Criterios para elegir una interfaz de audio

En este artículo veremos qué es una interfaz de audio. Veremos también qué tipos de interfaces de audio nos podemos encontrar en diferentes dispositivos. E intentaremos ver qué criterios son importantes a la hora de elegir una interfaz.

 

Interfaz de audio

 

Este artículo forma parte de la serie sobre grabación y tratamiento de sonido.

 

¿Qué es una interfaz de audio o interfaz de sonido?

Una interfaz de audio es un dispositivo que permite conectar a su entrada un elemento de audio analógico (micrófono, instrumento eléctrico / electrónico, otros dispositivos de audio analógico) y nos da a su salida audio digital.

El término ‘interfaz’, de interface en inglés, viene del hecho de que es una especie de frontera o separación entre dos ‘sustancias’ diferentes: la señal analógica (voltajes / intensidades de corriente, p.e.  1.24367 V ) y la señal digital (números, por ejemplo valores enteros: 14328)

El formato típico o clásico sería como el de la figura siguiente:

Conexión cable XLR con micrófono e interfaz

 

En este tipo de interfaces las entradas son híbridas o mixtas y permiten la conexión mediante conector XLR o conector jack de 1/4 de pulgada.

Y podemos configurar el tipo de señal de entrada con el que va a trabajar cada una de las entradas: micrófono (MIC), nivel de línea (LINE) o entrada de instrumento de alta impedancia (INST / HI-Z)

Entradas híbridas: XLR + jack 1/4 | MIC + LINE + INST

Con este tipo de interfaz trabajamos con los estándares y equipos de sonido profesional: cables, micrófonos, instrumentos…

Y pueden interoperar perfectamente con otros dispositivos de producción de audio profesional: mesas de mezclas, equipos analógicos (compresores, filtros, ecualizadores…), etc.

La salida principal sería la de audio digital, normalmente a través de una conexión USB, pero también hay modelos con diferentes tipos de conexión digital (PCIe, Thunderbolt, etc.)

Una variante sería por ejemplo una mesa de mezclas con salida USB, que sería una especie de fusión entre una mesa de mezclas analógica y una interfaz de audio. La mesa de mezclas es muy útil cuando se va a trabajar con muchas fuentes de audio diferentes a la vez (varios micrófonos, instrumentos, etc.)

 

También hay interfaces de audio mucho más sencillas, pensadas para trabajar con equipos de electrónica de consumo.

Estas interfaces de electrónica de consumo utilizan normalmente conectores jack de 3.5mm, trabajan con niveles de señal más bajos y normalmente no pueden interoperar con otros dispositivos de audio.

De hecho, la mayoría de las interfaces de sonido de electrónica de consumo van integradas como parte de la electrónica de otros dispositivos:

  • Prácticamente todos los ordenadores incluyen una interfaz de audio integrada.
    El conector de entrada de micrófono del ordenador va conectado a esa interfaz integrada.
  • Las cámaras incluyen una interfaz de audio integrada.
    Prácticamente todas incluyen un micrófono integrado y algunas incluyen entrada adicional para micrófono externo.
  • Los teléfonos incluyen una interfaz de audio.
    De forma similar a los ordenadores: podemos conectar un micrófono externo (a través de jack 3.5 o a través de USB dependiendo del modelo) o podemos utilizar el micrófono integrado.
  • Las grabadoras digitales de sonido incluyen una interfaz de audio.
  • Los micrófonos USB integran su propia interfaz de audio.
  • Hay interfaces de audio muy pequeñas que permiten conectar un micrófono al ordenador o a cualquier otro dispositivo (móvil, tablet…) a través de USB
    Son interesantes porque son pequeñas, son baratas y suelen ofrecer más calidad que la interfaz de audio integrada en el propio ordenador.

 

Todas las interfaces tienen al menos dos bloques diferenciados: la etapa de amplificación (preamplificadores o previos) y el módulo de conversión a digital (ADCAnalog to Digital Conversor).

La calidad de una interfaz depende fundamentalmente de la calidad de los componentes electrónicos de esos dos bloques.

Las interfaces de audio de escritorio comerciales (con entradas XLR y salida USB como las que veíamos al principio de este artículo), incluso las de gama media-baja, ofrecen en general una calidad de audio excelente, comparable a la de los equipos más avanzados de producción profesional de hace sólo unas décadas. Eso es algo increíble.

Por supuesto, en ese mundo de la electrónica de audio profesional hay diferentes gamas.

Pero tenemos que situarnos un poco en el contexto adecuado.

Un usuario que graba en su casa o en la oficina, incluso si tiene un acondicionamiento acústico decente, los efectos debidos a ese entorno de grabación van a ser órdenes de magnitud superiores a los efectos debidos a la diferencia de rendimiento de una interfaz de gama media con respecto a una interfaz de gama alta.

Para que nos hagamos una idea, voy a intentar ordenar esa ‘calidad potencial’ asignando una puntuación (totalmente subjetiva y generalizando, no lo tomes como algo realmente fiable) a cada tipo de interfaz:

  • [100] Equipo analógico usado en producciones musicales profesionales
  • [ 96] Interfaz de audio de escritorio de gama alta
  • [ 94] Interfaz de audio de escritorio (XLR) de gama media
  • [ 94] Grabadora digital portátil de gama media-alta
  • [ 92] Interfaz de audio (XLR) de gama baja
  • [ 92] Grabadora digital portátil de gama media-baja
  • [ 92] Interfaz integrada en un micrófono USB
  • [ 90] Interfaz de audio de un móvil de gama media / media-alta
  • [ 80] Interfaz de audio de una cámara con conector para micrófono externo
  • [ 75] Pequeña interfaz para conectar micrófono (jack 3.5mm) a un ordenador a través de USB
  • [ 60] Interfaz de audio integrada en la placa base del ordenador

 

Recalco lo de ‘calidad potencial‘. Con calidad potencial quiero decir que si todo lo demás es perfecto (uso adecuado de los micrófonos, ruido ambiente, acústica, ruido electrónico de fondo del micrófono, interferencias electromagnéticas, inyección de interferencias a través de los cables de alimentación…) entonces quizás podríamos percibir las diferencias en el sonido final debidas a la interfaz.

En un entorno casero de grabación, aunque todo sume, el efecto de la interfaz va a ser pequeño.

Van a influir muchísimo más los conocimientos que el equipo (esos conocimientos incluyen saber elegir el equipo adecuado, no el más caro ni el mejor, el adecuado para esa situación).

Yo por ejemplo intentaría evitar la interfaz de audio integrada en la mayoría de los ordenadores, más por tema de interferencias que por la calidad de esa electrónica. Pero con todas las demás opciones, con unos conocimientos mínimos, se pueden obtener resultados excelentes.

No se trata de llegar a los estándares de calidad de una producción musical profesional. Se trata (en este contexto) de conseguir una calidad de sonido muy buena, sin ruido perceptible, ni distorsión perceptible, ni nada que distraiga o que moleste a los usuarios que van a consumir ese contenido.

 

 

Preamplificadores

Vamos a dar una pequeña pincelada sobre los preamplificadores de audio.

La señal eléctrica que genera un micrófono es muy muy muy pequeña…

Es del orden de milivoltios (mV)

Niveles de audio - grabación micrófono

El ruido electrónico generado por los circuitos (ruido térmico por ejemplo) y las interferencias electromagnéticas pueden llegar a alcanzar un orden de magnitud similar.

Por lo tanto esa señal que genera el micrófono es muy vulnerable.

El preamplificador tiene varios objetivos:

  • Aumentar la señal hasta un cierto nivel (del orden de 1V por dar un valor de referencia), de tal forma que el ruido electrónico que se genere a continuación (en cualquiera de los circuitos y/o dispositivos de la parte analógica) apenas afecte a la relación señal a ruido.
  • Aumentar la señal hasta el nivel exacto en el que opera el módulo de conversión de analógico a digital (ADC)
  • Que la contribución de ruido electrónico del propio preamplificador sea lo más baja posible, ya que cualquier ruido electrónico en esa fase tiene un impacto muy grande en la relación señal a ruido.

Aquí tienes más información sobre el ruido y sobre la relación señal a ruido cuando trabajamos con audio.

 

Ganancia

Los preamplificadores tienen una ganancia nominal máxima.

La ganancia es el factor de multiplicación. Pero en el mundo del audio se utiliza la escala logarítmica en decibelios: dB

Por ejemplo, imagina que un micrófono proporciona una señal de 1 mV y el amplificador tiene que aumentarla hasta 1 V.

Necesita una ganancia de 1000  (1 mV x 1000 = 1 V)

Que expresada en decibelios correspondería a una ganancia de 60dB

 

La mayoría de los preamplificadores permiten controlar la ganancia.

Esa ganancia variable permite gestionar diferentes situaciones: micrófonos con diferente sensibilidad, fuentes de ruido con diferente intensidad sonora, rango dinámico de la fuente, etc.

Es muy importante ajustar bien la ganancia durante la grabación:

  1. Para conseguir una buena relación señal a ruido en la parte de conversión a digital (queremos un nivel de señal alto para minimizar los efectos del ruido de cuantificación).
  2. Para evitar que los sonidos más altos se salgan de escala y saturen el ADC, provocando lo que se conoce como clipping, un corte abrupto de la señal que se traduce en una distorsión muy desagradable y prácticamente imposible de recuperar en edición.

Son dos criterios contrapuestos, así que hay que encontrar el mejor equilibrio en cada situación.

Aquí tienes más información sobre cómo gestionar correctamente los niveles de audio.

 

La mayoría de las interfaces del mercado ofrecen una ganancia máxima suficiente para gestionar con cierto margen la señal que reciben de los micrófonos en la mayoría de las situaciones.

Pero hay casos concretos en los que esa ganancia máxima nos podría limitar.

El caso típico sería cuando usamos algunos micrófonos dinámicos que tienen muy poca sensibilidad (por ejemplo el famoso Shure SM7B) y/o en situaciones en las que el micrófono está bastante alejado de la fuente de sonido o dicha fuente emite un sonido muy débil.

En general, los micrófonos dinámicos van a ser más exigentes con la interfaz, van a necesitar más ganancia.

En algunos casos puede ser necesario conectar un preamplificador externo especializado entre el micrófono y la interfaz: Cloudlifter, FetHead, o sus variantes de otras marcas. También son conocidos de forma genérica como mic activator, mic booster o similar.

 

 

Criterios para elegir una interfaz de audio (XLR)

Es decir, hemos decidido usar micrófonos y equipos de la parte de audio profesional: micrófono XLR, conectores XLR, cables XLR, etc.

Y estamos en el contexto que hemos comentado al principio del artículo: grabación en un entorno no profesional (en casa, en la oficina, en algún recinto que puede tener cierto tratamiento acústico y cierto aislamiento, pero que no es un estudio de grabación profesional especializado)

Queremos elegir una interfaz de audio de escritorio que nos ofrezca las prestaciones que vamos a necesitar en esas situaciones, pero que no suponga una inversión de dinero muy grande.

¿Qué características serían importantes desde mi punto de vista?

 

Canales de entrada

Si vas a grabar sólo tu voz (un único micrófono) valdría con una interfaz de un canal de entrada.

Yo personalmente recomiendo elegir una interfaz con al menos 2 canales por si en el futuro necesitas ese canal adicional: p.e. para una entrevista con dos micrófonos, si quieres incluir algún instrumento junto con el micrófono, etc.

La mayoría de los modelos incluyen entradas híbridas. Cada entrada permite un conector XLR y un conector jack de 1/4 de pulgada.

La entrada XLR normalmente está físicamente conectada con los circuitos de alta amplificación / baja impedancia, y espera siempre una señal muy débil, de un micrófono.

La entrada de 1/4 se usa indistintamente para instrumento y para entrada de línea (LINE), pero en la mayoría de los dispositivos podemos configurar si se trata de un tipo u otro (LINE vs INST / HI-Z). La diferencia está en la gestión de impedancia y nivel de esa entrada.

 

Ganancia máxima del preamplificador

Por lo general todos los equipos te van a dar una ganancia suficiente con la mayoría de los micrófonos y situaciones típicas.

El rango de ganancia máxima de este tipo de interfaces suele estar entre los 50-60dB

Si vas a usar micrófonos dinámicos, la interfaz va a trabajar probablemente cerca de su límite de ganancia. Pero como digo, para la mayor parte de las situaciones (micrófono relativamente cerca de la boca y un nivel de sonido normal) no deberías tener ningún problema con ningún modelo.

Pero algunos micrófonos dinámicos (modelos concretos como el Shure SM7B, Electro Voice RE20, o similares) tienen una sensibilidad muy baja y probablemente estarían muy al límite con algunas interfaces de gama media.

Claro, si tienes alguno de esos modelos de micrófono de gama alta, quizás te interese invertir también en una interfaz de gama un poco más alta, para mantener un sistema más coherente.

Pero desde el punto de vista práctico, una muy buena opción es comprar un preamplificador especializado (cloudlifter, fethead o similar).

Un dispositivo de ese tipo puede costar unos 100 euros por dar una cifra redonda, y ofrecen unas prestaciones que cubren los estándares más exigentes (se utilizan en los estudios de grabación profesionales). Y va a hacer que la interfaz trabaje en su zona con mejor relación señal a ruido. Mientras que una interfaz de gama más alta puede costar 2 o 3 veces lo que cuesta una interfaz de gama media.

 

Calidad del preamplificador

Todos estos equipos tienen una electrónica analógica y unos preamplificadores de gran calidad.

En un entorno de estudio de grabación profesional se llegaría a notar la influencia o los efectos de la electrónica de una interfaz de gama baja, de gama media y de gama alta.

Pero fuera de ese entorno es muy difícil que llegues a notar alguna diferencia.

Algunos parámetros serían el nivel de ruido electrónico que añade la propia interfaz (noise floor), la linealidad de sus amplificadores (que introduzcan la menor distorsión posible) y la calidad del ADC (linealidad y ruido de cuantificación).

En un entorno no profesional, todos esos efectos de la interfaz quedan normalmente enmascarados por otros efectos externos, otras fuentes de ruido, etc.

Por lo tanto no lo considero un criterio fundamental o crítico.

 

Otras características

Si tiene USB 3.0 mejor, aunque el flujo de datos generado por el audio no debería ser ningún problema para conexiones USB 2.0

Que tenga a ser posible una salida de auriculares para monitorización directa, con control de volumen independiente. La monitorización directa permite escuchar lo que estás grabando en tiempo real (por ejemplo tu propia voz) sin retardo.

Compatibilidad con el sistema operativo de tu ordenador. No debería haber problemas de compatibilidad, pero de todas formas echa un vistazo a las especificaciones. Para Windows debería haber una compatibilidad total. Para macOS también deberían ser compatibles la inmensa mayoría.  Para Linux quizás podría haber problemas puntuales con modelos muy concretos, consulta en foros o quizás una simple búsqueda por internet, para asegurar que ese modelo concreto es totalmente compatible. Yo uso Linux y no he tenido nunca problemas con las interfaces que he probado, al menos con el uso típico.

 

Marcas recomendadas

La marca no implica nada, cada modelo puede ser bueno, regular o malo independientemente de la marca que lo fabrica.

Pero sí es cierto que una marca conocida tiene una trayectoria, podemos tener más referencias sobre los puntos fuertes y débiles de cada equipo, y suele tener un mejor soporte técnico y una mayor comunidad detrás en caso de problemas.

Algunas marcas conocidas (no están ordenadas por ningún criterio en particular):

  • Focusrite
    Sus Scarlett son muy utilizadas, sobre todo la segunda generación y posteriores.
  • PreSonus
    Fabrica equipos que suelen tener muy buena relación calidad precio.
  • Steinberg
    También muy conocida, con interfaces muy vendidas
  • Behringer
    Una marca asociada históricamente a la gama media-baja, pero que ofrece productos con muy buena relación calidad precio.
  • Universal Audio
    Estaría en la gama alta de interfaces de escritorio.
  • Audient
    En la gama media / media-alta. Tiene interfaces muy interesantes, con muy buena relación calidad precio en esas gamas.

 

 

Interfaz de sonido recomendada

Algunos modelos que yo elegiría, valorando sobre todo la relación calidad-prestaciones-precio:

 

 

 

Personalmente, para los criterios que hemos comentado a lo largo del artículo, me gustan especialmente la Audient C14 mark II (la versión original también), la Scarlett 2i2 de segunda o tercera generación (o posteriores) y las PreSonus también me parecen muy interesantes.

 

 

 

 

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