de 18mm

En esta primera imagen voy a usar un objetivo de focal equivalente a 18mm para que pueda encuadrar toda la cara.

Y aquí estaría la superposición del trazado de la perspectiva (en línea discontinua) con la perspectiva generada por la cámara. Simplemente he escalado el trazado de la perspectiva teórica (mantenido proporciones) para que ajuste al ancho de la cara en la foto.

 

Deformación por perspectiva en caras - foto a 15cm

 

Vemos que las proporciones casan perfectamente.

Sí, Mr. Robot tiene la nariz un poco torcida, no es perfecto, pero le queremos tal como es. Lo que nos interesa son las proporciones relativas de la nariz, la cara y las orejas.

Como el plano del cuadro está situado en el plano frontal de la cara, ese plano mantiene sus proporciones y lo podemos usar como referencia. En cualquier caso vamos a ver fácilmente los cambios en la relación de tamaños y posición de la nariz y las orejas, que están en planos más separados entre sí.

 

Nota: Esto lo puedes replicar en casa de una forma muy sencilla. Es muy importante que las distancias (separación y altura del punto de vista) sean lo más precisas posible. Lo único problemático sería saber la posición exacta del punto de vista, que depende del objetivo y de la distancia focal elegida en caso de objetivos de focal variable, y corresponde con la posición del plano de la pupila de entrada. Si no tienes ese dato, puedes suponer que la pupila de entrada está en algún punto intermedio del cuerpo del objetivo, pero como la distancia al sujeto principal es pequeña (15cm) el error en la estimación de la pupila de entrada va a influir más (no va a coincidir tan bien la perspectiva teórica con la foto)

 

Para este punto de vista tan cercano no he podido hacer la foto con el estenopo (cámara oscura), no me da el ángulo de visión suficiente como para mostrar elementos de la cara que nos permitan comparar. Lo haremos en la prueba a 25cm.

 

Punto de vista a 25cm

Sería más representativo de lo que ocurre cuando nos hacemos un selfie con el móvil.

La configuración es exactamente la misma que antes, simplemente alejamos el punto de vista hasta los 25cm.

Trazamos la perspectiva y quedaría algo así:

 

Deformación por perspectiva en caras - trazado a 25cm

 

Y ahora vamos a ir comparando la perspectiva ‘teórica’ con una serie de fotos.

En todos los casos voy a superponer el trazado teórico, escalado manteniendo proporciones, para que encaje con el rectángulo de la cara.

 

Objetivo de 18mm

Primero, voy a usar el mismo objetivo (18mm de focal equivalente):

Deformación por perspectiva en caras - foto a 25cm focal: 18mm

Vemos que encaja muy bien la predicción teórica con la perspectiva generada por la cámara.

 

Cámara estenopeica (cámara oscura)

En segundo lugar, comparamos con el estenopo (es muy fácil hacer un estenopo casero para acoplar a una cámara de objetivos intercambiables, puedes buscar información en internet).

La cámara estenopeica (cámara oscura) no tiene lentes de ningún tipo. Hace una proyección rectilínea perfecta.

En mi caso, el estenopo está hecho con una lámina de papel de aluminio (con un agujero diminuto en el centro, el estenopo) sobre un adaptador que permite usar objetivos analógicos antiguos en mi cámara digital.

La focal equivalente de mi cámara oscura es de unos 45mm. La falta de nitidez se debe al diámetro del agujero. El diámetro óptimo es un compromiso entre la dispersión que provoca un agujero muy grande y la difracción que provoca un agujero muy pequeño. Es muy díficil conseguir ese diámetro óptimo.

Pero lo que nos interesan son las proporciones, no hace falta que la imagen sea perfecta:

Deformación por perspectiva en caras - foto a 25cm focal: 45mm estenopeica

 

Vemos que la imagen generada por la cámara oscura coincide bastante bien con el trazado previsto para la perspectiva.

Hay una pequeña discrepancia en la oreja que creo que se debe a que el sensor no estaba perfectamente alineado (paralelo) con el plano de la cara.

 

Objetivo de 30mm

Cambiamos de objetivo y ajustamos la distancia ligeramente para que el punto de vista (pupila de entrada del objetivo) coincida con los 25cm de separación.

Ahora es un objetivo de 30mm de focal equivalente:

 

Deformación por perspectiva en caras - foto a 25cm focal: 30mm

 

Objetivo de 40mm

Y repetimos todo el proceso con un objetivo de 40mm de focal equivalente, ajustando la distancia a 25 cm:

 

Deformación por perspectiva en caras - foto a 25cm focal: 40mm

También coincide bastante bien la predicción teórica con la perspectiva obtenida en la foto.

 

 

Matemáticas (otra vez, pero poco)

Al principio del artículo hicimos unos cálculos de servilleta con los tamaños de la nariz y la oreja en la imagen proyectada.

Vamos a repetirlo con Mr. Robot, teniendo en cuenta las medidas de sus rasgos y la distancia de 25cm al punto de vista:

  • Nariz (longitud): 7 cm
  • Oreja (longitud): 7 cm
  • Separación (planos): 8.5 cm
  • Distancia punto de vista – nariz: 25 – 3 = 22 cm
  • Distancia punto de vista – oreja: 25 + 5.5 = 30.5 cm

 

h1 = 7 / 22 = 0.32 (nariz)

h2 = 7 / 30.5 = 0.23 (oreja)

Relación nariz / oreja: 1.4

 

Vemos que el tamaño de la nariz (longitud / altura, pero piensa que esta relación afecta también al ancho) es bastante más grande que el de cada oreja.

Y a partir de las imágenes podemos ver que esa relación de tamaños es correcta.

Por ejemplo, tomando como referencia la última imagen:

h1 (nariz) = 230 px

h2 (oreja) = 164 px

Relación nariz / oreja: 1.4

 

 

Conclusiones

Hay que tener en cuenta que siguen siendo distancias cortas (25cm), y cualquier pequeño error en la posición de la cámara o la estimación de la pupila de entrada afecta a la perspectiva resultante (pequeñas diferencias con respecto a la teórica).

Pero creo que queda claro que las proporciones, la forma de la cara, dependen exclusivamente de la geometría de la proyección.

Y la geometría de la proyección depende exclusivamente de la posición del punto de vista con respecto a los elementos de la escena.

Todas las fotos con el punto de vista a 25cm muestran exactamente la misma perspectiva, independientemente de la focal utilizada.

Si usamos un objetivo rectilíneo, la ‘deformación’ de la cara sólo tiene que ver con la distancia a la que hacemos la foto.

Si usamos un objetivo rectilíneo con distorsión geométrica (por ejemplo distorsión de barril típica de los angulares), esa pequeña distorsión se sumará de forma sutil a la deformación por perspectiva, y se notará sobre todo hacia los bordes del encuadre y sobre todo en las líneas rectas situadas en esos bordes (que ahora aparecerán con una ligera curvatura)

Si te fijas bien se puede intuir un poco en las imágenes que corresponden al objetivo de 18mm de focal equivalente.

Ese efecto (distorsión de barril) no tiene nada que ver con los efectos de deformación por perspectiva.

El efecto ‘nariz grande’ sólo tiene que ver con la perspectiva, con la perspectiva rectilínea en este caso, ya que estamos usando objetivos rectilíneos (y cámara estenopeica).

 

Comparativa de la imagen a 15cm y a 25cm

Vamos a comparar la imagen generada por el mismo objetivo, con una focal equivalente de 18mm, pero colocado a diferentes distancias:

 

Deformación por perspectiva en caras - foto a 15cm vs 25cm

Las dos imágenes están escaladas manteniendo sus proporciones, para conseguir un encuadre similar.

Como habíamos previsto, en la foto a 15cm se nota mucho más el efecto de ‘nariz grande’.

Vemos que los elementos situados en el plano de la cara (los ojos por ejemplo) mantienen sus proporciones relativas. Es el plano que hemos tomado como referencia (plano del cuadro).

Los elementos que quedan por delante de ese plano (nariz) se muestran proporcionalmente más grandes a medida que nos acercamos.

Los elementos que quedan por detrás (orejas) se muestran proporcionalmente más pequeños, se perciben más alejados (separación de planos) y además quedan parcialmente escondidos en este caso por el plano de la cara.

Por lo tanto, como habíamos anticipado, la perspectiva depende de la distancia al punto de vista y no depende de la focal utilizada (el mismo objetivo nos da dos perspectivas diferentes).

 

 

Deformación por perspectiva vs proyección no rectilínea

La deformación por perspectiva de una proyección rectilínea tiene que ver con la percepción visual humana.

En todos los ejemplos anteriores podemos apreciar que las rectas de la escena aparecen rectas en la imagen proyectada.

La deformación por perspectiva tiene que ver con proporciones relativas y cómo las interpreta el cerebro: se perciben como separación de planos o como ‘deformación’ o sensación de que no es un punto de vista ‘normal’, al que estemos acostumbrados.

La deformación provocada por un objetivo de tipo ojo de pez es de naturaleza distinta.

Ese objetivo hará una proyección totalmente diferente (no rectilínea): las líneas rectas de la escena ya no aparecerán rectas en la imagen.

 

Deformación por proyección no rectilínea

 

Habrá igualmente efecto de separación de planos, porque en cualquiera de estas proyecciones se cumple que los tamaños de los elementos disminuyen a medida que aumenta su distancia al punto de vista.

Pero como digo, la proyección de un ojo de pez sigue una función de mapeo totalmente diferente a la de un objetivo rectilíneo y dará lugar a una ‘deformación’ característica.

Hay diferentes objetivos curvilíneos, con diferentes funciones de mapeo. Cada uno de ellos dará una versión ligeramente diferente de la realidad que están proyectando.

 

NOTA: Uno de los malentendidos más extendidos en fotografía tiene que ver con una mala asociación de ideas: como algunos objetivos ultra gran angulares (ojo de pez) distorsionan y ofrecen una proyección curvilínea, y como muchos objetivos angulares tienen distorsión de barril, se da por hecho que todos los objetivos angulares distorsionan y que la deformación por perspectiva (por ejemplo el efecto de nariz grande) forma parte de ese comportamiento.

 

 

¿Por qué salimos más guapos si nos hacemos la foto en el espejo?

Esto no cumple para los que somos feos, así que no esperes milagros.

Pero creo que después de todo lo que hemos visto en el artículo y en la serie sobre perspectiva estará más o menos claro.

Cuando hacemos la foto a la imagen reflejada en el espejo estamos doblando (como mínimo) la distancia de separación al punto de vista. Conseguimos una perspectiva más ‘natural’, que corresponde a cómo nos vería otra persona a una distancia social normal.

 

Perspectiva - fotografía selfie en un espejo

 

Y ya está. No hay más.

No hay nada mágico.

Otro tema es cómo esconder el móvil para que no salga en el encuadre, pero eso ya lo dejo a la imaginación de cada uno.

También se puede intentar hacer el selfie directamente, separando el brazo lo máximo posible. Y luego en edición puedes recortar la imagen si quieres que la cara rellene más el encuadre.

 

En retrato importa la distancia, no el objetivo

A estas alturas de la película también debería estar muy clara esta afirmación.

La perspectiva depende de la distancia entre el punto de vista y el elemento de la escena (vamos a hablar mejor de posición del punto de vista, para incluir también ángulos de inclinación, etc.)

La perspectiva no depende de la distancia focal del objetivo.

La distancia focal del objetivo actúa como factor de escala (magnificación)

Y la distancia focal del objetivo y el tamaño del sensor determinan el ángulo de visión, y por lo tanto el encuadre.

En retrato, y en cualquier tipo de fotografía en la que podamos tener un mínimo de control de la situación, lo ideal sería elegir la distancia (separación) más adecuada, y luego, elegir el objetivo que nos da el encuadre deseado para esa distancia.

En la práctica no siempre es posible: por ejemplo si no tenemos el objetivo adecuado, o no hay espacio material para conseguir esa distancia, etc.

Podríamos decir que a partir de 1 metro de separación con respecto al sujeto principal, si el sujeto está más o menos centrado en el encuadre, las diferencias en la perspectiva (relación de tamaños y posiciones de los rasgos de la cara) van a ser sutiles, y no vamos a percibir ‘deformación’.

Y además en la práctica hay muchísimos otros factores, que tienen que ver con la composición y no tanto con la forma de la cara:

  • Relación entre el sujeto principal y el fondo
  • Si queremos desenfocar el fondo para dar más protagonismo al sujeto principal
  • Qué se quiere transmitir con la foto
  • El tipo de plano por supuesto (foto de grupo, cuerpo entero, plano americano, plano medio, primer plano, primerísimo primer plano…)

 

El mantra que verás repetido una y otra vez: los angulares deforman, el mejor objetivo para retrato es tal o cual…

Si piensas en términos de distancia focal, acabarás loco, porque un fotógrafo te dirá que el mejor es el 85mm, otro te dirá que el mejor es el 50mm, otro el 135mm, otro el 35mm…

Y cada uno tendrá razón, porque cada focal será perfecta dependiendo de la situación: tipo de plano, a qué aspecto queremos dar prioridad en esa foto, qué queremos transmitir, etc.

Pero el denominador común en todos los casos será la distancia entre el protagonista y la cámara.

 

¿No es más fácil pensar en términos de perspectiva?

Toda la geometría de la proyección, y por tanto la forma de la cara, y la relación de tamaños entre sujeto y fondo, etc.  Todo eso depende exclusivamente de las distancias al punto de vista.

Es mucho más sencillo de entender.

Pensar en términos de distancia focal y tipos de objetivos me parece muchísimo más complicado, y da pie al pensamiento mágico sobre los objetivos.

Según esta forma de pensar, los objetivos de alguna manera deforman las cosas, pero unas veces sí, otras veces no, como el Gato de Cheshire de Alicia en el País de las Maravillas.

Y este tipo de pensamiento mágico lo puedes ver en miles de comparaciones y pruebas, en youtube, en internet, redes sociales, etc. en las que se muestra la ‘deformación’ en función de la distancia focal del objetivo, cuando lo que realmente está cambiando es la separación entre el sujeto y el punto de vista.

Mi recomendación es que no te quedes con las recetas cerradas.

No hay un objetivo de retrato, no hay una distancia óptima para retrato… hay infinitas posibilidades artísticas.

Comprender la parte de perspectiva y un poco del funcionamiento de la percepción visual humana te va a dar todas las claves que necesitas.

No hace falta asignar propiedades mágicas a los objetivos o las cámaras.

 

Retrato a distancias muy cortas

Por debajo de 1 metro, por poner un valor númerico.

Pero ten en cuenta que hablando de perspectiva y de percepción visual humana no hay fronteras o límites rígidos. Hay que verlo siempre como un continuo en el que los efectos de la perspectiva se notarán más o menos y serán percibidos de una forma o de otra por el observador.

En cualquier caso, a distancias tan cortas las caras van a presentar probablemente una deformación apreciable.

Y si buscamos encuadres con plano del cuadro inclinado (picados y contrapicados) las proporciones de la cabeza con respecto a otras partes del cuerpo aparecerán muy exageradas.

Antiguamente, con las cámaras de gran formato, se solía colocar la cámara a la altura de la cadera para hacer retrato de cuerpo completo.

De esa forma, el plano del cuadro quedaba perpendicular al suelo (equivalente a una perspectiva a 1 punto de fuga) y las proporciones de la persona se mantenían naturales.

En lo que respecta a las sensaciones, las fotos de caras a distancias tan cortas las percibimos como muy íntimas.

Se resaltan las facciones, se exageran, y le dan mucho carácter. No se busca la belleza, se busca esa fuerza, esa expresión auténtica, modulada (exagerada) por la perspectiva.

Como son perspectivas a las que no estamos acostumbrados, tienen muchísimo impacto visual si están bien hechas.

Es decir, hay un riesgo bastante alto de que la deformación por perspectiva se perciba como algo que no es placentero, pero si se hace bien (la expresión, el fondo, el momento, iluminación…) se pueden conseguir fotos épicas con un impacto brutal.

 

Retrato a distancias medias

Entre digamos 1 y 3 metros.

Este tipo de perspectivas nos van a mostrar un rostro normal o natural, tal como los solemos ver en nuestro entorno cotidiano.

Cuanto más alejado, más sensación de ‘belleza’ o esa estilización típica de modelos o de foto de revista. La distancia aplana los rasgos (se acerca más a las relaciones de tamaños reales, físicas, de la cara)

Cada persona, cada cara, tiene un punto dulce o una zona dulce, un rango de distancias en la que se muestran sus facciones más equilibradas. De la misma forma que cada persona puede tener un perfil (izquierdo o derecho) más agradecido.

Pero esto sería algo muy sutil y que va a depender muchísimo de la iluminación por ejemplo.

Ahí entraríamos también en los mecanismos de interpretación de las sombras (mecanismos de la percepción visual humana)

 

Retrato a distancias largas

Por encima de 5 metros (lo dicho: dar una cifra cerrada no sirve de nada, es sólo a modo orientativo) y a medida que nos alejamos más del sujeto principal, la perspectiva cónica se irá aproximando a una perspectiva ortogonal (proyección ortogonal)

Es decir,  las relaciones de tamaños entre los rasgos de la cara van a ser prácticamente las mismas en la perspectiva resultante que en la realidad física (si medimos con regla, no cómo las percibimos)

Con nuestros ojos desnudos nunca vamos a ver ese tipo de encuadres: el sujeto situado a bastante distancia de nosotros y sin embargo un encuadre cerrado que nos permite ver los detalles de la cara.

Por lo tanto, el retrato a distancias largas produce una perspectiva de la cara que se sale de lo habitual.

Los rasgos los percibimos más aplanados.

Las orejas por ejemplo son más visibles (puede no favorecer)

La cara, y la cabeza en general, aparece más redondeada.

Es como si de alguna forma aplastamos la cara, la comprimimos en la dirección del punto de vista.

En algunos rostros puede favorecer, en otros no tanto.

De todas formas esta ‘deformación’ por compresión de planos es menos perceptible que la que se produce por separación de planos a distancias muy cercanas.

Alejar el punto de vista también afecta a la relación de tamaños (y percepción de distancias) entre el sujeto y el fondo. Ya hablaremos de la compresión de planos en otro capítulo.

 

Distancias en fotos de grupo

En fotos de grupo hay que encontrar un compromiso entre distancia (separación) y encuadre (ángulo de visión).

Si elegimos una distancia muy corta, del orden de un par de metros por ejemplo, y el grupo tiene profundidad (dos o más filas de personas, por ejemplo la típica foto de familia o grupo grande en los escalones de una iglesia) podemos encontrar varios efectos no deseados:

  • Que las personas en primera fila aparezcan proporcionalmente mucho más grandes que las colocadas más atrás
  • Que en las personas situadas más hacia los bordes aparezca cierta deformación por perspectiva (esto lo vimos en el capítulo sobre deformación por perspectiva en los bordes del encuadre) sobre todo las personas que quedan fuera de ese ángulo de visión de 60 grados que tomábamos como referencia empírica.

 

Es preferible (si lo permite la situación) alejarse más, del orden de 5 a 10 metros… o más si son grupos grandes, para minimizar esos efectos.

Recuerda que los efectos de separación de planos son más perceptibles cuando la distancia de separación es del mismo orden de magnitud que las distancias o tamaños de los elementos de la escena.

A veces, a esos mismos ‘inconvenientes’ se les puede dar la vuelta y aprovecharlos para conseguir fotos más dinámicas, más desenfadadas.

 

Reglas para retrato

La principal regla para fotografía de retrato es que no hay reglas.

Entiende la perspectiva y entenderás sus efectos y cómo puedes aprovecharlos en tus composiciones.

Y por supuesto la parte técnica: profundidad de campo, iluminación, etc.

Lo importante es aprovechar ese conocimiento para potenciar la parte artística.

Si no sabes por qué ocurren las cosas y sólo te basas en reglas y ‘tips’ de unos y de otros, vas a estar siempre a ciegas.

 

Cuando usas objetivos fijos, el zoom son tus pies

Esta frase me encantó cuando empezaba a aprender fotografía.

Lo que hay detrás de la frase es algo así como: un objetivo fijo te obliga a moverte, a salir un poco de tu zona de confort.

Un objetivo fijo impone una restricción importante en cuanto a ángulo de visión y encuadre.

Y eso, que en principio parece negativo, se convierte en realidad en una virtud, porque ayuda a encontrar, o entrenar mejor dicho, lo que se conoce como ‘ojo de fotógrafo’.

En general es una frase muy positiva.

Pero es una frase errónea, en el sentido ‘técnico’, porque usar los pies (mover el punto de vista, acercándolo o alejándolo de la escena) no equivale a hacer zoom.

Como hemos dicho por activa y por pasiva, la distancia focal del objetivo sólo es un factor de escala (magnificación) y no afecta a la perspectiva.

Cuando hacemos zoom, aumentamos por ejemplo la distancia focal o la reducimos, sólo estamos cerrando el encuadre o abriéndolo, sin modificar la perspectiva.

Cuando nos movemos hacia la escena o nos alejamos de ella con un objetivo fijo, estaremos también cerrando el encuadre o abriéndolo, pero estaremos modificando la perspectiva. Cada una de esas tomas tendrá una perspectiva diferente.

Esto no es ni positivo ni negativo.

Es simplemente a modo de curiosidad.

Vuelvo a decir lo mismo: el conocimiento te da las herramientas para potenciar la parte artística.

 

 

Más información que te puede interesar

Capítulo inicial sobre la Perspectiva en fotografía

Todos los artículos de la serie sobre perspectiva en fotografía

Objetivos para retrato, recomendaciones

Objetivos recomendados para cámaras réflex de Canon

Objetivos recomendados para cámaras réflex de Nikon

Objetivos para cámaras Olympus y Panasonic

Objetivos recomendados para cámaras Sony 

Objetivos recomendados para cámaras Fuji X